24 POLICIALES La Plata, martes 27 de octubre de 1998 JUICIO ORAL AL EMPRESARIO DE LA CARNE “Escapé para no delatar a mi papá” “A mi mujer siempre la amé y a mi padre le tuve terror” El “Tano” Novoa declaró durante tres horas. Trató de convencer al tribunal de su inocencia y culpó a su difunto padre del asesinato. Habló de su fuga al Paraguay y de su adicción a las drogas El empresario de la carne Alfredo Novoa declaró durante tres horas ininterrumpidas ante el tribunal que lo comenzó a juzgar ayer en audiencia oral y pública, acusado de matar a golpes a su esposa y luego pisarla con su auto, en un macabro crimen ocurrido hace cinco años. El pelo muy corto. Blazer azul, camisa y vaquero. El “Tano” Novoa se sentó en el banquillo de los acusados a las 9,30. A partir de allí, inició el duro itinerario de exponer sus argumentos para que los jueces le crean que no sólo es inocente, sino también que el verdadero asesino fue su padre José Novoa, quien ya se encuentra fallecido. Durante el relato a Novoa se le llenaron los ojos de lágrimas varias veces. Y en dos oportunidades, no pudo resistirlo y se quebró. La primera, cuando habló de su padre. Dijo que lo quería pero que también le tenía miedo. La segunda, cuando habló de su mujer, de quien aseguró estar todavía completamente enamorado. “A mi mujer la amé. Y aún estoy enamorado. A mi padre siempre lo quise pero también le tuve terror”. Cuando Novoa, de 47 años, enfrentó ayer al tribunal, sabía muy bien que la mayoría de las pruebas estaban en su contra. El Fiat Uno Turbo, italiano, que la policía secuestró le pertenecía a su mujer y él lo utilizaba siempre. Su cuñado -y hermano de la víctimaaseguró que Novoa le dijo, minutos después del crimen: “maté a tu hermana, la dejé tirada atrás de unos pastos en el campo de Cacho (Costa)”. La policía fue quien llegó primero a ese lugar (un hermoso predio ubicado en Cañuelas) y allí encontraron el cadáver despedazado de Marta Scarfo, de 40 años. Tenía heridas y magullones por todas partes. Estaba vestida de “noche”. Como se presume que fue aplastada con un auto, la multiplicidad de fracturas, desgarros y golpes eran innumerables. Además, la cantidad exacta de Uno de los momentos más importantes de la declaración de Alfredo Novoa fue la explicación de su fuga. Dijo que después que su padre le avisó que había matado a su mujer, ya no pudo regresar. La madre le advirtió que lo estaba buscando “toda la policía”. Su hermano le dio el dinero para el pasaje. Se tomó un micro en Retiro y se fue al Paraguay. Su padre murió al poco tiempo. “Tomé esa actitud porque si no tenía que decir que mi papá había matado a mi mujer. Prefería estar prófugo de la Justicia antes de ver a mi padre preso”, sostuvo. “Ahí viene el cornudo” Novoa dijo que su padre se llevó a su mujer de un asado. En la foto, localiza el lugar en un mapa lesiones y el origen de unas perforaciones que le atravesaban la camisola y el body blanco, aún hoy continúan siendo un misterio, desde aquella trágica madrugada del 13 de marzo de 1993. Tampoco los peritos que declararon en la tarde de ayer aportaron algún tipo de precisión al respecto. El Tano Novoa sabía también que debía explicarle a los jueces por qué, después de la muerte de su mujer, estuvo prófugo durante tres años, hasta que fue detenido en 1996 en un robo armado en el mercado de hacienda en Capital Federal. Hacia las 12:30 Novoa finalizó su extensa declaración, que resultó un calco de sus testimonios realizados hace dos años, cuando fue detenido. Lo medular de sus dichos podría resumirse de la siguiente manera: un intento por convencer al fiscal y a los jueces de que el verdadero asesino fue su difunto padre, que se escapó porque le tenía miedo y porque no La culpa es de papá El acusado culpó del crimen a su padre, José Novoa, quien por ese entonces tenía 70 años. A Novoa padre lo apodaban “Pepe Guerra”, por su fuerte temperamento. Ante el tribunal, el acusado dijo que cuando lo vio con su camisa ensangrentada, su padre le dijo: “tuve que hacer lo que vos no te animaste a hacer, cornudo. Andá a buscarla, que está a mil metros del campo de Cacho Costa”. quería culparlo, y además, que la víctima era la responsable de haber “mal administrado” varios de los centenares de miles de pesos que generaba el circuito de comercialización de frigoríficos, 26 carnicerías y traslado en camiones. Tras la declaración de Novoa hizo lo propio el personal policial que participó de la investigación, y finalmente testimoniaron los peritos. Alberto Laguens, el perito químico, se refirió a unos cabellos de mujer que encontraron en el Fiat Uno negro y que se compatibilizaban con los secuestrados al cadáver de la víctima. El fiscal pidió que se realice un estudio de ADN para confirmar la identidad. Si el tribunal accede a esa solicitud, el juicio podría llegar a suspenderse por varios días. Cabe destacar que la audiencia se realizó según la modalidad contemplada en el nuevo Código de Procedimiento Penal. Las preguntas al acusado y a los testigos fueron protagonizadas por el Fiscal de Cámaras adjunto, Marcelo Carlos Romero, y de forma complementaria el tribunal realizó las acotaciones correspondientes. A cargo del juicio se encuentra la Sala I, compuesta por Carlos Eduardo Hortel, María Clelia Rosenstock y Pedro Luis Soria. Alfredo Novoa se centró en aquel fatídico 13 de marzo de 1993. Dijo que venía de cobrar y supervisar las carnicerías y que luego le rendía la contabilidad a su mujer, con quien estaba casado hacía 21 años, y tenían dos hijos. Allí se encontró con su padre, que siempre lo gastaba diciéndole “ahí viene el cornudo” y le decía que su mujer lo engañaba con “varios tipos”. Su padre lo invitó para esa noche a un supuesto asado. Lo de “supuesto” radica en que la versión del asado apareció en el expediente tres años después del crimen, cuando Novoa fue detenido. El último asado en un stud Según Novoa, el asado habría tenido lugar en un conocido stud de nuestra ciudad, en donde el padre del acusado tenía varios caballos de su propiedad. El acusado dijo que esa noche llegó al lugar con su mujer, Marta Scarfo, a bordo del Fiat Uno. Y agregó que cuando los vio su padre, le gritó: “qué vénis a hacer con esta puta”, y dirigiéndose a la mujer le dijo: “ahora vamos a aclarar esto vos y yo. Dame las llaves del coche”. Según el acusado, esa fue la última vez que la vio con vida. Seis heridos de arma blanca en una pelea callejera por un grabador en Tolosa El domingo a las 19.30, el sonido de la música tropical se podía escuchar en toda la cuadra de 529 entre 121 y 122. Habían transcurrido algunos minutos del encuentro disputado entre River y Boca y varios vecinos salían a comentar el partido. Pero de pronto la música pareció detenerse en el mismo instante en que unos fuertes gritos alertaron la atención de los lugareños. Dicen que la pelea entre los vecinos se inició por la venta de un grabador. “Vinieron a la casa de al lado a vender un grabador. Después se escucharon unos gritos y le pegaron a un amigo. Entonces me metí para defenderlo”, dijo un joven que solicitó mantener sus datos personales en reserva. Primero se agarraron a piñas dos jóvenes, más tarde eran seis los que se peleaban. Entre ellos había dos mujeres. En el incidente las personas se trenzaron a golpes de puño y varios de ellos sacaron de entre sus ropas armas blancas. Entonces con el correr de los minutos la situación se tornó más agresiva. Hubo corridas, patadas e insultos. A una cuadra del lugar donde se inició el conflicto cayó sobre el asfalto muy malherido Miguel Pazo, de 20 años. Le habían dado una puñalada en el abdomen y le habían cortado la nuca. Fuentes policiales informaron que también sufrieron cortes Rodolfo Paniagua, de 39; Elsa Paniagua, de 35; Mercedes Etcheverry, de 34; Jorge Nievas, de 40; y Ramón Paniagua, de 28. Vecinos alertados por los gritos dieron aviso a la policía y los efectivos de un móvil que llegó al lugar hallaron a las seis personas con heridas, trasladándolas al hospital Gutiérrez. Pazo fue asistido por su hermana. La joven le brindó los primeros auxilios hasta tanto fue derivado al nosocomio local, donde fue intervenido quirúrgicamente. La hermana del joven explicó: “la verdad, no sé muy bien por qué se pelearon. Pero cuando llegué a la esquina mi hermano estaba tirado sobre la calle, lleno de sangre y casi no podía respirar”. Los investigadores relataron que Pazo se recuperaba favorablemente de las lesiones recibidas. El resto de los contendientes ya fue dado de alta. POLICIALES La Plata, martes 27 de octubre de 1998 TRAGEDIA EN MISIONES Apareció un testigo clave y el médico quedó detenido Hugo Salazar del Risco, investigado por una explosión que mató a Daniel Brítez, de 11 años, frente a su casa, fue detenido anoche. Lo comprometió la declaración del empleado de un aserradero El médico Hugo Salazar del Risco fue detenido ayer a las 20.10 en un campo de la localidad de Montecarlo, por orden del juez Héctor Acosta, tras la declaración de un testigo clave. Ayer a la mañana, un peón que pasaba diariamente por la casa del médico rumbo a su trabajo en un aserradero le dijo al juez que el 15 de octubre a las 6.00 pudo ver una caja similar a la que contenía la bomba frente al chalet de Salazar del Risco, cuyo domicilio se encontraba con el portón abierto. Este testimonio y una serie de allanamientos en la casa de médico determinaron la orden de detención de Salazar del Risco, bajo la sospecha de haber ideado un autoatentado. El jueves 15 de octubre, a las 6.45, una bomba estalló frente a su chalet y mató a Daniel Brítez, de 11 años. El nene iba a la escuela Nº 274 con un compañerito, pero se había desviado de su recorrido habitual porque quería pasar por un kiosco a comprar un regalo para el día de la madre. La criatura quiso levantar una caja que estaba en la vereda de la casa del médico y encontró la muerte: adentro había un explosivo fabricado artesanalmente. Entre otras cosas contenía clavos de una pulgada y media, que quedaron esparcidos en un perímetro de 50 metros. Ese mismo jueves, Salazar del Risco hizo declaraciones televisivas donde contó detalles extremadamente morbosos del cuerpo mutilado de la criatura. También dijo que al escuchar la explosión había pensado que un árbol se había caído en el techo de su casa y se solidarizó con la familia del chiquito. Desde el principio, Salazar del Risco estimó que la bomba había sido puesta para atacarlo a él a través de un atentado a su hija, que cada mañana esperaba el ómnibus para ir a la escuela en ese mismo lugar. Cuando fueron citados a declarar, tanto él como su mujer se mostraron muy nerviosos. Los especialistas creen que está loco y por eso mandaron a hacerle pericias psiquiátricas; pero tuvieron que ser suspendidas porque sufrió un estado de shock profundo. La historia de Salazar del Risco en la Argentina es larga y violenta. Llegó a La Plata en los setenta. En Perú, dejó a su familia y algunos amigos; pero venía a buscar su futuro, a estudiar medicina a la Universidad. Con poco más de 20 años, en sus épocas de estudiante se enamoró de una mujer de Berisso con quien tuvo dos hijas. Todos los parientes coincidieron que para ella es una historia de amor que ya cerró hace más de veinte años y que recién volvió a verlo la semana pasada, cuando su cara salió por televisión. Los familiares dijeron que Salazar del Risco tuvo que irse de la ciudad por la puerta de atrás, jaqueado por una relación familiar insostenible. “Le pegaba todo el tiempo a su mujer y a sus hijas y hasta trató de quemarlos vivos al incendiar la casa con ellos adentro. Aparentemente tendría problemas psiquiátricos”, confiaron. Veinte años después, Salazar del Risco se convirtió en uno de los profesionales más conocidos de El Alcázar, un ignoto pueblo misionero de 5.000 habitantes. Devenido en ginecólogo, casi todas las mujeres del pueblo pasaron por sus manos. Sólo un presunto caso de mala praxis lo había desprestigiado ante la opinión pública. Inició su trayectoria política, se convirtió en dirigente justicialista y llegó a ocupar cargos en el área de salud. Pero su carrera sufrió un duro revés en las últimas elecciones, cuando llegó a ser candidato a intendente de El Alcázar y perdió. Se sospecha que ideó un autoatentado para volver a aparecer públicamente. Dos ladrones robaron un maletín con joyas de Mirtha Legrand Una vez más, Mirtha Legrand sufrió el robo de sus preciadas joyas. Dos jóvenes le sustrajeron a un remisero que la esperaba a la salida del canal un bolso que contenía una importante cantidad de valiosas alhajas. “La Chiqui está con una bronca tremenda, tiene un disgusto bárbaro”, explicaron sus allegados cuando se refirieron al estado anímico de la la popular conductora de Contra la pared Una familia estuvo al borde de la tragedia. Tras chocar con un taxi, una combi se subió a la vereda y terminó contra la pared de una vivienda. Milagrosamente, no llegó a entrar a la casa. Los investigadores relataron que no hubo que lamentar heridos, mas alla de los golpes leves que sufrieron los conductores. El accidente ocurrió aproximadamente a las 10 de ayer en la intersección de 17 y 64. Fuentes policiales informaron que allí, por causas que se tratan de establecer, colisionaron una Renault Traffic blanca conducida por María Sanchez de 53 años y un taxi Fiat Duna guiado por Alberto Brus, de 52. Tras el impacto entre los rodados la camioneta inició una descontrolada trayectoria y golpeó contra una pared a la que llegó a arrancarle un par de ladrillos. los mediodías argentinos, minutos después de conocer la noticia, mientras se encontraba en los estudios del canal y se aprestaba a subir al remis. Un remisero aguardaba a la conductora aproximadamente a las 17 de ayer frente a México y Bernardo de Yrigoyen. En forma imprevista el chofer del vehículo de alquiler fue sorprendido por dos chicos que lo distrajeron haciendo caer un llavero al suelo. Fue entonces cuando los maleantes, quienes no portaban arma de fuego, aprovecharon para robarle el bolso que se encontraba en el automóvil. “En el maletín estaban guardadas las joyas y efectos personales que habitualmente utiliza en los programas la conductora”, señalaron los informantes. La animadora ya había sufrido un robo el 17 de diciembre del año pasado, cuando denunció la extraña desaparición de un bolso que contenía joyas valuadas en unos 100 mil dólares mientras iba en un remise que la había trasladado a hacer compras y a su casa. Efectivos policiales de la jurisdicción donde ocurrió el robo montaron un operativo en la zona para dar con los asaltantes, aunque no arrojó resultados positivos hasta el cierre de esta edición. 25 Breves policiales Murió un accidentado Las calles de nuestra ciudad se cobraron otra vida. Debido a las serias lesiones que poseía en la tarde de ayer falleció Gabriel Morelli, uno de los cinco ocupantes del vehículo que protagonizó un accidente contra una columna de alta tensión el domingo último. A raíz del accidente que ocurrió en la avenida 60 a la altura de la sede del Tiro Federal, Rubén Ferreyra perdió la vida en el acto al salir despedido del automóvil cuando este colisionó contra la mole de hierro debido a una maniobra que habría efectuado el chofer del rodado para esquivar un perro. Fuentes del centro asistencial informaron además que los otros tres jóvenes permanecen hospitalizados en estado reservado. Otro testigo de 7 y 55 Un nuevo testigo se presentó a declarar ante la fiscalía interviniente en la causa que investiga el fatal accidente ocurrido en horas de la madrugada del sábado 17 de este mes en la esquina de 7 y 55, donde perdiera la vida Cristian Montenegro, de 21 años. Fuentes judiciales informaron que un hombre, de nacionalidad peruana, brindó detalles sobre las características del vehículo que habría intervenido en el fatal episodio. Al respecto los investigadores informaron que el sujeto efectuó un esquema del accidente y explicó que el rodado que desencadenó la tragedia sería un Dahiatsu color rojo. Los padres y el fiscal Los padres de Cristian Montenegro se reunieron ayer con el fiscal interviniente en la investigación. Al respecto, fuentes judiciales informaron que Víctor Violini informó a los padres del joven fallecido las últimas novedades de la causa. Se espera para este jueves el resultado de las pericias en donde se determinará la compatibilidad del vehículo Fiat Uno secuestrado, la moto que conducía Montenegro y el Fiat 128, presuntamente el rodado que habría colisionado con el automóvil incautado por los investigadores. Detenidos Dos sujetos fueron detenidos pocos minutos después que sustrajeran un rodado estacionado en la vía pública. El robo se produjo en las inmediaciones de las calles 5 entre 51 y 53. Allí estaba estacionado el Fiat 147 patente ALD 328 propiedad de Ramiro Dalieri. El automóvil fue incautado en poder de los sujetos que fueron apresados en 48 y 9 por personal policial perteneciente al Gabinete de Prevención de la comisaría Novena. Fuentes policiales informaron que los detenidos fueron identificados como Diego Dolinuk y Sebastián Talacius.