Capítulo II. 1: IMPORTANCIA HISTÓRICA Y CAUSAS 1- Importancia histórica de la Revolución Francesa 2- Causas políticas de la Revolución Francesa 3- Causas económicas de la Revolución Francesa 4- Causas Sociales de la Revolución Francesa 5- La revuelta de los privilegiados 1- Importancia histórica de la Revolución Francesa La Revolución Francesa está considerada como la más importante de las llamadas revoluciones liberales o revoluciones burguesas que se producen entre finales del siglo XVIII y finales del XIX y cuyo resultado será la destrucción del Antiguo Régimen y la configuración básica de nuestra actual sociedad. Es tal la trascendencia que los historiadores han dado a este acontecimiento, que la fecha de la Toma de la Bastilla (14 de julio de 1789), destrucción simbólica del poder de la monarquía absoluta y pistoletazo de salida de la revolución, se ha tomado como referencia histórica para separar la Edad Moderna de la Edad Contemporánea. Pese a no ser la primera revolución liberal y pese a resultar finalmente derrotada por las potencias absolutistas tras 26 años de lucha, existen una serie de factores que explican la importancia que se da a este acontecimiento: *Ocurre en Francia: Aunque se considera que la primera revolución liberal fue la Independencia de los EE UU, esta tuvo una influencia bastante limitada, por tratarse de un territorio remoto y marginal en ese momento. Por contra, la Francia de finales del XVIII no sólo era el reino más poblado y poderoso de Europa (acababa de derrotar a Gran Bretaña en 1783), sino que era el que marcaba las tendencias en la cultura, el pensamiento, el arte, la moda y las costumbres. El Imperio Napoleónico, heredero de la revolución francesa, significó un retroceso en muchos de los avances conseguidos por la Revolución (libertades, ejercicio de la soberanía nacional...), pero consolidó algunas conquistas como la igualdad ante la ley, la codificación de ésta, el establecimiento de un Estado moderno con separación de poderes etc. El dominio que Napoleón ejerció sobre casi toda Europa, extendió estos cambios a todo el continente. *Rapidez y profundidad de los cambios: Aunque en países como Holanda e Inglaterra se venían produciendo cambios que acercaban poco a poco su realidad hacia la igualdad ante la ley, la sociedad de clases, cierta democracia interna, equilibrio de poderes etc, desde 100 años antes que en Francia, los cambios producidos por la Revolución Francesa son mucho más rápidos y radicales y en solo cinco años se llegó mucho más allá que en cualquiera de estos países o que en los EE UU, aplicándose en su totalidad las ideas políticas de la ilustración, pese a lo turbulento del proceso y a que más tarde se retrocedió en muchos aspectos. *Participación social: Aunque la burguesía va a ser el grupo que protagonice y dirija la revolución, en ella van a participar otros sectores sociales que hasta el momento habían sido meros objetos, victimas o espectadores de la historia, convirtiéndose en determinados momentos en sus protagonistas y obligando con su actuación a los dirigentes revolucionarios oficiales a tomar decisiones que de otra manera tal vez no se habrían hecho realidad. Tal es el caso de los campesinos (durante el “El Gran Miedo”), los obreros y artesanos urbanos (“sans-culottes”) durante todo el proceso y especialmente en la época de la Convención, los esclavos (independencia de Haití) o las mujeres (traslado de Luís XVI desde Versalles). 2- Causas políticas de la Revolución Francesa *Difusión de las ideas liberales: El pensamiento político de la ilustración, que pocos años después de la revolución empezará a conocerse como “liberalismo”, era conocido y aceptado por numerosos miembros de la burguesía y algunos nobles, clérigos y ministros ilustrados. Aun así se trataba de una ideología muy minoritaria, que solo se extenderá a sectores más amplios de la sociedad (clases populares urbanas, campesinado...) en los primeros compases de la revolución. Estas ideas implicaban una crítica frontal de todos los aspectos del Antiguo Régimen. *Influencia de la Independencia los EE UU: Este hecho había sido visto por la corona francesa como una victoria estratégica sobre Gran Bretaña, su principal enemigo internacional, pero para muchos franceses significó el triunfo de un pueblo en su lucha por la libertad y que era posible rebelarse y vencer a un Estado tiránico e injusto. *Aparición de “clubs”: Algunas tertulias ilustradas fueron convirtiéndose en círculos de debate, en los que se agrupaban personas con cierta afinidad en cuanto a ideas políticas (“clubs” feulliants, jacobino, girondino, cordelier....). Estos antecedentes de nuestros actuales partidos políticos, desarrollarán una importante labor de agitación y organización de las masas durante la Revolución. 3- Causas económicas de la Revolución Francesa *Bancarrota del Estado: Pese a su apariencia de poder, el Estado francés se encontraba en bancarrota desde 1770. Esto significaba que sus ingresos eran menores que sus gastos y que por lo tanto, no solo no era capaz de devolver los préstamos solicitados para hacer frente al déficit, si no que siquiera podía hacer frente a los intereses generados por la inmensa deuda de la Hacienda Real. Los gastos del Estado eran por orden de importancia los militares (33%), pago de intereses de la deuda (30%), gastos generales de la administración (21%), gastos de la corte (10%) y pago de pensiones a cortesanos (6%). El apoyo a los rebeldes de las 13 colonias tuvo como consecuencia que el gasto militar se disparara, mientras la corte de Luís XVI y Maria Antonieta vivía en un lujo ostentoso. Ante la incapacidad para reducir los gastos la única posibilidad era aumentar los ingresos (impuestos) de los que los estamentos privilegiados estaban exentos, lo que hacía crecer el descontento entre el Estado Llano. (Ver datos del libro) *Crisis alimentaria: Tanto Luís XV como Luís XVI contaron con ministros y consejeros fisiócratas, que consiguieron introducir algunas mejoras en la agricultura francesa, lo que sostuvo un importante crecimiento de la población de Francia durante el siglo XVIII que pasó de 19 millones de habitantes a cerca de 27. Pero sobre esta población crecida en número, sobrevino una sucesión de malas cosechas a partir de 1780, lo que unido a las medidas fisiócratas (“liberalización del precio del trigo”) produjo un aumento espectacular del precio del pan (alimento básico) creando un gran descontento general y particularmente en las ciudades. *Desigual reparto de la riqueza: El clero (2% de la población) acaparaba el 10% de la riqueza nacional; la nobleza (2,5%) el 30%; la burguesía (10,5% de la población) el 20%, y el bajo pueblo (artesanos, obreros urbanos, campesinos con o sin tierra) que representaban el 85% de la población, solo poseían el 40% de la riqueza. (ver texto – esquema). En el momento de crisis económica que atravesaba Francia, por el que una gran parte de su población pasaba penurias y una creciente presión fiscal, la ostentación, el derroche y el lujo de la nobleza, la Iglesia y sobre todo la Corte, contribuyeron a crispar el ambiente. En este sentido destaca la reina Maria Antonieta que con su frívola e irresponsable actitud se convirtió en un personaje aborrecido por gran parte del pueblo. 4- Causas sociales de la Revolución Francesa Hacia 1787, el descontento en Francia era general y la corona y sus medidas criticadas de forma casi unánime, pero el descontento de cada grupo social, obedecía a causas distintas: Nobleza y clero: Los estamentos privilegiados desconfiaban de las medidas reformistas de algunos ministros de Luís XVI y veían con inquietud la agitación social que crecía en el país. El empobrecimiento del pueblo repercutía negativamente en sus ingresos, ya que tenían dificultades para cobrar los impuestos que cobraban a sus siervos (diezmo, gabelas...). Su reacción ante la inestabilidad política del reino, fue aferrarse a sus privilegios tradicionales o incluso aprovechar la debilidad de la corona para intentar recuperar el terreno perdido frente a la monarquía absoluta en los dos siglos anteriores, en una actitud cada vez más desafiante. Alta y media burguesía: El crecimiento del comercio y la manufactura durante los siglos XVII y XVIII había enriquecido a estos grupos sociales. Pero este aumento de su poder económico, no había ido acompañado de un aumento paralelo de su poder político, ya que no tenía posibilidad de influir en el gobierno y los altos cargos de la administración seguían estando reservados a la alta nobleza. Grupos sociales muy influidos por el liberalismo moderado. Pueblo llano urbano: Compuesto por la pequeña burguesía, artesanos y obreros urbanos. Descontentos sobre todo por la carestía de los alimentos, la subida de los impuestos y por su falta de posibilidad de participar política. Muy influidos por el liberalismo radical. Representarán el sector más activo y extremo durante la Revolución (sansculottes). Campesinos: Sufrían la continuidad del poder de la nobleza y el clero en el medio rural, en el que los estamentos privilegiados seguían ejerciendo el poder judicial y administrativo en los señoríos y tierras de los monasterios y órdenes religiosas. Los pequeños propietarios seguían con la “propiedad en precario”, mientras que los arrendatarios, aparceros y campesinos sin tierra, ansiaban llegar a conseguir tierras en propiedad. Era el sector más perjudicado por la subida de los impuestos, ya que pagaban a la corona, a la nobleza y a la Iglesia. Se calcula que estos tributos significaban el 70% de los de por sí escasos ingresos de un campesino. 5- La revuelta de los privilegiados Luís XVI (1774-1792), intentó gobernar como un monarca ilustrado y por ello nombró a numerosos ministros como Turgot, Calonne, Necker y Brienne con ideas fisiócratas que intentan llevar a cabo reformas que modernizaran la economía y la sociedad francesa, y sobre todo que acabaran con el déficit de la Hacienda Real que lastraba al país. Pero su política chocó con la oposición del llamado partido cortesano integrado por nobles próximos al rey, encabezados por su propio hermano (Carlos, conde de Artois), que consiguieron que el rey fuera destituyendo a todos estos ministros sin que ninguno hiciera realidad sus propuestas de reforma. La principal de ellas era la Contribución Territorial, un impuesto que pagarían todos los propietarios de tierras, incluidos la nobleza y el clero. Esta propuesta fue rechaza por los representantes de la nobleza y el clero (Consejo de Notables y Parlamento de París) de forma airada y desafiante, provocando la caída sucesiva de Calonne y Brienne. El argumento de los privilegiados, era que un impuesto de esa naturaleza, solo podría ser aprobado por los Estados Generales, representación estamental del reino, que debido al absolutismo de la corona francesa, no se reunía desde 1640. El nuevo ministro Necker convenció al rey y este convocó elecciones a los Estados Generales en 1788.