LAS PREOCUPACIONES FRECUENTES AL EMPEZAR TERAPIA MÁS UNA Hay muchas personas que necesitan psicoterapia pero que por varias razones no buscan asistencia. Una de esas razones es el temor al proceso y/o el resultado de someterse a un tratamiento. Es por esto que con este apartado nos gustaría compartir algunas de esas preocupaciones que presentan los consultantes, y que por otra parte son muy habituales. Normalmente la cantidad de preocupaciones del paciente disminuyen cuando se le explica que éstas son típicas y que suelen presentarse. A menudo estas preocupaciones tienen que ver con ¿cómo seré tratado?, ¿cómo seré visto?, ¿Me gustarán los efectos de la terapia? A continuación trataremos estas preocupaciones de las que hablaremos de una en una: 1. ¿Cómo seré tratado? Creemos, de hecho, que es raro el paciente que carezca de expectativas o preocupaciones sobre cómo será el terapeuta o lo que hará y dirá, así como muchos pacientes pueden haber desarrollado ideas sobre la psicoterapia. - ¿Se me tratará más como un caso clínico que como una persona?: este temor/preocupación tiene mucho que ver con la idea de no ser respetado de una determinada forma, como el paciente espera que se le trate, así como el temor a que no se le valore lo suficiente como persona. Es un temor común que suele desaparecer al ver cómo es el psicólogo en cuestión y cómo es tratado en terapia. - ¿Será el terapeuta honesto?: normalmente los pacientes se preocupan porque el terapeuta no sea completamente franco a lo largo de su terapia. Esta es otra de las preocupaciones comunes que el paciente podrá ir disminuyendo a lo largo de la terapia al ver cómo es tratado por el psicólogo. - ¿Se tomarán en serio mis problemas?: aunque por lo general los pacientes llegan a la terapia con una conciencia clara de los problemas que les afectan, no están seguros de que éstos sean importantes para nadie. Pueden abrigar el temor de que su problema sea visto como algo insignificante por parte de un terapeuta, o de que éste no tome en serio al paciente. - ¿Compartirá el terapeuta mis valores?: es importante para nosotras destacar que la psicoterapia trata, en parte, sobre los valores. Muchos pacientes se preocupan por si existirán diferencias en los valores y, si fuera el caso, por cómo afectarán a la interacción y al resultado de la terapia. Cuando se preocupan por tales diferencias, expresan un temor tanto por si el terapeuta será de su agrado, si se sentirán cómodos trabajando juntos o por si éste ejercerá alguna influencia sobre ellos que estimen como poco valiosas o destructivas de algún modo. Hemos de decir que aunque creemos que los valores no han de ser iguales para poder llevar a cabo la terapia correctamente, es una preocupación habitual antes de asistir a terapia. - ¿Entenderá el terapeuta mis problemas?: esta preocupación se relaciona a menudo con los valores y plantea la cuestión de la empatía. Los pacientes podrían preguntarse si el terapeuta comprenderá qué significa ser vasc@, latin@, hombre, mujer, gay, lesbiana, tener un hijo, etc. La preocupación llega a tal punto que los pacientes tratan de asegurarse de que el terapeuta tiene una mínima idea de lo que significa "ponerse en sus zapatos". Para empatizar correctamente no se tiene por qué haber pasado por una experiencia similar, en este caso a la del paciente, en gran parte puede darse a través de la escucha activa y la cooperación entre paciente y psicólogo durante las sesiones. - ¿Seré presionado para hacer o decir cosas?: un error muy común es traer a terapia concepciones y falsas creencias sobre el proceso terapéutico. Estas concepciones pueden proceder de amigos, libros o programas de televisión. Y que esto ocurra es completamente habitual, sólo queremos subrayar que los pacientes que estén medianamente preocupados por si ellos o el terapeuta serán los que tomen la decisión final sobre lo que más les conviene, están expresando de forma implícita algún impulso básico hacia una buena salud mental. - ¿Serán las sesiones confidenciales?: la confidencialidad, de hecho, es una preocupación universal del paciente. Esta preocupación disminuye al leer, firmar y aceptar el documento del consentimiento informado y confidencialidad. 2. ¿Cómo seré percibido como paciente en la psicoterapia? Dado que los pacientes muestran gran preocupación por cómo se les verá al asistir a terapia, nosotras, como psicólogas queremos que los pacientes se percaten, fundamentalmente, de que la relación no depende de que sean buenas personas y esperamos que dediquen cada vez menos energía a mantener una imagen y cada vez más a identificar sus propias preferencias, expectativas, etc. - ¿El terapeuta pensará que soy una mala persona?: uno de los temores más comunes que presentan los posibles pacientes es que el terapeuta les vea como una mala persona,, aunque lo que se entiende por "mala persona" varía en gran medida de paciente a paciente. Si el terapeuta es acrítico y aceptador el miedo no es habitual y se aprovecha así todo el proceso terapéutico para que los pacientes estén dispuestos a discutir las cosas que les están molestando sin temor a que tal revelación aumente los sentimientos negativos que mantienen hacia sí mismos. - ¿Pensarán mis amigos que hay algo anormal o malo en mí si voy a una psicoterapia?: en caso de que exista este temor en el paciente, éste proviene de las interacciones entre los factores ambientales y culturales y la personalidad del paciente. Es decir, este temor surge y dependerá de los ámbitos en los que se mueva el paciente en su vida personal. Explicándolo de otra manera, hay muchas personas que temen, por ejemplo, lo que pensará su madre si se enterara de que acude a terapia. Curiosamente, puede lograrse algún beneficio si se consigue comunicarlo a la persona cuya opinión se teme. - ¿Mi terapeuta descubrirá algunas cosas sobre mí que no quiero saber?: a veces los pacientes tienen "secretos" que no desean revelar, aunque es cierto que la mayoría de éstos tienen un deseo de contarle al terapeuta las cosas que les están alterando. En este caso se irá viendo durante la terapia lo que se cuenta y lo que no, haciéndole saber a los pacientes que no están obligados a contar nada que no quieran. - ¿Pareceré ridículo o débil?: muchos de los pacientes llegan a la terapia en parte porque creen que no han sido capaces de resolver uno o más problemas de los que afrontan. Al mantener esa visión sobre sí mismos creen que otros también podrían percibirle así. 3. ¿Me gustarán los efectos de la terapia? Además de las preocupaciones sobre cómo serán tratados y percibidos en la psicoterapia, los pacientes también pueden albergar preocupaciones sobre los efectos o el resultado de la psicoterapia. - ¿Aprenderé algunas cosas sobre mí que no quiero saber?: así como ya hemos explicado antes que el paciente puede temer contar cosas que no quiere contar, también puede temer descubrirse a sí mismo al contar esas cosas. Conocerse a sí mismo es la base para poder mejorar, con la ayuda del terapeuta, se trabajarán esos aspectos siempre y cuando la persona esté preparada y quiera hacerlo. - ¿Perderé el control de mis emociones?: esta preocupación tiene que ver con no controlar el ponerse a llorar en algún momento de la terapia y no poder controlarlo. Al fin y al cabo esta pérdida de control y este temor se relaciona con las preocupaciones por la imagen que hemos discutido con anterioridad. Los pacientes puede que no quieran que el terapeuta les vea cuando están enfadados, llorando o expresando cualquier otra emoción. Nos parece importante destacar que el paciente se encamina hacia una mejor salud si se siente lo suficientemente seguro con el terapeuta como para arriesgar esta parte vulnerable de su Yo y si lucha activamente con esta cuestión de modo que se dé un mejor acceso a su espontaneidad. - ¿La terapia romperá mis relaciones?: como psicólogas sabemos que el resultado de la psicoterapia puede ser el fin de alguna relación en la que se encuentra implicado el paciente. En cuanto a este temor el paciente se tranquiliza cuando el terapeuta le hace saber que sólo él será quien se haga cargo de todos los cambios que hará con relación a los demás. En general lo que queremos decir con todo esto es que los temores de los pacientes son vistos como parte de un proceso habitual y natural por el cual pasamos todas las personas. Es así como nos aseguramos para nosotros mismos un mundo seguro y ordenado. A fin de cuentas.... ¿cuáles serían sus mayores preocupaciones o temores si estuviera considerando comenzar con una terapia? LaguntzaTe