TEMA 25. ANOMALÍAS DEL SISTEMA INMUNITARIO 25.1 Concepto de tolerancia: La tolerancia inmunológica es el estado específico de falta de respuesta frente al antígeno. Sirve para que el sistema inmunológico no actúe contra las células de su propio cuerpo, y se adquiere mediante “aprendizaje”, es decir, durante el desarrollo embrionario, cuando los linfocitos van madurando se eliminan o inactivan las células específicas que contactan con los antígenos de las células del cuerpo del embrión. Cualquier antígeno presente en el desarrollo embrionario será considerado como propio, y no desencadenará respuesta inmune porque el linfocito que la podía haber desarrollado ha sido suprimido. A este proceso se le llama teoría de la selección clonal. 25.2 Autoinmunidad: El mecanismo de tolerancia del punto anterior en ocasiones pueden fallar. En ese caso se producen fenómenos de autoinmunidad, que dan origen a numerosas enfermedades, denominadas autoinmunes. Enfermedades autoinmunes: Enfermedades órgano-específicas: La respuesta autoinmunitaria se dirige contra antígenos localizados en determinados órganos, como el tiroides, las glándulas suprarrenales, el estómago y el páncreas. Enfermedades no órgano-específicas: Los anticuerpos y las lesiones no son específicos de un antígeno localizado en un órgano concreto, aunque afectan de modo más intenso a ciertos órganos. 25.3 Las alergias: La hipersensibilidad es una respuesta inadecuada o exagerada del sistema inmunitario. Se dice que las reacciones de hipersensibilidad son expresiones de respuestas inmunitarias, tanto frente a patógenos como frente a sustancias inocuas, que cursan de forma inapropiada y causan fenómenos inflamatorios y lesiones en los tejidos. Existen cuatro tipos de reacciones de hipersensibilidad. La más común es la llamada TIPO I o INMEDIATA. Es la respuesta de la Ig E y los mastocitos contra determinados componentes ambientales. También se conoce como alergia. Se caracteriza por una respuesta inmunitaria exagerada y anómala frente a antígenos ambientales que, para la mayoría de los individuos, son inocuos (polen, ácaros, caspa animal). Las sustancias constantes de la alergia se denominan alérgenos, y pueden ser naturales o productos de síntesis que causan daño en el tejido a través de la respuesta inflamatoria que originan. 25.4 Las inmunodeficiencias: Son situaciones patológicas producidas como resultado de la ausencia o del fracaso de las funciones normales de uno o más elementos del sistema inmunitario. Inmunodeficiencias primarias o congénitas: Están determinadas genéticamente, debidas a defectos de los diferentes componentes del sistema inmunitario. Se conocen unas cincuenta diferencias congénitas. Inmunodeficiencia de linfocitos T. Son los más graves. Entre ellas se encuentran el déficit inmunitario combinado, que consiste en la alteración del proceso de diferenciación de los prelinfocitos en linfocitos T (y en ocasiones B) maduros. Inmunodeficiencia de linfocitos B. Son los más frecuentes por una falta parcial o total de distintos isotipos de inmunoglobulina (isotipos: variantes de inmunoglobulina: A, G, E, D, M). Esto provoca el aumento de las infecciones causadas por los microrganismos extracelulares. Inmunodeficiencia de fagocitos. Aumenta la sensibilidad hacia todo tipo de infecciones bacterianas y fúngicas. Puede afectar a los macrófagos o a los granulocitos. Inmunodeficiencia de proteínas del complemento. Se debe a un fallo en cualquiera de las proteínas del complemento. Aumenta la probabilidad de contraer infecciones bacterianas como las producidas por el género Neisseria. Inmunodeficiencias secundarias o adquiridas: Se adquieren después del nacimiento, y se deben a factores extrínsecos o medioambientales, como pueden ser la mayoría de los fármacos utilizados en la quimioterapia contra el cáncer, las radiaciones, la malnutrición o las infecciones. En este último caso se encuentra el VIH. Características del VIH: Existen dos familias de virus de la inmunodeficiencia en humanos, el VIH-1 y el VIH-2, cada una con gran variabilidad. No hay dos virus de VIH iguales. Esta variabilidad se traduce en modificaciones de las proteínas que actúan como antígenos de superficie, lo cual dificulta la consecución de una vacuna efectiva. El VIH pertenece a la familia de los retrovirus. Se caracteriza por llevar su información genética en una molécula de ARN que debe ser copiado a un ADN, merced a la actuación de una enzima del propio virus, la transcriptasa inversa. 25.5 El SIDA: Después de la infección y tras el periodo asintomático inicial, entre dos y diez años, el virus VIH vuelve a replicarse activamente y los linfocitos T disminuyen bruscamente. El sida constituye solo la manifestación final de la infección por el VIH. El sida adopta varias formas, según las infecciones oportunistas que caractericen esta etapa final de la infección; neumonías, tuberculosis, meningoencefalitis, toxoplasmosis o diversos tumores malignos, como el sarcoma de Kaposi. Durante la infección los pacientes desarrollan trombocitopenia (bajos niveles de plaquetas), así como enfermedades del sistema nervioso. Vías de contagio por VIH La sangre, cuando sangre infectada se pone en contacto con la de una persona sana. Las relaciones sexuales entre una persona infectada y otra sana. La placenta de la madre infectada al hijo durante el desarrollo embrionario. 25.6 El rechazo: Se produce cuando un individuo dona un órgano a otro. A menos que donantes y receptor sean genéticamente idénticos, los antígenos del donante podrán provocar una respuesta de rechazo inmunológico en el receptor. En este rechazo están implicadas las proteínas del complejo principal de histocompatibilidad. Mecanismos de rechazo: Respuesta humoral. La unión entre anticuerpos y antígenos activa el complemento, produciendo lisis celular y atracción y adhesión de polimorfonucleares. Respuesta celular. Algunos linfocitos T citotóxicos se infiltran en los órganos rechazados y matan por citotoxicidad celular directa. Interleucinas. Los linfocitos T y los monocitos producen interleucinas que favorecen las respuestas de rechazo. Xenotransplantes: Son trasplantes interespecíficos, es decir, entre distintas especies. Plantean, además de los inmunológicos, nuevos problemas relacionados con la disponibilidad de los animales, características fisiológicas y riesgos de transmisión de infecciones. 25.7 La inmunización: La vacunación es un método artificial de inmunización activa mediante el cual se introducen deliberadamente en el organismo antígenos de agentes patógenos con el propósito de inducir inmunidad específica frente a dichos patógenos. Los antígenos utilizados no pueden ser ni tóxicos ni patógenos, aunque sí deben conservar su capacidad inmunológica. La vacunación induce una respuesta inmunológica primaria, con la formación de células de memoria. Cuando, posteriormente, se produce una infección por el agente patógeno que porta el mismo antígeno de la vacuna, las células de memoria desencadenan una respuesta secundaria muy rápidamente y de mayor intensidad que la primaria, con lo cual la infección se suprime de inmediato. Algunos tipos de vacunas: Vacunas de microrganismos atenuados: Se obtienen atenuando la virulencia de las especies patógenas, o expresando antígenos recombinantes en vectores vivos. Causan una infección limitada, con síntomas locales leves, y son muy inmunógenas, protegen durante mucho tiempo. Vacunas de microrganismos muertos: Son menos eficaces y requieren administrar dosis de recuerdo para inducir una memoria inmunológica eficaz. Son más seguras que las vacunas con microorganismos vivos. Vacunas recombinantes: Están compuestas por partículas proteicas responsables de la formación del antígeno. Estas proteínas están producidas en células huésped, generalmente levaduras, en las que se ha insertado por técnicas de recombinación de ADN el material genético responsable de la codificación del antígeno.