Estudio de Trastornos del Sueño en Colombia En el grupo de trastornos del sueño la apnea obstructiva del sueño (AOS), o síndrome de apnea-hipoapnea obstructiva del sueño (SAHOS) es la más frecuente. En los países desarrollados hace más de 30 años se vienen haciendo grandes esfuerzos en salud pública para determinar la prevalencia de AOS que ocasiona una alta tasa de mortalidad por accidentes de tránsito y una gran pérdida en la productividad debido a inasistencias laborales. Existe una fuerte evidencia en la literatura del alto porcentaje de pacientes con trastornos del sueño que no son diagnosticados, esto ocasiona un incremento en la morbi-mortalidad de otras enfermedades. En adultos las complicaciones por AOS no diagnosticado incluyen enfermedad cardiovascular, enfermedades neurológicas, mentales y metabólicas. En niños la situación es igualmente preocupante porque la AOS no tratada puede provocar un retardo en el desarrollo físico y cognitivo, hipertensión pulmonar y enfermedad cardiovascular en la vida adulta. Esta enfermedad es frecuentemente sub-diagnosticada porque los síntomas no se reconocen o se confunden con otras alteraciones, por ejemplo la hiperactividad y el déficit de atención en niños. La prevalencia de AOS en niños oscila entre el 1 y 3%, en adultos de mediana edad varía entre el 2 y el 4% (Aproximadamente 15 millones de adultos americanos tienen AOS), y aumenta a un 11% en individuos de la tercera edad. Se estima que el costo anual para el tratamiento de AOS o sus secuelas, en Estados Unidos es mayor de 48 millones de dólares al año, y en Nueva Zelanda llega a ser de más de 40 millones anuales, representados en costos médicos, no médicos y costos indirectos. En Colombia se desconoce el comportamiento socioeconómico para esta enfermedad, por esta razón la Pontificia Universidad Javeriana, el Hospital Universitario San Ignacio y el Instituto del Corazón de Bucaramanga y Bogotá vienen adelantando un programa de investigación, financiado por Colciencias, para conocer la prevalencia, las causas y las características operativas para mejorar el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. El desarrollo de las investigaciones planteadas en este programa de trastornos del sueño en la población infantil y en la población adulta, permitirá implementar acciones y políticas públicas para la promoción de la salud y para la prevención y atención de la enfermedad cardiovascular. Dentro de las estrategias planteadas por los investigadores que desarrollan este programa está la aplicación de encuestas y cuestionarios en la población infantil y adulta de las ciudades de Bogotá, Bucaramanga y Santa Marta. Si al aplicar un cuestionario a las personas se detecta que pueden tener trastornos importantes en el sueño se les invita para hacerles exámenes especializados, sin ningún costo, que evalúan la calidad del sueño, los problemas en las vías aéreas y otros exámenes. Roncar puede ser útil. Si usted ronca, esto puede servir para identificar que usted puede tener una alteración en el sueño que aumenta el riesgo de tener la presión alta, el riesgo de tener infartos cerebrales, infartos en el corazón, pérdida de la memoria, cansancio y falta de concentración. ¿Y en los niños? Encontrar problemas en el sueño en los niños puede traducirse en tratamientos que mejoren el rendimiento en los estudios, o que disminuyan su irritabilidad, mejoren su concentración, incluso que dejen de mojar la cama... Diagnosticar a tiempo puede ayudarles mucho. La alteración más frecuente del sueño es la apnea obstructiva del sueño (AOS). Desde hace más de 30 años se han hecho grandes esfuerzos para encontrarla y controlarla, ya es causa de enfermedades, faltas al trabajo y muertes, entre otras razones por infartos en el corazón, en el cerebro y por accidentes de tránsito. Se sabe que hay muchas personas que sufren esa enfermedad pero no han sido diagnosticados. Esto debe corregirse, porque encontrar la enfermedad permite encontrar soluciones y evitar las complicaciones más frecuentes, que son infartos y daño en el corazón, en el cerebro y enfermedades como hipertensión y otras. En los niños también causa problemas y enfermedades, como retardo en el desarrollo físico y en capacidades intelectuales, alteraciones en la atención y bajo rendimiento escolar. Con mucha frecuencia no se diagnostica a estos niños, y a menudo se confunden esta enfermedad y la hiperactividad o el déficit de atención. También facilita que haya más enfermedades del corazón y cerebro en la vida adulta. La frecuencia de AOS está entre 1 y 3 de cada 100 niños, y entre 2 y 4 de cada 100 adultos. En personas mayores de 65 años la frecuencia aumenta a 1 de cada 10 personas. Esta enfermedad tiene no sólo consecuencias negativas para la salud de las personas sino enormes costos (más de 50 millones de dólares al año solamente en Estados Unidos). No conocemos la frecuencia de la enfermedad para Colombia, ni las variaciones según factores como edad, hábitos de vida, estratos de vivienda, por lo que a Pontificia Universidad Javeriana, el Hospital Universitario San Ignacio y el Instituto del Corazón de Bucaramanga y Bogotá vienen adelantando un programa de investigación, financiado por Colciencias, para conocer la frecuencia de la enfermedad, los factores que la favorecen y cuánto sirven las pruebas diagnósticas que se usan corrientemente para buscarla. Los resultados de este programa de investigación permitirán conocer la frecuencia del problema, los factores más importantes asociados con su aparición y cuáles son las mejores pruebas para el diagnóstico. Con estos datos se podrán ofrecer programas para mejorar el diagnóstico, para mejorar la prevención de la AOS y para intervenir tempranamente en las personas que la tengan, y así evitar sus complicaciones y muerte. Para el estudio, es necesario hacer encuestas y aplicar cuestionarios especializados tanto en niños como en adultos, en las ciudades en las que se hará el estudio, Bogotá, Bucaramanga y Santa Marta. Los resultados de los exámenes permitirán identificar a personas que puedan tener la enfermedad, y a ellas se las invitará para hacer unos exámenes especializados, que no tendrán ningún costo y que permitirán evaluar problemas en la calidad del sueño, en la boca, garganta y áreas cercanas, así como problemas en la mandíbulas, además de otros chequeos de salud. Si usted es elegido, tendrá la fortuna de que se le hará, sin ningún costo, un muy completo chequeo que incluye un examen de sueño (puede traer su piyama y su osito favorito al lugar en el que se practicará el examen), un escanograma de cuello (TAC), un examen especializado por un odontólogo y un examen por un otorrinolaringólogo, además de una completa evaluación de riesgo. Su colaboración para esta investigación será útil para toda la población, porque los resultados pueden servir a la población en general. Y serán también útiles para usted, ya que recibirá una completa evaluación con recomendaciones. Si alguien toca a su puerta para invitarlo a participar en el estudio... déle una oportunidad a su salud.