358821. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XLVII, Pág. 1006. SUCESIONES, TRANSMISION DE LOS BIENES DE LAS. Si bien es verdad que el artículo 3235 del Código Civil de 1884, prevenía que la propiedad y posesión de los bienes y los derechos del autor de la sucesión, se transmitían por la muerte de éste, a sus herederos, tal principio, produce la consecuencia de que los actos de disposición o de dominio sobre los bienes que forman el caudal de la herencia, o sean, los previstos en los artículos 3741 y siguientes del propio ordenamiento, tienen que ser consentidos por los herederos; pero por razón natural, esa consecuencia solamente puede comprender a aquellos herederos que han sido ya reconocidos o declarados en el momento de ejecutarse el acto dispositivo, pues éste tiene que acomodarse a la situación procesal existente al tiempo en que se celebra, porque de lo contrario nunca podría llevarse a cabo, por la posibilidad de que, posteriormente, surgiese y fuese admitido un nuevo heredero; no puede discutirse que la calidad de heredero en un intestado, se tiene efectivamente por ministerio de la ley, desde la muerte del causante, pero si a un heredero, aunque por derecho deba serlo, no se le ha reconocido su carácter en el juicio sucesorio, legalmente no tiene intervención alguna, en dicho juicio, y por lo tanto, no puede pretender que en el mismo, o cualquiera de los actos conexos, se le dé la participación que sólo corresponde a los herederos reconocidos, sin que el reconocimiento posterior de su carácter de heredero, produzca el efecto de nulificar todo el juicio sucesorio, para reponerlo con su intervención, ya que tan sólo le da derecho a pedir la entrega de los bienes, la rendición de cuentas y la indemnización, en caso de que ya no puedan entregársele en especie, los bienes que le correspondan, tal como lo prevé el artículo 14 del Código de Procedimientos Civiles vigente; en otras palabras, la declaración de herederos fuera del intestado, tiene que ajustarse al juicio sucesorio, en el estado que guarda. Amparo civil en revisión 4487/34. Castañares Chavarría Isabel. 22 de enero de 1936. Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Abenamar Eboli Paniagua no intervino en la resolución de este asunto por las razones que constan en el acta del día. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-