199-CAC-2010 SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, as las once horas del dieciocho de marzo de dos mil once. Vistos en casación de la sentencia definitiva, pronunciada por la Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro, en San Salvador, a las nueve horas treinta minutos del veinte de agosto de dos mil diez, en el Juicio Civil Ordinario de Mero Derecho de Nulidad de Contrato de Compraventa con Pacto de Retroventa, incoado por los doctores Carlos Amílcar Amaya y José Leonel Tovar, en concepto de apoderados generales judiciales del señor MANUEL RAFAEL VIEYTEZ o MANUEL RAFAEL VIEYTEZ MELÉNDEZ, contra los señores GABRIEL FRANCISCO VIEYTEZ VALLADARES, FAUSTO ARTURO VERGARA SUÁREZ y RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS. Han intervenido en el proceso, en primera instancia y en Casación, los abogados Amaya y Tovar antes mencionados, en el concepto indicado, y en primera y segunda instancias y en Casación el abogado doctor Oscar Plana Boter en concepto de apoderado general judicial de los demandados Fausto Arturo Vergara Suárez y Rafael Antonio Aguilar Santos. El demandado Gabriel Francisco Vieytez fue declarado rebelde en primera instancia. VISTOS LOS AUTOS, Y, CONSIDERANDO: 1-El fallo de primera instancia dice así: "POR TANTO, con base a las anteriores consideraciones y a los artículos 665, 1314, 1316, 1319, 1551, 1552, 1597, 1605, 1612, 1613, 1673, 1674, 1875 y 1920 Inc. 1 C.C. y 417, 419, 421, 427, 429, 432 y 439 Pr. C. a nombre de la República de El Salvador, FALLO: A) Sin lugar la excepción perentoria de ineptitud de la demanda alegada y opuesta; B) Declarase la nulidad absoluta de la Escritura Matriz de Compraventa con Pacto de Retroventa y su respectiva tradición otorgada en esta ciudad a las dieciséis horas del día trece de enero del año dos mil seis por el señor GABRIEL FRANCISCO VIEYTEZ BALLADARES, a favor de los señores FAUSTO ARTURO VERGARA SUÁREZ y RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS; c) Una vez ejecutoriada esta Sentencia, líbrese oficio al Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Cuarta Sección del Centro, para que cancele la matrícula número TRES CERO CERO UNO SIETE TRES CUATRO SEIS- CERO CERO CERO CERO CERO Asiento DOCE y d) Condénese a la parte demandada al pago de las costas procesales de esta instancia." II-El fallo de segunda instancia reza así: "POR TANTO: Con base en lo expuesto, disposiciones legales citadas y de conformidad a lo establecido en los Arts. 1089 y 1091 ambos Pr. C., esta Cámara, a nombre de la República FALLA: REFÓRMASE la sentencia definitiva venida en apelación, de la siguientes manera: a) CONFIRMASE el literal A) de la referida sentencia por haber sido pronunciado conforme a derecho, b) REVÓCANSE los literales B),C) y D) de dicha sentencia y en su lugar se pronuncia lo siguiente: NO HA LUGAR A DECLARAR LA NULIDAD ABSOLUTA tanto de la escritura de compraventa con pacto de retroventa, suscrita a las dieciséis horas del día trece de enero del año dos mil seis, por el señor GABRIEL FRANCISCO VIEYTES BALLADARES, actuando en calidad de apoderado general judicial con cláusula especial del señor MANUEL RAFAEL VIEYTEZ, conocido por MANUEL RAFAEL VIEYTEZ MELÉNDEZ, y los señores FAUSTO ARTURO VERGARA SUÁREZ y RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS, ante los oficios del Notario OSCAR PLANA BOTER; así como de su correspondiente tradición e inscripción en el Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Cuarta Sección del Centro, departamento de La Libertad; c) LÍBRESE OFICIO al Registro de la propiedad Raíz e Hipotecas de la Cuarta Sección del centro, departamento de La Libertad, a fin de que se CANCELE LA ANOTACIÓN PREVENTIVA DE LA PRESENTE DEMANDA, inscrita bajo el Sistema de Folio Real Automatizado, a la matrícula número TRES CERO CERO UNO SIETE TRES CUATRO SEIS-CERO CERO CERO CERO CERO, Asiento trece; d) CONDÉNASE a la parte demandante, al pago de las costas procesales generadas en primera instancia, por haber sucumbido en los extremos de su pretensión; y e) NO HABRÁ ESPECIAL CONDENA EN COSTAS PROCESALES en la presente instancia, en virtud de no haber comparecido la parte apelada a mostrarse parte en el incidente de apelación.NOTIFÍQUESE y en su oportunidad, vuelva el juicio a su Juzgado de origen con la certificación de ley." III-No estando conforme la parte actora, con la sentencia pronunciada, interpuso recurso de Casación en los términos siguientes: "1.- MOTIVOS DE FONDO PARA LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN. --- 1.1.- CAUSA GENÉRICA: INFRACCIÓN DE LEY (Art. 2 (a) de la Ley de Casación). -- 1.2.- MOTIVOS ESPECÍFICOS: — 1.2.1. Error de derecho en la apreciación de la prueba documental (Art. 3 N° 8 de la Ley de Casación) (Arts. 1578 C. 258 Pr.).--- 1.2.2. Violación de Ley. (Art. 3 N° 1 de la Ley de Casación) (Arts. 1613 Inc. 2° y 10 C. C.)--- 1.3 PRECEPTOS INFRINGIDOS Y CONCEPTO EN QUE LOS MISMOS LO HAN SIDO. --- 1.3.1.- La infracción de los Arts. 1578 C.C. y 258 Pr. --- La Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia ha sostenido siempre que existe error de derecho en la apreciación de la prueba, cuando se infringen normas que regulan un medio probatorio, haciendo una inexacta apreciación jurídica de la procedencia, fuerza, valor o eficacia de un elemento de prueba; y, precisamente, ese vicio es uno en que esta Cámara ha incurrido, puesto que entre la prueba documental aportada por la parte actora fueron presentadas las fotostáticas certificadas por notario, de la escritura pública de la compraventa con pacto de retroventa cuya nulidad se discute y de la contraescritura que treinta minutos después de aquella, otorgaron los mismos contratantes, en la que se modificaba sustancialmente la primera. — El maestro chileno Vitorio Pescio en el Tomo II de su obra "MANUAL DE DERECHO CIVIL", Editorial Jurídica de Chile, 1958, conceptúa la contraescritura de la siguiente forma: "Las contraescrituras son instrumentos en que se altera, modifica, se restringe, se rectifica, se adiciona, etc., etc., el contenido de un instrumento anteriormente otorgado entre las mismas partes."- -- Igualmente explica que las contraescrituras pueden ser de dos categorías: (a) la nueva escritura modifica o altera de cualquier modo, lo convenido real y verdaderamente en la escritura anterior; y (b) la contraescritura tiene por objeto hacer constar de modo fehaciente lo que verdaderamente tienen convenido las partes con relación a otra escritura en que ellas hicieron declaraciones insinceras. Debiendo advertirse que si el acto jurídico de que se trata es solemne y debido a ello se hizo constar en escritura pública, la modificación debe hacerse con las mismas solemnidades. Así, si se intenta alterar alguna de las condiciones del contrato de compraventa de un bien raíz, la modificación debe otorgarse en una contraescritura pública. — El maestro Manuel Osorio, por su parte, en su DICCIONARIO DE CIENCIAS JURÍDICAS, POLÍTICAS Y SOCIALES, Pág. 230, también nos explica que "El contenido de un instrumento público o privado puede ser modificado o dejado sin efecto por otro documento, también público o privado, otorgado por las mismas partes simultáneamente o posteriormente". La contraescritura es, pues, un instrumento que las mismas partes contratantes pueden usar para dejar sin efecto, modificar, alterar, restringir, rectificar o adicionar el contenido de un instrumento otorgado por ellas mismas; y sus efectos se constriñen, en principio, entre ellas, ya que el contrato, por regla general es de efectos relativos, pues sólo produce efectos respecto de las partes, porque nadie puede quedar ligado si no es por una declaración de voluntad y esta declaración sólo la hacen las partes y no los terceros. --- En nuestra legislación civil, el Art. 1578 C. recogió del Código Civil Chileno exactamente igual, la figura de la contraescritura, el que expresamente afirma: "Las escrituras privadas hechas por los contratantes para alterar lo pactado en escritura pública, no producirá efecto alguno contra terceros"; y en su inciso segundo manifiesta: "Tampoco lo producirán las contraescrituras públicas, cuando no se ha tomado razón de su contenido al margen de la escritura matriz cuyas disposiciones se alteran en la contraescritura; y del testimonio en cuya virtud ha obrado el tercero". Ello significa, que según tal disposición y al igual que en Chile, las contraescrituras otorgadas en escritura pública para modificar, alterar, restringir, rectificar, adicionar, etc., el contenido de un instrumento de igual naturaleza, otorgado posteriormente entre los contratantes, produce entre ellos todos los efectos que acuerdan en él, sin ninguna otra exigencia que su sólo otorgamiento. — En el caso de autos, las partes contratantes, a las dieciséis horas treinta minutos, es decir, treinta minutos después de haber celebrado la escritura de compraventa con pacto de retroventa, objeto del presente juicio, otorgaron ante el mismo notario Oscar Plana Boter, una contraescritura que llenaba las mismas formalidades que aquella, en la que expresaron:””Que en esta fecha, a las dieciséis horas, ante mis oficios notariales, los comparecientes y el señor GABRIEL FRANCISCO VIEYTES BALLADARES, actuando como Apoderado General Administrativo y Judicial con Cláusula Especial del señor MANUEL RAFAEL VIEYTES MELÉNDEZ ó MANUEL RAFAEL VIEYTES, celebraron una Escritura Pública de Compraventa con Pacto de Retroventa, por la suma de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL DÓLARES, moneda de los Estados Unidos de América, entregándole en esta fecha la suma de CIENTO CINCUENTA MIL DÓLARES y que el resto o sea la suma de CIEN MIL DÓLARES, le serán entregados dentro de SESENTA DÍAS, si el vendedor señor Vieytez Balladares, lo considera necesario, y si no ocurriere este evento, se entenderá que la venta se ha realizado por la suma de CIENTO CINCUENTA MIL DOLARES, que comprenden solamente capital"”". Habiéndole entregado al "vendedor" el testimonio de esta contraescritura, en ese mismo día, tal como consta en la fotostática agregada en autos. -- Pues en este último instrumento público, queda claro que los vendedores dejaron la fijación del precio bajo la exclusiva decisión del vendedor; ya que, además de afirmar y comprobar con ello la falsedad de las afirmaciones contenidas en el contrato de venta, de la entrega al "vendedor" de doscientos cincuenta mil dólares, expresan que sólo le entregaron ciento cincuenta mil; y que el resto o sea la suma de ciento mil dólares, le serían entregados dentro de sesenta días, si el vendedor señor Vieytez Balladares, lo consideraba necesario, y que si no ocurría ese evento, se entendería que la venta se había realizado por la suma de cientos cincuenta mil dólares. Pero, no obstante haber transcurrido a esta fecha, cuatro años siete meses veintiséis días de su otorgamiento, aún no se sabe cuál ha sido el precio real de esa compraventa, pues no consta en el proceso por ningún medio, si ocurrió el evento de que el vendedor considerara necesaria la entrega del resto del dinero ofrecido, en cuyo único caso el precio sería de doscientos cincuenta mil dólares, ni tampoco si no ocurrió el evento de que el vendedor no lo considerara necesario, único caso en el que precio(sic) sería de ciento cincuenta mil dólares; ni mucho menos se ha establecido procesalmente, si dicho resto le fue entregado al referido "vendedor". -- Sin embargo, Vos, Honorable Cámara, no le disteis a este último instrumento el valor de plena prueba que el Art. 258 Pr. confiere a todo instrumento público, no obstante que llena a plenitud los requisitos que la ley exige para ello, pues fue otorgado por los contratantes, es posterior a la compraventa y, sobre todo, modifica aquel contrato; en vuestra sentencia simplemente emitisteis vuestro criterio afirmando que: """A juicio de los suscritos, lo que se plasmó en esa segunda escritura pública fue un acuerdo de voluntades tomado entre ambas partes contratantes, en el que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa distinta de la acordada en un principio en la escritura de compraventa con pacto de retroventa, lo cual, bajo ningún concepto puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa y decir que no hubo consentimiento en el precio de la cosa vendida"""; con cuya argumentación, a pesar de reconocerle su calidad de instrumento público, no le disteis la fuerza probatoria preferente que el referido instrumento tiene, ni mucho menos el valor de plena prueba que le asigna el Art. 258 Pr. que prescribe que ""Las escrituras públicas hacen plena prueba""; y, en el caso de autos, por supuesto, hacen plena prueba en contra de los compradores de las afirmaciones que en él hicieron y de la concesión exclusiva al vendedor para la fijación o determinación del precio real y efectivo de lo cual deviene en nulo el contrato de compraventa con pacto de retroventa que aparentemente realizaron; por no existir el debido consentimiento en la fijación del precio de la referida venta, de la manera que lo exige la ley, incurriendo de esa manera en el vicio denunciado. --- 1.3.2.- VIOLACIÓN DEL ART. 1613 Inc. 2° y 10 C.--- El vicio de la sentencia antes explicado, origina este otro motivo que autoriza el recurso, pues el Art. 1613 de nuestro Código Civil, en su inciso segundo, contenido en las regulaciones de la compraventa, expresa: """NO PODRÁ DEJARSE EL PRECIO AL ARBITRIO DE LOS CONTRATANTES""; la razón de esta exigencia es fácilmente entendible, tal como los maestros Chilenos Arturo Alessandri Rodríguez y Manuel Somarriva Undurraga nos lo explican en el Tomo IV de su obra CURSO DE DERECHO CIVIL, porque para que exista consentimiento en la fijación del precio, debe ser determinado por ambos contratantes, de lo contrario el contrato de compraventa no tiene existencia legal porque no habría consentimiento, pues el contrato se forma cuando las partes han convenido en la cosa y el precio, es decir, cuando han concurrido ambas voluntades. -- En nuestro ordenamiento civil, además, el Arta 1605 C. prescribe que la venta se reputa perfecta, desde que las partes han convenido en la cosa que es objeto de la venta y en el precio; por su parte el Art. 1612 ib., a su vez, ordena que el precio de la venta debe ser determinado por los contratantes; disposiciones legales que complementan y corroboran lo prescrito por el Art. 1613 ib.- Del Contenido de las disposiciones referidas, puede concluirse que también en nuestra legislación civil se exige la determinación del precio por ambos contratantes y, a su vez, se prohíbe imperativamente que se deje dicha facultad al arbitrio de uno sólo de los contratantes; siendo la razón para tal exigencia la misma que aducen los maestros Chilenos, ya que para que pueda existir consentimiento en la fijación del precio, dicho acuerdo debe ser tomado por ambos contratantes, de lo contrario el contrato de compraventa no tendría existencia legal o podría degenerar en otro contrato, puesto que dicho contrato se forma cuando ambas partes han convenido en ambos elementos, en la cosa objeto de la venta y en la fijación o determinación del precio, es decir, cuando han concurrido ambas voluntades para el establecimiento de esos elementos que son esenciales para la formación de dicho contrato. — En el presente caso, Vos, Honorable Cámara, te olvidasteis de la existencia de todas esas disposiciones contenidas en nuestro Código Civil; y, no obstante existir un instrumento público que dejaba exclusivamente al vendedor la fijación del precio en el contrato de compraventa, no aplicasteis estas normas que resolvían el caso declarando la nulidad del contrato dicho, yéndote por la tangente con la simple afirmación que "No debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por lo tanto, las partes se han obligado en ellos recíprocamente, por ello no es cierto que el precio de la venta lo decidiría únicamente el señor Vieytez Balladares, como vendedor", con lo cual, aunque no lo citasteis, disteis aplicación a una norma que no venía al caso, es decir, al Art. 1310 que en su parte final expresa: """El contrato es….. bilateral, cuando las partes contratantes se obligan recíprocamente""" violación que existe aunque no hayas citado en forma expresa tal disposición, pues dicha disposición existe en nuestro Código Civil y nadie puede alegar ignorancia de la ley. - Si hubieseis aplicado el inciso 2° del Art. 1613 C. la sentencia pronunciada se hubiese decantado por la declaratoria de la nulidad del contrato de compraventa, en acatamiento estricto del Art. 10 C. tal como enseguida lo demostramos. --- En efecto el Art. 1613 Inc. 2° C., contiene en términos imperativos una prohibición "no podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los contratantes". Esta prohibición encaja perfectamente en el supuesto normativo del Art. 10 C. que dice: """Los actos que la ley prohíbe son nulos y de ningún valor""". No insistiremos en este momento Honorable Cámara en algo que reiteradamente ha sido sostenido por los autores del derecho y por la jurisprudencia nacional y extranjera: que no es necesario que la norma contenga la expresión: se prohíbe o es prohibido o queda prohibido, para que se entienda que cuando la ley dice como en la norma que comentamos no podrá """esta expresión contiene una prohibición""".-- Si hubieseis aplicado Honorable Cámara concordantemente los Arts. 1613 y 10, antes citados, como era vuestra obligación, hubierais llegado a la ineludible conclusión de que habiéndose fijado por el vendedor el precio de la venta como consta en la escritura de mérito, tal venta adolecía de nulidad; conclusión a la que hubiereis arribado Honorable Cámara sin recurrir a ese falso escape intelectual de afirmar que """no debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por ello no es cierto que el precio de la venta lo decidiría únicamente el señor Vieytez Balladares, como vendedor""" afirmación que, además, no tiene más sustento que las cortas frases que hemos entrecomillado, afirmación también que en nada abona ni a vuestro argumento ni a vuestro fallo puesto que hasta ahora nadie ha discutido la característica bilateral del contrato de mérito.--- Al haber omitido aplicar el Art. 10 C. citado tuvisteis que haber aplicado el Art. 1310 C. in fine que expresa """el contrato es...bilateral cuando las partes se obligan recíprocamente""", aplicación que hicisteis aún cuando no citáis el Art. 1310 dicho pues esa disposición y no otra es la aplicable a ese falso escape intelectual vuestro o(sic) que nos hemos referido.-- Queda entonces establecido Honorable Cámara que además del Art. 1613 C., también violasteis el Art. 10 C. habiendo aplicado incorrectamente el Art. 1310 C." Por resolución de esta Sala, de las doce horas del diecinueve de octubre de dos mil diez, se admitió el recurso de Casación, por los submotivos siguientes: 1) Error de Derecho en la apreciación de la prueba instrumental, por infracción a los Arts. 1578 y 258 Pr. C.; y 2) Violación de Ley, por infracción a los Arts. 1613 Inc. 2° y 10 C. En la misma resolución se ordenó pasar los autos a la Secretaría para que las partes presentaran sus alegatos dentro del término de ley, habiéndolo hecho únicamente el doctor Oscar Plana Boter, quedando el recurso en estado de pronunciar sentencia. ERROR DE DERECHO EN LA APRECIACIÓN DE LA PRUEBA DISPOSICONES LEGALES INFRINGIDAS: Arts. 1578 C. y 258 PR.C. El recurrente ha manifestado que en nuestra legislación civil, el Art. 1578 C. recogió del Código Civil Chileno, la figura de la contraescritura, y agrega, que según tal disposición y al igual que en Chile, las contraescrituras otorgadas en escritura pública para modificar, alterar, restringir, rectificar, adicionar, etc., el contenido de un instrumento de igual naturaleza, otorgado posteriormente entre los contratantes, produce entre ellos todos los efectos que acuerdan en él, sin ninguna otra exigencia que su sólo otorgamiento. Manifiesta que en el caso de autos, las partes contratantes, a los treinta minutos de haber celebrado la escritura de compraventa con pacto de retroventa, otorgaron ante el mismo notario una contraescritura que llenaba las mismas formalidades que aquella, habiéndose entregado al vendedor el testimonio de tal escritura, en ese mismo día, tal como consta en la fotostática agregada en autos. Afirma la parte recurrente que en tal instrumento "queda claro que los vendedores dejaron la fijación del precio bajo la exclusiva decisión del vendedor; ya que, además de afirmar y comprobar con ello la falsedad de las afirmaciones contenidas en el contrato de venta, de la entrega al "vendedor" de doscientos cincuenta mil dólares, expresan que sólo le entregaron ciento cincuenta mil; y que el resto o sea la suma de cien mil dólares, le serían entregados dentro de sesenta días, si el vendedor señor Vieytez Balladares, lo consideraba necesario, y que si no ocurría ese evento, se entendería que la venta se había realizado por la suma de ciento cincuenta mil dólares. Continúa el recurrente diciendo que a la fecha no se sabe cuál ha sido el precio real de la venta, pues no consta en el proceso, si el vendedor considera necesaria la entrega del resto del dinero ofrecido, en cuyo caso el precio sería de doscientos cincuenta mil dólares, ni tampoco si no ocurrió el evento de que el vendedor no lo considerara necesario, único caso en el que el precio sería de ciento cincuenta mil dólares; ni se ha establecido procesalmente si dicho resto le fue entregado al "vendedor"". Agrega la parte recurrente que el Ad quem no le dio al último instrumento el valor de plena prueba que el Art. 258 Pr. C. confiere a todo instrumento público, no obstante que llena los requisitos de ley, y en su lugar el Ad quem ha afirmado que, a su juicio, lo que se plasmó en esa segunda escritura pública, fue un acuerdo de voluntades tomado entre ambas partes contratantes, en el que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa distinta de la acordada en la escritura de venta con pacto de retroventa, lo cual bajo ningún concepto puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa y decir que no hubo consentimiento en el precio de la cosa vendida, con lo cual no le dio la fuerza probatoria preferente que el referido instrumento tiene, ni mucho menos el valor probatorio que le asigna el Art. 258 Pr. C. Y en el caso de autos, agrega la parte impetrante, hacen plena prueba en contra de los compradores las afirmaciones que en él hicieron, así como de la concesión exclusiva al vendedor para fijar el precio real y efectivo, de lo cual deviene en nulo el contrato de compraventa con pacto de retroventa que aparentemente realizaron; por no existir el debido consentimiento en la fijación del precio de la referida venta de la manera que lo exige la ley, incurriendo de esa manera en el vicio denunciado. El Ad quem en su sentencia ha expresado que a tenor del Art. 1605 C., uno de los elementos esenciales del contrato de compraventa es el consentimiento de ambas partes, respecto del objeto a vender y del precio del mismo, el cual no podrá dejarse al arbitrio de los contratantes. Agrega la Cámara, que en la escritura de venta con pacto de retroventa consta que las partes contratantes acordaron que el precio de la venta era por la cantidad de dos millones ciento ochenta y siete mil quinientos colones, equivalentes a doscientos cincuenta mil dólares de los Estados Unidos de América, los cuales se tuvieron por recibidos a su entera satisfacción de parte del apoderado del vendedor. Continúa expresando el Ad quem, que el problema es que treinta minutos después de la firma de la compraventa con pacto de retroventa, las mismas partes comparecieron a otorgar una escritura, cuyo testimonio aparece de fs. 28 a 29 p.p., en la que se estableció que a las dieciséis horas de ese mismo día, se celebró una escritura de compraventa con pacto de retroventa por la suma de doscientos cincuenta mil dólares, estableciéndose además que de dicha cantidad, en esas fecha se le entregaba al señor VIEYTEZ BALLADARES la suma de ciento cincuenta mil dólares y que los cien mil restantes se le entregarían dentro de sesenta días, si el señor Vieytez Balladares lo consideraba necesario, si no se entendería que la venta se realizó por ciento cincuenta mil dólares. Que esas afirmaciones han ocasionado que la parte demandante argumente que el precio de la venta con pacto de retroventa se dejó al arbitrio del señor "VIEYTEZ BALLADARES", como vendedor, es decir, que se dejó al arbitrio de uno de los contratantes, por lo que existe nulidad en él. Continúa expresando el Ad quem que a su juicio, lo que se plasmó en esa segunda escritura pública, fue una acuerdo de voluntades tomado entre ambas partes contratantes, en el que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa, distinta de la acordada en un principio en la escritura de compraventa con pacto de retroventa, lo cual, bajo ningún concepto puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa y decir que no hubo consentimiento en el precio de la cosa vendida. Que en ambas escrituras hubo una estipulación clara del precio a cancelar por la venta, la única diferencia es que en la segunda escritura se estipuló la forma de pago del precio convenido y además que, en caso de no considerarse necesaria la entrega del resto del dinero, se entendería que el precio de la venta fue por ciento cincuenta mil dólares. Continúa afirmando el Ad quem que no debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por lo tanto las partes se han obligado en ellos recíprocamente, por ello no es cierto que el precio de la venta lo decidiera únicamente el señor VIEYTEZ BALLADARES, como vendedor. Esta Sala considera que el submotivo Error de Derecho en la apreciación de la Prueba se presenta cuando, al apreciar las pruebas, es decir al apreciar el valor que conforme a la ley tienen, se les aplican erradamente las normas establecidas para ello, infringiéndose por consiguiente los preceptos que la ley ha establecido para valorarlas. Por consiguiente, las disposiciones legales señaladas como infringidas, deben necesariamente señalar valor a las probanzas que aparecen en el proceso. El Art. 1578 C. prescribe en el inciso primero, que las escrituras privadas hechas por los contratantes para alterar lo pactado en escritura pública, no producirán efecto alguno contra terceros; a contrario sensu, sí producen efecto entre las partes. En el inciso segundo la disposición en comento ordena que tampoco producirán efecto las contraescrituras públicas, cuando no se ha tomado razón de su contenido al margen de la escritura matriz cuyas disposiciones se han alterado, o sea en el protocolo del Notario autorizante, y en el testimonio en cuya virtud ha obrado el tercero. Es decir que en este segundo inciso también se protege la buena fe del tercero. Y en el tercer inciso ordena una diligencia para publicidad de la contraescritura, siempre con el objeto de resguardar los derechos de terceros. Es premisa fundamental para aplicar el Art. 1578 C., que las contraescrituras, tanto privadas como públicas, hayan sido otorgadas por "los contratantes", es decir por todas las partes que participaron en la primera escritura. En el caso de autos, según consta claramente en el testimonio agregado a fs. 28 y 29 p.p., la contraescritura pública a que se ha referido el recurrente y el Ad quem, otorgada ante el Notario Oscar Plana Boter, en esta ciudad, a las dieciséis horas y treinta minutos del trece de enero de dos mil seis, ha sido otorgada únicamente por los dos compradores FAUSTO ARTURO VERGARA SUÁREZ y RAFAEL ANTONIO AGUILAR SANTOS, sin que haya comparecido ninguna otra persona; de tal suerte que la referida segunda escritura realmente no es contraescritura, puesto que no fue otorgada por las mismas dos partes contratantes de la compraventa, comprador y vendedor, y por ende no produce ningún efecto legal respecto de la primera escritura, cuya nulidad se ha solicitado en la demanda. La segunda escritura surte efectos únicamente entre las personas que la suscribieron, que son los dos compradores, sin afectar en ningún momento, lo pactado en la primera escritura pública o sea la de compraventa, la cual continúa perfectamente válida. En vista de lo anterior, a juicio de esta Sala, el AD QUEM cometió error en la interpretación del instrumento público contentivo de la segunda escritura pública, al decir que contenía contrato bilateral, de donde resulta evidente error en la apreciación del contenido de tal instrumento público, lo cual constituye otro submotivo de casación, diferente del alegado por el recurrente, y el tribunal de Casación no tiene facultades de oficio para casar una sentencia recurrida, por un submotivo que no haya sido alegado por el recurrente, ya que se trata de un recurso extraordinario de mero derecho. En cuanto al error de derecho en la apreciación de la prueba, relacionado con el Art. 258 Pr. C., el recurrente ha expresado que el Ad quem no le dio valor de plena prueba al instrumento que contiene la contraescritura pública. Los Magistrados integrantes del Ad quem, por su parte, han expresado a fs. 84 del expediente de Apelación, que a su juicio, "...lo que se plasmó en esa segunda escritura pública otorgada el día trece de enero del año dos mil seis, fue un acuerdo de voluntades tomado entre ambas partes contratantes, en el que se acordó una forma de pago del valor de la compraventa distinta de la acordada en un principio en la escritura de compraventa con pacto de retroventa, lo cual, bajo ningún concepto puede alterar la naturaleza del contrato de compraventa y decir que no hubo consentimiento en el precio de la cosa vendida.---En ambas escrituras hubo una estipulación clara del precio a cancelar por la venta, la única diferencia es que en la segunda escritura se estipuló la forma de pago del precio convenido y además que, en caso de no considerarse necesario la entrega del resto del dinero, se entendería que el precio de la venta fue por ciento cincuenta mil dólares. — No debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por lo tanto las partes se han obligado en ellos recíprocamente, por ello no es cierto que el precio de la venta lo decidiría únicamente el vendedor señor VIEYTEZ BALLADARES, como vendedor,..."Y agrega el AD quem que "Por lo expuesto, esta Cámara considera que el segundo de los argumentos bajo los cuales se ha declarado la nulidad del contrato en estudio, carece de fundamento legal, por lo que el mismo deberá desestimarse." Esta Sala estima que el Art. 258 Pr. C. atribuye el valor de plena prueba, a las escrituras públicas y a los testimonios sacados de ellas por autoridad de Juez competente y con citación contraria. En los razonamientos de la Cámara, que aparecen en su sentencia, consta que sí le da el valor de plena prueba, al igual que a la escritura de compraventa con pacto de retroventa que se pide anular, por los efectos que atribuye a la segunda escritura. Ello se evidencia cuando el Ad quem afirma, que en la segunda escritura o sea en la contraescritura, se pactó por las dos partes contratantes, una nueva forma de pagar el precio, sin dañar la primera escritura, o sea la de compraventa con pacto de retroventa. Es decir, que el Ad quem sí le da a la segunda escritura el valor de plena prueba, puesto que le da los mismos efectos que a la primera escritura Razón por la cual no se tipifica el submotivo de casación Error de Derecho en la apreciación de la prueba instrumental. Por las razones expuestas no es procedente casar la sentencia recurrida, por el submotivo Error de Derecho en la Apreciación de la Prueba. VIOLACIÓN DE LEY DISPOSICIONES LEGALES INFRINGIDAS: ARTS. 1613 INC. 2° Y 10 C.C. El recurrente ha manifestado que conforme al Art. 1613 Inc. 2° C., el precio de la venta debe fijarse por las dos partes contratantes, de lo contrario, el contrato de compraventa no tiene existencia legal porque no habría consentimiento. Además, agrega el recurrente, el Art. 1605 C. prescribe que la venta se reputa perfecta, desde que las partes han convenido en la cosa objeto de la venta y en el precio; que por otra parte, el Art. 1612 C. ordena que el precio debe ser determinado por los contratantes; que de tales disposiciones puede concluirse que en nuestra legislación civil se exige la determinación del precio por ambos contratantes; y a su vez se prohíbe imperativamente que se deje dicha facultad al arbitrio de uno solo de ellos, siendo la razón para tal exigencia que, para que exista consentimiento en la fijación del precio, dicho acuerdo debe ser tomado por ambos contratantes, de lo contrario, el contrato de compraventa no tendría existencia legal o podría degenerar en otro contrato, puesto que dicho contrato se forma cuando ambas partes han convenido en la cosa objeto de la venta y en el precio, es decir, cuando han concurrido ambas voluntades para establecer esos elementos esenciales para la formación de la venta. Agrega el impetrante, que el Art. 1613 Inc. 2° C. contiene una prohibición, la cual encaja perfectamente en el supuesto normativo del Art. 10 C. que establece "Los actos que la ley prohíbe son nulos y de ningún valor. Y adiciona el recurrente, que si la Cámara hubiera aplicado concordantemente los Arts. 1613 y 10 C.C. hubiera llegado a la ineludible conclusión de que, habiéndose fijado por el vendedor el precio de la venta como consta en la escritura de mérito, la venta adolecía de nulidad. El Ad quem en su sentencia ha expresado que en ambas escrituras hubo estipulación del precio de la venta, la única diferencia es que en la segunda escritura se estipuló la forma de pago del precio convenido y además que, en caso de no considerarse necesario la entrega del resto del dinero, se entendería que el precio de la venta fue por ciento cincuenta mil dólares. Agrega que no debe olvidarse que ambas escrituras contienen contratos bilaterales, por lo tanto, las partes se han obligado en ellos recíprocamente; por ello no es cierto que el precio de la venta lo decidiría únicamente el vendedor. Esta Sala considera que el submotivo Violación de Ley consiste en la no aplicación del precepto legal o de la doctrina legal que, en su caso, debían aplicarse. El Art. 1613 Inc. 2° C. prescribe que no podrá dejarse el precio al arbitrio de uno de los contratantes, lo cual contiene la prohibición de hacerlo, y de conformidad con el Art. 10 C. los actos prohibidos por la ley son nulos y de ningún valor. En el caso analizado, en el contrato de compraventa del inmueble, que consta en el testimonio de la escritura de compraventa con pacto de retroventa, a fs. 24 Fte. y Vto., del expediente de primera instancia, aparece que ambas partes estuvieron de acuerdo en la cosa vendida y en el precio y que, además, el vendedor hizo la tradición del dominio a los dos compradores y estos la aceptaron. Por consiguiente, ese contrato existe y es perfectamente válido. El hecho que treinta minutos después de otorgado el referido instrumento, solamente los dos compradores otorgaron otra escritura, en la que hicieron declaraciones y convinieron pactos referentes al precio, no significa que sea una contraescritura, ni mucho menos que tal pacto modifique el precio de la compraventa y que lo deje al arbitrio de uno de los contratantes. Para tales efectos hubiera sido necesario que la segunda escritura hubiera sido otorgada por las dos partes en la compraventa, constituyendo una contraescritura; pero no ha sido así. La segunda escritura contiene estipulaciones que sólo vinculan a los dos compradores que la otorgaron, no así al vendedor y mucho menos afecta al contrato de compraventa, el cual es válido. Por consiguiente, no ha existido violación del Art. 1613 Inc. 2 C., y en consecuencia, por no haber tal violación a la prohibición, tampoco se presenta la violación al Art. 10 C. que sanciona con nulidad los actos celebrados en contra de lo prohibido. Por las razones anteriores, no es procedente casar la sentencia recurrida. POR TANTO, de conformidad a las disposiciones legales citadas y Arts. 428 y 429 Pr. C. y 23 Cas., a nombre de la República, la Sala FALLA: 1) Declárase que no ha lugar a casar la sentencia de que se ha hecho mérito, por el motivo Infracción de Ley, Art. 2 Lit. a) Cas., por los submotivos: 1) Error de Derecho en la apreciación de la prueba instrumental, Art. 3 N° 8 Cas., por infracción a los Arts. 1578 C. y 258 Pr. C.; y 2) Violación de Ley, Art. 3 N° 1 Cas., por infracción a los Arts. 1613 Inc. 2° y 10 C.; 2) Condénanse: a) a los doctores JOSÉ LEONEL TOVAR y CARLOS AMILCAR AMAYA, en las costas del recurso, como abogados firmantes del escrito, y b) al señor MANUEL RAFAEL VIEYTEZ MELÉNDEZ o MANUEL RAFAEL VIEYTEZ, a los daños y perjuicios a que hubiere lugar por el recurso; 3) Vuelvan los autos al tribunal de origen, con certificación de esta sentencia, para los efectos de rigor. NOTIFÍQUESE.--------------M. REGALADO------------PERLA J.--------------M. F. VALDIV------- PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN ------ILEGIBLE------------RUBRICADAS. .