Poder Judicial de la Nación DELITOS DE LESA HUMANIDAD. PRISIÓN DOMICILIARIA. DENEGATORIA. DELITOS DE LESA HUMANIDAD.PRISIÓN DOMICILIARIA.DENEGATORIA.DISIDENCIA. EL CASO: apelación contra resolución que denegó la prisión domiciliaria.– artículos .Argumentando que 32 y conc. de la ley 24.660- la negativa a una atenuación a la medida de coerción basada en hechos de terceros, que ninguna relación tiene con su defendido, efectúa un prejuzgamiento basado en el actuar de otro;que el imputado, cumple con los requisitos exigidos por exposición, la que ley – mas de 70 años-; agregando en su la enfermedad que transita refuerza su solicitud de otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria, y que una negativa a esta, seria afectar su derecho a la salud.El Tribunal confirmó la decisión. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN //Plata, 23 de agosto de 2012. R. S. 3 T 90f*145 VISTO: Este legajo n°° 6641/III, “Incidente de prisión domiciliaria a favor de J. C. G.”, procedente del Juzgado Federal n° 3, Secretaría Especial, de esta ciudad; Y CONSIDERANDO: Que llegan estas actuaciones a estudio del Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por la defensa, contra la resolución en la cual el señor Juez de grado le denegó la prisión domiciliaria a J. C. G. – artículos 32 y conc. de la ley 24.660En dicho escrito, el recurrente sostuvo que la negativa a una atenuación a la medida de coerción basada en hechos de terceros (…), que ninguna relación tiene con su defendido, efectúa un prejuzgamiento basado en el actuar de otro. A su vez, manifestó que el imputado, cumple con los requisitos exigidos por la ley – mas de setenta años-; agregando en su exposición, que la enfermedad que transita G., refuerza su solicitud de otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria, y que una negativa a esta, seria afectar su derecho a la salud. Con base en tales argumentos, solicitó que se revoque el auto apelado. El juez Pacilio dijo: 1. Planteada de este modo la cuestión, cabe recordar que el artículo 32 de la Ley 24.660, según Ley 26.472 (B.O. 20/01/09), dispone que “(...) El Juez de ejecución, o juez competente, podrá disponer el cumplimiento de la pena impuesta en detención domiciliaria: a) Al interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no correspondiere hospitalario; su b) alojamiento Al interno que en un establecimiento padezca una enfermedad incurable en período terminal; c) Al interno discapacitado cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario es inadecuada por su condición implicándole un trato indigno, inhumano o cruel; d) Al interno mayor de setenta (70) años; e) A la mujer embarazada; f) A la madre de un niño menor de cinco (5) años o de una persona con discapacidad, a su cargo”. Es claro este precepto en cuanto a las distintas circunstancias en las que un interno puede cumplir la pena impuesta en arresto domiciliario. Nótese, además, que si bien el citado artículo establece la posibilidad de la prisión domiciliaria respecto de quien cumple condena, no es cuestionable que también debe aplicarse a los procesados puesto que respecto de ellos rige el estado de inocencia. Reafirma esta conclusión el artículo 11 en tanto establece – en lo que aquí interesa- que el régimen en estudio “…es aplicable a los procesados a condición de que sus normas no contradigan el principio de inocencia…” (véase, D’Albora, Francisco J., Código Procesal Penal de la Nación. Anotado. Comentado. Concordado., 6ta. edición, Buenos Aires, LexisNexis – Abeledo - Perrot, 2003, tomo II, p. 665, nota al artículo 314). 2. En lo que atañe a J. C. G., es de destacar que en la actualidad cuenta con setenta y un (71) años de edad…. Por otra parte, a fs. 66, se labra un acta donde la …esposa e hija respectivamente, asumen el compromiso de tutelar, en caso de ser concedida, la prisión domiciliaria del Poder Judicial de la Nación nombrado, quien fijó su domicilio… Teniendo en cuenta las circunstancias apuntadas y habiéndose incorporado al legajo los informes confeccionados por los profesionales del Cuerpo Médico Forense…considero que la situación del imputado encuadra en el supuesto identificado en el inciso d) del artículo 32 de la Ley 24.660 – según su actual redacción -, por lo que entiendo que debe revocarse la decisión del señor Juez a quo. 3. Sentado ello, cabe agregar que la facultad prevista por la ley se fundamenta en razones humanitarias y en que, en los casos establecimiento allí detallados, carcelario podría la permanencia llegar a en constituir el una violación a lo establecido en el artículo 18 de la Constitución Nacional; en el artículo XXV, in fine de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; el artículo 5° de la Declaración Universal de Derechos Humanos; los artículos 7 y 10.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 5.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, tal como lo reconocían expresamente los considerandos del decreto n° 1058/97 del 3 de octubre de 1997, reglamentario del antiguo artículo 33 de la Ley 24.660. La ley no distingue con relación a la naturaleza de los delitos perseguidos, y si bien considero grave el carácter de las imputaciones que se dirigen, ello no alcanza en esta etapa del proceso para impedir otorgar el beneficio que se reclama. Al expedirme en las causas n° 4235/III “Incidente de prisión domiciliaria de L., H. E.”(1) y 4295/III “Incidente de prisión domiciliaria de A. D., A. A.”, resueltas ambas el 23 de agosto de 2007, he mantenido aquel criterio, que fue el que había seguido la Sala en diversos precedentes (ver al respecto causas n° 3515/III “Incidente de arresto domiciliario de E., M. O.” rta. el domiciliaria 4/10/05; de T., n° 4259/III “Incidente de detención E. A.” rta. el 15/2/07; n° 4113/III “Incidente de detención domiciliaria de P., L. V.” rta. el 26/12/06; n° 4032/III “Incidente de prisión domiciliaria de F., J.” rta. el domiciliaria 5/10/06; de R., n° A.” 3808/III rta. el “Incidente 18/5/06 y de n° prisión 3815/III “Incidente de prisión domiciliaria de M., E. P.” rta. el 1/6/06), orienté mi voto a conceder la modalidad de arresto domiciliario a aquellas personas cuya situación pudiera incluirse en alguno de los supuestos del artículo 33 de la Ley 24.660 – según su redacción anterior -, en tanto no existieran circunstancias que atentaran contra el adecuado cumplimiento de la medida. Esta misma conclusión, ha sido alcanzada por la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal in re “Kearney, Miguel s/ recurso de casación”, reg. 770/08 del 17-6-08 y “González Conti, R. A. s/ recurso de casación”, reg. 1858/08 del 22-12-08. También me expedí en el sentido expuesto cuando intervine - encontrándose vigente la reforma que introdujo la Ley 26.472- en los legajos n° 4950/III “Incidente de prisión domiciliaria de I. M. S. J.” (2)y n° 5119/III “Incidente de prisión domiciliaria de J. L. S.” (3). La Sala IV de la Cámara de Casación, al tomar intervención en dichos incidentes, como consecuencia de los recursos interpuestos por las defensas de los imputados, arribó a la misma solución que propongo (ver causas n° 10.584, registro 11.999.4 del 3-7-2009, y n° 10.587, registro 12.001 .4 del 3-7-2009). 4. Ahora bien, tal como lo sostuviera la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal in re “Suárez Mason, Carlos G.” del 2-2-04, “...vale señalar que la prisión domiciliaria no es una medida diferente al encierro que se decide en el momento de imposición de una condena o de un encierro preventivo, sino de una alternativa que se decide como una modificación en la forma de ejecución de penas o de una medida cautelar ya impuesta, y de ninguna manera su implementación puede importar una sustitución de las mismas, como puede ocurrir con las sanciones autónomas que funcionan en el derecho comparado (ver Cesano, José D. “Estudios de Derecho Penitenciario”, Ediar, Buenos Aires, 2003, p. 123 y ss).” “…En este sentido, el Tribunal Superior de la Provincia de Córdoba, en el caso “Pastor” sostuvo que la prisión domiciliaria no constituye un cese de la pena impuesta ni su suspensión sino que, como surge claramente de su nombre y de su ubicación en la legislación, se trata de una alternativa para situaciones en las que los muros de la cárcel son sustituidos por un encierro en el domicilio fijado (conf. “Pensamiento Penal y Criminológico”, Año II, n.2, 2001, Poder Judicial de la Nación p.307).” “…Es por ello entonces que, si bien el artículo 32 de la Ley 24.660 establece que la supervisión de la detención domiciliaria ‘en ningún caso estará a cargo de organismos policiales o de seguridad’, esta imposición de un régimen de contralor por un servicio social calificado no debe confundirse con otras medidas que puedan establecerse con el fin de garantizar los diversos aspectos relacionados con la seguridad y con el control efectivo del cumplimiento de la prisión preventiva y de la pena, según el caso, las que deberían por su naturaleza contar con una fiscalización más estricta”. “…No debe tampoco perderse de vista que esta vigilancia, que debe asegurarse para evitar, como ya se dijo, una desnaturalización de la pena o de la medida cautelar impuesta, debe llevarse a cabo en consonancia con los demás objetivos sociales de la Ley 24.660 y de los principios básicos que vieron la luz en el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre la prevención del delito y el tratamiento del delincuente (La Habana, Cuba 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990) (sobre la importancia de este Congreso en la interpretación de la Ley 24.660 ver Beiderman, Bernardo “Apuntaciones sobre la ley 24.660, de ejecución de la pena privativa de la libertad”, Antecedentes Parlamentarios, LL., 1997-A, p. 136 y ss.)…” (C.C.C.F., Sala II, expte. 21.777 “Suárez Mason, Carlos G.” rto. 2/2/04). La reforma precedentemente que citada – introdujo Ley la 24.660- no Ley 26.472 modifica, a la en lo sustancial, lo que esta última establecía sobre el punto. Por lo tanto, lo que sostuvo la Cámara Federal porteña en el extracto que se transcribió resulta plenamente aplicable a lo que prevé la nueva normativa. Cabe mecanismos aclarar que alternativos lo de que se trata, fiscalización es del buscar arresto domiciliario, sin que ello implique ir en contra de lo previsto en la letra de la ley, en cuanto a la imposibilidad de que la supervisión quede a cargo de organismos policiales o de seguridad. Como consecuencia, el señor Juez de grado deberá adoptar aquellas medidas de vigilancia que estime corresponder, en consonancia con las pautas explicitadas en este apartado. 5. A partir de los expuesto, la situación de J. C. G. queda comprendida entre las previstas en el artículo 32 de la Ley 24.660 –según Ley 26.472- y, en virtud de ello y de que hasta el momento no se ha probado que existan circunstancias que atenten contra el adecuado cumplimiento de la medida en cuestión, corresponde revocar la decisión de…. 6. Por ello, propongo al Acuerdo revocar la decisión …y encomendar al señor Juez de grado el cumplimiento de lo expuesto en el apartado 4. Así lo voto. El juez Nogueira dijo: I. Adelanto que, independientemente de no compartir la base argumental dada por el a quo al denegar la solicitud de arresto domiciliario, confirmaré la resolución… reiterando el criterio que mantuve, sobre el tema en cuestión, a partir de las causas n° 4235/III “Incidente de prisión domiciliaria de L., H. E.”(1) y 4295/III “Incidente de prisión domiciliaria de A. D., A. A.”, resueltas ambas el 23 de agosto de 2007. 1. En los precedentes señalados sostuve que, para gozar del arresto domiciliario (Ley 24.660), no basta con la sola constancia de ser quién la pretende “…mayor de setenta años…”. Menos todavía que el requisito temporal sea suficiente, sin más, para la aplicación automática del beneficio. 2. requisito de Expresé, que el asimismo, que solicitante la ley “…padezca establecía una el enfermedad incurable en período Terminal…” (artículo 33, Ley 24.660), por lo cual -sobre la base de la evaluación de las circunstancias de la causa y de “irrenunciables imperativos humanitarios” (Decreto 1058/1997, consid. 31 [BO, 03/10/97])- a la vista de esas pautas, es el órgano competente el que tiene la facultad de otorgarla, sin automatismos (Conf. C.N.C.P., Sala I, causa n° 7496, in re “Etchecolatz, Miguel Osvaldo s/ Recurso de casación” [Reg. N.1, 9343.1]). 3. Además, en la comprensión del problema, la invocación del beneficio y ejercicio de la facultad judicial, incluye la “…gravedad del hecho imputado…”, tratándose, concretamente, en el supuesto examinado, de un delito de lesa humanidad. Ello es así porque, el derecho internacional de los derechos humanos, responsabiliza a los Estados partes ante la comunidad internacional, de cualquier entorpecimiento de Poder Judicial de la Nación investigación de la verdad, de la demora irrazonable del juzgamiento y el cumplimiento efectivo de la condena por esos delitos. 4. Salvo que la prisión domiciliaria obedezca a “imperativos humanitarios” comprobados, no puede existir obstáculo ninguno para que se investiguen, con la mayor rapidez posible y sin interferencias, los hechos vinculados al mencionado tipo de crímenes. Ello comprende, claro está, como interferencias probables, que el Estado le haga posible al detenido en su domicilio obstruir el curso del trámite judicial o fugar ante la posibilidad de condena grave, sin que fueran demostrados los requisitos de dicho beneficio en las circunstancias del caso. 5. Cabe destacar que el criterio sostenido en este voto fue acompañado por la mayoría de la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal al expedirse in re “Gargano Eduardo s/ recurso de casación” (ver de ese Tribunal causa n° 14.886, registro n° 349/12 del 26-3-2012, votos de los jueces Gemignani y Borinsky). II. En el caso que llega a estudio de esta Sala considero que se configuran determinadas circunstancias que desaconsejan revocar la decisión del a quo. 1. Por un lado debe decirse que si bien se acreditó que el imputado cuenta, en la actualidad, con setenta y un (71) años, tal extremo, valorado de forma aislada, impide sostener la viabilidad del beneficio solicitado (conf. explicación brindada en el apartado 1 del considerando II de este voto). 2. Además, los análisis llevados a cabo en el Cuerpo Médico Forense tampoco dan pábulo a esa pretensión. Nótese que la psicóloga..refirió orientado, con que G. “…se conciencia de la encuentra situación. globalmente No presentó alteración sensoperceptiva, ni de pensamiento, ni contenidos confusos… a los fines requeridos, resulta relevante la evolución medica, dado que desde la perspectiva psicológica, no surgieron elementos dignos de mención.”…. Por otra parte, se solicitaron exámenes complementarios al Servicio de Cardiología del Cuerpo Médico, los que fueron realizados por el doctor… donde se concluye que el encartado padece “…Hipertensión Arterial severa sin compromiso hemodinámica con buena respuesta al tratamiento medico…”…Como colofón, el medico…luego de valorar los exámenes complementarios que se practicaron, manifiesta que el nombrado “… presenta al momento del examen un estado de aparentemente compensado de salud física, en el contexto de un paciente con Hipertensión Arterial y Broncoespasmos.”…. 3. Y, finalmente, cabe reiterar la gravedad de los hechos que se le atribuyen al encartado, que los mismos fueron calificados como delitos de lesa humanidad y que es responsabilidad del Estado Argentino, de acuerdo al derecho internacional, garantizar el juzgamiento de todos los sucesos de esas características. III. Teniendo en cuenta la postura adoptada y la sugerencia efectuada por el cardiólogo forense que examinó a G. en el punto 5 de sus conclusiones, es preciso que el a quo adopte las medidas necesarias para realizar a la brevedad el control al que hizo referencia el mentado profesional y para alojar al nombrado en una unidad de detención donde se le garantice el seguimiento cardiológico recomendado. IV. Por lo expuesto propongo al Acuerdo confirmar el rechazo a la concesión del beneficio del arresto domiciliario de J. C. G. debiendo el señor Juez de grado proceder del modo indicado en el considerando III. Así lo voto. El juez Vallefín dijo: I. Denegación del arresto domiciliario. 1. Cabe señalar que las razones desarrolladas por el señor juez doctor Nogueira justifican, a mi juicio, la confirmación de la decisión del a quo que denegó el beneficio del arresto domiciliario. Como vengo sosteniendo en precedentes anteriores de esta Sala, una nueva meditación sobre el tema, el creciente número de decisiones de otros tribunales federales del país que han brindado otros argumentos y el propio desarrollo - como se verá- de los juicios orales en que se ventila el plan de exterminio - así ocasiones- del lo calificó este Tribunal en anteriores gobierno militar (1976-1983), autorizan a abandonar el criterio nacido en la causa “Etchecolatz”. 2. En efecto, la Cámara Federal de Casación Penal, con posterioridad a la intervención de esta Alzada, se ha pronunciado en la mencionada causa (véase in re “Etchecolatz”, Sala I, sent. del 09-08-06). Allí si bien desechó por razones Poder Judicial de la Nación de orden formal el recurso deducido contra la decisión del tribunal oral que había dejado sin efecto la prisión domiciliaria dispuesta por esta Sala, señaló a título de obiter dictum que: a) las razones invocadas no se agotaban en la gravedad de los delitos imputados y b) lo decidido resulta ser la medida más aconsejable mientras dure el juicio oral que en la actualidad se le sigue, sin que deba perderse de vista que la previsión del artículo 33 de la ley de ejecución es facultativa para el órgano jurisdiccional competente (énfasis añadido). Es decir, la referida sentencia considera que la seriedad de los reproches no es un aspecto determinante pero tampoco irrelevante y que la modalidad del encarcelamiento no viene impuesta por la norma sino que confiere al órgano judicial un arbitrio que depende - como en todo proceso- de las circunstancias comprobadas de la causa. Y éstas, como pone de manifiesto el voto al que adhiero, inclinan la decisión en contra antes que a favor del beneficio. 3. No debe soslayarse, tampoco, que el tema ha sido planteado y replanteado ante distintos tribunales federales del país. Ante esta misma Cámara Federal, que a través de su Sala II, se pronunció - acudiendo a otras razones- en el mismo sentido de este voto (in re “F., R. C. s/ solicita prisión domiciliaria en favor de Basualdo Segundo”, sent. del 27-32007)(4) e igualmente, ante la Cámara Federal de Mar del Plata (in re “Mansilla, Pedro P.”, sent. del 30-3-2007, disidencia del juez Ferro) y la Cámara Federal de Bahía Blanca (in re “Incidente de solicitud de detención domiciliaria de Santiago Cruciani”, 1-10-2006). Singularmente relevante es la decisión in re “Videla, Jorge Rafael” (causa nº 42.582, sent. del 23-12-2008) de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, que dispuso el alojamiento del citado en una unidad carcelaria. Para hacerlo desechó que sólo la edad bastase para acceder al arresto domiciliario. 4. De este modo, cabe destacar que la psicóloga del Cuerpo Médico Forense explicó que G. “… no presentó alteraciones sensoperceptivas, ni de pensamiento, ni contenidos confusos. Se pudo expresar con lenguaje correcto en forma y contenido. No evidenció alteración, ni desborde emocional, ni refirió situaciones que dieran cuenta de malestar anímico.” … y el médico de dicha “…presenta al momento dependencia del afirmó examen un que estado el encartado aparentemente compensado de salud física, en el contexto de un paciente con Hipertensión Arterial y Broncoespasmos”…. 5. La obstrucción sobre la investigación de la verdad no puede desvincularse tampoco de las reiteradas afirmaciones de esta Sala en el sentido de que las conductas juzgadas se inscriben en el marco de un “plan sistemático de exterminio” dirigido a “lograr la impunidad”. El juzgamiento de varios de los hechos de este plan -efectuado, en unos casos; en trámite en otros y con fecha a determinarse para su juicio público, en otros- ordenado mediante decisiones firmes de este Tribunal, ha debido complementarse con un sistema de protección de testigos, nacido del creciente reclamo de seguridad de las víctimas y sus familiares. Ello torna aconsejable, como expresó el precedente mencionado supra, denegar la prisión domiciliaria hasta tanto al menos- se arribe y “dure el juicio oral”. 6. En síntesis, la valoración íntegra de las circunstancias que rodean esta causa y la apreciación general del ordenamiento jurídico de la Nación inclinan la decisión por la confirmación de lo resuelto por el a quo. Es que la solución de autos no puede hallarse sólo en el párrafo de un artículo con prescindencia del resto de las disposiciones vigentes. “Un caso -explica Carlos Cossio- siempre se resuelve por la totalidad del ordenamiento y nunca por una sola de sus partes, tal como todo el peso de una esfera gravita sobre la superficie que la soporta aunque sea uno solo el punto por el que toma contacto” (La Teoría Egológica del Derecho y el Concepto Jurídico de Libertad, 2da edición, Buenos Aires, AbeledoPerrot,1964, p. 454). 7. Por último, cabe agregar que resulta adecuado lo apuntado por el doctor Nogueira en el considerando III de su voto, en cuanto a la necesidad de garantizar al imputado el control y el seguimiento de su patología, como fuera recomendado por el cardiólogo que lo examinó. II. Conclusión. Por las consideraciones precedentes voto por la confirmación de la decisión apelada, debiendo el a quo proceder del modo indicado en el considerando III del voto del Dr. Poder Judicial de la Nación Nogueira. Así lo voto. Por todo lo expuesto el Tribunal, por mayoría, RESUELVE: CONFIRMAR la decisión…debiendo procederse del modo indicado en el considerando III del voto del doctor Nogueira. Notifíquese, regístrese y devuélvase.Firmado:Jueces Sala III Dres.Carlos Alberto Nogueira.Antonio Pacilio (en disidencia).Carlos Alberto Vallefin. Ante mí:Dr.Carlos Martín Guerra. Secretario Federal. NOTAS (1): publicado en el sitio www,pjn.gov.ar/Fueros Federales/Justicia Federal La Plata/Fallos destacados/carpeta temática PENAL (FD.322);(2)idem (FD.613);(3)idem carpetas temáticas(PENAL,D. HUMANOS-DELITOSDE LESA HUMANOS Y D. PENALINTERNACIONAL (FD.613)(4) idem carpeta temática PENAL.Expte.3945f(FD.267)