385299. . Sala Auxiliar. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo CXVII, Pág. 494. LIBROS DE LOS COMERCIANTES, VALOR PROBATORIO DE LOS. Si los documentos presentados como prueba por la actora, son deducidos de sus libros de contabilidad, aun admitiendo que fueran expedidos por funcionarios públicos, por tener tal carácter los empleados de los ferrocarriles en la época de su expedición, harían prueba plena para demostrar que los datos contenidos en ellos eran los mismos que aparecían en los libros de contabilidad de donde fueron tomados; más no para darle valor probatorio pleno a los datos consignados en dichos libros, una vez que para graduar la fuerza probatoria de los libros de los comerciantes debe tenerse en cuenta el procedimiento que establece el artículo 1295 del Código de Comercio, y la empresa actora, que escogió la vía ordinaria mercantil, por estimar que se trataba en el caso de una controversia suscitada entre comerciantes, no puede ser sustraída a tal procedimiento, pues aparte de que tal cosa sería contraria a lo dispuesto por el precepto indicado, rompería también la igualdad procesal de que deben disfrutar las partes en el juicio, al tener como documentos públicos y concederles pleno valor probatorio a los rendidos por una de ellas y al sujetar, en cambio, a la otra parte, al procedimiento que para la valorización de las pruebas establece de manera categórica el Código de Comercio en la decisión de controversias suscitadas entre comerciantes. Amparo civil directo 3493/30. Ferrocarriles Nacionales de México. 28 de julio de 1953. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Angel González de la Vega. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-