Crismación - Iglesia Ortodoxa

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• Algunos serán tomados del seno de
ese pueblo sacerdotal y constituidos por
la gracia divina en Obispos, Presbíteros y
Diáconos. Pero es importante subrayar
que la diferencia entre este sacerdocio
ministerial y el sacerdocio real de todos
los fieles, es solo funcional y no de carácter
ontológico, el Sacedote no es distinto a
nosotros.
• Así, es únicamente después de nuestra
Crismación que se hace la procesión
bautismal y que escuchamos la epístola
y el evangelio de nuestra salvación e
iluminación en Cristo.
Señor, compasivo Rey de reyes, concédele
también el sello del don de tu Santo Espíritu
todopoderoso y adorado, y participación del
santo Cuerpo y de la preciosa Sangre de tu
Cristo, consérvale en tu santidad, afírmale en
la Fe Ortodoxa, líbrale del maligno y de todas
sus asechanzas. Conserva su alma en pureza y
rectitud, por tu temor salvador, para que te
agrade en todo hecho y palabra, y que sea
hijo y heredero de tu Reino celestial.Porque
Tú eres nuestro Dios, Dios de misericordia y
salvación, y te glorificamos, a ti, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos
de los siglos. Amén.
• Después de ser bautizado y crismado,
el nuevo miembro de la familia de Dios es
tonsurado (se corta un poco de pelo de la
cabeza en forma de cruz), es el signo de que
la persona se ofrece total e íntegramente
a Dios. El pelo es el símbolo de la fuerza
(Jc 16,17). Así, hasta el siglo XV, los clérigos
de la Iglesia Ortodoxa, los “cristianos mas
comprometidos”, llevaban la tonsura
durante toda su vida para mostrar que
toda su fuerza se encontraba en Dios.
de la
Crismación
L
Oración de la Crismación
Bendito eres, Señor Dios todopoderoso.
Fuente de todo bien, Sol de justicia, que
hiciste resplandecer sobre los que estaban
en las tinieblas la luz de la salvación con la
manifestación de tu Hijo Unigénito y nuestro
Dios, que nos diste, aunque indignos, bendita
purificación en el agua santa y divina
santificación en la Crismación vivificante, que
también ahora te dignaste regenerar a este
tu servidor que ha recibido iluminación por el
agua y el Espíritu y le concedes remisión de sus
pecados voluntarios e involuntarios. Tú mismo,
E l Sacramento
Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa
Patriarcado de Antioquía
Arquidiócesis de Chile
Parroquia de la
Santísima Virgen María
Av. Pedro de Valdivia 92 - F: 2317284
Email: iglesia@iglesiaortodoxa.cl
Web: www.iglesiaortodoxa.cl
Folleto: 302
a sencillez de la Iglesia Primitiva y el
esplendor de su santidad, hicieron de
la práctica litúrgica una expresión
viva de la fe de la Iglesia, pero también
su cofre seguro, ya que la celebración
de los Sacramentos no es resultado de
una refutación teológica sino que es lo
entregado de nuestro Señor Jesucristo por
el Espíritu Santo, Quien “os lo enseñará
todo y os recordará todo lo que yo os he
dicho.” (Jn 14:26).
• Crisma es una palabra de origen griego
que significa “la unción”, indica el aceite
aromático que se usa en el sacramento.
• El aceite en general, ocupó un lugar
fin de que, habiendo recibido esta unción
real, seamos dignos de participar con el
Señor en su obra redentora de la creación
entera”, dice San Atanasio. Su utilización
en la Crismación resalta el hecho que el don
del Espíritu en los orígenes era transmitido
a los seres humanos mediante los apóstoles
de Cristo, cuyos sucesores formales en el
mundo son los obispos de la Iglesia (Hch 8,
14; 19,1-7)
significativo en la antigüedad: los romanos
se ungieron con él, en preparación para
sus fiestas, siendo un símbolo de la alegría.
Con los hebreos, también tuvo una función
importante por su propiedad penetrante
en el cuerpo, se usaba en las fiestas (Am
6:6), y se derramaba a los visitantes en gesto
de generosidad y de respeto (Sal 23:5);
Hay también que exaltar su importancia
en la unción de reyes y sacerdotes, pues
como el aceite penetra en el cuerpo y se
adentra en los miembros, así el Espíritu de
Dios penetra en las almas de los escogidos:
“El espíritu del Señor está sobre mí, porque
me ha ungido para anunciar a los pobres
la Buena Noticia” (Isa 61:1).
• En el Santo Sacramento de la
Crismación, recibimos “el sello del don del
Espíritu Santo.” (Hch 19,1-10; Rm 8; I Co
6; II Co 1,21-22) Si el Bautismo es nuestra
participación personal en la Pascua - en
la muerte y resurrección de Jesucristo la Crismación es nuestra participación
personal en Pentecostés – es decir, en la
venida del Espíritu Santo.
• En la Iglesia Ortodoxa, el sacramento
de la Crismación siempre se realiza junto
al Bautismo. Tal como la Pascua de
Resurrección carece de significado pleno
para el mundo sin Pentecostés, así también
el Bautismo carece de significado para el
cristiano sin la Crismación. De acuerdo
con esta comprensión y práctica, la Iglesia
Ortodoxa se distingue de las Iglesias Romana
y Protestantes, donde los dos sacramentos
frecuentemente se administran separados,
• En la Crismación, la persona recibe “el
dando lugar a otras interpretaciones que
se alejan de la Fe y la práctica de la Iglesia
desde sus orígenes.
• En la Iglesia Ortodoxa, la Crismación,
el don del Espíritu Santo, se hace mediante
la unción de todas las partes del cuerpo
de la persona, con un aceite especial
llamado el Santo Crisma. Este aceite,
también conocido como Santo Myron, es
preparado por los Patriarcas de la Iglesia
en el día de Jueves Santo. La mezcla del
Crisma contiene aceite de olivo, vino
puro de uvas y treinta y cinco esencias y
perfumes naturales, entre ellas bálsamo
y almizcle. “Tal como Cristo asumió un
cuerpo terrenal y es el Sacerdote para
siempre ante el Padre, también nosotros
recibimos nuestra función sacerdotal de
la esencia de las perfumes de la tierra; a
poder de lo alto” (Hch 1-2), el don del Espíritu
de Dios, que le permitirá permanecer firme
e inquebrantable en el Santo Bautismo.
La persona es ungida, tal como Cristo el
Mesías es el Ungido de Dios. Se vuelve, tal
como los Padres de la Iglesia se atrevieron
a decir, un “cristo”, en Cristo. Así, a través
de la Crismación, nosotros llegamos a ser
un “cristo”, un hijo de Dios, una persona en
quien el Espíritu Santo mora y actúa todo
el tiempo que queramos y cooperemos con
su inspiración poderosa y santa.
• La Crismación es el sacramento del
Sacerdocio Real. Los fieles bautizados, todos
los fieles, participan del sacerdocio de Jesús
y concelebran con Él, “el Sumo Sacerdote
según el orden de Melquisedec”. Este
misterio es el que hace que todos los fieles
se reúnan como pueblo de Dios en Cristo,
y que todo bautizado sea “laikós”, laico,
miembro del pueblo de Dios y participante
del Sacerdocio Real. Este sacramento coloca
a todos en una equivalencia perfecta, bajo
la misma gracia santificante de la santidad
personal.
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