CON PUNTO DE ACUERDO, POR EL QUE SE EXHORTA A LA STPS A IMPLANTAR PROGRAMAS DE EMPLEO PARA JÓVENES, A CARGO DE LA DIPUTADA YARY DEL CARMEN GEBHARDT GARDUZA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI La suscrita, diputada federal del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la LX Legislatura de la honorable Cámara de Diputados, en nombre de las diputadas de este mismo grupo parlamentario, con fundamento en el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a la consideración de la asamblea la siguiente proposición con punto de acuerdo, al tenor de las siguientes Consideraciones El artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señala de manera expresa que: "Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto se promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo, conforme a la ley". Por su parte la Ley Orgánica de la Administración Pública federal establece en su artículo 40 que a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social corresponde el despacho de los siguientes asuntos: "I. Vigilar la observancia y la aplicación de las disposiciones contenidas en el artículo 123 y otros de la constitución; en la Ley Federal del Trabajo y en sus reglamentos"; y "XVII. Estudiar y proyectar planes para impulsar la ocupación en el país". De los preceptos anteriormente reseñados, tenemos que a la Secretaría de Estado, perteneciente a la Administración Pública federal, denominada Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), le corresponde vigilar la observancia y aplicación de las normas laborales contenidas en la norma suprema, la Ley Federal del Trabajo, y sus reglamentos; debe estudiar y proyectar los planes para impulsar la ocupación en el país. Después de la formación educativa, el trabajo es el medio por el que los jóvenes adquieren conocimientos y experiencias que les permiten complementar una formación integral. No obstante, miles de jóvenes mexicanos carecen de un empleo que les permita obtener los recursos económicos para solventar sus necesidades básicas, o cuentan con empleos mal remunerados, sin ningún tipo de prestación social. Este sector de la población mexicana, de acuerdo al II Conteo de Población y Vivienda 2005 elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en nuestro país habitan 33 millones 774 mil 976 jóvenes, de entre los 12 y 29 años de edad; lo que representa 32.7 por ciento de la población. En materia laboral tenemos que de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Juventud (ENJ) 2005, del total de jóvenes que laboran 27 de cada 100 declara que se dedicó a esa actividad porque fue lo único que encontró y 31 de cada 100 afirma que aceptó ese trabajo porque fue lo que eligió. Las anteriores cifras reflejan que ante la necesidad de trabajar los jóvenes aceptan cualquier tipo de actividad laboral, aunque no sea necesariamente el tipo de empleo que desean.1 Por otra parte, no es poco el tiempo que los jóvenes tardan en encontrar un empleo, pues el 28.9 por ciento dice que tardo un mes, 4.2 por ciento tardó alrededor de seis meses y sólo 5.2 por ciento tardo más de un año. En contraste, cuando se habla sobre el tiempo que desempeñaron esta actividad, 22 por ciento se quedó alrededor de un año y sólo el 9 por ciento se queda más de tres años y hasta cinco. En este orden de ideas, de los jóvenes que trabajan sólo 39 por ciento tiene un contrato laboral, a diferencia del 59 por ciento que no cuenta con uno, por lo que existe una alta probabilidad de que este porcentaje sea personal eventual o que se encuentre en la economía informal. Asimismo, alrededor del 60 por ciento gana de uno a tres salarios mínimos, 22.9 por ciento adquiere entre tres y cinco salarios mínimos y sólo 2.7 por ciento alcanza una remuneración mayor a siete salarios mínimos, por lo que, en general, la remuneración que los jóvenes pueden percibir por su actividad es poca; de ahí que el 30.5 por ciento lo que menos les gusta de su trabajo es el sueldo, 12.8 por ciento que no pueden ascender y 12.4 por ciento que no pueden estar con su familia. De acuerdo con las cifras antes presentadas, es posible describir la difícil situación que en materia de empleo enfrenta el sector juvenil. El problema del desempleo de los jóvenes mexicanos es serio. Independientemente de las percepciones que puedan tener los jóvenes sobre la situación por la que se encuentran desempleados, es necesario señalar que el mercado de trabajo es muy reducido y que las oportunidades para que estos puedan acceder a trabajos de calidad y bien remunerados es mínima. Si a lo antes reseñado se suma que pocos jóvenes tienen acceso a mecanismos de auto emplearse y que la cantidad de jóvenes que truncan sus estudios por incrustarse a un mercado laboral en condiciones de desventaja es alta, entonces difícilmente podrá revertirse la situación, y los jóvenes continuarán con empleos poco satisfactorios para su realización personal y profesional. Asimismo, de acuerdo a estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) en 2012 será el año en el que la población juvenil en México alcanzará su máximo histórico, y se ubicará en 35 millones 911 mil 530; lo que nos obliga a exigir a las instancias públicas competentes que implementen acciones inmediatas y eficaces para atender el problema del desempleo del sector joven de México. Por lo anterior, propongo a esta soberanía la siguiente proposición Punto de Acuerdo Único. Se exhorta respetuosamente al titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social a implantar con la mayor brevedad programas de empleo orientados a satisfacer la demanda laboral del sector joven de México. Nota 1. Perspectiva de la juventud en México, Dirección de Investigación y Estudios sobre Juventud, Instituto Mexicano de la Juventud, Secretaría de Educación Pública, México, enero de 2008, página 17. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 19 de noviembre de 2008. Diputada Yary del Carmen Gebhardt Garduza (rúbrica)