T- liJP" I " , HJ' i""a"|WTW j "./^'r't í j "''S'^Jfl'" Bu «^HKaá» DliUB» La sesioiik ' ' íí.,'i,- Bn aexta planiit Huelgas en Blpafta; -1.a ioebre de los tfes días. DIARIO ANO U.—Núm. 185:: Ejemplar, 10 céntimos^ INDE IBNXB Madrid, miérooks í» de junio ds 1915, llBi LA GRAN BATALLA DE FRANCIA CONTEMPLANDO EL CHOQUE CON LAS RESER* UNA JORNADA EL MAPA DE Ut GUERRA VAS FRANCESAS DETIENE LA ^MARCHA DE LOS LA INMUNIDAD PARLAMENTARIA —.; — 1 — , — _ — n a Q 4 £% f^'W)^—. Asistimos eo el mapa id espantoso Porque ¡ ay! aunque no Uegu« hasta las qua creen en el (pararrayo» de espectáculo que se desanrolla en el Ua- nosotros el eco áe lo» cañonazo^, al Franklin más que en las cenlellas da mado «teatro de la guen%)) y las visio- alma de todos cuantos la tenemo» en Júpiter, las animadas por el fuego reY Militarmenle, tei jornada de ayer ooones del p:u»do se nos aparecen en tro- nuestro almario nos llega la. formidable dentor de Fromeleo, que solamente á tuvo un interés especial: hacia o^o__— las muchos millares de hombres,ejércit la ignorancia y al desconociunionto de Monotono, liviano, y, a ratos, absurdo, fué el debate de ayer peí tan ingente como el que hoy bata- partida en que se están jugando los lo que ha de ser en definitiva, sea más hoffas del mediodía, el avance for- resumidas cuentas, los dos larde. No uos ocuparíamos de él en este lugar del periódico si no Ha en aquellos parajes destinos de la Hiunanidad. midable de las columnas alemanas ocupan hoy, a los dos días de tai| «stimáramos necesario señalarle como un caso más ,de la decadenReims, la ciudad sagrada de la anEuropa se deshace. Amáitini y Áfri- tarde ó sea más temprano, debemos se había parado casi en seco y se colosal choque, las mismas posicio* achacar la falta He fé y de esperanza, cia parlamentaria y de la desorientación del sentido político. El tigua Francia, la ciudad opulemta. de ca entran.en la órbita de «áqgre y fueproducía un alto general, interrum- nes que guarnecían ante». Una aU hntor de la proposición que se discutía, Sr. Pedregal, hubo de po- los vinos espumosos en el siglo XIX, go. El Asia, enigmática y cdocal, ace- la cobarde sumisión ante lo que es pido solamente por algunas esca- dea, un montículo, unas granjas^ en lo» imponentes, pero efímeros avannerse en contradicción consigo mismo para defenderla: la propo- ta ciudad nvártir en el siglo XX... Sois- cha y eiguarda su hora, ramuzas. Es asombroso que en vein- unas arboledas, un foso... esos hall ces de la fuerza ihatetial. sición era mañosa y tendenciosamente política, y él habló como sons, Comipiégne, Pierrefonds, ChaLa guerra, que empezó í|!¡M»nteinenAsí fueron lo» de Atila, azote de ticuatro horas la gran batalla de Fran- sido los objetivos tácticos de los asaU ttn hombre sincero y como uü jurisconsulto. Los Sres. Maura, teau-Thierry, Villers Cotlerets... Sitios te por causas menuda» é& competición cia haya pasado de la máxima vio- tantes. íooide de Romanones, García Prieto y Cambó se vieron obliga- son eso» donde, aun colocados sola- mercantil y vanidad geogr^ca, ha al- Dios, los de Gengiskhan, los de Ti-lencia a una paralización tan absoluEl avance alemán desde el Camú dos a declarar desde el banco azul que la Ley es resi^etable, y se- 'mente con la imaginación, mascamos canzado ya su plena »^)&acion ante mur-Leng, y en nuestras fierras los del ta. Véase que el comunicado fran- na de las Damas hasta la orilla del muladí Almanzor, í y qué queda de la Historia, como se dice vulgarmente, el porvenir del mundo.-' Kuidamente aconsejaron a sus amigos que votasen contra la procés de las once de la noche seña- Marne debió ser relativamente poc< posición, es decir, que sancionasen el menosprecio de la Ley. y con la Historia, cien novelas y le- Es el duelo á muerte catlt el Imp^ aquellas arrolladoras invasiones? Cuatro la (por señalar algo) hasta unos golpes costoso para Alemania. Pero una ve< El Sr. Rodés, abogado de D. Marcelino Domingo en 1917, se yendas con que el ingenio francéi de- rialismo y la Democracia. De (te lado", páginas yertas y cuatro fechas enterrade mano que las patrullas de van- realizada la conversión hacia el Oes* das en la Historia. leitó nuestra curiosidad adolescente. ] una civilización nuerameoíe material. ' i 6 en el caso de rechazar una proposición que, cx>ntrádiciendo Prometeo, amigo y redentor del gé- guardia francesa han realizado en el te. una vez entablada la pelea pof actos anteriores suyos, abundaba, sin embargo, en su criterio, • Soissons, la vieja ciudad de mero- basada en la fuerza y en 1» dgidíi organorte del Aisne. obtener paso libre hacia la zona d^ Pn la línea general y en el caso particular, sobre la inmunidad viflgios y carlovingios, escenario db las nizacion—esclavización tais bien—de nero humano, no libra hoy la úll'una Estos grandes encuentros agotado- París, se inició la sangría, que h^ batalla. Le queda todavía n'ucho qué parlamentaria. El Sr. Salvatella, firmante de la proposición, la proezas de Clodoveo y Carlos Martel; toda* las actividades soc¡«te(/ De otro ítpudiaba, haciendo constar que la consideraba buena, y áme- Chateau-Thierry, el antiguo CastsIIum lado, la civilización espiritui^ y lumi- hacer en el planeta. Pero suceda loque res revisten cada vez un carácter más debido resultar de excepcional ivi •lazaba con rasgarse las vestiduras luego de confesar—^ya estas Theodorici, patria de La Fontaine;, nosa, basada en el Derecfao''yjjeD el li- sucediere en el acíual episodio de una sangriento. La furia de lo» asaltos! portancia. cosas se confiesan y se oyen imperturbablemente—que debía su Gompiégne y Pierrefonds, con su selva bre desenvolvimiento de ioi.i^eblos y lucha que ya empnzó en los tismpoa y de los choques aumenta a^miedidajlo Este alto repentino y tan general^ se reanudará el asalto, vol* del mito, y aunq ;e el martillo de Thor que pasan los años de guerra, como mente, individuos. demuestra. Mañana, probable» ftcta al conde de Romanones... Incoherencias, icjconsecuencias, célebre y sus castillos famosos, testigos Esta es una partida nwyf-'títía. Em-' (trasfonmacion germánica de 1los rayos si el deseo de resolver el problema' verán nuevas divisiones a chocar so< deshonestidades políticas; de todo esto hubo cuando se trataba de los últimos esplendores del primero - - •• 'de Zeus) caiga citado sobre la ciudad militar, el ansia de libertar.se de la bre los mismos montículos v lasrui*^ o se debía tratar únicamente de reintegrar a toda su pureza y y el segundo Imperio... Sabidio ej que pezó ya en los tiempo» d(d de París, Prome'.eo no volverá á set' atroz pesadilla, Infundier3 a los gene-1 ñas de las mismas aldehueías. Pen| la emperatriz Eugenia,^ para viajar de eficacia \\n principio esencial del réginieiii parlamentario", tan ¿i^ el tiráaito Zofii, p^. encadenado en el Cáucaso. rales y a los soldados un ímpetu nue- se ha juzgado necesario dar a iaÜ esencial que sin él no existirían virtualmente el régimen parla* inc6gmt<?, ha usado siempre el arbitra- los dio»e*, hizo ahenej rio título de condesa de Pienefonds con El buen titán no licie «clamante de- vo y más poderoso para la matanza y tropas que marchaban resueltas ha# amigo y redentoií del mentario ni la Constitución. cia el Oeste, una jornada de'calm| preferencia á los de condesa de Teba trás de sí á Forh, á Pelain y á Cle- la destrucción. Píomámk ele Y es que andaba de por medio la política. El conde de Ro- y marquesa de Moya que la corresy de descanso, porque la labor t^ Hoy e» imposible establecer un mertceau. Tiene también en su compañía brado dfe los Hierros o¡ inanoaes dijo: «Nada hay tan político como una proposición in- ponden en España. ha hecho muy penosa y muy cíuelí' cálculo aproximado de bajas cauá todas la» gentes que en el mundo lares luchas y ha ganado cidental.» Y el Sr. Sánchez Guerra empleó toda su astucia en Y entre tantos lugares históricos, lo» grandes, que no pued<!n '5? WÍBO» de ser ponen la fuerza del r>erecha sobre el sadas por la batalla de Soissons"uir .del teiTeno legal a que el Sr. Pedregal qoiería llevarle y en espesos boscaje* de Villers-Colterct*, Ninguna novedad se puede, pc| Chateau-Thierry, porque no sabepara los espíritus ciarivid^es prenda dereáío de la fuerza. provocar una cuestión política que el Gobierno, a su vez, había patria de Alejandro Dumas, de donde consiguiente, anotar con los dalos á{ Cuan poca cosa, con ser tan mtagna mos cuántas divisiones han peleado ayer. La rigidez de Isi línea se matv ^e tiehxiir. Habilidad, sinuosidad, hipocresía, timidez: falta de el gran novelador hizo salir á Ángel Pi- segura de que al fin y 4 1* postre, y á ni cómo estaba situada ia artillería través de los cruelísimo» fiábales de la la visión, representan al lado de estero virilidad política, en suma. tón, mozalbete ((representativo» del fuerza material, la íatístM moral ha «teatro de la guerra», que es el ds to- ni en qué forma han tenido lu- tuvo, a pesar de I05 asaltos que and cuarto Estado para llevarle á pié hasta de alzarse triunfante de~«S)tee lo» últi- da la Humanidad y toda la civilizado?., gar los ataques, ni cómo se ha lle- teayer por la noche lanzaban los .•»!«» manes. Y todo sin provecho para nadie. L a jornada fué mala para París y hacerle i.itorvenir en la toma esos históricos y legendario} nombres vado a la defensa. En fin, no mos estragos de .la guciT*. -I régimen parlamentario y peor para el Gobierno. Ni el uno de la Bastilla. Parece haber adquirido esle suficientes. Sólo coTremendos son lo» medio» de que dis- de Reims, Soissons, Compiégne, Pi:* tenemos datos r J A ' l'™;i 'I'cuentro un carácter muy semejante a 'li el otro fueron capaces .de senltar inconmoviblemente la afirIngente tropel de visiones históricas ponen todavía los poderes opresores, y rrefonds, Chateau-Thierry y Villfrs- nocemos la feroodad sm l.mUes. el ^^^ ,^ ^^^^^ ^^^ ^,^J^^ ^^^^^^ ^ • macióti de que la ley del 12, mientras exista, es invulnerable; muy er n:le, muy coníir,ua, muy te az Coíleretsl... Lisardo, en el mundo ha^ encarnuamiento sm ejemplo con q u e ^ ^ ^ j ^ ^^^^^^^ ¿^ ,9,^4 ^^,^^,|^ hj, reconociendo que en 1917 fué violada, tuvieron arrestos para y novelescas se nos aparece al recor.eí unos y otros se han disputado las al la ayuda que en toda la redondez del| más. aquellas lugares en el mapa; y sin emproclamar la culpa del violador. Quetla, para el día de mañana, deas comprendidas entre las dos ciu- pugna, entablada en condicioties mu» orbe les prestan las turbas de hombres bargo, todas esa» apariciones »e disipa' MAHIANO DE CAVIA desventajosas para I03 aliados, y d | in libertad absoluta cualquier Gobierno, desatentado o temeroso, dades que antes cito. ad seroitutem ¡bora/oj; p«0 soa tarola que parecía deducirse auloTri.iticJíí amparándose en el casuísmo que ayer defendía el Sr. Maura, de y se borran como cuentos de viejas y bien tan numerosas, tan resueltas, tan Desde el día 2 de este mes hasta '. transgredir la Ley, aunque esa Ley sea la que proclama la ensueños de lúños ftnto el estruendo y enérgicas, las gentes de fa otra banda. TtílEFONO DE "EL SOL" J^4, la ma'Íüg¡da"der4: handeÜdo ^ ¡ ¿ r """"^^ """ gran victoria para Alem* fragor de los combates de hoy. * soberanía de las Cortes y del Poder Civil. ' nía, se convirtió, gracias a- la tactit Ayer se quiso, sencillamente, evitar que una votación conca de Foch, en un desastre que num denatoria de la contíucta del Gobierno de agosta acarrease la dica perdonó el Imperio a Falk>-iihay< - misión del Sr. Dato. Y, efectivamente, pasamos por tales ciry al duque Alberto. í. cunstanci^is, que la caída de uno de los miiústros qjic represcnEl secreto de F*och fué maniobrí| éi*f¡fflíj3ifix3m i¿Jíticas oTgaiiiwidas p i e d e ppásiomr la df^^^>bi?^v de tal modo con sus escasas tropa^i ''** >'la¿n*|fílií!^aftóí':''1>níácáímét^ que la movilidad extraordinaria, l í * P'arzo. Esto es innegable. Peno es innegable también que con rapidez de movimientos suslituyert jornadas como la de ayer tarde, el Gobierno no hace sino mosa lo» efectivos que faltaban. Así, «I ; trar^stt # » q i M ^ , precisamente cuaiuJo gería necesario verle refrente aliado aparecía cubierto consí ' vestido de pi&s fuerte autoridad. lantemenle y la danza de div¡sioneí| I Tri.ste sino el del partido conservador, convertido en rémoi« de regimientos, de compañías, ern I inevitable de k vida nacional. Su torpeza y su .soberbia Uevaroii fantástica. División hubo que recibí^ al país a un punto de disolución, y la liquidación de sus culpas durante una jornada el encargo df mfonfesadas, y su coTitumacia y su temeraria ambición siguen modificar cinco veces su emplaza* ttiantcniéndouo.-; en zozobra inacabable. Verdaderaipente, está miento y cambiar el sector en otraí tantas ocasiones. 'lamado a continuar la mala historia de España... Foch daba entonces orden de ata* que a todo trance. De ese modo, o | pedirse a los irtandesos una recluta, do "DESPUÉS DE UN DEBATE 50 lugar de esperar sobre las trinchera^ 000 tiorabres antes del 1 de octubre, para llonai" los vacíos de las divisiones; y las posiciones preparadas, el a»al« Irtandesas, y despiiCs una recluta mento de las masas alemanas, se adelaiWi sual de dos o tne» mil hombres. taba con un contraasalto, y en If No existe el pnopósWo do onlotjxsoef llanura, los dos eiércifos chocaban, (^ Y EL SEÑOR con ello el dív'nirrollo do fes empresas agrícolas y la produoción do víveres o destruían furiosamente y mutuamenlf dificultar y disminuir las induslr-.r se rompían la organización de ofen* esenciales cM país, pues el Gobierno sólo si va, debiendo al anochecer retirarsf iHKurro al contingento do gran número ambos a sus puestos de partida par# do jóvenes en las ciudades, quo es mu„Se dijo ayer en los centros polí- cho mayor dio! quo se precisa para la preparar otra batalla, Bcos y anoche fué comentado con del comercio ordinario dé Foch daba a sn ejército la innpr<5| Olas insistencia aún, que las relacio- prosecución Jes entre el Gobierno y el presidente Irlanda. sión de estar atacando; jamás la d i Como m íi9„ hecho «1 Inglaterna, Ee•el Congreso se han, enfriado tanto, estar limitados y reducidos a una ¿«Si coola y Píite. de Gales, nos ppqpohomos' que han dejado de aer cordiales. íensiva estricta. Se dice que el Gobierno no está llamar pnimérp a los más Joyones: el latis|[ccho Je la actitud que ha se- líralile do edad se lija, pues, do dio* y Eso, mismo parece haber ocurrid^ |%ídb el presidente del Congreso en ocho a vointi-siete años. Esto no quiero ahora. En la batalla de Verdim, drcir que se impida a los do mayor w debate sobre los sucesos de agosto. táctica francesa era la del que sé Pero más que a esto, parece que la edad se presenten, si de,<íoan servir al dipsarmonía y el disgusto obedecen a país en el campo do batalla. mita a esperar los golpes del enem¡|j »lgb relacionado con el acta de dipu- Se toman también medidas para asego. Metidos los soldados en sus Í0%^ tado a Ccu-tes jpqr Madrid, que per- gurar, en tanto que sea'posible, k ensos, en sus trincheras, pasaban la» hoii tenecía a D. Antonio Maura. Y'no trega de tierras a los hombros quo se decimos ihás. ras de angustia espiando el instanli batieron por ©1 país, estudiándose medidas tegislalivaa a esto respecto. en que aparecieran las masas gris Por úlHmo, se publicarán a su tiempo del ejército del Kronprinz. Y desd peiMiones (ja© se han de dar a las En el puerto de Bilbao 'ias aquellos fosos, un fuego espantoso i familias do los movilizados, tomándose ametralladora y fusil y algunas sw| todas aquellas otras disposlciorfe» para quo impc»^ un espíritu de jusUoia.» (Falidas a bayonetazos, destrozaban l|l potencia del asaltante. Pero en esta ocasión, no. Los fr»rt« ceses (hablo de esta fase de la batóí BILBAO i (4,30 t.)—Hoy so ha sabido lia, la «fase Parísn) no aguardan d| iw«. al llegar ayer a oste puerto un barco asalto enemigo. Procuran adelanta *^68 mm do las ^rboneras, do rePoijte, un Iwmbro, que se arrojó al mar. se y asaltar a su vez. Las pügftas: El individuo «m cuestión era un súbde velocidad, de rapidez. Entre U LONDRES 4 ;ii,2o ra.) *™ ?loraan que en Burdeos so ocultó, I dos organizaciones, los regimienfc '™ flUe nadie se diera cuenta, en las Oficial: se encuentran en marcha, y el cbq í^rbonePas del buque, en donde per«Desde el 30 de mayo al 3 de junio MMWBió escondido hasta que ^ barco se efectuaron bombardeos diurnos y que de fuerzas equilibradas se dei^ nocturnos contra los muelles de truye en medio de una Hecatombe áá ^rae:,ouetrta los marinos ingleses Puefto Brujas y Ostende. Se lanzavidas humanas. Esa es la defeuíivijf i»» JriS!**^'' * " alemán, se arroja- ron varias toneladas de proyectiles, ofensiva, que aCaba con la polertc'ri con buenos resultados, y se tomaron iw» .v«ripB «4 «guft en BU Densecución fotografías que testimonian los dade un ejército asaltante y sobre lo" pero no pudieron é l c a n z | ? t e ~ ^ ' ños causados en las fábricas y talleCon la organización de una ofensiva SJ hubiwa Bido de(.^n4do se JA habría res mecánicos de Brujas. mucho antes que el 5iste.^^a verdq 'Fueron derribadoa tres aparatos niano. ardiendo, y otros tres tomaron tierra «In gobierno. De los nuestros, faltan tres. En el croquis que se publica IK^J En ese mismo período hubo numepuede verse claramente la situacióS rosas acciones de patruUajicontra los de la línea. El objativo alem.M, el^ submarinos y, se practicaron reconoI08 momentos actuales, es el bosqt^ LONDItES 4 (11,40 m.) cimientos a larga distancia por el El marisoal French, virrey do Irlan- mar del Norte, siendo atacados varios de Viliers-CcUerets, que les perraJl la, ha publicado la elguienlo alocu- submarinos y descubiertas diferentes tiría tomar de revés las posiciono minas enemigas. ción: del Aisne y dlrigir.ie sobre la sel', «^gún nuwtiu promosa, cumplimos U9 zeppelín fué visto en el mar del de Compiegne. Una tregua de veii Wwiía nuesl«) ofrecimiento, que, de te- Norte, pero nuestros hidroaviones no ticuatro horas sucede a dos día» ^ éxito, asegurará -a Irlanda su-pajjol pudieron acercarse lo bastante para plflno y libre en 4A ludia por Ja liber- atacarle con eficacia. Falta nno de a.paltos terribles; pero la batalla coln nuestros hidroaviones.» *wl. Nuestro ofredmlwitoconsisto en fatinuará seguramente y con gran hii, *l*»r Wanda yoluntaríainenlc el númeria. Mas... no se olvide que el pror ro <'« hombres necesario para C8{abli&- se AOMITRN SUSCRI(>(!SI0MBS bitcia estratégico sigue fijado en 4 »J^ una proporción equitativa con Im A ESTE DIARIO EN LA LIBRERÍA ««más comarcas del'Imperio. seclDí de Montdidier. DE DON ANQEL SAN MARTIN, Croquis del campo en quetíen«b^far el gran cncuerttro francoalemán v situación de Ja linea de los eiératos íooer esta ppg¿ord6a cuode PUESTA DEL^SPU i. . . MANua, AZNAfls ALEMANÉS a Í EL GOBIERNO VlLLANUEVA Fug a de un alemán .••«•—I lili ' " " " " • • ' i < ^ i ^ ^ # W ' I '" " •• • • Bombardeo de Puerto Brujas y Ostende Una alocución del virrey de Irlanda