*> n u i i n y / T Periódico independiente de la tarde BB" Año XVI,- H ú m e r o 5 . 3 9 0 . PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Rladridí un mes I peseta. Provincias, t r i m e s t r e . . . 4,50 » Las huelgas Apartado de Correos, número 92 ¡Ojalá se resuelva pronto y bien, y nadie tenga mañana que discutir los actos de quienes no debieran nunca ííer discutidos en tal sentido! En la cuenca minera de Vizcaya ha i surgido la huelga, ó mejor dicho, ha j reaparecido, porque do vez en cuando la hay. Se ha extendido, y aunque hasta el presente tiene carácter pacífico, ya ha No hay prisión más dolorosa que la corrido sangie. de un corazón oprimido por el peso del No nos metamos á analizar las caudolor, sin que pueda exhalar un suspiro sas; pero cuando las huelgas se repiten, que llegue á oírse en las puertas de la es que aquéllas subsisten. justicia Y ésta lo atienda. El estrecho Intereses encontrados están siempre Código de Justicia Militar tiene aprisioen lucha; y en lucha por el mismo monados á muchos corazones que claman tivo. justicia dentro de sus amargas horas de El patrón y el obrero, ambos quieren sufrimiento. La satisfacción interior tan ganar más; ambos quieren prestar merecomendada, no anda en el Ejército nos esfuerzo. cual debiera, y tan sólo á esos api isloEl obrero tiene siempre á su favor, que nados les queda el recurso de enviar sus trabaja con sus propios músculos y que lamentos en sentidas cartas. De éstas reclama céntimos para subsistir y dismi- llegan algunas que dejan entrever un nución de desgaste para conservar el grandísimo desaliento anta hechos reúnico patrimonio de sus hijos: los bra- cientes pasados y no recompensados á zos. los merecedores, y si, en cambio, á otros Puede ocurrir y ocurre algunas veces, de mejor fortuna. ^A -aso se llegó hasta que las condiciones del producto traba- el extremo del favoritismo con claras jado, consideradas mercantilmente, no pietericlones? No es de creer; pero sí de ponen al patrono en las dé poder ceder observar. á las demandas que entonces son InjusEn la reciente campaña do Malilla hay tas; pero si «el negocio», visto como tal, lamentos de esos aprisionados que clalo permite, nada más moral que ceder un poco de ganancia para agrandar algunos man justicia para hechos consumados á gramos la cantidad de pan del que pro- la vista del frente del enemigo, y que, al parecer, no han tenido en algunos duce. Tienen, pues, mucho que estudiar as- casos, y para algunos, la debida recomtas cuestiones y, desde luego, tan cen- pensa, y, como siempre, ¿cómo no? bassurable es la tiranía de los de arriba tante recae sobre algún oficial de la escala de reserva. como la de los de abajo. Algo de fondo debe haber en esos El Estado, mediante las autoridades, cambios de destino de cuerpo á cuerpo, no tiene más misión que la de conservar dentro de los que antes de la campaña el orden y la libertad de todos. guarnecían MellUa, y que son los que Pero como están contrapuestos los in- cargaron el peso de la campaña. tereses de ambas parles un sentimiento Como todavía es muy á tiempo para de ju stlcia indica que, sin salirse de la resolver instancias {^endientes, se espera neutralidad, la fuerza debe Inclinarse se hará la justicia debida para los que, del lado de la razón, si es que ésta pueen momentos de apuro y angustia, dede hallarse. fendieron y salvaron piezas que eran Por lo pronto, se han reconcentrado arrastradas por el enemigo, arrastrando fuerzas militares en la región de la con ello pedazos de nuestra bandera y huelga. honor nacional. Como medida previsora, está bien Entretanto se resuelve este pleito, hay pero ahora es ocasión de que todos esque esperar con calma; después se verá tén atentos al caso, y si por desgracia si ha resplandecido ó no la verdadera las masas, influidas por los eternos agiequidad en el reparto de la justicia, sin tadores, obligaran á los soldados á Indistingos de escalas y procedencias. tervenir para evitar coacciones ó restaJ. S. blecer el orden alterado, vean que las Pamplona 14 julio 1910. leyes y reglamentos Imponen al Ejército obligaciones de severidad que no puede jamás abandonar. Ahora es cuando hay que fijarse en las causas para apreciar los efectos, y ¿Qué hacemos, compañeros? Por lo no hablar luego, como ocurre con lo de que se puede apreciar, yo creo que dorBarcelona el año anterior, de los procemir á pierna suelta, á lo que parece dimientos militares. Estos son como son y no pueden de- prestarse el calor que se deja sentir, jar de serlo; de modo que hay necesidad aunque en el año actual parece que de aceptarlos con todas sus consecuen- todavía no ha llegado al máximo. Pero contrastando con nuestra manecias ó no llamar los soldados para intervenir en lo que compete arreglar á ra de proceder, vemos á los padres más ó menos graves de la Patria, que se balas autoridades civiles. El capitán general Sr. Agullar, cono- ten como leones en las respectivas Cáce perfectamente á Bilbao, por haber maras, sin que aproveche tal vez su lusido mucho tiempo gobernador militar cha al país; más hacen, y esto siempre de la plaza; y el que lo es hoy, señor es loable. Si nosotros Icis imitáramos uniéndomarqués de Santa Elena, también es hombre de sobresalientes condiciones. nos, organlzándonos, pertrechándonos De esperar es que la intervención mi- para entrar en campaña cuando vayan litar solucione el conflicto, como lo hizo á discutirse los presupuestos, en cuya ley si trabajásemos, probablemente conotras veces, con aplauso de todos. Pero 8l no lo pudiera conseguir porque seguiríamos que se nos rebajara ó sulas intransigencias de una ó de otra par- primiera el descuento, aunque no lo conte se lo Impidieran, no vengan luego á siguiéramos, nada podría pedírsenos; pero haciendo lo que puede apreciarse, censurar. Creemos, como siempre hemos dicho, como antes he dicho, se nos puede peque antes de utilizar los soldados en esas dir todo. Lo que está ocurriendo en el Congrecuestiones, debe dejarse el mando por la autoridad civil, que ha fracasado en so debía darnos clara idea de lo que el Ejército vale y representa en España; cuan'kO requiere refuerzos. La misión verdadera del Ejército, es j pues toda la labor de los conservadores la guerra; y no hay cosa que más nos j viene consistiendo en presentar á las izoontriste que verlo utilizado en estos I qulerdas políticas como enemigas del ! elemento armado, y la de las izquierdas asuntos. ¿Hubo justicia? RetiraOos por Guerra i Madrid 18 d e julio d e 1910. R e d a c c i ó n y Ad mi n i s t r a c i ó n i E s g r i m a , n ú m e r o 7 en patentizar su cariño á dicho elemento, haclendoel oportuno distingo de puede respetarse y quererse el todo por considerarlo bueno y atacar á una parte por •reerla lo contrario. Sin meterme á juzgar cuál de las dos grandes fracciones políticas está más en lo fuerte, de lo que una y otra viene diciendo, se deduce que el Ejército es el timón de la nave que se llama Estado, y todos creen que sólo disponiendo de él pueden navegar hacia las opuestas playas de sus auténticos Ideales. Es decir, que al brazo armado de la Patria se le reconoce todo su valor y esto hará que no se le regatee, el que á todo momento se halle dispuesto á cumplir su sagrada misión. De ese Ejército, queridos compañeros, no quieran ó no queramos, formamos nosotros parte, hoy en su segunda mitad y mañana, al el Gobierno lo creyera conveniente, en la primera, puesto que las leyes de nuestro condicional retiro nos imponen el deber de prestar servicio en primera ó segunda línea cuando seamos necesarios. Y por esta razón, del emos pedir que se nos condicione para que podamos volver á ser útiles á la Patria cuando tengamos que servirla como lo deseamos, dándonos destino en el Ejército de segunda reserva ó en el territorial, y que se nos considere para todo, como lo que somos, como militares en edad si tuviéramos que emprender una campaña, de soportarla y alca-izar la victoria. Por las noticias que hasta mi humilde persona han llegado, el dignísimo general Aznar persiste en «ÍU idea de crear los mención idos ejércitos; y dado, como ya he expuesto, lo que de la Institución militar se viene diciendo en el Congreso, es de creer que se humanice el Sr. Coblán y no niegue á su compañero de Guerra lo que ne.jeslte para realizar una organización militar que economizará en lo sucesivo muchos millones al Tesoro. Porque una de las ventajas Inmediatas que obtendrán al crear los ejércitos de segunda reserva y el territorial, es la de no tener que Improvisar oficíalos en cuanto hay que poner en pie de guerra parte del ejército de primera linea, y la de haber acabado para siempre con el excedente de generales, jefes y oficiales, con lo que no podí á repetirse el triste caso de tener que truncarle la carrera á los que, como nosotros, éramos amantes de ella, ofreciéndonos, el retiro uon el máximo del haber del empleo que poseíamos á la edad de treinta y tres á treinta y cuatro años de edad, medio cuando nos quedaban á los subalternos diez y seis ó diez y siete años de vida militar, c jmo mínimum. Y para ayudar á que sea un hecho lo proyectado por el ministro de la Guerra, y en vista de la buena disposición que parecen estar las'^^Cortes, debemos unirnos y trabajar cuanto más mejor, pues sólo asi podremos inclinar la balanza de la justicia hacia nosotros. Todos sabemos el refrán que dice i^ue «el que no parece perece», y si nosotros no parecemos, á pesar de los buenos deseos del ministro, de los mejores de las Cortes, del fausto acontecimiento de la creación de los susodichos ejércitos, pereceremos irremisiblemente. Porque los refranes son verdades inconcusas, á juicio de vuestro compañero Uno que ante» Jué otro. "Joven España,, Anteanoche se celebró en el salón de actos de El Liberal la constitución de esa nueva y valiosísima colectividad de los jóvenes radicales españoles pertenecientes al elemento intelectual. Fué muy numerosa U concurrencia de jóvenes de los distintos matices de la izquierda. Húmero c o r r i e n t e , 5 céntimos, ídem atrasado, 10 ídem. y tras breve discusión se aprobó el oíanifíesto-programa de la entidad y el reglamento por el aual se ha de regir ésta. Se acordó darle la denominación de t Joven España* al organismo, y por unanimidad quedó proclamado el siguiente Comité Ejecutivo Nacional: Presidente. Augusto Barcia. Vicepresidente, Pablo Nougués. Secretarios, Rafael Sánahez Ocaña y Francisco Gómez Hidalgo. Tesorero, Miguel Moya Gastón. Contador, Tomás Alvarez Ángulo. Vocales: Ramón Pérez de Ayala, Francisco Escola y Fernando Duran. Entre los que asistieron personalmente ó por representación á la Junta de anteanoche recordamos á los señores Gómez Hidalgo, Pablo Nouguós, Villa, Barcia, Pérez de Ayala, Ortega Gasset, Sánchez Ocaña, Escola, Miguel Moya, Alvarez Ángulo, Mella, Manuel Iglesias, G&rcia Cortés, Guixé, Andicoberry, Bejarano, Barea. Felipe Gómez, Codina, Goy de Silva, Arlmón, Ballester, Mllego, Corrochano, Lezama, Vila, Marañan, Sánchez Navarro, Alvarez del Bayo, Rodríguez de la Peña, Calzada, Gerona, Duran, Luis Ballestero, Romera, Navarro, Gómez de la Serna, ChápulI, Costa, Gálvez, Aiantave, Ginestal, Prieto del Rio, Heredla, Rivera, Pastor, Alas, Casanueva, Lorenzo Benito, Roberto G. Dorado, Bello, Fernández Galán, Labra, Arguelles, del Rio, Urruti, Elorrleta, Castro, Alvarez Pastor, Mesa, Sequeiros, Jiménez Ronchel, Núñez Arenas, Escosura, Plá, Martín Benito, Moreno, Membrillo, Más, Lagreda, Hernández, Cid, Gadea, Martínez Sol, Gástelo, González Fide, Méndez Izquierdo, Menéndez, Romero y muchísimos más de los distinguidos y significados de la juventud luchadora. lAh, si en nuestras manos estuvlei-a poder Ir levantando los techos de las buhardillas, cuántos ejemplos de éstos y otros semejantes encontraríamos! Ejemplos sin ostentación ni vanagloi la, nada más que como el cumplimiento de un deber sagrado, y que apenas si son conocidos fuera del limitado círculo de los amigos y la vecindad. Ello impide que se conozcan muchos «asos de virtud, en tanto que los actos reprobables sobresalen por su notorleJad. He aquí el por qué decía yo antes que se experimente consoladora satislacclón cuando, en contraposición á los últimos, se contemplan casos de honradez y nobleza. En esta corte, hace unos días, una madre desnaturalizada armjó desde el balcón de un cuarto piso el fruto de sus entrañas, con el fin de encubrir—desatino sin igual—su deshonra. Al lado de este crimen, sin nombre, encontramos un I lecho que recuerda actos sublimes de heroísmo. Me refiero á las Hermanas de la Caridad, que en la pasada campaña de Melllla dieron hermosas pruebas de abnegación, y que acaban de ser condecoradas con la cruz de primera clase del Mérito Militar. «Tú no pasas de un nombre», dijo Bruto, encarándose con la virtud. La realidad comprueba que Bruto mintió. Rajael Gil López. "AVANTE" Hemos recibido un número extraordinario del periódico Avante, de CiudadRodrigo, dedicado al Centenario que se celebra en aquella heroica plaza, y es una obra de arte en todos sentidos. Texto de los más Insignes escritores; grabados magníficos y en gran profusión, y una presentación tal, que compite ventajosamente con las revistas Ilustradas más famosas. Enviamos nuestra enhorabuena al Director don Jesús Méndez Rimeño, que puede enorgullecerse del número que ha publicado. Los dos Polos opuestos La filantrópica Sociedad Matiltens© de Caí Idad celebrará en noviembre próximo un concurso para premiar la virtud. ¡Premiar la vlrtudl Su mejor premio reside en su noble desempeño. Sin embargo, no deja de ser altamente simpática la Idea de la aludida benéfica Institución. Cuando con frecuencia Inaudita se contemplan acto? reveladores de la malicia, de la depravación que en el mundo hay, ante casos de honradez. Instintos nobles, virtud, se experimenta una cosoladora satisfacción. No quiero dar la nota pesimista de sostener que las acciones malas predominan sobre las acciones buenas. Las enseñanzas que he sacado del estudio de la realidad, me permiten la creencia de que abundan más éstas que aquéllas. Pero es que la característica de unos y otros es de tal manera, que mientras el vicio y el mal esparcen á tambor batiente sus calamitosos efectos, la virtud, calladamente práctica, su sublime misión, ya esté encarnada en la obrera humilde que, trabajando día y noche se afana por conquistar mísero jornal con que puedan vivir sus ancianos padres y acaso dos ó tres hermanltos, ya se encarne en la viuda con media docena de hijos, por cuya subsistencia no descansa hasta que vieja y decrépita ve que pueden atender por tBÍ mismos á su porvenir. firma del J{e¡/ De Marina. — Autorizando la adquisición del material de guerra necesario para dos años de la casa Wickers Maxim-Ncrdenfelt. Declarando pensionada la gran cruz del Mérito Naval roja que le fué concedida al contralmirante Morgado. Nombrando comandante de la provincia marítima de Vigo, al capitán de navio don Francisco Pérez Machado. Ascendiendo á los empleos inmediatos al contador de fragata D. Enrique Bruguetas, capitán de fragata D. Eloy Melendreras y capitán de Infantería de Marina de la escala de reserva D. Gregorio Vázquez Alayón. ídem al guardalmacén de segunda D. Antonio Sánchez Ruiz. Concediendo el mando de la provincia marítima de Cartagena al capitán de fragata don José Rierra y Alberni. De Guerra.—Confinen lo los mandos de los regimientos de Cazadores de Taxdirt y Lanceros de Sagunto, 11." y 12.° depósito de reserva, regimiento de Villaviciosa y 2.° depósito de reserva, respectivamente, á los coroneles de Caballería D. Miguel Nüñez del Prado, D. Fernando Garda Lastra, D. Juan López de Letona y D. Cien ente Luque. Concediendo la gran cruz del Mérito militar blanca á D. Aniceto Marinas. Nombrando comandante general de Artillería de Malilla al general de brigada D. Juan López Palomo. ídem auditor de la Capitanía general de Melllla al auditor general de Ejército D. Melchor Sanz Pardo. Disponiendo que e^ general de brigada don Honorato de Saleta cese en el cargo de comandante general de Ingenieros de la quinta reglón y pase á la reserva. Concediendo la cruz blanca del Mérito militar, pensionada, al comisario de Guerra de segunda clase D. José Blesa; cruces blancas, sencillas, al comandante de Infantería don Miguel Osende; al comandante de Artillería D. Joaquín Mariné; al comandante de Ingenieros D. José Ferré; al oapltán de la Guardia civil D. Sancho López y López; al capitán de Infantería D. Victoriano Caaagil; al capitán de Artillería D. José Martínez; 4 loa capitanes de Ingenieros D. Tomás Fernández y D. Juan Agulrre; al capitán de Artillería don Isidro Moreno, y al oficial de Administración D. Juan Arnaldo. Concediendo menciones honoriflcas al teniente c ironel de la Guardia civil D. José García Pérez, al primer teniente del mismo instituto D. Andrés Hernández y al capitán de Artillería D. Federico Rodríguez. Aprobando el arrendamiento de lá dehesa de Las Ollas, hecho por el cuarto establecimiento de remonta. Varios deoretOB de mstsriid.