Sarcosporidiosis También Sarcocistosis La Sarcosporidiosis es una

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Sarcosporidiosis
También Sarcocistosis
La Sarcosporidiosis es una enfermedad causada por el Sarcocystis spp. En los camélidos, S.
aucheniae produce quistes macroscópicos en el músculo esquelético, mientras que S. lamacanis
forma quistes microscópicos en el músculo cardiaco y esquelético, al igual que S. tilopoidi descrito
en el guanaco (La Perle y col. 1999). Los quistes musculares generalmente son microscópicos pero
en algunas especies como ovinos y camélidos pueden ser macroscópicos y llegar a medir hasta 2 cm
de diámetro.
La enfermedad aguda causada por Sarcocystis spp. (en el ganado se conoce como enfermedad de
Dalmeny), puede ocurrir en diversas especies, causando aborto, disminución en la producción de
leche, lana quebradiza, pérdida de peso, cojera, retardo en el crecimiento e incluso la muerte. La
miositis eosinofílica se ha asociado también con la Sarcosporidiosis.
Sarcosporidiosis en Chile
La existencia del protozoo es conocida en Chile desde hace más de 50 años. Estudios en la zona sur
revelaron porcentajes altos de infección en bovinos y porcinos (80 a 100 por ciento), en equinos 88
por ciento e índices de infección medianos en ovinos (50 por ciento). También se ha diagnosticado
en pudúes y en alpacas y llamas se estima que la infección afecta a la totalidad de los animales.
En la mayoría de las especies existe una correlación significativa entre edad e infección. Así
también se ha observado mayor grado de infección en esófago, luego diafragma y finalmente
corazón.
La Sarcosporidiosis en el guanaco origina un grave problema en la XII región para la
comercialización de la carne, por cuanto las infecciones dan origen a quistes macroscópicos de gran
tamaño. Esto conduce al decomiso total o parcial de las carnes infectadas, con el consiguiente daño
económico. La Sarcosporidiosis es por tanto un freno a los intentos de comercializar la carne de
esta especie que muestra un rendimiento de canal similar al bovino u ovino de la XII región.
La carne de guanaco mantenida en congelación a –18 °C y –24 °C, o sometidas a cocción deja de
ser infectantes para los perros. Ambos procedimientos son adecuados para destruir al protozoo y
representan alternativas útiles que pueden reemplazar al actual decomiso de canales infectantes y
así evitar la gran pérdida económica que ello implica. Se desconoce aún si el hombre puede ser
huésped definitivo de esta especie de Sarcocystis.
La coccidia que tiene un ciclo de vida de dos huéspedes obligatorios con un huésped-específico
herbívoro como intermediario, donde se genera un quiste esquizogonia, y un carnívoro como
huésped final que elimina ooquistes esporulados por las fecas.
La fase asexuada del ciclo ocurre cuando alpacas y llamas (también en guanacos y eventualmente
en la vicuña), y otros rumiantes que sirven de huésped intermediario ingieren las esporoquistes
presentes en el suelo, materia vegetal, etc. Después de la ingestión los esporozoitos liberados
invaden, a través del tracto intestinal tres generaciones de esquizogonias. El quiste muscular se
reporta en la necropsia de alpacas y llamas, en las carnes de animales sacrificados en mataderos y
en aquellos sacrificados para el consumo familiar en el altiplano.
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No se describe en los camélidos síntomas de enfermedad clínica asociada, aun cuando una gran
cantidad de esporoquistes de Sarcocystis en otras especies de rumiantes produce: anorexia,
disminución de peso, anemia, fiebre ataxia, aumento de volumen de los ganglios palpables,
aumento de salivación, intranquilidad, aborto, pudiendo producir incluso la muerte a los 17 a 30
días después de la infección. A la necropsia se observa palidez de las mucosas y vísceras,
linfoadenopatía generalizada y petequias en las membranas serosas de los órganos.
Histológicamente hay infiltración de células mononucleares en el miocardio, cerebro, hígado y
músculo estriado. Los síntomas y signos antes descritos son observables en camélidos por lo que
puede ser que la enfermedad no se encuentre correctamente asociada y sí esté presente en su forma
aguda en llamas, alpacas, guanacos y vicuñas, siendo en vicuñas donde prácticamente no hay
información respecto de la enfermedad.
Se reporta que en Sudamérica el 100 por ciento de las alpacas y llamas, mayores de 2 años están
infectadas con Sarcocystes, disminuyendo la calidad de la carne para el consumo humano.
En llamas y alpacas, S. aucheniae produce quistes macroscópicos en el músculo esquelético,
mientras que S. lamacanis forma quistes microscópicos en el músculo cardiaco y esquelético; S.
tilopoidi han sido reportado en guanacos al examen macroscópico de sus músculos (lengua, corazón
y músculo esquelético), encontrándose quistes blancos de apariencia similar a la descrita en las
fascias de los camélidos domésticos (Beldoménico, y col., 2003) no existiendo información
respecto de la enfermedad en la vicuña.
De acuerdo a lo señalado por Legia (1991), en Sudamérica, la Sarcosporidiosis en camélidos
produce un 20 por ciento de las pérdidas económicas de los sistemas de producción altoandinos de
llamas y alpacas. Un efecto enmascarado de esta coccidia pueden ser los abortos, ya que se postula
que el estrés de la gestación o un estrés nutricional concomitante pueden reactivar las
esquizogonias, dando como resultado una aparición aguda y también crónica de la enfermedad.
Debido al complejo ciclo del parásito se recomiendan estudios para ver su presencia en la especie
vicuña y guanaco y la importancia que carnívoros silvestres como el zorro puedan tener en la
mantención de la enfermedad en los rebaños de camélidos del altiplano chileno.
El manejo de los camélidos y ovejas en conjunto con perros infectados es determinante en la
presentación de la enfermedad, en este punto es necesario recordar que existen predadores
carnívoros silvestres (zorros).
Influyen las características socioculturales del criador que permite el consumo de carne cruda por
los perros, situación que además es la vía para la diseminación de muchas enfermedades, entre ellas
algunas muy peligrosas como la hidatidosis (Rojas, 1988).
Diagnóstico
La infección muscular crónica puede diagnosticarse mediante inspección veterinaria en mataderos
en aquellos casos que se presenten quistes macroscópicos. Los quistes microscópicos, en cambio,
se pueden detectar mediante la fototriquinoscopía, o bien a través de cortes histológicos o digestión
artificial de trozos musculares.
Para diagnosticar la Sarcosporidiosis en los animales vivos se puede recurrir a diferentes técnicas,
entre ellas se mencionan la hemoaglutinación indirecta (H.A.I), inmunofluorescencia indirecta
(I.F.I) y la imnumoenzimática ELISA.
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La infección en los huéspedes definitivos carnívoros, puede diagnosticarse mediante la búsqueda de
los esporoquistes en los excrementos.
Control
El control de la Sarcosporidiosis es muy difícil y para ello es necesario cortar el ciclo del parásito,
evitando que los carnívoros (perro, gato, hombre), consuman carne cruda o insuficientemente
cocida e infectada con Sarcocystis. Se ignora si algunos carnívoros predadores como zorros y
pumas puede ser huéspedes definitivos, aún cuando lo más probables es que si lo sean
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