LA NOCHE DE LOS PERPLEJOS Y UN POSIBLE RANKING FINAL Anoche tocó el que se daba como plato fuerte de La Muestra: GASTOS DE REPRESENTACION de Alejandro Moreno, dirigido por Cristián Plana. Ya habíamos sabido de las polémicas en torno a su idea de la “opuesta” en escena solicitada por el autor y su deseo de privilegiar un teatro oído por encima de un teatro visto. Cristián Plana tenía que utilizar toda su imaginación para cumplir con un texto de 194 páginas (algunas con cuatro frases, no asustarse) que despedía al cuerpo del actor. Uno de los momentos álgidos de este enfrentamiento no siempre feliz entre dramaturgo y director donde la idea de autor se replica y se refleja a veces felizmente (véase Aliocha de la Sotta, Alexandra von Hummel, Los Contadores Auditores con Karen Bauer o Isidora Stevenson), otras de manera catastrófica (véase otras Muestras, no daré ejemplos) Todo esto en un sábado con clima de fiesta teatral. Matucana 100 colmado de público, gente haciendo cola, mucha gente aventurándose en esta nueva modalidad viva y vibrante coordinada por un equipo dirigido por Manuela Infante en diálogo permanente con Lucía de la Maza. Les debemos una de la mejores Muestras de la historia de nuestro teatro y andan por ahí como si no se dieran cuenta. Lo cierto es que a sala prácticamente llena y con entradas agotadas para el resto de los espectáculos, GASTOS DE REPRESENTACION partió con susurros donde podíamos reconocer la voz experimentada de Paly García junto a un joven Camilo Navarro, que daba el ancho ante el desafío de esta oscuridad en que fuimos sumidos súbitamente escuchando el tráfico de un padre pagando por su hija como leit motiv de la trama. La pregunta sobre cuánto cuesta un encuentro, las deudas, las pérdidas, todo en la sombra iluminada paulatinamente permitiendo ver las sombras de los actores moverse sobre el vasto escenario de la nave central (¡qué bella es!) de Matucana 100. Durante 90 minutos aproximadamente asistimos a esta lucha de Plana con la “opuesta propuesta” de Moreno, consiguiendo triunfar en algunos instantes con imágenes poderosas que emergían con un uso muy escueto de la luz y un espacio sonoro discreto pero impactante. Estaba sentado a pocos sitios del autor y lo podía ver mover los labios siguiendo su texto al pie de la letra, sobre todo cuando apareció un coro de 25 replicaciones del personaje femenino, siempre en susurros donde la luz presente daba paso al texto musitado. Zonas de humor bizarro y la aparición sorprendente de una sirena al mejor estilo de Plana, cuyos detalles omitiré para beneficio del espectador, cerraron el espectáculo con un aplauso seco del público, más perplejo se diría que entusiasmado a pesar de que la hora y media no motivó ni toses ni crujidos en los asientos ni somnolencia ni siquiera aburrimiento. Alguien preguntaba si había entendido su compañero la obra. La oscuridad, esta vez del texto, la opacidad tal vez sea mejor decirlo, dejaba espacios algo herméticos. Pero no se podía negar que era una aventura donde el público se lleva más de alguna sorpresa y que necesita espectadores curiosos, claramente dispuesto a la experimentación radical de uno de los más importantes escritores de su generación. No está el delirio de LA AMANTE FASCISTA, pieza mayor de la cosmogonía de Alejandro Moreno y poco de ese sentido del humor que le imprimieron Víctor Carrasco y Paulina Urrutia, pero se deja ver o más bien no ver pero oír o más precisamente sentir, su estilo característico. A la salida la polémica sobre los límites de la dramaturgia y la dirección. Tal como sucedió desde la primera Muestra en los años 90, capitaneada por Pablo Halpern y Alejandro Castillo, se despertaba el debate sobre si era un festival de textos o directores. Para mi gusto, nada más saludable. Soy de los que sigo sintiendo que la semilla es la dramaturgia o, para ser más exactos, la escritura escénica y el árbol la puesta u opuesta o propuesta en escena. A la hora de los rankings, esas cosas inútiles pero divertidas, podría haber habido una nueva función de CEREMONIA DE PREMIACION entregando premios al estilo de festival donde mis sugerencias son: MEJOR ESPACIO SONORO: Diego Noguera por LA FLOR DEL LIRILAY MEJOR EXPERIENCIA DE VERTIGO: Alexandra con Hummel y Millaray Lobos por LA FLOR DEL LIRILAY. MEJOR DISEÑO INTEGRAL: Rocío Hernández por HILDA PEÑA MEJOR ACTRIZ: una indiscutible Paula Zúñiga por HILDA PEÑA seguida por Francisca Gavilán y para algunos Norma Norma Ortiz MEJOR ACTOR: Rodrigo Pérez por LA CHICA, más atrás un par interesante, el escolar que hace Paulo Stingo en LA CHICA de Los Contadores Auditores, el dramaturgo borracho, Guilherme Sepúlveda, de CEREMONIA DE PREMIACION. MEJOR DIRECCION (qué difícil): Gran batalla entre Aliocha de la Sotta (que tuvo dos obras para demostrar sus méritos) y Alexandra von Hummel MEJOR DRAMATURGIA: Karen Bauer por LA CHICA seguida un poco más atrás (para algunos bastante, para mí no tanto) por Isidora Stevenson con HILDA PEÑA MEJOR ESPECTACULO (redoble de tambores y vacilación del suscrito) LA CHICA dirigida por Alexandra von Hummel, HILDA PEÑA dirigida por Aliocha de la Sotta y LA CHICA dirigida por Los Contadores Auditores (en su primera noche, luego la ensuciaron al cambiar las reglas) PREMIO ESPECIAL A LA INDAGACION: a Cristián Plana y Alejandro Moreno por GASTOS DE REPRESENTACION LA CHICA de von Hummel fue para algún crítico presente lo mejor de La Muestra y de lo mejor de lo estrenado en el año. Otro agregaba HILDA PEÑA con Paula Zuñiga ya sabemos en negociaciones para hacer temporada en el centro. Hoy hay mesa de evaluación abierta. Mañana les cuento y a lo mejor movemos el ranking ¿Cuáles son sus votos? Para eso están las redes sociales. ¿La Muestra? Total. De lo imperdible del año.