38 LATERCERA Miércoles 4 de marzo de 2015 Sociedad Cultura David Wark Griffith Cineasta estadounidense RREn esta escena, un grupo del Ku Klux Klan se enfrenta a soldados negros de la Unión. FOTO: ARCHIVO. El Nacimiento de Una Nación: 100 años del filme que definió el cine moderno Rodrigo González M. El caos se ha apoderado del pueblo y la vieja corte está transformada en un territorio sólo apto para ebrios y comensales desaforados, todos negros recientemente liberados. En una cabaña cercana, una familia blanca se protege como puede ante el asedio de una turba de ex esclavos armados hasta los dientes y envalentonados por los unionistas del norte. El plano general muestra a los atacantes, un inmediato close up refleja la cara angustiada de una joven blanca a punto de desfallecer, luego otra toma panorámica nos informa de que un grupo de jinetes del Ku Klux Klan se acercan al rescate. Todo ocurre en menos de diez minutos, como nunca antes se vio en el cine. Es al mismo tiempo un prodigio técnico que sentará las bases del cine moderno y un flagrante caso de racismo cultural. Las escenas finales de El nacimiento de una nación, una sucesión virtuosa de acciones paralelas, dieron origen a la gramática del cine moderno y le otorgaron una rara fama a su director David Wark Griffith: desde entonces ha sido venerado como uno de los padres de Hollywood y al mismo tiempo denostado por su miope visión de la historia. Hijo de un coronel confederado, este realizador sureño viviría el res- to de sus días tratando de explicarle al mundo por qué había invertido su talento en una obra donde el Ku Klux Klan era el símbolo de los buenos viejos tiempos esclavistas. De nada serviría que su amigo Charles Chaplin o que el crítico James Agee difundieran y adularan las innovaciones de Griffith. De nada ayudaría, tampoco, que el propio cineasta realizara un año después el largometraje Intolerancia, para muchos sólo un lavado de imagen a pesar de sus indudables logros narrativos. Estrenada hace 100 años, el 3 de marzo de 1915 en Nueva York, El nacimiento de una nación reunió con éxito una serie de técnicas cinematográficas, como el fundido a negro, los primeros planos, la contraposición de escenas, el travelling o las escenas en exteriores. También funcionó como negocio ideal: a pesar de su historia cargada de racismo y mistificación, fue el primer blockbuster de Hollywood, con una recaudación de 11 millones de dólares. Paralelamente, otro prohombre de Hollywood comenzó a nadar entre los peces gordos gracias a la obra de Griffith. Con las ganancias por exhibición en Boston, Luis B. Mayer creó la Metro-Goldwyn-Mayer. Protagonizada por Lilian Gish y Ralph Lewis, este largometraje de tres horas tuvo entre sus actores a dos desco- Considerado uno de los padres del cine moderno. Nacido en 1875, Griffith se crió en su Kentucky natal. Empezó como actor y en 1914 dirigió su primer largometraje. Un año después hizo El nacimiento de una nación y en 1916 realizó Intolerancia, otra de sus obras maestras. Fundó United Artists es junto a Chaplin y murió semiolvidado en 1948. Entre sus admiradores se cuentan Orson Welles, Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick. RLa cinta de D.W. Griffith consolidó el uso del close up, las acciones paralelas y las tomas panorámicas. REl primer blockbuster de la historia fue además una película que promovía el odio racial. nocidos que con los años serían protagonistas de la historia de Hollywood: el cineasta Raoul Walsh (High Sierra) interpretó al asesino de Lincoln y su colega John Ford (La diligencia) hizo de un miembro del Ku Klux Klan. Su historia, épica y romántica, era la de dos familias del Norte y Sur antes, durante y después de la Guerra de Secesión. NACCP (Asociación para el Progreso de las Personas de Color) de prohibir la exhibición del largometraje, todas las grandes salas estadounidenses accedieron a la proyección. Antes del estreno, incluso, David Wark Griffith logró su exhibición en la Casa Blanca, donde el popular presidente demócrata Woodrow Wilson (sureño, como Griffith y Dixon) la alabó. Pasarían pocos días antes de que la cinta, que desató protestas entre las pequeñas comunidades negras del norte de EE.UU., fuera transformada en arma de lucha entre los sureños. Casi reducido a su mínima expresión en 1915, el Ku Klux Klan encontró en el filme de Griffith una razón para seguir justificando su existencia. Es más, utilizó a El nacimiento de una nación como arma de reclutamiento. Algunas escenas de la película, proyectadas en sus primeras funciones con música de La Cabalgata de las Valquirias de Wagner, son difícilmente soportables hoy. Hace 100 años un presidente de EE.UU., la admiró: sus innovaciones técnicas camuflaron el odio racial. b La mancha de América Incluida por el popular crítico Roger Ebert en el segundo volumen de su libro Grandes películas, El nacimiento de una nación es, como el Triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl, una obra maestra con moral de barro. Todo el talento de su autor sirve a la causa equivocada. Ebert lo pone en estas palabras: “Así como la esclavitud es el gran pecado de América, El nacimiento de una nación es el pecado que Griffith buscaría purgar toda su vida”. La película nació como la adaptación de la novela El miembro del clan (1905) del reverendo Thomas Dixon, un nativo de Carolina del Norte que en su niñez dice haber escuchado la historia de una mujer blanca violada por un negro. Aquel episodio, que además incluía el correspondiente ajusticiamiento del Ku Klux Klan, integró la novela y apareció en la película de Griffith. A pesar de los intentos de la latercera.com contenidos multimedios RRAfiche oficial de la película El nacimiento de una nación en 1915. FOTO: ARCHIVO. ) Vea El nacimiento de una nación