SISTEMA PERIÓDICO A mediados del siglo XVII se conocían 13 elementos. Los avances en la química aplicada, a partir de los estudios de Robert Boyle, condujo al descubrimiento de nuevos elementos a partir de la descomposición térmica de sustancias más complejas. A finales del siglo XVIII se conocían 33 elementos, ya mediados del siglo XIX ya eran 55. La progresiva ampliación de la lista de elementos químicos acarreó la necesidad de elaborar alguna clasificación. A esto contribuyó el que se observaban propiedades químicas parecidas para algunos elementos, que había que justificar. Los intentos por lograr esa clasificación se sucedieron y se basaron en disponer los elementos conocidos hasta la fecha en orden de masas atómicas, formando agrupaciones de acuerdo con sus propiedades comunes. En 1817, el químico alemán Johann Dóbereiner dispuso algunos elementos con propiedades químicas similares en grupos de tres. Los denominó tríadas. Pronto se observó que otros elementos conocidos no encajaban en ninguna tríada. En 1864, el químico inglés John Newlands propuso la ley de las octavas. Según esta ley, al ordenar los elementos en orden creciente de masas atómicas, cada elemento presenta propiedades similares al elemento situado ocho puestos antes y ocho puestos después. Rápidamente se vio que esto no siempre se cumplía. Entre 1868 y 1870, el químico ruso Dimitri Mendeleiev y el químico alemán Julius Lothar Meyer, trabajando de manera independiente, idearon una disposición de los elementos en forma de tabla. Las propiedades químicas se repetían periódicamente para todos los elementos situados en la misma columna. Las tablas de Mendeleiev y Lothar Meyer se construyeron respetando el orden de masas atómicas de los elementos. Sin embargo, Mendeleiev intuyó que la repetición periódica de las propiedades era más importante que la secuencia de las masas. Esto le llevó a alterar el orden de algunos elementos y a dejar los huecos de otros, que serían descubiertos en los años venideros. La tabla de Mendeleiev, que incluía 63 elementos, fue el precedente directo de la que utilizamos actualmente. Cuando se descubrió el protón, se propuso disponerlos por orden creciente de números atómicos, consiguiéndose dar una explicación a los cambios realizados por Mendeleiev. La nueva ordenación permitió enunciar la ley periódica: “Las propiedades periódicas de los elementos se repiten periódicamente al disponerlos en orden creciente de sus números atómicos” La tabla periódica actual, contiene 118 elementos, formando filas horizontales y columnas o grupos verticales, pero siempre manteniendo una disposición de los elementos químicos siguiendo el orden creciente de su número atómico Z. Dieciocho familias verticales o grupos, numerados de izquierda a derecha, que se caracterizan porque los elementos químicos que constituyen un mismo grupo familia tienen propiedades semejantes, es decir, forman el mismo tipo de iones, dan lugar compuestos parecidos y participan en los mismos procesos químicos. La distribución de los electrones en el último nivel ocupado es similar para todos. Grupo Símbolos de los elementos químicos del grupo 1 Alcalinos: Li, Na, K, Rb, Cs y Fr 2 Alcalinotérreos: Be, Mg, Ca, Sr, Ba y Ra 3-12 Metales de transición 13 Térreos: B, Al, Ga, In y TI 14 Carbonoideos: C, Si, Ge, Sn y Pb 15 Nitrogenoideos: N, P, As, Sb y Bi 16 Anfígenos: O, S, Se ;Te y Po 17 Halógenos: F, CI, Br, I y At 18 Gases Nobles He, Ne, Ar, Kr, Xe y Rn Siete periodos o filas horizontales, numerados de arriba abajo, La masa atómica va aumentando gradualmente y el tamaño del átomo va disminuyendo. El último nivel ocupado para todos los elementos del mismo periodo es el mismo. En la tabla periódica cada casilla corresponde a un elemento químico diferente. Cada elemento se representa por su símbolo (primera o dos primeras letras de su nombre) y va acompañado de su número atómico y su masa atómica. Puede incluir información adicional: temperatura de fusión y ebullición, radio atómico, configuración electrónica, año del descubrimiento, estado en el que se encuentra en la naturaleza, isótopos… La utilidad de la tabla periódica reside en interpretar correctamente la información que contiene: Los metales se sitúan en parte izquierda de la tabla Los no metales se sitúan en la parte derecha de la tabla A medida que nos desplazamos por un periodo de izquierda a derecha disminuye el carácter metálico.