OPINIÓN OPINIÓN ADIÓS AL PORTAVIONES “PRÍNCIPE DE ASTURIAS” primera se realizó en 2007, y como, al parecer no había dinero suficiente en las arcas del Estado para realizar la segunda, el pobre barco ha ido cumpliendo su misión sin que pudieran repararse sus achaques, la mayor parte del tiempo anclado en la base naval de Rota. S e trataba de un barco rico para un país pobre. El buque insignia de la Marina Española, el portaviones “Príncipe de Asturias”, ha iniciado el día 6 de febrero su última travesía. Ahora quedará en el dique del Ferrol en espera de que algún postor se atreva a comprarlo para la chatarra en una próxima subasta, y si es un estado soberano, que tenga medios para ponerlo de nuevo en servicio, aunque lleve otro nombre, que eso es lo de menos. Pena da tener que reconocer lo que es un hecho indiscutible, nuestro mejor buque se ha de subastar porque en España no hay dinero para mantenerlo a flote. Y cabe preguntarse ¿Habrá dinero para mantener el que lo sustituye? El sucesor del desahuciado portaviones es el barco de proyección estratégica. “Juan Carlos I”. España no puede permitirse ese lujo de contar con dos portaviones, aunque el nuevo no lo sea, pero se le parezca. El mantenimiento del “Príncipe de Asturias”- el portaviones- costaba 30 millones de euros al año, más otros 100 para ponerlo a punto. Pero esa ITV debía hacerse en dos fases, la Pero es que la mala suerte le acompaña hasta a su última morada: ahora los trabajadores de los astilleros de Cádiz piden que se realice allí el desguace, ya que andan escasos de trabajo; sin embargo, por diversas razones, Defensa ha dispuesto que sea en El Ferrol donde se proceda a desmontar su inmensa mole. Nunca llueve a gusto de todos. La historia del “Príncipe de Asturias”-el portaviones- comienza en 1977, cuando la Marina de USA vendió los planos a España. Tras las oportunas transformaciones del proyecto original por parte de los ingenieros españoles, se comenzó a construir por la entonces Empresa Nacional Bazán, en El Ferrol, entonces todavía del Caudillo. Inicialmente el barco iba a llamarse “Carrero Blanco”. Pero… los tiempos que siguieron a su nacimiento no permitían semejante denominación y Defensa optó por el nombre actual:”Príncipe de Asturias”; eso sí, una semana antes de la botadura y después de haber barajado los de Lepanto, Dédalo, España y Canarias. Al final ganó la monarquía sobre la geografía y la historia. La botadura tuvo lugar en sus astilleros de construcción el 22 de mayo de 1982 y echó a navegar por esos mares de Dios. Entre los muchos servicios prestados, destaca la participación en la flota de la OTAN durante la I Guerra del Golfo, año MILITARES 98 16 MARZO 2013 1991, así como la navegación por el Adriático durante el conflicto de los Balcanes, en 1994. Formaba parte del Grupo de Protección de la Flota, junto con las fragatas de escolta. Entre sus características, con ser muchas y complejas, cabe señalar para quien no esté versado en temas de alta tecnología naval, el material de su casco, a base de acero reforzado de alta resistencia, su desplazamiento, 13.700 Tn en vacío, sus 195,9 m de eslora, 24,3 de manga y un calado de 9,4 m. Desarrolla una potencia de 46.400 CV y una velocidad de 26 nudos con una autonomía de 12.000 km. Posee un armamento básico de cuatro FABA”Meroka”, modelo 2A3, CIWS de 20mm/120 y dos Rheinmetall de 37mm. Su tripulación está formada por 90 mandos y 465 marineros, aunque en este su último viaje sólo lleva 220 a bordo. Está preparado para el aterrizaje, despegue y reparación de aviones ATOVL de la Armada. El que habrá de sustituir al jubilado “Príncipe de Asturias” será el “Juan Carlos I” (paradojas de las imprescindibles denominaciones monárquicas en la Armada) que entró en servicio el 30 de septiembre de 2010. Es de suponer que al menos cumpla los 25 años de servicio del que le ha precedido en el escalafón. Como, según dicen los expertos en náutica, el “Juan Carlos I” no podrá navegar a vela y menos a remo por falta de marinería, es de suponer que habrá presupuesto suficiente para que su excelente tripulación pueda mantener en alto el pabellón español, que al fin y al cabo nos representa a todos, los de tierra, los de aire y todos los demás. M.P. ¿ HAY QUE RECUPERAR EL PATRIMONIO MILITAR Qué es lo que se considera como patrimonio militar? Para no liarnos diremos que es la Historia, las Tradiciones, la Cultura, los Monumentos, los Museos, los Archivos... militares, escrito cada concepto con mayúscula para que pese más. Y allá va otra pregunta: ¿Y quién es el principal responsable de ese Patrimonio? Fácil respuesta: el Ejército. Aunque hemos de decir que no es sólo el Ejército el dueño de ese Patrimonio, porque lo es de todos los españoles. Pero, al decir que el Ejército es el principal responsable, hemos de aclarar, para que nadie nos coja con el paso cambiado, que hablamos del Ejército como abstracción, el de las generaciones pasadas, las actuales y las futuras. La generación actual, sometida a las decisiones de una ideología política circunstancialmente en el poder, no puede cambiar ni destruir ese Patrimonio del que “sólo” es su defensor, tal como se lo dice no ya la lógica y la razón sino las mismas Reales Ordenanzas. Que es cosa que muchos responsables actuales de uniforme han ignorado, actuando de forma totalmente inapropiada contra nuestro propio Patrimonio Histórico, Monumental, Cultural..., que volvemos a escribir con mayúsculas para que su importancia no decaiga. Soy militar y pertenezco a una generación de las denominadas de veteranos a las que se les sube o baja según conveniencias del que manda, dicho así de forma suave para que nadie se enfade, que ya llegará el momento en párrafos más adelante. Y somos del Ejército, o pertenecemos a él, tanto como el actual JEME, Monumento a Millán Astray en La Coruña el Jefe de la Brigada Paracaidista o el cabo encargado del pienso de los caballos. Hace años tuve un intercambio de cartas en un periódico de Barcelona con un conocido periodista catalán. En una de ellas, el plumilla escribió esto: “Este se ha creído que me va a asustar por firmar como Coronel de Artillería”. La respuesta fue lógica y hasta él la iba a entender: “Usted firma como periodista, porque es periodista, pues yo firmo como coronel, porque lo he sido cuando estaba en activo, lo soy ahora cuando estoy retirado y cuando me muera seré coronel muerto, pero siempre coronel”. Y vamos a seguir con el firmante como línea argumenta de estas consideraciones para poder llegar al final a la razón de estos comentarios: la defensa y la recuperación del Patrimonio tan, algunos pensarán, cobardemente destruido o escondido a lo largo de tantos años con la MILITARES 98 17 MARZO 2013 colaboración, no sabemos si entusiasta o dolida, del llamado “Mando”. Y nos elegimos, con el perdón del lector, porque somos el militar que mejor conocemos. Y así entraremos en las entretelas de un veterano que lleva el Ejército en la sangre, en el cerebro y en el corazón, dicho así sin la menor intención de hacer frases sonoras. De casta le viene a ese galgo. Mi abuelo, que había sentado plaza en un regimiento de Infantería en Málaga como educando de banda, pasaría por Cuba de sargento y regresaría después de la derrota ya de subteniente. Moriría muchos años después de comandante. Mi padre salta a África en cuanto sale de la Academia de Toledo; después participa en la Guerra Civil en el bando nacional (¿en cuál iba a ser?) y muere en el frente de Madrid en mayo de 1937. Y, ahora, el galgo... Antes de saber andar gateaba por las