T.1 Edad Antigua. Celtíberos: Base de población de la península celtibérica durante el estadio cultural del hierro. Fueron colonizados en distintas ocasiones por distintas culturas, fenicios, griegos y cartagineses. Pero consistieron en asentamientos efímeros y escasos. Fenicios (s. VIII a.C.): Introdujeron una avanzada metalurgia del hierro y el torno de alfarero. Fundaron Gades (Actual Cádiz.) Su principal zona de influencia es la zona costera de Málaga, con especial contacto con Tartesos. Griegos (s. V a.C.): La colonización griega llega a la costa catalana y alicantina procedente de provincias griegas de la actual Turquía. Traían aceite, cerámica y vino. Exportaban sal, esparto y lino. Su influencia lingüística y cultural fue mayor a la fenicia La convivencia cultural fue pacífica. Cartagineses: (s. IV y III a.C.): Asentados en Cástulo (Actual Jaén) tomaron el control del comercio de la zona y trajeron sus dioses y cultura. Fundaron Ebusus (Actual Ibiza) como importante centro militar naval en el Mediterráneo occidental. Fue un imperio expansionista, que, por su avance territorial belicoso, acabó enfrentándose a la roma republicana. Guerras Púnicas. (Entre 264 y el 146 a.C.) La primera terminó con la derrota de Cartago y la significativa indemnización de guerra impuesta por Roma. El valor de esta indemnización hizo que Cartago se interesara en las fuentes de riqueza de la península (especialmente la abundante plata) Enviando en el 237 a.C. un ejército dirigido por Aníbal que dominó todo el sur peninsular, fundando Cartago Nova (Año 227 a.C.) como principal base militar. La respuesta romana, como medio diplomático para frenar el avance cartaginés fue la propuesta del Tratado del Ebro. El cual fijaba este río como límite de la expansión Cartaginesa. Una vez firmado el tratado, el propio senado romano pactó una alianza defensiva con Sagunto (Población íbera del sur el Ebro). El asedio Cartaginés a Sagunto, fue la razón que Roma buscaba para iniciar las hostilidades, dando a entender que era Cartago quién había vulnerado el Tratado del Ebro. En la segunda guerra (Entre los años 218 y 204 a.C.), Aníbal avanzó hasta la península itálica y trató de sitiar la propia ciudad de Roma, la falta de hombres, producida durante su avance no se lo permitió. No obstante, tampoco fue expulsado, dado que Roma combatía a Cartago en Hispania e Italia, y al mismo tiempo libraba la Primera Guerra Macedonia en Grecia. Roma envió a Hispania a Publio Cornelio Escipión y a su hermano con las legiones, pero fueron derrotados en batalla y muertos (Año 211 a.C.). Entonces el senado envió al hijo de Publio Cornelio, conocido como Escipión el Joven, que se ganó el apoyo de las tribus íberas del valle del Ebro, conquistando Cartago Nova (Año 209 a.C.) y liberando a los presos íberos allí retenidos, ganándose el apoyo íbero definitivamente y terminar de expulsar a los cartagineses de la península con la conquista de Gades (Año 206 a.C.). Guerras celtíberas y romanas. (Entre 155 y 133 a.C.) Durante estos años se sucedieron guerras entre tribus celtíberas y la república. Entre ellas destaca la resistencia de Numancia, que aguantó 20 años de asedio romano, para terminar rindiéndose en el 133 a.C. En la zona lusitana hubo guerras dirigidas por Viriato. Durante la etapa final de la república, los romanos controlaban todo el territorio al sur del Ebro y el Duero. Y después, el primer emperador Octavio Augusto, culminó la conquista venciendo a los hispanos de la zona cantábrica (Entre el 27 y el 19 a.C.). Una vez romanizada, la península fue escenario de guerras civiles romanas durante el resto del primer siglo. Organización y Administración. Desde el 204 a.C. Los romanos organizaron la nueva provincia. La romanización fue desigual, y las zonas más desarrolladas se adaptaron más rápidamente. Las aristocracias locales se adaptaron a los niveles aristocráticos homólogos romanos. También vinieron comerciantes y administradores romanos. Y se otorgó a algunas ciudades los ‘‘Estatutos latinos’’ (Título reservado a las ciudades más prestigiosas. Simbolizaba amistad con Roma) Con el imperio romano se dividió la península en tres provincias: Lusitania, con capital en Emérita (Mérida); Bética, con capital en Córduba (Córdoba) Y Tarraconense, con capital en Cástulo (Jaén). Bajo el mandato de Octavio Augusto se construyeron las más importantes calzadas, culminó la extensión de derechos de ciudadanía romana con la concesión del Edicto de Vespasiano. Que otorgó a toda provincia hispana, el grado de ‘Municipio Romano’. Otras evidencias de la profunda romanización de Hispania fueron la participación de la élite militar hispana en las guerras del imperio (Destacan los Honderos baleares) Y los tres emperadores hispanos en la cronología romana (Trajano, Adriano y Teodosio). Los vehículos de la romanización, más importantes fueron: El derecho, la lengua, el asentamiento de veteranos, las calzadas y la religión. La sociedad hispana de los siglos I y II, al estar tan romanizada, tenía ya una nueva organización en el que la base de la sociedad era la ciudad (Cultura urbanizada) Con una aristocracia (Decuriones), caracterizada por la posesión de villas que dirigían las ciudades. Por debajo de estos, los trabajadores libres. Y por debajo, esclavos. Roma y el cristianismo: Roma fue respetuosa con la nueva religión que había nacido en Palestina. Jesucristo nació cuando era emperador Octavio augusto, y murió cuando lo era Tiberio. Pero Nerón los acusó del incendio en Roma que él mismo provocó. Lo que desencadenó las persecuciones romanas a los cristianos, que se vieron forzados a la clandestinidad. Los perseguidores más severos fueron Domiciano y Diocleciano. San Pablo acabó con el hermetismo de la religión y comenzaron a expandirse por medio de las evangelizaciones. Esta expansión supuso una amenaza para Roma, porque la doctrina cristiana impugnaba la política romana de poder absoluto y la esclavitud. Fomentándose las persecuciones. Constantino cesó toda persecución cristiana con el Edicto de Milán (Legalización del cristianismo). Para ser en el 380 la única religión del imperio, por el Edicto de Tesalónica. Invasiones bárbaras y Monarquía visigótica: El imperio romano de occidente había caído por la entrada de las tribus bárbaras (Año 476), en la zona de la península entraron vándalos, suevos, alanos y el reino visigodo. Que instauró el Reino Visigodo de Toledo. (Primer rey: Ataulfo. Último rey: Don Rodrigo). La monarquía visigoda era electiva, lo que supuso numerosos regicidios a lo largo de su cronología. Al rey le asesoraban una serie de notables de su confianza, llamados Comes, que, junto al Rey, discutían las leyes en concilios. El concilio más importante fue el ’’III Concilio de Toledo’’. Porque en él, Recaredo se convirtió al catolicismo.