DICOTILEDÓNEAS

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CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
ANGIOSPERMAS
Estado de Conservación
Libros Rojos
Otros
DICOTILEDÓNEAS
Or FV Familia
N H Labiatae
E F Labiatae
E
E
E
N
N
E
N
E
E
T
S
S
T
F
T
T
T
T
Lauraceae
Linaceae
Malesherbia
Mimosaceae
Mimosaceae
Monimiaceae
Myrtaceae
Myrtaceae
Myrtaceae
N
E
E
E
T
T
F
F
Myrtaceae
Myrtaceae
Myrtaceae
Myrtaceae
E
E
F
F
Oleaceae
Papilionaceae
E
F
Papilionaceae
N
E
N
T
T
F
Papilionaceae
Papilionaceae
Passifloraceae
E
E
H
H
Phytolaccaceae
Piperaceae
E
N
H
H
Piperaceae
Piperaceae
E
H
Piperaceae
N
N
N
N
N
N
E
S
S
A
T
T
FC
T
Polygalaceae
Polygalaceae
Portulacaceae
Proteaceae
Proteaceae
Rhamnaceae
Rosaceae
Nombre científico
Kurzamra pulchella
Sphacele
chamaedryoides
Cryptocarya alba
Linum ramosissimum
Malesherbia linearifolia
Prosopis chilensis
Prosopis strombulifera
Peumus boldus
Luma apiculata
Luma chequen
Myrceugenia
correifolia
Myrceugenia exsucca
Myrceugenia obtusa
Myrceugenia rufa
Myrcianthes
coquimbensis
Menodora linoides
Anarthrophyllum X
cumingii
Errazurizia
multifoliolata
Geoffroea decorticans
Sophora macrocarpa
Passiflora
pinnatistipula
Anisomeria coriacea
Peperomia
coquimbensis
Peperomia doellii
Peperomia
fernandeziana
Peperomia
nummularioides
Monnina linearifolia
Monnina pterocarpa
Cistanthe salsoloides
Lomatia dentata
Lomatia hirsuta
Discaria nana
Kageneckia
angustifolia
Nombre común
algue, lahuén
peumo
huilli, cebollín
Distribución
III a IV
IV a X
Chile IV
algarrobo
mastuerzo
boldo
Arrayán rojo
chequén
petrillo
IV a IX, R.M.
IV
IV a VI, R.M.
III a VI, R.M.
I, III a VI
IV a X, R.M.
IV a XI, R.M.
IV a X, R.M.
IV a VII
R
petra
rarán
arrayán de hoja roja
lucumillo
IV a XI, R.M.
IV a IX
IV a V
IV
R
P
linacillo
IV
IV a VII, R.M.
V
V
R
II a IV
chañar
mayú
flor de la pasión
I a IV
IV a IX, R.M.
IV a V
R
R
IV a VII, R.M.
IV
II a IV
IV a V, X, JF
IV, X a XI
avellanito
radal
pulpica
I a IV
IV a X
IV a X, R.M.
IV a IX, R.M.
IV a VII, R.M.
V
P
V
IV
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
ANGIOSPERMAS
Estado de Conservación
Libros Rojos
Otros
DICOTILEDÓNEAS
Or
E
E
N
FV
T
T
H
Familia
Rosaceae
Rosaceae
Rubuiaceae
E
H
Rubuiaceae
N
A
E
E
E
E
E
E
N
E
E
E
E
E
E
E
N
N
E
E
E
N
F
F
T
F
A
H
F
H
H
F
A
A
A
H
A
H
SC
SC
A
F
F
T
Sapindaceae
Sapindaceae
Sapotaceae
Saxifragaceae
Scrophulariaceae
Scrophulariaceae
Scrophulariaceae
Scrophulariaceae
Solanaceae
Solanaceae
Solanaceae
Solanaceae
Solanaceae
Solanaceae
Solanaceae
Tropaeolaceae
Umbelliferae
Umbelliferae
Valerianaceae
Verbenaceae
Verbenaceae
Verbenaceae
E
E
N
E
E
A
F
T
F
FT
Vivianiaceae
Vivianiaceae
Winteraceae
Zygophyllaceae
Zygophyllaceae
Nombre científico
Kageneckia oblonga
Quillaja saponaria
Cruckshanksia
macrantha
Cruckshanksia
montiana
Bridgesia incisifolia
Dodonea viscosa
Pouteria splendens
Ribes trilobum
Bartsia chilensis
Calceolaria picta
Monttea chilensis
Ourisia elegans
Jaborosa caulescens
Phrodus microphyllus
Schizanthus candidus
Schizanthus integrifolius
Schizanthus parvulus
Solanum albiflorum
Solanum gaudichaudii
Tropaeolum jilesii
Azorella madreporica
Laretia acaulis
Valeriana aequiloba
Acantholippia trifida
Lippia fragrans
Rhaphithamnus
spinosus
Araeoandra tenuicaulis
Viviania crenata
Drimys winteri
Bulnesia chilensis
Porlieria chilensis
Nombre común
boyén
quilla
rositas del desierto
Distribución
IV a VIII, R.M.
IV a IX, R.M.
III a IV
rositas del desierto
III a IV
II a V, R.M.
III a IV
IV a V
lúcumo
IV-V, VII-IX, R.M.
parrilla, mahul
IV a V
IV
II, IV a V
uvillo
IV, VIII a X
yerba de la postema I a V, VIII, R.M.
III a IV
III a IV
III a IV
IV
IV
IV
IV a V
III a VII, R.M.
yareta
III a VII
llaretilla
IV
IV
II a IV
arrayán macho
IV a XI, R.M.
IV
IV a VI, R.M.
IV a XI, R.M.
cenelo
III a IV
bulnesia
IV a VI, R.M.
guayacán
Chile IV IV
V
rumpiato
Referencias de tabla
Libros Rojos
1a) Benoit, I.L. (Ed) 1989. Libro rojo de la flora
terrestre de Chile. Ministerio de Agricultura,
Corporación Nacional Forestal, Santiago
1b) Espinoza, G., P. Pisani, J. Leal, L. Contreras,
V
V
V
V
R. Abeliuk, B. Richards, R. Pérez, R. Escobar & C.
Soto. 1994. Manual de evaluación de impacto
ambiental. Conceptos y antecedentes básicos.
Comisión Nacional del Medio Ambiente, Santiago.
1c) Muñoz, M., H. Nuñez, J. Yañez (Eds.) 1996. Libro
rojo de los sitios prioritarios para la conservación de
la diversidad biológica en Chile. Ministerio de Agricultura,
Corporación Nacional Forestal, Santiago. 203 pp.
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
Otras contribuciones
(2) Squeo, F.A. 2000. Actualización de la flora
nativa clasificada en categoría de conservación
para la Región de Coquimbo. Informe de
Avance 2. Proyecto CONAF/ Universidad de
La Serena.
(3) Ravenna, P., S. Teillier, J. Macaya, R.
Rodríguez & O. Zöllner. 1998. Categorías
de conservación de las plantas bulbosas
nativas de Chile. Boletín del Museo de Historia
Natural 47: 47-68
(4) Belmonte, E., L. Faúndez, J. Flores, A.
Hoffmann, M. Muñoz & S. Teillier. 1998. Categorías
de conservación de cactáceas nativas de Chile.
Boletín del Museo de Historia Natural 47: 69-89.
(5) Baeza, M., E. Barrera, J. Flores, C.
Ramírez & R. Rodríguez. 1998. Categorías
de conservación de Pteridophyta nativas de
Chile. Boletín del Museo de Historia Natural
47: 23-46
* Las especies en que no aparece el estado de
conservación están actualmente en revisión.
Origen y Clasificación de la Flora Regional
Según el sistema de clasificación de la vegetación
nativa chilena propuesto por Gajardo (1993), en
la IV Región es posible distinguir tres principales
regiones vegetacionales o Ecoregiones, cada
una de ellas está constituida por diferentes
Subregiones, y estas a su vez están formadas
por Formaciones vegetacionales (Tabla 18).
Tabla 18. Clasificación de la vegetación natural de la IV Región de Coquimbo. (% indica el
porcentaje aproximado de la superficie regional ocupado por cada Ecoregión y Formación
vegetacional).
REGIONES Y SUB-REGIONES
FORMACIONES VEGETACIONALES
1. REGION DEL DESIERTO
1.1 Sub-Región del Desierto Costero 1.1.1 Desierto Costero de Huasco
1.2 Sub-Región del Desierto Florido
1.2.1 Desierto Florido de Las Serranías
2. REGION DE LA ESTEPA ALTO-ANDINA
2.1.1 Estepa Alto-andina de la Cordillera
de Doña Ana
2.1.2 Matorral Pre-andino de la Cordillera
2.1 Sub-Región de Los Andes
de Coquimbo
Mediterráneos
2.1.3 Matorral Esclerófilo Andino
2.1.4 Estepa Alto-andina de la Cordillera
de Santiago
3. REGION DEL MATORRAL Y DEL BOSQUE ESCLEROFILO
3.1.1 Matorral Estepario Costero
3.1 Sub-Región del Matorral
3.1.2 Matorral Estepario del Interior
Estepario
3.1.3 Matorral Estepario Boscoso
3.1.4 Matorral Estepario Arborescente
3.2 Sub-Región del Matorral y del
3.2.1 Matorral Espinoso de las Serranías
Bosque Espinoso
Altas Cumbres sin Vegetación
Modificada de Gajardo (1993)
%
13,1
2,8
10,3
40,6
18,4
%
%
%
%
%
10,4 %
6,8 %
5,0 %
45,1 %
11,7 %
19,0 %
6,0 %
4,4 %
4,0%
1,2 %
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
Cada Ecoregión presenta características que le
son propias, tanto por las especies vegetales
que la componen, como por la diversidad de
formas de vida vegetal que albergan, es por ello
que para cada Ecoregión se entrega una
descripción sucinta, basada principalmente en
la Clasificación Natural de Chile propuesta por
Gajardo en 1993.
La Ecoregión del Desierto: se extiende desde
la I Región hasta las cercanías del Río Elqui en
la IV Región y esta compuesta por cuatro
Subregiones; el Desierto Absoluto y el Desierto
Andino, ambos distribuidos hasta la III Región, y
el Desierto Florido y Desierto Costero que abarcan
hasta la IV Región, en donde una pequeña porción
de su vegetación característica se encuentra
representada en las tierras de baja altitud del
extremo norte de la Región.
La Subregión del Desierto Costero se extiende
a lo largo de las laderas costeras de la Cordillera
de la Costa, desde el nivel del mar hasta cerca
de 1500 metros de altitud. Las formas de vida
características son los arbustos leñosos,
espinosos, cactáceas y suculentas (Figura 25).
El desarrollo vegetal esta determinado
principalmente por los aportes de la precipitación
invernal, los que son escasos y altamente
variables en el tiempo, como por el aporte
relacionado con la influencia que ejerce la
neblina costera, especialmente en zonas donde
la Cordillera de la Costa supera los 600 metros
de altura. Este último carácter, ha favorecido el
desarrollo de comunidades vegetales de
marcada insularidad, especialmente en sectores
costeros del Norte de Chile (e.g., Paposo en la
II Región, Parque Nacional Pan de Azúcar en
la III Región) en las que el aporte de agua y
humedad a través de la neblina costera
(camachaca) favorece el desarrollo de
comunidades con una diversidad vegetal mayor
a la esperada para un área de desierto, y con
un notable grado de endemismo.
FIGURA 25
En la IV Región el Desierto Costero se encuentra
representado sólo por la Formación Vegetal
del Desierto Costero de Huasco, la que a nivel
regional tiene una baja representación, y se
encuentra distribuida casi exclusivamente en la
comuna de La Higuera (ca. del 82% de la
formación), con una pequeña intrusión en la
zona interior de la comuna de La Serena (Figura
24). Lo interesante de la formación es su
carácter ecotonal, esto es debido a que reúne
especies típicas del desierto por constituir el
límite sur de su distribución en Chile y además
incluye especies de zonas más húmedas, las
que aquí inician su rango de distribución. Esto
genera una alta diversidad de formas de vida y
especies vegetales, siendo algunas de las más
características el palo negro (Heliotrophium
stenophyllum), churco (Oxalis gigantea),
chamiza (Bahia ambrosioides), tunilla (Opuntia
miquelii), pichanilla (Guterrezia resinosa), rabo
de zorro (Ophryosporus triangularis), terciopelo
(Argylia radiata), oreja de zorro (Aristolochia
chilensis), amancay (Balbisia peduncularis),
copao (Eulychnia acida).
La Subregión del Desierto Florido se extiende
desde el Valle del Río Copiapó hasta el sur de La
Serena, siendo destacable su carácter esporádico,
ya que dicha formación sólo se desarrolla después
de años de precipitaciones inusualmente
abundantes, ligadas principalmente a eventos EL
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
NIÑO. De este modo, en años en que la
precipitación es abundante ocurre la “explosión”
vegetal conocida como Desierto Florido, que
presenta su máximo esplendor en las zonas de
las llanuras arenosas entre Vallenar y Copiapó
(Formación Vegetal del Desierto Florido de
Los Llanos, especialmente en los Llanos de
Challe). En la IV Región, parte de esta vegetación
es posible encontrarla en la Formación del
Desierto Florido de Las Serranías (Figura 26),
ampliamente distribuido en las tierras interiores
de la porción norte de la Región, extendiéndose
hasta las proximidades de la ciudad de Vicuña.
Tan peculiar formación alberga una
sorprendentemente y esporádica diversidad
florística en áreas de matorrales.
Desgraciadamente y como ha ocurrido en otras
áreas de Chile, las áreas de matorrales han estado
históricamente sometidas a una fuerte intervención
humana, especialmente por sobrepastoreo caprino
y extracción vegetal con fines dendroenergéticos.
Un nuevo factor que perjudica el desarrollo vegetal
de esta Subregión lo constituye el corte de las
flores, ya que tras esta actitud reside un elemento
de alteración inusitado, ya que toda la belleza y
diversidad de plantas observables en el Desierto
Florido depende de las semillas que se encuentran
albergadas en el suelo y de las que se producirán
después de la floración, por ello que el corte de
éstas impide el posterior desarrollo de semillas,
o la dispersión de estas a sitios favorables para
su desarrollo.
FIGURA 26
Algunas de las especies características del
Desierto Florido de las Serranías son la
algarrobilla (Balsamocarpun brevifolium),
retamilla (Caesalpinia angulata), coronilla del
fraile (Encelia tomentosa), carbonillo (Cordia
decandra), chapín (Opuntia ovata), retamo de
cerro (Bulnesia chilensis), palo negro
(Heliotropium stenophyllum), lirios (Alstroemeria
spp.), calandrinias (Calandrinia spp.), suspiro
(Nolana paradoxa) y añañuca (Hippeastrum
ananuca).
La Ecoregión de la Estepa Alto-Andina:
Se distribuye a lo largo de los terrenos áridos
de la Cordillera de Los Andes desde la I a
la VII Región, extendiéndose altitudinalmente
hasta el límite superior de la vegetación
vascular (ca. 4500 m). Al encontrarse
inmersa en este fuerte gradiente climático
altitudinal, la actividad biológica es afectada
principalmente por el clima y el relieve,
siendo las formas de vida dominantes las
plantas en cojín, llamadas comúnmente
llaretas, los pastos duros o coirones, los
arbustos bajos de poco follaje o tolas y
ocasionalmente algunas especies de hierbas
anuales.
La presión antrópica que se ha ejercido
sobre esta Ecoregión a nivel regional es de
antigua data, incluyéndose el desarrollo
histórico de la minería y sus efectos sobre
la superficie ocupada por la vegetación
(alteración del relieve y ecosistemas), aire
(especialmente por contaminación
atmosférica y acústica), aguas (alteración
de aguas superficiales, subterráneas, de
calidad y cantidad), el desarrollo de la
práctica de la transhumancia, especialmente
a sectores andinos (sobre las vegas) y las
actividades que incluyen la utilización de
algunas especies con fines energéticos,
comerciales y en menor grado la extracción
con fines medicinales.
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
FIGURA 27
Estos antecedentes deben necesariamente ser
analizados, desde la óptica del uso de los
recursos vegetales, de cada área geográfica en
particular, pensando en las consideraciones de
uso futuro para cada formación en los distintos
niveles que impone la división políticoadministrativa regional.
En términos generales la Estepa Alto-Andina
comprende a la Subregión del Altiplano y la
Puna, restringida a las altiplanicies de la I, II y III
Región y la Subregión de Los Andes
Mediterráneos distribuida desde el sur de la III
Región hasta la VII Región y se caracteriza por
desarrollarse en un relieve marcadamente
montañoso y por el régimen de precipitaciones
invernal, a diferencia del régimen estival del
Altiplano.
Además las formaciones vegetacionales que la
componen son y que se encuentran en la IV
Región son la Estepa Alto-andina de la Cordillera
de Doña Ana, El Matorral Pre-andino de la
Cordillera de Coquimbo, el Matorral Esclerófilo
Andino y la Estepa Alto-andina de la Cordillera
de Santiago, y en total ocupan cerca del 40%
de la superficie regional (Tabla 18).
La formación mejor representada en términos de
la superficie regional es la Estepa Alto-andina
de la Cordillera de Doña Ana, que ocupa un
18% de la superficie regional y corresponde a una
formación distribuida en las áreas de mayor altitud
de Los Andes, desde el sur de la III Región hasta
la comuna de Combarbalalá en la IV Región (Tabla
18, Figura 24). A nivel comunal, el 58% de la
superficie de la comuna de Vicuña, corresponde
a la Estepa Alto-andina de la Cordillera de Doña
Ana y coincidentemente, el 58% del la superficie
total de la formación se encuentra en dicha
comuna. Esto es tremendamente interesante ya
que destaca la importancia de dicha formación a
ese nivel administrativo, y plantea interrogantes
referentes a su uso futuro y el impacto que esto
pueda originar.
FIGURA 28
En términos de la diversidad vegetal de la formación
(Figura 28), los principales componentes son el
coirón amargo (Stipa chrysophylla), llareta (Azorella
madreporica), adesmias (Adesmia spp.), malvilla
(Cristaria andicola), pichi romero (Fabiana imbricata),
pingopingo (Ephedra andina), quinchamali
(Gayophytum humile), paquial (Oxychloe andina)
y el coirón de vega (Patosia andina) junto con
junquillo (Juncus balticus), que son las especies
que forman las vegas; comunidades en las que
debido a su alto valor forrajero ocurren la veranadas,
que consisten en la alimentación en verano del
ganado con pastos de la alta cordillera, ya que la
vegetación forrajera de las tierras bajas se encuentra
seca producto del calor y falta de agua. El traslado
de los animales desde las tierras bajas hacia la
zona cordillerana ha generado la actividad
económica de la transhumancia.
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
La Formación del Matorral Pre-andino de la
Cordillera de Coquimbo, se ubica en una
posición intermedia entre la Estepa de la
Cordillera de Doña Ana, el Matorral Estepario
Interior y en su porción más meridional con el
Matorral Andino Esclerófilo.
A pesar de tener una baja representación en
la superficie regional (10,4%), concentrándose
en la comuna de Monte Patria la mayor
superficie de la formación (42%), seguido por
la comuna de Río Hurtado (19%).Las
principales especies vegetales presentes en
esta formación son arbustos bajos y
matorrales, como el pichi romero (Fabiana
imbricata), pingopingo (Ephedra andina),
adesmias (Adesmia spp.), coirón (Stipa
pogonathera), chuquiraga (Chuquiraga
oppositifolia), chilquila (Baccharis confertifolia).
La Formación Vegetal del Matorral
Esclerófilo Andino, se distribuye desde las
cercanías de Combarbalá en la IV Región
hasta los alrededores de San Fernando en
la VI Región (Figura 24). Esta formación tiene
una representación a nivel regional cercana
al 7% (Tabla 18), encontrándose restringida
principalmente a las comunas de Salamanca,
Illapel, Combarbalá y con una menor
representación a la comuna de Canela.
Muchas de las especies vegetales que la
componen son comunes con otras
formaciones de la Ecoregión contándose con
el frangel (Kageneckia angustifolia), guindillo
(Guindilia trinervis), hierba del chivato
(Haploppapus canescens), romerillo
(Baccharis linearis), chagual (Puya
bertoriana), maitén (Maytenus boaria), quillay
(Quillaja saponaria), pichi romero (Fabiana
imbricata), pingopingo (Ephedra andina), y
en la porción de mayor altitud la chuquiraga
(Chuquiraga oppositifolia) y llareta (Azorella
madreporica), como sus componentes
vegetacionales más conspicuos.
Finalmente, la Estepa Alto-andina de la
Cordillera de Santiago al igual que el Matorral
Esclerófilo Andino comienza su distribución en
la porción sur de la IV Región, esto genera que
varias especies vegetales propias de otras
formaciones están incluidas en ellas, así como
especies vegetacionales de condiciones más
mésicas. Respecto de la representación a nivel
regional, es interesante destacar que el 53% de
la Estepa de la Cordillera de Santiago y cerca del
60% del Matorral Esclerofilo Andino, se encuentra
en la comuna de Salamanca y una buena parte
en Illapel, comunas del sur de la Región.
En todo su rango, la formación vegetal de la
Cordillera de Santiago recorre la porción de la
alta cordillera hasta el límite superior de la
vegetación vascular, y entre las principales
especies que en ella se encuentran se incluye
la llareta (Azorella madreporica) y la llaretilla
(Laretia acaulis), neneo (Mulinum spinosum),
chuquiraga (Chuquiraga oppositifolia), guindillo
(Guindilia trinervis), coirón amargo (Stipa
chrysophylla), adesmia (Adesmia gayana),
coirón (Festuca acanthophylla), junquillo (Juncus
balticus), coirón de vega (Patosia clandestina)
y paquial (Oxychloe andina).
La Ecoregión del Matorral y del Bosque
Esclerófilo: Es una región ecológica propia
de la zona central de Chile, y como
consecuencia de su distribución a través del
clima de tipo mediterráneo, alberga formas de
vida que van desde los arbustos bajos
xerófitos y suculentas propios de zonas más
secas, hasta el predominio de árboles y
arbustos esclerófilos en las porciones más
húmedas. En Chile, los grandes núcleos
poblados se encuentran distribuidos en la
zona central, debido principalmente a lo
benévolo del clima y a las características del
relieve, que permiten el desarrollo extensivo
de la agricultura. La presencia de estos
asentamientos humanos, la elevada población
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
que albergan y las actividades ligadas han
generado históricamente una alteración a la
vegetación original del matorral, lo que ha
generado que las actuales comunidades
vegetales se encuentren fuertemente
modificadas, a tal punto que hoy en día se
presenta un complejo mosaico de
comunidades vegetales naturales y artificiales.
mientras que en las áreas continentales
presencia de ríos y cursos menores de agua.
En La IV Región de Chile, la Ecoregión de los
Matorrales y Bosque Esclerófilo es la más
extensa y ampliamente distribuida, ocupa el
45% de la superficie regional (Tabla 18) y
coincidentemente con lo que ocurre en el resto
del país, en ella se encuentran los principales
centros urbanos (Coquimbo, La Serena,
Ovalle, Illapel), lo que ha favorecido el
deterioro de la Ecoregión en vías que van
desde el cambio en el uso del suelo, laboreo
de la tierra con desmonte de la vegetación,
manejo inadecuado del ganado y explotación
por sobrepastoreo, extracción con fines
dendroenergéticos de la vegetación arbórea
y arbustiva original.
La Formación del Matorral Estepario
Costero alberga los grandes centros urbanos
regionales de Coquimbo y La Serena con una
población estimada de 250.000 habitantes.
Un análisis de la representatividad de cada
formación muestra que cerca del 99,5 % de
la superficie de la comuna de Coquimbo
corresponde al Matorral Estepario Costero, el
que sostiene una población total cercana a
los 143.000 habitantes, con un 8%
correspondiente a población rural (SERPLAC,
1998). En este mismo análisis es interesante
destacar que ocho capitales comunales (áreas
de mayor concentración poblacional) se
encuentran en la Formación del Matorral
Estepario Interior (Vicuña, Andacollo, Río
Hurtado, Ovalle, Monte Patria, Punitaqui,
Combarbalá, Illapel) lo cual refleja la
importancia relativa que adquiere cada región
vegetacional y cada una de sus formaciones
constituyentes, en la organización y
planificación del uso de los recursos naturales.
De acuerdo a la forma de vida dominante es
posible distinguir tres Subregiones; la
Subregión del Matorral Estepario, la
Subregión del Matorral y del Bosque Espinoso
y la Subregión del Bosque Esclerófilo, esta
última ausente en la IV Región ya que es
más típica de la zona centro-sur del país
(Tabla 18).
La Subregión del Matorral Estepario es sin
duda la más importante de la Ecoregión.
Ubicada en una zona de mayor influencia de
la precipitación invernal, las que a pesar de
su escasez e irregularidad generan un medio
con mayor desarrollo vegetal, siendo los
arbusto bajos de hojas duras, a menudo
espinosos las formas de vida dominantes.
Climáticamente en las zonas costeras es
destacado el efecto de la influencia marina,
Las cuatro formaciones vegetacionales del
Matorral Estepario son el Matorral Estepario
Costero, Matorral Estapario Interior, Matorral
Estepario Boscoso y Matorral Estepario
Arborescente.
La presencia frecuente de neblina costera y la
marcada influencia marítima, permiten el
desarrollo de las comunidades vegetales que
caracterizan al Matorral Costero, ubicadas
principalmente sobre terrazas litorales y en las
laderas con exposición oceánica de la Cordillera
de la Costa. La forma de vida dominante la
constituyen los arbustos bajos de hoja duras,
aunque en años de precipitaciones inusualmente
abundante, ligadas al fenómeno de EL NIÑO,
se desarrollo un estrato herbáceo ampliamente
distribuida.
CONAMA
Capítulo VII: Flora • Cuarta Región de Coquimbo
FIGURA 29
especies vegetales características son de tipo
xeromórfico con arbustos bajos y suculentas.
En términos de su representatividad,
corresponde a la formación de mayor superficie
(19%), constituyéndose en la primera formación
vegetal en importancia biológica (relacionada
con los recursos), además con una relevante
importancia a nivel político-administrativo.
Algunas especies vegetales características y
ampliamente distribuidas en el Matorral Costero
son el palhuén (Adesmia microphylla) y la
alcaparra (Senna cumingii), especialmente en
zonas de sustratos arenosos, el palo negro
(Heliotropium stenophyllum) y palo blanco
(Fuchsia lycioides) típicamente en terrazas
litorales, el lucumillo (Myrcianthes coquimbensis)
(Figura 29) y el copao (Eulychnia acida),
especies cuya distribución es casi
exclusivamente en zonas de roqueríos y laderas
expuestas directamente al océano. Otras
especies importantes de esta formación son la
chamiza (Bahia ambrosioides), incienso
(Flourensia thurifera), bailahuén (Haplopappus
angustifolius), chagual (Puya chilensis),
guayacán (Porlieria chilensis), huañil (Proustia
cuneifolia), cola de ratón (Pleocarphus
revolutus), suspiro (Nolana paradoxa), pasto
largo (Bromus berterianus), copao (Eulychnia
acida) y el alfilerillo (Erodium cicutarium),
especie introducida en Chile.
La Formación vegetacional del Matorral
Estepario Interior se ubica en las zonas de llanos
y serranías en la porción interior de la IV Región,
llegando a tener en algunas áreas una
importante intrusión altitudinal, especialmente
en las cercanía de Paihuano (Figura 24). Debido
a su marcado carácter de continentalidad, las
Las actividades humanas que se han
desarrollado históricamente en la formación han
generado un acentuado deterioro de la
vegetación natural, fundamentalmente por el
cambio en el uso del suelo, destinándose
extensas para desarrollo habitacional y uso
agrícola, introducción de especies vegetales y
animales (e.g., ganado), especialmente caprinos
y uso de la vegetación con fines energéticos.
FIGURA 30
Las especies vegetales se encuentran ocupando
diferentes sectores dentro de la formación
(Figura 30), siendo característico en laderas de
cerros rocosos el incienso (Flourensia thurifera),
y el palo negro (Heliotropium stenophyllum), en
laderas de exposición ecuatorial el rumpiato
(Bridgesia incisaefolia), palhuén (Adesmia
microphylla), carbonillo (Cordia decandra) y las
cactáceas illave (Trichocereus coquimbana) y
chapín (Opuntia ovata). Una mayor distribución
tienen las especies típicas del matorral; colliguay
(Colliguaja odorifera), el “mítico” litre (Lithraea
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caustica) y en menor abundancia el espino
(Acacia caven), algarrobo (Prosopis chilensis)
y huingán (Shinus polygamus).
En zonas de planicies y áreas de cultivo
abandonadas son comunes la pichanilla (Guterrezia
resinosa), el pasto salado (Atriplex semibaccata),
la cola de ratón (Pleocarphus revolutus) y la brea
(Pluchea absinthioides), esta última especie es
una maleza de amplia distribución en Chile, siendo
encontrada en sectores de cultivo, zonas de
ocupación humana, al borde de caminos y en
diversas formaciones vegetales, incluidas las de
la Ecoregión del Desierto. Las especies herbáceas
incluyen principalmente al alfilerillo (Erodium
moschatum y Erodium cicutarium).
La Formación del Matorral Estepario Boscoso
corresponde a una formación vegetal costera,
en la cual se desarrolla un matorral heterogéneo
con una cubierta de hierbas anuales. En cuencas
protegidas y laderas de exposición sur
(caracterizadas por suelos más desarrollados,
menor radiación solar y mayor humedad), se
encuentran bosques de reducida extensión pero
alta riqueza vegetal.
Las especies características de esta formación
se encuentran principalmente en terrazas
litorales, incluidas el lilén (Azara celastrina),
molle (Shinus latifolius), vautro (Baccharis
concava), salvia macho (Aristeguietia salvia).
En roqueríos cercanos a la costa se encuentran
la chamiza (Bahia ambrosioides) y el chagual
(Puya chilensis). En lechos de ríos y quebradas
es típico el litre (Lithraea caustica) y el guayacán
(Porlieria chilensis), mientras que en zonas de
cultivos abandonados es común encontrar al
alfilerillo (Erodium cicutarium) y Adesmia
(Adesmia tenella). En diversas áreas costeras
de la formación es abundante la grama salada
(Distichlis spicata), especie considerada maleza,
la cual se encuentra ampliamente distribuida
en otras Ecoregiones de Chile.
FIGURA 31
Una comunidad de marcada particularidad se
presenta en el Parque Nacional Bosque Fray
Jorge (Figura 31) y los Altos de Talinay, en donde
aún persisten comunidades vegetales relictuales,
típicas representantes del Bosque Laurifolio
Valdiviano, es decir, las particulares condiciones
geológicas y climáticas, que se desarrollan en
la cima de los cerros de la Cordillera de La Costa,
especialmente el aporte de agua a través de la
neblina costera, han permitido la permanencia
de especies vegetales que actualmente están
restringidas al Sur de Chile.
El Parque Nacional Bosque Fray Jorge fue creado
el año 1941 como una estrategia para preservar
los particulares ecosistemas locales,
posteriormente en 1977 este Parque Nacional
fue declarado por la UNESCO como Reserva de
la Biosfera, lo cual significa que es un patrimonio
de la Humanidad, por constituir una zona que
alberga ecosistemas únicos en el planeta, los
que son necesarios conservar. (véase Plan de
Manejo Parque Nacional Bosque Fray Jorge).
Actualmente esta formidable comunidad, debido
a su alto grado de fragmentación (por efectos
naturales y antrópicos) presenta claras
evidencias de deterioro, las que podrían, en
algunos años más provocar su desaparición.
Las especies que constituyen los bosquetes
de olivillos (Aextoxicon punctatum), se
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encuentran asociados con palmilla (Blechum
auriculatum), petrillo (Myrceugenia
correaefolia), arrayán macho (Rhaphithamus
spinosus), canelo (Drimys winteri), congonilla
(Peperomia coquimbensis), chin chin (Azara
microphylla), botellita (Mitraria coccinea) y
yelmo (Griselinia scandens) entre las más
representativas. La matriz que rodea estos
bosquetes está constituida por la asociación
vegetal de vautro (Baccharis concava) y
zarzaparrilla (Ribes punctatum).
El Parque Nacional Bosque Fray Jorge debe
su nombre a la existencia de bosquetes
relictuales en las cumbres de los cerros, sin
embargo, es necesario señalar que gran parte
de la superficie de este Parque corresponde
a la formación del Matorral Estepario Costero,
la que aquí se desarrolla en condiciones
naturales, con bajas señas de alteración
antrópica. Esta condición, quizás
desconocida, ofrece la oportunidad de estudio
de los elementos biológicos típicos del
matorral estepario chileno, así como de los
procesos ecosistémicos característicos de la
zona semiárida de Chile.
La Formación del Matorral Estepario
Arborescente
Un cambio gradual hacia condiciones
climáticas más mésicas ocurre en la porción
sur de la Región, especialmente, la mayor
regularidad de las precipitaciones. Tal cambio
favorece un aumento del componente subarbóreo y arbóreo de la vegetación, siendo
posible aún en algunas áreas observar
matorrales bajos y hierbas anuales, especies
más típicas de condiciones xéricas.
Las especies arbóreas están representadas
principalmente por el peumo (Cryptocarya
alba), quillay (Quillaja saponaria), litre
(Lithraea caustica), lilén (Azara celastrina)
y boldo (Peumus boldus), junto con los
arbustos de molle (Schinus latifolius) y
mitique (Podanthus mitiqui). En áreas de
acantilados costeros son comunes el palo
colorado (Pouteria splendens) y la salvia
dulce (Sphacele salviae). En zonas
protegidas, particularmente junto a cursos
de agua permanente, se encuentra una
formación de canelo (Drimys winteri) y
chequén (Luma chequen), (Figura 15e, pág.
58), mientras que en áreas muy localizadas,
especialmente en la Cordillera de la Costa,
se encuentra la palma chilena (Jubaea
chilensis). En sectores interiores y
roqueríos litorales es característico el
incienso (Flourensia thurifera), quilo
(Muehlenbeckia hastulata), cacho de cabra
(Haplopappus spp.), quisquito (Neoporteria
chilensis), suspiro (Nolana paradoxa),
chagual (Puya chilensis), chamiza (Bahia
ambrosioides) y lirio de campo
(Alstroemeria pelegrina). Debido a la
presencia de asentamientos humano en la
formación, son especies comunes de zonas
intervenidas y de áreas de cultivos
abandonados, la avenilla (Avena barbata),
alfilerillo (Erodium botrys, Erodium
cicutarium) y adesmia (Adesmia tenella),
coironcillo (Piptochaetium montevidense).
La Subregión del Matorral y del Bosque
Espinoso consta de cinco formaciones
vegetacionales, encontrándose en la IV
Región distribuida sólo la Formación del
Matorral Espinoso de las Serranías, la que
se ubica entre el Matoral Estepario
Arborescente y el Matorral Andino Esclerófilo
(Figura 24). Los arbustos espinosos
corresponden a la forma de vida dominante,
contándose además con la presencia de
algunas especies suculentas y caducifolias
de verano. La representación a nivel regional
de la formación es del 4%, estando bien
representado en la comuna.
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FIGURA 32
El algarrobo (Prosopis chilensis) y el huingán
(Shinus polygamus); especies características
del Matorral Estepario en esta formación se
encuentran en áreas muy localizadas. Más
abundante y ampliamente distribuida es el
espino (Acacia caven) e incienso (Flourensia
thurifera), característico de zonas de llanos y
sectores intervenidos (Figura 32). Especies más
abundantes son el pasto sereno (Atriplex
repanda), chañar (Geoffroea decorticans), quilo
(Muehlenbeckia hastulata), brea (Pluchea
absinthioides), rumpiato (Bridgesia incisaefolia),
palo negro (Heliotropium stenophyllum),
colliguay (Colliguaja odorífera), quillay (Quillaja
saponaria), guayacán (Porlieria chilensis),
maitén (Maytenus boaria), chagual (Puya
berteroniana), quisco (Trichocereus chilensis)
y pichanilla (Guterrezia resinosa) y pasto salado
(Atriplex semibaccata), este último propio de
áreas de post-cultivos.
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