199-CAC-2010 SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE

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199-CAC-2010
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, as las once
horas del dieciocho de marzo de dos mil once.
Vistos en casación de la sentencia definitiva, pronunciada por la Cámara Segunda de lo
Civil de la Primera Sección del Centro, en San Salvador, a las nueve horas treinta minutos del
veinte de agosto de dos mil diez, en el Juicio Civil Ordinario de Mero Derecho de Nulidad de
Contrato de Compraventa con Pacto de Retroventa, incoado por los doctores Carlos Amílcar
Amaya y José Leonel Tovar, en concepto de apoderados generales judiciales del señor MANUEL
RAFAEL VIEYTEZ o MANUEL RAFAEL VIEYTEZ MELÉNDEZ, contra los señores
GABRIEL FRANCISCO VIEYTEZ VALLADARES, FAUSTO ARTURO VERGARA
SUÁREZ y RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS.
Han intervenido en el proceso, en primera instancia y en Casación, los abogados
Amaya y Tovar antes mencionados, en el concepto indicado, y en primera y segunda instancias y
en Casación el abogado doctor Oscar Plana Boter en concepto de apoderado general judicial de
los demandados Fausto Arturo Vergara Suárez y Rafael Antonio Aguilar Santos. El demandado
Gabriel Francisco Vieytez fue declarado rebelde en primera instancia.
VISTOS LOS AUTOS, Y,
CONSIDERANDO:
1-El fallo de primera instancia dice así: "POR TANTO, con base a las anteriores
consideraciones y a los artículos 665, 1314, 1316, 1319, 1551, 1552, 1597, 1605, 1612, 1613,
1673, 1674, 1875 y 1920 Inc. 1 C.C. y 417, 419, 421, 427, 429, 432 y 439 Pr. C. a nombre de la
República de El Salvador, FALLO: A) Sin lugar la excepción perentoria de ineptitud de la
demanda alegada y opuesta; B) Declarase la nulidad absoluta de la Escritura Matriz de
Compraventa con Pacto de Retroventa y su respectiva tradición otorgada en esta ciudad a las
dieciséis horas del día trece de enero del año dos mil seis por el señor GABRIEL FRANCISCO
VIEYTEZ BALLADARES, a favor de los señores FAUSTO ARTURO VERGARA SUÁREZ y
RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS; c) Una vez ejecutoriada esta Sentencia, líbrese
oficio al Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Cuarta Sección del Centro, para que
cancele la matrícula número TRES CERO CERO UNO SIETE TRES CUATRO SEIS- CERO
CERO CERO CERO CERO Asiento DOCE y d) Condénese a la parte demandada al pago de las
costas procesales de esta instancia."
II-El fallo de segunda instancia reza así: "POR TANTO: Con base en lo expuesto,
disposiciones legales citadas y de conformidad a lo establecido en los Arts. 1089 y 1091 ambos
Pr. C., esta Cámara, a nombre de la República FALLA: REFÓRMASE la sentencia definitiva
venida en apelación, de la siguientes manera: a) CONFIRMASE el literal A) de la referida
sentencia por haber sido pronunciado conforme a derecho, b) REVÓCANSE los literales B),C) y
D) de dicha sentencia y en su lugar se pronuncia lo siguiente: NO HA LUGAR A DECLARAR
LA NULIDAD ABSOLUTA tanto de la escritura de compraventa con pacto de retroventa,
suscrita a las dieciséis horas del día trece de enero del año dos mil seis, por el señor GABRIEL
FRANCISCO VIEYTES BALLADARES, actuando en calidad de apoderado general judicial con
cláusula especial del señor MANUEL RAFAEL VIEYTEZ, conocido por MANUEL RAFAEL
VIEYTEZ MELÉNDEZ, y los señores FAUSTO ARTURO VERGARA SUÁREZ y RAFAEL
ANTONIO AGUILAR SANTOS, ante los oficios del Notario OSCAR PLANA BOTER; así
como de su correspondiente tradición e inscripción en el Registro de la Propiedad Raíz e
Hipotecas de la Cuarta Sección del Centro, departamento de La Libertad; c) LÍBRESE OFICIO al
Registro de la propiedad Raíz e Hipotecas de la Cuarta Sección del centro, departamento de La
Libertad, a fin de que se CANCELE LA ANOTACIÓN PREVENTIVA DE LA PRESENTE
DEMANDA, inscrita bajo el Sistema de Folio Real Automatizado, a la matrícula número TRES
CERO CERO UNO SIETE TRES CUATRO SEIS-CERO CERO CERO CERO CERO, Asiento
trece; d) CONDÉNASE a la parte demandante, al pago de las costas procesales generadas en
primera instancia, por haber sucumbido en los extremos de su pretensión; y e) NO HABRÁ
ESPECIAL CONDENA EN COSTAS PROCESALES en la presente instancia, en virtud de no
haber comparecido la parte apelada a mostrarse parte en el incidente de apelación.NOTIFÍQUESE y en su oportunidad, vuelva el juicio a su Juzgado de origen con la certificación
de ley."
III-No estando conforme la parte actora, con la sentencia pronunciada, interpuso
recurso de Casación en los términos siguientes: "1.- MOTIVOS DE FONDO PARA LA
INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN. --- 1.1.- CAUSA GENÉRICA:
INFRACCIÓN DE LEY (Art. 2 (a) de la Ley de Casación). -- 1.2.- MOTIVOS ESPECÍFICOS:
— 1.2.1. Error de derecho en la apreciación de la prueba documental (Art. 3 N° 8 de la Ley de
Casación) (Arts. 1578 C. 258 Pr.).--- 1.2.2. Violación de Ley. (Art. 3 N° 1 de la Ley de Casación)
(Arts. 1613 Inc. 2° y 10 C. C.)--- 1.3 PRECEPTOS INFRINGIDOS Y CONCEPTO EN QUE
LOS MISMOS LO HAN SIDO. --- 1.3.1.- La infracción de los Arts. 1578 C.C. y 258 Pr. --- La
Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia ha sostenido siempre que existe error de derecho
en la apreciación de la prueba, cuando se infringen normas que regulan un medio probatorio,
haciendo una inexacta apreciación jurídica de la procedencia, fuerza, valor o eficacia de un
elemento de prueba; y, precisamente, ese vicio es uno en que esta Cámara ha incurrido, puesto
que entre la prueba documental aportada por la parte actora fueron presentadas las fotostáticas
certificadas por notario, de la escritura pública de la compraventa con pacto de retroventa cuya
nulidad se discute y de la contraescritura que treinta minutos después de aquella, otorgaron los
mismos contratantes, en la que se modificaba sustancialmente la primera. — El maestro chileno
Vitorio Pescio en el Tomo II de su obra "MANUAL DE DERECHO CIVIL", Editorial Jurídica
de Chile, 1958, conceptúa la contraescritura de la siguiente forma: "Las contraescrituras son
instrumentos en que se altera, modifica, se restringe, se rectifica, se adiciona, etc., etc., el
contenido de un instrumento anteriormente otorgado entre las mismas partes."- -- Igualmente
explica que las contraescrituras pueden ser de dos categorías: (a) la nueva escritura modifica o
altera de cualquier modo, lo convenido real y verdaderamente en la escritura anterior; y (b) la
contraescritura tiene por objeto hacer constar de modo fehaciente lo que verdaderamente tienen
convenido las partes con relación a otra escritura en que ellas hicieron declaraciones insinceras.
Debiendo advertirse que si el acto jurídico de que se trata es solemne y debido a ello se hizo
constar en escritura pública, la modificación debe hacerse con las mismas solemnidades. Así, si
se intenta alterar alguna de las condiciones del contrato de compraventa de un bien raíz, la
modificación debe otorgarse en una contraescritura pública. — El maestro Manuel Osorio, por su
parte, en su DICCIONARIO DE CIENCIAS JURÍDICAS, POLÍTICAS Y SOCIALES, Pág. 230,
también nos explica que "El contenido de un instrumento público o privado puede ser modificado
o dejado sin efecto por otro documento, también público o privado, otorgado por las mismas
partes simultáneamente o posteriormente". La contraescritura es, pues, un instrumento que las
mismas partes contratantes pueden usar para dejar sin efecto, modificar, alterar, restringir,
rectificar o adicionar el contenido de un instrumento otorgado por ellas mismas; y sus efectos se
constriñen, en principio, entre ellas, ya que el contrato, por regla general es de efectos relativos,
pues sólo produce efectos respecto de las partes, porque nadie puede quedar ligado si no es por
una declaración de voluntad y esta declaración sólo la hacen las partes y no los terceros. --- En
nuestra legislación civil, el Art. 1578 C. recogió del Código Civil Chileno exactamente igual, la
figura de la contraescritura, el que expresamente afirma: "Las escrituras privadas hechas por los
contratantes para alterar lo pactado en escritura pública, no producirá efecto alguno contra
terceros"; y en su inciso segundo manifiesta: "Tampoco lo producirán las contraescrituras
públicas, cuando no se ha tomado razón de su contenido al margen de la escritura matriz cuyas
disposiciones se alteran en la contraescritura; y del testimonio en cuya virtud ha obrado el
tercero". Ello significa, que según tal disposición y al igual que en Chile, las contraescrituras
otorgadas en escritura pública para modificar, alterar, restringir, rectificar, adicionar, etc., el
contenido de un instrumento de igual naturaleza, otorgado posteriormente entre los contratantes,
produce entre ellos todos los efectos que acuerdan en él, sin ninguna otra exigencia que su sólo
otorgamiento. — En el caso de autos, las partes contratantes, a las dieciséis horas treinta minutos,
es decir, treinta minutos después de haber celebrado la escritura de compraventa con pacto de
retroventa, objeto del presente juicio, otorgaron ante el mismo notario Oscar Plana Boter, una
contraescritura que llenaba las mismas formalidades que aquella, en la que expresaron:””Que en
esta fecha, a las dieciséis horas, ante mis oficios notariales, los comparecientes y el señor
GABRIEL FRANCISCO VIEYTES BALLADARES, actuando como Apoderado General
Administrativo y Judicial con Cláusula Especial del señor MANUEL RAFAEL VIEYTES
MELÉNDEZ ó MANUEL RAFAEL VIEYTES, celebraron una Escritura Pública de
Compraventa con Pacto de Retroventa, por la suma de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL
DÓLARES, moneda de los Estados Unidos de América, entregándole en esta fecha la suma de
CIENTO CINCUENTA MIL DÓLARES y que el resto o sea la suma de CIEN MIL DÓLARES,
le serán entregados dentro de SESENTA DÍAS, si el vendedor señor Vieytez Balladares, lo
considera necesario, y si no ocurriere este evento, se entenderá que la venta se ha realizado por la
suma de CIENTO CINCUENTA MIL DOLARES, que comprenden solamente capital"”".
Habiéndole entregado al "vendedor" el testimonio de esta contraescritura, en ese mismo día, tal
como consta en la fotostática agregada en autos. -- Pues en este último instrumento público,
queda claro que los vendedores dejaron la fijación del precio bajo la exclusiva decisión del
vendedor; ya que, además de afirmar y comprobar con ello la falsedad de las afirmaciones
contenidas en el contrato de venta, de la entrega al "vendedor" de doscientos cincuenta mil
dólares, expresan que sólo le entregaron ciento cincuenta mil; y que el resto o sea la suma de
ciento mil dólares, le serían entregados dentro de sesenta días, si el vendedor señor Vieytez
Balladares, lo consideraba necesario, y que si no ocurría ese evento, se entendería que la venta se
había realizado por la suma de cientos cincuenta mil dólares. Pero, no obstante haber transcurrido
a esta fecha, cuatro años siete meses veintiséis días de su otorgamiento, aún no se sabe cuál ha
sido el precio real de esa compraventa, pues no consta en el proceso por ningún medio, si ocurrió
el evento de que el vendedor considerara necesaria la entrega del resto del dinero ofrecido, en
cuyo único caso el precio sería de doscientos cincuenta mil dólares, ni tampoco si no ocurrió el
evento de que el vendedor no lo considerara necesario, único caso en el que precio(sic) sería de
ciento cincuenta mil dólares; ni mucho menos se ha establecido procesalmente, si dicho resto le
fue entregado al referido "vendedor". -- Sin embargo, Vos, Honorable Cámara, no le disteis a este
último instrumento el valor de plena prueba que el Art. 258 Pr. confiere a todo instrumento
público, no obstante que llena a plenitud los requisitos que la ley exige para ello, pues fue
otorgado por los contratantes, es posterior a la compraventa y, sobre todo, modifica aquel
contrato; en vuestra sentencia simplemente emitisteis vuestro criterio afirmando que: """A juicio
de los suscritos, lo que se plasmó en esa segunda escritura pública fue un acuerdo de voluntades
tomado entre ambas partes contratantes, en el que se acordó una forma de pago del valor de la
compraventa distinta de la acordada en un principio en la escritura de compraventa con pacto de
retroventa, lo cual, bajo ningún concepto puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa
y decir que no hubo consentimiento en el precio de la cosa vendida"""; con cuya argumentación,
a pesar de reconocerle su calidad de instrumento público, no le disteis la fuerza probatoria
preferente que el referido instrumento tiene, ni mucho menos el valor de plena prueba que le
asigna el Art. 258 Pr. que prescribe que ""Las escrituras públicas hacen plena prueba""; y, en el
caso de autos, por supuesto, hacen plena prueba en contra de los compradores de las afirmaciones
que en él hicieron y de la concesión exclusiva al vendedor para la fijación o determinación del
precio real y efectivo de lo cual deviene en nulo el contrato de compraventa con pacto de
retroventa que aparentemente realizaron; por no existir el debido consentimiento en la fijación del
precio de la referida venta, de la manera que lo exige la ley, incurriendo de esa manera en el vicio
denunciado. --- 1.3.2.- VIOLACIÓN DEL ART. 1613 Inc. 2° y 10 C.--- El vicio de la sentencia
antes explicado, origina este otro motivo que autoriza el recurso, pues el Art. 1613 de nuestro
Código Civil, en su inciso segundo, contenido en las regulaciones de la compraventa, expresa:
"""NO PODRÁ DEJARSE EL PRECIO AL ARBITRIO DE LOS CONTRATANTES""; la razón
de esta exigencia es fácilmente entendible, tal como los maestros Chilenos Arturo Alessandri
Rodríguez y Manuel Somarriva Undurraga nos lo explican en el Tomo IV de su obra CURSO DE
DERECHO CIVIL, porque para que exista consentimiento en la fijación del precio, debe ser
determinado por ambos contratantes, de lo contrario el contrato de compraventa no tiene
existencia legal porque no habría consentimiento, pues el contrato se forma cuando las partes han
convenido en la cosa y el precio, es decir, cuando han concurrido ambas voluntades. -- En nuestro
ordenamiento civil, además, el Arta 1605 C. prescribe que la venta se reputa perfecta, desde que
las partes han convenido en la cosa que es objeto de la venta y en el precio; por su parte el Art.
1612 ib., a su vez, ordena que el precio de la venta debe ser determinado por los contratantes;
disposiciones legales que complementan y corroboran lo prescrito por el Art. 1613 ib.- Del
Contenido de las disposiciones referidas, puede concluirse que también en nuestra legislación
civil se exige la determinación del precio por ambos contratantes y, a su vez, se prohíbe
imperativamente que se deje dicha facultad al arbitrio de uno sólo de los contratantes; siendo la
razón para tal exigencia la misma que aducen los maestros Chilenos, ya que para que pueda
existir consentimiento en la fijación del precio, dicho acuerdo debe ser tomado por ambos
contratantes, de lo contrario el contrato de compraventa no tendría existencia legal o podría
degenerar en otro contrato, puesto que dicho contrato se forma cuando ambas partes han
convenido en ambos elementos, en la cosa objeto de la venta y en la fijación o determinación del
precio, es decir, cuando han concurrido ambas voluntades para el establecimiento de esos
elementos que son esenciales para la formación de dicho contrato. — En el presente caso, Vos,
Honorable Cámara, te olvidasteis de la existencia de todas esas disposiciones contenidas en
nuestro Código Civil; y, no obstante existir un instrumento público que dejaba exclusivamente al
vendedor la fijación del precio en el contrato de compraventa, no aplicasteis estas normas que
resolvían el caso declarando la nulidad del contrato dicho, yéndote por la tangente con la simple
afirmación que "No debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por lo
tanto, las partes se han obligado en ellos recíprocamente, por ello no es cierto que el precio de la
venta lo decidiría únicamente el señor Vieytez Balladares, como vendedor", con lo cual, aunque
no lo citasteis, disteis aplicación a una norma que no venía al caso, es decir, al Art. 1310 que en
su parte final expresa: """El contrato es….. bilateral, cuando las partes contratantes se obligan
recíprocamente""" violación que existe aunque no hayas citado en forma expresa tal disposición,
pues dicha disposición existe en nuestro Código Civil y nadie puede alegar ignorancia de la ley. - Si hubieseis aplicado el inciso 2° del Art. 1613 C. la sentencia pronunciada se hubiese
decantado por la declaratoria de la nulidad del contrato de compraventa, en acatamiento estricto
del Art. 10 C. tal como enseguida lo demostramos. --- En efecto el Art. 1613 Inc. 2° C., contiene
en términos imperativos una prohibición "no podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los
contratantes". Esta prohibición encaja perfectamente en el supuesto normativo del Art. 10 C. que
dice: """Los actos que la ley prohíbe son nulos y de ningún valor""". No insistiremos en este
momento Honorable Cámara en algo que reiteradamente ha sido sostenido por los autores del
derecho y por la jurisprudencia nacional y extranjera: que no es necesario que la norma contenga
la expresión: se prohíbe o es prohibido o queda prohibido, para que se entienda que cuando la ley
dice como en la norma que comentamos no podrá """esta expresión contiene una prohibición""".-- Si hubieseis aplicado Honorable Cámara concordantemente los Arts. 1613 y 10, antes citados,
como era vuestra obligación, hubierais llegado a la ineludible conclusión de que habiéndose
fijado por el vendedor el precio de la venta como consta en la escritura de mérito, tal venta
adolecía de nulidad; conclusión a la que hubiereis arribado Honorable Cámara sin recurrir a ese
falso escape intelectual de afirmar que """no debe olvidarse que ambas escrituras contienen
contratos bilaterales, por ello no es cierto que el precio de la venta lo decidiría únicamente el
señor Vieytez Balladares, como vendedor""" afirmación que, además, no tiene más sustento que
las cortas frases que hemos entrecomillado, afirmación también que en nada abona ni a vuestro
argumento ni a vuestro fallo puesto que hasta ahora nadie ha discutido la característica bilateral
del contrato de mérito.--- Al haber omitido aplicar el Art. 10 C. citado tuvisteis que haber
aplicado el Art. 1310 C. in fine que expresa """el contrato es...bilateral cuando las partes se
obligan recíprocamente""", aplicación que hicisteis aún cuando no citáis el Art. 1310 dicho pues
esa disposición y no otra es la aplicable a ese falso escape intelectual vuestro o(sic) que nos
hemos referido.-- Queda entonces establecido Honorable Cámara que además del Art. 1613 C.,
también violasteis el Art. 10 C. habiendo aplicado incorrectamente el Art. 1310 C."
Por resolución de esta Sala, de las doce horas del diecinueve de octubre de dos mil
diez, se admitió el recurso de Casación, por los submotivos siguientes: 1) Error de Derecho en la
apreciación de la prueba instrumental, por infracción a los Arts. 1578 y 258 Pr. C.; y 2) Violación
de Ley, por infracción a los Arts. 1613 Inc. 2° y 10 C.
En la misma resolución se ordenó pasar los autos a la Secretaría para que las partes
presentaran sus alegatos dentro del término de ley, habiéndolo hecho únicamente el doctor Oscar
Plana Boter, quedando el recurso en estado de pronunciar sentencia.
ERROR DE DERECHO EN LA APRECIACIÓN DE LA PRUEBA DISPOSICONES
LEGALES INFRINGIDAS: Arts. 1578 C. y 258 PR.C.
El recurrente ha manifestado que en nuestra legislación civil, el Art. 1578 C. recogió
del Código Civil Chileno, la figura de la contraescritura, y agrega, que según tal disposición y al
igual que en Chile, las contraescrituras otorgadas en escritura pública para modificar, alterar,
restringir, rectificar, adicionar, etc., el contenido de un instrumento de igual naturaleza, otorgado
posteriormente entre los contratantes, produce entre ellos todos los efectos que acuerdan en él, sin
ninguna otra exigencia que su sólo otorgamiento. Manifiesta que en el caso de autos, las partes
contratantes, a los treinta minutos de haber celebrado la escritura de compraventa con pacto de
retroventa, otorgaron ante el mismo notario una contraescritura que llenaba las mismas
formalidades que aquella, habiéndose entregado al vendedor el testimonio de tal escritura, en ese
mismo día, tal como consta en la fotostática agregada en autos. Afirma la parte recurrente que en
tal instrumento "queda claro que los vendedores dejaron la fijación del precio bajo la exclusiva
decisión del vendedor; ya que, además de afirmar y comprobar con ello la falsedad de las
afirmaciones contenidas en el contrato de venta, de la entrega al "vendedor" de doscientos
cincuenta mil dólares, expresan que sólo le entregaron ciento cincuenta mil; y que el resto o sea
la suma de cien mil dólares, le serían entregados dentro de sesenta días, si el vendedor señor
Vieytez Balladares, lo consideraba necesario, y que si no ocurría ese evento, se entendería que la
venta se había realizado por la suma de ciento cincuenta mil dólares. Continúa el recurrente
diciendo que a la fecha no se sabe cuál ha sido el precio real de la venta, pues no consta en el
proceso, si el vendedor considera necesaria la entrega del resto del dinero ofrecido, en cuyo caso
el precio sería de doscientos cincuenta mil dólares, ni tampoco si no ocurrió el evento de que el
vendedor no lo considerara necesario, único caso en el que el precio sería de ciento cincuenta mil
dólares; ni se ha establecido procesalmente si dicho resto le fue entregado al "vendedor"".
Agrega la parte recurrente que el Ad quem no le dio al último instrumento el valor de
plena prueba que el Art. 258 Pr. C. confiere a todo instrumento público, no obstante que llena los
requisitos de ley, y en su lugar el Ad quem ha afirmado que, a su juicio, lo que se plasmó en esa
segunda escritura pública, fue un acuerdo de voluntades tomado entre ambas partes contratantes,
en el que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa distinta de la acordada en la
escritura de venta con pacto de retroventa, lo cual bajo ningún concepto puede alterar la
naturaleza del contrato de compraventa y decir que no hubo consentimiento en el precio de la
cosa vendida, con lo cual no le dio la fuerza probatoria preferente que el referido instrumento
tiene, ni mucho menos el valor probatorio que le asigna el Art. 258 Pr. C. Y en el caso de autos,
agrega la parte impetrante, hacen plena prueba en contra de los compradores las afirmaciones que
en él hicieron, así como de la concesión exclusiva al vendedor para fijar el precio real y efectivo,
de lo cual deviene en nulo el contrato de compraventa con pacto de retroventa que aparentemente
realizaron; por no existir el debido consentimiento en la fijación del precio de la referida venta de
la manera que lo exige la ley, incurriendo de esa manera en el vicio denunciado.
El Ad quem en su sentencia ha expresado que a tenor del Art. 1605 C., uno de los
elementos esenciales del contrato de compraventa es el consentimiento de ambas partes, respecto
del objeto a vender y del precio del mismo, el cual no podrá dejarse al arbitrio de los contratantes.
Agrega la Cámara, que en la escritura de venta con pacto de retroventa consta que las partes
contratantes acordaron que el precio de la venta era por la cantidad de dos millones ciento
ochenta y siete mil quinientos colones, equivalentes a doscientos cincuenta mil dólares de los
Estados Unidos de América, los cuales se tuvieron por recibidos a su entera satisfacción de parte
del apoderado del vendedor. Continúa expresando el Ad quem, que el problema es que treinta
minutos después de la firma de la compraventa con pacto de retroventa, las mismas partes
comparecieron a otorgar una escritura, cuyo testimonio aparece de fs. 28 a 29 p.p., en la que se
estableció que a las dieciséis horas de ese mismo día, se celebró una escritura de compraventa
con pacto de retroventa por la suma de doscientos cincuenta mil dólares, estableciéndose además
que de dicha cantidad, en esas fecha se le entregaba al señor VIEYTEZ BALLADARES la suma
de ciento cincuenta mil dólares y que los cien mil restantes se le entregarían dentro de sesenta
días, si el señor Vieytez Balladares lo consideraba necesario, si no se entendería que la venta se
realizó por ciento cincuenta mil dólares. Que esas afirmaciones han ocasionado que la parte
demandante argumente que el precio de la venta con pacto de retroventa se dejó al arbitrio del
señor "VIEYTEZ BALLADARES", como vendedor, es decir, que se dejó al arbitrio de uno de
los contratantes, por lo que existe nulidad en él.
Continúa expresando el Ad quem que a su juicio, lo que se plasmó en esa segunda
escritura pública, fue una acuerdo de voluntades tomado entre ambas partes contratantes, en el
que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa, distinta de la acordada en un
principio en la escritura de compraventa con pacto de retroventa, lo cual, bajo ningún concepto
puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa y decir que no hubo consentimiento en el
precio de la cosa vendida. Que en ambas escrituras hubo una estipulación clara del precio a
cancelar por la venta, la única diferencia es que en la segunda escritura se estipuló la forma de
pago del precio convenido y además que, en caso de no considerarse necesaria la entrega del
resto del dinero, se entendería que el precio de la venta fue por ciento cincuenta mil dólares.
Continúa afirmando el Ad quem que no debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos
bilaterales, por lo tanto las partes se han obligado en ellos recíprocamente, por ello no es cierto
que el precio de la venta lo decidiera únicamente el señor VIEYTEZ BALLADARES, como
vendedor.
Esta Sala considera que el submotivo Error de Derecho en la apreciación de la Prueba
se presenta cuando, al apreciar las pruebas, es decir al apreciar el valor que conforme a la ley
tienen, se les aplican erradamente las normas establecidas para ello, infringiéndose por
consiguiente los preceptos que la ley ha establecido para valorarlas. Por consiguiente, las
disposiciones legales señaladas como infringidas, deben necesariamente señalar valor a las
probanzas que aparecen en el proceso.
El Art. 1578 C. prescribe en el inciso primero, que las escrituras privadas hechas por
los contratantes para alterar lo pactado en escritura pública, no producirán efecto alguno contra
terceros; a contrario sensu, sí producen efecto entre las partes. En el inciso segundo la disposición
en comento ordena que tampoco producirán efecto las contraescrituras públicas, cuando no se ha
tomado razón de su contenido al margen de la escritura matriz cuyas disposiciones se han
alterado, o sea en el protocolo del Notario autorizante, y en el testimonio en cuya virtud ha
obrado el tercero. Es decir que en este segundo inciso también se protege la buena fe del tercero.
Y en el tercer inciso ordena una diligencia para publicidad de la contraescritura, siempre con el
objeto de resguardar los derechos de terceros. Es premisa fundamental para aplicar el Art. 1578
C., que las contraescrituras, tanto privadas como públicas, hayan sido otorgadas por "los
contratantes", es decir por todas las partes que participaron en la primera escritura.
En el caso de autos, según consta claramente en el testimonio agregado a fs. 28 y 29
p.p., la contraescritura pública a que se ha referido el recurrente y el Ad quem, otorgada ante el
Notario Oscar Plana Boter, en esta ciudad, a las dieciséis horas y treinta minutos del trece de
enero de dos mil seis, ha sido otorgada únicamente por los dos compradores FAUSTO ARTURO
VERGARA SUÁREZ y RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS, sin que haya comparecido
ninguna otra persona; de tal suerte que la referida segunda escritura realmente no es
contraescritura, puesto que no fue otorgada por las mismas dos partes contratantes de la
compraventa, comprador y vendedor, y por ende no produce ningún efecto legal respecto de la
primera escritura, cuya nulidad se ha solicitado en la demanda. La segunda escritura surte efectos
únicamente entre las personas que la suscribieron, que son los dos compradores, sin afectar en
ningún momento, lo pactado en la primera escritura pública o sea la de compraventa, la cual
continúa perfectamente válida.
En vista de lo anterior, a juicio de esta Sala, el AD QUEM cometió error en la
interpretación del instrumento público contentivo de la segunda escritura pública, al decir que
contenía contrato bilateral, de donde resulta evidente error en la apreciación del contenido de tal
instrumento público, lo cual constituye otro submotivo de casación, diferente del alegado por el
recurrente, y el tribunal de Casación no tiene facultades de oficio para casar una sentencia
recurrida, por un submotivo que no haya sido alegado por el recurrente, ya que se trata de un
recurso extraordinario de mero derecho.
En cuanto al error de derecho en la apreciación de la prueba, relacionado con el Art.
258 Pr. C., el recurrente ha expresado que el Ad quem no le dio valor de plena prueba al
instrumento que contiene la contraescritura pública.
Los Magistrados integrantes del Ad quem, por su parte, han expresado a fs. 84 del
expediente de Apelación, que a su juicio, "...lo que se plasmó en esa segunda escritura pública
otorgada el día trece de enero del año dos mil seis, fue un acuerdo de voluntades tomado entre
ambas partes contratantes, en el que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa
distinta de la acordada en un principio en la escritura de compraventa con pacto de retroventa, lo
cual, bajo ningún concepto puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa y decir que no
hubo consentimiento en el precio de la cosa vendida.---En ambas escrituras hubo una estipulación
clara del precio a cancelar por la venta, la única diferencia es que en la segunda escritura se
estipuló la forma de pago del precio convenido y además que, en caso de no considerarse
necesario la entrega del resto del dinero, se entendería que el precio de la venta fue por ciento
cincuenta mil dólares. — No debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales,
por lo tanto las partes se han obligado en ellos recíprocamente, por ello no es cierto que el precio
de la venta lo decidiría únicamente el vendedor señor VIEYTEZ BALLADARES, como
vendedor,..."Y agrega el AD quem que "Por lo expuesto, esta Cámara considera que el segundo
de los argumentos bajo los cuales se ha declarado la nulidad del contrato en estudio, carece de
fundamento legal, por lo que el mismo deberá desestimarse."
Esta Sala estima que el Art. 258 Pr. C. atribuye el valor de plena prueba, a las
escrituras públicas y a los testimonios sacados de ellas por autoridad de Juez competente y con
citación contraria. En los razonamientos de la Cámara, que aparecen en su sentencia, consta que
sí le da el valor de plena prueba, al igual que a la escritura de compraventa con pacto de
retroventa que se pide anular, por los efectos que atribuye a la segunda escritura. Ello se
evidencia cuando el Ad quem afirma, que en la segunda escritura o sea en la contraescritura, se
pactó por las dos partes contratantes, una nueva forma de pagar el precio, sin dañar la primera
escritura, o sea la de compraventa con pacto de retroventa. Es decir, que el Ad quem sí le da a la
segunda escritura el valor de plena prueba, puesto que le da los mismos efectos que a la primera
escritura Razón por la cual no se tipifica el submotivo de casación Error de Derecho en la
apreciación de la prueba instrumental.
Por las razones expuestas no es procedente casar la sentencia recurrida, por el
submotivo Error de Derecho en la Apreciación de la Prueba.
VIOLACIÓN DE LEY
DISPOSICIONES LEGALES INFRINGIDAS: ARTS. 1613 INC. 2° Y 10 C.C.
El recurrente ha manifestado que conforme al Art. 1613 Inc. 2° C., el precio de la venta
debe fijarse por las dos partes contratantes, de lo contrario, el contrato de compraventa no tiene
existencia legal porque no habría consentimiento. Además, agrega el recurrente, el Art. 1605 C.
prescribe que la venta se reputa perfecta, desde que las partes han convenido en la cosa objeto de
la venta y en el precio; que por otra parte, el Art. 1612 C. ordena que el precio debe ser
determinado por los contratantes; que de tales disposiciones puede concluirse que en nuestra
legislación civil se exige la determinación del precio por ambos contratantes; y a su vez se
prohíbe imperativamente que se deje dicha facultad al arbitrio de uno solo de ellos, siendo la
razón para tal exigencia que, para que exista consentimiento en la fijación del precio, dicho
acuerdo debe ser tomado por ambos contratantes, de lo contrario, el contrato de compraventa no
tendría existencia legal o podría degenerar en otro contrato, puesto que dicho contrato se forma
cuando ambas partes han convenido en la cosa objeto de la venta y en el precio, es decir, cuando
han concurrido ambas voluntades para establecer esos elementos esenciales para la formación de
la venta.
Agrega el impetrante, que el Art. 1613 Inc. 2° C. contiene una prohibición, la cual
encaja perfectamente en el supuesto normativo del Art. 10 C. que establece "Los actos que la ley
prohíbe son nulos y de ningún valor. Y adiciona el recurrente, que si la Cámara hubiera aplicado
concordantemente los Arts. 1613 y 10 C.C. hubiera llegado a la ineludible conclusión de que,
habiéndose fijado por el vendedor el precio de la venta como consta en la escritura de mérito, la
venta adolecía de nulidad.
El Ad quem en su sentencia ha expresado que en ambas escrituras hubo estipulación
del precio de la venta, la única diferencia es que en la segunda escritura se estipuló la forma de
pago del precio convenido y además que, en caso de no considerarse necesario la entrega del
resto del dinero, se entendería que el precio de la venta fue por ciento cincuenta mil dólares.
Agrega que no debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por lo tanto,
las partes se han obligado en ellos recíprocamente; por ello no es cierto que el precio de la venta
lo decidiría únicamente el vendedor.
Esta Sala considera que el submotivo Violación de Ley consiste en la no aplicación del
precepto legal o de la doctrina legal que, en su caso, debían aplicarse.
El Art. 1613 Inc. 2° C. prescribe que no podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los
contratantes, lo cual contiene la prohibición de hacerlo, y de conformidad con el Art. 10 C. los
actos prohibidos por la ley son nulos y de ningún valor.
En el caso analizado, en el contrato de compraventa del inmueble, que consta en el
testimonio de la escritura de compraventa con pacto de retroventa, a fs. 24 Fte. y Vto., del
expediente de primera instancia, aparece que ambas partes estuvieron de acuerdo en la cosa
vendida y en el precio y que, además, el vendedor hizo la tradición del dominio a los dos
compradores y estos la aceptaron. Por consiguiente, ese contrato existe y es perfectamente válido.
El hecho que treinta minutos después de otorgado el referido instrumento, solamente los dos
compradores otorgaron otra escritura, en la que hicieron declaraciones y convinieron pactos
referentes al precio, no significa que sea una contraescritura, ni mucho menos que tal pacto
modifique el precio de la compraventa y que lo deje al arbitrio de uno de los contratantes. Para
tales efectos hubiera sido necesario que la segunda escritura hubiera sido otorgada por las dos
partes en la compraventa, constituyendo una contraescritura; pero no ha sido así. La segunda
escritura contiene estipulaciones que sólo vinculan a los dos compradores que la otorgaron, no así
al vendedor y mucho menos afecta al contrato de compraventa, el cual es válido.
Por consiguiente, no ha existido violación del Art. 1613 Inc. 2 C., y en consecuencia,
por no haber tal violación a la prohibición, tampoco se presenta la violación al Art. 10 C. que
sanciona con nulidad los actos celebrados en contra de lo prohibido. Por las razones anteriores,
no es procedente casar la sentencia recurrida.
POR TANTO, de conformidad a las disposiciones legales citadas y Arts. 428 y 429 Pr.
C. y 23 Cas., a nombre de la República, la Sala FALLA: 1) Declárase que no ha lugar a casar la
sentencia de que se ha hecho mérito, por el motivo Infracción de Ley, Art. 2 Lit. a) Cas., por los
submotivos: 1) Error de Derecho en la apreciación de la prueba instrumental, Art. 3 N° 8 Cas.,
por infracción a los Arts. 1578 C. y 258 Pr. C.; y 2) Violación de Ley, Art. 3 N° 1 Cas., por
infracción a los Arts. 1613 Inc. 2° y 10 C.; 2) Condénanse: a) a los doctores JOSÉ LEONEL
TOVAR y CARLOS AMILCAR AMAYA, en las costas del recurso, como abogados firmantes
del escrito, y b) al señor MANUEL RAFAEL VIEYTEZ MELÉNDEZ o MANUEL RAFAEL
VIEYTEZ, a los daños y perjuicios a que hubiere lugar por el recurso; 3) Vuelvan los autos al
tribunal de origen, con certificación de esta sentencia, para los efectos de rigor.
NOTIFÍQUESE.--------------M. REGALADO------------PERLA J.--------------M. F.
VALDIV------- PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN ------ILEGIBLE------------RUBRICADAS.
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