GERMANOR dadera anarquia, de un diminuto mundo idealista, visitad su casa: en ella veiéis, entre montones de libros revueltos y aparatós de instrucción escolar, una dulce pareja que se quiere con toda la fuerza de un espirituaConocí a Gimbernat una tarde del mes lismo àcrata, y un gatito rubio que es mimade Mayo próximo pasado: conversaba yo do y querido por el joven profesor racionacon Juan Ros en la redacción del batallador lista, y por su espiritual amiga y compasemanario «Justícia», cuando «Justícia» te- nera, igualmente que si fuese uno de aquenia solamente cinco o seis semanas de edad, j llos nifios rubios que nos pinto la mano pride pronto, abrióse la puerta de la Redac- | vilegiada de Rubens o de Murillo. JUAN BONET. ' ción y apareció la cabeza de un nombre Marzo de 1919. muy joven, de tez sonrosada: era el maestro racionalista, el redactor-jefe de «Justícia». Hablamos y nos hicimos muy amigos: Advertim als llegidors que se fassin cà—Hablamos de todo: de libros, de nombres, rrec que estem amb les garanties constide periódicos, de caciquismo que infiesta el tucionals sospeses i sotmesos a la prèvia distritro farnense... El venerable republicacensura. no Ros y Gros, sonreía, sonreía... quizà pensando en la proximidad de otra lucha electoral : —Hagamos buenas campafías en «Justícia», y el distrito es de los republicanos —decía Ros— Mira'm, mira'm dona hermosa, LOS HERALDOS DEL IDEALISMO GIMBERNAT "CANÇÓ DE FOLLIA" Y en la mente de Gimbernat, tal vez, cruzó este pensamiento, que siempre tiene a los labios: —Política! política! esto no hace falta: lo que conviene es instrucción racionalista», jlnstrucción! iHe aquí la palabra! Toda la obra de Gimbernat en su escuela de la calle de S. Carlos, en «Justícia», en «Solidaridad Obrera», en la Tribuna y en la prenas, gira alrededor de ella... Si visitàis alguna vez la escuela de Gimbernat, veréis al joven periodista y profesor rodeado de los futuros hombres de un manana màs expléndido: con la dulzura de sus palabras penetra en el corazón y en el cerebro de sus djscípulos y llena ambos órganos de sàvia, de ideas nuevas que germinaran en ellos... Y si queréis disfrutar del sorprendente y maravilloso espectàculo de una ver- Germanor. 16/3/1919. Pàgina 4 mira'm força, fit a fit, que ta mirada melosa em transporta a l'infinit Mira'm, mira'm i no'l treguis ton esugard de demunt meu, que tenint-ne així apropada ma pena, esdevé més lleu. Y trist el jorn que a mi'm manqui ton esguard que es llum d'amor, que allavors, l'esma perduda, començarà ma dissort: em trobaré sol i feble per lluitar, i amb gran paor, em semblarà que m'atansi —sense tii—vers a la mort... No'l neguis pas, dona hermosa ton esguard conhortador! DANIEL FORNS l CARRERAS