FIGURAS RETÓRICAS Identifica las figuras retóricas que aparecen en los siguientes fragmentos: 1. El rocío nocturno llanto del cielo (G. Gómez de Avellaneda) 2. ¿Para quién edifiqué torres? ¿Para quién adquirí honras? ¿Para quién planté árboles? (F. de Rojas) 3. ¡Qué dulce la hora fresca y gris llena de olores húmedos y de siseo de pájaros! (J.R. Jiménez) 4. ...y el río besa tímidamente nuestros pies (P. García Baena) 5. Al brillar un relámpago nacemos, dura su fulgor cuando morimos (G.A. Bécquer) 6. Se apaga, se deshoja, se pierde entre las calles (P. Neruda) 7. Érase un hombre a una nariz pegado érase una nariz superlativa, (F. de Quevedo) 8. Querría hacer posible lo imposible; querría poder mudarme, y estar quedo; gozar de libertad, y estar cautivo. Querría que se viese lo invisible; querría desenredarme, y más me enredo; tales son los extremos en que vivo. (Manuel de Salinas) 9. Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto (Fray Luis de León) 10. El rayo es una especie de sacacorchos encolerizado (R. Gómez de la Serna) 11. Niégame el pan, el aire, la luz, la primavera. (P. Neruda) 12. Y en la mañana agreste y cruda salta por el ramaje la primavera, niña errática y desnuda. (J.R. Jiménez) 13. Y sueña. Y ama, y vibra. Y es hija del sol. (R. Darío) 14. Tu voz de niña en mi oído como una campana nueva (A. Machado) 15. Al octavo mes ríes con cinco azahares (M. Hernández) 16. ...Los diamantes negros de sus pupilas vertían su destello (R. Darío) 17. Yace en esta losa dura una mujer tan delgada que en la vaina de una espada se trajo a la sepultura. (B. de Alcázar) 18. Ven muerte tan escondida que no te sienta venir, porque el placer de morir no me vuelva a dar la vida. 19. ¡Oh bosques y espesuras plantadas por la mano del Amado, oh prado de verduras, de flores esmaltado, decid si por vosotros ha pasado! (San Juan de la Cruz) 20. Del salón en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa. ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas! (G.A. Bécquer) 21. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. (M. Hernández) 22. ¡Oh siempre gloriosa patria mía tanto por plumas como por espadas! (L. de Góngora)