Referente a Panamá, Pílides (2011) reporta que ese año se ensayó un plan piloto de evaluación en línea de los alumnos de tercero y sexto grados del nivel primario, con fines de retroalimentar el aprendizaje de manera inmediata. Entre los resultados obtenidos para matemática destacan: la diferencia entre el porcentaje de respuestas correctas de los alumnos de tercer grado de instituciones públicas y privadas (46,2% y 56.1%, respectivamente); la mayoría de alumnos del sector público respondió correctamente a menos de la mitad de las preguntas. Centrándose en la acción de los docentes de matemática en Panamá, Lebrijos, Flores y Trejos (2005), realizaron un estudio en el cual determinaron que las creencias de los docentes acerca de la matemática, del proceso de aprendizaje y la capacidad de los alumnos, intervienen organización de de manera las directa en actividades la que “Conviene tener en cuenta que muchas creencias se apoyan en el prejuicio y la tradición.” René Descartes desarrollan en las aulas, las tareas que asignan y la forma en que evalúan. Agregan que en los actuales procesos de formación inicial en ese país, no se toman en consideran esas influencias, centrándose solamente en los aspectos disciplinares y didácticos, no siempre de manera integrada. En el informe de pruebas de logros de aprendizaje de la educación básica, realizadas en El Salvador (PAESITA 2008), con relación a matemática de tercer grado, se evaluaron conceptos matemáticos, aplicación de procedimientos y resolución de problemas. Los resultados más altos en tercer grado se obtuvieron en San Salvador, evidenciando diferencias entre los centros educativos públicos y privados. Los niveles de logro de aprendizaje de la matemática son básicos para cerca del 60% de los niños evaluados; 23