MUTUA DE ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES DE LA SEGURIDAD SOCIAL Nº 151 Prevención MUJERES EMBARAZADAS. CARGA FÍSICA DE TRABAJO. INTRODUCCIÓN La carga física de trabajo puede influir en la salud de la mujer embarazada. Toda actividad en la que se requiera un esfuerzo físico, se consume energía y aumentan los ritmos cardíacos y respiratorios. Durante el embarazo, el metabolismo basal y el consumo de oxígeno pueden incrementarse en un 20% y un 30%, respectivamente. La consecuencia directa de una carga física excesiva es la fatiga muscular, efecto local o general, reversible después de una recuperación adecuada. Depende de la duración e intensidad del esfuerzo y de la capacidad de la persona en recuperarse el que pueda llegar a producirse una patología osteomuscular. En las mujeres embarazadas, la sobrecarga de peso se centra en la parte anterior del cuerpo, lo que provoca un desplazamiento del centro de masas que, a su vez, se compensa mediante un cambio en la curvatura de la columna vertebral. Este cambio postural puede significar, en muchas ocasiones, que su espalda ya se encuentre dolorida, incluso sin realizar ningún tipo de esfuerzo adicional, como podría suponer, la manipulación manual de cargas. Durante el embarazo hay más dificultad en realizar aquellas actividades cotidianas y habituales como pueden ser subir escaleras, coger cosas del suelo, alcanzar objetos en estanterías, permanecer de pie, manejar cargas, etc, lo que representa, por parte de la mujer trabajadora, la necesidad de adoptar posturas forzadas y/o sobreesfuerzos. Los puestos de trabajo, en principio, no están diseñados para las mujeres embarazadas, por ello, en cuanto al diseño del puesto y la organización del trabajo es necesario tener presente las siguientes recomendaciones: - Adaptar la geometría del puesto a la persona embarazada, en especial, a satisfacer necesidades de espacio que permitan cambios posturales, alcances, alturas del plano de trabajo, etc. Eliminar o reducir aquellas operaciones que impliquen carga física de trabajo tales como el manejo de pesos, posturas forzadas y desplazamientos excesivos. Disminuir tiempos de exposición y aumentar el número de pausas. Permitir que la mujer pueda cambiar de postura con cierta frecuencia. En cuanto a la legislación vigente sobre la protección del embarazo y maternidad, con relación a la carga física de trabajo, la Directiva 92/85/CE, "Relativa a la aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud en el trabajo de la trabajadora embarazada, que haya dado a luz o en periodo de lactancia", cita como actividad que puede producir riesgo de lesiones fetales o provocar riesgo de desprendimiento de la placenta la manipulación manual de cargas pesadas que supongan riesgos en particular dorsolumbares. ASEPEYO. Dirección de Seguridad e Higiene, septiembre de 2005 1 Prevención La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales de 8 de noviembre, en su artículo 26, señala que el empresario tomará las medidas necesarias para evitar la exposición a dicho riesgo, a través de una adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora afectada. Si esta adaptación no resultara posible, o a pesar de tal adaptación las condiciones de un puesto de trabajo pudieran influir negativamente en la salud de la trabajadora embarazada o del feto, y así lo certifique el médico que en el régimen de la Seguridad Social aplicable asista facultativamente a la trabajadora, ésta deberá desempeñar un puesto de trabajo o función diferente y compatible con su estado. En el supuesto de que, aun aplicando las reglas señaladas, no existiese puesto de trabajo o función compatible, la trabajadora podrá ser destinada a un puesto de trabajo no correspondiente a su grupo o categoría equivalente, si bien conservará el derecho al conjunto de retribuciones de su puesto de origen. Las mujeres que se encuentren en este caso y que manejen cargas habitualmente en su puesto de trabajo deberían preferentemente dejar de manejarlas, realizando durante este tiempo otras actividades más livianas. Se tendrá un cuidado especial durante el embarazo y hasta tres meses después del parto. Así mismo, la Norma UNE-EN 1005 de Seguridad en Maquinaria, en su parte segunda, relativa al “Manejo de máquinas y de sus partes Componentes”, en su anexo A informativo, identifica a las mujeres embarazadas como grupo de mayor riesgo de sufrir lesiones osteomusculares, y señala que no es aconsejable que efectúen regularmente levantamientos de cargas superiores a los 5 kg de peso. Para mayor información ver NTP 413 del INSHT. ASEPEYO. Dirección de Seguridad e Higiene www.asepeyo.es www.formacionsh.asepeyo.es 2