CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

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CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
En estas breves líneas pretendemos tratar las razones que llevaron al acontecimiento
considerado por muchos historiadores como el más importante de la era contemporánea,
la Revolución Francesa. Ante un fenómeno tan complejo como la Revolución Francesa,
los historiadores han propuesto una gama variada de razones para explicarla. A
continuación se expone un resumen de las principales.
CAMBIOS EN LAS IDEAS
En primer lugar no deben dejarse de lado las causas ideológicas, pues el siglo XVIII
conoce grandes transformaciones intelectuales. Si en el siglo XVII se había iniciado la
llamada revolución científica, durante el siglo XVIII surge en Francia un nutrido grupo
de pensadores que se adhieren a las teorías de la filosofía empirista y creen que la razón
humana resolverá muchos de los problemas que complican la vida de los seres
humanos, estos pensadores serán llamados ilustrados y el siglo XVIII es conocido, entre
otras cosas, como el siglo en el que se desarrolló el movimiento filosófico denominado
la Ilustración.
TRANSFORMACIONES SOCIALES
Un segundo tipo de causas de tipo social ha sido explicado por los historiadores
haciendo referencia al fuerte crecimiento demográfico que conoce Francia durante el
siglo XVIII. El aumento de la población, parece que produjo en ocasiones escasez de
alimentos, haciéndose muy frecuentes las crisis de subsistencias , y un crecimiento del
número de pobres.
Además, la llamada sociedad estamental se encontraba en crisis ante el empuje de la
burguesía, grupo social cuyo papel económico no para de crecer, y que, sin embargo, ve
como su fuerza política es muy reducida, ante los deseos de la nobleza de ejercer un
verdadero monopolio de los cargos del estado.
Por tanto el descontento social de la burguesía y del campesinado (por diferentes
razones), se convertirán en fuerzas impulsoras de la revolución.
Por otro lado trataremos las causas políticas de la revolución, centradas en torno a la
crisis de la monarquía, atrapada ante los problemas presupuestarios del estado, esto es la
existencia de un enorme déficit en las cuentas del estado: si quiere recaudar más
impuestos debería cobrárselos a los privilegiados, pero esto significaría acabar con un
sistema basado, precisamente, en el privilegio, y enfrentaría al monarca con las muy
poderosas nobleza e iglesia. De hecho, como veremos, este será el problema que actuará
como detonante de la revolución.
CRISIS ECONÓMICA Y CRISIS FISCAL
También hemos de citar las causas económicas que están detrás del estallido
revolucionario francés. Así sabemos que en vísperas del estallido de la Revolución la
economía francesa no pasaba por buenos momentos. La circunstancia de fondo era la
mala situación de la agricultura, sector responsable entonces de, quizás, dos tercios de la
riqueza de Francia. Los años 1787 y 1788 se caracterizaron por desfavorables
condiciones meteorológicas que van a poner en marcha una durísima crisis de
subsistencia: los agricultores privados de ingresos suficientes dejan de comprar
productos industriales e incluso muchos de ellos se ven obligados a recurrir a la
mendicidad o a la caridad en las ciudades próximas. La caída de la demanda de
productos industriales significa paro y pobreza para los trabajadores de pequeños y
grandes negocios manufactureros. La escasez conducirá a la escalada de precios y con
esta llegará el descontento social de los grupos más desfavorecidos.
Con todo, muchos historiadores han dado más peso como causa económica de la
revolución no a la crisis agraria, sino a la crisis fiscal por la que pasaba el estado
francés. Así es sabido que desde hacía décadas la hacienda francesa era incapaz de
recaudar con sus impuestos las cantidades que se gastaban.
Estos déficit públicos crónicos se vieron agravados por las guerras en las que se vio
envuelta Francia contra Inglaterra, incluyendo los préstamos a los rebeldes de las
colonias de Norteamérica que fundarán los Estados Unidos de América al
independizarse de los ingleses, y llevaron a un enorme crecimiento del endeudamiento
del estado. El pago de la deuda pública llegó a superar la mitad del presupuesto estatal.
Además cuando alguno de los ministros de Hacienda, como fue el caso de Turgot,
proponía reformas que parecían dirigidas a terminar con el privilegio de la Iglesia y la
nobleza (no pagaban impuestos), las presiones de la Corte condujeron a su cese por el
Rey. Por eso si en los años setenta la situación era ya de auténtica bancarrota, continuó
agravándose.
De la delicada situación puede dar una prueba que a pesar de los ceses, los siguientes
ministros seguirán proponiendo reformas semejantes, hasta que un nuevo ministro de
economía, Calonne, volverá a proponer ya en 1786 una reforma de los impuestos que
incluiría como contribuyentes a los miembros de la nobleza y de la iglesia. Este
proyecto fue rechazado en 1787 por una Asamblea de representantes de los
privilegiados. Para algunos historiadores ese momento puede ser considerado el
verdadero comienzo de la Revolución Francesa, pues con la llamada revuelta de los
privilegiados se inician los cambios que alterarán de manera radical las leyes francesas.
LOS ESTADOS GENERALES: LA REVUELTA DE LOS PRIVILEGIADOS
Ante las presiones de los Privilegiados Luis XVI se vio obligado a convocar los
Estados Generales (no se convocaban desde hacía más de un siglo), organismos que
representaban por separado a los tres estamentos del Reino, la nobleza, la iglesia y el
pueblo o Tercer Estado. Su reunión se realizaría a comienzos de mayo de 1789. Desde
mucho antes de realizarse su reunión comenzaron los problemas, pues mientras los
miembros del Tercer Estado pedían una reunión conjunta de los tres estamentos y que
se votase individualmente, los estamentos privilegiados querían una reunión en cámaras
separadas y que cada grupo dispusiese de un único voto.
Al mismo tiempo que por toda Francia cada comunidad debería designar a sus
representantes, se preveía la realización de los llamados Cuadernos de quejas (“cahiers
de doléances”) en los cuales cada comunidad debía expresar las reivindicaciones que
luego cada diputado debería trasladar al Rey. La mayoría de ellos fueron redactadas por
miembros de la burguesía, aunque también hay ejemplos de algunas redactadas por
clases más bajas . Además de estos cuadernos, Francia se vio inundada por numerosos
panfletos de carácter político. Quizás el más conocido sea el redactado por Sièyes y
titulado ¿Qué es el Tercer Estado? . En esta obra Sièyes concluye que desde el punto de
vista político el Tercer Estado, la inmensa mayoría de la nación francesa, formado por
quienes trabajan y sostienen con sus impuestos el estado, deben tener en sus manos el
control político de Francia.
LECTURA DEL TEXTO EN LA CLASE
LUIS XVI CONVOCA LOS ESTADOS GENERALES
Nos necesitamos el concurso de nuestros fieles súbditos para que nos ayuden a superar las
dificultades que Nos encontramos relativas al estado de nuestras finanzas, y para establecer,
de acuerdo con nuestros deseos, un orden constante e invariable en todos los aspectos del
gobierno que tienen que ver con la felicidad de nuestros súbditos y con la prosperidad de
nuestro reino. Estas importantes razones nos han determinado a convocar la Asamblea de los
Estados Generales de todas las provincias, tanto para que nos aconsejen y nos asistan en
todos los asuntos que sean expuestos ante Nos, como para hacernos saber los deseos y
quejas de nuestros súbditos, de forma que por una mutua confianza y amor recíproco, se
aporte lo más prontamente posible un remedio eficaz a los males del estado, que los abusos de
todo género sean reformados y prevenidos por buenas y firmes disposiciones que aseguren la
felicidad pública y que nos aporten a Nos particularmente, la calma y tranquilidad de las que
Nos hemos carecido desde hace largo tiempo.
Convocatoria de los Estados Generales, Luis XVI en Versalles el 14 de enero de 1789
LOS ALUMNOS DEBERÁN ESTAR ATENTOS PARA COMPLETAR EL
EJERCICIO SIGUIENTE
Los Estados Generales
Ejercicio de relleno de huecos
El rey Luis
se vio obligado a convocar los Estados Generales,
que no se reunían desde hacía más de un
, por los presiones
de los
que se niegan a pagar
, única solución
que encuentran los ministros de economía ante la crisis de un estado
que debe gastar la mitad del presupuesto en el pago de la
rey se muestra dispuesto a conocer los problemas de los
tres
. El
, para lo cual se había encargado la redacción de los
cuadernos de
. Luis XVI no lo sabe, pero los problemas
comenzarán cuando los representantes del
estado exijan el
voto por cabeza, y no como desean la
y el clero, que cada
estamento disponga de un voto, lo que dejaría dos de los tres votos
en manos de los privilegiados.
Lo que iba a ser una reunión tradicional bajo el control de un
monarca absoluto se convirtió en una
cuando los miembros
del tercer estado deciden reunirse por separado, formar
la
Nacional, y juran no separarse hasta haberle
proporcionado una
a Francia.
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