Contratos formativos: cómo quedan tras la reforma laboral (II) Los

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Contratos formativos: cómo quedan tras la reforma laboral (II)
Los contratos de formación, como señalábamos en el post del 6 de octubre, son de
dos tipos:
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Contrato en prácticas
Contrato para la formación
El contrato para la formación, que hoy vamos a comentar, tiene como objeto la
adquisición de formación teórica y práctica necesaria para el desempeño adecuado
de un oficio o puesto de trabajo que requiera un determinado nivel de
cualificación.
Se puede celebrar con trabajadores mayores de 16 años y menores de 21 años
que carezcan de titulación o certificado de profesionalidad para realizar un
contrato en prácticas. Respecto de la edad máxima hay que tener en cuenta las
reglas siguientes:
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Cuando se celebra un contrato con una persona con discapacidad, no hay límite
máximo de edad
Si se celebra el contrato con un desempleado que cursa un ciclo formativo de
formación profesional de grado medio, la edad máxima será de 24 años
En el caso de que el contrato para la formación sea celebrado con desempleados
incluidos en programas públicos de empleo-formación (escuelas taller, talleres
de empleo, casas de oficios), el límite de edad será el establecido en las
disposiciones que regulen esos programas públicos
El contrato de formación tendrá una duración legal mínima de 6 meses y máxima
de 2 años. En todo caso, la duración podrá ser regulada por cada convenio
colectivo sectorial, manteniendo el mínimo de 6 meses y un máximo de 3 años (4
años cuando el contrato se celebre con una persona con discapacidad). Las
situaciones de incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo, maternidad,
adopción o acogimiento, riesgo durante la lactancia y paternidad interrumpirán el
cómputo de la duración del contrato.
Una vez que haya transcurrido una duración de 2 años con un contrato para la
formación, un trabajador no puede ser contratado bajo esta modalidad por
ninguna empresa.
Respecto de la retribución, habrá que observar lo prescrito en el convenio
colectivo. En su ausencia, la retribución no podrá:
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ser inferior al salario mínimo interprofesional en proporción al tiempo de trabajo
efectivo, durante el primer año
ser inferior al salario mínimo interprofesional, independientemente del tiempo
dedicado a la formación teórica, durante el segundo año.
Sin duda, la característica más importante del contrato para la formación es que el
trabajador tiene que obtener formación teórica durante una parte de su jornada
de trabajo. La formación teórica la recibirá fuera del puesto de trabajo. El número
de horas dependerá del puesto u oficio que desempeñe pero, en ningún caso, podrá
ser inferior al 15% de la jornada máxima prevista en el convenio colectivo o, en su
defecto, de la jornada máxima legal.
Si el trabajador contratado no ha finalizado la educación secundaria obligatoria, la
formación debe tener por objeto obtener el título de Educación Secundaria
Obligatoria.
Cuando el trabajador contratado sea una persona con discapacidad psíquica, la
formación teórica podrá sustituirse, total o parcialmente, previo informe, por
procedimientos de rehabilitación o ajuste personal y social en centros
psicosociales o de rehabilitación sociolaboral.
Es importante señalar que el incumplimiento total de la obligación formativa
hará que el contrato para la formación se presuma como ordinario.
El puesto de trabajo que desempeñe el trabajador debe estar relacionado con las
tareas propias del oficio o puesto objeto del contrato.
Una vez finalizado el contrato, el empresario debe entregar al trabajador un
certificado en el que conste la duración de la formación teórica y el nivel de la
formación práctica adquirida.
Si el trabajador continuara en la empresa, no se podrá concertar un periodo de
prueba y se computará, el contrato para la formación, a efecto de antigüedad en la
empresa.
Regulación antes de la Reforma
Contratos formativos
Bajo esta denominación se regulan dos contratos temporales:
Contrato de trabajo en prácticas
Su finalidad es que el trabajador desarrolle los conocimientos teóricos
adquiridos conforme a los estudios cursados previamente, por lo que el trabajo
a desempeñar ha de ser acorde con su titulación.
La titulación que habilita la concertación de este contrato ha de ser de titulación
universitaria o formación profesional grado Superior o Medio o títulos oficiales
reconocidos como equivalentes o certificado de profesionalidad que permitan el
ejercicio profesional.
El contrato ha de celebrarse dentro de los cinco años siguientes a la conclusión
de los estudios que dieron lugar al título.
La duración del contrato no puede ser inferior a seis meses ni superior a dos
años, si bien los Convenios colectivos sectoriales pueden determinar otra
duración atendiendo a las características del sector de la actividad de que se
trate. Si el contrato se ha celebrado por una duración inferior a la máxima legal
cabe la posibilidad de prórroga hasta ese máximo. Se podrá establecer,
asimismo, un período de prueba.
La retribución será la fijada en Convenio colectivo para estos trabajadores, y en
su defecto no será inferior al 60 ó al 75 por ciento del salario convenio para otro
trabajador del mismo o similar puesto de trabajo, y sin que en ningún caso sea
inferior al Salario Mínimo Interprofesional.
Contrato para la formación
El objeto de este contrato es la adquisición de la formación teórica y práctica
necesaria para el desempeño adecuado de un oficio o puesto de trabajo
cualificado.
Con carácter general, solo pueden celebrar este contrato los trabajadores
mayores de dieciséis y menores de veintiún años. No obstante, se ha establecido
un régimen transitorio, permitiendo temporalmente la contratación de
trabajadores menores de 25 años hasta el 31 de diciembre de 2011. Se
establecen también especialidades de edad para algunos grupos de
trabajadores.
Su duración deberá ser no inferior a seis meses ni superior a dos años. No
obstante a través de Convenio colectivo sectorial podrán establecerse
duraciones distintas con el límite de tres años.
El contrato podrá prorrogarse si se concertó por tiempo inferior hasta el
máximo establecido. Podrá concertarse un período de prueba.
Se imponen como obligaciones del empresario la de proporcionar la formación
objeto del contrato al trabajador, y la de otorgarle los permisos necesarios para
asistir a esa formación teórica. La formación deberá impartirse bien por el
propio empresario debidamente autorizado, bien por centros ajenos igualmente
autorizados. El tiempo dedicado a la misma dependerá del puesto de trabajo u
oficio a desempeñar, pero en ningún caso podrá ser inferior al 15 por ciento de
la jornada máxima prevista en Convenio o, en su defecto de la máxima legal.
Los Convenios colectivos determinarán el número máximo de contratos para la
formación que se pueden celebrar por centro de trabajo en consonancia con el
tamaño de la plantilla, y en su defecto habrá que estar a los porcentajes fijados
reglamentariamente.
La retribución del trabajador contratado para la formación será, durante el
primer año del contrato, la fijada en convenio colectivo, sin que pueda ser
inferior al salario mínimo interprofesional en proporción al tiempo de trabajo
efectivo. Durante el segundo, la retribución será la fijada en convenio colectivo,
sin que en ningún caso pueda ser inferior al salario mínimo interprofesional,
con independencia del tiempo dedicado a la formación teórica.
Requisitos comunes a estos contratos:
El contrato se concertará por escrito y en el modelo oficial, debiendo registrarse
en la Oficina de Empleo dentro de los diez días siguientes a su concertación.
El empresario, antes de celebrar el contrato, podrá solicitar del INEM
certificación por escrito en el que se detalle el tiempo en que el trabajador ha
estado contratado en prácticas o para la formación.
A la finalización del contrato el empresario deberá entregar al trabajador
certificación en la que conste la duración de las prácticas y el puesto u oficio
ocupado y las principales tareas desempeñadas, o, en su caso (contrato para la
formación), la duración del aprendizaje y el nivel de formación práctica
adquirida, debiendo asimismo entregar certificación el centro donde se ha
cursado la formación teórica.
La cualificación o competencia profesional adquirida a través del contrato para
la formación será objeto de acreditación en los términos previstos en la Ley
Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación
Profesional.
El trabajador contratado en prácticas o para la formación deviene fijo en los
siguientes casos:
- cuando el contrato se haya celebrado en fraude de ley
- cuando los trabajadores no reúnan los requisitos legalmente establecidos para
su celebración
- cuando no hubieran sido dados de alta en la Seguridad Social
- cuando no se hubiere observado la forma escrita, si hubiera transcurrido un
período igual o superior al fijado legalmente para el período de prueba.
-Cabe la transformación de estos contratos en indefinidos conforme a las
disposiciones vigentes, conllevando, en su caso, los beneficios establecidos en
materia de Seguridad Social
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