El libro más antiguo en la Biblioteca Central de la Pontificia

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IMAGENES DE LA MEDICINA
El libro más antiguo en la Biblioteca Central de la Pontificia Universidad
Javeriana
Alberto Gómez Gutiérrez, PhD*
* Profesor asociado. Instituto de Genètica Humana. Facultad de Medicina. Pontificia
Universidad Javeriana.
Uno de los principales orgullos de toda biblioteca es poder conservar entre sus colecciones
al menos un incunable. Éstos son textos impresos en los 50 años posteriores al
perfeccionamiento de la imprenta por Johannes Gutenberg (1400-1468). Nuestra biblioteca
central tiene la suerte de conservar una de estas joyas y se trata precisamente de un libro de
medicina. Éste se titula Canones universales y fue escrito por un estudioso árabe conocido
en Europa como Johannes Mesué el Joven (928-1015). Su nombre original era Masawaih
al-Mardini y descendía de Abu Zakerija Jahja ibn-Masawaih (777-875) más conocido como
Johannes Mesué el Viejo. Este primer Mesué era originario de Damasco en la antigua Siria
—por esta razón también se le conoce como Johannes Damascenus o Joao de Damasco—,
y fue director del hospital de Bagdad en Irak en donde llegó a ser tutor del famoso Rhazés
(850-923), autor de los libros Dudas sobre Galeno, El libro de los secretos y El libro de los
secretos de los secretos.
Johannes Mesué el Joven, originario de Irak, se trasladó a Egipto y allí floreció como
médico al servicio de la corte. En sus tiempos libres produjo una vasta obra escrita que fue
copiada y recopilada en la Edad Media hasta que se imprimió. Una de estas copias impresas
es la que se conserva en la biblioteca de la Pontificia Universidad Javeriana y está fechada
entre 1497 y 1502. La obra conocida de Mesué el Joven incluye los siguientes títulos
además del Canones universales: De medicinis simplicibus, Antidotarium, Practica,
Tractatus quid pro quo apothecarium, Synonyma. De aqua ordei et de modo fascendi
ptisanam, De medicinis laxativis, Liber servitoris de praeparatione medicinarum
simplicium y Compendium aromatariorum.
Fue tal la popularidad de este médico árabe en Europa, en particular en lo relativo a la
farmacopea vegetal descrita en sus libros, que recibió el motto de Pharmacopoeorum
evangelista.
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