TEMA 2. LA REVOLUCION INDUSTRIAL 1.INDUSTRIALIZACIÓN Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Estos términos hacen referencia a un cambio fundamental en la fabricación de productos que hasta entonces predominaba en el mundo. Este cambio se produjo en el s. XVIII en la producción que se llevaba a cabo mediante el sistema doméstico. A mediados del XVIII, en Gran Bretaña aparece un nuevo tipo de industria que tuvo un gran éxito porque lograba producir más en menos tiempo y con un coste menor. Las características de la nueva producción industrial son: • Predominio de la máquina que sustituye al trabajo humano. • El empleo en la producción de innovaciones tecnológicas y fuentes de energía nuevas. • Concentración de obreros en grandes fábricas, lo que supuso un horario, un ritmo y un jornal en dinero. • División del trabajo. • Concentración de capitales, lo que favoreció al comercio y a la banca. El cambio fue de tal importancia que fue denominado Revolución Industrial y supuso una ruptura con respecto al tradicional mundo anterior. Se suele hablar de una Primera Rev. Industrial (1780−1840), una Segunda Revolución Industrial (1885−1914) y una tercera posterior a 1845. Otros autores se refieren a este fenómeno con el término Industrialización, interpretándolo como un proceso lento y gradual. 2. CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL La Revolución comienza en Gran Bretaña porque las causas y características históricas de este país no se dieron en otros lugares. Entre estas causas podemos destacar: • Situación política, económica y social favorable. El liberalismo fue puesto por primera vez en práctica en Gran Bretaña. En el ámbito político, los ingleses gozaban de un sistema parlamentario donde estaban representados todos los intereses económicos del país. Desde el punto de vista económico, fue el primer país en poner fin a las barreras aduaneras y gran defensor del libre comercio. Por otra parte, su dominio naval y comercial les daba una posición aventajada a la hora de introducirse en nuevos mercados. Además, dispuso de un sistema financiero estable y de amplios recursos para invertir en la industria. • La revolución agraria. Durante el s. XVII Gran Bretaña experimentó un considerable aumento de su productividad. Se produjeron cambios técnicos y cambios con respecto al régimen de propiedad. Los cambios técnicos consistieron en la introducción de mejoras como la sustitución de los barbechos por la rotación trienal, introducción de abonos, de nuevas plantas... En cuanto al régimen de propiedad, las modificaciones consistieron en transformar la propiedad feudal y comunal autosuficiente cultivada en campos abiertos, en campos cerrados o vallados y convertirse en propiedad privada cuya producción se dirigía al mercado. Todos estos cambios propiciaron el aumento de la producción agrícola y ese excedente fue suficiente para mantener a la población. Además, provocó el desplazamiento de la mano de obra sobrante a la industria, pues las leyes de cercamiento dejaron sin propiedad ni trabajo a buena parte de la población campesina 1 • La revolución demográfica. Hacia 1750 la población europea sufrió un proceso de crecimiento conocido como revolución demográfica que rompió con el ciclo demográfico antiguo. Se mantuvieron las tasas de natalidad pero se dio un progresivo descenso de la mortalidad debido a una mejor alimentación y, a partir del s. XIX , a los avances sanitarios. La esperanza de vida aumentó notablemente y a finales del XIX se situaba en torno a los 50 años. • Innovaciones en la industria textil, minería y metalurgia. Con los recursos disponibles de capital y mano de obra y gracias a innovaciones técnicas sencillas y baratas, la producción pudo dispararse. Ciertas mejoras en las máquinas de hilado y tejido y la aplicación de los telares a la máquina de vapor, desembocaron a finales del XVIII en la invención del telar mecánico. La producción de hilos y telas fue mayor, más rápida y barata y ahorraba trabajo humano. La necesidad de combustible y de hierro para las máquinas estimuló el desarrollo de la minería y la metalurgia, que se apoyaron mutuamente para crecer. • El ferrocarril. El impulso definitivo que disparó la demanda de hierro y carbón lo proporcionó la aparición del ferrocarril en 1830. A partir de este momento, personas, ideas, mercancías y noticias pudieron ser transportadas con mayor velocidad y seguridad. El ferrocarril revolucionó el comercio, la comunicación, los viajes y las costumbres. 3. LA DIFUSIÓN FUERA DE GRAN BRETAÑA. La expansión de la industrialización por el resto de Europa fue un proceso muy desigual: no se difundió por todas las áreas del continente al mismo tiempo, al mismo ritmo ni afectó a todas por igual. 3.1 Europa • Bélgica. Fue el primer país en industrializarse gracias a sus recursos mineros. Sin embargo, sus reducidas dimensiones le impidieron convertirse en una potencia industrial capaz de competir con Gran Bretaña. • Francia. Poseía un gran mercado e importantes recursos mineros pero durante el s. XIX buena parte de su población seguía viviendo del campo. Su industria permaneció apegada a los gremios y al taller artesanal. Además la Revolución Francesa y el gobierno de Napoleón retrasaron la industrialización. • Alemania. Tuvo que enfrentarse al problema de la fragmentación. En 1834 tuvo lugar una unión aduanera y a partir de este momento comienza la industrialización y, unos años más tarde, comienzan a funcionar los primeros ferrocarriles. Este país se convertirá en el principal competidor de Gran Bretaña. • El resto de Europa. La industrialización fue más tardía, lenta e irregular. El peso de la agricultura fue muy importante y el atraso social y económico de estos países influyó mucho hasta bien entrado el s. XIX. 3.2 Estados Unidos EEUU se independiza en 1776 y, debido a la constante inmigración de europeos, se extiende hacia el oeste. La gran cantidad de tierras y la falta de mano de obra impulsó a los nuevos colonos libres a mecanizar la agricultura. El amplísimo mercado interior, desde el Pacífico hasta el Atlántico, quedó unido por ferrocarril y fue protegido frente a la competencia. Esto y la existencia de gran cantidad de materias primas favorece el despegue económico, aunque también existieron zonas no industrializadas. 3.3 Japón Fue en único país de origen no europeo que se industrializó con éxito en el s. XIX. El imperio japonés se había negado a mantener contacto con los occidentales hasta que, en 1853, los americanos les obligaron a abrir sus puertos. Ante el miedo de convertirse en colonia, el emperador 2 protagonizó un golpe de estado iniciando así la Era Meiji. A partir de este momento comenzó un proceso de industrialización y occidentalización y, a medida que se hacía fuerte, inició una política expansionista semejante a la de los países europeos. 4. CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. La Re. Industrial tuvo profundas consecuencias que afectaron tanto a la economía como a la sociedad. Consecuencias económicas • Creación de un poderoso núcleo de países industrializados junto a un amplio grupo de países que permanecieron sumidos en el subdesarrollo (desigualdad entre hemisferio norte y hemisferio sur). • Se logró un mercado mundial, lo que implica que unos países empezaron a depender unos de otros y a especializar su producción. El problema es que unos países monopolizaron la tecnología y otros se dedicaron a proporcionar las materias primas alimentos, mano de obra... • Los cambios surgidos a partir de la Rev. Industrial estuvieron ligados al nacimiento del capitalismo industrial como sistema económico y al liberalismo cono doctrina política. Entre los autores importantes de esta época podemos destacar a Adam Smith, por su obra La riqueza de las naciones, David Ricardo, que formula la llamada Ley natural del salario y a Robert Malthus conocido por su teoría de la población. • Las empresas se transformaron en Sociedades Anónimas que emitieron acciones y obligaciones. La emisión de acciones y obligaciones y la compraventa de estas, dio lugar a que las bolsas se convirtieran en verdaderos mercados de capital. Por otro lado, los bancos asumieron un nuevo protagonismo y se convirtieron en suministradores de capital para las industrias. • Fue muy importante la renovación de los medios de transporte y comunicación. El ferrocarril permitió la creación de mercados internacionales y el transporte continental e incluso intercontinental. La navegación marítima mejoró con la máquina de vapor y la construcción de canales. Se crearon canales intercontinentales (Suez y Panamá) y, a finales del XIX, aparecieron nuevos medios de transporte como la bicicleta y el coche. Se experimentó una considerable mejora del transporte urbano gracias al tranvía y al metro. Las comunicaciones experimentaron una gran revolución gracias al correo como servicio público, el telégrafo eléctrico, el teléfono y la radio. A todo esto se unió la máquina de escribir, las grandes rotativas y la prensa de masas y se creó una sociedad con mayor deseo de información y más tiempo de ocio. Consecuencias sociales • La principal consecuencia fue el paso de una sociedad estamental a una de clases, donde la diferencia la marcará el dinero. A partir de este momento la sociedad quedó dividida entre los propietarios de los medios de producción y aquellos que solo tienen la capacidad de trabajar a cambio de salario. La antigua nobleza y la burguesía fueron la nueva clase dominante. Este grupo ostentó el poder político mediante el sufragio censitario y cultural. Simultáneamente apareció una clase media formada por la pequeña burguesía y personas dedicadas a profesiones libres. Finalmente, en esta nueva sociedad el proletariado se configuró como el grupo más desfavorecido y explotado. Masas inmensas de personas tuvieron que soportar hasta mediados del XIX situaciones de vida y trabajo muy precarias con jornadas de 14 ó 16 horas, salarios escasos, ningún seguro, trabajos de mujeres y niños... Esta situación desencadenaría a lo largo del siglo la aparición de distintos movimientos sociales que lucharían por unas mejores condiciones de trabajo y por derechos políticos y aparecerán los primeros sindicatos, junto a los cuales aparecen movimientos ideológicos de gran peso, como el socialismo utópico o la anarquía. • El paso de una sociedad agraria y rural a otra industria y urbana. Las ciudades crecieron enormemente y aparecieron nuevas formas de ocio y los primeros servicios públicos y privados. Las nuevas formas de trabajo obligaron a la gente a adaptarse a una nueva manera de trabajar, vivir y 3 relacionarse. 4