Sindicatos y patronal pactan contra la precariedad laboral en el

Sindicatos y patronal pactan contra la precariedad laboral en el sector público
Sindicatos y patronal pactan contra la precariedad laboral en el sector
público
La política de contratación laboral aplicada por las administraciones públicas está a punto de saltar por los aires.
Sindicatos y patronal ultiman un acuerdo que ataca la línea de flotación del sistema de contratación elegido de
forma mayoritaria por el sector público.
En los últimos años, comunidades autónomas y ayuntamientos (y en menor medida la Administración central) han
generalizado, por un lado, el uso de contratos temporales y, por otro, su encadenamiento, por encima incluso de los
niveles registrados en el sector privado.
El acuerdo que pergeñan sindicatos y patronal -y que si no hay imponderables de última hora se firmará antes del
Primero de Mayo- pretende acabar con el uso indiscriminado de la contratación temporal. El pacto ha sido posible
gracias a que el Gobierno ha decidido ausentarse de la negociación en aras de lograr un acuerdo. Según fuentes
solventes, el Ejecutivo ?sólo quiere hacer la foto?, lo que ha convertido las negociaciones en un asunto bilateral de
patronal y sindicatos.
Según un estudio de Comisiones Obreras (CCOO), realizado a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa,
actualmente, el 42,3% de los asalariados temporales (2,1 millones sobre 5,1 millones) encadenan contratos. Es decir, su
relación laboral en vigor está precedida por al menos otra en iguales condiciones dentro de la misma empresa y en
similar puesto de trabajo.
En el sector público, el encadenamiento de contratos afecta a la mitad de los asalariados temporales. Es decir, siete
puntos más que en el sector privado. El estudio saca a la luz que el porcentaje de asalariados temporales que encadenan
contratos es del 41,5% entre los hombres y del 43,4% entre las mujeres. La industria es donde se recurre de forma más
asidua al encadenamiento (48,2%), seguido de la agricultura (44,2%), los servicios (43%) y la construcción (35,9%).
El encadenamiento de contratos se ha convertido en el último obstáculo que queda para salvar la reforma laboral, toda
vez que el resto de asuntos (incentivos a la contratación, cotizaciones, reforma de los servicios públicos de empleo o
cesión ilegal de trabajadores) están ya prácticamente liquidados.
Conversión de temporales en indefinidos
En el asunto del encadenamiento de contratos, la última propuesta que está sobre la mesa es la siguiente: los temporales
serán indefinidos cuando el mismo trabajador, en la misma empresa, haya tenido dos o más contratos temporales
durante al menos 24 meses en un periodo de 30 meses. La patronal CEOE es quien aún duda sobre si aceptar esta
fórmula o seguir negociando en aras de suavizar las restricciones.
La fórmula elegida no es, en cualquier caso, ninguna revolución respecto a la situación actual, como admiten fuentes
bien informadas, ya que se ha limitado a poner en la ley la actual jurisprudencia laboral.
Según datos de UGT, en los últimos años se ha reducido la distancia de temporalidad entre el sector público y el privado
en siete puntos. Desde 1998, la temporalidad en las distintas administraciones ha aumentado más de cuatro puntos, hasta
el 23%, mientras que se ha reducido 2,4 puntos en el sector privado, hasta el 34,7%. El número de trabajadores del
sector público con contrato temporal aumentó un 50% en los últimos siete años.
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