estos apuntes corresponden al curso 2012

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ESTOS APUNTES CORRESPONDEN AL CURSO 2012-2013, Y COMO YODOS LOS
APUNTES QUE HEMOS HECHO ESTÁN BASADOS EN APUNTES BAJADOS DEL FORO Y
COMPLETADOS CON EL LIBRO DE TEXTO
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Lección 1. La monarquía universal española
1. Panorama general del antiguo régimen: de la monarquía hispánica al despotismo
ilustrado de los borbones.
Durante la Edad Moderna los reyes consiguieron centralizar el poder político:
- los Reyes Católicos juntaron a la Corona los maestrazgos de las Órdenes y con ellos
su potencial militar
- crearon y apoyaron la Inquisición para conseguir la unidad religiosa y política
- desarrollaron un programa de revocación de privilegios de la nobleza y alto clero (que
habían patrimonializado recursos y funciones públicas)
- Carlos I siguió esa política de centralización del poder político, en perjuicio de la alta y
baja nobleza.
La centralización vino acompañada de un crecimiento de la Administración, con la
profesionalización y especialización de los técnicos y funcionarios a través de numerosos
organismos: Juntas, Consejos, Secretarías, Reales Audiencias, etc... en las que se integraban
cada vez más letrados o juristas de oficio (y menos nobles).
La base jurídica e ideológica de la monarquía absoluta arrancaba de la Baja Edad Media: los
juristas del derecho común la usaron para justificar las pretensiones hegemónicas del
Emperador sobre el Papa y los demás monarcas, y posteriormente fue usada también por los
consejeros de los monarcas para justificar la desvinculación de los reyes respecto al
emperador. Según la teoría de la monarquía absoluta, la fuerza de la ley descansa
exclusivamente en la voluntad del rey, hasta tal extremo que el rey no está obligado a cumplir
la ley.
El absolutismo, frente al feudalismo (que interpuso poderes intermedios entre Rey y súbditos)
implicó el predominio del poder público por encima de jurisdicciones privadas o estamentales
(ab-solutus significa sin ataduras); esto es, mientras el régimen señorial (que acapara recursos
y funciones públicas) interponía instancias o poderes intermedios entre el rey y sus súbditos, el
absolutismo tendió a suprimir estos poderos intermedios.
En España, la teoría política siguió los derroteros marcados por la segunda escolástica y la
contrarreforma. Se afianza la idea de que Dios deposita inicialmente el poder en la comunidad,
quien a su vez lo encomienda o delega en el soberano, no como mandatario sino en función de
un pacto de sujeción (tesis ascendente del poder). El cumplimiento del pacto de obediencia por
parte de la comunidad se condiciona a que el soberano atienda al bien público, pues en caso
contrario el monarca se convierte en tirano y cesa la obligación de obediencia de los súbditos.
La tesis descendente del poder (propia del protestantismo inglés, y de Maquiavelo) considere
que el poder del monarca es absoluto e ilimitado por derecho divino.
2. El proceso de integración territorial.
a) España. (EXAMEN)
El desarrollo del Estado Moderno llevó aparejado un proceso de delimitación de fronteras (las
fronteras identifican un Estado, pero también implica un reconocimiento de los Estados
vecinos). Al mismo tiempo, los Estados estaban abocados a la expansión territorial mediante
un proceso de conquista (a mayor territorio mayor grandeza y garantía de una posición
económica predominante).
Carlos I (hijo de Juana la loca [a su vez hija de los reyes católicos] y Felipe el hermoso de
Habsburgo) heredó [además de los territorios de los Habsburgo] los territorios de las coronas
de Castilla, Aragón y Navarra, así como los Países Bajos, las posesiones de América,
Cerdeña, Sicilia, Nápoles, e incorpora por el derecho de conquista el Milanesado. A su muerte,
Carlos I dividió su imperio entre su hermano [los territorios de los Habsburgo] y su hijo Felipe II,
que prosigue la expansión en América y asume la Corona de Portugal por herencia.
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Aunque el monarca tenía el supremo poder político [denominado plena potestas durante la
Edad Media, y soberanía durante la Edad Moderna], esos reinos conservaban su personalidad
jurídica y sus instituciones (Cortes, Administración de Justicia, Hacienda, etc).
b) La incorporación de las Indias.
La concesión pontificia: las bulas de Alejandro VI y el conflicto con Portugal. (EXAMEN)
Por las Capitulaciones de Santa Fe (1492), Colón recibía el título de Almirante, Virrey y
Gobernador de las tierras que descubriera, recibiendo el diezmo de las riquezas de esos
territorios. Las capitulaciones actuaban como una concesión administrativa de los RRCC en
favor de Colón, otorgándoles determinados derechos y deberes.
Hasta este momento Portugal había sido la gran potencia marítima del Atlántico, pero ante la
creciente competencia castellana y teniendo en cuenta el poder temporal sobre los dominios de
infieles (que en esa época se atribuía al Papa), los portugueses habían solicitado de Roma
unas bulas que les garantizasen el monopolio de navegación y el control de las costas
africanas. En ellas se había establecido un paralelo imaginario en las Islas Canarias según el
cual hacia el norte solo navegarían los castellanos y hacia el sur los portugueses.
Cuando Colón regresa de América, visita al rey de Portugal y éste le reclama las nuevas tierras
por haber traspasado hacia el sur el paralelo de las Islas Canarias. Ante esta situación, los
Reyes Católicos reaccionan y consiguen del Papa Alejandro VI (de ascendencia española)
varias Bulas (Bulas Alejandrinas de 1493) que reconocían a la corona castellana las nuevas
tierras descubiertas:
- Bula inter coetera I: es un documento de donación geográfica que concede a los
Reyes católicos todo lo hallado y por hallar navegando desde Canarias hacia el Oeste,
con la obligación de predicar el evangelio.
- Bula eximie devotionis: es una bula de donación eclesiástica, que decreta que los
Reyes católicos cobrasen los diezmos del nuevo mundo a cambio de predicar el
evangelio y formar iglesias.
- Bula inter coetera II supuso un cambio muy favorable para los Reyes católicos, era un
bula de demarcación, pues establecía una raya de norte a sur y situada a 100 leguas al
oeste de las Islas Azores y Cabo Verde (que no están a la misma latitud) adjudicando a
Portugal las tierras al este y a Castilla “todo lo hallado y por hallar” al Oeste, con la
obligación de evangelizarlas.
- Bula dudum siquidem: concede a los Reyes Católicos el dominio de las tierras
orientales que se descubrieran navegando hacia el oeste y que no estuvieran
ocupadas por príncipe cristiano; además, revocaba cualquier posible donación hecha
con anterioridad si no se había mantenido la posesión de la tierra.
Portugal impugnó la línea de demarcación de la Bula inter cetera II, alegando que estaba muy
próxima a las costas de sus islas y en caso de tormenta podrían entrar en aguas españolas y
ser considerados piratas. Las protestas portuguesas llevaron finalmente al Tratado de
Tordesillas (1494), en virtud del cual la línea divisoria fue desplazada en 300 leguas al oeste de
las Islas de Cabo Verde, a media distancia de las nuevas tierras descubiertas, en perjuicio de
España. La nueva línea dejaba en manos portuguesas el Este de Brasil.
La integración de las Indias en la Corona de Castilla. (EXAMEN)
Manteniendo la monarquía de los Reyes Católicos la estructura dual, de dos coronas, las Indias
quedaron incorporadas a la de Castilla (según consta en el testamento de la reina). ¿Por qué
las Indias se integraron en la Corona de Castilla y no en la de Aragón?. El rey Fernando
permitió la incorporación del Nuevo Mundo a Castilla porque allí la monarquía no estaba tan
controlada por la nobleza y podría administrar tierras sin las limitaciones existentes del reino de
Aragón (donde el régimen pactista mantenía una nobleza fuerte y privilegiada).
Además, ya existía un conflicto previo entre Castilla y Portugal, con la mediación –proclive a los
intereses castellanos- de Alejandro VI. En efecto, las reclamaciones del rey portugués iban
dirigidas a Castilla: por el Tratado de Alcaçovas se habían puesto fin a las pretensiones
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portuguesas sobre el reino de Castilla en beneficio de Isabel y se establecía un reparto del
océano atlántico: Madeira, Azores, Cabo Verde y Guinea para Portugal, y Canarias para
Castilla.
Sin embargo, el problema fundamental fue la justificación de la conquista, la búsqueda de unos
“justos títulos” que ampararan los derechos de Castilla a colonizar las Indias y exigir obediencia
a sus habitantes.
c) El problema de los justos títulos y los orígenes del Derecho internacional.
Se trata de los títulos que legitimaban la presencia española en América. Y tiene relación con el
estatus jurídico que debía otorgarse a los habitantes del Nuevo Mundo; en este sentido, fue el
dominico Antonio de Montesinos, en 1511, el primero que denunció el mal trato que se daba a
los indios. Las consecuencias de la denuncia fueron una serie de reuniones de teólogos y
juristas para establecer los justos títulos de los reyes castellanos sobre esas tierras: los
principales títulos aducidos para legitimar la presencia española en indias fueron los siguientes:
- las Indias eran res nullius (cosa de nadie):
- ese fue el argumento usado por Colón: él las habría adquirido, en nombre de
los Reyes Católicos, no “per bellum”, sino “per adquisitionem”
- según el derecho romano-renacentista cabía la posesión “per adquisitionem”
de la tierra abandonada (aunque antes hubiera estado poblada), de la tierra
que no tuviera poseedor ni propietario, o de la tierra con habitantes no
cristianos (en cuyo caso el Papa tenía jurisdicción sobre las tierras de los
infieles; aunque este caso se refería a las guerras contra los musulmanes, se
hizo extensivo a los indios)
- la donación pontificia:
- fue el título de adquisición preferido por la monarquía y sus juristas
- el Papa era la máxima autoridad espiritual y temporal de la Tierra y podía
delegar ese poder en el Emperador, mediante la concesión de Bulas: la Bula
inter coetera de Alejandro VI (pedida por los Reyes Católicos para evitar que
Portugal reclamara los territorios en función del Tratado de Alcaçovas) cedía a
los reyes españoles la plena, libre y total potestad, autoridad y jurisdicción
sobre el Nuevo Mundo a condición de evangelizar a sus habitantes
- el salvajismo de los indios:
- S. Agustín y S. Isidoro habían defendido la idea de que si el hombre había
sido creado a imagen y semejanza de Dios, todo atributo de bestialidad
demostraba lejanía del mundo divino y la intervención del demonio; en este
sentido, el cronista Pedro Mártir de Angleria los presentó como salvajes,
demonizándolos
- la acusación de canibalismo fue la más eficaz para presentar a los indios
como bestias; el canibalismo, además de implicar homicidio, impedía el
derecho a ser enterrado: una Real Cédula de 1503 permitió hacer la guerra a
los caníbales y esclavizarlos; posteriormente, la lucha contra el canibalismo
quedó consagrada en las Leyes de Indias (el abuso de esta excepción legal
permitió que continuaran las fórmulas esclavistas)
- el derecho y el deber de evangelizar:
- muchas de las primeras expediciones desde la isla La Española (actual HaitiRepública Dominicana) era para capturar esclavos; se consideraba esclavos a
los prisioneros capturados en guerra justa
- el derecho medieval requería cuatro requisitos para calificar una guerra como
justa: declaración por autoridad legítima, causa justa, recta intención y llevanza
a cabo prudente
- la guerra justa se presuponía en las guerras contra los infieles que se
resistían a la conversión; por este motivo, el hecho de que los indios no
quisieran recibir la fe cristiana era motivo de causa justa de guerra hacia ellos
- hasta 1542 las normas sobre la toma de esclavos fueron erráticas; las Leyes
Nuevas de 1552 prohibieron la esclavitud del indio, excepto los rebeldes o de
segunda guerra, y este criterio fue el recogido en la Recopilación de las leyes
de Indias
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- la providencia divina y el derecho de tutela de España en Indias:
- el Nuevo Mundo correspondía a los españoles por concesión papal y por
voluntad divina como premio a su lucha por la fe (Carlos I se daba el título de
Rey de las Indias “por la gracia de Dios”)
- por otra parte se comienza a negar la inferioridad del indio y a reconocer su
capacidad política: se llega a la conclusión que la donación papal sólo había
encomendado a los reyes castellanos la tutela y gestión de los intereses de los
indios hasta que se convirtieran al cristianismo (una vez fuesen capaces de
conservar la fe católica y gobernarse justa y cristianamente, se les habría de
restituir sus derechos, esto es, los españoles habrían de abandonar el Nuevo
Mundo)
- además, comienza a señalarse que los derechos de cristianización no
procedían del Papa, sino directamente de Dios; no obstante, más adelante, las
Leyes de Indias prefirieron recoger la donación papal como justo título
principal, y dejar a la providencia divina como justo título secundario
- la renuncia política de los indios a favor de la corona española:
- otro título aducido fue la libre renuncia y cesión de soberanía de los señores
naturales de la tierra en favor de Carlos I (p.e. Montezuma en México, y los
incas en Perú)
- la tiranía de los caciques indios:
- para evitar tener que salir de América cuando se completara la
evangelización, se pretendió demostrar que los indios habían estado
esclavizados hasta ser liberados por la benéfica intervención española
- la inferioridad natural del indio:
- debido a que solamente se permitía esclavizar al vencido si éste no era
cristiano -> se reforzó el carácter pagano de los pueblos indios (a los que se vio
como salvajes necesitados de corrección cristiana)
- así surge la encomienda: se considera una práctica piadosa por lo que el
indio aportaba su trabajo a cambio de su corrección y cristianización, esto es, el
indio es esclavo no por causa de guerra, sino por imperativo de la naturaleza
porque desconocían la vida ordenada en sociedad
- no obstante, abundan las críticas al trato inhumano que se da a los indios y, a
partir de mediados del siglo XVI, se comenzó a reconocer que los indios
cumplían los requisitos señalados por Aristóteles como indispensables de toda
sociedad civilizada.
La polémica Sepúlveda-Las Casas. (EXAMEN)
Antecedentes: a raíz de las denuncias de Montesinos, el Rey Fernando había convocado en
Burgos una Junta de Teólogos (1512) que entendía que las Indias no eran res nullius y en la
que se enfrentaron dos posturas:
• Los que invocando a Aristóteles, defendían que los indios debían ser sometidos a
alguna forma de servidumbre debido a su naturaleza inferior
• Los que entendían que no eran siervos en sentido aristotélico, ni infieles como los
musulmanes, ya que los indios no habían injuriado a los españoles, ni habían tenido
ocasión de rechazar el cristianismo por no conocerlo.
Las leyes de Burgos (Ordenanzas para el tratamiento de los indios) fueron sancionadas en
1512 y 1513: son las primeras leyes dictadas para organizar la conquista y asentaron
jurídicamente los derechos de los reyes a hacer la guerra a los indígenas que se resistieran a
la evangelización (para lo cual había que leerles el famoso Requerimiento), al tiempo que se
reconocía la libertad del indio mediatizada por la obligación de trabajar para los encomenderos,
a quienes se daba amplias facultades.
El requerimiento: era un pregón estandarizado por el que el conquistador anunciaba, a
los habitantes de las nuevas tierras descubiertas, que el Papa había conferido
posesión de los indios y sus tierras al rey de Castilla, con orden de reconocer su
autoridad. Su no reconocimiento entrañaba una declaración de guerra justa.
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Desencadenante: las noticias de las matanzas de Cortés y Pizarro habían avivado la
desconfianza papal sobre la conquista: Pablo III, a instancias de dominicos españoles,
promulga la Bula Sublimis Deus, que partiendo de la racionalidad de los indios en cuanto que
son hombres, declaraba su derecho a la libertad y la propiedad, así como el derecho a abrazar
el cristianismo, que debe serles predicado pacíficamente.
La bula censuraba a aquellos que tomaban para su servicio a los indios, con el pretexto
de ser inferiores e incapaces de recibir la fe católica, y cuestionaba las bulas anteriores
como justo título para regir a los indios.
Carlos I reacciona convocando (1542) una Junta en Barcelona cuyo resultado fueron las Leyes
Nuevas, que prohibieron la esclavitud y la creación de nuevas encomiendas, revirtiendo a la
Corona los indios que ya estuvieran adscritos cuando murieran sus titulares. Asimismo
eludieron hablar de “conquista”, haciendo referencia a “descubrimiento”, y prohibieron cualquier
guerra contra los indios salvo la defensiva. Pero los encomenderos se sublevaron, alegando
que ello producía contrafuero, con lo que Carlos I restituyó las encomiendas en 1545.
La controversia continuó en 1550, en una junta de juristas convocada por Carlos I en
Valladolid, a la que acudieron los máximos representantes de ambas tesis:
• Ginés de Sepúlveda, que defendía la licitud de la conquista para combatir la idolatría,
la antropofagia, etc; consideraba los indios seres inferiores por naturaleza, según la
tradición aristotélica
• Bartolomé de Las Casas, que defendía la libertad y capacidad jurídica y política de los
indios; según Las Casas, la Bula pontificia sólo daba a España el derecho a que sus
reyes fueran reconocidos como soberanos por los indios, siempre que éstos lo
decidieran voluntariamente (pero esto significaba que, como tal derecho lo poseen
todos los pueblos por derecho natural y de gentes, el título concedido por la bula
quedaba vacío)
- la Corona optó lentamente por las tesis de Las Casas, lo que se reflejó en las
ordenanzas de 1573: los indios tenían capacidad moral e intelectiva, y su libertad
personal debía respetarse.
Las Casas puso de relieve los peligros secesionistas de la política de concesión de
encomiendas: el riesgo de tales concesiones radicaba en la progresiva feudalización de las
tierras de realengo, que podía acabar desembocando en la independencia de las colonias.
Según Las Casas, los reyes indios tenían derecho a conservar sus Estados, dignidades, tierras
y demás derechos sobre sus súbditos, y en última instancia pedía al Rey de España abandonar
las Indias y restituir en todo a sus naturales. En 1561 Las Casas se radicalizó influido por el
Padre Vitoria, insistiendo en que la bula papal había concedido el derecho de evangelización,
pero no el dominio o posesión; por lo tanto, los reyes indios debían conservar sus Estados
mientras los pueblos no consintieran y entregaran sus posesiones al Rey español. Ni Vitoria ni
Las Casas admitían el derecho a la guerra para cristianizar al indio, por lo que las guerras
contra los indios habrían sido injustas y por tanto los títulos obtenidos mediante la conquista
eran nulos de pleno derecho. Estas tesis se extendieron rápidamente entre los misioneros
dominicos.
Los títulos legítimos según el Padre Vitoria. (EXAMEN)
El dominico Francisco Vitoria, expone sus tesis sobre la legitimidad de la conquista en una
disertación universitaria pronunciada en Salamanca: la “Relectio Indis”. En ella declara que los
indios son libres y legítimos soberanos de sus tierras, y rechaza la supremacía universal del
emperador o del Papa (porque, aunque el poder civil está sujeto a la autoridad espiritual del
papado, no lo está a su poder temporal). No se podía pues, alegar la negativa de los indios a
reconocer la soberanía del Papa o del emperador para hacerles la guerra. Negaba los
derechos admitidos a los Reyes Católicos y rechaza los viejos títulos (como la idolatría, su
inferioridad natural y el derecho de descubrimiento).
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Las tesis de Vitoria se basan en el derecho natural y de gentes (ius gentium) aplicable a todos
los pueblos, por ello se le considera el fundador del moderno Derecho Internacional. Los
“nuevos títulos justos” de Vitoria son los siguientes:
1) Derecho de libre tránsito y circulación por el mundo, que faculta a los españoles a
desplazarse libremente y comerciar con los indígenas. Será inválida cualquier ley que
impida el ejercicio de esa libertad.
2) Obligación de predicar el evangelio. Nadie puede impedir “enseñar la verdad a los
que quieran oirla”.
3) Defender a los ya convertidos de la agresión de otros indios que pudieran forzarles a
volver a la idolatría.
4) Si una buena parte de los súbditos de un príncipe indígena se hubiera convertido,
esto facultaría al papa a darles un príncipe cristiano y quitarles los señores infieles.
5) Admite una legítima intervención de los españoles en el caso de existir un gobierno
tiránico o para evitar prácticas como la antropofagia.
6) Si los indios llamaran a los españoles para ser gobernados, esto es, considera
legítima la elección voluntaria que la mayoría de indígenas pudieran hacer del rey de
España como su propio rey.
7) Si los españoles se vieran obligados a combatir contra unos indios por ayudar a
otros con los que hubiera previa alianza o amistad.
8) El octavo título se formulaba de modo hipotético: en caso de que los indígenas no
tuvieran, de hecho, capacidad para gobernarse, sería lícito, en función de la caridad y
sólo en bien de ellos, deponer a sus príncipes y que los españoles gobiernen.
Finalmente Vitoria concluía afirmando que no consideraba prudente abandonar las Indias por
los daños que sufriría la evangelización y los indios que ya se habían convertido.
La solución final.
Cuando Sepúlveda y Las Casas enfrentaron sus argumentos en 1550 frente a Sepúlveda no se
llegó a ninguna conclusión: ya había demasiados intereses creados a nivel político, económico
y familiar en el sistema colonial. No obstante, las Instrucciones de 1556 siguieron las tesis de
Vitoria, limitando la guerra contra los indios a los casos en los que éstos impidieran la
evangelización.
En el último cuarto del siglo XVI, hay una mayor receptividad legislativa a las tesis lascasianas
(tesis de Las Casas), quizás porque la administración colonial española estaba ya extendida
por la mayoría del continente americano; los consejeros de Felipe II tratan así de conciliar la
libertad y soberanía del indio con los derechos expresados en la donación papal. De este
modo, en las Ordenanzas de 1573 la conquista ya no era considerada un justo título, sino que
se interpretaba que las bulas papales otorgaban a los españoles el dominio sobre las tierras,
pero no el de sus gentes. El pleno dominio sólo se contempla convenciendo a los indios a
reconocer libre y pacíficamente la soberanía real española (tesis lascasiana). Con todo, las
ordenanzas no estaban exentas de elementos contradictorios: aunque se mencionan los
derechos derivados de la bula pontificia, se ordena al descubridor que tome formal y
solemnemente posesión del territorio. Además se admitían actos como tomar como rehenes a
los hijos de los caciques con el pretexto de educarlos o construir fuertes cerca de sus poblados
para coaccionar su voluntad.
Los preceptos de las Ordenanzas fueron recogidos en la Recopilación de Leyes de Indias
(1680), donde nada se añade sobre el justo título de la conquista: remite a la donación papal, la
donación divina, el descubrimiento y la evangelización.
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3. La unificación jurídica: de la monarquía plural de los Austrias al centralismo francés.
(EXAMEN)
La lógica del centralismo y absolutismo político pedía la unificación jurídica e institucional de
todos los reinos: así, los monarcas extendieron donde pudieron las instituciones castellanas por
considerarlas más cómodas y permeables al poder real (ya que las Cortes castellanas tenían
muy poca capacidad de control sobre el rey, mientras que en Aragón el rey estaba más
condicionado por los pactos con la nobleza). Además, cuando Castilla no podía satisfacer las
necesidades militares y financieras de las guerras de Flandes e Italia, los otros reinos
obstaculizaban la recaudación de tributos alegando sus fueros y tradiciones, lo que explica los
deseos de los reyes de unificar en lo posible las instituciones.
Al morir sin descendencia Carlos II (el último Austria) se abrió la crisis sucesoria, con dos
pretendientes: Felipe de Borbón –nieto de Luis XIV- y Carlos de Austria:
- cualquiera de ellos suponía la unión de España a Francia o Alemania, alianza vista
con recelo por el resto de países europeos
- el propio Carlos II había dejado como herederos a ambos en sucesivos testamentos
- Castilla y Navarra aceptaron a Felipe V de Borbón (designado en el último testamento
de Carlos II) con apoyo de Francia, mientras que Cataluña y Aragón apoyaron al
archiduque Carlos, con el apoyo de Inglaterra, Alemania y Holanda (rivales de Francia)
- la victoria (Almansa, 1707) de Felipe V (sobre las tropas de Aragón, Cataluña y
Valencia) y la entronización del archiduque Carlos en Alemania (que apartó a Inglaterra
y Holanda de la guerra, porque ya no les interesaba la unión de España con Alemania)
permitió realizar a Felipe V una serie de reformas: los Decretos de Nueva Planta,
invocando el justo derecho de conquista.
Los Decretos de Nueva Planta, suponían:
• Dotar de unas únicas leyes e instituciones a todos los reinos, rigiéndose por las leyes
castellanas.
• Abolir y derogar todos los fueros, privilegios y costumbres de Aragón, Cataluña,
Mallorca y Valencia.
• Entrada de castellanos en los cargos públicos de esos territorios, lo que contribuyó a
la castellanización de España.
• Sin embargo, en una serie de decretos posteriores Felipe V restableció parte del
antiguo derecho de estos territorios (derecho civil, mercantil, procesal), excepto de
Valencia.
4. La unificación religiosa.
a) Expulsión de judíos y moriscos.
Las tendencias unificadoras del Estado encontraron un aliado en la religión: la unidad de fe se
convirtió en un imperativo del Estado que de esta forma seguía el principio medieval de “el
pueblo sigue la religión del rey”.
Así, la animadversión contra los judíos (que monopolizaban la actividad de prestar dinero ya
que los cristianos tenían prohibido practicar la usura) y de los moriscos se pretendió resolver
con expulsiones sucesivas de los que no se convirtieran al cristianismo:
- en 1492 los Reyes Católicos firmaron el edicto de expulsión de los judíos, ante lo que
muchos se convirtieron al cristianismo (real o fingidamente); la expulsión agudizó la
crisis económica, porque los judíos monopolizaban las actividades financieras y
mercantiles
- a partir de 1608 se expulsó a los moriscos. Se constataron planes de invasión del sur
de la península por Marruecos, auxiliado por turcos y argelinos previo levantamiento de
los moriscos de Murcia, Valencia y Granada. Francia actuaba como aliada de estos
países con el objetivo de restar recursos bélicos a España en sus zonas fronterizas.
Todo ello indispuso los ánimos contra la población musulmana.
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b) La inquisición. (EXAMEN)
En la Edad Media, la aparición de sectas en Francia (cátaros, albigenses, valdenses) movió a
Gregorio IX a crear el tribunal de la Inquisición, encargado de averiguar, juzgar y sentenciar las
causas de herejía, debiendo las penas ser ejecutadas por el poder civil. El tribunal se extendió
pronto por Francia, Navarra y Aragón. En Castilla no se estableció hasta 1478 en que los
Reyes Católicos llegaron a un acuerdo con el Papa asumiendo el derecho a organizar
directamente el Santo Oficio y a nombrar Inquisidores. Así, frente a la Inquisición medieval
vinculada al Papa, la Inquisición española de la Edad Moderna quedaba sometida al Estado y
convertida en instrumento político. En un principio el objetivo fue descubrir y castigar las falsas
conversiones de judíos (“marranos”) al catolicismo, pero después su esfera de actuación se
extendió a falsos conversos moriscos y protestantes.
Aunque no le competía perseguir otras religiones (judía o musulmana) sino velar por la
ortodoxia religiosa y perseguir las desviaciones del dogma (herejía), sin embargo sirvió como
instrumento para controlar la discrepancia religiosa y mantener la unidad espiritual y política,
además de mantener el orden social tradicional, al extender sus competencias a otros actos
ilícitos que se consideraba contravenían el dogma de la iglesia (blasfemia, bigamia,
sodomía...).
El Santo Oficio suponía una jurisdicción estatal en materia religiosa: el Rey nombraba y
deponía a los inquisidores, recibiendo del Papa la aprobación. Esta doble dependencia de la
Inquisición dio lugar a conflictos de competencias con las jurisdicciones civil y eclesiástica
ordinaria, normalmente saldados a favor de la Inquisición debido a la ayuda policial y de
información que suministraban a los monarcas en el mantenimiento del orden público.
La máxima autoridad era el Inquisidor General, Presidente del Consejo de la Inquisición, por
debajo actuaban tribunales provinciales formados por inquisidores, procuradores fiscales,
oficiales, familiares del santo oficio (una especie de policía secreta). La presentación voluntaria
del hereje o sospechoso daba lugar a una penitencia suave, pero la denuncia o actuación de
oficio daba lugar a un procedimiento complejo, con incomunicación del acusado, escasas
posibilidades de defensa y posible aplicación de prácticas de tortura. Las condenas podían ser
destierro, confiscación, uso del sambenito (traje penitencial), cárcel, hoguera, ...
Tanto el Estatuto de Bayona como los Decretos de Cádiz de 1813 suprimieron la Inquisición,
que se restauró en 1814 con el regreso del absolutismo de Fernando VII. La Inquisición fue
finalmente suprimida en 1834 (un año después de la muerte de Fernando VII).
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Lección 2. La llegada de las nuevas doctrinas económicas europeas:
mercantilistas e ilustrados
La situación económica de España en la Edad Moderna fue bastante compleja dada la
disparidad existente entre los distintos reinos. Características generales:
1. Potencial económico considerable propiciado por la llegada de los metales preciosos
de América, pero frenado por una organización de corte corporativo, gremial y señorial
sobre la que el Estado desplegó un excesivo número de medidas legales
proteccionistas.
2. El crecimiento económico se centró fundamentalmente en las ciudades y se orientó
hacia el impulso de actividades mercantiles en detrimentos de otros sectores
(comercial, agrícola, ganadero).
3. La llegada de grandes cantidades de metales preciosos procedentes de América
produjo una caída de los precios generalizada -> pero con el tiempo el aumento de la
exportación hacia América desabasteció el mercado nacional y aumentaron los precios.
4. Frecuentes reformas monetarias y despliegue de una política fiscal cuajada de
servicios y empréstitos como intento de ajustar los ingresos al ritmo de gastos que
imponía el mantenimiento de la política imperial -> el endeudamiento de la Corona dio
lugar a varias bancarrotas.
5. Resurgimiento económico propiciado por el reformismo ilustrado en el S. XVIII
(teorías fisiocráticas, sociedades de amigos del país) que impulsó la agricultura y
liberalizó el comercio.
1. La recepción del mercantilismo europeo en los siglos XVI y XVII.
La formación de los Estados occidentales coincidió con el triunfo de una concepción económica
de carácter autárquico: el mercantilismo. Es una tendencia sustentada entre el siglo XV-XVIII
que consideraba el dinero y los metales preciosos como el factor principal de producción de
riqueza, y que propugnaba la regulación estatal del comercio exterior para acrecentar la
entrada de dinero mediante el incremento de las exportaciones y restricción de las
importaciones.
El mercantilismo castellano se vio propiciado por:
• Una prolongada caída de los precios desde finales del siglo XV que exigió medidas de
control de la situación monetaria
• El descubrimiento del oro de las Antillas
• La preponderancia del comercio de la lana frente a la escasez de manufacturas.
Las medidas tomadas con objeto de mantener e incrementar el “stock” monetario son:
• Estímulo para descubrir y explotar las minas de oro en América
• Atesoramiento del metal en España mediante la prohibición de exportarlo al extranjero
• Restricción a la salida de materias primas mediante la imposición de fuertes tasas
aduaneras
• Consolidación de instrumentos mercantiles como la Casa de Contratación de Sevilla
que ejercía un monopolio estatal de todo el comercio con América.
La influencia de esta corriente contribuyó a la decadencia económica de España en el siglo
XVII. A la que contribuyó el creciente volumen de la propiedad en manos muertas (no
explotada con criterios de rentabilidad) o la existencia de aduanas interiores que frenaron la
unificación de los mercados (hasta el siglo XVIII en que fueron suprimidas).
2. Los arbitristas.
La conciencia de crisis económica se extendió por España desde finales del siglo XVI y durante
todo el siglo XVII. Prolifera la literatura de los arbitristas que pretendían hacer un diagnóstico de
los males del país y proponer los remedios pertinentes. El arbitrismo fue un movimiento que
alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVII y prepara el campo para las reformas
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económicas de la Ilustración. Los arbitristas (o proyectistas) proponían remedios (a veces
impopulares) para obtener nuevas fuentes de ingresos (o arbitrios) y paliar el déficit público;
criticaban y molestaban a los gobiernos con sus discursos y memoriales llamados “avisos”.
El arbitrismo no constituye un pensamiento homogéneo, sino que se diferencian varias
corrientes (hubo arbitrismos financiero, fiscales, técnicos, etc); se pueden diferenciar dos
posturas:
• Los que estaban de acuerdo con la política económica del momento. Eran defensores
del espíritu de las “Comunidades” y defensores del interés nacional frente a las
interferencias de Castilla en asuntos europeos. Según estos, la restauración del país
exigía pasar de guerras ofensivas a defensivas, es decir, pasar de una política de
expansión a una política de conservación del imperio (con ello se conseguiría
concentrar y retener en la metrópoli las enormes remesas de metales procedentes de
América)
◦ Luis Ortiz proponía prohibir la salida de materias primas (para obligar a que
fueran manufacturadas en el país y se desarrollase la industria manufacturera)
◦ Sancho de Moncada y Martínez de la Mata proponían el establecimiento de
un fuerte sistema aduanero
◦ López de Deza veía una solución en el fomento de la agricultura
◦ Martín de Azpilicueta propuso políticas monetaristas de control de los precios.
• Los que estaban en contra de la política económica seguida por la monarquía (y por
tanto de acumulación mercantilista de metales preciosos y de moneda). Consideraban
que la afluencia masiva de oro y plata americanos habían producido el efecto nocivo de
la elevación de precios, impedido la competitividad exterior, favorecido el gasto
suntuario y el ocio, y fomentado el menosprecio al trabajo. La importación de
manufacturas redundaba en el empobrecimiento de la agricultura, la industria y el
comercio. Además, el desmesurado gasto público había ocasionado la ruina del Estado
◦ Entre ellos: Caxa de Leruela, Fernández de Navarrete y Martínez de la Mata.
3. Las fuentes de riqueza.
Economía agropecuaria.
Existió una importante propiedad señorial, tanto en Castilla como en Aragón y Cataluña, junto
con las pequeñas propiedades libres. Los regímenes de tenencia para el cultivo de tierras,
derivados de los tipos medievales, principalmente fueron el foro y la enfiteusis.
• El foro era un contrato de arrendamiento a largo plazo en virtud del cual el
arrendatario recibía el dominio útil de la tierra, reservándose el arrendador el dominio
directo; era el contrato usual de fincas de pequeña extensión.
• La enfiteusis, era un arrendamiento a largo plazo, transferible y hereditario, que se
utilizó para la tenencia de fincas de gran extensión.
La producción de cereales panificables, aceite y vino tenían una creciente demanda por el
aumento demográfico y la apertura del mercado americano. Los productos agrícolas básicos
eran objeto de alta cotización, lo que se traducía en un notable interés por roturar nuevas
tierras hasta entonces baldías o comunes.
- A pesar de algunas medidas en este sentido, fueron insuficientes debido a que la
agricultura castellana se caracteriza por su desprotección legal respecto de la
ganadería trashumante, representada en el Honrado Concejo de la Mesta al que las
ideas mercantilistas reservaban todo tipo de privilegios para favorecer el comercio
exportador de lana.
- La agricultura fue poco favorecida por los reyes, continúan los baldíos, las cosechas
siguieron siendo insuficientes para el consumo por lo que se tenía que importar trigo.
La mayor dificultad para la agricultura era la ganadería trashumante representada por
el Concejo de la Mesta, que para disponer de pastos se oponían sistemáticamente
tanto a la enajenación de terrenos baldíos como a la roturación de las dehesas y tierras
comunes.
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Aunque el origen es anterior, el auge de la Mesta se produjo en el siglo XVI, y estuvo
relacionado con el comercio de la lana a gran escala, y con su exportación como materia prima
para los telares de Flandes y Manchester, donde era elaborada como tejido. La organización
interior de la Mesta en esta etapa se articula principalmente en torno a la primera recopilación
de las Ordenanzas de la Mesta, posteriormente sucesivas leyes fueron dirigidas a proteger la
actividad ganadera frente a la agricultura: como la ampliación de caminos para el ganado en
detrimento de tierras de agricultura, leyes de arrendamiento que permitían permanecer por
tiempo indefinido en las dehesas o prohibiciones para roturar nuevas tierras (la que se
denominó “Pragmática del hambre”).
La Corona ejercía un control directo sobre la organización, mediante la fijación del cargo de
Presidente en la persona del Rey. El impuesto directo más importante de los que gravaba el
paso del ganado era el “servicio y montazgo” que constituyó uno de sus ingresos más
saneados de la hacienda real. En el siglo XVII la Mesta alcanzaría su mayor poder, pero en el
XVIII se renovaron sus leyes y se dio paso al predominio de la agricultura debido a la influencia
de los ilustrados. En 1758 se suprimió el pago del servicio y montazgo, perdiendo la institución
el entronque financiero que había sido esencial para su auge. En 1779 el Consejo de Castilla
autorizó a los labradores a cercar las fincas de cultivo, lo que entorpecía notablemente el paso
libre del ganado por los campos. La consecuencia fue la decadencia de la ganadería.
Industria y comercio.
La industria experimentó en la primera mitad del siglo XVI un verdadero impulso debido a la
rápida y extensa colonización de las Indias, abastecidas desde la metrópoli por el monopolio
comercial. Así la industria de paños tiene su época de esplendor en las regiones interiores de
Castilla (Segovia, Palencia, Béjar), pero entra en crisis al no poder competir con los precios de
las manufacturas extranjeras. También alcanza cierto auge la industria sedera (Almería,
Granada, Málaga) que llegó a ser protegida legalmente, y las ferrerías de Vascongadas debido
a la demanda de armamento por las frecuentes campañas bélicas. El comercio interior tuvo su
manifestación más importante en las grandes ferias castellanas de Medina del Campo,
Segovia, Valladolid, Palencia, etc.
La Corona desplegó su actividad proteccionista al comercio interior y exterior de lanas y la
“carrera de Indias”:
- el comercio de la lana fue controlado mediante la cobertura legal de tipo
proteccionista dirigida a la exportación y los privilegios que se otorgaron a la Mesta; la
protección a esta actividad fue en detrimento del interés general de la economía
- desde 1503 la Corona intentó ejercer un monopolio absoluto del comercio entre
Castilla y América: así surge la Casa de Contratación de Sevilla y la Casa de la
Especiería en La Coruña como instituciones destinadas a dirigir tal monopolio cuando
comenzaron a llegar metales preciosos y especias y se necesitó controlar su
circulación. Su organización estaba planteada como un consulado especial (y en
calidad de tal tenía jurisdicción sobre los temas de su competencia) a través del cual el
Estado percibía los impuestos correspondientes al comercio con las Indias. El
monopolio de Sevilla (1591-1626) fue desapareciendo lentamente: aunque permaneció
la idea de un monopolio andaluz, se abrieron otros puertos a este comercio (Coruña,
Bayona, Bilbao, San Sebastián, etc).
Los beneficios del comercio americano atrajeron la participación creciente de la industria
extranjera en este tráfico y el mercado americano acabó cediendo ante la presión de la
competencia exterior a pesar de los intentos monopolísticos castellanos. Esto se debió a que
los países extranjeros se vieron afectados en menor medida por el alzamiento de los precios
pudiendo producir a un coste más reducido que los castellanos. Durante el siglo XVIII Inglaterra
fue la gran rival de España en el comercio americano, lo que acabó provocando la
liberalización del comercio con América en 1778.
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4. La economía de la ilustración.
a) El nuevo espíritu y sus instrumentos: las sociedades económicas de amigos del país.
Con el establecimiento de los Borbones se abre un período de influencia francesa, con
reformas que pretendían llevar a España al nivel de Europa. La voluntad de reforma iba dirigida
a eliminar los males que aquejaban a España, como ignorancia, superstición, falta de
conocimiento científico o estancamiento económico.
Las reformadores ilustrados creían en un Estado al servicio del pensamiento reformador que
debía imponer las medidas necesarias para lograr el proceso. Las principales medidas que se
tomaron fueron la uniformidad política y administrativa, fomento de la agricultura, el comercio y
la industria, mediante la habilitación de una serie de instrumentos como las Sociedades
Económicas de Amigos del País o la instrucción popular.
La fisiocracia.
Doctrina económica del siglo XVIII surgida en Francia e Inglaterra. Sus principales
representantes fueron Quesnay y Mirabeau. Sus teorías se basaban en dos principios:
existencia de leyes naturales que rigen los fenómenos económicos y la preeminencia de la
agricultura, considerada como la única actividad productiva. Tuvo muchos adeptos en España y
se crearon Sociedades Económicas de Amigos del País, algunos de los cuales se definieron
como Sociedades Agrarias.
El influjo de las Sociedades Agrarias se hizo patente en varias direcciones: captando la
simpatía de los poderosos, dando ejemplo de nuevas prácticas agrarias, etc. Pero sobre todo
se centró en controlar los resortes del poder, así desde 1760 el Estado se encontraba sometido
a la presión de diferentes grupos intelectuales que pedían su intervención en la economía y
exigía una política agraria; esto es, el Estado tenía que atender a la mejora de cultivos, las
obras públicas, prohibición de crear nuevos mayorazgos, mejoras de las comunicaciones, la
libertad de comercio de granos y la competencia entre agricultores, la reforma agraria y la
desamortización. Este ideal se plasmó en la consecución de la libertad de comercio de
cereales reflejado en el decreto de 1765 sobre la libertad de comercio interior y exterior de
trigo, desechando así el nefasto intervencionismo cuajado de tasas y monopolios que no
lograban vencer la carestía.
Las Sociedades Económicas de Amigos del País.
Fueron centros culturales por influjo de las ideas de la Ilustración, que contribuyeron a la
difusión de las ideas ilustradas. Su finalidad era introducir los más recientes progresos teóricos
y prácticos del las ciencias y artes en el país, interesándose también por el fomento de la vida
económica de cada región o ciudad a la que pertenecía. Algunas sociedades recibieron el
apoyo del Estado, aunque otros fueron simples fundaciones particulares que se desarrollaron
según la vitalidad del medio social en que crecieron. Eran tertulias regulares que aglutinaban a
gente preocupada por el desarrollo del país, se solía comentar en ellas alguna publicación
extranjera para promover temas de estudio.
La primera de esas sociedades fue fundada en 1748 en Azcoitia (Guipúzcoa) donde se reunían
curas e hidalgos en tertulias nocturnas, y dieron un reglamento donde se determinaban los
temas que habían de discutirse en las reuniones. Un aspecto interesante fue que lograron
incorporar a la vida activa a un sector importante de la nobleza regional. Su labor fue bien vista
por el Estado, que las promovió. Fueron una especie de escuelas públicas de teoría y práctica
de la economía política en todas las provincias de España. Su objetivo: “instruirse las
provincias en el estado de su agricultura, artes y comercio, reduciendo los hechos a memorias
y cálculos”.
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b) Las fuentes de riqueza. Reforma agraria. Industria y comercio.
En el siglo XVIII, la influencia de las teorías fisiocráticas hizo que el Estado asumiera la
protección de la agricultura promoviendo regadíos y canales para el transporte, como el Canal
de Castilla. La producción siguió basándose en los cereales panificables, el vino y el aceite.
Por influencia de los fisiócratas, desde mediados del siglo XVIII el Estado introdujo reformas
dirigidas a la protección de la agricultura frente a la ganadería: mejora de cultivos, realización
de grandes obras públicas, liberalización del comercio de granos (ley de 1765) y permiso para
que los agricultores cercaran sus propiedades. La Mesta vio mermados sus privilegios. En el
reinado de Carlos III el Consejo de Castilla se pronunció a favor de que los municipios
dispusiesen de sus tierras comunales para hacer nuevas roturaciones de tierra para el cultivo.
En 1777 Campomanes, como fiscal de Consejo de Castilla, solicitó a la Sociedad Económica
de Amigos del País un informe sobre la situación del campo conocido como “Expediente de la
ley agraria” realizado por Jovellanos, que lo presentó el Consejo de 1795. El “Informe sobre la
ley agraria” propugnaba una política agraria no intervencionista y liberal, en la que se
potenciaba la propiedad privada de los particulares y su acceso a las tierras vinculadas, baldías
y comunales, principales causas de las escasez de tierras para el cultivo, y del consiguiente
estancamiento económico. A finales del XVIII se acometen las primeras desamortizaciones,
dirigidas a liberar la tierra de los obstáculos que impedían su explotación, aunque sin
resultados eficaces.
El comercio, experimentó cierta reactivación, por dos causas: la supresión de las aduanas
internas en 1795 y la mejora de la red viaria. El comercio exterior continuó anclado en
planteamientos proteccionistas y monopolísticos propios del mercantilismo, aunque fue
abriendo paso a la influencia de las corrientes librecambistas, que se tradujo en una creciente
participación extranjera en nuestro comercio.
5. Las Ordenanzas de los Consulados.
La jurisdicción especial en asuntos mercantiles había correspondido en la Baja Edad Media a
los Consulados -> el auge del mercantilismo propició el potenciamiento de los Consulados en
la Edad Moderna. Se constituyeron varios Consulados de Comercio que actuaron como
tribunales mercantiles, en 1494 surgió el Consulado de Burgos, en 1511 el de Bilbao, 1538
Sevilla, y 1632 Madrid.
La separación de la jurisdicción mercantil de la ordinaria fue hecha por los Reyes Católicos en
1494 y provocó la necesidad de que cada consulado elaborase sus propias Ordenanzas, en las
que además de regular su organización, se trataban aspectos diversos: el seguro marítimo, el
comercio con América y otras normas de aplicación al comercio terrestre y marítimo. El
Consulado de Burgos recopiló sus ordenanzas en 1538, en 1556 el de Sevilla, y para el de
Bilbao (el más importante) se dieron sucesivas ordenanzas entre 1518 y la más importante de
1737, para cuya elaboración se sintetizaron disposiciones españolas tradicionales, así como
otras de carácter internacional: aspectos de las compañías de comercio, letras de cambio,
quiebras, fletes, naufragios, etc. Se trata de una normativa de derecho marítimo que alcanzó
vigencia en toda España (se incluyó gran parte del contenido en la Novísima Recopilación)
hasta la promulgación del primer código de comercio en 1829.
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Lección 3. Estructura social de la Edad Moderna
1. Evolución demográfica e inmigración europea.
En la Edad Moderna se hicieron censos y catastros para tener una base sobre la que plantear
reformas tributarias y levas militares (Relaciones Topográficas de Carlos I y Felipe II, Catastro
de Ensenada de 1754, Censo del Conde de Aranda de 1768, Censo de Floridablanca de 1787).
Gracias a estas fuentes, se sabe que la población en el reinado de Carlos I fue escasa, sobre
todo en la Meseta y la tendencia se agudiza a finales del XVI ante la emigración a América, las
guerras imperiales, el aumento de población dedicada a la vida religiosa y la decadencia
económica. En el S. XVII continuó la tendencia con las guerras, las epidemias y la expulsión de
los moriscos. En el XVIII cambió la tendencia debido a las mejoras agrarias, reducción de la
mortalidad y una importante colonización interior.
Durante la Edad Moderna se acometieron diversos planes de repoblación de carácter estatal:
• Uno para paliar los efectos de la expulsión de los moriscos, que había dejado vacías
tierras de Levante, Granada y las Alpujarras, y dejaban un flanco abierto a incursiones
de turcos y piratas -> se ofrecieron tierras en régimen enfitéutico a pobladores de
Galicia, Asturias y Castilla.
• El acometido en Sierra Morena (Sevilla y Jaén) impulsado por el ilustrado Pablo
Olavide, básicamente con población extranjera.
2. Las clases sociales.
La sociedad siguió dividida en tres estamentos, pero en cada estamento se diferenciaron
diversos grados (óptimos, mediocres, ínfimos), con los plebeyos en lo más bajo. En efecto:
- de una parte la sociedad de la Edad Moderna permaneció anclada en unos valores
tradicionales, necesitada de cohesión formal, en la que primaron un sentido del honor
materializado en la ostentación, un afán desmesurado de ennoblecimiento y unos
estatutos de limpieza de sangre
- de otra parte, la diversificación de subgrupos en cada estamento trajo consigo un
mayor número de eslabones en la cadena social, y mayor proximidad entre ellos;
además, las conversiones o expulsiones forzosas de judíos y mudéjares homogenizaba
el paisanaje.
a) Las clases privilegiadas.
La nobleza, estamento cerrado y dotado de privilegios, siguió ocupando el primer lugar de la
escala social a pesar de haber desaparecido su función como defensora de la sociedad. Con
los Reyes Católicos la Corona se impuso a la nobleza (incorporó los maestrazgos de las
órdenes, revisó concesiones), pero la nobleza no perdió poder: continuaron los señoríos
jurisdiccionales, los mayorazgos y las alianzas entre las grandes familias nobles.
Tras la revuelta de las Comunidades, los nobles se convirtieron en cortesanos (pero quedaron
paulatinamente relegados por los letrados, más preparados), pero siguieron teniendo
influencias desempeñando cargos militares y diplomáticos. Se distinguen tres grados:
• Los Grandes de España: 20 familias reconocidas por Carlos I oficialmente como la
más alta primacía social, ocupaban el primer lugar en actos de corte, pudiendo
permanecer cubiertos ante el rey (quien les llamaba “primos”).
• Los Títulos concedidos por los reyes (marqueses, condes, duques...) aumentaron
considerablemente durante la edad moderna, títulos obtenidos como premio a los
servicios prestados. Sus privilegios no se derivaban del linaje, sino del servicio. Sus
recursos económicos procedían de rentas territoriales o señoriales, alcabalas, censos y
mayorazgos.
• Nobleza de linaje: hidalgos, caballeros: nobles de segunda, sin recursos por no haber
accedido a cargos de relevancia. Era un grupo numeroso. Lo eran por nacimiento, por
descender de la caballería villana o por compra de ejecutoria. Los caballeros ejercieron
gran poder en el ámbito municipal.
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En Aragón la nobleza conservó algunos privilegios medievales, y el gobierno de villas y
ciudades de realengo y las honores, de las que no podían ser desposeídos sino por sentencia
del tribunal de Justicia Mayor.
Los nobles mantuvieron su estatuto privilegiado en lo tributario, en el orden civil, penal,
procesal (exenciones del servicio militar, exclusión de ciertas penas, jurisdicción especial en
manos de las Chancillerías). Hubo gran afán por atribuirse ascendencia noble, por vanidad
genealógica todo el mundo aspiraba a ser reconocido como hidalgo y caballero y ser
considerado como tal por el rey. El estilo de vida comportaba la ostentación de poder
económico (lo que dio lugar a reiterada legislación suntuaria). Los nobles y los Grandes
sufrieron una crisis con el cambio de dinastía, pues perdieron privilegios: la nobleza titulada fue
impulsada porque los Borbones premiaron con títulos de marqués, conde o vizconde muchos
servicios. La condición nobiliaria se vio como incompatible con el ejercicio de ciertos oficios
artesanales y de comercio hasta que Carlos III declaró la honestidad y honorabilidad de todos
los oficios.
El clero fue numeroso y heterogéneo, dotado de privilegios civiles, penales, procesales y
tributarios, y con alta consideración social. Su estrato superior lo ocupaban prelados y
miembros de los cabildos catedralicios y las colegiatas. Obispos y Arzobispos procedían del
clero secular, no del regular (que son los frailes de los conventos). La mayoría descendían de
nobles. El clero bajo acogía a los curas párrocos y capellanes.
b) Las clases medias.
Los no privilegiados o pecheros (estado llano) también presentaban diversidad:
- La burguesía urbana, oligarquía municipal formada por comerciantes (llamados
ciudadanos honrados), profesionales liberales, funcionarios, letrados: intentaban
emular a la nobleza adquiriendo títulos, señoríos y formando mayorazgos.
- Las clases medias rurales (villanos ricos), labradores, campesinos propietarios,
arrendadores de parte de sus tierras, a menudo empobrecidos por los censos e
hipotecas.
- Clero bajo, soldados, escuderos, lacayos...
Todos estos, miembros del estado llano, al igual que las clases inferiores, eran libres pero
obligados a pagar las contribuciones. Su situación económica empeoró con el tiempo. No
obstante, la importancia social de las clases medias aumentó considerablemente en el S. XVIII,
la burguesía ilustrada fue escalando puestos políticos, distinciones sociales y excepciones
económicas.
c) Las clases inferiores.
La población rural y urbana en la Península.
o La clase rural inferior: Eran trabajadores rurales sin propiedad, que trabajaban la tierra que
arrendaban a otro o como jornaleros. Eran hombres libres, sin embargo vinculados a señores
de grandes dominios por contratos de arrendamiento (foro, enfiteusis).
o Los pequeños comerciantes y artesanos o menestrales: agrupados en gremios
profesionales cerrados, su condición fue más tolerable que la de los jornaleros.
La población rural en Indias: las encomiendas.
La ordenación de la explotación de la tierra en Indias y la recompensa a los particulares
llegados desde la metrópoli fueron resueltos con fórmulas ya utilizadas durante la reconquista:
los repartimientos y encomiendas:
- los repartimientos suponían la fijación de una porción de territorio a un colono para
que lo explotara; posteriormente y ante la falta de mano de obra, se incluyó a los
indígenas que lo poblaban dando lugar a la encomienda
- el régimen de encomiendas fue llevado a América para cubrir las necesidades de
explotación económica, ordenar el trabajo de los indios y asegurar su instrucción en la
fe católica
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- cada operación de repartimiento se hacía en base a unas instrucciones, en las que se
presuponía que la asignación de indios se haría sobre la base de una relación jurídica
de encomendación o patrocinio, se partía de la base de que los indios eran sujetos de
derecho
- los indios, jurídicamente, no eran esclavos sino súbditos de la Corona: el colono
quedaba implicado en su instrucción religiosa y protección; a cambio, el colono se
beneficiaba del trabajo de los indios y/o del tributo que éstos habían de satisfacer en su
condición de súbditos del Rey -> esto daba lugar a encomiendas de servicio personal o
de tributo.
En la práctica el sistema se deformó desde los primeros momentos y dio lugar a numerosos
abusos por parte de los encomenderos, llevando en la práctica a los indios a la esclavitud y
dando lugar a las denuncias del Padre Montesinos y de Las Casas. Las críticas tuvieron su
efecto en la primera regulación de la situación de los indios y en el establecimiento de
limitaciones a las encomiendas reflejadas en las Leyes de Burgos (1512) y Leyes Nuevas
(1542) que establecen la eliminación de las encomiendas. Sin embargo, la legislación no
resultó efectiva y no fue hasta el S. XVII cuando se suprimen los trabajos forzosos de los
indios. Las encomiendas no fueron definitivamente suprimidas hasta finales del S. XVIII.
Clases sociales en América:
• Aristocracia: formada por españoles y europeos, nobleza de toga y espada y la
hidalguía.
• Nobleza criolla: constituida por los más ricos descendientes de los colonizadores.
• Nobleza indígena: caciques e indios principales que mantenían su poder.
• Proletariado: españoles pobres, negros libres, mestizos, mulatos e indios. Los
esclavos negros fueron escasos hasta la segunda mitad del S. XVI.
d) Los grupos sociales marginados.
Cabe mencionar:
• Los semilibres (collazos o colonos en Castilla, siervos en Aragón, forans en Mallorca)
• Los no libes (prisioneros, indios, turcos [musulmanes], negros); en el S. XVIII
empiezan los primeros movimientos para abolir la esclavitud
• Otro elemento nuevo y marginado fueron los gitanos, procedentes probablemente de
Egipto, contra los que se dictaron disposiciones para erradicar su vida errante
• Los mendigos, maleantes, delincuentes, vagabundos: los ilustrados pretendieron, en
sus reformas filantrópicas, educarlos y formarlos.
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Lección 4. La época de las recopilaciones
1. Las recopilaciones castellanas: del Ordenamiento de Montalvo a la Novísima
Recopilación.
El gran número de textos en vigor complicaba el conocimiento de la norma aplicable a cada
supuesto, por eso las Cortes reclamaban sistemáticamente que se realizaran recopilaciones
con las normas vigentes que facilitara su conocimiento y manejo.
Las recopilaciones pretendieron disponer de un conjunto normativo que incluyera con todas las
leyes y pragmáticas de una misma procedencia. Sus características fueron:
1. Sus materiales eran fundamentalmente legislativos: disposiciones regias, de Cortes,
pragmáticas.
2. No pretendieron innovar, sino conservar el derecho antiguo de cada reino.
3. El método utilizado no fue uniforme: a veces cronológico, a veces sistemático.
4. En todas las recopilaciones se trató de incluir todo el derecho de forma unitaria.
5. Algunas obtuvieron carácter oficial por sanción regia, otras tuvieron carácter privado.
a) El Ordenamiento de Montalvo y el Libro de Bulas y Pragmáticas de Juan Ramírez.
(EXAMEN)
Los reyes no incluían en sus pragmáticas cláusulas derogatorias de disposiciones anteriores.
De modo que ya Juan II y Enrique IV intentaron un trabajo recopilatorio de las disposiciones
vigentes, sin resultado. Posteriormente, en 1480 los Reyes Católicos encargaron a Alonso Díaz
de Montalvo una recopilación del Derecho castellano, que fue impreso en 1484 y conocido
primero como “Libro de leyes” o “Compilación de leyes” y luego como “Libro de las leyes y
ordenanzas reales de Castilla” u “Ordenamiento de Montalvo”:
- contiene pragmáticas, leyes de cortes, reales cédulas dadas después del
Ordenamiento de Alcalá y alguna disposición del Fuero Real
- está estructurado en ocho libros, contemplando el derecho público, el privado, el
eclesiástico, el municipal, la hacienda, el régimen señorial y el derecho penal. Cada
libro se divide en títulos y éstos en leyes.
- es un trabajo incompleto que tuvo errores: no recogió todas las leyes vigentes, mutiló
algunas, tomó algunas no vigentes, incurriendo en confusiones y contradicciones.
Quizá por ello, pese a su gran difusión (32 ediciones) los reyes le denegaron el
reconocimiento oficial. Con todo, su contenido pasó a la Nueva y la Novísima
Recopilación, por lo que a pesar de la falta de respaldo oficial, tuvo mucha
trascendencia.
También del reinado de los Reyes Católicos data el Libro de Bulas y Pragmáticas de Juan
Ramírez (secretario del Consejo de Castilla):
- la estructura no es cronológica, si no que presenta una sistemática similar al
Ordenamiento de Montalvo, pero sin división en títulos o libros. Su contenido es
aleatorio.
- contiene sólo disposiciones procedentes de la jurisdicción real: algunas leyes del
Fuero Real, de Las Partidas, disposiciones de Cortes, disposiciones Reales y acuerdos
del Consejo.
- con el título de Libro de Bulas y Pragmáticas fue sancionado por los Reyes Católicos
en 1503. Tuvo gran vigencia y se usó en tribunales como texto legal.
b) La Nueva Recopilación.
Las recopilaciones de Montalvo y Ramírez no resolvieron satisfactoriamente el problema de la
dispersión del Derecho castellano. Era tanta la confusión que en distintas Cortes se reiteró la
necesidad de una nueva recopilación y la propia reina Isabel la Católica expresó en un codicilio
(complemento) de su testamento el deseo de que se hiciera una nueva recopilación.
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Carlos V encargó hacer una Nueva Recopilación a Pedro López Alcocer, que falleció sin
terminar la terea, siendo sucedido por Guevara-Escudero y, ya bajo Felipe II, por López de
Arrieta y Bartolomé de Atienza; la obra tardó más de 50 años en terminarse porque a las
dificultades intrínsecas del proyecto se unió el hecho de que cada uno de estos autores revisó
la labor del anterior, prolongando con ello el trabajo. Examinada por el Consejo de Castilla, fue
promulgada por Felipe II en 1562:
- la fuente son Las Partidas, Leyes de Toro, Leyes del Fuero Juzgo, Fuero Real y
Ordenamiento de Alcalá
- la obra consta de nueve libros con más de 4.000 leyes. Dado que los trabajos
partieron del texto de Montalvo, heredó sus defectos. Abarca temas de la Iglesia,
familia, sucesiones, derecho público, penal y procesal, régimen municipal, hacienda,
etc, donde se pueden observar lo estilos normativos de los distintos monarcas.
De la Nueva Recopilación se hicieron diez ediciones oficiales, en las que se incluyeron
pragmáticas publicadas de 1640-1722 y se añadió un volumen de autos acordados
(disposiciones de gobierno, o de carácter administrativo, que dictaba el Consejo Real a sus
oficiales públicos). En 1786, bajo el reinado de Carlos III, el Consejo de Castilla encargó a
Lardizábal un suplemento con cédulas, decretos y autos posteriores a 1745, pero nunca fue
aprobado. El mismo encargo, por Carlos IV a Juan de la Reguera Valdelomar, no obtuvo
sanción real, pues el propio Valdelomar había propuesto una Novísima Recopilación.
c) La Novísima Recopilación. (EXAMEN)
Juan de la Reguera Valdelomar, relator de la Chancillería de Granada, presentó a Carlos IV,
junto con el suplemento recopilatorio que le había encargado, un nuevo proyecto de
recopilación, que fue aprobado de inmediato en 1805: la Novísima Recopilación de las Leyes
de España:
- se componía de 12 libros y más de 4.000 leyes
- los temas eran: eclesiásticos, derecho de corte, del Consejo de Castilla, Derecho
público, gobierno civil, municipal, Hacienda, familia, arendamientos, contratos, penal,
procesal, etc...
- la Novísima no contenía cláusulas derogatorias, de modo que la Nueva fue aplicada
en casos no contemplados por la Novísima.
La Novísima repitió los defectos de la Nueva, no estuvo a la altura de su tiempo, reiterando el
tradicional sistema recopilador cuando ya se apuntaban las nuevas ideas codificadoras;
además, abundó en insuficiencias y contradicciones, omitió algunas leyes, repitió otras, citó a
los autores sin la debida exactitud. Fue objeto de críticas por numerosos juristas, entre ellos
Martínez Marina (“Juicio crítico de la Novísima Recopilación”) que puso de manifiesto los
defectos que se seguían arrastrando de la anterior recopilación. Sin embargo, al ser el trabajo
más próximo al proceso codificador, tuvo gran vigencia en España y América aún después de
la independencia, pues fue base de los distintos códigos.
2. Las recopilaciones en los demás territorios.
a) Vascongadas.
b) Aragón.
c) Navarra.
d) Cataluña.
e) Mallorca.
f) Valencia.
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3. Las recopilaciones en Indias.
En las Capitulaciones de Santa Fe (1492) se acordó que las tierras que se descubrieran
recibirían el esquema organizativo castellano. El derecho indiano estuvo compuesto del común
romano-canónico, el castellano, el real dictado para las Indias, el consuetudinario indígena y el
criollo.
a) Derecho castellano, Derecho indiano y Derecho indígena. (EXAMEN)
Se consideró a los indígenas súbditos libres de Castilla: se trasladaron a las Indias las
instituciones castellanas (adelantados, audiencias, corregidores, capitanías generales, etc)
• En una primera etapa las disposiciones castellanas tuvieron vigencia automática en
Indias.
• En una segunda etapa dominaron disposiciones castellanas dictadas específicamente
para las Indias. Desde 1614 se estableció que para tener vigencia en las Indias, las
disposiciones dictadas para Castilla debían pasar por el Consejo de Indias. Castilla
elaboró derecho indiano adaptado a cada territorio, bien mediante pragmáticas,
mediante leyes de Cortes o mediante disposiciones de gobernantes (virreyes,
corregidores, capitanes generales).
• En una tercera etapa se fue teniendo en cuenta el derecho consuetudinario indígena,
sobre todo para encomiendas, tributos o condiciones de trabajo de los indios. No podía
ir en contra del Derecho natural, las leyes cristianas ni la legislación regia.
El Derecho indiano fue un Derecho muy casuístico, hecho con perspectiva particularista que
resuelve supuesto a supuesto
- se produjo una gran dispersión normativa (se dictaron más de un millón de normas)
- desde España había gran desconocimiento de la realidad en Indias, se provocaban
gran número de desajustes por falta de operatividad de un derecho que debía ser
aplicado lejos del foco emisor, y que llevó a la generalización de la cláusula
“obedézcase, pero no se cumpla” (esto es, al tiempo que se reconocía la potestad
normativa de la corona, se reconocía la inaplicabilidad de ciertas normas)
- además, forman parte del Derecho indiano las disposiciones dictadas por los
gobernantes y Audiencias ubicadas en América (aunque algunos autores lo denominan
Derecho criollo).
b) De los primeros trabajos recopiladores a la Recopilación de 1680.
Era acuciante la recopilación del Derecho de las Indias debido a su dispersión, casuística y
sobreabundancia de disposiciones (muchas sin orden y sin aplicación, o dadas para un solo
supuesto y que habían quedado obsoletas con el tiempo).
El primer intento fue encargado por el Virrey de México al oidor de la Audiencia Vasco de Puga
(1563), que recogió cronológicamente las disposiciones del virreinato de Nueva España desde
1525. Posteriormente se encargó una nueva recopilación a Juan López de Velasco (oficial del
Consejo de Indias), quien incluyó extractos de las disposiciones dictadas para las Indias que
habían sido asentadas en los registros del Consejo desde 1492 a 1567. Se trata de una
colección de extractos que nunca fue impresa.
Juan de Ovando y su proyecto de Código. (EXAMEN)
Felipe II encargó al Consejo de Indias recopilar las Leyes de Indias, y el Consejo encomendó la
tarea el cacereño Juan de Ovando, Presidente del Consejo de Indias:
- se pretendía, no una recopilación, sino un verdadero Código que refundiese,
reelaborase y ordenase las normas dictadas para las Indias.
- Ovando, inspirándose en la estructura de Las Partidas, proyectó un Código, pero su
muerte dejo la obra inconclusa
- se cree que se trata de una obra concebida por Ovando y realizada por López de
Velasco; su título era Copulata de leyes de Indias (1568)
- la obra estaba proyectada en siete libros, subdivididos en títulos y éstos en artículos
que contenían un sumario de cada disposición.
20
El Cedulario de Encinas.
Después de la muerte de Ovando, se intentó hacer una recopilación por territorios. Alonso
Zurita lo intentó en 1574, con las mismas técnicas de la Nueva Recopilación, pero no fue del
agrado del Rey y no se promulgó.
En 1582 se encargó un nuevo código a un oficial mayor de la Secretaría de cámara del
Consejo de Indias (Diego de Encinas). Se publicó en 1596 sin aprobación regia. Fue una tarea
muy profesional, se le encomendó copiar las Provisiones, Cédulas, Ordenanzas y lo hizo con
fidelidad al texto, transcribiéndolas por orden cronológico y ordenadas por materias; además
omitió las disposiciones en desuso y las derogadas. Aunque no fue una compilación
exhaustiva, fue obra imprescindible ya que contenía los textos íntegros de muchas
disposiciones legales.
La Recopilación de 1680.
A lo largo del siglo XVII se desarrollan las tres etapas de la recopilación definitiva del Derecho
Indiano que culminaría en 1680 con Carlos II sancionando la Recopilación de las leyes de los
reinos de Indias:
• Primera etapa: Diego de Zorrilla revisó los libros de la Secretaría del Consejo de
Indias, para hacer una recopilación. Se limitó a recomponer el Cedulario de Encinas,
por lo que su trabajo no fue aprobado por el Consejo.
• Segunda etapa: tras este fracaso, se inician trabajos recopilatorios por tres frentes
distintos:
◦ En el Consejo de Indias, Rodrigo de Aguiar prepara un nuevo proyecto.
◦ Al mismo tiempo Solórzano Pereira, elabora en Perú un nuevo plan. Redacta
un primer libro sobre materias eclesiásticas, pero es rechazado en la Corte
alegando que Aguiar ya estaba en ello.
◦ Simultáneamente, en Lima, Antonio de León Pinelo, profesor de la
Universidad, trabaja por su cuenta en un tercer proyecto. Cuando lo presenta
en Corte, se ofrece a colaborar con Aguiar, que lo acoge como ayudante. Sin
embargo Aguiar fallece antes de que ambos acaben el trabajo. León Pinelo
continúa en solitario el trabajo, que será revisado y perfeccionado por
Solórzano Pereira, ahora consejero. Se presenta la obra que no llega a ser
publicada por no llegar la sanción regia ni el dinero para la impresión. Pinelo
muere sin ver publicada su obra.
• Tercera etapa: se formó una nueva junta codificadora utilizando todo el material
anterior; Jiménez Paniagua asume el protagonismo de los trabajos y la recopilación se
imprimió durante el periodo 1661-1680. Investigaciones recientes han dado a conocer
que Paniagua reproduce literalmente la obra de Pinelo, con escasísimas aportaciones.
La denominada Recopilacion de 1680 fue sancionada por Carlos II:
- se componía de nueve libros, más de 6.000 leyes, en las que se hace referencia a la
Iglesia, las universidades, Consejo de Indias, Jurisdicción real, autoridades,
organización municipal, minas, industria, situación jurídica de los indios, Casa de
contratación y flota de Indias, etc
- la técnica era la de la Nueva Recopilación castellana: resumen en un nuevo texto de
las disposiciones reales que se consideran vigentes, indicando detrás de cada ley las
fuentes de procedencia, lo que no evitó diversas contradicciones y erratas
- recoge un orden de prelación de fuentes de gran importancia dado el caos legislativo
existente en el derecho indiano, con las siguientes prioridades:
• 1º La Recopilación.
• 2º Legislación dada a las Audiencias (cédulas, ordenanzas y provisiones)
dictadas con anterioridad a la Recopilación para Indias y no derogadas.
• 3º Leyes del Reino de Castilla como supletorias, en caso de laguna en los
bloques anteriores y guardando el orden de prelación de fuentes de las leyes
de Toro (que reproducían las del ordenamiento de Alcalá) incorporado a la
Nueva Recopilación.
21
La Recopilación de 1680, al igual que las anteriores, nació vieja: se seguían promulgando
leyes. Era necesario actualizarla, lo que se hizo de varias maneras:
- unos autores propusieron la elaboración de comentarios y notas que recogieran la
adiciones y concordaran y glosaran los textos. Ejemplos son los trabajos de Antonio
Palacios, como jurista dedicado a la práctica del derecho.
- otros intentaron una recopilación de las disposiciones posteriores a 1680. Como el
panameño José de Ayala y su Cedulario Indico.
- ante el fracaso de estos métodos, algunos juristas acometieron la elaboración de
colecciones privadas. Ejemplos de compilaciones de Derecho criollo son las
Ordenanzas peruanas impresas por Ballesteros, o la reedición de los Sumarios de
Aguiar en Méjico por Ventura Beleña.
En época de Carlos III, se encargó un nuevo Código de Leyes de Indias a Serrador y
Ansótegui. Su obra no llegó a buen fin, ni tampoco el Nuevo Código presentado a Carlos IV en
1792. En los convulsos años siguientes se interrumpe la labor. Finalizada la guerra de
independencia, Fernando VII reinicia los trabajos, pero la posterior supresión del Consejo de
Indias hizo fracasar definitivamente el proyecto.
22
Lección 5. Teoría y práctica de gobierno: Monarquía y Cortes en la Edad Moderna
1. Monarca y Estado.
a) El Estado Moderno en las monarquías europeas.
El estado de la Edad Moderna, con personalidad jurídica propia distinta del monarca (hasta el
S. XVIII en que se confunden), es un ente que orienta sus actuaciones al bien común. El poder
deriva de Dios y es depositado en los súbditos, pero la sociedad delega en un soberano: el
príncipe está sujeto al derecho positivo y al bien común. El Estado tiene por fin precisamente
lograr el bien común, mantener el orden interno, defender la nación, administrar justicia y
defender la fe. Queda reconocido el derecho de resistencia y la facultad de deponer al
soberano que se convierta en tirano.
Pero por otra parte el Rey personifica al Estado y se protege mediante símbolos, ritos y mitos:
no puede ser criticado -> de ahí que a menudo gobierne a través de persona interpuesta (el
valido).
Tras la publicación de El príncipe de Maquiavelo, se consolidan en Europa las monarquías
absolutas y nacionales: el príncipe debe hacer lo posible para mantenerse en el poder, aunque
opte por el mal -> la conveniencia política difiere de la moral -> el fin justifica los medios.
En España, junto al maquiavelismo, las posturas contrarias alcanzaron una difusión paralela: el
maquialvelismo desemboca en la tiranía -> el príncipe debe tener una conciencia moral que
limite su poder como única garantía para el súbdito. Por eso, en España se detectan
tendencias que aceptan a Maquiavelo pero intentándolo adaptar a la moral cristiana:
- El tacitismo (p.e. Álamos) aglutina a los discípulos de Maquiavelo que intentan
construir una ciencia política al margen de la ética, pero para no mentar a Maquiavelo
invocan a Tácito, filósofo precristiano.
- El causismo (p.e. Saavedra.): el príncipe debe ser educado sobre todo en Historia y
las Sagradas Escrituras.
b) Poder real y acceso al trono.
Doctrinas europeas sobre soberanía y absolutismo (EXAMEN)
En la España Moderna la forma de gobierno fue la Monarquía, con concentración progresiva
del poder hasta llegar a la monarquía absoluta de los Borbones; no obstante, la tendencia a
unificar los territorios, mediante la extensión de las instituciones de Castilla, potenció la
voluntad independentista y rebeliones de otros territorios.
Desde el matrimonio de los Reyes Católicos, la península se encuentra dividida en dos
Coronas: Castilla y Aragón, que mantendrán diferenciadas sus instituciones y su derecho. Con
Carlos V se alcanza la unidad dinástica, pero no territorial: el soberano lo es de cada territorio,
pero independientemente (los territorios conservan su personalidad jurídico-política); esto es,
jurídicamente los monarcas no son reyes de España, si no de cada uno de sus territorios y
reinos. De modo que los naturales de los distintos reinos se consideraban extranjeros entre sí,
aunque fueran súbditos de un mismo Rey.
La concepción bajo-medieval del poder real entendía que los reyes lo son por la gracia divina,
aunque se considera que reciben el poder del pueblo o del Papa; en la Edad Moderna, como
consecuencia a ese poder divino, no existía una limitación jurídica reconocida a dicho poder
- fue Bodino, en Los seis libros de la República (1576), quien sostuvo que el príncipe
no estaba obligado a cumplir el derecho positivo, sino que estaba por encima de las
leyes al ser el titular de la soberanía
- en el siglo XVII se consolidará la tesis del poder absoluto del príncipe frente al poder
limitado: los príncipes están facultados para usar de su potestad absoluta y no
someterse a las leyes civiles, aunque ello signifique un choque con el poder
estamental, que tratará de limitar el poder regio
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- la idea de que el príncipe está limitado por el Derecho es vencida por la idea de que
su poder es ilimitado al reforzarse la asunción de que la persona del príncipe es
sagrada y recibe el poder directamente de Dios [teoría descendente de Dios hacia el
rey], y no indirectamente [teoría ascendente del pueblo hacia el rey] como era en la
concepción bajo-medieval
- en esta situación, los juristas establecerán que el príncipe (a diferencia del tirano)
cumple la ley divina, el derecho natural y de gentes, y está limitado por la Constitución
política o leyes fundamentales del reino, que fundamentan el Estado y el propio poder
real
- se exige que cuando una disposición regia contradiga a la “constitución política o
leyes fundamentales del reino” ha de ir acompañada de una cláusula del tipo “ex certa
sciencia” (que significa que el rey es consciente que vulnera una ley anterior).
La concentración política en torno al Rey se consumó con los Borbones siguiendo el modelo
absolutista francés (identificación Rey-Estado, Decretos de Nueva planta que unifican y
castellanizan los distintos reinos); no obstante, la influencia de la Ilustración modificó los fines
del Estado: la monarquía había de procurar el desarrollo cultural y económico del país y con
ello el beneficio de los súbditos.
La sucesión a la corona: la Ley Sálica y la Pragmática Sanción (EXAMEN)
Según las normas de sucesión de Las Partidas, la monarquía era hereditaria. La corona
correspondía al primogénito o a sus hijos. A falta de hijos heredaban las hijas, y a falta de
descendientes, el pariente más próximo. La línea recta desplazaba a la colateral, el sexo
masculino al femenino y la mayor edad a la menor en igualdad de línea y sexo. Las Cortes
recibían el juramento del Rey y le juraban fidelidad. Desde 1338 el heredero ostentó el título de
Príncipe de Asturias.
En 1713, Felipe V promulgó la Ley Sálica, por la que las mujeres sólo podrían heredar el trono
de no haber herederos varones en la línea principal (hijos del rey, como en Las Partidas) o
lateral (hermanos y sobrinos del rey). De esta forma, pretendía evitar que los Habsburgo
recuperaran el trono a través de líneas dinásticas femeninas. Carlos IV (1789) quiso abolirla y
volver a las normas de sucesión de Las Partidas mediante una Pragmática Sanción (ya que
pretendía casar a su hija mayor con el heredero del reino de Portugal), pero al nacer un
heredero varón la ley no llegó a publicarse.
En marzo de 1830, Fernando VII de España tuvo un problema: no tenía hijos varones, sólo dos
hijas, Isabel (posteriormente conocida como Isabel II de España) y Luisa Fernanda de Borbón.
Fernando decidió publicar la Pragmática Sanción de su padre Carlos IV, para que su hija mayor
pudiera heredar el trono y ser proclamada reina tras su muerte, siguiendo la tradición de Las
Partidas. Esto perjudicó a su hermano, Carlos María Isidro de Borbón (heredero legítimo de la
corona según la ley sálica), de modo que sus partidarios presionaron a Fernando VII para que,
en 1832, cambiara de criterio y derogara la Pragmática. Sin embargo, Fernando, tras sufrir un
grave ataque de gota, mantuvo su postura y cuando murió el 29 de septiembre de 1833, Isabel
fue proclamada reina; pero debido a su minoría de edad, el reino quedó bajo la regencia de su
madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. El conflicto dinástico generaría las conocidas
como guerras civiles carlistas a lo largo del siglo XIX.
2. El poder real y su ejercicio.
a) Las limitaciones teóricas: tiranía y derecho de resistencia. (EXAMEN)
En los siglos XVI-XVIII se intenta limitar el poder real, en base a la existencia de unas
supuestas Leyes Fundamentales, normas básicas que se encuentran en la estructura del reino.
La difusión de las ideas de algunos pensadores Europeos fue fundamental:
• Bodino entendía que, pese al poder absoluto del príncipe, éste estaba obligado a
respetar cierto orden preestablecido (la propiedad privada y ciertas leyes estatales).
• En España, el Padre Mariana formula una teoría pactista: entendía que el poder
político residía en la república –reunión de estamentos-, quien había cedido parte del
24
poder al Rey, cuya soberanía estaba limitada al existir leyes fundamentales (sucesión a
la Corona, percepción de impuestos y respeto a la religión) que debía respetar.
Justificaba la rebelión y el tiranicidio en caso contrario.
Estas ideas fueron utilizadas por las instituciones y las clases superiores para conservar el
Derecho de cada reino:
• En Castilla, la cláusula “obedézcase, pero no se cumpla” intentaba que las
disposiciones reales contrarias al derecho, aún reconociéndose la soberanía del rey, no
se aplicasen. Pero tuvo poca eficacia por el poco peso legislativo de las Cortes (de
hecho ocurría lo contrario, muchas leyes de las Cortes eran revocadas por Pragmáticas
reales).
• En Navarra, además de la mencionada cláusula, aparecieron la sobrecarta y el
reparo de agravios. Conforme a la primera, todas las disposiciones reales que
afectaban a Navarra debían revisarse por el Consejo Real de Navarra para comprobar
si lesionaban el derecho del reino. En caso de contrafuero, las Cortes solicitaban el
reparo de agravios al rey.
• En Vascongadas, mediante el “Pase foral” se admitían o rechazaban las
disposiciones reales según fuesen o no contrarias a los privilegios, además de contar
con la cláusula “obedézcase, pero no se cumpla”.
• En Aragón, Navarra y Cataluña se recurrió a la limitación por el pacto rey/reino. En
Cataluña las disposiciones contrarias al derecho foral eran nulas de forma automática,
y la reparación de agravios se hacía en las Cortes como medida previa a la concesión
de cualquier impuesto. En Aragón el justicia mayor era juez de contrafueros, estando
facultado para juzgar los agravios tanto en Cortes como fuera de ellas.
b) La oposición en la práctica: movimientos políticos y sociales. (EXAMEN)
La fuerte tendencia hacia la concentración absolutista del poder provocó en ocasiones
resistencias y sublevaciones que consiguieron una moderación en la tendencia absolutista:
• La Revuelta de las Comunidades Castellanas (1520):
- Carlos I dejó España en manos del regente Adriano de Utrecht, lo que
propició un movimiento de repulsa ante la injerencia de ministros flamencos
que ocuparon los principales cargos en la Corte de Carlos I; para éstos, el
territorio español no era más que una fuente de ingresos destinados a
satisfacer la empresa imperial
- la desatención de las peticiones castellanas propiciaron las protestas de las
ciudades, que pedían que el Rey no saliera del reino, que no se sacase dinero
del territorio y que los cargos no fueran ocupados por extranjeros
- en 1520 se reunieron una especie de cortes (“la Junta Santa”) que declaró
nula la autoridad de Adriano
- los levantados eran burgueses; por el contrario, los nobles y el alto
clero se pusieron de parte del Rey a cambio de compensaciones
políticas por ello
- el emperador atendió algunas peticiones e incluyó a castellanos en el
gobierno, pero algunos levantados siguieron en el movimiento y fueron
sometidos (el sometimiento de los comuneros simbolizó el
sometimiento de Castilla al absolutismo monárquico)
- el motor del movimiento fue la protesta del clero, los caballeros, los hidalgos y
los labradores, contra los consejeros extranjeros; pero acabó siendo un choque
entre la ideología castellana (centrada en la política interior y en Indias) y la
real (basada en el imperio europeo)
- el resultado de la derrota de los comuneros fue la consolidación en Castilla
del absolutismo monárquico.
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• Las Germanías Valencianas:
- las Germanías nacieron en Valencia hacia 1519 por la oposición que existía
entre la burguesía urbana (que pretendía más poder municipal) y la nobleza
rural -> Valencia y Mallorca llegaron a separarse de la obediencia al rey
- la burguesía estaba armada para defenderse de las incursiones berberiscas,
y estructurada en gremios; muy pronto fue adoptando una organización militar
- la guerra se extendió por todo el país con gran ferocidad:
- los menestrales (gremios urbanos) se batieron con energía y
proclamaron una “guerra santa” contra la nobleza (que era apoyada por
las masas moriscas rurales)
- el odio secular entre la burguesía cristiana y los campesinos moriscos
impidió su unión contra la nobleza territorial y planteó la guerra como
un típico conflicto de clases
- vencidos los rebeldes en Oropesa y capturado su Caudillo, Vicente Peris, en
Valencia, y tomadas Játiva y Alzira el reino fue pacificado definitivamente
- en Mallorca la revuelta popular alcanzó una gran intensidad, y a diferencia de
lo ocurrido en Valencia, el campesinado se unió a los menestrales
- los “agermanats” mallorquines llegaron a controlar toda la isla y
establecieron un régimen igualitario, tras diezmar la nobleza
- a finales de 1522 una flota imperial procedió a restablecer el orden
anterior, y dio paso a una severísima represión.
• La Rebelión de las Alpujarras:
- tuvo lugar a raíz de la conversión forzosa de los moros: los moriscos se
bautizaron, pero continuaron realizando sus costumbres
- se levantaron por las malas situaciones económicas que padecían, motivadas
entre otras por malas cosechas, epidemias y desigualdad en el pago de
impuestos
- se trató de una revuelta social y religiosa con un trasfondo de crisis
económica
- al finalizar las hostilidades fueron redistribuidos por España, con lo que hubo
que repoblar Granada y la Serranía con asturianos, gallegos y castellanos.
Conflicto con Aragón: El Reinado de Felipe II supuso un reforzamiento del poder real, con
base en el alzamiento de Aragón:
- la negativa del Justicia Mayor de Aragón a entregar al Secretario de Felipe II (Antonio
Pérez) que se había refugiado en Aragón hizo que Felipe II acusara de hereje a Pérez
ante la Inquisición, único tribunal capaz de intervenir en Aragón
- el pueblo aragonés se puso de parte de Pérez, y Felipe II respondió decapitando al
Justicia mayor y convocando (1592) Cortes en Tarazona donde logró mayores
prerrogativas (entre otras la facultad del rey para nombrar y deponer al Justicia).
Conflicto con Cataluña: Con Felipe IV, la capacidad de Castilla para defender los intereses de
la monarquía en Europa y el resto del mundo había llegado al colapso:
- el conde-duque de Olivares trató de incorporar las ideas de reparto y uniformidad
fiscal en su idea de gobierno, lo cual supondría un recorte de los derechos forales del
resto de reinos y provincias; como contrapunto ofrecía repartir los dudosos beneficios
del Imperio, junto con sus cargas, hasta entonces reservados principalmente a la
Corona de Castilla
- en este estado de las cosas, Olivares, en el marco de la Guerra de los 30 años, elige
deliberadamente a Cataluña como frente para atacar a Francia
- un ejército de unos 9.000 soldados pasó el invierno en el frente catalán; la
falta de manutención se tradujo en excesos hacia la población que el virrey,
conde de Santa Coloma, se mostró incapaz de prevenir
- finalmente, la situación derivó en revuelta: el odio al virrey, a Olivares y a la
administración virreinal crecieron en el Principado azuzados premeditadamente
por las instituciones catalanas y un importante sector del clero
- los campesinos toman Barcelona y a ellos se unieron los segadores; fueron
asesinados el virrey, funcionarios y jueces reales
- la sublevación derivó en una revuelta de empobrecidos campesinos contra la
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nobleza y ricos catalanes de las ciudades, que también fueron atacados: la
oligarquía catalana se encontró, en medio de una auténtica revolución social,
entre la autoridad del rey y el radicalismo de sus súbditos más pobres
- conscientes de su incapacidad de reducir la revuelta y sus limitaciones para dirigir un
estado independiente, los gobernantes catalanes se aliaron con Francia
- Cataluña se encontró así siendo el campo de batalla de la guerra entre
Francia y España e, irónicamente, los catalanes padecieron la situación que
durante tantas décadas habían intentado evitar: sufragar el pago de un ejército
y ceder parcialmente su administración a un poder extranjero, en este caso el
francés
- conocedor del descontento de la población catalana por la ocupación
francesa, Felipe IV consideró que era el momento de atacar; el ejército francocatalán acabó rindiéndose y se reconoció a Felipe IV como soberano y a Juan
de Austria como virrey en Cataluña, si bien Francia conservó el control del
Rosellón
- Felipe IV por su parte firmó respectar las leyes y fueros catalanes.
Conflicto en Madrid: Con Carlos III, ya en el siglo XVIII se produjo el motín de Esquilache,
motivado por la prohibición de usar capa larga y sombrero de ala ancha (para evitar impunidad
en los crímenes), unido al rechazo de una política reformista de Esquilache (que era extranjero)
y por la carestía del pan
- se quemaron las pertenencias del ministro, se acudió a Palacio y se exigió al Rey
desterrarlo, suprimir su bando y fijar el precio de los bienes de primera necesidad
- para algunos el motín fue dirigido por privilegiados (jesuitas o clases elevadas), para
otros fue un alboroto espontáneo, y para otros hubo una mezcla de factores: carestía,
xenofobia, participación de jesuitas o incluso intrigas políticas.
c) Los grupos políticos y sus intereses.
Desde Carlos V existieron grupos de presión política, de carácter a veces nacional (el grupo
flamenco frente al castellano), a veces estamental, a veces orientadores de una forma de
actuación (belicistas frente a diplomáticos), a veces en pro de alguna potencia extranjera.
Con Felipe II hubo un posicionamiento en torno a dos partidos: el del Príncipe de Éboli
(partidario de la diplomacia) y el del Duque de Alba (con una postura belicista).
Durante el reinado de Carlos II, su hermano bastardo –Juan José de Austria- lideró la oposición
al gobierno del padre Nithard (que era el valido de la regente Doña Mariana). El valido intentó
alejar al hermanastro de la Corte, pero éste se refugió en Cataluña y desde allí acabó
consiguiendo que el religioso fuera expulsado de la Corte y acabara marchando a Roma. Se
considera el primer golpe de estado de la España moderna, producido desde la periferia.
Con Fernando VI las luchas partidistas tuvieron lugar entre Zenón de Soldevilla – Marqués de
la Ensenada, presuntuoso y amigo del lujo- y José de Carvajal y Lancaster – austero y
desaliñado-. Ambos eran competentes trabajadores, pero surgieron entre ellos diferencias
políticas y profesionales.
Con Carlos III luchan por el poder el partido aragonés –organizado en torno al Conde de
Aranda, que pretendía el restablecimiento de la monarquía pactada- y el golilla – encabezado
por el marques de Grimaldi, Floridablanca y Campomanes, contrarios a la descentralización-.
d) Poder real y poder señorial.
El poder señorial no desapareció con la unificación territorial de la monarquía de los Reyes
Católicos. Tan solo en el siglo XVIII se hicieron intentos serios de reducir los señoríos
existentes.
En el XVI y XVII incluso se incrementó, consolidándose el régimen señorial. En Cataluña y
Valencia se consolidan las prácticas enfitéuticas que extienden la propiedad señorial y
contribuyen a que los nobles conservaron facultades como la jurisdicción penal, recibir parte de
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la cosecha y la percepción de ciertas prestaciones. La riqueza nobiliaria se basa en la
propiedad de esos señoríos, en los que los nobles detentan facultades jurisdiccionales y
administran el territorio; esto es, la justicia real se fue afianzando con lentitud en estos
territorios.
La relación del poder señorial con el poder real ha sido vista de distintas formas:
- para Clavero, la existencia del poder señorial implica la inexistencia del Estado
- para Valdeón, el régimen feudal persistió durante la Edad Moderna, y en él se apoyó
la monarquía (Feudalismo centralizado)
- para Maravall coexistieron un estado absoluto con señoríos (estado señorial
absolutista)
- para González Alonso coexisten la soberanía real y las facultades jurisdiccionales
señoriales, con el Rey como última instancia. Las facultades señoriales, sí constituyen
grupos de presión a la Corona.
En la Edad Media el poder real se consolida frente a las luchas señoriales como ente
pacificador, y en la Moderna la nobleza no tiene más remedio que relegar el uso de la fuerza y
acudir a pactos para debilitar a la monarquía, y en otras ocasiones formarse (sobre todo en
Derecho) para lograr los puestos institucionales. Las clases altas controlan el poder, pero el
Estado será personificado por el soberano.
La nobleza moderna continúa con un carácter señorial basado en las grandes posesiones
agrarias, y logra modernizarse y sobrevivir gracias a la incorporación de nuevos elementos –los
hidalgos- y el acceso al control municipal. Ocuparán grandes puestos de la administración,
Universidades, presidencias de los consejos, embajadas, etc...
e) La delegación de poder regio: Privados y Validos. (EXAMEN)
El Monarca en ocasiones se vio obligado a delegar el poder en el Virrey y a menudo se rodeó
de personas de confianza para que le ayuden y orienten. Especialmente en el caso de
monarcas débiles de carácter e inexpertos. Surge la persona del valido o privado que gobierna
en nombre del monarca, precedente del primer ministro, existente desde la Baja Edad Media y
esencial en la historia institucional de los S XV-XVIII al no ser figura funcionarial pero absorber
competencias de algunos funcionarios y órganos. Se trata de una institución irregular, no legal,
que contradice la inalienabilidad de la soberanía del rey.
Fue durante el reinado de los Austrias Menores (Felipe III y IV y Carlos II) cuando más
proliferaron, llegando a tener un control total del gobierno. La característica general del valido
era un amigo íntimo del monarca en el que el rey depositaba toda su confianza para que
asumiera los asuntos del gobierno, bien por la ineptitud regia, bien por la complejidad
administrativa del extenso territorio que era necesario administrar.
El primer valido fue el Duque de Lerma que recibió de forma arbitraria la orden verbal de Felipe
III de firmar los papeles en su nombre; luego, una Real Cédula confirmó sus poderes
(ordenando a los Consejos el cumplimiento de las órdenes dadas por él). Destaca
posteriormente la labor del Conde Duque de Olivares con Felipe IV. Por su parte, dada la
minoría de edad de Carlos II, durante la regencia de su madre será valido el padre Nithard,
cuya caída se producirá por los esfuerzos de Juan José de Austria, hermano bastardo del rey.
La necesidad de un valido se explica por la complejidad del trabajo administrativo y burocrático
de la época, así como de la necesidad de un centro de decisión (los validos eran el elemento
unificador y centralizador de las decisiones). La teoría política de la época se preocupó de
establecer unas limitaciones de actuación de estos personajes. Las críticas al valido servían en
cierto sentido para salvaguardar a la propia monarquía.
28
3. Las Cortes.
a) El declive de las asambleas representativas en Europa.
Desde la Edad Media las asambleas representativas habían sufrido un fuerte declive en
Europa:
- en Francia no se convocaban Estados Generales desde 1484, y volvieron a ser
convocados en 1560 ante la grave crisis económica y religiosa (y ello a pesar de los
partidarios del absolutismo que veían en la medida una limitación al poder real). Los
estados que acudieron anteponían la colaboración económica necesitada por el
monarca a que éste atendiera sus propias decisiones, por lo que la convocatoria fue un
fracaso. Hasta 1576 no volvieron a ser convocados.
- en los Países Bajos, tanto los Estados Generales, como los provinciales pronto
asumieron la condición de defensores de los agravios realizados, anteponiéndolos a la
concesión de subsidios por lo que solo se acudía a los mismos en casos extremos.
- en Inglaterra la situación era distinta, pues la soberanía se encontraba dividida entre
el Parlamento y el Rey. Hubo tensiones, en reinados como los de la reina Isabel debido
a las difíciles circunstancias políticas. En cualquier caso, al no estar tan necesitada la
monarquía de recaudar fondos era mas factible un cierto consenso entre el Parlamento
y la Monarquía.
- Manuel Filiberto, Duque de Saboya prescindió de las solicitudes de subsidios en el
Piamonte y acudió directamente al establecimiento de impuestos.
Los monarcas no estaban obligados a convocar las asambleas y hubieran prescindido de ellas
de no ser por la propaganda y legitimidad moral que suponían para la monarquía al implicar a
los súbditos en los problemas del Estado. En ocasiones, se convirtieron en tribunas de opinión
de los disidentes religiosos, siendo también fuente de conflictos.
b) Las Cortes con los Austrias.
Castilla
Perdieron su fuerza tras las Comunidades. Fueron abandonadas desde 1538 por prelados y
nobles (éstos se negaron a conceder la sisa en impuestos sobre el consumo); sólo asistieron
los representantes de las ciudades, lo que interesaba el Rey pues eran los que pagaban los
impuestos.
Nobles y alto clero no asistieron a las cortes, y el número de ciudades convocadas disminuyó
hasta sólo 18, por la voluntad real de limitar la representación del reino y porque para las
ciudades era gravoso y además suponía a menudo enfrentamientos entre ellas. Algunas
ciudades intentaron acceder a Cortes para evitar que otras ostentaran su representación, lo
que fue aprovechado por el rey para vender el derecho de voto de unas u otras ciudades,
mediante la práctica de comprar votos a Hacienda, sin que las Cortes pudieran evitarlo.
El Rey determinaba cuándo se celebraban las Cortes: se fueron distanciando cada vez más en
el tiempo, el rey dejó de presidirlas y su lugar lo ocupó el Presidente del Consejo de Castilla.
Esto es, las Cortes castellanas están en decadencia porque están sometidas al poder real,
siendo solo competentes para conceder subsidios, jurar al rey y al príncipe heredero, y hacer
alguna petición; en definitiva, se transformaron en un órgano fundamentalmente fiscal, sin
poder político relevante (de hecho, los nobles y el alto clero, que eran quienes tenían el poder y
gobernaban, no asistían a las Cortes).
Aragón
Nobleza y clero en Cataluña y Valencia sólo representaron los intereses de sus respectivos
estamentos. El número de ciudades asistentes aumentó con el tiempo. Hubo convocatorias de
los reinos por separado y de todos los reinos juntos (Cortes Generales). También aquí las
reuniones se fueron distanciando: en el XVI tuvieron lugar cada siete u ocho años. La regla de
la unanimidad, tras los sucesos de Antonio Pérez y Felipe II (1592) fue sustituida por la de la
mayoría.
29
Navarra
Anexionada a Castilla en 1512 conservando sus Cortes, éstas eran convocadas por el Virrey
como representante del monarca, y el número de ciudades representadas aumentó mucho.
Clero y nobleza estuvieron presentes. Llevaron a cabo una actividad legislativa importante,
destacando las denuncias y reparos de agravios y contrafueros, subordinando la concesión de
servicios a la reparación de aquellos. Constituyeron un potente instrumento a favor de las
libertades del territorio en contra de las discrecionalidades del rey. La periodicidad de sus
convocatorias fue muy variable, con tendencia a distanciarse (2-3 años en el XVI, 3 en el XVII,
10 en el XVIII).
Congresos de ciudades en Indias
No hubo Cortes en Indias, ni hubo representación de las mismas en las Cortes de la corona
castellana. Algunas ciudades constituyeron juntas para resolver sus problemas y necesidades,
tomar acuerdos y centralizar sus peticiones al Rey, y fueron finalmente reglamentadas en 1530,
1550 y 1593. En algunas ocasiones, las reuniones de varias poblaciones lograron evitar la
aplicación de disposiciones inadecuadas emanadas de la metrópoli.
Para obtener representatividad, México envío (1528) a España un regidor para solicitar voto en
las Cortes Castellanas: recibió evasivas y, al mismo tiempo, admisión de que se constituyeran
Congresos en Nueva España, con México como primera ciudad, previa autorización del
monarca. Tal autorización también se concedió a Nueva Castilla y Cuzco. Sin embargo la
práctica no se generalizó y no hay datos del alcance en Indias de estas medidas.
c) Las Cortes en el siglo XVIII. (EXAMEN)
Por los Decretos de Nueva Planta se suprimieron las Cortes de Aragón y se formaron las
Cortes Nacionales en Madrid, que solo se reunieron en cinco ocasiones bajo presidencia del
Presidente del Consejo de Castilla (Navarra conservó sus Cortes).
Sólo intervenían algunos procuradores, y más que Cortes mixtas castellano-aragonesas, fueron
Cortes castellanas a las que se permitió asistir a ciertos procuradores del resto de territorios.
Además, se redujeron sus competencias, limitándose a intervenir en la designación y juramento
del monarca y heredero, en la modificación del orden de sucesión y en la votación de servicios
y peticiones, dejando de plantearse agravios. Los procedimientos fueron los castellanos, las
Cortes se limitaban a ratificar las decisiones reales, a la vez que lo acordado en ellas debía
recibir sanción real.
d) La Diputación de Cortes: las nuevas Diputaciones.
La Diputación de Cortes es el elemento más característico de este periodo:
- en Cataluña tuvo su origen en la Diputació del General o de la Generalitat (órgano
permanente que actuaba entre unas cortes y las siguientes)
- convertida desde el siglo XV en órgano político que actuaba frente al Rey,
velaba por el cumplimiento de las leyes, convocaba a los estamentos y
movilizaba en armas al reino
- el intervencionismo real fue creciente, con el objetivo de reducir el poder de
las oligarquías catalanas: se acabó imponiendo un grupo de nombres para que
los diputados fueran elegidos entre ellos por insaculación [por sorteo]
- con todo, la Generalitat conservó cierto poder político al ser la institución
representante del reino ante el monarca
- en Aragón y Valencia se crearon diputaciones del reino similares (1412, 1419)
- la valenciana llegó a tener jurisdicción para las cuestiones de que se ocupaba
(en particular aspectos fiscales), pero también fue controlada por el Rey
(insaculación)
- la aragonesa, que poseía un fuerte contingente armado destinado a mantener
el orden y que podía proceder contra los representantes del rey que atentasen
contra las libertades del reino, perdió mucha personalidad política a raíz de los
sucesos de Antonio Pérez y las Cortes de Tarazona subsiguientes de 1592
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- en Navarra apareció en el siglo XV pero no se organizó permanentemente hasta
1576, formada por pocos diputados (5-7: un eclesiástico, dos nobles, cuatro del brazo
popular)
- comprobó el cumplimiento de las leyes, denunció contrafueros y dio el pase
foral a las disposiciones reales
- en Castilla apareció en las Cortes de Toledo (1525), con menor peso que en el resto
de territorios porque se encargaba exclusivamente de aspectos fiscales, hasta que en
el siglo XVII fue absorbida por la Comisión o Cámara de Millones; la Diputación nunca
tuvo el poder político que tenía en otros territorios.
31
Lección 6. Consejeros del rey y práctica consultiva
1. Caracteres generales: el oficio público.
a) Oficio público y burocracia.
En la Edad Moderna se consolidan los oficiales como expertos formados específicamente para
su labor, y también la práctica de la venta de oficios (sobre todo en Castilla); los tipos de
oficios, pueden clasificarse en función de esta posible venta:
• Los de poder: aunque no eran los mejor remunerados, eran los más apetecibles por
implicar poder: regidor, alguacil, alférez... se generalizó la práctica de que los oficiales
renunciaran para así transmitir el oficio a herederos o terceros. A finales del XVI la
propia Monarquía vendía los oficios.
• Los de pluma: normalmente secretarios y escribanos.
• Los de dinero: contadores, depositarios, receptores... dependientes de Hacienda:
apetecibles por llevar consigo la percepción de tasas y porcentajes de rentas.
El clero y la nobleza acapararon oficios para luego venderlos; por otra parte, los oficios
municipales permitían el acceso a la baja nobleza y al patriciado urbano. La Corona convirtió el
oficio de ser una merced en ser una renta importante para la Hacienda real. Asistimos a una
privatización de los oficios públicos no regulada en leyes, en ocasiones los pagos se hacían
como “donaciones” a las arcas reales.
La monarquía sin embargo se opuso a la venta de oficios que implicaran la jurisdicción real, por
lo que los más importantes no llegaron a venderse (corregidor, oidor, consejero). A finales del
XVII, la corona inició una política de recuperación oficios devolviendo al último propietario el
precio inicial pagado a Hacienda, sin embargo en ocasiones volvieron a revenderse.
b) El control de la gestión: pesquisas, visitas y juicio de residencia. (EXAMEN)
Los mecanismos de control del oficio público eran:
• Pesquisas y visitas: se producen durante el ejercicio del cargo
◦ Pesquisa: un juez o una comisión investigan sobre un asunto concreto;
cabían pesquisas para abusos de autoridad, malversaciones de caudales,
abandono, desobediencia... Las penas iban del despido al destierro o la
muerte.
◦ La visita, la forma más utilizada, servía para fiscalizar a oficiales o a
organismos enteros, con plenos poderes para el juez visitador. Hubo visitas
ordinarias o periódicas y extraordinarias (éstas, ante irregularidades o
denuncias).
• Juicio de residencia: el control se realiza una vez finalizado el desempeño del cargo.
La pesquisa no se distinguió claramente de la visita:
• Hay autores que consideran que la visita era un procedimiento más amplio que la
pesquisa (esta pesquisa estaba limitada a la denuncia de particulares)
• La visita afectaría a cuestiones civiles y administrativas, y la pesquisa afectaba a
cuestiones criminales
• La visita se realizaba a organismos, la pesquisa a oficiales (y su tramitación suponía
la suspensión en el desempeño del oficio).
Todos estos mecanismos fueron trasladados al derecho indiano, donde la autoridad se veía
disminuida por la lejanía:
- la pesquisa podía ser realizada por un juez nombrado por el virrey o el gobernador, o
bien dirigida desde la metrópoli, como la dirigida por Juan de Ovando, por encargo de
Felipe II, para averiguar las causas del fracaso del Consejo de Indias
- el juicio de residencia también se extrapoló al derecho indiano, figura utilizada con
asiduidad; los jueces eran nombrados por el Consejo de Indias, ante el que cabía
revisión de sentencias.
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2. La administración central (siglos XVI y XVII): el régimen de Consejos.
En el Estado Moderno sólo el Príncipe es soberano, de ahí que los órganos de gobierno no
están dotados de normas de actuación preestablecidas, sino que pueden ser transformadas
por el príncipe a voluntad según sus necesidades y fluctuaciones de gobierno. Se configuran
como un ente auxiliar del monarca en la vida política y jurídica.
Pero partiendo de los Consejos de Castilla, Aragón y Navarra, se irán desgajando otros
Consejos según se va complicando la administración:
- el punto de partida son las Cortes de Toledo de 1480, que deslindó la política exterior
(vinculada al Consejo de Estado), la justicia (Consejo de Castilla), las cuestiones
aragonesas (Consejo de Aragón) y la Hacienda (Consejo de Hacienda)
- estos Consejos tenían funciones consultivas, pero con el tiempo asumieron
competencias judiciales, legislativas y administrativas
- su organización fue similar:
• sede en la corte, aunque tuvieran poder sobre otros territorios
• dependencia directa del Rey
• dirección por un gobernador o presidente (salvo los de Estado y Guerra
dirigidos por el Rey)
• consejeros togados (letrados) y de capa y espada (nobles), con progresivo
desplazamiento de los segundos por los primeros
• número de consejeros variable, con fiscales, escribanos, relatores, tesoreros,
porteros, aguaciles, etc...
El sistema de administración por consejos se llamó régimen polisinodial, que informaban al rey
por medio de una “consulta”, sobre la que el rey decidía mediante un “decreto marginal”.
a) Consejos con competencia en toda la Monarquía. (EXAMEN)
El Consejo de Estado asesoró al Rey en grandes cuestiones de Estado:
- sus orígenes están en un memorial elevado en 1521 a Carlos V recomendándole la
creación de un Consejo que estuviera sobre los demás y que en un principio fue
constituido por funcionarios flamencos. Perdió peso con los Borbones, siendo sustituido
por la Junta Suprema de Estado y luego restablecido en 1792.
- no tuvo competencias regladas ya que dependía de lo que el rey considerara
oportuno someterle
- estaba presidido por el Rey y compuesto por un número indeterminado de consejeros
- trataba temas como la guerra y la paz, conquistas, casamientos, correspondencias
con embajadores, asuntos graves...
- de carácter consultivo (sin competencias judiciales), sus consultas eran conocidas
solo por el rey, sin traslado al resto de Consejos.
El Consejo de Guerra se creó en 1586; cuando en las reuniones empiezan a participar
expertos militares:
- fue competente sobre aspectos de guerra, construcción de armas, galeras, fronteras,
presidios, fortalezas, etc
- también tuvo competencias jurisdiccionales: juicios a los aforados militares,
contrabando, apresamientos marítimos en tiempos de guerra, etc
- estuvo formado por seis consejeros expertos en defensa, con dos secretarías: de mar
y de tierra.
El Consejo de Inquisición era el tribunal de última instancia de las sentencias de los
tribunales inquisitoriales:
- fue la máxima autoridad en materia de fe, si bien sometido al inquisidor general que
era su presidente, y además encargado de proveer las plazas de los tribunales
provinciales
- su regulación estaba minuciosamente establecida, y estaba formado por cinco
consejeros preferentemente juristas, un fiscal y dos asesores.
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b) Consejos de gobierno de los diversos territorios.
El Consejo Real de Castilla, reordenado por Isabel la Católica en las Cortes de Toledo de
1480 y posteriormente, en 1598, por Felipe II:
- su presidente era la primera figura de la monarquía después del Rey, que también
presidía los Consejos de Cámara y Órdenes y las Cortes de Castilla cuando eran
convocadas
- sus consejeros (cuyo número fue variable) formaban parte de otros consejos, por lo
que el Consejo tenía gran importancia
- tuvo competencias consultivas, gubernativas, judiciales (era el supremo órgano
judicial), legislativas... su competencia territorial se extendía a Castilla, supervisando y
controlando a las demás autoridades
- su reglamentación básica fueron las Ordenanzas de 1598 (Felipe II), y
estructuralmente se dividió en salas: una de gobierno y tres de justicia
- las competencias de la Sala de Gobierno eran muy amplias en el gobierno del
territorio castellano: Iglesias, Universidades, economía, política interior,
competencias, ejecución de políticas acordadas, etc
- las salas de justicia eran: Sala de Mil y Quinientas (pleitos en segunda
suplicación previo depósito de 1.500 doblas), Sala de Justicia (bulas,
pesquisas, visitas, procedimientos penales), Sala de Provincias (apelaciones
de alcaldes, tenientes, corregidores en procedimientos civiles)
- el Consejo también actuó de forma plenaria (la llamada Consulta de los viernes)
donde se trataban las cuestiones más importantes con el rey, en particular asuntos
legislativos
- por su parte, la Sala de Alcaldes de Casa y Corte, formó la llamada sala quinta del
Consejo, con competencia en la corte y cinco leguas a la redonda en jurisdicción penal
superior.
El Consejo de Indias surgió del Consejo de Castilla en 1523 cuando los asuntos americanos
empiezan a alcanzar tal volumen que se hace imposible tratarlos junto con otros:
- estuvo formado por juristas mayoritariamente procedentes de otros consejos: cuatro
consejeros, dos secretarios, un fiscal, un relator, un oficial de cuentas y un portero (el
número de consejeros se incrementó con el tiempo)
- su primera regulación data de 1571 (Juan de Ovando)
- se dividía en tres salas o cámaras, dos de gobierno y una de justicia, y tenían las
competencias del Consejo de Castilla pero para las Indias (y además, el comercio, la
navegación y el tránsito hacia las Indias)
- a finales del XVI se forman la Junta de Hacienda y Junta de Guerra de Indias,
encargadas de las actividades correspondientes.
El Consejo de Aragón se institucionalizó con Fernando el Católico (1494), sobre la tradición
del Consejo Real Aragonés:
- el Consejo se consolidó (1543) con las Ordenanzas de Palamós
- equivalente al Consejo de Castilla, aunque con menos importancia, conoció de todos
los asuntos de la Corona de Aragón (gobierno, hacienda, oficios, gracia) y actuó como
tribunal supremo de Valencia, Mallorca y Cerdeña
- estuvo formado por un presidente –vicecanciller de la Corona, jurista prestigioso
aragonés hasta 1622, sustituido luego por castellanos- y cinco regentes, además de
dos miembros por cada territorio de la Corona (Aragón, Cataluña, Valencia), un
tesorero, un protonotario, un fiscal, cuatro secretarios...
El Consejo de Italia (1555) recibió una planta en 1559 idéntica a la del de Aragón, siendo
competente en Sicilia, Nápoles, Milán (salvo en cuestiones de Estado, guerra y alta justicia).
Estuvo compuesto por seis regentes (dos de cada territorio) y un (luego tres) secretario.
El Consejo de Flandes fue creado en 1558 por Felipe II, pero a su muerte se trasladó a
Flandes, constando de dos consejeros (Países Bajos y Franco Condado). Fue reorganizado
por Felipe IV (1628) y se perdió con el territorio en 1720.
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El Consejo de Portugal se creó en las Cortes de Tomar de 1582, y se compuso de un
presidente, cuatro consejeros y dos secretarios que supieron de aspectos políticos,
administrativos y judiciales, siendo competente en la ejecución de los asuntos de guerra. Felipe
III (1611) lo sustituyó por una Junta de Gobierno. Felipe IV (1658) lo restableció en un intento
de recuperar el territorio. Fue suprimido en 1665.
c) Otros Consejos. (EXAMEN)
El Consejo Real de Navarra conoció asuntos de Navarra, de los que fue tribunal supremo, no
estando subordinado al Rey
- asesoraba al Virrey en la gobernación de Navarra, y tenía facultad legislativa para dar
autos acordados de acuerdo con el Virrey
- estaba formado por un presidente y seis consejeros.
El Consejo de Cámara de Castilla se encargaba de asuntos atendidos directamente por el
Rey (mercedes, indultos, nombramiento de oficiales...):
- por “asuntos de cámara” se entendían ciertas cuestiones, que se resolvían sin dar
audiencia al interesado, normalmente asuntos de gracia y merced (nombramientos)
que el rey trataba en su cámara con un reducido número de consejeros de su
confianza
- estuvo formado por el presidente del Consejo de Castilla y tres o cuatro consejeros, y
tres secretarías, la de plazas de justicia (para provisión de oficios jurisdiccionales), la
de patronato real (provisión de oficios eclesiásticos) y la de gracia (para otros oficios,
así como para indultos y perdones).
El Consejo de Cámara de Indias (1600) se desgajó del de Indias, se suprimió en 1608 y se
restableció en 1644, y tuvo los mismos fines que el de Castilla (proponer al rey los
nombramientos y los oficios de Indias, y despachar todo lo relacionado con gracias y privilegios
reales).
Consejos de Administración preferentemente castellana:
◦ El Consejo de Órdenes fue creado por los Reyes Católicos para administrar los
maestrazgos de las órdenes militares tras su incorporación a la Corona de Castilla, e
intervino en asuntos de gracia y patronato y en las concesiones de hábitos. Estuvo
formado por un presidente y cuatro consejeros, estando integrado por dos salas: la de
gobierno y la de justicia.
◦ El Consejo de Cruzada se creó (1534) para administrar y recaudar las llamadas “tres
gracias”: Bula de cruzada (gracias espirituales concedidas por el Papa a los que
colaboraban personal o monetariamente con las cruzadas), Subsidio (contribución
permanente de las diócesis) y el Excusado (impuesto pagado por la Iglesia a la
Hacienda igual al mayor diezmo de cada parroquia). Tuvo jurisdicción especial y
exclusiva en todos los temas relacionados con la bula.
◦ El Consejo de Hacienda (1523, Corona de Castilla) sustituyó a las Contadurías de
Hacienda y de Cuentas. Objeto de varias reformas, las Ordenanzas de Felipe III (1602)
lo modificaron, y en 1658 Felipe IV integró en el Consejo la Comisión de Millones.
También tuvo funciones jurisdiccionales: entendió judicialmente de litigios de
operaciones de la tesorería general y de los litigios del Consejo. Tuvo tres tribunales: el
de oidores (pleitos sobre rentas), la contaduría mayor de cuentas, y el tribunal de
millones.
3. Los Secretarios del rey.
a) Los Secretarios de Estado.
El proceso de especialización de los Secretarios, iniciado con los Reyes Católicos, se detiene
con Carlos V, y la dirección efectiva de la Secretaría queda en manos del Gran Canciller de los
Países Bajos, que extiende su competencia a todos los dominios del rey, y bajo cuya dirección
trabajaban los Secretarios del rey. Pero la Gran Cancillería desaparece en 1530.
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Cada Consejo tenía su Secretario, pero pronto empieza a destacar el Secretario del Consejo
de Estado (dado que este Consejo no tenia Presidente al serlo el Rey):
- cuando Carlos V dejó de asistir al Consejo de Estado, el Secretario del Consejo
comenzó a actuar de puente entre el Consejo y el Rey
- el Secretario del Consejo de Estado fue la persona más importante del entorno real
(y la persona de la máxima confianza del rey): transmitía al Consejo los temas que el
rey quería debatir e informaba a éste de las deliberaciones de Consejo
- su influencia fue muy importante hasta que, con Felipe III y el Duque de
Lerma, apareció la figura del Valido (que pasa a ser la persona de máxima
confianza del rey) .
La actividad del Secretario de Estado tenía tres facetas:
• La consulta verbal o despacho a boca con el rey.
• Despacho verbal pero haciendo una relación del acuerdo por escrito.
• Despacho escrito: el Secretario envía las consultas y las recibe resueltas por el
monarca; este era el procedimiento más habitual, y las consultas al rey adquirían forma
de epístola cuando el rey se ausentaba.
Felipe II en 1567 separó las competencias de la Secretaría de Estado en dos: para los asuntos
del Norte y los asuntos de Italia:
- el Secretario de Estado despachaba con el Rey y estaba al frente de la dirección del
Consejo de Estado
- al aparecer los Validos, acaparan el despacho directo con el rey (que suele ser la
única persona que puede acceder al monarca)
- el Secretario de Estado seguirá siéndolo también del Consejo de Estado, pero
quien acaba dirigiendo en realidad el Consejo de Estado es el valido.
b) Los Secretarios privados y el Secretario de Despacho Universal. (EXAMEN)
Junto a las Secretarías de Estado, se encontraban la Secretaría privada real, que se encargaba
de su correspondencia, y su influencia dependió de la preponderancia del Secretario de
Estado: cuando esta figura retrocede, resurge el Secretario privado actuando cerca del rey.
Hubo muchos tipos de secretarios privados del Rey ya que el título daba cabida a cualquier
función:
- su número aumentó con el tiempo por la mayor complejidad del aparato administrativo
- los oficios se transmitieron dentro de las mismas familias, existiendo linajes de
secretarios
- los secretarios privados eran entidades interpuestas entre el rey y los Consejos,
actuando en muchas ocasiones como portavoces del rey, llegando incluso a emitir
órdenes a los Secretarios de los Consejos o asistir a las reuniones de algunos de ellos.
El despacho directo con el rey queda reservado en el siglo XVII al Valido (y el Secretario de
Estado pasa a ser secretario del Consejo de Estado, pasando los validos a controlar el Consejo
de Estado), desapareciendo el secretario privado (que despachaba los papeles)
- el despacho de papeles se dejó a un tercero: el Secretario del Despacho Universal,
figura creada por Felipe IV para quitar trabajo administrativo al Valido (que por ser de
linaje noble, se consideraba que no debía dedicarse a estas tareas); universal
significaba que el Secretario podía despachar todo tipo de cuestiones
- el Secretario de Despacho Universal (que solía haber ocupado previamente la
Secretaría de Estado) centralizó la documentación procedente de los Consejos
(despectivamente fueron llamados plumillas y covachuelistas)
- fueron figuras que pasaron desapercibidas políticamente, pero cargaron con el peso
de la Administración.
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4. La influencia de la Francia borbónica en el régimen ministerial.
a) Las Secretarías de Estado y del Despacho. (EXAMEN)
“Secretario de Estado y del Despacho” fue el nombre que adquirió con los Borbones el
Secretario del Despacho Universal:
- al caer el sistema de Validos vieron revalorizadas sus funciones, ya que Felipe V
(primer borbón) pretende dotar de una nueva planta a la Administración y estos
personajes se configuran como los que mejor conocen el funcionamiento de la
Administración y el gobierno, por lo que Felipe V acude a ellos
- Felipe V estructura la Secretaría del Despacho en dos departamentos: guerra y
hacienda por un lado, y otro departamento encargado de “todo lo demás”
- los Secretarios (que pierden la calificación de Universal) pasan a tratar directamente
con el rey ante el debilitamiento del Consejo de Estado
- los Consejos van quedando bajo la autoridad de los Secretarios, y en 1714 se
establecieron cuatro Secretarías (Estado, Asuntos Eclesiásticos y Justicia, Guerra y
Marina, e Indias) y poco después una quinta Secretaría de Hacienda
- los Secretarios pasan a integrar un Consejo de Gabinete
- con posterioridad las Secretarías de Despacho pasan a llamarse Secretarías de
Estado y del Despacho (llamándose a la de Estado, Primera Secretaría)
- los Secretarios de Estado y del Despacho eran hombres muy preparados que
fueron absorbiendo funciones de los Consejos, llegando a tener reservado el
nombre Ministros (nombre que en principio se aplicaba a cualquiera que
perteneciese al Consejo).
A lo largo del siglo XVIII se produjeron múltiples reestructuraciones de las Secretarías (porque
no se sabía muy bien como tratar los asuntos de Indias): finalmente, en 1790 había cinco
Secretarías (Estado, Guerra, Marina, Justicia y Hacienda) y todas tenían competencias en las
Indias.
Los Secretarios de Estado y del Despacho convivieron con los Consejos, pero les sustrajeron
competencias debido a la denominada “vía reservada”:
- la “vía reservada” suponía la existencia de asuntos de los que solo podía entender el
monarca (y que en la práctica eran gestionados por los Secretarios, sustrayéndose al
cauce ordinario de los Consejos).
b) Los orígenes del Consejo de Ministros: la Junta Suprema de Estado. (EXAMEN)
Con Felipe V comenzaron los Secretarios del Despacho a formar un Consejo de Gabinete para
coordinar a los distintos Secretarios; más adelante, Carlos III (y Floridablanca) creó la Junta
Suprema de Estado (que reunía a Secretarios de Estado y del Despacho, presidía el primer
Secretario de Estado:
- la Junta Suprema de Estado supuso la suspensión de las actividades del Consejo de
Estado y fue el precedente del Consejo de Ministros
- se reunía semanalmente para que, colegiadamente, los Secretarios pudiesen
deliberar y tomar decisiones
- se resolvían, entre otras, cuestiones de competencias surgidas entre los
distintos órganos de la monarquía.
La caída de Floridablanca en 1792 supuso la supresión de la Junta Suprema y se restableció el
Consejo de Estado.
c) Persistencia y ocaso del régimen de Consejos. (EXAMEN)
En el siglo XVIII se perdieron los territorios italianos y flamencos, lo que repercutió en un mayor
control del monarca sobre los restantes territorios. Además, la Administración se vertebra en
torno a las Secretarías de Estado y del Despacho (que coexisten con los Consejos).
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Felipe V sustituyó al Consejo de Estado por el Consejo de Gabinete (en el que se reunían,
convocadas de forma no regular, personas de la confianza del rey para ayudarle con los
asuntos de gobierno); no obstante, el Consejo de Estado no se suprimió (pero ya no se reunía
y era solamente una institución honorífica)
- posteriormente, el Consejo de Gabinete fue relegado por las Secretarías de Estado y
del Despacho que, como se ha dicho, crean una institución colegiada denominada
Junta Suprema de Estado
- tras la caída de Floridablanca, se suprime la Junta Suprema de Estado y Carlos IV
recupera y revaloriza el Consejo de Estado, que se convierte de nuevo en el órgano
más importante de la monarquía hasta la muerte en 1833 de Fernando VII (en que
desaparece el Consejo de Estado).
Respecto al resto de los Consejos:
- el Consejo de Flandes y el Consejo de Italia desaparecieron con la pérdida de los
territorios a principios del siglo XVIII
- el Consejo de Aragón se disolvió en 1707 con los decretos de nueva planta de Felipe
V, pasando algunas de sus facultades a las Secretarías y otras a las Audiencias
- el Consejo de Cruzada se suprimió en 1750
- el Consejo de la Inquisición fue suprimido en 1812 en las Cortes de Cádiz tras arduas
polémicas pues al ser un órgano político se había convertido en una herramienta eficaz
en la lucha contra las ideas revolucionarias
- el Consejo de Castilla también fue suprimido por la Constitución de 1812, y sus
funciones judiciales pasaron al Tribunal Supremo, las consultivas al nuevo Consejo de
Estado y las administrativas al Ministerio de la Gobernación; aunque reapareció en los
periodos absolutistas, fue definitivamente suprimido en 1834 en el reinado de Isabel II
- el Consejo de Indias fue perdiendo poderes durante el siglo XVIII, y pese a la rebelión
de los territorios americanos en 1810, fue mantenido por Fernando VII como forma de
no reconocer la emancipación, suprimiéndose en 1834
- el Consejo de Hacienda pervivió hasta 1834.
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Lección 7. Sistemas de vertebración territorial y local
1. La Administración Territorial.
Castilla, antes de los Reyes Católicos, estaba dividida en Adelantamientos gobernados por un
Adelantado mayor. En la Corona de Aragón se conservó el sistema virreinal. Más adelante, el
sistema territorial se centralizó con los Borbones, salvo en Navarra y Vascongadas.
a) El sistema de los Austrias: virreinatos y provincias. (EXAMEN)
El Rey fue sustituido en ciertos territorios por delegados que actuaban en su nombre y se
denominaban virreyes (también regentes, lugartenientes o gobernadores)
- en Aragón se fijaron los virreinatos de Cataluña, Aragón, Valencia y Nápoles
- Carlos V generalizará los virreinatos a todos los territorios, incluido Indias y Portugal,
salvo en Castilla donde reduce el número de Adelantamientos
- el Rey elegía virreyes para representarle durante tres años (aunque el periodo del
cargo variará con el tiempo); solían ser nobles o miembros de la familia real
- al acceder al cargo, recibían las instrucciones, donde se les indicaba el modo de
proceder y facultades que tenían prohibidas, y estaban sometidos a juicio de residencia
al final de su mandato
- cada reino tenía unas instrucciones distintas, y las facultades del virrey
variaban en cada reino
- debían respetar las instituciones del territorio al que iban destinados
- al ser meros representantes, sus funciones cesaban cuando el Rey entraba
en su territorio
- en general, controlaban a las autoridades inferiores, la Hacienda y en
ocasiones tenían funciones militares como Capitanes Generales
- podían dictar edictos o pragmáticas en interpretación o dispensa de leyes y
conceder privilegios y perdones
- no tenían competencias en justicia, que quedaba en manos de Audiencias y
Consejos
- hubo virreyes en Aragón, Navarra, Cataluña, Valencia, Portugal, Sicilia, Nápoles y
Cerdeña, y gobernadores-capitanes generales en Galicia, Mallorca, Canarias, Milán y
Flandes
- desde los Austrias, se concibió la idea de que era el primogénito del rey quien debía
ser Gobernador general del territorio
- así, el primogénito del Rey estuvo representado por otro delegado, el gerens
en Cataluña, Mallorca y Valencia, y el Regente de la General Gobernación en
Aragón; aunque estaba bajo el virrey (era un suplente del virrey), tenía su
propio tribunal para temas civiles y criminales.
En Castilla las circunscripciones se dividieron en Corregimientos más pequeños, sin
desaparecer los Adelantamientos
- los Corregimientos eran distritos territoriales a los que se extendía el poder de las
ciudades
- también aparecieron 18 Provincias (territorios fiscales que representaban las ciudades
con voto en Cortes), pero esta institución no llegó a prosperar.
Los territorios vascos conservaron sus órganos antiguos (aunque con funcionarios
dependientes del rey):
- las Junta General de cada provincia delegó sus poderes en organismos más
específicos: el Diputado general de Álava, la Diputación general de Guipúzcoa y el
Regimiento general de Vizcaya
- también existieron Corregidores (nombrados por cada junta provincial) que
gobernaban asesorados por la Audiencia, y con jurisdicción civil y criminal.
Además, permanecieron de etapas anteriores, las Juntas (Aragón), los Justiciazgos (Valencia)
y las Veguerías (Cataluña).
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b) La influencia de la Francia borbónica: capitanías generales e intendencias.
Tras los Decretos de Nueva Planta de Felipe V (al principio del siglo XVIII) se concentró el
poder real: desaparecieron los virreinatos (excepto el de Navarra, que conservó el título de
Reino de Navarra) y el territorio se dividió a efectos fiscales en Provincias; posteriormente,
Floridablanca estableció una división territorial con 40 provincias.
Se crearon también como circunscripciones territoriales las Capitanías Generales en
sustitución de los virreinatos:
- a su frente estuvo el Capitán General, máximo jefe militar y gobernador con
facultades políticas, económicas y gubernativas que trabajó junto con la Audiencia y
compartió sus poderes (salvo la justicia, reservada a en exclusiva a la Audiencia)
- la Audiencia fue un órgano consultivo presidido por el Capitán General en los asuntos
de gobierno
- por debajo de la audiencia se encontraron los corregidores, con funciones políticas y
judiciales (aunque con el tiempo las funciones judiciales pasaron a los alcaldes
mayores)
- en la Corona de Aragón, el Capitán General era el representante directo del Rey, con
gran poder militar y político.
Junto con los Capitanes Generales existían los Intendentes:
- es una figura de origen francés, con competencias fiscales (al principio solo se
dedicaban de la economía del ejército) y de abastos
- acabaron dividiéndose en Intendentes del ejército (funciones militares) e Intendentes
de provincia (funciones fiscales)
- tenían la confianza de los gobernadores y fueron auténticos promotores de las
reformas ilustradas del siglo XVIII, al orientar sus funciones a una política de fomento
- los Intendentes fueron especialmente relevantes en Aragón, donde se introdujo un
sistema fiscal distinto, que luego se extendió a otros territorios (estableciéndose
Intendentes en cada provincia)
- posteriormente, los Intendentes unieron sus funciones a las del Corregidor, lo que dio
lugar a conflictos de competencias -> finalmente Carlos III separó los cargos, quedando
justicia y policía en manos de los corregidores, y hacienda y guerra en manos de los
intendentes
- los intendentes, tanto del ejército como de provincias, eran nombrados por el rey:
- supervisaron administrativa y económicamente el territorio, informando al juez
de residencia de las actuaciones de otros oficiales
- tuvieron funciones fiscales y financieras, encargándose de la cobranza de las
rentas reales en la provincia
- respecto al ejército, se encargaron de los gastos, abastecimiento, provisiones
y alojamiento.
Capitanías e Intendencias supusieron la sustitución del Virreinato, y prepararon la organización
provincial que se establecerá en el siglo XIX.
c) La administración territorial en Indias. (EXAMEN)
En las Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos dieron a Colón el gobierno y la
jurisdicción de lo que descubriese, nombrándolo Almirante de la Mar Océana, Virrey y
Gobernador General:
- Colón era el representante de los reyes en Indias
- pero en 1500 le quitan los títulos de virrey y gobernador, nombrando un gobernador
para la isla de la Española
- ante las reclamaciones de su hijo Diego Colon, se le devolvieron los títulos
pero sin atribuciones, pues la justicia se le había atribuido ya a la Audiencia de
Santo Domingo
- en 1536, Diego Colón renunció a los títulos de virrey y gobernador.
40
Debido a la gran extensión del territorio pronto hubieron de organizarse dos virreinatos: Nueva
España (con cuatro Audiencias –la Española, México, Nueva Galicia y Guatemala- y 18
gobiernos), y el Perú (con cinco audiencias -Panamá, Nueva Granada, Quito, Lima y Charcasy 10 gobiernos):
- el Virrey era también Gobernador, presidente de las Audiencias, Capitán General con
soberanía y facultades legislativas y ejecutivas, designaba también los oficios
eclesiásticos, se encargaba del personal de Indias, se encargaba de las visitas a los
oficios jurisdiccionales...
- a su vez, el virrey era fiscalizado por los visitadores o pesquisidores reales y estaba
sometido al juicio de residencia al finalizar su mandato
- posteriormente se introdujo el régimen de provincias, al frente de las cuales hubo un
Gobernador (también llamadas gobernaciones) y las provincias se dividieron en
municipios que podían ser corregimientos o alcaldías mayores
- la estructura jerarquizada era: Consejo de Indias, Virreinatos, Audiencias,
Gobernaciones y Corregimientos o Alcaldías mayores.
En el XVIII los Borbones hicieron varias reformas, los virreinatos pasaron a cuatro: Nueva
España, Nueva Granada, Perú y Río de la Plata, y existían cinco Capitanías Generales: Puerto
Rico, Cuba y Florida, Guatemala, Caracas y Chile, pero en líneas generales supusieron una
continuidad del sistema anterior en esta etapa.
A finales del XVIII el Intendente –implantado en 1782- eclipsó las competencias de las
Audiencias, y los corregidores se convirtieron en una especie de subdelegados; las facultades
del intendente eran muy amplias: hacienda, justicia, gobierno civil, guerra y patronato regio.
También se creó un superintendente general en cada virreinato, encargado de la hacienda
pública, pero pronto fue suprimido por el choque de funciones con el mismo virrey.
2. La Administración Local.
a) El municipio en los siglos XVI y XVII: Regimientos, Jurados y Corregidores.
El municipio castellano supone la confluencia de tres instituciones: el Regimiento,
Ayuntamiento o Cabildo y el Corregimiento (pero hay “ciudades eximidas” que no tienen
corregidor y eligen a sus alcaldes):
- el municipio tiene competencias para administrar los bienes propios, impuso arbitrios,
reguló el mercado, las obras públicas, la policía urbana...
- pero el municipio está sometido al Consejo de Castilla, que es quien aprueba sus
ordenanzas, entiende las apelaciones de sus acuerdos y que fiscaliza su Hacienda.
Ya en la Baja Edad Media el Ayuntamiento o Cabildo asumió las funciones del Concejo abierto,
y con los Austrias se hace patente la decadencia del municipio castellano debido al mayor
control regio:
- el Concejo abierto quedó desplazado por Cabildos de aristócratas: el pueblo no
intervenía en la elección de cargos, lo hacía el Rey, o bien los cargos eran vendidos
por el Concejo -> el gobierno municipal se convirtió en aristocrático
- estaba formado por alcaldes mayores, alcaldes ordinarios y varios regidores (que
solían ser cargos vitalicios y en ocasiones hereditarios, y formaban el regimiento)
- desde Carlos V quedaron en manos de oligarquías locales
- los jurados o síndicos, elegidos por el pueblo, controlaban la actividad de los
regidores: podían protestar ante el corregidor o ante el Consejo de Castilla si creían
que los acuerdos de los regidores podían perjudicar a la Comunidad
- también existían otros oficiales menores: alférez mayor, procurador síndico,
mayordomo, escribanos, pregoneros, etc.
41
Castilla estaba dividida en 46 corregimientos, que coincidían con las ciudades; el corregidor
(que representaba al rey en el corregimiento) compartía con los regidores la actuación y el
poder municipal:
- preside las sesiones del ayuntamiento
- tenía poderes administrativos, mantenimiento del orden, judiciales (fueron jueces de
primera instancia civiles y criminales, aunque no atendían los casos de corte), fiscales
y militares (jefe de las milicias de la ciudad)
- el corregidor ejercía una doble función: presidía el ayuntamiento de la ciudad
cabecera de la jurisdicción (colaborando con el mismo y ejecutando sus acuerdos) y
tenia autoridad sobre todo el corregimiento
- en la Edad moderna, las funciones de los corregidores fueron reguladas en
Instrucciones de 1523 (Carlos V) y Ordenanzas de 1648, a partir de las cuales el
Consejo de Castilla fue su superior:
- los corregidores eran elegidos por el Rey para uno, tres o cinco años y
estaban sometidos al juicio de residencia
- si alguno no era letrado, se nombraban dos alcaldes mayores togados (para
lo civil y lo criminal)
- en los municipios señoriales el señor era corregidor de todos los municipios
del señorío: el ayuntamiento proponía al señor los alcaldes ordinarios y oficios
del Concejo para que los nombrara.
b) El municipio borbónico: generalización del municipio castellano (corregidores e
intendentes) y reformas de Carlos III. (EXAMEN)
Tras los Decretos de nueva Planta, la organización municipal castellana se trasplanta a la
Corona de Aragón:
- cada ciudad principal pasó a ser gobernada por un corregidor nombrado por el Rey
(los hubo letrados, y de capa y espada)
- detentaron el mando militar, la administración, la justicia ordinaria y la administración
fiscal
- los corregimientos podían dividirse en alcaldías mayores o tenientes de corregidor
que eran nombrados por los corregidores hasta 1749; posteriormente, los alcaldes
mayores serán nombrados por el Consejo de Castilla
- el corregimiento sustituyó a la veguería en Cataluña, y al justiciazgo en Valencia;
Navarra y el País vasco mantuvieron su organización.
Hasta 1783, los corregidores eran cargos trienales, pero a partir de la nueva reglamentación
puede hablarse de carrera de corregidor, que tuvo tres grados: de entrada, de ascenso y de
término, cuando accedían a formar parte de la Audiencia; esto facilitó el aumento del número
de letrados que iniciaban la “carrera de varas” [en relación a la vara de la Justicia].
Felipe V creó el Intendente de Provincia para ordenar la administración local, pero pronto atrajo
funciones económicos y comerciales
- posteriormente asumieron funciones de los corregidores, lo que llevó a la unión y
confusión de cargos
- esto provocó las protestas de las audiencias -> Carlos III separó las funciones, dando
a los corregidores las de justicia y policía, y a los intendentes las de hacienda y guerra
- además, Carlos III introdujo ciertas reformas para evitar el carácter patrimonial de los
oficios, permitiendo el acceso de las clases inferiores
- también introdujo los Diputados del Común -para fiscalizar los servicios de abasto- y
los Síndicos Personeros –para defender los intereses de la comunidad en el
ayuntamiento- además, para mantener el orden público, las grandes ciudades se dividieron en
cuarteles vigilados por los magistrados (Madrid se dividió en 8 cuarteles) y en barrios
vigilados por los alcaldes de barrio
- la reforma borbónica supuso un mayor control de la Hacienda local: se ordenó que los
municipios enviasen sus cuentas anuales a la Cámara de Castilla, y también se ordenó
que el Consejo de Castilla inspeccionase las Haciendas Locales.
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c) El municipio indiano. (EXAMEN)
Se trasplantó el modelo castellano, adaptado a las peculiaridades de las nuevas tierras:
- se fundaron ciudades, distinguiéndose entre los pueblos de españoles (ciudades
metropolitanas o diocesanas, ciudades sufragáneas o villas y lugares), y pueblos de
indios o reducciones.
Cada ciudad constituye un municipio en el que existió un cabildo local o regimiento, bajo el
gobernador del territorio, junto con un corregidor (Perú) o un alcalde mayor (Méjico):
- los cabildos estuvieron formados por varios regidores encargados del gobierno,
elegidos al principio por el fundador de la ciudad y luego por los vecinos o los regidores
anteriores
- pero, al igual que en Castilla, el cargo se convirtió en perpetuo por venta o por
nombramiento real
- el cabildo intervino en la redacción de sus ordenanzas municipales, en la elección de
los cargos, el reparto de tierras...; sus atribuciones fueron similares a las de un
ayuntamiento castellano, esencial era el mantenimiento de la paz y el orden, añadiendo
a las mismas la propagación del Evangelio; además, era la segunda instancia de
apelación de las sentencias de los alcaldes ordinarios
- los corregidores y los alcaldes mayores tenían funciones jurisdiccionales, con ámbitos
distintos (territorial el del corregidor, local el del alcalde)
- existían también alcaldes ordinarios, con jurisdicción ordinaria en primera instancia, y
dos jurados por parroquia
- además, en algunos territorios se reunían los vecinos más notables del lugar para
tomar decisiones.
Los pueblos de indios o reducciones:
- las primeras fueron formadas por jesuitas, mediante la agrupación de indios y su
reducción a un tipo de vida sedentaria y sujeta a las normas de la orden religiosa que
las había formado y dirigía
- las reducciones quedaban fuera del sistema de encomiendas y en ellas no podían
vivir españoles ni mestizos
- a veces se dividían en cercados o barrios; en ellos el cabildo estaba formado por dos
alcaldes de indios y varios regidores (junto a ellos, en algunos había un corregidor
español)
- como figuras peculiares cabe mencionar los caciques (jefes indígenas hereditarios), el
tucuirico (indio controlador de la actividad del cacique), y el cura doctrinero (sacerdote
español que adoctrinaba a los indios).
Se intentó desde la segunda mitad del XVI reorganizar los pueblos de indios, imponiendo
municipios o ayuntamientos de indios, reflejo de los españoles, lo que fue nefasto al no tenerse
en cuenta sus peculiaridades, ni diferencias étnicas entre ellos. De modo que en el XVIII el
municipio indiano apenas había cambiado: seguían existiendo pueblos de españoles y de
indios; para evitar los abusos de los corregidores sobre los pueblos de indios se introdujo la
figura de los intendentes de Indias.
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Lección 8. Control social y relaciones con la Iglesia
1. La Administración de Justicia. La jurisdicción ordinaria: los jueces inferiores.
Los Reyes Católicos crearon en 1480 los procuradores fiscales cuyo cometido era realizar las
acusaciones en las Chancillerías y Audiencias:
- se consideró que la justicia era una facultad propia del Estado (desaparecieron las
actuaciones judiciales privadas)
- los cargos de la Administración de justicia van siendo ocupados por expertos en
derecho (jueces togados que desplazaron a los nobles y a los no letrados de capa y
espada); solo subsistieron como jueces no togados los alcaldes ordinarios
- se generalizó en los juicios la figura del abogado, como persona de confianza de las
partes que defiende sus intereses, y el procurador que representa a las partes en juicio.
Una característica de la Administración de justicia es su carácter centralizador:
- los reyes ejercen la suprema administración de justicia, que se jerarquiza en distintas
jurisdicciones, órganos e instancias cuyas competencias se van delimitando
- en primera instancia estaban los jueces locales
- el más importante era el corregidor (que vino a sustituir con los RRCC las
funciones de los alcaldes de fuero)
- el corregidor era juez ordinario en el corregimiento, civil (hasta cierta cuantía)
y criminal (excepto casos de corte) de primera instancia
- en caso de no ejercer el corregidor como juez, designaba dos alcaldes
mayores togados, uno civil y otro criminal
- además, nombraba un Teniente de Corregidor en las poblaciones donde no
existían alcaldes de fuero (ahora llamados ordinarios)
- en Aragón la justicia la impartían vegueres, battles y justicias locales, pero Felipe V
introdujo la figura del corregidor con la reforma que supuso los Decretos de Nueva
Planta.
Posteriormente la aparición de los intendentes de provincia acaparan las funciones de los
corregidores.
2. La Administración de Justicia. La jurisdicción ordinaria: Chancillerías y Audiencias.
a) Los tribunales con los Austrias.
Chancillerías y Audiencias fueron tribunales intermedios supeditados al Consejo Real:
- ambas eran iguales jurisdiccionalmente, aunque las Chancillerías de Valladolid y
Granada tenían más competencias que las Audiencias
- tenían un presidente, oidores para las causas civiles y alcaldes del crimen para las
penales
- las Chancillerías se dividían en cuatro salas de lo civil, una de alcaldes del crimen,
una de hijosdalgos (pleitos de la nobleza) y, en Valladolid había además una sala de
Vizcaya para las apelaciones de las causas de Vascongadas
- conocían en primera instancia asuntos reservados y en apelación las causas
procedentes de las Audiencias
- las Audiencias tenían una o dos salas de lo civil y una de alcaldes del crimen
- entendían en primera instancia de casos de corte, herejía y asuntos en cinco
leguas alrededor de la Corte, y en apelación de asuntos civiles y criminales
fallados en primera instancia por jueces inferiores
- sus sentencias criminales con sentencia de muerte eran apelables a la
Chancillería, y las civiles revisables por la propia Audiencia, pero pasaban a la
Chancillería cuando excedían determinada cuantía
- las sentencias de Chancillerías y Audiencias eran apelables al Consejo de Castilla
- los reyes crearon nuevas chancillerías y audiencias, todas ellas configuradas como
instancias territoriales.
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La justicia suprema quedó reservada para el Rey y su Consejo:
- pero cada vez más, el rey fue dejando de participar directamente en la administración
de justicia, siendo el Consejo el encargado de realizarla, tanto el Consejo de Castilla,
como después el Consejo de Indias en su territorio de actuación
- en el XVII el Consejo de Castilla se dividió en salas (tres de ellas de justicia):
- entendía en primera instancia solo asuntos de mayorazgos y conflictos de
competencias entre tribunales
- en segunda suplicación (cuantías mayores de 3.000 o 4.000 doblones)
- en primera suplicación sólo ciertos asuntos y previo depósito de 1.500 doblas
por el demandante (Sala de mil y quinientas)
- también entendió apelaciones de asuntos producidos en 20 leguas a la
redonda de su ubicación.
En la Corona de Aragón existían las Audiencias de Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca.
b) Las Audiencias borbónicas. (EXAMEN)
Los Decretos de Nueva Planta de Felipe V impusieron el modelo castellano en toda la
península (y en particular a la Corona de Aragón):
- se crearon numerosas audiencias (la de Valencia, Zaragoza, Barcelona, Mallorca,
Asturias, Extremadura, Caracas, Buenos Aires) que disminuyeron la actividad de la
Audiencia de Granada
- al frente de las Audiencias de Aragón quedaron los Capitanes Generales nombrados
por el rey
- también se reorganizaron los alcaldes de Casa y Corte (que formaban parte de la
Sala de Casa y Corte del Consejo de Castilla)
- creados para los asuntos criminales en las ciudades donde se encontrase la
corte (fundamentalmente Madrid)
- eran competentes en primera instancia de delitos cometidos a cinco leguas a
la redonda y en los asuntos civiles de que entendía el corregidor
- también en apelación de asuntos criminales fallados por jueces inferiores y de
los civiles de menor cuantía
- se convirtió en la Audiencia para Madrid
- finalmente, Carlos III dividió las circunscripciones de las Audiencias en quarteles o
distritos, y éstos en barrios; surgieron así los alcaldes de quartel y los alcaldes de
barrio.
En 1800 todas las Audiencias y Chancillerías de la Corona de Castilla fueron puestas bajo la
presidencia del capitán general correspondiente, reforzándose así el poder militar sobre la
administración, lo que provocó numerosos conflictos entre autoridades.
c) La Audiencia en Indias. (EXAMEN)
La Casa de Contratación de Sevilla fue competente en primera instancia civilmente para casos
de protección del comercio y Real Hacienda de Indias, y criminalmente en los delitos cometidos
durante la navegación o por infringir las Ordenanzas de la Casa:
- cabía apelación de las sentencias de la Casa de Contratación ante la Audiencia de
Sevilla y el Consejo de Indias
- a partir del siglo XVI la Casa de Contratación pasó a ser una Audiencia más.
El Consejo de Indias, al igual que el Consejo de Castilla, fue tribunal superior para los asuntos
de Indias
- desde 1524 entendió en primera instancia de pleitos sobre repartimientos de indios, y
en apelación de las causas civiles cuantiosas y criminales falladas por la Casa de
Contratación, siendo en estos casos la última instancia o segunda suplicación.
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La primera Audiencia creada en Indias fue la de Santo Domingo, con competencias civiles y
criminales en apelación de sentencias:
- se fueron desarrollando audiencias pudiéndose hablar de distritos audienciales del
norte (Santo Domingo, Mejico, Guatemala y Panamá, Santa Fe, Caracas) y del sur
(Lima, Quito, Cuzco, Chile, Buenos Aires) separados por el ecuador
- las audiencias fueron reguladas por ordenanzas y por las Leyes Nuevas, que las
erigieron en tribunales de segunda instancia de justicias ordinarias y mayores
- entendían además de casos de corte y eran competentes en las causas civiles y
criminales que aparecieran en la Sede del Tribunal y cinco leguas a la redonda
- estuvieron presididas por el Virrey o Capitán General, al que también asesoraban,
pero también controlaban su actuación: de hecho, en vacancia del Virrey el gobierno lo
detentaba el Presidente de la Audiencia.
La jurisdicción inferior en Indias correspondía a los cabildos municipales, a los gobernadores,
corregidores y alcaldes mayores ordinarios.
3. La Administración de Justicia: las jurisdicciones especiales. (EXAMEN)
a) Jurisdicción palatina.
La llegada de Carlos V introdujo el ceremonial de la Corte de Borgoña:
- los criados y servidores habían gozado desde el S. XIII de los privilegios del Fuero de
la Casa Real, siendo juzgados por el Tribunal de la Corte
- la implantación de la Casa de Borgoña modifica el organigrama de administración de
justicia en la Corte al crearse un tribunal superior: la Real Junta del Bureo, que
funcionará toda la Edad Moderna y en la etapa constitucional será sustituido por la
Junta Suprema de Apelaciones de la Real Casa y Patrimonio.
La Junta Real de Bureo, además de funciones de gobierno y administración dentro de palacio,
se erigió en tribunal encargado del enjuiciamiento civil y penal de pleitos surgidos en torno a
criados del Rey, proveedores de la Casa Real, soldados de las guardias, así como de los
delitos cometidos en palacio por personas no pertenecientes al servicio. Estuvo formado por el
mayordomo mayor, los mayordomos con voto, el grefier como escribano de la junta, el ujier o
aguacil y el asesor como experto jurídico.
En la Casa Real existieron además diversos juzgados, por dependencias: el de caballerizas, el
de capilla, los de guardias, etc... Conformándose el Bureo como Tribunal Superior de todos
ellos y encargándose de las apelaciones de los mismos.
b) Jurisdicción eclesiástica.
La iglesia ejercía dos tipos de jurisdicción:
• Jurisdicción común: en cada Diócesis el obispo era competente para juzgar los
asuntos que afectaban a los clérigos
• Jurisdicción especial: desempeñada por tribunales eclesiásticos especiales, que
atendían causas puntuales que afectaban a todos los súbditos y no solo a clérigos
- destacaban el Tribunal de la Nunciatura pontificia (para apelación en materia
eclesiástica) que se transformó en el Tribunal de Rota, y el de la Inquisición o Santo
Oficio (para herejías)
- fueron Tribunales muy combatidos que con frecuencia extendían su jurisdicción a
asuntos que el Rey consideraba propios de los tribunales ordinarios
- por eso desde 1525, se admitió en Castilla que las partes apelaran al Consejo
de Castilla, la Cámara de Castilla o las Audiencias
- el tribunal civil podía revocar o confirmar la sentencia de la jurisdicción
eclesiástica.
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c) Jurisdicción mercantil.
Los consulados de comercio, a cuyo frente había un prior y cónsules elegidos por los
comerciantes, juzgaban en primera instancia asuntos mercantiles y de fraudes entre
comerciantes, siendo sus sentencias apelables ante el Corregidor y luego ante el Intendente
provincial.
Junto al Consulado del Mar de Barcelona, que tuvo carácter de primera instancia, en el siglo
XVIII apareció el Juzgado de Marina para asuntos civiles y criminales en el comercio marítimo
de los que no entendía el Consulado del Mar.
d) Jurisdicción señorial.
La jurisdicción civil y criminal de los señores en sus Señoríos se fue restringiendo más y más:
- la jurisdicción criminal quedó limitada a asuntos de poca importancia, y la civil casi no
se utilizaba al preferir los litigantes acudir a jueces letrados
- esta jurisdicción no la ejercieron directamente, sino a través de alcaldes ordinarios
que nombraban en cada localidad, y cuyas sentencias eran apelables ante el señor,
cabiendo apelación final al Consejo de Castilla
- en Aragón desde el siglo XVI también se redujeros las competencias señoriales (a
favor de las competencias reales), y más aún con los Decretos de Nueva Planta.
4. La Iglesia y el Estado: el regalismo.
a) Las guerras de religión en Europa: Reforma y Contrarreforma.
Para comprender el fenómeno de la reforma y contra-reforma, es necesario conocer las
medidas previas tomadas por los RRCC conocidas como pre-reforma:
- la llamada pre-reforma empieza con el cardenal Cisneros, que intentó reformar la vida
licenciosa del clero, por considerar que la relajación moral debilitaba el dogma católico
- la pre-reforma se inició tras la bula de Alejandro VI (1494), que autorizaba a
los RRCC a reformar las órdenes religiosas
- tanto al alto como el bajo clero secular (curas y obispos) se opusieron,
acudieron a Roma, y Cisneros tuvo que suavizar sus actuaciones
- Cisneros reformó su orden –la franciscana- abriendo el camino a la reforma del resto
del clero regular (órdenes religiosas), lo que mejoró la disciplina clerical y su formación
(a lo que contribuyó la fundación de la Universidad de Alcalá de Henares (1508), foco
de difusión del humanismo cristiano, fundamentalmente del erasmismo en España)
- en los dominicos pasó algo similar (Torquemada fue el instigador de las reformas)
- la reforma acabó afectando a benedictinos, jerónimos y comunidades de monjas.
La Reforma tuvo su inicio en Alemania con Lutero, agustino profesor de teología en Wittenberg,
que en 1517 expuso sus tesis contra las indulgencias que le llevaron a la excomunión tras
duros debates con enviados papales que intentaban que se retractara
- los partidarios de Lutero y su movimiento reformador aumentaron de forma alarmante,
en los que además de humanistas, se incorporaban nacionalistas partidarios de
separar Alemania del control romano
- el Papa pidió a Carlos V intervenir: lo hizo en la Dieta de Worms (1521), exigiendo a
Lutero la retractación
- como no se retractó, lo desterró, pero el destierro no se cumplió, con lo que la
reforma se consolidó doctrinalmente
- en 1530 el Emperador decretó la aplicación del Edicto de Worms, que
suponía una declaración de guerra
- pero muchos príncipes protestantes se unieron contra él en una Liga, con lo
que tuvo que aplazar el problema con la Paz de Nuremberg (1532), que
permitía el luteranismo hasta que se convocase un Concilio
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- en 1545 se abre el concilio de Trento pero los protestantes se negaron a acudir, por lo
que Carlos V recurrió a la fuerza
- Francia intervino con los protestantes
- finalmente se firmó la paz, donde se reconocía la libertad religiosa de los
Estados
- con ello, se reconocía a los luteranos la libertad de culto y se rompía la unidad
religiosa del Imperio de Carlos V.
Felipe II continuó la defensa del catolicismo iniciada por su padre, tratando de restaurarlo en
Inglaterra y reprimiendo los brotes de protestantismo en su territorio. Logró que Trento
reanudase sus sesiones (1562), donde la Iglesia definió sus dogmas más importantes,
consolidó la jerarquía eclesiástica y estableció una dura disciplina a los clérigos. Los Decretos
de Trento fueron publicados en España, Indias y Países Bajos, como si fueran una ley civil
más. Pero la propagación del luteranismo provocó la censura de muchos libros (incluidos en el
Índice o catálogo de libros prohibidos), así como una intensa actividad de los tribunales
inquisitoriales persiguiendo a los que se apartaban de la religiosidad tradicional.
b) Relaciones entre Iglesia y Estado: el regalismo de Austrias y Borbones. Concordatos
con la Santa Sede.
La Iglesia se configuró como un Estado:
- el Vaticano envió un nuncio a cada Estado, conservando inmunidades y privilegios
- la nunciatura en España se organizó en varias secciones, la de justicia funcionaba
como tribunal de primera instancia en ciertas causas y de apelaciones para el resto,
facultades que posteriormente fueron trasladadas a los obispos.
El hecho de que los monarcas se erigieran en defensores de la fe no significó que renunciaran
a prerrogativas o regalías:
- el derecho de presentación o facultad de designar a las autoridades eclesiásticas (y
que terminó designándose Patronato Regio); el derecho de patronato se extendió al
Nuevo Mundo, considerándose al monarca vicario de aquellos territorios
- el Pase Regio o retención de bulas, consistía en que todas las disposiciones
apostólicas debían pasar por el Consejo Real antes de ser publicadas, por si atentaban
a los intereses de la Corona
- la regalía de los expolios y sedes vacantes, consistente en adjudicar a la corona los
bienes y rentas eclesiásticas que los obispos dejaban al morir y que anteriormente
pasaban a Roma.
Con los Borbones el regalismo se acentuó,:
- ante el apoyo del papado al pretendiente austriaco (rival de Felipe V a acceder al
trono de España) se expulsó al Nuncio, se cerró el tribunal eclesiástico y se rompió
relaciones con Roma
- su política absolutista y centralizadora extendió el patronato, disminuyó la presencia
de la curia romana en los asuntos eclesiásticos españoles, redujo los privilegios y
riqueza acumulados por el clero
- con Carlos III floreció un movimiento de canonistas adversos a Roma (el jansenismo
regalista) que potenció el regalismo y que preparó el camino de la desamortización y
culminó con la expulsión de los jesuitas.
Las frecuentes discordias se suavizaron con la bula Apostoloci Ministeri (1723) de Inocencio
XIII, que potenció a los obispos, la Concordia entre representantes de Clemente XII y Felipe V
y el Concordato de 1753:
- se aseguró el Patronato Universal en América
- aumentó el derecho de presentación (designación) de obispos, quedando a favor de
la Hacienda los expolios y rentas de las sedes vacantes.
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Los órganos de gobierno de las diócesis fueron:
- el Cabildo catedralicio (eclesiásticos con cargos en la catedral), órgano asesor del
Obispo, intervenía en su ausencia o cuando la sede quedaba vacante
- el Obispo, verdadera autoridad de la diócesis
- las diócesis se potenciaron al dárseles facultad de intervenir en asuntos antes
mediatizados por el Cabildo, y se crearon nuevas diócesis
- el Papa nombraba a los obispos (aunque mediado por el derecho de presentación del
monarca) y las diócesis se dividían en parroquias, a veces agrupadas en
arciprestazgos o arcedianazgos
- junto a las diócesis existieron territorios exentos (controlados por otras dignidades
eclesiásticas como abades, presbíteros, etc) y jurisdicciones privilegiadas (como las
órdenes militares).
La Iglesia contó con su propio patrimonio y con donaciones de particulares y rentas (primicias,
diezmos, los cuales no desaparecieron hasta el siglo XVIII).
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Lección 9. Recursos del Estado y prestaciones personales de los súbditos
1. La Hacienda.
a) Caracteres generales de la administración financiera en Europa y su especificidad en
España.
La Hacienda de los Austrias se caracterizó por los continuos déficits, por la disminución de los
ingresos y el elevado gasto en guerras. Castilla hizo frente a los gastos imperiales y bélicos, y
América también aportó recursos. Los ingresos tuvieron que aumentarse vendiendo títulos de
hidalguía y señoríos. Los Borbones impusieron un nuevo sistema fiscal, común a todos los
territorios.
Los ingresos venían de:
- Impuestos directos: debidos a la pertenencia a cierta clase o a la obtención de ciertos
beneficios
- Impuestos indirectos: peaje, portazgo, pontazgo, servicio y montazgo, rentas
provinciales, (alcabala: impuesto sobre ventas)
- Regalías (fueron recursos extraordinarios): confiscaciones, ventas de bienes y
derechos, empréstitos, juros.
El órgano principal fue el Consejo de Hacienda, bajo el que quedaron las Contadurías Menores
de Hacienda y de Cuentas. Asumió desde 1602 las funciones de la Contaduría Mayor de
Hacienda, llegando a englobar a la Comisión de Millones. En 1709 se creó el Veedor General y
Superintendente de todos los negocios de la nación, que tenía a su cargo la administración de
la hacienda y que en 1726 devino Secretario de Estado y Superintendente de Hacienda,
quedando bajo él un Tesorero General e intendentes de provincia. Desde 1867 un
Superintendente General de Hacienda dirigía la administración de hacienda, existiendo
superintendentes de provincias. Los corregidores administraron las haciendas locales.
b) Los impuestos.
Impuestos directos: lanzas y medias annatas.
- Derecho de lanzas: desde 1631, pagado por los nobles, toda vez que ya no cumplían
funciones de auxilio militar
- Medias Annatas: desde 1631 se pagaba por haber obtenido dignidad, oficio,
privilegios o dispensas
- Impuesto de Hermandad: para mantenimiento de una Santa Hermandad
- Renta de población: pagado por repobladores de tierras abandonadas por moriscos.
Impuestos indirectos: alcabalas.
- la alcabala suponía un gravamen de las compraventas en un 10%; afectó a toda la
población, y fue el ingreso principal de la Hacienda, que lo elevó al 14%
- la recaudación inicialmente se arrendó, pero dado los abusos que se producían, el
sistema fue sustituido por el encabezamiento: desde 1526 se configura como un pacto
entre las ciudades y el Rey por el que las primeras se comprometían a pagar una
cuantía anual como alcabala, cantidad que se distribuía entre los distintos distritos
fiscales
- este sistema benefició a los comerciantes, que eran los verdaderos obligados
a pagarla, y perjudicó a los campesinos.
Impuestos indirectos: servicio de millones.
- los servicios eran peticiones extraordinarias del Rey a las Cortes, que de hecho
devinieron ordinarias
- el más importante fue el servicio de millones (se pagaron millones de maravedíes
primero y ducados después) que gravaba el vino, el aceite, el jabón, el azúcar y las
velas, y que se recaudaba mediante la sisa (pagando en especie un octavo de su valor)
- su recaudación planteó problemas, y en 1632 se ampliaron los productos
gravados (ensanche de millones), lo que hizo aumentar la despoblación rural.
50
c) Regalías, contribuciones eclesiásticas, servicios, asientos y juros.
Regalías.
- a las tradicionales regalías de montes, prados, aguas, acuñación de moneda, minas,
salinas... se incorporaron otras, como la regalía de aposentamiento (casas de la corte),
las siete rentillas (fabricación de determinados productos), el estanco (monopolio de
tabaco) y la lotería
- la moneda forera, pagada por los pecheros, fue finalmente suprimida debido a los
quebrantos que producía
- como aranceles aduaneros destacaron los puertos secos (aduanas reguladas desde
el XV que establecían fronteras de Castilla con Vizcaya, Navarra, Aragón y Valencia,
siendo el arancel el 10% del valor de la mercancía) y los almojarifazgos, que gravaban
la entrada o salida de mercancías de una población (el de Sevilla se extendió a la costa
andaluza y murciana; el de Indias gravó el comercio con América en un 5%)
- los diezmos de la mar gravaron la importación y exportación en los puertos del norte,
y hubo algunas tasas importantes, como la del papel sellado para documentos
públicos.
Contribuciones eclesiásticas
Impuestos directos:
- Tercias reales: 2/9 del diezmo eclesiástico
- Renta del excusado: el diezmo de la casa más rica de cada parroquia se
pagaba al Estado en vez de a la Iglesia
Cantidades fijas:
- Renta del subsidio (subsidio de galeras): pagado por los clérigos para armar
escuadras contra el infiel (420.000 ducados anuales)
Recursos extraordinarios (expolios, sedes vacantes): la Hacienda recibía la mitad de
los bienes muebles de los obispos que morían (expolios) y las rentas de los obispados
que vacaban hasta que los ocupaba un nuevo sucesor (sedes vacantes).
Los servicios
- fueron contribuciones extraordinarias solicitadas a las Cortes, que devinieron
ordinarias desde el siglo XVI; contribuían los pecheros (labriegos, vecinos de
ciudades...).
Asientos y juros
- asientos: el Rey firmaba con los banqueros contratos o asientos mediante los que le
adelantaban dinero
- juros: fueron censos que el monarca estableció sobre rentas futuras de su patrimonio,
para compensar a los propietarios del oro y la plata llegados de América de los que se
había apropiado el soberano
- ambos supusieron la creación de una gravosa deuda pública, y sufrieron un gran
descréditos porque los reyes no amortizaron sus deudas
- la proliferación de juros, a menudo sobre la misma renta, llegando en ocasiones a
superar el valor de la misma, lo que provocó problemas: se buscaron nuevas rentas a
gravar, se establecieron órdenes preferenciales en el cobro que suponían la
infravaloración del juro, dando lugar a movimientos de especulación
- la imposibilidad de pagos condujo a quiebras y bancarrotas en los siglos XVI y XVII
- en el siglo XVIII se crearon los Vales Reales.
d) Las reformas del XVIII y la única contribución.
Las Rentas Provinciales (sustitutas de alcabalas, cientos, millones, tercias reales, servicios,
moneda forera...) intentaron establecer una única contribución, y se intentó equiparar
fiscalmente Aragón y Castilla. Se suprimen las barreras aduaneras interiores (los puertos
secos). En Cataluña se implantó el Catastro, de recaudación anual, que gravaba las fincas, el
trabajo personal y los beneficios obtenidos por el comercio; en Castilla se intentó un sistema
similar al catalán: el catastro gravó sobre todo la propiedad.
51
2. La guerra en la Europa Moderna.
El reclutamiento y la composición de tropas fueron muy variables y deficientes. En Europa se
institucionalizaba la guerra y se racionalizaban los medios, con nuevas estrategias en las
batallas. La organización vino de mano de las Ordenanzas de Felipe V y Carlos III.
a) La Administración militar.
El encargado de la administración militar era el Consejo de Guerra, a veces supeditado al de
Estado -el cual proponía declaraciones de guerra y paz- y al de Hacienda –que realizaba los
pagos-. Aparecieron funcionarios militares de carácter fiscal, como el veedor –encargado de las
pagas y los gastos-, el contador –encargado de la gestión de los recursos-. En el XVIII la
Secretaría del Despacho de Guerra asumió las competencias que poseía el Consejo de
Estado. En algunos momentos apareció unida a los asuntos de Indias o Ultramar. Ese mismo
siglo apareció una especie de Estado Mayor que daba cabida a los generales, y desde 1801,
un jefe de Estado Mayor de cada uno de los ejércitos.
b) Las milicias y su reclutamiento.
Desde los Reyes Católicos el ejército estuvo formado por voluntarios o mercenarios que
buscaban aventuras o huir de la justicia. Devino profesional, y como complemento, se acudía a
una leva forzosa, al principio mediante sorteo y con los Austrias obligatoria para toda persona
que tuviera entre 15 y 60 años. Carlos III volvió al sorteo (sistema de quintas: uno de cada
cinco hombres).
Los Reyes Católicos jerarquizaron los mandos. Crearon una unidad superior (coronelías o
escuadrones, divididas en doce compañías o capitanías, formadas por tropas de infantería,
caballería y posteriormente artillería). Carlos I sustituyó las coronelías por tercios (formados por
piqueros, arcabuceros y mosqueteros). Al mando del tercio estaba un Maestre de Campo, y
bajo él, un Sargento Mayor. El tercio tenía de 12 a 15 compañías.
En el XVII cobraron peso las armas de fuego, y los tercios se sustituyeron por regimientos
mandados por maestres de campo o coroneles, bajo los cuales había un teniente coronel (bajo
éste, un sargento mayor). La jerarquía aumentó. En el XVIII apareció una jurisdicción militar
especial o fuero de guerra, sistematizado en las Ordenanzas de 1758 (Carlos III).
c) La Armada.
Al principio los barcos que formaban la Armada se arrendaban a los particulares propietarios de
los barcos. En los siglos XVI y XVII aumentaron los barcos de guerra, tripulados por
mercenarios y levas forzosas de vagabundos. Marineros y pescadores quedaron afectos a
cualquier movilización forzosa que pudiera realizarse durante el siglo XVII, siglo en el que se
introdujeron mejoras en los arsenales, y se redactaron Ordenanzas Generales de la Armada
Naval para la Marina y se dividió territorialmente la administración marina.
52
Lección 10. La implantación del liberalismo en España
1. El triunfo del liberalismo político.
a) El derrumbamiento del Antiguo Régimen. (EXAMEN)
El Antiguo Régimen es el periodo de tiempo vertebrado políticamente en torno a la monarquía
absoluta, y se extendió desde el siglo XV al XVIII (XIX en España), siendo sustituido de forma
progresiva por el Estado liberal:
- las nuevas corrientes ideológicas provenientes de la Ilustración y la Revolución
Francesa defendían la libertad de comercio y apoyaban una incipiente industria lo que
resultaba incompatible con la estructura de propiedad de la tierra en nuestro país
- el incremento poblacional de finales del XVIII, acrecentó la necesidad de productos
agrícolas lo que empujó a la desvinculación de las tierras (con la oposición frontal de
nobleza e Iglesia): el programa liberal defendía la abolición del régimen señorial y los
mayorazgos, y era favorable a la desamortización
- la revolución liberal o burguesa propugnaba un nuevo orden social, la separación de
poderes, la igualdad ante la ley, liberalización del régimen jurídico de propiedad, la
extensión del comercio y la soberanía nacional
- en la práctica se querían suprimir los privilegios de nobleza y clero, y que la pujante
clase burguesa pasase a controlar la sociedad.
Los principios liberales radicales de la primera época, evolucionaron hacia un liberalismo
doctrinario; el liberalismo doctrinario restringió los postulados del liberalismo originario para que
pudiera ser asumido por los nostálgicos del absolutismo:
- introdujo una interpretación restrictiva del principio de soberanía nacional: la
soberanía no es popular (como suma de individuos), si no nacional, entendiendo como
tal un ente de razón supraindividual
- elaboró un concepto de Constitución histórica o interna que defendía las instituciones
históricamente consolidadas en el país (las Cortes y la Corona)
- aparece así la Monarquía como poder moderador, cuarto poder, junto al Legislativo,
Ejecutivo y Judicial
- el poder legislativo se articula en un parlamento bicameral, siempre existirá una
Cámara alta (que sirve de reflejo y apoyo a la monarquía como freno a los excesos de
la Cámara baja)
- la Cámara baja podía ser electiva, se defendía así el sufragio censitario: reservado el
derecho de voto en cualquier caso a grandes comerciantes y propietarios así como
gente con prestigio social (universidades, ejercito, Iglesia...)
El liberalismo doctrinario francés fue aceptado e integrado en el siglo XIX español, conocido
con el nombre de moderantismo: las aspiraciones transformadoras del liberalismo originario o
radical quedaron muy mitigadas -> las transformaciones habidas en otros países, en España
no llegaron a producirse por no practicarse una política auténticamente liberal.
La Junta Central Suprema
Carlos IV ascendió al trono en 1788, sucediendo a su padre Carlos III que le recomendó
mantener a varios de sus ministros: mantuvo a Floridablanca, que luego fue sustituido por el
Conde de Aranda y posteriormente por Godoy; un año después de ascender Carlos IV al trono,
la Revolución Francesa acabó con Luís XVI en 1789.
La gran crisis política de marzo de 1808, con un motín popular contra Godoy (el valido de
Carlos IV), originó que Carlos IV abdicara a favor de su hijo Fernando y que éste fuera
proclamado rey:
- sin embargo, la intervención de Napoleón convirtió en problemática la legitimidad de
uno y otro, debiendo acudir ambos a Bayona para dirimir el conflicto ante el emperador
francés
53
- Fernando VII, antes de partir para Bayona, había constituido una Junta Suprema de
Gobierno, habilitada solo para la toma de decisiones gubernativas de carácter urgente;
el resto debían ser consultadas con el monarca
- Murat, lugarteniente de Napoleón y jefe de las tropas francesas en España, pretendía
controlar la Junta Suprema.
Con Fernando VII prisionero en Francia, se produce un movimiento revolucionario en su
nombre, consolidándose gobiernos autónomos en distintos puntos -> se organizaron Juntas
Provinciales, que culminaron con la constitución de la Junta Central Suprema (Aranjuez, 1808)
y que organizaron la resistencia al ejército francés.
De 1808 a 1814 tuvo lugar la Guerra de la Independencia y marca el final del Antiguo Régimen
y el tránsito al régimen constitucional. En los comienzos de la guerra de independencia, las
Juntas contribuyeron a una ruptura político-administrativa de carácter revolucionario, aunque
socialmente fomentaron (en evidente contradicción) posturas contra-revolucionarias, debido a
que las Juntas estaban formadas por los notables locales. Paralelamente a ellas, un sector
políticamente influyente mantuvo una opción colaboracionista con el ejército francés: eran los
afrancesados.
El Consejo de Regencia
El avance de las tropas francesas en 1810 obligó a la Junta Central a trasladarse desde Sevilla
hasta Cádiz, donde se disolvió (debido al desgaste por enfrentamientos internos y los fracasos
militares) y se nombró un Consejo de Regencia al que se trasladó los poderes:
- el Consejo de Regencia, en nombre de Fernando VII exiliado en Francia, promulgó la
Constitución de 1812, que sirvió de bandera al liberalismo de la época e inició la
andadura constitucional en España
- además, las Cortes de Cádiz realizaron una importante labor legislativa (los Decretos
de las Cortes de Cádiz).
Mientras, José I Bonaparte reinó de forma efectiva desde 1809 hasta la derrota de Arapiles
(1812), e intentó organizar un estado bonapartista. El Tratado de Valencay (1813) puso fin a la
guerra y Napoleón reconoció como Rey a Fernando VII:
- las Cortes no quisieron reconocer validez al tratado hasta que Fernando VII jurara la
Constitución de 1812
- la Constitución sólo estuvo vigente hasta la vuelta de Fernando VII en 1814.
b) Las convulsiones liberales y absolutistas (1814-1833).
Restauración absolutista (1814-1820)
Fernando VII entró en España en marzo de 1814 con la intención de restablecer el absolutismo
- fue secundado por un grupo de diputados de las Cortes de Cádiz que se oponían al
régimen liberal, y que elevaron su opinión mediante el denominado Manifiesto de los
Persas proponiendo la vuelta a la monarquía absoluta, las Cortes estamentales y la
vuelta al Antiguo Régimen
- Fernando VII derogó en 1814 la Constitución y los Decretos de las Cortes de Cádiz
- los liberales fueron eliminados de las instituciones y tuvieron que pasar a la
clandestinidad y el exilio.
El enfrentamiento entre absolutistas y liberales era creciente y el rey, que necesitaba el apoyo
de la burguesía, tuvo que mantener algunas libertades como la de comercio y detener las
persecuciones políticas.
54
El trienio liberal (1820-1823)
La imposibilidad de recuperar la vía constitucional llevó a los liberales a reclamar el apoyo del
ejército para que actuase mediante un pronunciamiento:
- el Teniente Coronel Riego proclamó en 1820 la Constitución de 1812
- Fernando VII, adaptándose a las circunstancias, tuvo que jurar la Constitución
- se restauró la obra legislativa de las Cortes, se profundizaron las medidas
liberalizadoras de la economía y se restituyó la libertad de imprenta
- se formaron Sociedades Patrióticas y tertulias con un nuevo espíritu liberal y de
progreso económico.
La década ominosa (1823-1833)
El trienio liberal acabará con la ocupación del país por un ejército enviado por una coalición de
fuerzas conservadoras europeas creado con el objetivo de liberar las monarquías del acoso
revolucionario:
- los cien mil hijos de san Luís ocuparon España
- Fernando VII declaró por segunda vez nula la Constitución de Cádiz y restauró el
absolutismo
- pero la vuelta al absolutismo era muy difícil ya que necesitaba ganarse al poder
económico y financiero
- no restableció la Inquisición y fue cediendo la represión política.
La guerra carlista y el problema sucesorio
Fernando VII murió en 1833, cuando su hija Isabel tenía 3 años, por lo que su madre María
Cristina se convirtió en Reina Regente. A la muerte de Fernando VII, su hermano Carlos
publicó el Manifiesto de Abrantes en defensa de sus derechos sucesorios:
- los derechos de Isabel de acceder al trono eran indiscutibles según la Constitución de
1812, pero esta había sido abolida por el propio Fernando VII
- Carlos defendía la vigencia en España de la ley sálica (de Felipe V), que impedía
reinar a las mujeres
- Carlos IV (padre de Fernando VII) había intentado anular la ley sálica
mediante la Pragmática Sanción, pero no llegó a promulgarla
- Fernando VII sí la promulgó cuando su esposa estaba embaraza de su hija
Isabel
- el nacimiento de Isabel dio lugar a que Carlos impugnase la Pragmática
Sanción para poder acceder él al trono
- los enfrentamientos entre los carlistas y los isabelinos dieron lugar a tres guerras
civiles: las conocidas como guerras carlistas
- los carlistas defendían el absolutismo tradicional, mientras que los partidarios
de la regente María Cristina defendían el liberalismo.
- también era importante la cuestión religiosa (los carlistas defendían una
concepción religiosa tradicional y estaban contra las desamortizaciones que
perjudicaban a la Iglesia).
2. De la consolidación liberal a la Revolución.
La regencia de Espartero (1841-1843)
María Cristina juró, en nombre de su hija Isabel II, la Constitución progresista de 1837; no
obstante, María Cristina prefería a los moderados frente a los progresistas.
Las victorias militares en la guerra carlista llevaron al progresista Espartero al protagonismo
político, siendo nombrado Presidente del Gobierno, con el apoyo de las Juntas y de la Milicia
nacional:
- Espartero pretendió convertir la regencia unipersonal en colegiada, lo que provocó la
renuncia y el exilio de María Cristina
55
- Espartero quedó como regente interino y árbitro de la política nacional.
- si María Cristina había conducido al país en alianza con los moderados,
Espartero intentó hacerlo apoyándose en los progresistas
- tuvo así enfrente a un gran sector del ejército, a los propios moderados y a la
burguesía catalana
- al final Espartero dimitió
- las Cortes tomaron entonces la decisión de adelantar la mayoría de edad de Isabel II.
La década moderada (1844-1854)
La rotunda victoria electoral de los moderados encabezados por Narváez, hizo que elaboraran
su propia Constitución (1845), con cierta modernización económica y administrativa pero sin
llegar a reformas en profundidad. En general, en esta época los progresistas, de uno y otro
sector, fueron marginados y reprimidos por lo que se sintieron estimulados a buscar el acceso
al poder mediante pronunciamientos militares.
La revolución y el bienio progresista
Hubo numerosas conspiraciones progresistas, y en 1854 triunfó una que convirtió en hombres
fuertes a Espartero y O’Donnell. Se convocaron Cortes Constituyentes en base a la ley
electoral de 1837, más progresista que la de 1846 pues consagraba el sufragio universal
masculino:
- en este bienio se dieron algunas significadas reformas, como la ley de
desamortización de Madoz y la ley de ferrocarriles
- a la ya habitual conflictividad política se sumó entonces la específica del movimiento
obrero (en 1855 tuvo lugar en Barcelona una huelga general de alarmantes
proporciones)
- tras la caída de Espartero se adoptaron medidas contra el revolucionarismo obrero
que culminarían luego en la prohibición general de todo tipo de asociaciones.
La Unión Liberal (1856-1863)
La sustitución de Espartero por O’Donnell finalizó el bienio progresista, e inició el gobierno de la
Unión Liberal, partido que aglutinaba a liberales y moderados con un sentido pragmático de la
política. Restablecieron la Constitución de 1845.
La crisis prerrevolucionaria (1863-1868)
Durante este periodo los progresistas boicotearon la vida política ante la negativa de Isabel II a
formar un gobierno de ese signo (pese a que O’Donnell intentó en 1865 incluirlos, la Reina
entendía que tenían un carácter cuasirevolucionario desde el bienio progresista y no lo
permitió). La reina retiró en 1866 la confianza a O’Donnell, y la Unión Liberal se unió a la
conspiración revolucionaria: esta formación representará la evolución del moderantismo de los
años cuarenta a un moderantismo más acorde con la sociedad capitalista del último tercio del
siglo XIX.
El Partido Demócrata también era proclive a derrocar a la dinastía, acercándose a los grupos
republicanos aunque no todas las figuras conservaban el mismo grado de radicalismo: Castelar
defendía un republicanismo individualista y Pi-Margall propugnaba un socialismo federal.
Ambos compartían la lucha antidinástica.
Tuvo lugar un desviacionismo de las fuerzas políticas hacia posiciones extremas, acercando
sus planteamientos conspiradores revolucionarios. Una amplia oposición política compartía la
necesidad de acabar, no tanto con la monarquía, sino sobre todo con el reinado de Isabel II. En
los cinco años y medio que transcurren desde la caída de O´Donnell hasta que Isabel II pierde
el trono, se suceden siete gobiernos. Finalmente la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868
acabo siendo ejecutada por militares, lo que provocó la salida de Isabel II de España.
56
El sexenio revolucionario (1868-1874)
Prim encabezó el levantamiento en Cádiz desde donde se extendió por Andalucía, Levante y
Cataluña, ante lo que dimitió el Presidente del Gobierno e Isabel II se exilió:
- el exilio real llevó a la constitución de un gobierno provisional presidido por Serrano
en el que Prim fue ministro de guerra
- se regularon las libertades de enseñanza, reunión y asociación, se estableció el
sufragio universal masculino y se convocaron en enero de 1869 cortes constituyentes
- unionistas y progresistas, con mayoría en dichas cortes, resolvieron a favor de
instaurar una nueva monarquía
- pero la cuestión era complicada: descartada Isabel II, era preciso buscar otra
persona
- tras más de un año, Amadeo de Saboya aceptó el trono
- pero las guerras carlista y cubana, la oposición de los republicanos
(antimonárquicos) y los alfonsinos (que habían empezado a defender los
derechos de Alfonso XII, hijo de Isabel II), el asesinato de Prim, la falta de
reconocimiento popular a Amadeo de Saboya -> todos estos hechos impidieron
la estabilización del país
- de modo que Amadeo abdicó dos años después de su llegada
- el mismo día de la abdicación, las Cortes proclamaron la república (febrero de 1873)
- se celebraron elecciones, ganadas por los republicanos federalistas, y se declaró la
República Federal
- no obstante, como sistema político, los únicos soportes de la República eran
el sector político de la burguesía de izquierdas, algunos obreros y un núcleo de
intelectuales, por lo que todo aquello era minoritario y carecía de base popular.
Surgieron revueltas cantonales en Andalucía y Levante, cuya represión forzó a la República a
adoptar un aire más conservador (e incluso se suspendieron las garantías constitucionales y se
gobernaba por decreto). Finalmente, el pronunciamiento de Pavía dio al poder a Serrano, que
declaró vigente la Constitución de 1869 y suspendió al mismo tiempo su vigencia alegando que
había que restablecer el orden público.
3. La Restauración y la convivencia canovista.
Los avatares republicanos convencieron a Cánovas para comenzar una labor en pro de la
restauración borbónica (la monarquía se restauró en diciembre de 1874) en la persona de
Alfonso XII, hijo de Isabel II (quien finalmente tuvo que abdicar en favor de su hijo):
- Cánovas se centró en la formación de Alfonso XII (política, civil, militar); pretendía
presentar al país un Rey instruido en los principios constitucionales, pero también un
rey soldado que sirviera de referente al ejercito
- para Cánovas, la única posibilidad de estabilidad radicaba en la articulación de un
sistema parlamentario y régimen constitucional bipartidista (semejante al inglés) en el
que dos partidos accedieran al poder mediante el turno pacífico, que no hiciera
necesario el recurso a los pronunciamientos militares
- el turno de partidos no se apoyó ni en la opinión pública ni en el resultado electoral,
siendo sistemáticamente manipulado por el Ministerio de la Gobernación
- con todo, durante el reinado de Alfonso XII el sistema se mantuvo apoyado en el
consenso de los dos partidos, con predominio del conservador.
Durante este periodo, la legislación participa del carácter progresista y se consigue un nivel
semejante al de otros países de Europa; sin embargo, el posterior reinado de Alfonso XIII
desgastó el régimen: mientras Europa se encamina hacia la democratización, en España el
Rey asumió amplias esferas de decisión. Maura (conservador) intentó a finales de la primera
década del siglo XX renovar las estructuras políticas, reformando la administración en un
intento de acabar con el caciquismo electoral. También lo intentó el liberal Canalejas entre
1910 y 1912. A partir de 1917 el régimen entró en crisis. La semana trágica de Barcelona o el
desastre de Annual, junto con los asesinatos de Canalejas y Dato, hicieron que en 1923 el
Capitán General de Cataluña (Primo de Rivera), diera un golpe de Estado, bien visto por varios
sectores sociales y el ejército.
57
El Rey aceptó que Primo tomara el mando de la nación, más allá de lo que establecía la
Constitución. Primo suspendió las Cortes y estableció un directorio militar con competencia
para dictar decretos con fuerza de ley. Creó la Unión Patriótica como partido único,
encabezado por él mismo, logrando mejoras en Marruecos y en el Orden Público. Pero a partir
de 1925 el directorio militar fue sustituido por un gobierno de civiles, creándose una Asamblea
Nacional Consultiva, integrada por representantes de los municipios, provincias y
organizaciones provinciales de la Unión Patriótica. Primo acabó exiliado en Francia, y la
normalidad constitucional parecía volver al país, pero la monarquía estaba herida de muerte: se
iniciaba la II República.
58
Lección 11. Las reformas económicas y sociales de la ideología liberal
1. Estructura económica.
a) La agricultura: revolución agraria y proteccionismo.
En el Antiguo Régimen la tierra era la fuente principal de producción: su dominio y propiedad
eran la base de la sociedad. Al iniciarse el siglo XIX dos terceras partes de la población
trabajan en ella y más de la mitad de la renta nacional procede del campo. La mayoría del
suelo cultivado se dedicaba al cereal.
La Guerra de la Independencia agudizó la crisis: el Estado estaba colapsado por falta de
recursos, el comienzo de la independencia de las colonias americanas y la suspensión de las
remesas de materiales preciosos, el hundimiento del aparato administrativo, además de la
propia destrucción de infraestructuras a consecuencia de la guerra.
El esquema de propiedad de la tierra determinaron la crisis económica de la España del siglo
XIX:
- las tierras vinculadas en régimen de mayorazgo y las tierras amortizadas en manos
de la iglesia estaban fuera del comercio y no podían comprarse ni venderse con
libertad
- a finales del XVIII pervivía el régimen señorial, con tierras en manos de la Iglesia y
entidades paraeclesiásticas: de la Inquisición, las Órdenes, los Hospitales... y por tanto
no enajenables
- los municipios también tenían tierras no enajenables
- además, la nobleza acumulaba propiedades en mayorazgo, sólo transmisibles mortis
causa con arreglo a un orden sucesorio especial, necesitando autorización de la
Corona para usarlas como garantía para la obtención de prestamos o para tomar
cualquier decisión sobre las mismas
- con carácter añadido, el poder de la Mesta impedía cercar heredades para que el
ganado pudiese entrar después de la cosecha, roturar tierras baldías, etc.
Sólo el declive del régimen señorial y de la Mesta, después de la guerra de independencia,
permitió que se dictaran medidas proteccionistas en materia de cereales, procurando que la
producción nacional fuera suficiente y prohibiendo las importaciones. Ello permitió aumentar la
productividad. También aumentó la producción de vino ayudada por plaga de filoxera en los
viñedos franceses, y España continuó siendo uno de los mayores productores de aceite de
oliva.
b) La propiedad agraria y sus reformas. (EXAMEN)
En toda Europa, el esquema de propiedad de la tierra en el antiguo régimen, próximo al
feudalismo, entra en crisis:
- en 1808 la propiedad en España estaba vinculada a manos muertas (aristocracia,
Iglesia, municipios); además, el sistema gremial encorsetaba las relaciones de trabajo
en el ámbito artesanal y manufacturero
- se necesitaba una reforma a fondo que modificara el medio de producción básico: la
tierra
- es la etapa de las revoluciones burguesas liberales que luchan por un cambio en el
plano político y económico.
La disolución del régimen señorial
Ya en las Cortes de Cádiz, siguiendo las ideas de la Revolución francesa que abogaba una
reforma de la propiedad de la tierra, se planteó la abolición de los señoríos:
- un Decreto de agosto de 1811 abolió la jurisdicción señorial y los derechos señoriales,
pero la medida no se extendía a los señoríos territoriales o meramente solariegos que
se convertían en propiedades privadas
59
- esto dio lugar a numerosos pleitos acerca de la interpretación jurisdiccional o no de
diversas rentas que percibían los señores, normalmente resueltos en contra de los
campesinos, por lo que la cuestión señorial se convirtió en cuestión agraria
- con la vuelta de Fernando VII la reforma quedó aplazada, y se puso en marcha de
nuevo en el trienio liberal, pero tanto mayorazgos como vinculaciones fueron
restablecidos en 1823
- las medidas decisivas llegaron tras la muerte del Fernando VII en 1833: un decreto de
1837 acabó con el régimen señorial, pero favorecía abiertamente a los grandes
propietarios, pasando los colonos a ser arrendatarios o simples jornaleros
- formalmente la tierra permanecía en las mismas manos.
La desvinculación de los mayorazgos
La Revolución Francesa planteó una reforma agraria disolviendo el régimen señorial, mediante
la desvinculación de los mayorazgos y llevando a cabo la desamortización:
- el mayorazgo era una forma especial de propiedad de la tierra típica del régimen
señorial:
- el titular de la herencia (normalmente el primogénito como heredero
preferente) podía disponer de las rentas, pero no de los bienes (no podía
vender tierras de la herencia), y además podía ampliar el patrimonio, lo que
implicó un crecimiento de la propiedad agraria de tipo nobiliario tanto secular
como eclesiástica (ya que algo similar ocurría con las donaciones a los
conventos y obispados)
- esto es, los bienes del mayorazgo no podían ser enajenados, quedaban
“vinculados” y por tanto fuera del libre comercio
- la propiedad de la tierra quedaba así reducida a unas pocas familias.
En los últimos años del siglo XVIII y en los primeros del siguiente se dictan diversas medidas
de carácter corrector:
- el reformismo acabará por abolir los mayorazgos, de tal manera que una ley de 1841
(Regencia de Espartero) declara en vigor todas las medidas desvinculadoras
anteriores, convirtiendo la desvinculación en irreversible
- queda consagrada en el Código Civil una concepción amplia y sin trabas del derecho
de propiedad, así como la nulidad de cualquier norma que pudiera prohibir la alineación
perpetua de bienes
- esa se considera una transición histórica entre la nobleza, propietaria de tierras, y la
burguesía, que hasta entonces no podía comprarlas debido a la vinculación.
La desamortización (EXAMEN)
La desamortización fue un fenómeno jurídico, político y económico consistente en modificar la
propiedad de la tierra en manos muertas (esto es, en manos como la Iglesia y los municipios)
- no fue una desvinculación, pues al propietario se le arrebató la tierra previa
compensación, que luego se sacaba a subasta pública y se privatizaba
- respondió tanto a la preocupación por reordenar el régimen de propiedad, como el
afán de obtener unos nuevos y cuantiosos ingresos para el Estado
- la desamortización eclesiástica fue fruto también de tendencias de signo
secularizador o anticlerical.
La desamortización tuvo varias etapas:
• Primera etapa: del XVIII a principios del XIX: Godoy y Soler fueron los impulsores del
primer intento
- los bienes desamortizados pertenecían a la disuelta Compañía de Jesús, a
hospitales y casas de misericordia... su finalidad era sanear las arcas del
Estado
- la idea desamortizadora fue recogida por un Decreto en este mismo sentido
de 1813 en las Cortes de Cádiz, pero fracasó por el restablecimiento del
absolutismo.
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• Segunda etapa: hubo algunas medidas en el trienio liberal, y en 1836, muerto
Fernando VII, Mendizábal pone en marcha lo que se conoce como desamortización de
los bienes del clero regular (expropiando los bienes de las Órdenes Religiosas)
- el objetivo era saldar la deuda pública y crear una nueva masa de propietarios
que apoyaran la causa liberal frente al conservadurismo del carlismo
- se llegaron a vender 3/5 partes de los bienes totales de la Iglesia en España
• Tercera etapa: en 1855 Madoz amplió la desamortización a los bienes pertenecientes
al Estado y a los municipios:
- supuso el proceso de desamortización más importante.
Consecuencias de la desamortización:
- la desamortización no repartió la propiedad de la tierra a los menos favorecidos: los
latifundios en manos de la Iglesia y el Estado pasaron a manos de los burgueses más
ricos
- con todo, se logró que se iniciara una reforma agraria encaminada a invertir en las
tierras y a obtener mejores cosechas
- la situación de los campesinos fue a peor, porque cultivadores de la propiedad
eclesiástica o comunal (con grandes márgenes de tolerancia) pasaron a depender de
señores latifundistas que querían obtener un máximo aprovechamiento de las tierras.
c) El fracaso de la Revolución Industrial en España.
La Revolución Industrial, iniciada en Inglaterra y extendida luego a la Europa continental y a los
Estados Unidos:
- consistió en una serie de innovaciones en la técnica y modos de producción, cuyas
bases fueron la invención de la máquina de vapor alimentada por carbón, el
descubrimiento y utilización de nuevos métodos de transformación de materias
básicas, la organización racionalizada del trabajo en el proceso productivo, y el
aprovechamiento de los avances tecnológicos en la agricultura y el transporte.
En España faltaron los factores necesarios para que se produjera una revolución industrial:
- no hubo un importante aumento demográfico ni una burguesía con visión de futuro
que realizara una revolución agrícola como soporte a la expansión de la industria
- a partir de 1830 arrancó la nueva industria, la lenta salida del estancamiento se hace
en base a los sectores hullero, siderúrgico y algodonero
- se instalaron altos hornos en Santander, Asturias y Vizcaya en los años cuarenta
- pese al aumento de producción de carbón y hierro, la cuenca asturiana y Vizcaya
tardaron en ser rentables: pese a la protección arancelaria, se importaba carbón inglés
con costes de transporte más bajos y mayor poder calorífico
- por lo que hace al textil catalán, recibió un fuerte empuje en los cuarenta y los
cincuenta.
El proteccionismo estatal permitió la introducción de maquinaria inglesa y la inversión de
capitales procedentes del comercio colonial. La política económica osciló entre el
librecambismo y el proteccionismo, siguiendo los frecuentes vaivenes de los gobiernos liberales
y conservadores.
d) El comercio: política arancelaria. Banco de España y Bolsa.
Tras las guerras napoleónicas el comercio se contrajo, recuperándose a partir de los años 30:
- los liberales establecieron en 1820 las bases aduaneras del proteccionismo español,
en lo que suponía una alianza de propietarios cerealistas castellanos y andaluces, con
grupos mercantiles burgueses de la periferia industrial
- los primeros abastecían de trigo a las zonas industriales, que encontraban a
su vez un mercado para sus manufacturas -> esta sería la base de la futura
legislación arancelaria y proteccionista del siglo XIX
- la política arancelaria proteccionista se manifestó en las leyes que establecían
diversos aranceles a las importaciones de maquinarias, manufacturas y
materias primas
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- desde los cincuenta aumentaron las exportaciones de trigo, harina, vino, aceite y
fruta; se implantó el sistema métrico decimal unificador del sistema de pesas y medidas
- se produce cierto avance en la red de carreteras aunque en menor medida que otros
países de Europa y comenzó la época del ferrocarril, con participación de capital
extranjero, si bien lastrado por la decisión de dotar de un menor ancho de vía la red
nacional respecto de la europea.
Hasta 1847 la banca funcionó como lo había hecho hasta el XVIII, amortizando vales de deuda
pública. Los grandes grupos mercantiles e industriales presionaban para la organización de un
mercado financiero. En el reinado de Fernando VII (1829) se liquidó el Banco de San Carlos
para crear el de San Fernando. Se creó junto al Código de Comercio y la Bolsa de Madrid. En
1847 se fundieron los bancos de San Fernando y de Isabel II (denominados desde 1856 Banco
de España). Además, en 1856 se autorizaron los bancos privados y la constitución de
sociedades anónimas y de crédito, surgiendo la banca privada y las bolsas de Bilbao y
Barcelona.
- en 1874, una ley de transcendental importancia concedió el monopolio de emisión de
billetes al Banco de España, con lo que la mayor parte de la pléyade de bancos
emisores surgidos hasta entonces fueron anexionados por él o se convirtieron sus
sucursales provinciales. Los pocos que resistieron como los de Barcelona, Bilbao y
Santander, representarán el bastión de la futura banca privada.
2. Estructura social.
a) Las clases sociales y las corrientes migratorias europeas y americanas.
El espíritu revolucionario y el impulso de la burguesía rompieron el esquema estamental
configurándose la nueva sociedad de clases, donde se agrupan por un lado las clases
favorecidas económicamente (antigua nobleza y burguesía) y por otro las clases bajas
desprotegidas (antiguos siervos que ahora se convierten en jornaleros de los nuevos
propietarios favorecidos por la desamortización). En este periodo se da el paso de la condición
jurídica de súbdito a ciudadano con igualdad de derechos ante la ley.
La población fue creciendo, aunque con más lentitud que en otros países europeos por las
deficiencias sanitarias, la mala red de transportes y las epidemias:
- La nobleza: propietaria de las tierras productivas, se concentraban en los Grandes de
España, sobre todo en Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura y Castilla la Nueva.
Fue muy pasiva en la Guerra de la Independencia, lo que la desprestigió. Con la
abolición del régimen señorial y el devenir político acabó integrándose en el estado
liberal.
- La burguesía: comerciantes, industriales y banqueros con un potencial de desarrollo
escaso, sobre todo por la pérdida del mercado americano y concentrados en Cataluña,
País Vasco, Asturias y Madrid.
- El clero: ejerció gran poder sobre los feligreses, especialmente en zonas rurales y
analfabetas fáciles de adoctrinar. Había que distinguir a los eclesiásticos adscritos a las
iglesias catedrales de los curas parroquiales. Los liberales pretendieron romper con el
poder social y económico de la Iglesia: no lo lograron, y España fue confesionalmente
católica hasta 1931. La iglesia perdió propiedades pero no poder.
- El campesinado: forman la mayor parte de la población, una parte pequeña fueron
antiguos propietarios; la mayoría trabajó para nobles y eclesiásticos y una vez abolidos
los señoríos, como jornaleros o braceros.
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b) Movimientos obreros y sindicales.
En el siglo XIX desaparecieron las tradicionales asociaciones como la Mesta y los gremios,
surgiendo nuevas sociedades o agrupaciones proletarias agrícolas, mineras y obreras:
- en 1868 surgió la Asociación Internacional de Trabajadores en España (sección de la
fundada por Marx en Londres en 1864)
- la sección española de la primera Internacional tuvo como principal
protagonista a Bakunin, lo que culminó en la creación de la Federación
Regional de Trabajadores Españoles, de signo claramente anarquista y
rechazando el capitalismo y el catolicismo
- ello condujo a la creación de la CNT en 1911, que cobró peso en las huelgas
de 1917 al tener una nutrida representación en el proletariado industrial,
especialmente en Cataluña
- en 1888 surge la UGT, al principio controlada por los tipógrafos socialistas, con Pablo
Iglesias a la cabeza e implantada en principio sólo en Madrid, Vizcaya y Asturias
- pero las infames condiciones de vida de los obreros supusieron un caldo de
cultivo para su rápida expansión en las primeras décadas del siglo XX.
Se reivindicó la celebración del primero de mayo y la jornada de ocho horas (II Internacional:
París, 1889). En la época de Cánovas sólo se autorizaron mítines y reuniones en locales en el
primero de mayo, y no manifestaciones al aire libre. CNT y UGT pusieron de manifiesto su
capacidad de sindicación para la defensa del proletariado a raíz de la Semana Trágica de
Barcelona (1909). A partir de entonces se intentaron cauces de concordia y negociación, pero
su fracaso establecería un sistema de violencia, que alentado por el referente de la Unión
Soviética, llevaron a una situación sin salida no aceptada por burgueses y conservadores, y
que desembocaría en la dictadura de Primo de Rivera y más tarde a la guerra civil.
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Lección 12. El pensamiento liberal y las reformas políticas
1. Introducción: la Revolución francesa y los orígenes del constitucionalismo
continental.
Las ideas ilustradas de Montesquieu y Rousseau junto a la Independencia de EEUU influyeron
en la burguesía francesa dando paso a la Revolución Francesa de 1789:
- la revolución en Francia supuso el derrocamiento de Luis XVIII y su sistema de
monarquía absoluta
- se proclamó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, la igualdad
ante la ley y la afirmación de la soberanía nacional, junto a la separación de los
poderes legislativo, ejecutivo y judicial
- todo ello plasmado en la primera constitución francesa de 1789, origen del resto de
constituciones en un proceso revolucionario que empieza en el siglo XIX durante y
después de las invasiones napoleónicas por todo el continente europeo, y que da lugar
a la independencia de Grecia y Bélgica y posteriormente la unificación de Alemania e
Italia.
El marco constitucional que se implanta en Europa a lo largo del XIX es un modelo donde se
limita el poder del Estado, se regula su actividad y se garantiza la libertad de los ciudadanos;
sus principios están recogidos en la división de poderes de Montesquieu:
• Poder legislativo unicameral o bicameral.
• Poder ejecutivo, reservado al jefe del Estado (rey o presidente) ejercido junto con sus
ministros.
• Poder judicial independiente encargado de administrar justicia.
- como dice Rousseau, para que exista equilibrio entre poderes la constitución tiene
que emanar del pueblo por sufragio universal, y los representantes han de ser electos.
La constitución supone un conjunto de normas escritas, dotadas de rango superior que regulan
la organización de poderes y define los derechos y deberes de los ciudadanos
- dichos derechos deben basarse en la declaración de derechos del hombre y del
ciudadano, considerándose como fundamental la libertad (de conciencia y de
expresión)
- las constituciones pueden clasificarse en breves o extensas atendiendo al mayor o
menor grado de desarrollo de los principios fundamentales contenidos en ellas;
también en rígidas o flexibles atendiendo al carácter de los requisitos necesarios para
su modificación.
A continuación se estudian los textos constitucionales del siglo XIX español.
2. El Estatuto de Bayona. (EXAMEN)
En 1808, Napoleón, al mismo tiempo que anunciaba al pueblo español las abdicaciones de la
monarquía en Bayona, convoca por decreto una Asamblea de Notables para fijar las bases de
la nueva Constitución y poco tiempo después proclama a su hermano José rey de España.
Con esta Constitución, Napoleón pretende legitimar su poder en España
- se elabora un código político que aunque se considera una constitución pactada, más
bien debe considerarse carta otorgada mediante la cual le rey se desprende de varias
prerrogativas
- se aborda la confesionalidad del Estado reconociendo la religión católica, la sucesión
en la corona, los ministros, etc
- no hace referencia a la separación de poderes ni a la soberanía.
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Cuando José I entró en Madrid, la guerra estaba iniciada y los franceses habían sufrido su
primera derrota en Bailén, con lo que necesitó le entrada en España del ejercito de Napoleón,
que consigue la rendición de Madrid, tras lo que se dictan los decretos de Chamartín sobre
obligación de desarme de los ciudadanos, confiscación de bienes de aquellos que habían
traicionado su causa, supresión del Consejo de Castilla y prisión de sus miembros, abolición de
la Inquisición, reducción del número de conventos, supresión de las aduanas interiores y
abolición de los derechos señoriales
- tales medidas, que suponían progreso y modernidad, encontraron adeptos en los
llamados afrancesados, que entendían que la nueva dinastía francesa encarnaba el
espíritu liberal y progresista de la revolución francesa y pasaban por alto el modo
deshonroso como Napoleón se había hecho con España.
El Estatuto no llegó a regir pero por su carácter relativamente liberal, sirvió de guía para
quienes se enfrentaban a la invasión napoleónica y sus principios se recogieron en la
constitución de 1812.
3. La Constitución de Cádiz. (EXAMEN)
Durante la guerra de la independencia, la existencia de varias Juntas Superiores provinciales
suponía un serio obstáculo para su acción coordinada contra los franceses. Por ello se plantea
una unificación en un único Consejo que, en nombre de Fernando VII, dote las disposiciones
necesarias para hacer frente al enemigo común. Tras la victoria de Bailén en 1808 se crea la
Junta Central Suprema, que se constituyó en Aranjuez presidida por Floridablanca.
La Junta Central Suprema se convierte en órgano supremo al que reconocen las distintas
juntas provinciales, incluidas la mayor parte de las americanas. Cuando las tropas de Napoleón
llegan a Madrid, la Junta tiene que retirarse a Sevilla. En enero de 1810 se dictaron
instrucciones para que acudieran a las Cortes representantes de los tres estamentos
tradicionales. Jovellanos propuso que se crearan dos cámaras según el modelo inglés: una
compuesta por nobleza y clero y otra con los representantes de las ciudades, lo que fue
aceptado.
Ante la llegada de las tropas francesas a Andalucía, la Junta se refugió en Cádiz. Las Cortes
promulgaron un primer decreto:
1. La soberanía reside en la Nación, de la que los diputados que componen el
congreso son sus representantes.
2. Las Cortes reconocen, proclaman y juran como único rey legítimo a Fernando VII,
declarando nula la cesión de la corona a Napoleón.
3. Declaración del principio de división de poderes. Las cortes se reservan el ejercicio
del poder legislativo.
4. Las cortes habilitan a los miembros que componen el Consejo de Regencia para el
ejercicio del poder ejecutivo, que deberá reconocer la soberanía nacional de las Cortes
y jurar obediencia a las leyes que de ella de emanen.
5. Confirmación de todos los tribunales y justicias del Reino, así como de autoridades
civiles y militares.
6. La persona de los diputados es inviolable.
Pero, además de promulgar decretos, la idea de redactar una constitución era mantenida por la
mayoría desde los inicios, y fue proclamada el 19 de marzo:
- se trata de una constitución extensa inspirada en los principios de la Revolución
francesa
- sigue una estructura semejante a los textos constitucionales franceses destacando la
desigualdad de trato de las materias: un tercio del total se dedica al poder legislativo
- establece un sistema unicameral, se declara la religión católica como oficial, y el
poder ejecutivo lo compartían el Rey y las Cortes, con mayor peso del primero
- los poderes reales eran muy amplios, pudiendo nombrar y cesar a los
secretarios de despacho que serían los futuros ministros
- el sufragio, en principio se declaró universal pero en una segunda fase se declaró
censitario, se decretó el servicio militar obligatorio y el establecimiento de escuelas
primarias en todos los pueblos.
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La Constitución de 1812 fue abolida por Fernando VII en 1814 (cuando regresó de Bayona) y
volvió a estar vigente durante el trienio liberal (1820-1823) después del golpe del coronel
Riego, y se obligó a Fernando VII a jurarla de nuevo; además se restauró la libertad de
imprenta y los decretos de Cádiz. La Constitución perdió vigencia de nuevo con la restauración
del absolutismo por la Santa Alianza durante la década ominosa (1823-1833). A la muerte del
rey en 1833 recupera su vigencia teórica durante la regencia de María Cristina que necesitaba
el apoyo de los liberales frente a los partidarios carlistas.
4. El Estatuto Real.
Fernando VII murió en 1833, su hija Isabel la heredera tenía tres años. Mientras alcanzaba la
mayoría de edad, la reina madre María Cristina ejercía de reina gobernadora. Los carlistas se
sublevan por todo el país, por lo que la reina tuvo que transigir con los liberales otorgándoles el
Estatuto Real en 1834:
- se trata de una Carta Otorgada (una concesión de la reina)
- era un texto incompleto de 50 artículos que se limitaba a regular las Cortes y sus
relaciones con el Rey
- no reguló la monarquía, cuyos poderes eran muy amplios y estaban dispersos por los
distintos artículos
- el rey estaba facultado para convocar las Cortes, suspenderlas e incluso
disolverlas
- tampoco eran tratados los ministros ni incluía una declaración de derechos, ni se
definía la soberanía ni el sistema electoral
- la novedad más llamativa fue la introducción del sistema bicameral, con un estamento
de próceres, y otro estamento de procuradores elegidos
- las leyes requerían la aprobación del monarca y ambas cámaras.
Las reformas eran tan moderadas que resultaron insuficientes y decepcionaron a las fuerzas
más progresistas, que en el amotinamiento de La Granja de 1836 obligó a restaurar la
Constitución de 1812.
5. La constitución de 1837.
Tras el amotinamiento de La Granja, se convocaron Cortes Constituyentes:
- lo más importante de ellas no es el texto constitucional, sino un serie de medidas de
hondo calado social y político: supresión los diezmos eclesiásticos, abolición del
régimen señorial y continuación con la labor desamortizadora de Mendizábal
- la constitución era breve y de reforma flexible
- no declaraba expresamente la división de poderes y daba gran protagonismo al rey
en el poder legislativo
- el Rey estaba facultado para abrir y cerrar las sesiones, convocar, suspender
y disolver las cortes, disponiendo de veto absoluto
- las cortes quedaban divididas en congreso y senado
- las funciones de las cortes eran legislativas (iniciativa legislativa), financieras
(el gobierno tenía obligación de presentar a cortes un presupuesto para el año
siguiente, lo que fue sistemáticamente incumplido), políticas (elección de
regente, toma de juramento al sucesor,...) y de control (responsabilidad de
ministros que serían acusados por el Congreso y juzgados en el Senado)
- el sufragio era directo y censitario (sólo un 4% de los españoles votaban)
- era ambigua en el ámbito de la confesionalidad religiosa.
Estuvo vigente hasta la constitución de 1845.
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6. La Constitución de 1845.
Con el triunfo de los moderados (Narváez) en las elecciones de 1844 se cambió la Constitución
(la más reaccionaria de la historia constitucional española):
• La soberanía era compartida cortes-reina.
• Compatibilidad de la libertad y el orden: la nueva ley cierra los periódicos en que se
ataque la monarquía, la constitución y las leyes fundamentales.
• Se mantiene la confesionalidad de la constitución de 1812.
• Se mantiene el bicameralismo (con el senado dependiendo prácticamente de la
corona, ya que para permanecer en él había que pagar una renta muy alta).
• El rey mantiene importantes poderes incluyendo la disolución de las cámaras.
• El derecho al sufragio queda restringido al 1% de la población con las rentas más
altas.
En 1854 otro pronunciamiento esta vez de signo progresista da lugar al bienio progresista, que
abolió la constitución de 1845 y preparó la nonata constitución de 1856:
- en este periodo tuvo lugar el segundo gran proceso desamortizador siendo ministro
de Hacienda Madoz: frente a la de Mendizábal afectó también a los bienes propios de
los ayuntamientos, y los destinos de los fondos no fueron aplicados enteramente a la
deuda pública, un 20% se dedicaron a la beneficencia y la instrucción pública.
Una nueva crisis política trajo de nuevo a los moderados al poder, que instauran una dictadura
gobernando a base de decretos con las cortes cerradas. El ala progresista, en vista del viraje
autoritario de la reina se agrupa a la sombra de los generales Prim y Serrano, que acaba con la
revolución de 1868 y el destronamiento de Isabel II.
7. La Constitución de 1869. (EXAMEN)
La revolución de 1868 la inició Prim en Andalucía y provocó el exilio de Isabel II. El gobierno
provisional: disolvió las órdenes religiosas establecidas tras 1837, clausuró la mayoría de
monasterios, rompiendo las relaciones diplomáticas con el Vaticano. Se reconocen las
libertades individuales y se convocan cortes constituyentes con sufragio universal masculino
para todos los mayores de 25 años.
La constitución está basada en los principios liberal democráticos y de soberanía nacional:
- por primera vez se recogieron todos los derechos individuales: libertad de domicilio,
propiedad privada, de expresión, reunión, asociación, reconociéndose la libertad de
culto, se contemplan las asociaciones de clase (por primera vez los sindicatos gozan
de protección constitucional)
- la ordenación de poderes se tomó de la constitución de 1837
- la soberanía residía en la nación
- se mantuvo el bicameralismo, pero el Senado debía ser elegido por sufragio universal
- los diputados del Congreso se elegían en proporción de uno cada 40.000
habitantes.
Los generales que habían apoyado el derrocamiento de Isabel II tuvieron que reprimir los
movimientos federales de corte republicano que se habían iniciado en el vacío de poder de la
revolución. Preferían una monarquía constitucional que pudieran controlar. Prim logró que
Amadeo de Saboya aceptara el trono en un difícil equilibrio entre las monarquías europeas. El
mismo día de su llegada a España en 1871, Prim, su principal valedor, fue asesinado. Amadeo
intentó formar un gobierno de coalición que fracasó y tuvo que abdicar en febrero de 1973.
Congreso y Senado reasumieron el poder supremo y proclamaron la República, dejando la
Constitución de 1869 de estar vigente.
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8. La Constitución de 1876. (EXAMEN)
La I República Federal de 1873 de Pi-Margall fue una ficción que duro medio año, dejó el país
al borde de la guerra civil, fragmentado en cantones y agravado por las guerras de carlistas e
independentistas cubanos. Los militares se plantearon entonces la restauración borbónica
especialmente desde que la reina Isabel en París había abdicado en su hijo Alfonso XII.
Cánovas del Castillo dirigió la operación financiado por la burguesía agraria e industrial, y
Martínez Campos da un golpe de Estado en diciembre de 1874 y proclama a Alfonso XII nuevo
rey de España.
La Constitución de la Restauración de 1876 fue la más longeva en la historia de España:
- es una constitución breve de 89 artículos más uno transitorio, de carácter flexible
- no dice nada del derecho a sufragio remitiendo la materia a lo que determine la ley:
primeramente se implanta el censitario para establecerse en 1907 el universal
masculino
- se establece la libertad de cultos, pero prohibiendo aquellos que no respeten la moral
cristiana
- los derechos individuales tienen formulación semejante a la Constitución de 1869,
pero están limitados por continuas remisiones a leyes futuras y susceptibles de ser
suprimidos en circunstancias especiales
- recoge el principio de soberanía compartida entre el rey
- las cortes son bicamerales
- la justicia corresponde a los tribunales, quienes la aplican en nombre del rey
- el consejo de ministros no tiene entidad constitucional aunque se le reconoce
competencia para presentar a las cortes el presupuesto anual
- el rey sale reforzado: pude nombrar y destituir libremente ministros y puede disolver
las cortes, aunque con obligación de convocarlas en el plazo de un año.
El rey designaba el gobierno, el gobierno designaba los gobernadores de provincias, los
gobernadores designaban los alcaldes y los alcaldes supervisaban las elecciones de manera
que el resultado confirmase el gobierno designado por el rey
- el sistema funcionó durante las ultimas décadas del siglo XIX con alternancia de
conservadores y liberales
- pero en el reinado de Alfonso XIII, el sistema de partidos alternantes se desploma
- aunque el caciquismo perduraba en la España rural, en las ciudades
industriales la creciente masa profesional y obrera apoyaba a los partidos de
izquierda
- en medio de una fuerte crisis política y social por las protestas obreras,
agitación social y desastre de Annual en la guerra de Marruecos, en 1923 el
general Miguel Primo de Rivera, se subleva en Barcelona y da un golpe de
estado al que se adhiere la burguesía, la iglesia, el ejercito y el propio rey
- el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera acaba desembocando en la
marcha al exilio de Alfonso XIII y la proclamación de la segunda república en
14 de abril de 1931 (y la proclamación de la Constitución de 1931).
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Lección 13. Teoría y práctica de gobierno en el sistema liberal
1. El rey.
La monarquía fue la forma de gobierno durante todo el siglo XIX (excepto el breve periodo de la
I República durante los años 1873 y 1874).
La base del sistema político descansa en la existencia de un conjunto de normas
fundamentales a las que se somete todo el ordenamiento legal del Estado: la Constitución
- su origen está en las revoluciones inglesas de 1642 y 1688, y en los principios de la
Constitución francesa de 1791
- la monarquía constitucional supone la sujeción del Rey a las normas constitucionales
que regulan o limitan la potestad del príncipe, y otorgan la soberanía esencialmente a
la nación o a la nación junto al Rey, en cuyo nombre la ejercen asambleas
representativas.
En las distintas constituciones españolas del siglo XIX el poder real fue muy amplio:
• Desde la de 1812 todas las constituciones recogen el carácter inviolable de la
persona del Rey, que lo es por la gracia de Dios (excepto en la de 1869).
• Encarnaba el poder ejecutivo, poder que ejerce por medio de sus ministros a los que
nombra y cesa.
• Compartía el legislativo con las Cortes (sancionaba y promulgaba leyes, hacía
ejecutar las leyes, proponía reformas).
• Ostentaba la representación de la nación.
• Salvaguardaba el orden público.
• Se imparte justicia en su nombre.
• Tenía poder para disolver las cámaras.
• Concedía grados militares y empleos civiles.
La sucesión se reguló en la Constitución de 1812, poniendo de nuevo en vigor lo establecido
en las Partidas (admitía como monarcas a reyes o reinas). Además cuando la corona recayera
en una mujer, el marido de la reina no intervendría en asuntos de gobierno. Aunque Fernando
VII derogó la Constitución de 1812, restableció el orden tradicional de sucesión que permitía el
acceso a las mujeres a la Corona (que en lo esencial coincidía con la Constitución de 1812). En
todas las constituciones del XIX el monarca tenía que pedir permiso a las Cortes para casarse.
Todas las constituciones regularon la regencia (para los casos en que haya de subir al trono un
príncipe sin contar con la mayoría de edad):
• El Estatuto Real aplicó lo establecido en las Partidas.
• Las constituciones de 1837 y 1869 establecían una regencia de una o más personas
designadas en Cortes.
• Las constituciones de 1845 y 1876 disponían que el regente seria el padre o la madre
del rey, y en su defecto el pariente más próximo a suceder la corona.
A su advenimiento al trono, el nuevo Rey juraba ante las Cortes respetar la constitución. El
mismo juramento se exige al inmediato sucesor y en su caso a la regencia.
2. Del unicameralismo francés al bicameralismo.
Las Cortes constituyen la representación de la nación y el poder legislativo, en ocasiones
compartido con el monarca.
Las atribuciones y su capacidad legislativa varía de unas constituciones a otras: el modelo
unicameral francés fue adoptado en la constitución de 1812, pero en las siguientes se optó por
el inglés bicameral
• Constitución de Bayona: dispone que hubiera Cortes o Juntas divididas en tres
estamentos, clero, nobleza y estado llano.
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• Constitución de 1812: declara que las cortes eran la reunión de todos los diputados
que representan la nación, establecida en una sola cámara, un diputado cada 70.000
almas y elegida por sufragio indirecto.
• Estatuto real: Dispuso la división de las cortes en dos cámaras que funcionan
separadamente, la de próceres del reino y la de procuradores, estos últimos elegidos
por sistema indirecto.
• A partir del Estatuto Real todas las constituciones establecen el sistema bicameral en
igualdad de facultades: Congreso de diputados y Senado.
a) El Congreso de los Diputados.
Las Cortes de Cádiz implantaron el sufragio directo para la composición del Congreso de 150
diputados. La denominación “Congreso de los diputados” data de la constitución de 1837
(entonces elegidos cada tres años por designación, en 1869 por sufragio universal, y en 1876
uno por cada 50.000 votantes, por cinco años).
La mayoría de las constituciones establecieron que las Cortes se reunieran anualmente. La
Constitución de 1812 estableció una diputación permanente nombrada por el Congreso para
velar por la observancia de la constitución y las leyes cuando las cortes no estuviesen
reunidas, y para que convocara cortes extraordinarias en los casos previstos por la
constitución.
b) El Senado.
En el Estatuto de Bayona era un organismo de 24 miembros, nombrados por el Rey, encargado
de velar por las libertades individuales y de imprenta, facultado para suspender la constitución
en circunstancias extraordinarias; pero no tenía facultades colegisladoras. El primer Senado
propiamente dicho (o Cámara Alta) fue el estamento de próceres del Estatuto Real, cuyos
miembros hereditarios y vitalicios eran elegidos por el rey.
Desde la Constitución de 1837, todas las Constituciones del XIX instauran una cámara alta
llamada Senado, pero el sistema de elección y la permanencia de los senadores varió según la
Constitución:
- En la de 1837 eran temporales y elegidos directamente
- En la de 1845 eran vitalicios, elegidos por el Rey
- En la de 1869 eran elegidos por sufragio indirecto
- En la de 1876 quedan divididos en tres categorías: senadores por derecho propio,
vitalicios por designación real, y elegidos entre los mayores contribuyentes.
c) Convocatoria, reunión y atribuciones de las Cortes liberales.
Las Cortes representan a la nación y son el órgano mediante el cual esta interviene en el
gobierno del Reino:
- orígenes: los legisladores de Cádiz intentaron mostrar el enlace de las nuevas cortes
con las antiguas Cortes medievales, para entroncar con la tradición; veían en las
nuevas cortes una adaptación y perfeccionamiento de las antiguas
- estructura: se inspiraron en las doctrinas de Francia e Inglaterra, adoptando las cortes
forma unicameral o bicameral; su composición y función variaba según el mayor o
menor grado de liberalismo de la Constitución que las reglamentaba.
Las atribuciones: misión privativa de cortes fue siempre la aprobación de nuevos impuestos;
por otra parte, el grado de poder legislativo varió en cada caso:
- Estatuto de Bayona:
- dividió las cortes o juntas en tres estamentos: nobleza, clero, pueblo (los dos
primeros de designación real, los terceros divididos en diputados de las
ciudades, de las provincias, comerciantes, de las universidades)
- las sesiones eran secretas y las funciones no estaban muy bien definidas,
pero su poder era escaso, con un poder más decorativo que real
- por primera vez se nombran diputados por América encargados de promover
los intereses de las colonias.
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- Constitución de Cádiz:
- sistema unicameral de todos los diputados que representan la nación
- elección de diputados por todos los ciudadanos por sufragio indirecto, uno por
cada 70.000 habitantes; debían tener una renta procedente de bienes propios
- funcionamiento: las Cortes se reunían anualmente y se renovaban cada dos
años, ejerciendo el poder legislativo junto con el Rey, quien tenía derecho de
veto suspensivo, pero un proyecto aprobado en tres legislaturas se convertía
en ley a pesar de la oposición regia
- Diputación Permanente: velaba por los derechos de las cortes y la integridad
del régimen, incluso cuando aquellas no estaban reunidas
- la Constitución de Cádiz, al conceder a las cortes una función preponderante
y substraerlas de la voluntad regia, instaura por vez primera un régimen
constitucional en España.
- Estatuto Real:
- intentaba dar a las Cortes un carácter tradicional: se convocan unas cortes
generales con arreglo a lo dispuesto en Las Partidas y la Nueva recopilación
- pero en realidad les dio una organización nueva, dividiéndola en los
estamentos de próceres (reservada a los grandes de España, hereditarios,
vitalicios y elegidos por el rey) y procuradores (elegidos con arreglo a una ley
especial)
- las atribuciones estaban muy limitadas: solo podían deliberar sobre aquello
que el rey les sometiera a examen, y hacer peticiones al rey conforme
determinara el Reglamento, además del tradicional de aprobar impuestos
- las cortes quedaban reducidas a un organismo asesor.
- Constitución de 1837:
- influida por el sistema inglés, su sistema parlamentario fue bicameral
(Congreso y Senado)
- el Senado se configura como Cámara Alta:
- sus miembros eran elegidos por el Rey sobre una lista triple de
personas pudientes mayores de 40 años presentada por los electores
de cada provincia, y era renovado por terceras partes cada vez que
había elecciones al Congreso
- los hijos del Rey eran senadores natos desde los 25 años
- sus características garantizaban la función de equilibrio y freno que
tradicionalmente se asigna a la cámara alta en el régimen
constitucional
- el Congreso se elegía por elección directa (un diputado por cada 50.000
habitantes), renovándose cada tres años
- ejercía la potestad legislativa con el Rey (que tenía veto suspensivo
por una legislatura).
- Constitución de 1845:
- se plasmó el espíritu liberal y democrático de la de 1812
- el senado fue modificado: el número de senadores se declara ilimitado,
vitalicios y de elección real, la edad de entrada bajó a 30 años
- para ser diputado se requería tener renta o bienes determinados.
- Constitución de 1869:
- el senado se eligió por provincias a través de una junta formada por la
diputación provincial y por compromisarios elegidos por sufragio universal,
debiendo los senadores ser pudientes mayores de 40 años; se renovaba por
cuartas partes
- el congreso se renovaba en su totalidad cada tres años
- el Rey podía disolver las cámaras convocando elecciones en tres meses, y
suspender las sesiones una vez cada legislatura; no se admitía el veto regio
- esta Constitución concedió a las cortes gran poder como órgano supremo de
representación de la nación, llegando incluso a poder excluir a algún heredero
de la sucesión al trono.
71
- Constitución de 1876:
- estableció tres clases de senadores: senadores por derecho propio (hijos y
sucesores del Rey, grandes de España, altas personalidades eclesiásticas,
militares y civiles), senadores vitalicios nombrados por la corona, senadores
por elección de las Corporaciones del Estado y los mayores contribuyentes
- los senadores por derecho propio más los vitalicios no podían exceder
de 180, igual al de electivos
- el senado se renovaba por mitades cada cinco años
- el Congreso debía ser elegido por votación popular, siendo los diputados
españoles seglares mayores de edad que gozaran de todos los derecho civiles
- las Cortes ejercían el poder legislativo juntamente con el Rey: el veto de
cualquiera de ellos a un proyecto de ley hacía que no pudiera considerarse
hasta la legislatura siguiente
- las Cortes se reunían todos los años, convocadas, suspendidas y disueltas
por el Rey.
d) La Diputación de Cortes en el XIX.
La Constitución de Cádiz estableció una Diputación permanente que había de durar de unas
Cortes ordinarias a otras (las Cortes ordinarias duraban tres meses cada año). Funciones
suyas fueron:
• Velar por la observancia de la Constitución y de las leyes
• Convocar a Cortes extraordinarias si procediere
• Recibir a los nuevos diputados y actuar como junta preparatoria de las Cortes
siguientes
• Pasar aviso a los diputados suplentes que hubieren de concurrir en lugar de los
propietarios.
La Diputación de las Cortes se trata pues de una Comisión de las mismas que actúan en el
periodo de vacancia. Era un órgano delegado. Constituía un instrumento que salvaguarda el
principio de división de poderes, al evitar que el ejecutivo, no existiendo las Cortes, asumiera
funciones propias del legislativo.
La Diputación permanente de Cortes fue suprimida con las Constitución de 1837 y restablecida
con la de 1931 (y la actual de 1978).
3. Los partidos políticos.
a) El afianzamiento del sistema liberal.
Los partidos políticos se definen como grupos de personas organizadas para ejercer o influir en
el poder del Estado, de acuerdo con los fines señalados previamente en un programa. Se
distinguen además otros grupos con actividad política sin ser partidos, como sindicatos, grupos
separatistas, grupos de presión y sociedades secretas.
El sistema constitucional empezó desconociendo las distintas formas de asociación para la
acción social y política que acabaron articulándose como partidos políticos. Las primeras
constituciones sólo reconocían como miembros del estado a los individuos, pero los partidos
políticos, pese a no ser nombrados como tales hasta el siglo XX, ya fueron elementos
esenciales en el régimen político del siglo XIX.
Los partidos más importantes fueron los absolutistas (que nutrirán el carlismo tras la muerte de
Fernando VII) y los constitucionales o liberales, divididos desde 1820 en exaltados (de los que
saldrán el Partido Progresista y el Partido Democrático) y moderados (de los que saldrán los
puritanos y la Unión Liberal). Durante la Restauración destacaron el partido conservador de
Cánovas y el fusionista o liberal de Sagasta, habiendo también masas obreras anarquistas y
socialistas, así como representaciones regionalistas y tradicionalismos carlistas.
72
Doceañistas y Radicales
La crisis del antiguo régimen que desata la invasión napoleónica hace que surjan dos grupos:
- los absolutistas: conservadores partidarios del antiguo régimen (la monarquía
absoluta y la sociedad estamental) y opuestos a cualquier cambio
- los liberales o constitucionalistas: influenciados por los cambios que operan en
Europa y EEUU, son partidarios del modelo constitucional y padres de la Constitución
de 1812; se inspiran en un liberalismo más doctrinario que democrático.
La vuelta de Fernando VII trajo la derogación de la Constitución de Cádiz y una fuerte represión
de los liberales que acabó radicalizando sus posturas. A partir del trienio liberal se escinden en:
- doceañistas: partidarios de la restauración de la constitución de 1812
- radicales o exaltados: más identificados con las ideas democráticas del liberalismo
europeo.
Sin embargo todavía no se pueden calificar de partidos políticos a estos movimientos; sería a
raíz de la muerte de Fernando VII cuando comienzan a consolidarse los partidos.
El partido moderado
Con la Reina María Cristina como regente durante la minoría de edad de Isabel II comienzan a
configurarse los partidos políticos:
- los líderes conservadores (llamados moderados) enlazaban con las ideas de los
doceañistas y los monárquicos constitucionales
- junto con los progresistas, eran defensores de continuar la dinastía monárquica de
Isabel II, enfrentándose al partido carlista
- contrarios a cualquier cambio revolucionario y defensores de la Iglesia
- el partido moderado buscó el equilibrio entre el absolutismo carlista y el ala
progresista liberal: coincidían con los progresistas en la ruptura con la monarquía
absoluta y la sociedad estamental, pero difería en la forma de desarrollar el Estado
liberal
- los moderados resurgen como partido después del sexenio revolucionario al mando
de Cánovas, que fue el artífice de la Restauración.
El partido progresista
La tendencia más próxima al liberalismo democrático fue el partido progresista:
- la mayor parte de sus diputados procedían de las provincias mediterráneas, frente al
norte conservador
- sus seguidores defendían la soberanía nacional, la primacía del legislativo sobre el
ejecutivo, autonomía de los poderes provinciales y locales, y separación total de Iglesia
y Estado
- el partido, tras el sexenio revolucionario, después del asesinato de Prim y la
abdicación de Amadeo de Saboya, se escindió en el liberal de Ruiz Zorrilla y el liberal
de Sagasta.
El partido demócrata republicano
Las primeras tendencias republicanas aparecen en 1837 de la mano de intelectuales
influenciados por la ola revolucionaria que se desarrolla en Europa y apoyados por algunos
sectores artesanos:
- el partido demócrata se constituyó en 1849 y tuvo dos tendencias (monárquica y
republicana), triunfando la republicana como una escisión de los sectores mas
avanzados del progresismo
- propugnó la supresión de la monarquía, la educación primaria universal, la
distribución de las tierras desamortizadas entre los campesinos, el menor peso del
ejército y la separación Iglesia-Estado
- modificó sus estatutos, reconociendo la monarquía de Isabel II para no ser ilegalizado
- triunfó con la proclamación de la I República y el proyecto de Constitución federal de
Pi-Margall.
73
b) El bipartidismo de la Restauración.
Los partidos surgidos de la restauración borbónica, el conservador y el liberal, rigieron la vida
política de España en el último cuarto del siglo XIX, en un sistema de alternancia pactada de
turnos de gobierno.
El partido conservador
El partido “liberal conservador”, conocido como conservador, se construyó sobre el viejo partido
moderado en torno a Cánovas. Fue un partido con poca estructura y mínima organización que
se presentó y ganó las elecciones de 1876 con el objetivo de restaurar la legalidad monárquica
y poner al día el juego de las instituciones y partidos políticos.
Se nutrió de burgueses, aristócratas, altos funcionarios y profesionales. Durante la Regencia de
María Cristina, al final del siglo, tuvo que afrontar una crisis generalizada con el nacimiento de
los movimientos obreros, la aprobación del sufragio universal masculino, el anarquismo, la
caída de las últimas colonias... Cánovas murió asesinado por un anarquista y fue sucedido por
Silvela.
El partido liberal
Sus orígenes son el partido constitucional, surgido durante el reinado de Amadeo I como
confluencia de progresistas moderados y unionistas de izquierda, en el marco de la
Constitución 1869. De ellos se escindió el Partido Centralista que pactó con Cánovas la
restauración y la Constitución de 1876. El partido liberal de Sagasta acabó aceptando la
constitución de 1876, renunciando a la del 1869 y fue llamado a gobernar en 1881. Pretendió
garantizar una serie de principios como el sufragio universal, los derechos individuales, la
responsabilidad de los funcionarios o el juicio por jurados.
La aparición de los partidos políticos obreros (EXAMEN)
El PSOE se funda en una fonda de la calle Tetuán de Madrid en 1879, entre sus constituyentes
hay mayoría de tipógrafos entre los que destaca Pablo Iglesias antiguo miembro de la
Asociación Internacional de Trabajadores. Se convierte en el primer líder del PSOE al ser
elegido en 1881 Secretario del Comité Central y alcanzar popularidad tras la huelga de
impresores. El Periódico El Socialista (1886) fue el difusor de las ideas socialistas. El ideario
del PSOE se centra en la emancipación de la clase trabajadora, la abolición de las clases
sociales y su conversión en un sola de trabajadores dueños del fruto de su trabajo. Sus líderes
fueron Fernando de los Ríos, Melquíades Álvarez, Julián Besteiro e Indalecio Prieto. En 1910,
Pablo Iglesias consigue el primer acta de diputado del PSOE. Junto con el PSOE, se desarrolla
el movimiento sindical, la UGT (cuyos primeros congresos tuvieron lugar en 1888) fue eje del
movimiento obrero en Madrid, Vizcaya y Asturias, alcanzando más de 26.000 afiliados a finales
de siglo.
Una escisión en 1920 del PSOE da origen al Partido Comunista que no llegaría a las Cortes
hasta la II República. Entre sus líderes destacan Largo Caballero, Dolores Ibárruri y Santiago
Carrillo, fundador de las Juventudes Socialistas Unificadas.
La mayoría de los líderes izquierdistas acabaron sufriendo exilio, prisión o ejecuciones tras la
guerra civil.
74
Lección 14. Ciencia y positivismo jurídico
1. Introducción.
a) Idea de Código y de codificación en Europa. (EXAMEN)
Los iusnaturalistas pretendían deducir de la razón un derecho universal que pudiera ser
aplicado a todos los países como instrumento para perfeccionar sus respectivos ordenamientos
y que resolviera el caos del derecho vigente existente en los países europeos:
- el viejo derecho acumulaba normas de épocas distintas, dictadas para resolver
supuestos coyunturales y el paso del tiempo había generado una maraña de
legislación, confusa, dispersa y contradictoria, totalmente inmanejable
- ya Hotman en el siglo XVI y Leibniz en el XVII habían criticado en su obra las
incongruencias del procedimiento legislativo del Antiguo Régimen, y también lo hicieron
Tomasio y Muratori en el XVIII
- en España tenemos los trabajos precursores de Nebrija y Vives en el siglo XV, que
criticaron el método de trabajo de glosadores y comentaristas, y a finales del XVIII
destacaron Mora-Jaraba, de-Castro y sobre todo Martínez Marina
- adicionalmente, la burguesía reclamaba un derecho completo y conocido para que su
aplicación no quedara en manos de la discrecionalidad de jueces y juristas
- quedaba claro que había que establecer una teoría general de creación y fijación de
leyes que acabase con el anárquico e inseguro sistema anterior, lo que se llamó en su
tiempo “ciencia de la legislación” por Filangieri, y posteriormente Bentham acuñó el
término “codificación”
- para Bentham las leyes debían ser pocas, claras, completas, sistemáticas y
redactadas en el lenguaje vernáculo (nativo)
- las obras de Filangieri y Bentham influyeron en la generación de
codificadores, en particular en las técnicas formales y materiales de redacción
de Códigos.
Frente al anticuado sistema de recopilar leyes, a menudo contradictorias, ordenadas
aleatoriamente y redactadas en un lenguaje barroco, se pretendía un solo texto por materia,
ordenado sistemáticamente de acuerdo a un plan previsto, que regulase todos los supuestos
posibles con un lenguaje claro, breve y conciso.
b) La motivación ideológica.
Los postulados liberales iniciaron un proceso de transformación de la cultura occidental que se
extendió al campo del Derecho.
Derecho Penal:
- los primeros códigos penales sustituyeron las penas arbitrarias por otras
preestablecidas para cada delito, estableciendo proporcionalidad entre delito y pena
(tomando como medida el daño hecho a la sociedad)
- la fraternidad supuso la humanización de las penas: se prohibió el tormento y las
acusaciones secretas
- además, la igualdad implicaba la supresión de privilegios estamentales.
Derecho Mercantil:
- tradicionalmente vinculado a los comerciantes (o sea, era un derecho estamental)
- se pasó a vincular los actos de comercio, con independencia de quién los practicara.
75
Derecho Laboral:
- se liberalizó por la desaparición del régimen señorial, de las formas de dependencia
laboral y de los gremios
- las condiciones de los nuevos contratos de trabajo podían ser fijados por libre
acuerdo
- la mayor fuerza negociadora de los empresarios originó abusos y formas de
explotación laboral
- el Estado pretendió entonces regular horarios, seguros, condiciones de
trabajo, etc
- en la segunda mitad del XIX aparecieron movimientos de denuncia de la injusticia
social (Lasalle, Marx, Engels)
- los movimientos sindicales y las huelgas fueron medidas de autodefensa de
los trabajadores, que consiguieron ciertos derechos, como los convenios
colectivos.
Derecho Procesal:
- los liberales luchaban por un sistema que ofreciera garantías procesales: evitar
detenciones arbitrarias, establecimiento de un plazo máximo de detención preventiva,
regulación del habeas corpus, etc
- los intereses políticos dificultaban el camino del consenso en esta materia.
Derecho Administrativo:
- pese a la supresión de jurisdicciones especiales, la separación de poderes fue usada
por el ejecutivo para fortalecer la jurisdicción administrativa a partir de la noción de
“acto administrativo”
- los tribunales se inhibían de actos en que era parte el Estado
- la idea vino de Francia debido al recelo de los revolucionarios hacia la clase
judicial (que era un reducto de la nobleza)
- se decretó la autonomía de la Administración respecto del control de los
jueces (el objetivo era suprimir toda posible traba al proceso revolucionario)
- la influencia del Código francés en otros países hizo que todavía hoy en algunos
países se discuta si la revisión de los actos administrativos debería substanciarse ante
la jurisdicción ordinaria o una especial.
Derecho Civil:
- la repercusión del liberalismo en el derecho civil fue relevante
- la libertad e igualdad ante la ley modificaron la regulación de la capacidad jurídica y la
capacidad de obrar, suprimiéndose las limitaciones debidas al sexo, condición social,
filiación, etc
- también se flexibilizaron los requisitos de capacidad procesal para ejercer acciones,
heredar o acceder a los registros inmobiliarios
- no obstante, la equiparación total no se produjo hasta el siglo XX
- en el derecho de familia:
- el ideario igualitario provocó la superación de la concepción patriarcal,
asumiéndose la equiparación jurídica entre marido y esposa
- la libertad de contratar influyó, flexibilizándose los supuestos de divorcio frente
a la indisolubilidad del matrimonio canónico
- el derecho sucesorio también evolucionó, aparece la libre divisibilidad de la herencia,
la libertad de testar (aunque moderada por el postulado de igualdad)
- el individualismo y el liberalismo reformaron el derecho de propiedad inmobiliaria:
- medidas liberalizadoras de la propiedad del suelo debido a la desaparición del
régimen feudal (abolición del señorío, del mayorazgo, desamortizaciones) -> la
tierra fue objeto de comercio
- abolición de servidumbres y de las formas de adscripción forzosa a la tierra y
los oficios.
76
c) Inicios del proceso codificador en Europa.
El iusnaturalismo racionalista proponía reelaborar el derecho sistematizando sus normas
conforme a un método lógico y utilizando como referencia el Corpus Iuris Civilis:
- previamente a la codificación liberal, hubo una codificación ilustrada: el despotismo
ilustrado promovió los primeros códigos (Prusia y Austria) que buscaban la uniformidad
jurídica
- si bien no abandonaron el viejo sistema recopilatorio, consuetudinario y
estamental, supusieron un avance en la búsqueda de la uniformidad y
seguridad jurídica
- el código prusiano de finales del XVIII confirmaba la desigualdad de los
ciudadanos ante la ley y las diferencias de estatuto jurídico en función de la
adscripción a uno u otro estamento.
La codificación moderna arrancó de la Francia revolucionaria:
- la fe en la razón y en el poder omnímodo del legislador alumbró el primer Código
europeo moderno (Código Civil francés de 1804), después de que el proyecto fuera
mejorado por órganos judiciales y administrativos que lo revisaron
- a continuación se promulgaron varios códigos, como el Código de procedimiento civil
(1807) y el Código Penal (1810) de gran influencia en el resto de países europeos y
americanos
- el Código civil francés influyó de forma directa en varios países de la América
española, al menos hasta la promulgación de los Códigos civiles de Chile y
Perú que actuaron desde ese momento como modelos de derecho patrio
autóctono, e indirectamente a través del proyecto de Código Civil español
(1851) de García Goyena
- la codificación del derecho civil nunca perdió la referencia del Código francés.
El proyecto de Código Civil francés había admitido el valor supletorio de la costumbre, la
jurisprudencia y el derecho natural; sin embargo la redacción final del Código sancionó justo lo
contrario:
- a falta de norma escrita, el juez no podía acudir a los usos, la equidad ni el derecho
natural; tampoco podía abstenerse -> debía encontrar forzosamente en la ley escrita la
norma aplicable al caso (latía aquí la concepción iusnaturalista de que el ordenamiento
era completo y sin lagunas)
- paradójicamente, ello ensalzó el positivismo defendido por la escuela de la exégesis,
pues no cabía hablar de otro derecho ni de otros principios jurídicos que los emanados
del legislador -> la interpretación del derecho se reducía a indagar en el sentido del
texto
- pronto surgieron voces que intentaron compatibilizar la contradicción entre el principio
de que el Estado fuera el creador del derecho y a la vez hubiera derechos naturales
preexistentes al Estado, convicción que también era fruto de la Revolución Francesa.
2. La codificación del Derecho penal.
a) Introducción: fundamentos ideológicos de la codificación penal en Europa. (EXAMEN)
El derecho penal del Antiguo Régimen se caracterizaba:
• Falta de imparcialidad del juez que instruía y a la vez sentenciaba en la misma causa.
• No había un sistema de penas fijo y objetivo, lo que dejaba a los jueces un excesivo
margen de libertad; además, participaban en el reparto de las penas económicas
negociando con el reo una rebaja para que no recurriera y así cobrar antes.
• No existe presunción de inocencia: el sistema probatorio estaba orientado a condenar
al acusado, las declaraciones auto-acusatorias bajo tortura se consideraban
probatorias, en cambio las declaraciones de inocencia bajo tortura no eran vinculantes.
• Inferioridad procesal del acusado: el acusado desconocía las actuaciones judiciales,
que eran secretas.
• Desigualdad ante la Ley: muchas penas se evitaban mediante un pago al Estado, lo
que favorecía la impunidad de las clases pudientes.
77
• Las penas eran crueles y desproporcionadas: se cortaba la lengua al blasfemo, se
mantenía la trascendencia penal en algunos delitos (como los de infamia para los hijos
del reo de crimen de lesa majestad), las formas de aplicar la pena capital eran
diversas: vivicombustión, horca, despeñamiento, decapitación....
De modo que desde mediados del XVIII hubo propuestas de reformas legislativas en toda
Europa de la mano de autores como el italiano Beccaria, franceses como Varbille, alemanes
como Feuerbach y españoles como Lardizábal.
La obra de Beccaria “De los delitos y las penas” fue difundida por la autoridad civil pese a la
prohibición inquisitorial y supuso un revulsivo para la mentalidad represora de las monarquías
absolutistas del siglo XVIII que ayudó a suprimir el derecho penal del antiguo régimen. Entre
sus ideas destacan:
• La necesidad de proporcionalidad entre delito y pena, según el daño producido a la
sociedad.
• La prohibición de acusaciones secretas, que solo estimulaban delaciones falsas.
• La proscripción del tormento, que solo sirve para condenar al inocente débil y
absolver al culpable fuerte.
• El derecho a una justicia rápida.
• La supresión de la trascendencia penal: la confiscaciones de bienes al delincuente
dejaba en la ruina a su familia.
• La aplicación selectiva de la pena de muerte.
• La sustitución de las penas arbitrarias por otras previamente establecidas para cada
delito en función del daño causado.
• La igualdad ante la ley penal y humanización de las penas.
La Revolución Francesa materializó estas ideas en el Código Penal francés de 1810 que acabó
influyendo en toda Europa, donde quedaban plasmados los principios de:
• Libertad: implicó la limitación de la arbitrariedad de los jueces en la determinación de
las penas, fortaleciendo la seguridad jurídica. No hay delito si no hay ley anterior que lo
tipifique.
• Igualdad: se materializó en la supresión de privilegios penales a la nobleza.
• Fraternidad: la humanización y dignificación de las penas.
En España las reformas comenzaron con la Constitución de 1812: se suprimieron la pena de
horca, la trascendencia penal, la pena de azotes, la tortura... Con todo, los códigos penales del
XIX aún mantenían disposiciones atrasadas (talión al falso testigo, al juez prevaricador,
trascendencia económico-penal a los herederos...).
b) Los Códigos penales de 1822, 1848 y 1870.
El código penal de 1822: tiene su origen en el trienio liberal, en una comisión formada por
Martínez Marina, Flórez Estrada y Calatrava, que fue remitido a universidades, tribunales y
colegios de abogados para que emitieran informes, tras lo cual fue finalmente promulgado
- sus 816 artículos, aunque recogieron legislación tradicional castellana (fuero juzgo,
Partidas y Novísima Recopilación), asume la influencia del Código francés de 1810
- fue criticado por falta de sistemática, farragosa redacción y excesiva dureza de sus
penas
- estuvo vigente apenas unos meses dado que fue derogado por la irrupción de las
tropas de la Santa Alianza y la vuelta al absolutismo de Fernando VII.
78
El código penal de 1848: en 1843 se creó la Comisión General de Codificación para elaborar
los proyectos de códigos. Este hecho supuso que a partir de entonces la redacción de
proyectos legislativos correría a cargo de técnicos en derecho en vez de políticos o diputados.
La primera comisión estuvo influenciada por el liberalismo iusnaturalista basada en los
principios expiatorios y retributivos de las penas. Su sección penal elaboró un proyecto
discutido en las Cortes y promulgado en 1848. En su redacción intervinieron García Goyena,
Bravo Murillo, Clarós, Pacheco... En la elaboración del código influyeron el Código francés de
1810, el de Nápoles (1819) y el de Brasil (1830):
- estaba formado por 494 y tres libros: parte general, delitos y penas, y faltas
- técnicamente era superior al de 1822, dividiendo la pena en grados y fijándola en
función de las circunstancias atenuantes o agravantes que concurrieran
- sin embargo, fiel a la ideología de los conservadores en el poder, se caracterizó por el
excesivo rigor de sus penas y en la forma de su ejecución, que se translucía en la
regulación de delitos políticos, contra la religión del Estado, la regulación de huelga,
etc...
- consideraba delictivos algunos derechos como la libertad de imprenta, de reunión, el
derecho de huelga, la libertad de culto...
- su principal aportación fue acabar con el arbitrio judicial al fijar para cada tipo penal
una pena dividida a su vez en grados (lo que se denominó aritmética penal).
El código penal de 1870: con la llegada del sexenio revolucionario y promulgada la
constitución de 1869 el gobierno encarga a la Comisión armonizar el Código de 1848 a los
nuevos principios, especialmente en materia de derechos y libertades políticas (de culto,
asociación, huelga, imprenta, etc...). Se discutió y aprobó rápidamente:
- sus 623 artículos siguieron la sistemática del de 1848
- suprimió delitos contra la religión y el orden público, redujo los casos de pena de
muerte y suprimió la de argolla
- se ha destacado su lenguaje claro y conciso
- frente a la escuela retributiva del código anterior, el nuevo código estaba influido por
la escuela correccionalista que consideraba la enmienda del reo como objetivo de la
pena
- con todo, fue criticado por los krausistas (por no incorporar suficientemente las
doctrinas correccionalistas) ya que mantenía la publicidad de las ejecuciones además
de disponer que el cadáver estuviera expuesto en el patíbulo hasta una hora antes del
anochecer; también mantuvo la antigua pena de encadenamiento... La vieja ley del
talión inspiró los castigos al falso testimonio, a la connivencia de los funcionarios
públicos en la evasión de presos, al juez prevaricador, a las amenazas...
El código penal de 1870 fue revisado en 1928 bajo la Dictadura de Primo de Rivera, que
introdujo mayor rigor en las penas, aumento de la lista de agravantes y la incorporación de
nuevos delitos políticos.
Fue derogado durante la II República con la promulgación del código penal de 1932 que
suponía una adaptación a la nueva constitución. Se incorporaron nuevos delitos: usura, daños
a cosas de utilidad social y se suprimieron otros: duelo, adulterio, amancebamiento, se suprime
la pena capital, penas perpetuas, degradación, etc.
Posteriormente el código penal franquista de 1944 (revisado en 1963 y 1973) se basó en los
principios del Movimiento Nacional: protección del Estado y orden público, represión de los
delitos políticos, reintroducción de la pena de muerte, etc -> fue derogado por el actual de
1995.
79
3. La codificación del Derecho mercantil.
a) Introducción: la influencia francesa en el Derecho mercantil español. (EXAMEN)
Tradicionalmente el derecho mercantil había sido un derecho de los comerciantes, o sea un
derecho corporativo o estamental. Sin embargo se fue extendiendo la idea de que el derecho
mercantil se basa en la naturaleza del acto más que en la naturaleza de los sujetos, y así se
concibió el Código de Comercio napoleónico (1807), que reguló no el derecho de los
comerciantes, sino los actos de comercio.
En España las Cortes de Cádiz nombraron una comisión para que redactasen un proyecto de
Código Mercantil; aunque Fernando VII derogó su labor, lo cierto es que tanto absolutistas,
conservadores como liberales estaban conformes con la necesidad de redactar un Código de
comercio que unificase el tráfico mercantil. Se formó una nueva comisión en el trienio liberal,
cuyos trabajos tampoco concluyeron, pero recopilaron mucho derecho mercantil español
trabajando bajo influencia de las Ordenanzas del Consulado de Bilbao, Ordenanzas
mercantiles francesas y el Código de Comercio francés.
b) El Código de comercio de 1829 y de 1885. (EXAMEN)
Código de comercio de 1829: en 1828 Fernando VII nombró una comisión de especialistas
cuyo secretario era Sainz de Andino para que propusiera un proyecto, pero el finalmente
sancionado fue uno elaborado por el propio Andino (pues era más homogéneo, ordenado y de
técnica más depurada). Sus principios esenciales son:
1. Sigue una concepción objetiva de los actos de comercio: se aplicará con
independencia de quien los realicen.
2. Se concibe como una especialidad del derecho civil, que será el derecho supletorio o
general a falta de norma mercantil específica.
3. Se mantiene la jurisdicción mercantil como especial o privilegiada en primera
instancia, pero en segunda y tercera actuará la ordinaria. Donde no haya tribunales de
comercio o consulados actuará directamente la ordinaria.
Sus 1219 artículos y cinco libros abordaron la regulación de los comerciantes y agentes de
comercio, los contratos de comercio, el comercio marítimo, las quiebras y la administración de
la justicia mercantil. En la elaboración del Código se usaron Ordenanzas del Consulado de
Bilbao, el libro del Consulado del Mar, el Código francés, los comentarios de Pardessus, etc.
Era técnicamente muy perfecto (Sainz de Andino elaboró otros textos, como la Ley de Bolsas y
el Reglamento del Banco de San Fernando). Con todo, el rápido desarrollo del tráfico mercantil
demandaba la solución de nuevas situaciones -> la promulgación de leyes posteriores (ley de
sociedades anónimas de 1869, derogación de la jurisdicción mercantil) hizo envejecer el
Código -> de modo que en marzo de 1881 fue nombrada una comisión formada por Colmeiro,
Gutiérrez y Figuerola para revisar el Código.
Código de comercio de 1885: se elaboró tras recabar informes de tribunales, colegios de
abogados y otras instituciones
- mantiene la concepción del acto de comercio, se mantiene como especialidad del
derecho civil y se mantiene la supresión de la jurisdicción mercantil en virtud del
decreto de unificación de fueros de 1868
- estaba formado por cuatro libros: de los comerciantes y comercio en general,
contratos mercantiles, comercio marítimo, suspensión de pagos y quiebras
- incorporó nuevas instituciones mercantiles: las bolsas de comercio, compañías de
crédito, seguros de vida, cheques, etc
- pero no alcanzó el rigor sistemático y de coherencia del primero: dejaba sin solucionar
determinados vacíos normativos respecto de sociedades anónimas; además dejaba
excluidas las normas procesales (por lo que para las quiebras había de acudirse al
código de comercio de 1829).
80
4. La codificación del Derecho procesal.
a) La codificación del Derecho procesal civil.
El derecho procesal histórico se basó en el derecho procesal romano-canónico, caracterizado
por la primacía de la tramitación escrita y su complejo sistema de fases que dilatan el tiempo
de tramitación:
- la codificación del derecho procesal apenas consiguió resolver estos problemas,
debido a la gran carga política de todo ordenamiento procesal porque no se trataba
solo de un bloque de normas reguladoras de cuestiones formales, sino que era un
código dirigido a proteger los derechos civiles y políticos mediante un sistema de
garantías
- era muy complicado que los grupos y partidos políticos se pusieran de acuerdo en
cuestiones que afectaban a su concepción del derecho, la libertad, los poderes del
Estado, etc.
El “Reglamento Provisional para la Administración de Justicia de 1835” contenía disposiciones
de procedimiento tendentes a abreviar los asuntos litigiosos, tales como la regulación de un
juicio rápido oral, que se consolidó en 1838 con el nombre de juicio de menor cuantía
- en 1854 el Gobierno encargó a la Comisión General de Codificación la elaboración de
un código de “Instrucción Civil” -> se promulgó la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1855
- sin embargo no solucionó los problemas esenciales: abreviar y simplificar los
trámites procesales
- la inestabilidad política del periodo seguía dificultando el desarrollo legislativo
en esta materia
- a partir de la Ley de Bases de 1880 se promulgó la nueva ley de Enjuiciamiento Civil
de 1881
- fue el texto legal más extenso de Europa, indicativo de su incapacidad
sistemática y de síntesis
- se mantenían buena parte de los defectos de la anterior
- esta Ley de 1881 estuvo vigente hasta la promulgación de la actual Ley de
enjuiciamiento civil del año 2000.
b) La codificación del Derecho procesal penal.
Aunque ya la Constitución de 1812 contemplaba la redacción de un texto procesal penal que
erradicara la falta de garantías procesales del antiguo régimen (torturas, acusaciones secretas,
desproporción de penas, …) continuó vigente en España el derecho procesal absolutista con
ligeras mejoras introducidas por los liberales
- sin embargo, los proyectos y trabajos realizados durante la etapa isabelina no
llegaron a materializarse en un Código con respaldo oficial
- pero esos trabajos sirvieron para que en la etapa del Sexenio Revolucionario se
promulgase la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1872 con importantes novedades de
corte liberal (como el jurado popular)
- posteriormente el Gobierno de la Restauración encomendó a la Comisión General de
Codificación una nueva ley acorde a la mentalidad conservadora: en 1879 quedaba
aprobada una “Compilación General sobre Procedimiento criminal” que fue mal recibida
por la doctrina
- finalmente, se promovió una ley de bases que dio lugar a la Ley de enjuiciamiento
criminal de 1882, más clara, coherente y con cierto liberalismo en lo referente a la
prisión provisional, la libertad provisional, las fianzas y otras garantías procesales
- esta Ley de 1882 (con numerosas modificaciones) es la vigente actualmente.
81
5. El retraso de la codificación del Derecho civil en España.
a) Proyectos previos y leyes especiales. (EXAMEN)
Mientras el Código civil francés fue aprobado en 1804, en España no sería aprobado hasta
1889:
- durante la mayor parte del siglo XIX el Derecho civil aplicable fue el contenido en las
Partidas, el Ordenamiento de Alcalá, las Leyes de Toro y la Novísima Recopilación
- las Cortes de Cádiz, a pesar de la gran reforma legislativa que supusieron, no
tuvieron tiempo de elaborar ningún proyecto de Código civil
- en el trienio liberal se designó una comisión de diputados para que elaborase un
proyecto: sólo completó algunos artículos, sintetizando códigos civiles de otros países y
derecho histórico español; la vuelta al absolutismo impidió que se continuara la labor
- una dificultad añadida fue que en esa época el Derecho civil abarcaba buena parte de
lo que hoy en día llamamos Derecho administrativo, e incluso Derecho procesal.
El proyecto de Código Civil de García Goyena de 1851:
- la creación de la Comisión General de Codificación de 1843 supuso un impulso para
la codificación civil; la sección civil (Bravo Murillo, García Goyena) concluyó un
proyecto que fue enviado a diversos organismos e instituciones
- fue rechazado por la Iglesia (ya que la nueva legislación le prohibía heredar bienes
muebles o inmuebles sin permiso del gobierno); además, aunque solo se admitía el
matrimonio canónico, las causas de divorcio quedaban en manos exclusivas de la
jurisdicción civil
- además, provocaba el rechazo de las provincias forales porque la nueva legislación
derogaba las leyes, usos y costumbres forales anteriores a su promulgación.
Las leyes civiles especiales: en estas circunstancias se hubo de recurrir a la promulgación de
“Leyes especiales” para materias específicas de notoria necesidad, sobre temas concretos que
no tuvieran rechazo social ni político; se promulgaron:
– La Ley hipotecaria de 1861: regulaba efectos, derechos y obligaciones de los
contratos hipotecarios (con el objetivo de proteger a los compradores de bienes
desamortizados).
– La Ley del notariado de 1862: con el objetivo de unificar la fe pública extra-judicial
(que creó el cuerpo de notarios y el colegio de notarios).
– Ley de aguas de 1866: muy buena desde el punto de vista técnico, en principió
abarcó la ordenación de aguas marítimas, aunque posteriormente se suprimió todo lo
marítimo que quedó incluido en la Ley de Puertos de 1880.
– Ley de Registro Civil de 1870 y su reglamento: creó y reguló los registros civiles para
inscribir los actos relativos al estado civil de las personas (que hasta ese momento se
registraban en los libros parroquiales).
– Ley de Matrimonio civil de 1870 (de los progresistas del sexenio revolucionario) que
solo reconocía efectos civiles al matrimonio civil; el fuerte rechazo de la Iglesia motivó
su derogación 5 años después por el gobierno de Cánovas.
- la codificación “por partes” que suponía el sistema de “leyes especiales” fue una
maniobra táctica que preparaba el lento camino a la unificación jurídica, al mismo
tiempo que satisfacía a los foralistas por retrasar la codificación de las cuestiones
contrarias a sus intereses.
b) El Código civil de 1889. (EXAMEN)
A partir de 1876, el gobierno de la Restauración y las burguesías vasca y catalana tienen la
necesidad común de un proyecto de estabilidad política:
- por este motivo se intenta articular un pacto foral que mostrara que Madrid respetaría
los derechos forales en el Código civil -> se plantea incorporar al Código civil unas
“Memorias” que recopilen las peculiaridades de derecho civil de los territorios históricos
- se dio entrada en la sección civil de la Comisión General de Codificación a un
representante de Cataluña, Aragón, Navarra, País Vasco, Baleares y Galicia.
82
El Código civil fue promulgado en 1888 por Cánovas, sobre el proyecto de 1851, con muchos
errores, de modo que por ley (1889) se autorizó al gobierno a publicar una segunda edición con
correcciones. El código consta de un título preliminar y cuatro libros:
- Primero: personas, personas naturales y jurídicas, domicilio, matrimonio, tutela
- Segundo: bienes, propiedad, posesión, servidumbre, comunidad de bienes
- Tercero: modos de adquirir la propiedad
- Cuarto: obligaciones y contratos
El Código civil recogió el derecho castellano, pero con una fuerte influencia francesa (ya que
transcribía literalmente más de 250 artículos del Código Civil francés):
- era conservador, individualista en lo ideológico, determinaba que el matrimonio civil
entre católicos era indisoluble, patriarcal en el modelo familiar
- el compromiso respecto a los derechos forales se estableció en el artículo 12: los
derechos forales se recopilarían en “Apéndices” al Código
- el primer apéndice fue el del derecho foral aragonés, aprobado en 1925; en el
resto de territorios no llegaron a aprobarse textos oficiales debido a la
disparidad de criterios de sus redactores
- en 1946, en plena etapa franquista, se rechazó el sistema de Apéndices por
considerarse minusvalorativo del derecho foral y se recomiendó su sustitución
por compilaciones o códigos de derecho foral propio de cada territorio ->
durante la década de los 60 se aprobaron estas compilaciones para los
distintos territorios históricos.
Este Código de 1889 (con muchas modificaciones) es el actualmente vigente.
83
Lección 15. Ideología liberal y centralismo
1. La organización ministerial durante el XIX.
a) Evolución y reformas.
La organización ministerial:
• Concepto: a partir del siglo XIX se denominan Ministerios los grandes departamentos
de la Administración Central.
• Orígenes: Provienen de las Secretarías de Despacho.
• Función: Conjugan una función de especialización (diversifican la actividad
administrativa central) e integradora (constituyen un cauce para unificar la gran
variedad de órganos que se derivan de la división del trabajo).
• Número: varía constantemente al igual que las funciones encomendadas a cada uno;
a medida que se intensifica el intervencionismo administrativo, aumentan los
departamentos ministeriales.
La denominación de Ministros aparece en la Constitución de Bayona; la de Cádiz vuelve a la de
Secretarios de Despacho (usado indiferentemente con la denominación de Ministros); en la de
1837 y siguientes se impone la definición de Ministros: eran los jefes de departamento, y
ejercían la iniciativa y dirección de los servicios a ellos adscritos, y refrendaban con su firma las
disposiciones regias.
El Estatuto de Bayona estableció nueve ministros y un secretario de estado. La constitución de
1812, siete secretarías de despacho, facultando a las Cortes para que efectuaran variaciones.
Fernando VII las redujo suprimiendo la de gobernación y en el trienio se volvió a la estructura
de 1812. De 1823 a 1834 Fernando VII redujo las secretarías a cinco, creándose en 1832 el
Ministerio de Fomento para fortalecer la administración (luego llamado de interior y de
gobernación en 1834). En 1847 se creó el ministerio de comercio, instrucción y obras públicas.
Al terminar el siglo XIX había siete ministerios: Estado, Gracia y Justicia, Guerra, Marina,
Hacienda, Gobernación y Fomento. En la dictadura de Primo de Rivera se crea el Ministerio de
Trabajo y Previsión Social como respuesta a la preocupación por las relaciones laborales.
Los ministros se situaban justo bajo la autoridad del jefe de estado, obrando como delegados
directos del mismo. En épocas absolutistas su posición fue análoga a la de los antiguos
secretarios de despacho; en épocas constitucionales, fueron los auténticos rectores de la vida
nacional. Su nombramiento correspondía al Rey, pero en la práctica dependían del Parlamento
(si éste les retiraba la confianza -> debían dimitir).
El Estatuto de Bayona y la administración de José Bonaparte
En 1809 José I se dispuso a reglamentar la competencia de los ministerios que el Estatuto de
Bayona preveía:
- de acuerdo con el Estatuto, el poder ejecutivo, que residía en el monarca, era ejercido
por medio nueve ministerios
- también había una Secretaría de Estado, con carácter de ministerio, que debía
refrendar los decretos y leyes dados por el Rey, así como los actos del gobierno;
también debía convocar los Consejos de Ministros y los Consejos de Administración en
nombre del Rey.
De carácter moderno, esta administración estuvo influenciada por el modelo francés; sin
embargo la guerra impidió su desarrollo y aplicación.
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Régimen ministerial de la Constitución de Cádiz (EXAMEN)
El nuevo régimen político implantado por la Constitución de Cádiz vuelve a la denominación de
“Secretarías de Despacho” y supone una reorganización de las mismas: eleva a siete las cinco
secretarías que existían en el Antiguo régimen (a las de Estado, Gracia y Justicia, Hacienda,
Guerra y Marina, se suman las de Gobernación de la península e islas adyacentes y
Gobernación de Ultramar); en realidad, las secretarías de Gobernación de la Península y la de
Ultramar constituyen una réplica al ministerio del Interior de la época bonapartista.
Su duración y vigencia siguieron los avatares de la Constitución, aunque se repusieron en el
trienio liberal, habría que esperar a la muerte de Fernando VII para consolidar una nueva
organización.
El periodo de reformas (1830-1863)
Muerto Fernando VII, bajo la regencia de María Cristina se crea el Ministerio de Fomento a
cargo de Javier de Burgos, que establece la división territorial de España en 49 provincias. La
división provincial de Burgos no es solo administrativa, además afectará al orden militar, la
hacienda y al judicial. Era una forma de cumplir el mandato constitucional de 1812 de se
propugnaba una división en provincias. El decreto se completa con diversas “Instrucciones” que
desarrollan modificaciones que afectan a subdelegados del gobierno central, la labor policial, al
orden público y demarcaciones locales y judiciales etc...
La inestabilidad política provoca la dimisión de Burgos cuando es nombrado Martinez de la
Rosa ministro de Estado y se inicia la redacción del Estatuto Real. La llegada de los
moderados al poder determina la reorganización de los Ministerios, que quedan divididos en
Subsecretarías para descargar a los ministros de asuntos menores o de trámite, y estas a su
vez en Direcciones Generales. Se crea la Secretaría de Estado y del Despacho de Comercio,
Instrucción y Obras Públicas.
El gobierno de Bravo Murillo en 1851 dispuso que la recién creada Secretaría de Despacho de
Comercio, Instrucción y Obras Públicas pasara a denominarse Ministerio de Fomento, pasando
los asuntos referentes a instrucción pública al Ministerio de Gracia y Justicia. El Ministerio de
Fomento incluía muchas competencias en estadística, pesos y medidas, obras públicas,
agricultura y ganadería, comercio, industria, minas, etc...
Al mismo tiempo, los asuntos de las colonias de Ultramar se despacharían por la Presidencia
del Consejo de Ministros (excepto temas de hacienda, marina y guerra). En 1863 se creó un
Ministerio de Ultramar, que en cuatro secciones atendía la totalidad de asuntos de las colonias.
Hubo modificaciones posteriores por las necesidades de los territorios, pero el desastre del
1898 y la pérdida de las últimas colonias hizo que desapareciera por decreto en 1899.
Reajustes de la Restauración alfonsina
Sagasta sustituyó en 1886 el Ministerio de Fomento por los Ministerios de Obras Públicas,
Agricultura, Industria y Comercio. La falta de presupuesto hizo que la reforma no se pusiera en
marcha hasta 1900 quedando el gobierno conformado por los Ministerios de Gracia y Justicia,
Hacienda, Guerra, Marina, Gobernación, Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas.
Con Primo de Rivera, se crea el de Abastecimientos y el de Trabajo.
2. El Consejo de Ministros.
a) Creación y antecedentes. (EXAMEN)
El Consejo de Ministros es el órgano colegiado más importante de la administración activa. Sus
orígenes son de finales del siglo XVIII en Europa, en un proceso de despersonalización del
poder, que abre las puertas al llamado “Estado Moderno”: el rey ya no decidirá por sí solo, sino
que necesitará de la colaboración y asesoría de un Consejo.
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En España, su origen data del Consejo de Gabinete instituido por Felipe V con sus Secretarios
de Despacho, y la Junta Suprema de Estado creada por Carlos III en 1787. Empezaron siendo
reuniones de personas de confianza del rey para coordinar los asuntos. El Decreto de
Regencia de 1813 ya aludía a la existencia de la Junta de Ministros, pero su origen
propiamente dicho fue la Junta de Ministros constituida en 1823 por Fernando VII, formada por
los cinco Secretarios de Estado y del Despacho (Estado, Gracia y Justicia, Guerra, Marina y
Hacienda) como órgano asesor.
El triunfo del régimen constitucional motivó un ejercicio del poder más despersonalizado:
reunidos, los ministros resolvían las cuestiones de interés general y de coordinación entre
departamentos ministeriales; no obstante, las competencias del Consejo de Ministros español
fueron menores que las de su homónimo francés; el Consejo fue originariamente presidido por
el Primer Secretario de Estado y de Despacho. Los Consejos de Ministros no estuvieron
regulados por las constituciones políticas del XIX: su primera regulación como órgano político
data de una ley de 1838. También se denominaba Consejo de Gabinete.
b) La Presidencia del Consejo.
En los textos constitucionales decimonónicos no se instituye la presidencia como tal. En la de
Cádiz el presidente sería el Secretario de Despacho de Estado, posteriormente sería el de
Justicia el que utilizara el título de Presidente del Consejo. La presidencia comienza a regularse
en el Estatuto Real nombrándose de nuevo al Secretario de Despacho del Estado que empieza
a separar las funciones de la Presidencia del Consejo de Ministros de las del rey; a partir de
1873 la Presidencia es ya el órgano rector de la acción administrativa y así continúa tras la
restauración borbónica.
3. El derrumbe definitivo de los antiguos Consejos. (EXAMEN)
Se denomina régimen polisinodial a la organización política de las monarquías autoritarias de
los reinos de España durante el Antiguo Régimen y la historia moderna hasta principios del
siglo XIX basados en los Consejos. El mecanismo de funcionamiento básico era la elevación
de una consulta al monarca, quien resolvía según su parecer.
Los antiguos Consejos fueron suprimidos en 1809, salvo el Consejo de Estado como órgano
consultivo:
- en efecto, en 1809 la Constitución de Bayona establecía un único Consejo de Estado
para la función de administración central consultiva, encargado de preparar las leyes y
colaborar en la actividad legislativa; era el alto cuerpo consultivo de la nación, su
dictamen era indispensable para muchos asuntos
- las Cortes de Cádiz crearon un Consejo de Estado que constaba de 40 individuos (4
eclesiásticos, 4 grandes de España, 32 elegidos por el Rey), cuyo dictamen había de
ser oído por el Rey en asuntos graves: declaraciones de guerra, firma de tratados...
- con la vuelta del absolutismo se restauró el régimen de Consejos
- en el periodo constitucional se creó como órgano consultivo un Consejo Real (que
posteriormente recuperó la denominación de Consejo de Estado); el Consejo Real, que
también tenía ciertas funciones jurisdiccionales en el proceso contencioso
administrativo (hasta la creación del Tribunal de lo contencioso en 1888), estaba
formada por el Presidente del Gobierno, los Ministros y algunos consejeros; era el
órgano consultivo supremo del Gobierno
- ya en 1904 se organizó el Consejo de Estado como órgano de carácter técnico e
independiente, con un número permanente de consejeros.
86
Lección 16. Vertebración y gestión del territorio
1. La Administración territorial.
a) La división provincial.
La uniformidad administrativa era uno de los ideales de la etapa constitucional. La Constitución
de 1812 acometió una nueva regulación del régimen provincial y local, adaptando instituciones
antiguas a los principios del constitucionalismo francés, resultando un sistema centralizado y
jerarquizado (subordinación local al poder estatal), en el que la provincia fue concebida como
una creación local basada en dos elementos:
• Territorial: compuesto por una comarca más o menos extensa de ámbito delimitado
por la ley.
• Orgánico: encarnado en el gobierno civil presidido por un jefe político o gobernador
civil y la diputación provincial.
La nueva regulación del régimen Provincial y local hubo de pasar por las vicisitudes políticas
del siglo XIX.
El plan prefectual de José Bonaparte y sus consecuencias
Desde el siglo XVIII se venía haciendo sentir la necesidad de una nueva división administrativa
del territorio español. El gobierno de José I intentó una distribución territorial de España más o
menos uniforme, según el modelo francés, dividiendo el territorio nacional en 38 prefecturas.
No pudo implantarse por la situación de guerra.
Posteriormente, en 1813 y 1820 se realizaron sendos proyectos de división provincial. Se
contemplaban 52 provincias y se pretendía ordenar el territorio a efectos fiscales y judiciales,
jerarquizando las provincias en base a su importancia y teniendo en cuenta las connotaciones
históricas de las mismas. Ninguno llegó a tener aplicación al restaurarse el absolutismo en
1814 y 1823, y retornar a la división de finales del siglo XVIII.
La división de Javier de Burgos
Cuando en 1832 se crea el Ministerio de Fomento, su primer titular, Javier de Burgos, acometió
la reforma provincial más importante del XIX, dividiendo España en 49 provincias (47
peninsulares y 2 insulares). La división provincial de Burgos se caracteriza:
- estaba concebida como una división artificial que no se acomodaba a criterios
históricos ni a una extensión territorial homogénea
- se pretendió que cada provincia tuviera en torno a 400.000 habitantes para que
estuvieran todas representadas en Cortes por 8 diputados, y que los pueblos de la
provincia no distaran más de un jornada de la capital
- se fijaban nuevas provincias (Baleares y Canarias,) apareciendo algunas capitales
(Pontevedra por Vigo, Albacete por Chinchilla) y desapareciendo otras (Calatayud,
Játiva, Villafranca)
- las provincias se agripaban en regiones
- algunas provincias no mantenían la denominación de su capital: Alava-Vitoria,
Vizcaya- Bilbao, Guipúzcoa-SanSebastián, Navarra-Pamplona.
Las Vascongadas y Navarra siguieron rigiéndose por fueros especiales que se mantendrían en
sus aspectos económicos, pero desde la ley paccionada de 1841 en Navarra dejó de haber
Virrey, cámara de los comptos, consejo real y diputación del reino, que fueron sustituidos por la
audiencia de Pamplona y la diputación foral.
El régimen provincial experimento una profunda crisis en 1845 solo superada con el sistema de
ordenación adoptado con la revolución de 1868 de orientación descentralizadora, que se
plasmó en la Ley provincial de 1870. En 1882 se promulgó finalmente la Ley Provincial que
rigió durante el resto del XIX hasta el Estatuto Provincial de 1925, punto legal de enlace con la
organización provincial vigente.
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b) Los órganos: Gobiernos civiles y Diputaciones.
La Constitución de Cádiz, establecía un Jefe político superior en cada provincia, nombrado por
el rey:
- su función principal era la de ser un eficaz agente de la centralización
- el Jefe político fue derogado en 1814 con el regreso del absolutismo, y restablecido
de nuevo en el trienio liberal
- presidía el ayuntamiento de las capitales, mantenía el orden público y era el jefe
inmediato de los ayuntamientos de los pueblos de su provincia
- una ley de 1834 le cambió el nombre (a Gobernador Civil) y la Ley Provincial de 1845
le dio funciones interventoras en distintas áreas, estableciendo los Consejos
Provinciales presididos por el Gobernador civil
- obtuvo su máximo desarrollo tras suprimirse en 1849 el Intendente y asumir sus
funciones, quedando como única autoridad de la provincia también en lo económico
[que antes tenía el Interventor] y asumiendo funciones de jurisdicción administrativa
- su peso decayó en el último cuarto del XIX, quedando como mero representante del
gobierno, limitándose su actuación a presidir los actos públicos de la provincia.
Las Diputaciones Provinciales se crearon en 1812 como órganos colegiados consultivos de los
jefes políticos, presididas por el jefe superior y con un intendente como vicepresidente.
Formadas por siete miembros de distintos partidos judiciales, pretendían promover la
prosperidad y la correcta inversión de fondos públicos. En el proyecto de ley de 1838 se
componían de un Jefe político, un intendente y un diputado por cada partido judicial, que
permanecían en el cargo cuatro años, renovables por mitades cada dos. Se reunían con
carácter ordinario dos veces al año, y siempre que el jefe político lo estimara. Repartían
contribuciones generales y gastos provinciales entre los ayuntamientos, organizaban los
reemplazos del ejército, promovían la educación, fomento de la agricultura, industria y el
comercio.
2. La Administración local.
a) De las reformas de José Bonaparte al sistema municipal de Cádiz. (EXAMEN)
El sistema constitucional parte del reconocimiento del pueblo como unidad de habitabilidad
natural, que dependerá de la provincia en que se integra. En aplicación del principio de división
de poderes, se establece que todos los pueblos tendrían su ayuntamiento, presidido por el
alcalde (ya sin funciones judiciales) y compuesto por regidores y procuradores, elegidos por los
vecinos mayores de edad. Todos los cargos eran gratuitos, y se suprimieron los oficios
perpetuos o de nombramiento real. En todos los Ayuntamientos hubo además un secretario.
El Ayuntamiento pasaba a ser la representación del antiguo concejo abierto, subordinado al
poder central bajo la presidencia del jefe político provincial. Cada corporación municipal
quedaba bajo la inspección de la Diputación provincial respectiva.
b) Consolidación del municipio constitucional.
Restablecida la monarquía absoluta en 1814 se disolvieron los ayuntamientos, siendo
restaurados en 1820:
- la ley del régimen local de 1823 concibió al ayuntamiento como órgano corporativo,
deliberante y representativo, y al alcalde como órgano político-administrativo y
ejecutivo: todos los alcaldes tenían la misma autoridad
- en 1840 una nueva ley de ayuntamientos atribuyó al Rey el nombramiento de los
alcaldes y tenientes de alcalde de las capitales de provincias, y al jefe político el de los
alcaldes de poblaciones de más de 500 vecinos
- la ley de ayuntamientos de 1845 fue aún más centralizadora
- como consecuencia de la revolución de 1868, la Ley Municipal de 1870 dio más
autonomía a los municipios, estableciendo tres categorías de concejales: alcaldes,
tenientes de alcalde y regidores; el alcalde presidía el ayuntamiento y gobernaba
políticamente el distrito municipal
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- la restauración borbónica trajo la reforma de la Ley Municipal en 1876 que regirá
hasta el Estatuto Municipal de 1924 (con tendencias descentralizadoras), que es el
punto de enlace con el régimen municipal vigente.
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Lección 17. Control social y relaciones con la Iglesia contemporánea
1. La Administración de Justicia.
a) Caracteres generales.
Desde el Estatuto de Bayona se distinguió que el orden judicial era independiente del
legislativo y del ejecutivo. Las constituciones posteriores, aunque no hacen declaración
expresa de esa independencia, la dan por sentado. Las constituciones decimonónicas afirman
que la potestad de aplicar las leyes en los asuntos civiles y criminales corresponde a los
Tribunales de justicia, y algunas enfatizan que el Rey y las Cortes tienen expresamente
prohibido ejercer funciones judiciales; los tribunales no tienen otra misión que juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado.
Además, se fue reduciendo el número de jurisdicciones especiales (Inquisición en 1834,
mercantil y tribunales especiales en 1868). La Constitución de 1812 había establecido la unidad
de legislación al declarar que las Españas y las Indias se regirán por un único código así como
unidad de fueros para causas civiles y criminales, aboliéndose la jurisdicción señorial en agosto
de 1811. Se mantuvo la jurisdicción eclesiástica y de guerra.
b) El planteamiento reformista de Cádiz.
Ya el Estatuto de Bayona declaró la independencia del poder judicial, aunque la justicia se
administraba en nombre del Rey, lo que se mantuvo en el resto de las constituciones (incluso
en la actual). La justicia aunque emanada del rey, no es un órgano del mismo rey, sino que los
ciudadanos la reciben a través de los jueces que éste nombra.
Las reformas de Cádiz propuso la unidad de fueros, lo que supuso abolir los privilegios del
antiguo régimen -> implicó una reforma de los tribunales y una nueva organización judicial en lo
civil y lo criminal:
- se establecieron los juzgados de primera instancia en lo civil y lo penal
- las audiencias (Madrid, Valladolid, Pamplona, Granada y Ultramar) conocían en
apelación en segunda y primera instancia de las sentencias dictadas por los jueces de
partido
- en la cúspide se situó un Tribunal Supremo que exigía responsabilidad a jueces y
altos cargos.
c) La organización de los tribunales.
La organización provincial de 1833 no era suficiente para llevar a cabo la reorganización
judicial. Una vez muerto Fernando VII, el gobierno de Martínez de la Rosa estableció en 1834
que todos los tribunales superiores de las provincias se llamarían Reales Audiencias, al tiempo
que las provincias quedan subdivididas en partidos judiciales. La reforma de la Administración
de Justicia se plasmó en diversas disposiciones que incluyeron un reglamento donde se
reconocieron una serie de garantías procesales junto con normas de derecho procesal penal y
una serie de disposiciones sobre los jueces. La más importante fue el Real Decreto de 1835
que estableció que la Justicia se impartiría a través de:
• Juzgados municipales y de primera instancia: en los pueblos, los alcaldes o tenientes
alcaldes tendrían competencias en causas civiles por injuria, y negocios inferiores a
200 reales, así como cuestiones penales livianas; en 1855 estas competencias se
traspasaron a los recién creados jueces de paz.
• Audiencias territoriales: eran los tribunales superiores de cada territorio para
cuestiones de la jurisdicción común ordinaria y abarcarán también la jurisdicción
especial. Las de las provincias más importantes se dividieron en dos salas de lo civil y
una de lo penal; el resto, en una sala de lo civil y otra de lo penal.
• Audiencias: Revisaron en segunda y tercera instancia las sentencias dictadas por
jueces inferiores; además, conocían los recursos de nulidad y las causas de
suspensión y separación de cargos de los jueces inferiores, así como los conflictos
entre jueces inferiores. En definitiva, velaban por la buena Administración de la Justicia.
90
• Tribunal Supremo de España e Indias: Una vez suprimido en 1834 el Consejo de
Castilla, el Tribunal Supremo asumió sus competencias judiciales; esta formado por un
presidente, quince ministros y tres fiscales, distribuidos en dos salas para la península
y las islas y una tercera para las provincias de ultramar.
d) La Ley orgánica del Poder Judicial de 1870. (EXAMEN)
En 1868 un jurista de prestigio, Joaquín de Roncali, es nombrado ministro de Gracia y Justicia
y se le encarga un proyecto de Ley orgánica de Tribunales sobre la organización judicial y las
competencias de los tribunales. El proyecto fue elaborado por la Comisión de Codificación. Los
retrasos debidos a la Revolución de 1868 hicieron que fuera Montero Ríos quien en 1870
presentara un proyecto finalmente aprobado como Ley Orgánica (provisional) del Poder
Judicial (que estuvo en vigor hasta la actual ley de 1985).
La ley dividía el territorio nacional en distritos y éstos a su vez en partidos judiciales que se
subdividen en circunscripciones fraccionadas en términos municipales:
- en cada término municipal habría uno o varios jueces municipales
- en cada circunscripción un juez de instrucción
- en cada partido judicial un tribunal de partido (formados por tres jueces, uno de los
cuales era presidente)
- en cada distrito una Audiencia (formadas por salas de lo civil o lo penal)
- sobre ellos se situaba el Tribunal Supremo, compuesto por cuatro salas de justicia
para lo civil y lo penal, y una sala de Gobierno que velaba por la recta administración
de justicia, proponía al gobierno las reformas que estimaba oportunas y resolvía los
conflictos que surgían en las salas del tribunal.
e) La Ley del Jurado. (EXAMEN)
El Estatuto de Bayona establecía que el procedimiento penal sería público y que en las
primeras Cortes que se reunieran se debatiría si se establecía o no el juicio por jurado. En el
trienio liberal se estableció por primera vez el jurado, limitado a los delitos contra la ley de
imprenta (aunque se discutió la posibilidad de establecerlo en determinados delitos penales,
pero sin llegar a concretarse).
La Constitución liberal de 1869 consagró el juicio por Jurado para los delitos políticos y
comunes que determinara la ley, comenzando a funcionar en 1873:
- el Jurado estaba compuestos por 12 miembros y tres magistrados
- el jurado declaraba la culpabilidad o no del acusado
- los magistrados se encargarán de la calificación jurídica de los hechos
juzgados: dictar sentencia e imponer la pena apreciando los agravantes y los
atenuantes así como los grados de delito
- formar parte del Jurado era obligatorio y gratuito, pero era una institución cara para la
que no había voluntad política ni respaldo de una población analfabeta
- la indigencia económica al uso era una causa de irregularidades en el pago de dietas
y gastos, y propició la aceptación de cantidades a cambio de un voto que declarara la
inocencia; además estos jurados acabaron politizándose.
El conservadurismo de la Restauración lo suprimió por decreto en 1875. Con todo, se
restableció en la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882 para ser suprimido de nuevo en 1923
en la dictadura de Primo de Rivera, no siendo recuperado hasta la Constitución de 1978.
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2. La Iglesia y el Estado.
a) La Iglesia ante la quiebra del Antiguo Régimen: el liberalismo y la supresión de la
Inquisición.
La Iglesia intentó conservar el poder que ostentaba con el Antiguo Régimen:
- incluso en el Estatuto de Bayona, con la llegada de Napoleón, se establecía que la
religión católica era la del Rey y de la nación, y no se permitía ninguna otra
- también lo reconoció así la Constitución de 1812 (y además obispos y arzobispos
formarían parte de las Cortes)
- pero la Iglesia se convirtió en un enemigo de los liberales por defender el absolutismo
- por eso, durante el trienio se suprimió la Compañía de Jesús y se disolvieron
las órdenes monacales, reformándose las mendicantes
- en 1820 se declararon incorporados al Estado los bienes de las Comunidades
religiosas no suprimidas que excedieran de las rentas precisas para la
subsistencia
- igualmente se suprimieron todos los conventos situados en poblaciones de
menos de 450 habitantes (dos tercios del total)
- a ello se añadió la desamortización y la suspensión del diezmo
- la reacción de la Iglesia fue el apoyo al Manifiesto de los Persas de 1814 y
solicitando a Fernando VII la supresión de los efectos de la Constitución de
1812.
En relación con la Inquisición:
- José Bonaparte hizo el primer intento formal de suprimir la Inquisición, pero la
inestabilidad del periodo lo impidió
- el tema se planteó también en las Cortes de Cádiz, pues entendían que la Inquisición
era contraria a la Constitución, que no era esencial a la vida de la Iglesia, y que las
materias de fe y moral debían ser juzgadas por los obispos -> se aprobó un Decreto en
1813 aboliéndola
- fue restaurada por Fernando VII, nuevamente suprimida en el trienio liberal y
nuevamente restaurada en 1823
- fue suprimida definitivamente en la Regencia de María Cristina en 1834
- la supresión en época tan tardía no provocó graves enfrentamientos, pues en
aquellas fechas ya parecía a la mayoría una institución anacrónica y obsoleta.
b) Iglesia y Estado liberal (1833-1900).
A la muerte de Fernando VII la reina regente busca el apoyo de los liberales para conservar el
trono de su hija Isabel (ya que los conservadores y partidarios del Antiguo Régimen defendían
la opción dinástica de Don Carlos). Los liberales culminaron su enfrentamiento con la Iglesia
con la desamortización de Mendizabal, que llevó a la ruptura de relaciones por parte de
Gregorio XVI con el gobierno español.
Posteriormente, la llegada de los conservadores de Narváez supuso una política de
acercamiento a la Santa Sede que se pone de manifiesto en la Constitución de 1845 que
reconoce la religión católica como la única de la Nación y llama a los obispos a formar parte del
Senado. Todo ello se plasma en el Concordato de 1851 firmado por Bravo Murillo y el nuncio
en España de Pio IX, los puntos más importantes son:
• Se reconocía la religión católica como la única, excluyéndose cualquier otra.
• Se admitía que los miembros de la Iglesia sólo se someterían al derecho canónico
• La enseñanza se haría de acuerdo con los principios de la religión católica.
• El Estado asumía el mantenimiento del culto y sus ministros.
• Se podrían crear nuevas casa religiosas en España.
• Los bienes desamortizados y no vendidos se restituirían a la Iglesia.
En el sexenio revolucionario, en medio de un ambiente anticlerical, Serrano dictó una serie de
medidas que violaban el Concordato vigente, suprimiendo monasterios, casas religiosas,
enseñanza religiosa..., y se reconoció por la Constitución de 1869 la libertad de culto,
aprobándose en 1870 una ley de matrimonio civil.
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Con la llegada de la restauración, las ideas conservadoras de Cánovas quedaron plasmadas
en la constitución de 1876. De nuevo se consagró la religión católica como oficial, recuperando
vigencia el Concordato de 1851.
A la muerte de Alfonso XII, iniciados los movimientos obreros y sindicales, se resucitó el
anticlericalismo alentado por intelectuales como Galdós o Larra, anticlericalismo que perduró
hasta culminar en la Constitución de 1931 que estableció la no-confesionalidad del Estado. En
el régimen de Franco se firmará un nuevo concordato en 1953 con Pío XII que será vigente
hasta la constitución de 1978.
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Lección 18. La gestión de los recursos y las prestaciones personales de los ciudadanos
1. La Hacienda.
a) Crisis financiera tras la guerra con Francia e Inglaterra, e intentos reformistas.
La crisis financiera del XIX se venía arrastrando desde el Antiguo Régimen y se vio acentuada
por la Guerra de la Independencia, las guerras de emancipación de los países americanos y las
guerras carlistas. Ya desde la época de Carlos IV, se intentó paliar el déficit con un programa
de desamortizaciones (la primera fue la de Godoy) que sería continuado por Mendizábal y
Madoz. José I intentó reformar el sistema financiero: la Constitución de Bayona establecía que
las contribuciones fueran las mismas para toda la nación, aboliendo privilegios tributarios.
La contribución directa de las Cortes de Cádiz
Las Cortes de Cádiz adoptaron las siguientes medidas:
• Establecieron una contribución directa general para repartir las cargas del Estado
entre todos los españoles, en proporción a sus medios, sin excepción ni privilegio.
• Igualmente establecieron que las Cortes aprobarían anualmente una ordenación de
ingresos y gastos del Estado en forma de Presupuesto General.
• Limitaron la existencia de aduanas a los puertos de mar y las fronteras.
• Se fijó la diferenciación entre el patrimonio del Estado (Patrimonio Nacional) y el
patrimonio real o de la corona, quedando reducido a una dotación anual al rey
asignada por las Cortes.
• Se creó la Superintendencia de Rentas que pasaría posteriormente a la Dirección
general de Hacienda.
La contribución general de Martín de Garay
La restauración del absolutismo impidió la efectiva instauración de las reformas liberales,
aunque en 1817 Martín Garay intentó reorganizar la Hacienda con una orientación similar a la
de las Cortes de Cádiz:
- abolió las rentas provinciales y sus equivalentes de la Corona de Aragón,
sustituyéndolas por una contribución general proporcional a la renta del contribuyente
- se mantuvieronn las regalías del rey en relación a los ingresos que proporcionaban el
papel timbrado, la sal, el tabaco, etc
- pero su reforma fracasó por la inexistencia de un aparato que estableciera las bases
reales de la riqueza de los contribuyentes.
Durante el trienio liberal se proyectó una nueva reforma fiscal, condenada al fracaso por su
impopularidad ya que aumentaba la presión fiscal a los sectores rurales (al tener que pagar con
dinero en metálico lo que hasta la fecha se venía tributando en especies). La oposición que
generó atrajo a las clases rurales de Navarra y Vascongadas al absolutismo (que proclamaba
la vuelta al antiguo sistema tributario).
La reorganización de López Ballesteros
La reacción absolutista de 1823 mantuvo el viejo sistema tributario, restauró el Consejo de
Hacienda y creó el Tribunal Mayor de Cuentas para suceder a la Contaduría Mayor
(incorporada al Consejo de Hacienda). Con López Ballesteros se elaboraron (1828) los
primeros presupuestos equilibrados del Estado.
Pese a la tendencia a la unificación fiscal, Vascongadas y Navarra conservaron los conciertos
económicos que determinaban que Vascongadas contribuyera a la Hacienda Estatal mediante
un “donativo” y Navarra mediante el “servicio voluntario”.
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Las reformas de Mendizábal
La guerra civil que siguió a la muerte de Fernando VII, conocida como primera guerra carlista,
agravó la situación de la Hacienda y el crédito público. Mendizábal Intentó amortiguar el fuerte
déficit del Estado desamortizando bienes y emitiendo empréstitos. Como estas medidas fueron
insuficientes, tuvo que recargar algunos impuestos y crear otros nuevos, como el del servicio
militar que obligaba a los no combatientes a contribuir con un caballo y una cierta cantidad.
b) La reforma tributaria de 1845.
El gobierno de Narváez (1844) alumbró la reforma de Mon, que pretendía solucionar los
acuciantes problemas de la deuda poniendo fin al arcaico sistema de la hacienda española y
sentando las bases de los actuales sistemas tributarios. Convirtió parte de los créditos del
Estado en títulos de Deuda Pública y estableciendo una serie de contribuciones directas:
• Contribución de inmuebles, cultivo y ganadería: posteriormente denominada
“contribución territorial” que venía a sustituir a las antiguas contribuciones de paja y
utensilios. Su reparto entre las provincias se hacía por un sistema de cupo.
• El subsidio industrial y de comercio: como única contribución industrial. Fracasó
por no estar basada en datos realistas.
• Los impuestos sobre el inquilinato: aunque efímeros, constituyeron un precedente
de la contribución sobre la renta.
Las contribuciones indirectas de esta reforma fueron:
• Contribución sobre el consumo de especies.
• Derechos de hipoteca.
• Derechos de aduanas y puertas.
• Rentas y monopolios.
Mon además jerarquizó la Administración de la Hacienda mediante cuatro niveles: uno
superior, el Ministro de Hacienda; una central formada por la Secretaría, las direcciones y la
contaduría; otra provincial: intendentes, administradores, tesorería y servicios de contabilidad; y
la última de partido judicial: subdelegados, administradores subalternos y depositarios. La
reforma de Mon, aunque muy criticada en su tiempo, supuso un avance modernizador del
sistema impositivo e inspiró las sucesivas reformas tributarias.
c) Los reajustes posteriores: de Mon a Villaverde.
En 1851 Bravo Murillo creó un nuevo impuesto personal mezcla del inquilinato y la
capacitación; además el impuesto de lanzas y media annata fue sustituido por el de títulos y
grandezas (que fracasó porque se basaba en la declaración voluntaria por el contribuyente de
sus ingresos).
A pesar de las reformas destinadas a incrementar los ingresos del Estado, la deuda pública era
excesiva debido a la guerra colonial. A finales de siglo, Fernández Villaverde convirtió la deuda,
mejoró la moneda, equilibró los presupuestos e introdujo la contribución de utilidades, con tres
tarifas: una para servicios o trabajos personales, otra para intereses, dividendos y beneficios
del capital invertido, y otra para utilidades obtenidas del trabajo junto con el capital en el
ejercicio de industrias no gravadas de otro modo. Ello permitió un superávit a favor de hacienda
y la estabilización del índice de precios, así como la revalorización de la peseta.
2. El Ejército.
a) Del ejército popular al ejército permanente.
Los militares desempeñaron un importante papel en la política del siglo XIX ya entre 1814 y
1874 fueron frecuentes los pronunciamientos militares, tanto de signo liberal como absolutista.
La palabra “pronunciamiento” junto con las de “siesta” y “guerrilla” son algunas de las palabras
que el español ha legado al vocabulario internacional.
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Dentro de las tipología de los pronunciamientos pueden diferenciarse:
• Motines: desobediencia de una unidad armada que se manifiesta violentamente ante
sus mandos inmediatos a la espera de que sus actos puedan verse justificados como
legítimos en respuesta a ciertos abusos de autoridad (por ejemplo el de Riego en 1820
o el de La Granja en 1832).
• Pronunciamientos militares propugnados por grupos políticos civiles: con el
objetivo que el gesto de los oficiales cuente con la adhesión del pueblo que conduzca a
la paz social derivado de un régimen de militares (por ejemplo el de Diego de León de
1841, el de Zurbano de 1844 o la Vicalvarada de 1854).
• Golpes de Estado: asalto por mandos militares contra el ejecutivo para cambiar el
rumbo político del país (por ejemplo el de Prim de 1868, el de Pavía en 1874 o el de
Martínez Campos en 1874).
• Alzamientos nacionales: hostilidad contra las autoridades de grupos numerosos de
ciudadanos y campesinos que toman las armas en defensa de derechos conculcados;
cuando no colabora la fuerza armada se habla de un levantamiento popular.
• Insurrecciones: declaraciones de ruptura pública con la legalidad vigente,
pretendiendo el dominio de la calle mediante la amenaza del uso de las armas contra
los que se proponen el desenlace pacífico del conflicto.; normalmente el origen
desencadenante es una huelga general revolucionaria.
La clase militar lideró los partidos políticos (Narváez en los moderados, Espartero y Prim en los
progresistas, O’Donnell en los liberales). Como explicación de la politización del ejército en el
siglo XIX se han esgrimido las siguientes causas:
- el protagonismo adquirido por la Guerra de la Independencia y en las guerras carlistas
animó a muchos militares a participar en política
- la concepción pretoriana del ejército como espina dorsal del Estado, defensor de los
intereses nacionales no solo en tiempos de guerra, sino también con la intervención
política en tiempos de paz
- la necesidad de promoción del ejército dada la abundancia de oficialidad y la falta de
recursos económicos; la falta de medios para atender sus reclamaciones económicas
propiciaban la intervención directa de éstos en la vida política
- la consideración de que el tránsito de la guerra a la paz y la estabilidad era mejor si
estaban al frente los generales apoyando con su fuerza al gobierno, ya que la debilidad
del régimen liberal carecía de instituciones sólidas y partidos políticos bien
organizados.
b) La organización del ejército.
Tradicionalmente se basaba en el principio de reservar los puestos de mando militar a las
clases nobiliarias, pero también los mandos intermedios eran difícilmente asequibles a los no
nobles; sin embargo, a partir de la Guerra de la Independencia fueron frecuentes los ascensos
por méritos de guerra.
La constitución de 1812 estableció que las fuerzas militares eran nacionales (de la nación, no
reales del rey), si bien el Rey tenía el mando supremo y nombraba a los generales; estas
fuerzas militares estaban integradas por:
• Fuerzas de servicio continuo para conservar el orden exterior e interior del Estado.
• Milicias nacionales: fuerzas suplementarias de carácter permanente para casos
necesarios; se organizaban por provincias y sus miembros podían compatibilizarla con
la vida civil.
• Fuerzas ocasionales: reglamentadas por la Junta Suprema después del éxito de la
guerra de guerrillas en la guerra de independencia; consistían en cuadrillas y partidas
pequeñas de hombres asistidos por un mando militar.
• Escuelas militares para la enseñanza e instrucción de las diferentes ramas del ejercito
y la armada.
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Esta misma organización fue también recogida en la Ley constitutiva del ejército (1821). Desde
la constitución de 1837 se estableció que las Cortes, a propuesta del Rey, fijarían la fuerza
militar permanente de mar y tierra, repartiéndose el reclutamiento entre todas las poblaciones
por sorteo: para eximirse del servicio militar había que pagar una cantidad y presentar a otra
persona que lo prestara. Esta organización, que se había establecido ante las necesidades de
la guerra carlista, se mantuvo hasta 1885 en que se estableció el servicio militar obligatorio,
que siguió siendo redimible por dinero.
También se crearon la Guardia Civil (1844) y el Cuerpo de Carabineros para velar por el orden
público; en 1878 se promulgó otra ley constitutiva del ejército:
- el ejército quedó estructurado en armas generales (infantería y caballería), cuerpos
especiales (artillería, ingenieros, Estado Mayor) y cuerpos auxiliares (administrativo,
sanitario, castrense, jurídico-militar)
- sus organismos centrales fueron el Ministerio del Ejército y el Consejo Supremo de
Justicia Militar, sustituido en 1931 por una Sala del Tribunal Supremo
- territorialmente se mantuvieron las capitanías generales impuestas desde los
decretos de Nueva Planta, mandadas por un Teniente General
- en cada provincia y plaza importante se estableció un Gobernador militar, y donde
radicaban fuerzas del ejército, un comandante militar.
c) La Armada.
La armada arrastraba un lamentable estado desde el fracaso de Trafalgar en el Antiguo
Régimen; durante el siglo XIX se hicieron notables esfuerzos para sanear su situación:
- se creó en 1869 el almirantazgo, imitando el modelo inglés
- la Armada se estructuró en tres departamentos (Cádiz, Cartagena y Ferrol),
subdivididos en 32 comandancias de marina y 53 capitanías de puerto
- dentro de la Armada se organizaron cuerpos específicos de artillería, infantería,
ingenieros, administrativos, … (de forma similar a la división hecha en el ejército de
tierra).
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