GIMNASIA FACIAL

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GIMNASIA FACIAL
Aprovéchate de la gimnasia facial porque es fácil de hacer, no te costará ni un euro y
obtendrás resultados inmediatos. Los músculos de la cara, al ser más pequeños y
delgados que los del resto del
cuerpo, se ponen en forma antes y
por eso el efecto rejuvenecedor es
tan rápido.
La gimnasia facial, además de
ayudarte a reducir patas de gallo,
ojeras, arrugas y líneas de
expresión como las de la frente y el
entrecejo, ha demostrado ser eficaz
en casos de parálisis parcial de la
cara o en cicatrices producidas por
algún accidente. Lo que haces al
practicar gimnasia facial es
tonificar toda la musculatura de la
cara y el cuello que, al coger
volumen, hace que el músculo se
tense y la piel se estire.
Si tienes más de 25 años eres apta
para hacer gimnasia facial. Debes saber que practicada a una edad temprana, este tipo de
gimnasia ayuda a prevenir los efectos del paso del tiempo sobre tu rostro y cuello. Más
adelante, ayuda a reparar las partes de la cara que han ido envejeciendo.
Dedícale a tu cara diez minutos al día para realizar los ejercicios de gimnasia facial, ¡no
te vas a arrepentir!
Mirada libre de ojeras
Sosteniendo las cejas sin estirar con el dedo índice y el
pómulo con el dedo pulgar, cierra los ojos con fuerza y
lentamente sintiendo como tiemblan. Abre lentamente y
repite 10 veces.
Frente espléndida
Para limitar los efectos secundarios de fruncir el ceño, pon las yemas de los dedos sobre
las cejas, cubriéndolas completamente. Presiona hacia dentro y hacia abajo sin estirar la
piel. Intenta subir y bajar las cejas mientras las sujetas con esta presión: sube y relaja 10
veces sin dejar de presionar con los dedos en ningún momento.
¡Patas de gallo fuera!
Sube las cejas al máximo. Coloca tres dedos entre las sienes y
el extremo de los ojos, presionando sin estirar, ni desplazar la
piel. Trata de juntar los dos párpados. Cuenta cinco segundos
en esta posición y finalmente
abre lentamente los ojos. Repite
5 veces.
Adiós a la papada
Con los hombros relajados hacia abajo, levanta
ligeramente la barbilla y coloca los dedos en los músculos
de la mandíbula. Desplaza el maxilar inferior todo lo que
puedas hacia delante. Cuenta 7 segundos y relaja. Repite 4
veces más.
Labios voluminosos
Introduce los pulgares debajo del labio superior. Las uñas han de
mirar hacia la encía, pero no deben apoyarse en ella. Presiona el
labio superior contra los pulgares y los pulgares contra los labios
suavemente. Realiza diez presiones.
Y para que los ejercicios sean más placenteros, prueba a rociarte el
rostro entre repetición y repetición con agua termal. ¡Estupenda!
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