Marco conceptual para el facilitador

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MARCO CONCEPTUAL PARA EL FACILITADOR
Competencia específica: Implementar un proyecto
En este documento se presentan los conceptos mínimos que debe manejar el
facilitador o facilitadora para desarrollar las actividades y compartirlas con los
estudiantes.
Actividad 1: Del dicho al hecho…hay mucho trecho
Si hiciéramos una encuesta sobre el significado del concepto “proyecto”, nos encontraríamos
con miles de definiciones distintas. Sin embargo, entre esta inmensidad de proposiciones es
factible encontrar algunos elementos comunes: el plan de acción y la gestión para
operacionalizarlo.
Se dice que en esencia un plan de acción no es más que un conjunto de tareas y acciones
interrelacionadas, cuyo propósito último es alcanzar un objetivo; en otras palabras, nos habla
de qué debemos hacer para lograr la meta, qué caminos se deben seguir a la hora de querer
llevar a la práctica una idea para solucionar un problema. Por ejemplo, en un plan de acción se
definen las tareas, los recursos, los posibles obstáculos y se propone un período de tiempo en
que es posible llevarlo a cabo.
No obstante, para alcanzar un objetivo no basta sólo con tener un plan de acción. Es necesario
también saber cómo implementar las tareas ahí descritas. El proceso donde se coordinan
estas tareas, los recursos, las personas y sus esfuerzos se conoce como gestión, y es
fundamental a la hora de implementar un proyecto. Por ejemplo, al gestionar un proyecto es
necesario operacionalizar cada tarea, es decir, definir el paso a paso o el modo en que vamos
a conseguirla.
Desde esta perspectiva, la gestión es una herramienta vital, pues permite que la
implementación de un proyecto se realice con eficiencia.
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Actividad 2: El caso de las Pizzas Donatello
Si deseamos alcanzar los logros propuestos al implementar un proyecto, es necesario hacer
permanentemente un seguimiento al estado de las diferentes actividades. Esta etapa de
control que se hace sobre la marcha del plan se denomina “monitoreo”, y sus objetivos son:
Verificar que lo planificado se esté cumpliendo. ¿Se están realizando las acciones
previstas?, ¿qué dificultades han surgido?, ¿qué logros se han alcanzado?
Comparar los resultados logrados con las metas propuestas, para lo cual se
establecen “indicadores de control”.
Recoger la información necesaria para corregir los problemas que puedan surgir en
la implementación.
El plan de monitoreo de un proyecto debe ser abordado a través de las siguientes etapas:
1. Establecer indicadores de control: ¿Qué hay que mirar, observar o medir para saber si el
plan va bien? Todas las actividades de un proyecto pueden medirse, si se identifican las
señales que indican si se está en el sentido correcto o incorrecto. Estas señales se
conocen como indicadores, y son los que –al ser controlados– proporcionan información
sobre la situación en un momento determinado. Por ejemplo, la temperatura (indicador) da
cuenta de la salud de un enfermo; las calificaciones (indicadores) del desempeño
académico de un alumno.
Las metas y objetivos del plan que se está implementando indican qué se debe monitorear.
Por ejemplo, si se quiere monitorear los plazos de entrega de un producto o servicio, un
indicador podría ser una fecha precisa o un período de tiempo que se haya establecido
anteriormente en la carta Gantt.
2. Medir y comparar con los indicadores: ¿Cómo se mide? Existen diferentes métodos e
instrumentos para medir el estado de avance de los indicadores de un proyecto, desde la
simple observación y el registro de los datos hasta el uso de programas computacionales.
Por ejemplo, se puede observar la carta Gantt del proyecto para medir el avance y
constatar si estamos dentro de los plazos comprometidos.
3. Corregir de acuerdo a los indicadores: ¿Cómo enfrento las falencias, problemas o
desviaciones resultantes? Cuando medimos un determinado indicador y lo comparamos
con nuestra meta, el resultado puede ser mejor, peor o igual a lo planificado. A partir de la
información que nos da el control del avance, se puede optar por una de las siguientes dos
decisiones y aplicar las estrategias correctivas cuando corresponda:
Corregir la desviación, enfrentando las causas que la originaron o
Cambiar los indicadores, ya que pueden estar mal definidos.
Siguiendo con nuestro ejemplo, si al comparar la fecha actual con la fecha planificada en la
carta Gantt del proyecto el resultado indica que hay un atraso en la entrega, habrá que tomar
una de las dos decisiones arriba mencionadas.
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