NO ES CUENTO: ES CUENTO Taller de escritura con Grassa Toro en las XI Jornadas de la Red Aragonesa de Proyectos de Promoción de la Salud. Alcañiz (Teruel), 2008. Empoderamiento: en lo local también es posible. Justificación Todos podemos escribir. Entiendo por poder la capacidad de hacer algo disponiendo de distintas posibilidades para llevar a cabo la tarea y disponiendo igualmente de los medios materiales, intelectuales y afectivos para realizarla con éxito. La escritura nos sirve para percibir la realidad, para conocerla, para representarla, para crearla y para actuar sobre ella. Aprender a escribir es aprender a descubrir todas las posibilidades que brinda el lenguaje escrito, y hacerlo en la propia práctica de la escritura. Aprender a escribir es aprender a escribir lo que queremos escribir y cómo lo queremos escribir. Aprender qué queremos y cómo lo queremos escribir es una elección que debemos hacer entre todas las posibles escrituras. La búsqueda de esas posibilidades (son infinitas por definición) pone en relación constante nuestro pensamiento con la materia que hace posible la escritura, el lenguaje, y con las reglas internas y externas que rigen las producciones que lo utilizan. Lo escrito es una forma plural, es todas las formas que puede tomar un determinado lenguaje, en una determinada situación: el escribir. Objetivos: - Entender la escritura como representación y construcción de la realidad. Ser conscientes de las estrategias de aprendizaje propias y ajenas referidas a la escritura, lo escrito y el escribir. Ser capaces de escribir en situación de taller, en diálogo con uno mismo y con los demás. Proponer una lectura crítica de lo escrito. Utilizar la escritura en situación de comunicación. Contenidos - El relato. El relato breve. El aforismo, la sentencia. El chiste. La regla y la constricción. Información, expresión, comunicación. La escritura pública. Metodología Escribir en Taller significa escribir con otros, leer a otros, hablar con otros, escuchar a otros, presentes físicamente o intelectualmente. Escribir en Taller es utilizar herramientas, descubrir procedimientos, corregir errores, buscar las preguntas que merecen la pena e intentar encontrar las respuestas. Escribir en Taller es ser conscientes de que siempre estamos aprendiendo a escribir. Guía de la sesión - Aproximación al concepto de relato. Presentación de algunas herramientas para la construcción de relatos. Elaboración individual de relatos. Lectura crítica. Elaboración grupal de relatos. Escribir en río. Lectura crítica. Edición artesanal de las producciones. Difusión y comunicación de los textos. Propuesta ESCRIBIR EN RÍO 1. HEMOS DECIDIDO ESCRIBIR CUENTOS. Los cuentos se parecen a los ríos. Lo que sucede en un punto cualquiera del río, influye en el resto de su recorrido. Las decisiones que se toman conforme avanza la escritura determinarán su continuación y su conclusión. La desembocadura del río es la memoria de todo su discurrir. El final de un cuento está anunciado en cada palabra del propio cuento. 2. HEMOS DECIDIDO ESCRIBIR JUNTO A OTROS, sacar provecho de la analogía entre el río y el cuento y crear un río de escritura. Renunciamos a ser autores de los relatos de principio a fin. Es una situación poco habitual, pero no nos resulta desconocida: los cadáveres exquisitos de los surrealistas, los libros firmados por Borges y Bioy Casares son muestras aparentes de que puede darse una escritura colectiva. 3. Incluso si lo hacemos a solas, escribir es una situación poco habitual. Lo acostumbrado es hablar, o guardar silencio. Todavía mueren seres humanos que no han escrito nunca. 4. El habla y la escritura obtienen su materia de la misma fuente, el lenguaje, pero no siempre utilizan los mismos elementos ni de la misma manera. Nos resultará difícil encontrar en la conversación verbos como acaecer, deparar, vislumbrar; sustantivos como hastío, desconsuelo, altivez; o adjetivos como agraciado, incauto, olvidadizo. Sin embargo, no nos costará gran esfuerzo incluirlos dentro de un relato. Si esto sucede con la elección de palabras, otro tanto podemos decir de la relación entre ellas, de su pluralidad de significación, de su capacidad de ejecución. Cuando decimos La desembocadura de un río es la memoria de todo su discurrir, estamos recurriendo a una personificación: concedemos al discurrir del río tener memoria, atributo exclusivo de las personas, y lo hacemos para reforzar nuestra analogía, para estrechar los lazos entre nosotros, personas y autores del cuento, y el río. Cuando decimos: Incluso si lo hacemos a solas, escribir es una situación poco habitual, hemos alterado un orden convenido que reconoce más cercana a nuestras entendederas la construcción: Escribir es una situación poco habitual, incluso si lo hacemos a solas. Las retóricas asignan a este trastoque el nombre de hipérbaton, ¿Qué hemos ganado con alterar el orden establecido? Resaltar la situación de soledad frente a la de escritura colectiva a la que acabábamos de referirnos. Un último ejemplo, el § 1. se inicia así: Hemos decidido escribir relatos; este uso de la 1ª persona del plural en una frase afirmativa en tiempo pasado vale casi tanto como la firma de un contrato, nos implica como lectores en una acción que se sitúa más allá de estas páginas, en este caso las palabras actúan, hacen cosas: vamos a escribir. 5. Los ejemplos reseñados en § 4. no son frecuentes en la lengua hablada. Tampoco son mejores ni peores que las expresiones que hubiéramos utilizado en la conversación para referirnos a lo mismo. No estamos escribiendo acerca de lo que está bien o de lo que está mal, de lo que es correcto o no lo es; estamos escribiendo acerca de las diferencias. LA LENGUA ESCRITA ES DIFERENTE A LA HABLADA. Cuando esta diferencia es mayor, es voluntaria, es consciente, es cuando empezamos a escribir literatura. 6. SI HEMOS DECIDIDO ESCRIBIR UN CUENTO, HEMOS DECIDIDO ESCRIBIR LITERATURA y, en consecuencia, intentaremos alejarnos lo más posible de la lengua hablada. Disponemos para ello de una gramática del lenguaje literario que nos permite utilizar, además del hipérbaton y la personificación, comparaciones, sinestesias, repeticiones, aposiciones, elipsis, metáforas, perífrasis, simetrías, antítesis, incisos, etc. 7. Pausa: si hemos decidido escribir un cuento, parece sensato preguntarse QUÉ ES UN CUENTO. No hay una sola respuesta, los propios escritores nos ofrecen algunas: “El cuento confirma la sospecha de que menos es más. Los relatos más fascinantes son aquellos en lo que lo más importante no se cuenta, permitiendo que el lector escriba a su vez su propio cuento”. Enrique Vila-Matas “De una manera que ninguna técnica podría enseñar o proveer, el gran cuento breve condensa la obsesión de la alimaña, es una presencia alucinante que se instala desde las primeras frases para fascinar al lector, hacerle perder contacto con la desvaída realidad que lo rodea, arrasarlo a una sumersión más intensa y avasalladora. De un cuento así se sale como de un acto de amor, agotado y fuera del mundo circundante, al que se vuelve poco a poco con una mirada de sorpresa, de lento reconocimiento, muchas veces de alivio y tantas otras de resignación”. Julio Cortázar “Tanto la poesía como el relato tienen un evidente paralelismo, pues provienen de la tradición oral y son breves y, además, debido a esas dos características, han de cumplir el requisito de ser significativos y concentrar en ellos nada menos que toda la vida, es decir que han de ser sencillamente muy buenos, pues de lo contrario tanto un mal poema como un mal relato resultan vanos, huecos y miserables. El cuento, esa forma literaria tan exigente, admite grados de condensación casi poéticos -algo que no admite nada bien la prosa narrativa en las novelas- y, sin embargo, casi nunca es un poema, porque conserva su esencial ritmo narrativo”. Enrique Vila-Matas “El cuento se construye para hacer aparecer artificialmente algo que estaba oculto. Reproduce la busca siempre renovada de una experiencia única que nos permita ver, bajo la superficie opaca de la vida, una verdad secreta. "La visión instantánea que nos hace descubrir lo desconocido, no en una lejana tierra incógnita, sino en el corazón mismo de lo inmediato", decía Rimbaud. Esa iluminación profana se ha convertido en la forma del cuento”. Ricardo Piglia “A mí me parece que el tema del que saldrá un buen cuento es siempre excepcional, pero no quiero decir con esto que un tema deba ser extraordinario, fuera de lo común, misterioso o insólito. Muy al contrario, puede tratarse de una anécdota perfectamente trivial y cotidiana. Lo excepcional reside en una cualidad parecida a la del imán; un buen tema atrae todo un sistema de relaciones conexas, coagula en el autor, y más tarde en el lector, una inmensa cantidad de nociones, entrevisiones, sentimientos y hasta ideas que flotaban virtualmente en su memoria o su sensibilidad; un buen tema es como un sol, un astro en torno al cual gira un sistema planetario del que muchas veces no se tenía conciencia hasta que el cuentista, astrónomo de palabras, nos revela su existencia”. Julio Cortázar Afirmaciones a las que añadiremos algunas propias: i. El cuento tiene que esforzarse por ser cuento, igual que tienen que esforzarse el poema por ser poema, la canción por ser canción, la tragedia por ser tragedia. No merece la pena decidir escribir un cuento y acabar escribiendo un monólogo teatral, un chiste, un pensamiento filosófico, una reportaje periodístico o un manual de buenas costumbres. ii. Un conflicto narrativo no es un conflicto psicológico. Un conflicto narrativo pasa afuera, un conflicto psicológico sucede dentro de uno mismo. Los conflictos narrativos se resuelven con acciones, los psicológicos con pensamientos. iii. Un cuento necesita un conflicto narrativo. Si queremos que pasen cosas, tienen que pasar fuera. Por dentro de nosotros no pasan cosas, pasan ideas, sensaciones, sentimientos. No podemos anunciar que vamos a contar qué pasó y acabar contando qué pensó, qué dijo, qué respondió, qué se le ocurrió, qué imaginó, etc. iv. Un cuento nunca quiere decir nada. O lo dice o no lo dice. Si un cuento ha querido decir algo y no lo ha dicho, es que se ha quedado sin escribir y hay que empezar de nuevo. Un cuento se puede contar, pero no se puede explicar. 8. ¿QUÉ HACER? ¿POR DÓNDE EMPEZAR? ¿Qué hacer? Escribir. Escribir un cuento. Escribir la parte del cuento que nos ha tocado: el inicio, el final, algo entre el inicio y el final. ¿Qué hacer? Leer. Leer lo que han escrito quienes nos han precedido. Descubrir en la lectura espacios, tiempos, personajes, objetos, intenciones, hasta ese algo oculto que esconden todos los cuentos. ¿Qué hacer? Leer lo que escribimos nosotros. Pensar en los otros, en los otros lectores y en los otros escritores. ¿Por dónde empezar? Depende del punto del río en el que nos encontremos: por el principio, por el medio, por el final. Pongamos seis escritores (no importa que sean cuarenta). Cada escritor inicia un relato y se lo entrega al siguiente, que lo continúa, y así hasta llegar al sexto, lo que da estos seis órdenes distintos de escritura. 1-2-3-4-5-6 2-3-4-5-6-1 3-4-5-6-1-2 4-5-6-1-2-3 5-6-1-2-3-4 6-1-2-3-4-5 Al final tenemos seis realtos, o cuentos u obras o lo que sea. Cada escritor ha iniciado uno y ha terminado otro y ha vivido qué significa estar en medio del río literario. Bibiliografía relato breve Sobre el relato y so bre el relat o breve LAGMANOVICH, David: El microrrelato. Teoría e historia. Palencia, Menoscuarto, 2006 PIGLIA, Ricardo: Formas Breves. Barcelona, Anagrama, 2000 MONTERROSO, Augusto: Viaje al centro de la fábula. Barcelona, Anagrama, 1992 Relato s corto s en libro s de relatos ACÍN, J.L. y MELERO, J.L. Ed.: Cuentos aragoneses. Palma de Mallorca, Olañeta, 2000 BORGES, Jorge Luis: Historia universal de la infamia. Madrid, Alianza, 1989 DARÍO, Rubén: Cuentos y prosas. Madrid, Magisterio español, 1979 DÍAZ, Joaquín: Cuentos en castellano. Madrid, Ediciones de la Torre, 1988 JÍMENEZ, Juan Ramón: Historias y cuentos. Barcelona, Seix Barral, 1994 LEAR, Edward: El Ómnibus, sin sentido. Madrid, Visor, 1972. Selección, traducción y prólogo de Leopoldo María Panero MAIRE BOBES, Jesús Ed.: Cuentos de la Edad Media y del Siglo de Oro. Madrid, Akal, 2002 MAIRE BOBES, Jesús Ed.: Fábulas españolas. De Don Juan Manuel a nuestros días. Madrid, Akal, 2004 MONTERROSO, Augusto: La oveja negra y demás fábulas. Punto de lectura, 2000 PRÍNCIPE, Miguel Agustín: Fábulas. Zaragoza, Prensas Universitarias, 2002. Ilustraciones de José Luis Cano SAMANIEGO, Félix María: Fábulas. Madrid, Austral, 2000 VILLAFAÑE, Javier: Paseo con difunto. Buenos Aires, Emecé, 1991 VILLAFAÑE, Javier: Los ancianos y las apuestas. Buenos Aires, Sudamericana, 1990