camara de familia de la seccion del centro, san salvador, a las

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193-A-2009
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO, SAN SALVADOR, A LAS
ONCE HORAS CON CINCO MINUTOS DEL DÍA SIETE DE FEBRERO DE DOS MIL
ONCE.
Conocemos del recurso de apelación interpuesto por el Lic. OSCAR ARMANDO
MENA VÁSQUEZ, en su calidad de apoderado del señor […], mayor de edad, Lic. en
Administración de Empresas, del domicilio de San Salvador, contra la sentencia dictada por la
Jueza Tercero de Familia suplente de San Salvador, Licda. EDUVIGIS BERTA GARCÍA, en el
PROCESO DE DIVORCIO por el Motivo 2º del Art. 106 C. F.; iniciado por el impetrante contra
la señora […], mayor de edad, Médico, del domicilio de San Salvador, asistida legalmente por el
Lic. OSCAR ANTONIO GUANDIQUE RIVERA. También ha intervenido la Procuradora de
Familia adscrita al Juzgado, Licda. BLANCA ALICIA OSEGUEDA.
VISTOS LOS AUTOS Y CONSIDERANDO:
I- Que a fs. 66/71 se encuentra la sentencia, proveída en la audiencia de sentencia,
mediante la cual la jueza a quo, además de decretar el divorcio entre las partes, estableció en su
romano IV que el señor […], aportaría en concepto de cuota alimenticia a favor de sus hijos, la
cantidad de UN MIL DÓLARES mensuales, correspondiéndole CUATROCIENTOS DÓLARES
a […] y TRESCIENTOS DÓLARES para cada uno de los niños […] y […], los cuales serán
depositados en cuenta bancaria; asimismo estableció que los gastos de educación, comprendiendo
matrícula, colegiatura mensual, útiles, uniformes y transporte, serán cubiertos en un cien por
ciento por el señor […]; y en cuanto a la salud deberá ser cubierta en un cincuenta por ciento por
cada uno de los padres.
II- Inconforme con el anterior decisorio, mediante escrito de fs. 76/80, el Lic. MENA
VÁSQUEZ, interpuso la alzada que hoy conocemos, argumentando en lo atinente:
- Que en la demanda ofreció para sus hijos la cantidad de setecientos dólares, como cuota
alimenticia y los gastos de diversión serían cubiertos por cuenta del padre que saliera con los
hijos; que además su mandante pagaría los gastos de educación (uniformes, cuotas, matrículas),
lo cual asciende a una cantidad de TRES MIL DÓLARES; y que al hacer la sumatoria
correspondiente y dividirla en doce meses, dicho señor aportaría un mil dólares mensuales; no
obstante la demandante pretende un mil doscientos dólares, como consta en la contestación.
- Que la sentencia se ha pronunciado con exceso de las pretensiones materiales de las
partes o ultra petita, por ello señala que es un fallo incoherente, injusto e ilegal, pues vulnera el
principio de proporcionalidad.
- Que en la declaración jurada de la señora […], no se detalló que recibe ayuda de sus
padres por un monto de SEISCIENTOS CINCUENTA DÓLARES, y que por ello se ha
violentado el Art. 42 inc. 2 Pr. F., contrario a la declaración de su representado que es
transparente. Que no obstante señalarse que dicha señora tiene deudas porque no le alcanza su
salario, no se acreditó que esas deudas son producto de que no tiene como alimentar a sus hijos,
pues el padre de ella señaló en la audiencia, que aporta para los alimentos.
- Agrega, que el informe social practicado, el cual no hace prueba, la jueza lo ha tomado
de base, es parcializado y no tiene respaldo documental; resalta aspectos personales de su
representado, lo cual es propio de un psicólogo; tampoco se pronunció sobre la ayuda que da el
padre de la demandada.
Que a su representado, sumando los gastos de educación que aportará, le correspondería
pagar en total la cantidad de DOS MIL DÓLARES MENSUALES, por ello la considera injusta y
arbitraria, correspondiendo a un grave error de derecho en la apreciación de la prueba, aunque no
señala en especificó a que prueba se refiere.
Anexa prueba documental (contrato de Trabajo, Constancia de estudio) y solicita se
revoque la sentencia estableciendo una cuota justa a la capacidad de su representado y que ésta
debe ser de un mil dólares, dando en concepto de alimentos la cantidad de TRESCIENTOS
DÓLARES y continuar pagando las obligaciones de educación de sus hijos.
En cuanto a dicho recurso, el Lic. GUANDIQUE RIVERA, sostuvo a fs. 91, que resulta
incoherente la pretensión del apelante en cuanto a que en la demanda ofreció la cantidad de
SETECIENTOS DÓLARES y en el recurso sostiene lo contrario; pero además no menciona cuál
es la disposición que se ha infringido o que se ha inobservado o aplicado erróneamente; señala
que sí se ha valorado toda la prueba así como los dictámenes del equipo multidisciplinario, y que
la prueba estuvo a disposición y nunca se opusieron, por ello considera que la cuota se ha
establecido de manera proporcional y que lo único que existe, es la negativa a cumplir sin
fundamento legal alguno.
Respecto de dicho recurso la Procuradora de Familia Adscrita al Juzgado, Licda.
BLANCA ALICIA OSEGUEDA, manifestó, en escrito de fs. 92, que son insuficientes los
setecientos dólares que ofrecía el señor […], quien además cubre los gastos de educación, y
siendo que las necesidades de los hijos deben sufragarse en proporción a sus recursos
económicos, es el demandante, quien goza de mayor capacidad económica que la demandada,
pareciéndole bien la cantidad fijada en la sentencia y por ello considera que está apegada a
derecho.
III- Así las cosas, el objeto de la alzada consiste en decidir si se revoca, modifica o
confirma el monto y forma de pago de la cota alimenticia con la cual deberá contribuir el señor
[…], a favor de los hijos procreados en el matrimonio: […].
El señor […], en la demanda divorcio (fs. 1-3), señaló que él cubría el ochenta por ciento
de las necesidades básicas de sus hijos, que incluyen alimentación, vestuario, salud y educación,
ofreciendo en tal concepto la cantidad de SETECIENTOS DÓLARES mensuales, no dejando
claro si en dicha cantidad se incluían los gastos de todos los rubros que menciona (fs. 1 y 2).
Por su parte la demandada, al contestar la demanda solicitó la cantidad de UN MIL
DOSCIENTOS DÓLARES mensuales (ver fs. 20/21). No obstante, no se detalló –en dicha
contestación- los gastos necesarios para cubrir las necesidades mensuales de los tres hijos,
tampoco se dejó claro en el estudio realizado por el Equipo Multidisciplinario del Tribunal a quo,
a cuanto ascendían dichas necesidades, pues cada uno de los progenitores señaló lo que gastaba
para sus hijos en forma mensual, haciendo un total de gastos para dichos menores –según el
referido estudio, ver fs. 51 vto.- de $2,262.00, pues el demandante asegura aportar la cantidad de
$ 1640.01 y la señora […] $ 621.99.
Como sabemos, la obligación de brindar alimentos a los hijos comprende: sustento,
habitación, vestido, educación, conservación de la salud, recreación, etc.. Dicha obligación
corresponde a ambos progenitores y cuando no existe acuerdo entre ellos, es el juzgador quien
debe imponer la cuantía de los alimentos, haciendo la valoración pertinente en cada caso
concreto, y teniendo presente entre otros, los elementos siguientes: a) capacidad económica del
alimentante; b) Necesidad del o los alimentarios; c) La condición personal de los progenitores; y
e) Las obligaciones familiares del alimentante. Arts. 38, 247 y 254 C.F.
Además, se debe tener presente en dicha determinación, el principio de proporcionalidad
consagrado en el Art. 254 C.F., el cual establece la relación entre la capacidad económica del
alimentante y la necesidad del alimentario o alimentarios; considerando también, la proporción en
que debe contribuir el(la) otro(a) progenitor(a) a sufragar los gastos del hijo.
En el presente caso, encontramos que ha sido el padre, señor […], quien ha cubierto -no
obstante que se afirme en la contestación de la demanda que dejó de cumplir por un tiempo- los
gastos que se generan en el rubro de educación, incluso los gastos de transporte para los centros
educativos y también las actividades extracurriculares de dichos niños. Tales gastos los cubre según se refiere- en su totalidad, lo cual hace en forma personal. En el escrito de apelación
menciona que dichos gastos ascienden a UN MIL DÓLARES (ver fs. 76 vto.), lo que sumado a la
cuota establecida de MIL DÓLARES ($1,000.ºº) hace un total de DOS MIL DÓLARES
MENSUALES.
Además, deben cubrirse las necesidades de sustento, vestuario y los gastos médicos de sus
hijos (como ya se relacionó supra); necesidades que según se refiere son cubiertas
mayoritariamente por la señora […], quien cuenta con la ayuda de sus progenitores, quienes
residen en el mismo hogar de la demandada, y no solo le prestan ayuda material en el cuido de
los hijos sino además contribuyen económicamente con alguna cantidad, según refirió su padre
en la audiencia de sentencia.
Como se evidencia, no existe discusión en lo relativo a los gastos de educación (cubiertos
por parte del padre) y de salud en cuanto a que son cubiertos por la madre, quien por su condición
de Médico cubre tal rubro (fs. 20 vto.). Según el principio de proporcionalidad también se deben
tomar en cuenta, para fijar el monto de la cuota alimenticia, las condiciones económicas de
ambos progenitores, y así tenemos que el señor […], cuenta con ingresos económicos suficientes
para hacer frente a dicha responsabilidad, pues obtiene la cantidad de $ 4,600 dólares mensuales
(fs. 53); es decir, cuenta con mayor capacidad económica que la demandada señora […] quien
percibe un ingreso de $699.72, por lo que atendiendo a tal circunstancia, es decir, las mejores
condiciones económicas de que goza el señor […], éste debe contribuir con una cuota mayor para
los gastos de sus hijos, específicamente para cubrir las necesidades de sustento, habitación y
vestuario. En todo caso, la cuota alimenticia para cada hijo(a) debe estar acorde a sus
necesidades. Es ahí precisamente donde se advierte alguna desproporción en la cuota establecida
por el tribunal, puesto que, según el detalle de los gastos de alimentación, vivienda y vestuario
de sus hijos –entre otros-, tal cantidad mensual oscila aproximadamente entre SETECIENTOS O
SETECIENTOS CINCUENTA DÓLARES, según el estudio antes referido.
En razón de lo antes esgrimido, es que consideramos que en el sub judice, teniendo en
cuenta principalmente las necesidades de los hijos, el quantum de la obligación alimenticia
establecido a cargo del señor […], debe ser menor al fijado; en otros términos, proporcional no
solo a su condición económica, la cual como ha quedado evidenciada es bastante bonancible,
pues dicho señor cuenta con ingresos suficientes para hacer frente a esa obligación, sino también
a las necesidades de sus hijos, pues debe quedar garantizado el estatus de vida que éstos han
tenido, sin que ello represente que el obligado cubra en exceso tales necesidades. Por ello
estimamos procedente disminuir dicha cantidad a la suma de SETECIENTOS DÓLARES
mensuales, cantidad ofrecida por el demandante al momento de plantear la demanda y que dicho
sea de paso no le ocasionaría problema alguno en cubrirla, coadyuvando en gran medida a la
satisfacción de las necesidades materiales de sus hijos, como también a hacer menos pesada la
carga que la madre aduce tener para el sostenimiento del hogar, donde reside con sus hijos.
Tomando en cuenta además que cubrirá los gastos de educación y transporte de sus hijos.
Consecuentemente, en atención a lo anterior, se modificará la sentencia impugnada,
estableciendo el monto de la cuota (líquida) en la cantidad de SETECIENTOS DÓLARES, la
cual se hará efectiva en la forma establecida en la sentencia, confirmándose la sentencia en lo
relativo a que el padre señor […] además, continuará sufragando los gastos de educación de sus
expresados hijos, como hasta ahora lo ha hecho, incluyendo los pagos de transporte a los centros
escolares y las actividades extracurriculares a que asisten sus hijos, así como los de matrícula y
material didáctico. Todo lo cual suma una cantidad considerable de aproximadamente UN MIL
DÓLARES.
En cuanto a la atención médica, dicho rubro será cubierto por la señora […], quien
admitió en la contestación de la demanda, que debido a su profesión cubría tales gastos, por lo
que deberá continuar haciéndolo y solo en caso de gastos extraordinarios como operaciones
quirúrgicas o tratamientos especiales, contribuirá el señor […] con el cincuenta por ciento de tales
gastos.
Finalmente, señalamos que sentencias como la que nos ocupa no causan estado, por lo
que pueden ser revisadas y modificadas al variar sustancialmente las circunstancias que
motivaron la decisión. Arts. 259 C.F. y 83 L.Pr.F.
Por tanto, conforme a lo expuesto y con fundamento en los Arts.; 247, 248, 253, 254,
259, C.F.; 83, 153, 156, 160 y 218 L. Pr. F., a nombre de la República de El Salvador, esta
Cámara FALLA: Modificase la sentencia impugnada que fijó en concepto de cuota alimenticia la
cantidad de UN MIL DÓLARES MENSUALES a favor de […], a cargo del señor […], en el
sentido de que la cuota alimenticia será por la cantidad de SETECIENTOS DÓLARES
MENSUALES, que corresponderá TRESCIENTOS DÓLARES para […] y DOSCIENTOS
DÓLARES para cada uno de los hijos, […], debiendo además el señor […], cubrir los gastos de
educación, que comprenden matrícula, colegiatura mensual, útiles, uniformes y transporte de sus
expresados hijos. Los gastos ordinarios de salud de los referidos hijos, serán cubiertos por la
señora […], debiendo el señor […] aportar el cincuenta por ciento cuando se trate de gastos
extraordinarios o tratamientos especiales de salud. Quedan firmes los demás puntos de la
sentencia. Devuélvase el expediente al Juzgado remitente con certificación de esta sentencia.
Notifíquese.
PRONUNCIADA POR LOS MAGISTRADOS
DR. JOSÉ ARCADIO SÁNCHEZ VALENCIA Y
LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ.
A. COBAR A.
SECRETARIO.
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