©IFAD/Carla Francescutti INFORME DE GÉNERO Y DESARROLLO RURAL América Central y México PRINCIPALES CUESTIONES DE GÉNERO A pesar del crecimiento económico de la región de América Central, la concentración de ingresos sigue dejando a mucha población en la pobreza. La falta de oportunidades de empleo genera flujos de migración hacia los Estados Unidos. Este fenómeno otorga gran importancia a las remesas y desestructura el modelo de familia tradicional, dejando por lo general a las mujeres como jefas del hogar.1 Debido a que en esta región las mujeres se insertan en ocupaciones de baja productividad y perciben ingresos (salariales y no salariales) inferiores a los de los hombres, los hogares con jefa de hogar mujer tienen más dificultades para cubrir sus necesidades básicas.2 La violencia de género sigue siendo un problema que afecta a las mujeres de toda la región: la mitad de las mujeres centroamericanas han sido objeto de violencia en su vida3 y dos de cada tres mujeres asesinadas4 en América Central mueren por femicidio. El empoderamiento económico5 Nicaragua: en El Sauce preparando el almuerzo para un grupo de mujeres haciendo una visita en el marco de una “ruta de aprendizaje”. A pesar de haberse incrementado considerablemente durante las dos últimas décadas, la tasa de participación de las mujeres centroamericanas en la actividad económica es más baja (entre un 41 y un 49 por ciento) que la de los hombres (entre un 79 y un 86 por ciento). En el medio rural la proporción de mujeres económicamente activas se ha duplicado o triplicado: en 1980 en Guatemala y Honduras era de apenas un 7 y un 8 por ciento, mientras que en 2010 llegó a un 30 y un 24 por ciento, respectivamente. A pesar del decrecimiento generalizado del sector agropecuario en los países centroamericanos, este sector sigue siendo una fuente importante de empleo. No obstante, hay un porcentaje más alto de mujeres empleadas en el sector de los servicios que en los sectores de la industria y la agricultura. Las mujeres ocupadas en la agricultura representan el 17,5 por ciento en Guatemala, el 15,1 por ciento en México, el 14,2 por ciento en Honduras y el 9,1 por ciento en Nicaragua. En países como Costa Rica y El Salvador, su participación es menor y oscila entre un 2 y un 4 por ciento. La presencia de las mujeres en la agroindustria y la producción agrícola a gran escala dedicada a la exportación ha crecido en toda la región, si bien las mujeres deben conformarse con contratos a plazo determinado, remuneraciones inferiores a las de los hombres y largas jornadas de trabajo. Dentro del sector del trabajo remunerado agrícola, las mujeres se concentran en la exportación agrícola no tradicional, particularmente en la producción y el envasado de verduras, frutas y flores. Otra actividad que emplea mucha mano de obra femenina en la región son las maquilas, empresas de capital extranjero que utilizan mano de obra local para la fabricación de productos que se comercializan sin aranceles en los países de origen de la materia prima.6,7 En la región sigue habiendo una gran brecha en los rendimientos e ingresos de hombres y mujeres. Por ejemplo, en El Salvador, Guatemala y México, los ingresos de las mujeres de las zonas rurales representan casi la mitad de los de los hombres. Este fenómeno es el resultado de las diferencias existentes en el promedio de escolaridad y en el acceso a otros factores productivos, como la disposición de capital, tierras y tecnología. Voz y participación El aumento de la participación de la mujer en actividades productivas no se ha traducido en un incremento de su voz y participación en el proceso de adopción de decisiones, aunque el fenómeno de migración masculina ha facilitado el acceso de mujeres y jóvenes a espacios de toma de decisiones. En general, en las instancias decisorias de las comunidades rurales predomina la idea de que la familia debe ser representada por el jefe hombre. De la misma forma, las mujeres no llegan a puestos directivos de organizaciones campesinas, particularmente en organizaciones mixtas o complejas (cooperativas, asociaciones de producción, etc.). Las organizaciones compuestas únicamente por mujeres rurales han demostrado ser una excelente forma de que estas aprendan a valorizarse a sí mismas, valorizar su trabajo y ganar espacios de participación y respeto en la familia y en la comunidad.8 Los países de América Central que han aprobado cuotas de género para representación política tienen un promedio de parlamentarias más alto (un 20,3 por ciento) que los países que no las tienen (un 13,7 por ciento), aunque, salvo Costa Rica, ninguno de los países ha llegado a cumplir las metas establecidas.9 Pese a la presencia de mujeres en el parlamento, los intereses de las mujeres rurales —y, sobre todo, de las mujeres indígenas— muy a menudo no están representados en el debate político. Carga de trabajo y distribución de beneficios Los flujos migratorios causados por la falta de oportunidades de empleo han llevado a las mujeres a asumir la jefatura del hogar, alcanzando porcentajes como un 29,5 por ciento en El Salvador y un 23,9 por ciento en Honduras. Este fenómeno ha incrementado la carga de trabajo de las mujeres, obligándolas a aumentar su compromiso con las actividades productivas. En todos los países, el trabajo remunerado y no remunerado de la mujer es mayor en comparación con el de los hombres. Por ejemplo, en México es de 8,93 y 7,87 horas, respectivamente, y las mujeres trabajan dos veces más que los hombres en actividades agrícolas de baja productividad, como cuidado de ganado, recolección de agua y procesamiento de productos agrícolas. En Guatemala y El Salvador solo un 20 por ciento del 52 por ciento de mujeres que trabajan en las zonas rurales recibe remuneración económica. 2 RELATOS DESDE EL TERRENO EN LOS PROYECTOS FIDA FIDA y Oxfam vinculan grupos de excluidos en El Salvador a servicios financieros POLÍTICA DEL FIDA EN MATERIA DE GÉNERO Objetivo estratégico 1. Promover el empoderamiento económico para dar a las mujeres y los hombres de las zonas rurales las mismas oportunidades de participar en actividades económicas rentables y beneficiarse de ellas. En 2010 en El Salvador, por medio del Proyecto de Desarrollo y Modernización Rural para la Región Oriental (PRODEMORO), en colaboración con Oxfam América, se diseñó una actividad de ahorro comunitario para garantizar el acceso a los servicios financieros de la población rural normalmente excluida, la cual se centró principalmente en las mujeres sin excluir a los hombres. Con este proyecto se prestó apoyo a la formación de grupos financieros de entre 11 y 15 personas (en su mayoría, mujeres), fomentando la capacidad de los grupos en materia de gestión de recursos financieros y desarrollo de emprendimientos. Además, se trató activamente de cerrar la brecha entre hombres y mujeres ofreciendo a los miembros de los grupos clases sobre liderazgo de la mujer, violencia intrafamiliar y autoestima. Hasta la fecha, por medio del proyecto, se han organizado 1 705 mujeres y 60 hombres en 102 grupos, el monto total del ahorro es de alrededor de USD 64 000 y la cartera de préstamos es de unos USD 19 314. Las mujeres han solicitado 364 préstamos: de estos, un 38,5 por ciento fueron utilizados para la creación de empresas no agrícolas (elaboración de pan, artesanías y comida típica), un 22 por ciento, en salud, un 11 por ciento, en educación, un 9,7 por ciento, en alimentos, un 8 por ciento, en inversiones agrícolas, un 7 por ciento, en transporte y un 4 por ciento, en inversiones en la vivienda. También se vinculó a los grupos de ahorro de mujeres con los programas sociales del Gobierno, lo cual facilitó el desarrollo de otras iniciativas productivas gracias al acompañamiento técnico. Los logros del PRODEMORO relacionados con el empoderamiento económico de la mujer fueron reconocidos también por el Premio de género del FIDA, que le fue otorgado en 2013. El empoderamiento económico de las mujeres en Honduras En Honduras, el Programa de Desarrollo Rural Sostenible Para la Región Sur (Emprende Sur) abordó la relación entre el empoderamiento económico y el liderazgo de la mujer para lograr que las mujeres participaran e influenciaran los procesos de adopción de POLÍTICA DEL FIDA EN decisiones en las instituciones y organizaciones rurales. MATERIA DE GÉNERO Por un lado se respaldaron emprendimientos de mujeres, permitiéndoles ganar Objetivo estratégico 2. confianza y respeto dentro de las comunidades y, por el otro, se aseguró la Dar a las mujeres y los participación de las mujeres en los procesos de planificación económica territorial y hombres la oportunidad gobernabilidad municipal, garantizando que se definieran planes de desarrollo que de expresarse en incorporasen la dimensión de género. A través de la colaboración con autoridades condiciones de igualdad e municipales y organizaciones de la sociedad civil, en tres municipios se desarrollaron influir en las instituciones planes estratégicos de desarrollo municipal que sirvieron para reforzar el enfoque de y organizaciones rurales. género en la planificación y la gestión de las inversiones municipales. El proyecto apoyó también a las Oficinas Municipales de la Mujer, a través del diseño e implementación de diagnósticos de equidad de género, a fin de fortalecerlas y desarrollar la capacidad de cada municipio de alcanzar a los beneficiarios más vulnerables. Asimismo, estas oficinas ayudaron a identificar emprendimientos de mujeres, quienes recibieron formación para elaborar planes de desarrollo que serían financiados por Emprende Sur. Gracias a este esquema, se han formulado 27 Planes de Desarrollo Organizacional para grupos de productores hombres y mujeres. En total, estas iniciativas vincularon a 2 312 beneficiarios, de los cuales 986 son mujeres (el 43 por ciento) y 1 326 (el 57 por ciento) son hombres.10 Por último, aplicando un enfoque de desarrollo rural, por conducto del Programa Emprende Sur se establecieron estrategias de coordinación con diferentes actores que se ocupan de iniciativas regionales, municipales o a nivel comunitario, como la Mesa Sectorial de Género, gobiernos locales, Oficinas Municipales de la Mujer y redes de mujeres. 3 Reducción la carga de trabajo de las mujeres en El Salvador El PRODEMORO se ocupó de que las mujeres no se vieran saturadas de trabajo al incluirlas en actividades productivas, siendo la disminución de la carga de trabajo una de las principales medidas adoptadas en el marco del proyecto. Considerando el elevado número de hogares encabezados por mujeres debido a la migración de los hombres, la estrategia de intervención fue diferente para las familias tradicionales (hombres con esposa o compañera de vida e hijos) y para las familias con jefa de hogar de facto y temporal (mujer sola con hijos). Por medio de un fondo para reducir la carga de trabajo de las mujeres y ahorrarles POLÍTICA DEL FIDA EN tiempo en las actividades domésticas, se facilitó la participación de las mujeres en la MATERIA DE GÉNERO preparación e implementación de planes de negocios. Con estufas mejoradas, molinos Objetivo estratégico 3. de nixtamal y comedores colectivos se logró disminuir el tiempo que las mujeres Lograr un equilibrio más dedican a cocinar; con cisternas domiciliares se facilitó la recolección de agua; las equitativo en la carga de agroforesterías en parcela aligeraron la labor de recolección de leña, y se establecieron trabajo y en la guarderías para el cuidado de los niños. Estas iniciativas se llevaron a cabo siempre distribución de los bajo demanda explícita de las mujeres que, gracias a las formaciones, solicitaron que beneficios económicos y se incluyeran en estos aspectos los planes de negocios. En el caso de las familias sociales entre mujeres tradicionales, en el marco del proyecto también se organizaron talleres, destinados a y hombres. hombres y mujeres, donde se trataron la carga de trabajo inequitativa y la corresponsabilidad de ambos padres en las tareas domésticas. ENSEÑANZAS EXTRAÍDAS Y BUENAS PRÁCTICAS 4 ©IFAD/Santiago Albert Pons Guatemala: María Vásquez Menchú vende flores y pequeños animales en su puesto al mercado. Por medio de numerosos proyectos ejecutados en América Central y México se está empoderando a la mujer del medio rural y prestando apoyo a la equidad de género. Cabe destacar las siguientes experiencias extraídas y buenas prácticas de la región: • Fortalecer la voz y la participación de las mujeres en estructuras comunitarias a nivel municipal es una estrategia valiosa para asegurar que en los planes de desarrollo y la asignación de recursos se tomen en consideración las necesidades y las prioridades de las mujeres. • Tomar en cuenta los aspectos culturales y las costumbres de las beneficiarias, sobre todo a la hora de trabajar con mujeres indígenas. Aspectos como el idioma, el lugar o la hora de realizar actividades de capacitación pueden convertirse en criterios excluyentes y obstáculos para la participación de las mujeres. La variedad de idiomas y culturas de las poblaciones en América Central requiere un profundo conocimiento de estos aspectos y, por tanto, trabajar con técnicos y técnicas locales puede ser útil para diseñar estrategias de intervención más eficaces. • Proporcionar capacitación a mujeres tomando en cuenta las altas tasas de analfabetismo y deserción escolar, que son relativamente superiores a las de los hombres. Las iniciativas también deben diseñarse de modo que las mujeres puedan desarrollar paulatinamente la capacidad de participar en actividades de empoderamiento económico, como el desarrollo de planes de negocios, la gestión de recursos financieros y el acceso a los mercados. • Trabajar con los hombres de la comunidad para abordar las actitudes machistas, para que las personas de ambos sexos entiendan los beneficios asociados a la participación de las mujeres en las actividades económicas, como el incremento de los ingresos en el hogar, la mejora del nivel de vida, etc. A nivel de grupos y organizaciones, la herramienta “Cerrando brechas” ha resultado ser muy valiosa para aumentar la sensibilización de los hombres y las mujeres miembros. Dicha herramienta consiste en elaborar un diagnóstico participativo de la situación de género de un grupo, lo cual incentiva al debate y a una mejor comprensión de las cuestiones de género dentro del grupo. CUESTIONES PENDIENTES Y DESAFÍOS ACTUALES A pesar de las buenas prácticas analizadas, la región todavía enfrenta numerosos desafíos que limitan el empoderamiento de la mujer. • Relación entre participación en actividades productivas y empoderamiento. Muchos de los proyectos en la región se han centrado en aumentar la participación de las mujeres en actividades económicas, aunque hace falta entender los aspectos más cualitativos del empoderamiento y en qué medida se benefician las mujeres mismas con esta incorporación. En concreto: ¿las mujeres tienen control sobre los ingresos generados por las actividades que desempeñan? ¿Cuáles son los efectos en términos de voz y capacidad de adopción de decisiones? ¿Existe un cambio de percepción sobre el papel de la mujer? • Una mayor conciencia sobre las dificultades y las demandas de las mujeres de las zonas rurales puede ayudar al personal de ejecución de los proyectos y a los asociados gubernamentales a asegurar la incorporación del enfoque de género en todas las fases de la ejecución, como las de asignación de recursos, seguimiento y evaluación, diseño de la asistencia técnica, etc. • Sostenibilidad de las reformas institucionales. Muchos proyectos impulsaron el establecimiento de unidades de género dentro de los ministerios o reforzaron instancias locales de apoyo a la mujer del medio rural. Este reforzamiento institucional se ha demostrado muy valioso para la articulación de iniciativas destinadas a las mujeres y para incorporar el enfoque de género en la ejecución de los proyectos. Tras el cierre de los mismos y los cambios de gobierno, dichas instancias han desaparecido o se han quedado sin presupuesto, lo cual ha anulado su capacidad de intervención. • Falta de acceso al crédito. El bajo nivel de acceso al crédito por parte de las mujeres depende de muchos factores, a saber: discriminación dentro del hogar que no permite que la mujer tome decisiones sobre gastos e inversiones; falta de servicios financieros adecuados en las zonas rurales; falta de información acerca de préstamos; incapacidad para manejar números, falta de garantías, etc. Es importante dar impulso al potencial productivo y de diversificación de los medios de vida que un mayor acceso al crédito proporcionaría a las mujeres, explorando también sinergias con la recepción de remesas. 5 LAS ESTADÍSTICAS Y LO QUE DEMUESTRAN Las economías de los países centroamericanos son muy diversas: México tiene un producto interno bruto (PIB) per cápita de cerca de USD 9 800 y Nicaragua, alrededor de USD 1 700. Si bien el panorama económico es variado, las tasas de esperanza de vida para las mujeres y los hombres son relativamente similares en toda la región, aunque las mujeres en general viven más que los hombres. Además, la alfabetización de mujeres y hombres en todos los países de la región es de un 85 por ciento o más y de más del 95 por ciento en El Salvador, Honduras, México y Panamá (véase el cuadro 1). En el Índice de Desarrollo Humano (IDH), con excepción de México y Panamá, todos los países muestran niveles inferiores al promedio. Mientras que en algunos países se percibe una mejora de las instituciones sociales que discriminan a mujeres y niñas, permanecen numerosos desafíos pendientes en materia de inequidad de género (véase el cuadro 2). Aunque las mujeres tengan los mismos derechos por ley —por ejemplo en cuanto al acceso a la tierra y al crédito— a menudo esos derechos se ven limitados por prácticas discriminatorias. Asimismo, los datos disponibles indican que la participación laboral de los hombres es superior a la de las mujeres en los seis países, si bien el trabajo de la mujer resulta invisible o se subestima en las estadísticas oficiales por ser muchas veces informal y no remunerado. En comparación con regiones como África oriental y meridional y algunas partes del Caribe, las tasas de mortalidad materna de los países de América Central son relativamente bajas, lo cual indica un progreso en cuestiones de salud materna (véase el cuadro 3). Cuadro 1: Indicadores clave de desarrollo en la región País PIB per cápita (en USD, a precios actuales), 2012 Esperanza de vida al nacer (en años), 2011 Mujeres Hombres Tasa de alfabetización de jóvenes entre 15 y 24 años, 2010 Porcentaje Porcentaje de mujeres de hombres El Salvador 3,777 77 67 96 96 Guatemala 3,368 75 68 85 89 Honduras 2,264 75 71 96 94 México 9,742 79 75 98 98 Nicaragua 1,754 77 71 - - Panamá 9,534 79 74 97 98 Fuente: Base de datos del Banco Mundial (2008-2012), http://data.worldbank.org/indicator. [Consultada entre el 18 y 19 de julio de 2013.] Países de América Central con actividades en curso apoyadas por el FIDA 6 Cuadro 2: Desarrollo humano e inequidades de género en la región (2012) País IDH• (186 países) Fuente: PNUD IDG•• (148 países) Fuente: PNUD Clasificación SIGI••• (86 países que no son miembros de la OCDE) Fuente: OCDE Valor Clasificación El Salvador 107 0,441 82 10 Guatemala 133 0,539 114 35 Honduras 120 0,483 100 19 61 0,382 72 - 129 0,461 89 37 59 0,503 108 * México Nicaragua Panamá Fuentes: IDH del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Base de datos OCDE sobre Género, Instituciones y Desarrollo 2012 (OCDE = Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), Índice de Instituciones Sociales y Género (SIGI), UNDATA 2012. [Consultados entre el 18 y el 19 de julio de 2013.] Notas: * Sin clasificación en 2012. • El IDH es un indicador compuesto que refleja la salud, la educación y los ingresos y es una alternativa a las evaluaciones puramente económicas de los avances nacionales (por ejemplo, el crecimiento del PIB). Fuente: http://hdr.undp.org/es/countries/ •• El Índice de Desigualdad de Género (IDG) es un indicador compuesto que refleja las desigualdades entre mujeres y hombres en salud reproductiva, empoderamiento y mercado laboral. El índice varía entre “0”, que significa igualdad, y “1”, que indica la desigualdad que afecta a las mujeres en todas las dimensiones medidas. Fuente: http://hdr.undp.org/es/data ••• El SIGI fue creado por el Centro de Desarrollo de la OCDE como una forma innovadora para medir las causas subyacentes de la desigualdad de género. En el SIGI se reflejan instituciones sociales discriminatorias, como el matrimonio temprano, las prácticas discriminatorias de herencia, la violencia contra la mujer, la preferencia por los hijos varones, el acceso restringido de las mujeres a los espacios públicos, la tierra y el crédito. Fuente: http://genderindex.org/ranking Cuadro 3: Indicadores clave de género en la región País Tasa de mortalidad materna (estimada mediante modelo, por cada 100 000 nacidos vivos), 2010 Fuente: Banco Mundial Acceso de las mujeres a la tierra*, 2012 Fuente: OCDE Acceso de las mujeres a préstamos bancarios**, 2012 Fuente: OCDE Tasa de población activa mayor de 15 años, 2011 Fuente: Banco Mundial Porcentaje Porcentaje de mujeres de hombres El Salvador 81 0,5 0,5 47 79 Guatemala 120 0,5 0,5 49 88 Honduras 100 0,5 0,5 42 83 México 50 - - 44 81 Nicaragua 95 0,5 0,0 47 80 Panamá 92 0,0 0,5 50 83 Fuentes: Base de datos del Banco Mundial (2008-2012), http://data.worldbank.org/indicator, Base de datos OCDE sobre Género, Instituciones y Desarrollo 2012, SIGI, UNDATA 2012. [Consultados entre el 18 y el 19 de julio de 2013.] Notas: * Derechos legales y de facto de las mujeres a poseer y tener acceso a tierras agrícolas: 0 = las mujeres tienen los mismos derechos legales que los hombres a la propiedad y acceso a la tierra; 0,5 = las mujeres tienen los mismos derechos legales a la propiedad y acceso a la tierra, pero están restringidos debido a prácticas discriminatorias; 1 = las mujeres tienen pocos o ningún derecho legal de acceder o ser dueñas de la tierra, o el acceso está muy restringido por prácticas discriminatorias. ** Acceso jurídico y de facto de las mujeres a los préstamos y créditos: 0 = las mujeres tienen los mismos derechos de acceso a créditos y préstamos bancarios que los hombres; 0,5 = las mujeres tienen derecho de acceder a algunos tipos de crédito (por ejemplo microcrédito) o tienen los mismos derechos, pero se enfrentan a discriminaciones en el acceso a préstamos bancarios y crédito; 1 = las mujeres tienen pocos o ningún derecho de acceso a los préstamos bancarios o de crédito, o el acceso está duramente restringido por prácticas discriminatorias. 7 REFERENCIAS 1 Organización Internacional para las Migraciones (OIM) (2011): Informe sobre las migraciones en el mundo 2011 - Comunicar eficazmente sobre la migración, Ginebra: OIM. Disponible en: http://publications.iom.int/bookstore/index.php?main_page=product_info&products_id=754&language=es&z enid=m6mbv4igc0r3gnvdpgtqda60u6 2 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2013): Informe Regional. Trabajo decente e igualdad de género. Políticas para mejorar el acceso y la calidad del empleo de las mujeres en América Latina y el Caribe, Santiago de Chile: CEPAL, FAO, ONU-Mujeres, PNUD, OIT. Disponible en: http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/---srosantiago/documents/publication/wcms_233161.pdf 3 PNUD (2011): Informe sobre Desarrollo Humano para América Central 2009-2010. Abrir espacios para la seguridad ciudadana y el desarrollo humano, Ciudad de Panamá: PNUD. Disponible en http://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/library/human_development/informe-sobredesarrollo-humano-para-america-central-2009-2010/ 4 PNUD (2011): Informe sobre Desarrollo Humano para América Central 2009-2010. 5 Ramírez, D. (2012): Productividad agrícola de la mujer rural en Centroamérica y México, Ciudad de México: CEPAL. Disponible en: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/4/45414/2011-076Prod._agr%C3%ADcola_mujer_rural_CA_y_M%C3%A9xico-L.1049-alta_resol.-para_web.pdf 6 KPMG (2012): Estudio de Competitividad Fiscal Internacional de la Industria Maquiladora, Ciudad de México: KPMG, Index. Disponible en: http://www.kpmg.com/MX/es/IssuesAndInsights/ArticlesPublications/Documents/PDF-App/CompetitividadFiscal-Internacional-Maquila.pdf 7 Kourous, G. (1998): “Workers’ Health is on the Line: Occupational Health and Safety in the Maquiladoras” en Borderlines, Vol. 6, Nº 6, págs. 1 y 2. 8 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (1995): Mirando hacia Beijin 95 – Mujeres rurales en América Latina y Caribe – Situación, Perspectivas, Propuestas, RLAC/95/13DERU-52, Santiago de Chile: FAO. Disponible en: http://www.fao.org/docrep/x0248s/x0248s06.htm 9 Becerra Pozos, L., Mendoza G., M.A. (2007): “Participación Política de las Mujeres en Centroamérica y México” Ciudad de México: ALOP [Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción], DECA Equipo Pueblo A.C. Disponible en: http://www.equipopueblo.org.mx/descargas/PartPolMujeresCAMEXCA.pdf CONTACTS Josefina Stubbs Directora División de América Latina y el Caribe IFAD Tel.: +39 06 54592318 Correo electrónico: j.stubbs@ifad.org Clare Bishop-Sambrook Asesora Técnica Superior Género, Empoderamiento e Inclusión Social Policy and Technical Advisory Division IFAD Tel.: (+39) 06 5459 2489 Correo electrónico: c.bishopsambrook@ifad.org 10 Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) (2013a): “Programa de Desarrollo Rural Sostenible Para la Región Sur (Emprende Sur). Informe de supervisión”, Roma: FIDA. LINKS La igualdad de género y el empoderamiento de la mujer http://www.ifad.org/gender/policy/ gender_s.pdf El FIDA es una institución financiera institucional y un organismo especializado de las Naciones Unidas consagrado a erradicar la pobreza y el hambre de las zonas rurales de los países en desarrollo. El Salvador: los miembros de una cooperativa recogen camarones de cultivo para la venta en el mercado local. ifad-un.blogspot.com instagram.com/ifadnews www.facebook.com/ifad www.twitter.com/ifadnews www.youtube.com/user/ifadTV Junio 2014 ©IFAD/Carla Francescutti Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola Via Paolo di Dono, 44 00142 Roma, Italia Tel.: +(39) 06 54591 Fax: +(39) 06 5043463 Correo electrónico: ifad@ifad.org www.ifad.org www.ruralpovertyportal.org