DE HÉROES Y MÁRTIRES Sargento Viceprimero José Wilber Cortés Viveros Nació el 01 de octubre de 1978 en Tumaco – Nariño. Ingresó a la EMSUB en 1999 y se graduó como Cabo Segundo en el 2000. Durante su carrera militar, prestó sus servicios en el Batallón de Infantería No. 15 “Patriotas”, Batallón de Contraguerrillas No. 53 “Soldado Pedro Pascasio Martinez”, Escuela de Policía Militar, Batallón de Alta Montaña No. 5 “General Urbano Castellanos”, Batallón de Infantería No. 5 “Batalla de Bárbula”, Batallón de Infantería No. 41 “General Rafael Reyes”, Batallón contra el narcotráfico No. 1 “Gral Imagen 7. SV. José Cortés Rodolfo Herrera”. Obtuvo la medalla al valor, la medalla ”fe en la causa” y la medalla “policía militar” Con 46 felicitaciones otorgadas por diferentes comandos en sus 15 años de servicio, este valeroso soldado combatiente de Colombia, murió el 29 de abril del 2012 en el Departamento del Caquetá, defendiendo con su vida al reportero y periodista francés Romeo Langlois, quien, como corresponsal de guerra, realizaba un trabajo periodístico sobre las operaciones militares contra el narcotráfico. El periodista Romeo Langlois, fue secuestrado en el momento de la muerte del Sargento Cortés. Una vez liberado este periodista, viajó a Francia, donde presentó un documental sobre el valor y los últimos momentos de vida del Sargento Cortés 4. 4 José Wilber Cortés Viveros Extracto hoja de vida. Jefatura de Desarrollo humano Ejército Nacional. Centro de Estudios Históricos del Ejército Nacional. La imagen del SV. Cortés fue tomada del documental sobre el secuestro del periodista Romeo Langlois “Colombia a Balas Reales”. Frases Célebres: “el escudo de armas encierra toda una narración que vincula un pasado colectivo y heroico, desde los hidalgos hasta los militares decimonónicos, que a través de códigos heráldicos y Elegías, construyeron una identidad neogranadina y una aristocracia marcial ” Luis Fernando Restrepo Créditos MG. Jorge Eliecer Suarez Ortiz. Jefe de Educación y Doctrina del Ejército. CR. Juan Manuel Sanchez Rosas. Director de Educación del Ejército. MY. Estiven Andrés Rengifo Valencia. Miembro lector Academia Historia Militar. CT. Mauricio Cardona Angarita. Candidato a Magíster en Historia Pontificia Universidad Javeriana. Jefatura de Desarrollo Humano del Ejército. 8 BOLETÍN Nº. 81 MARZO DEL 2014. BOGOTÁ DC. PALABRAS DEL COMANDANTE DEL EJÉRCITO NACIONAL MAYOR GENERAL JAIME ALFONSO LASPRILLA VILLAMIZAR. Ingresé a la Escuela Militar en 1977 a la edad de 15 años, cumplí 37 años de servicio. He estado en los cargos de mando que exige la carrera militar. Fui ejecutivo y segundo comandante en la Escuela de Infantería, comandante de la agrupación de Fuerzas Espaciales Antiterroristas Urbanas, jefe de operaciones de la Brigada XVII en Urabá, comandé el batallón Ricaurte, comandé y fundé el Comando de Operaciones Especiales del Ejército y fui comandante de la IX Brigada. Ascendí a General donde pasé a comandar durante dos años la Fuerza Conjunta de Acción Decisiva, luego la Fuerza de Tarea de NuImagen 1. Mg. Jaime A. Lasprilla do del Paramillo, director de la Escuela Militar de Cadetes, comandante de Fuerza de Tarea Conjunta Omega. De allí pasé al Comando Conjunto de Operaciones Espaciales y hoy aquí (comandante del Ejército). Nuestra misión nos obliga estar cerca a las tropas con la percepción directa de poder resolver y mirar las necesidades de los hombres, de acompañar en su gestión a los comandantes, de atender las contingencias y las dificultades de las comunidades, de la guerra. Se logra una mejor relación cuando uno está cerca de las unidades. Necesariamente todo militar es ‘tropero’ porque de alguna manera está en contacto permanente con las tropas y tiene que comandarlas. Todo joven que entre a la Escuela Militar de Cadetes aspira a ser general y dentro de esas posibilidades está ser comandante del Ejército. Considero que es un honor, más que un privilegio es una gran responsabilidad, con el Ejército y un compromiso muy grande primeramente con Dios, con la familia, con la institución y con los soldados que hacen Patria 1. 1 Fragmento del artículo publicado por la revista Semana (http://www.semana.com/nacion/ articulo/general-lasprilla-anhelamos-la-paz-pero-digna-basada-en-una-victoria-militar/378533 -3). 1 LA INMOLACIÓN DEL CAPITÁN ANTONIO RICAURTE Y LOZANO EN SAN MATEO LA INMOLACIÓN DEL CAPITÁN ANTONIO RICAURTE Y LOZANO EN SAN MATEO Imagen 5. Monumento Ct. Antonio Ricaurte. Batallón Inf. Ricaurte - Bucaramanga. Imagen 2. Antonio Ricaurte. Mayor Stiven Andrés Rengifo Valencia2 El año 2014, se cumplió el bicentenario del sacrificio supremo del Capitán Antonio Ricaurte en la batalla de San Mateo, digna fecha para ratificar en el pedestal de la historia a un hombre cuyo acto heroico y sublime se hace casi imposible de encontrar en nuestra historia contemporánea, ya que este mártir sacrificó su propia vida con su propia mano, en procura de sostener el sueño visualizado de la libertad. Y se dice que para ratificar en el pedestal de la historia tremenda inmolación, porque fue indudablemente un acto que lleno de generosidad, consolidó virtudes como el coraje y el valor, reflejando la disposición de nuestra raza a abandonarlo absolutamente todo motivados por la fe en una causa, de un desprendimiento que no permite avizorar en el horizonte tanto desprendimiento y que además, no permite el consentimiento de la más mínima duda con la que han pretendido pervertir la inimitable hazaña de nuestro protagonista. 2 2 Mayor Stiven Andrés Rengifo Valencia. Ponencia presentada en la sesión de la Academia de historia militar, con motivo de su nombramiento como miembro lector en el 2013. Imagen 2. Disponible en: http://i1.ytimg.com/vi/hwhMtne8eqA/hqdefault.jpg Imagen 6. Parte de la campaña fechado en San mateo el 25 de marzo de 1814. Sociedad Bolivariana de Venezuela. 7 LA INMOLACIÓN DEL CAPITÁN ANTONIO RICAURTE Y LOZANO EN SAN MATEO LA VERSIÓN DE LUIS PERÚ DE LACROIX Se ha dado cuenta de diversos pronunciamientos, que se erigen para destacar la proeza inimitable del joven oficial granadino ANTONIO RICAURTE, y simultáneamente desbaratan lo escrito en el Diario de Bucaramanga pag 373, en el que se encuentra una frase proveniente de Bolívar en 1828 en la que se dice con extrañeza que la acción de Ricaurte no es más que la creación de un mito para reforzar el esfuerzo guerrero de los colombianos. Así lo cita: “Ricaurte, otro militar granadino, figura en la historia como un mártir voluntario de la libertad. Como un héroe que sacrificó su vida para salvar la de sus compañeros, y que sembró el espanto en medio de sus enemigos; pero su muerte no fue como aparece; no se hizo saltar con un barril de pólvora en la casa de San Mateo, que había defendido con valor; yo soy el autor del cuento; lo hice para entusiasmar a mis soldados, para atemorizar a los enemigos y dar la más alta idea de los militares granadinos. Ricaurte murió el 25 de marzo del año 14, en la bajada de San Mateo, retirándose con los suyos; murió de un balazo y un lanzazo, y lo encontré en dicha bajada tendido boca abajo, ya muerto y las espaldas quemadas por el sol”. Evidentemente la hazaña del Capitán. Antonio Ricaurte se preserva en la historia, su acto está destinado a existir en la conciencia universal, vale la palabra de todos y cada uno, tanto de sus superiores como los antes mencionados General Mosquera y General Muñoz Tebar y de los subalternos del capitán Antonio Ricaurte quienes obran como testigos excepcionales, quienes con monumental asombro dan fe de este precioso momento de la batalla, comentarios distintos han ido en contravía de la lógica y de la verdad histórica, es buscar cínicamente despellejarle la gloria a un héroe inigualable; ¿cómo sostener que es producto de la creación de un mito, e intentar romper el hilo conductor que llevo a los realistas a acercarse al trapiche para apoderarse de un botín, lo que hubiera sepultado en ese momento la intención republicana de independencia solo por elevar la moral de un ejército cada vez más débil? ese acto de valor de Antonio Ricaurte nada más ni nada menos repercutió en permitirle a Bolívar seguir respirando, pensando y combatiendo hasta darse cuenta que era insostenible seguir presentando batalla y tener que replegarse a Colombia a buscar el apoyo de esos colombianos que según él, mueren de un balazo y un lanzazo por huir del enemigo. Comentario injusto tal vez producto de las decepciones que le azotaban, que contrasta con las diversas manifestaciones que quedaron plasmadas en diarios y que simplemente describen que para un colombiano la vida es el todo y la nada al mismo tiempo, es el cumplimiento de la consigna pasada desde esa generación de próceres guerreros que en resumidas cuentas es la de mantener la gloria tal cual como lo reza la oración patria “ser soldado tuyo es la mayor de mis glorias, mi ambición más grande es la de llevar con honor el titulo de colombiano y llegado el caso morir por defenderte!”. LA INMOLACIÓN DEL CAPITÁN ANTONIO RICAURTE Y LOZANO EN SAN MATEO Ya corrían las acciones en el año 1814, Bolívar veía amenazada la empresa de liberar a Venezuela y consideraba necesario concientizar rápidamente a Mariño para que uniera su oriente al occidente para hacerle frente a Boves, pero fue infructuoso. Este ágil y valeroso comandante español, aprovechando las circunstancias vence a Campo Elías en La Puerta el 3 de febrero. Cada vez más se cernían sentimientos de preocupación y pesimismo inocultables, otro pedido de apoyo hace Bolívar a Mariño para que atacase la retaguardia de Boves que se precipitaba sobre Caracas. Ribas instantáneamente, inicia el cumplimiento de la orden emitida por el libertador para encargarse de la defensa de Caracas lo que cumplió exitosamente; el ejercito de oriente acudió el 4 de febrero para amenazar a los realistas en San Fernando y calabozo. La situación era nada alentadora pues estaban cansados y con menos pertrechos, situación contraria vivían los realistas. A partir de este momento, nos acercamos al encuentro con nuestro valeroso militar colombiano, pues para el 20 de febrero Bolívar elige San Mateo como cuartel general, concentra sus fuerzas en La Cabrera, deja una escuadrilla en el lago de Valencia y ocupa La Victoria. La hacienda el Ingenio era una de las más valiosas propiedades de los Bolívar, el libertador la conocía muy bien y era consciente que dificultaba el uso de ataques enemigos a través de la caballería. La batalla inicia el 25 de febrero con la aparición de Boves en Cagua, pueblo aledaño a San Mateo, donde en un corto combate es rechazado por los patriotas al mando del Coronel Mariano Montilla obligándolo a tomar posiciones en las alturas de la Punta del Monte, permaneciendo allí hasta el amanecer del 28 de febrero. Al fin aparece el protagonista de esta inmaculada historia, pues es él, el capitán granadino Antonio Ricaurte quien al mando de cincuenta hombres se ubica en la casa alta del ingenio con el fin de cuidar el parque. Boves reinicia ataques el 11, 16, 17 y 20 de marzo, y viendo que con cada embestida se van disminuyendo sus fuerzas opta por dar un golpe general el 25 de marzo, pues ve amenazada su retaguardia por Mariño, quién al fin se digna en apoyar a los patriotas al mando de Bolívar. La batalla principió a las primeras horas de la mañana, a eso de las diez, según el parte del General Lino Clemente quien también manifiesta " era tal el encarnizamiento de los lidiadores, que todas las filas estaban en brega solemne, disputándose la victoria.3" 3 Facundo Mutis Durán, Estudio biográfico de Antonio Ricaurte, Bogotá: Silvestre y Cia, 1884. Imagen fondo derecho: Fachada Batallón de Infantería No. 14 “Capitán Antonio Ricaurte”. 6 3 LA INMOLACIÓN DEL CAPITÁN ANTONIO RICAURTE Y LOZANO EN SAN MATEO A las once un batallón realista de trescientas plazas, descendiendo de una altura a todo fuego, logró romper una ala de los independientes, por sobre montones de cadáveres se dirigió al ingenio, en donde estaba el parque, al observar Ricaurte la proximidad de los realistas desde las colinas cercanas hacia la Casa Alta al mando de José Francisco Morales, se acercó a la cocina y le pidió un tizón a la señora Petrona esposa de Vicente Malavé mayordomo de la hacienda; de inmediato ordenó desalojar a los enfermos, heridos y personal civil cercano y la poca tropa disponible proclamando el preludio de semejante gesto así " Id a decir al General Bolívar que pierda cuidado, Ricaurte le responde de que no caerá el ingenio en poder del terror devastador de Venezuela”, Apenas hubo quedado solo, los españoles invadieron el edificio: " Atrás" gritó con voz firme y retumbante y procede a inmolarse haciendo detonar con su pistola el parque para evitar que el valioso material bélico cayera en manos enemigas; de la explosión se salvaron la mesa del comedor y un retablo con la figura de Santa Bárbara. Gracias a la digna y patriótica acción de Ricaurte, las fuerzas republicanas con la balanza de la victoria a su favor, pudieron asumir después de nueve horas de combate la iniciativa, y a sangre y fuego mediante un contra ataque obligaron a los realistas retirarse de San Mateo. En cuanto a los realistas, enmudecidos con aquel hecho, quedan estupefactos, confundidos ante el reto que les impone tal acontecimiento, y de vencedores que estaban se declararon vencidos. Aquella columna que venía henchida de victoria opta por retirarse del campo, siendo consientes de la imposibilidad para imitar la heroicidad sobrenatural de un niño, que ha ofrendado su vida al porvenir del pueblo! Del instante del sacrificio supremo del Capitán Antonio Ricaurte, se citan algunas fuentes que dan cuenta del hecho: Gerhard Masur manifestó “cuando las tropas enemigas se aproximaron en la madrugada, los republicanos comprendieron que su suerte estaba sellada. Estaban mandados por un colombiano, Ricaurte, que reunió a sus hombres dentro del trapiche. Vio que la huida era imposible. Para impedir que las provisiones cayeran en manos del enemigo, voló el trapiche con él y sus hombres dentro”. Camilo Riaño lo cita de la siguiente manera “Al amanecer del 25 de marzo de marzo, recorriendo la línea del combate y animando a sus soldados, ordenó iniciar el ataque, que se desarrolló desde un principio con encarnizamiento; un cuerpo de infantería y de caballería realista descendió de los cerros, paso por la derecha del pueblo y se dirigió a El Calvario para atacarlo por la espalda; simultáneamente bajó del cerro de los Cucharos, a media legua de los patriotas, la columna compuesta por infantería y lanceros que debía efectuar el rodeo por la derecha y tomar las alturas que dominan por detrás la casa de El Ingenio. Imagen fondo izquierdo: Fachada Batallón de Artillería No. 8 “San Mateo” Disponible en: http:// static.panoramio.com/photos/large/23743395.jpg. Imagen fondo derecho: Batallón de Artillería No. 8 “San Mateo”. 4 LA INMOLACIÓN DEL CAPITÁN ANTONIO RICAURTE Y LOZANO EN SAN MATEO Cuando la pérdida del parque y por consiguiente la derrota total, como consecuencia de este hecho, era inminente, el capitán Antonio Ricaurte, comandante de la guardia del polvorín, ordenó imperiosamente al Sargento Januario Uribe que se pusiera a salvo con sus hombres, y cuando los realistas habían invadido la casa prendió fuego a la pólvora provocando la explosión de todos los pertrechos, consumando así el máximo sacrificio por la patria”. El parte de la batalla firmado por el oficial venezolano Antonio Muñoz Tebar quién como secretario de guerra del Libertador, se refirió a los caídos en acción manifestando en el Boletín del Exercito Libertador de Venezuela, Número 45 “De los primeros lo han sido el capitán de la Unión Ricaurte, quién, solo, hizo frente al enemigo; y que rodeado por todas partes, no pudiendo salvar los pertrechos, los incendió y voló con ellos para que no se aprovechasen los contrarios”. En 1813 y 1814 Muñoz fue colaborador de la Gazeta de Caracas. Era el encargado de redactar boletines de guerra de las campañas de Bolívar mientras le acompañaba; en ellos describía los pormenores de cada batalla, como fue el caso del 12 de febrero de 1814, en La Victoria. Fue de esa manera como perdió la vida el 15 de junio de 1814 en la batalla que se libró en el sitio de La Puerta. El General Tomás Cipriano de Mosquera, confidente y biógrafo del libertador, cuenta que el Libertador conservaba siempre tal respeto por la memoria de este valiente oficial que con entusiasmo guerrero le decía un día: “¿Qué hay de semejante en la historia a la muerte de Ricaurte? Este suicidio para salvar la patria, al ejército y a mí, sin más esperanza que el amor a la independencia y a la libertad es digno de cantarse por un ilustre genio como Alfieri”. Hay un registro del propio Boves del suceso de San Mateo que escribiría a su amigo el historiador realista José Domingo Díaz: " Los tengo reducidos a sólo la plaza, y ya me habría apoderado de ella y sus trincheras, si no fuera por la obstinación que tienen de dar fuego al almacén de pólvora, de cuyo atentado perecerán muchos de los míos." El General Félix Blanco, Capellán del Ejército en San Mateo, en una nota enviada al libertador dice sobre Ricaurte: "Tuvimos la satisfacción de tratar de cerca a la mayor parte de los oficiales granadinos, que vinieron el año 13 en la expedición Libertadora de Venezuela; y podemos asegurar que eran jóvenes muy recomendables todos títulos: educación, moral, valor, instrucción, todo se hallaba en ellos; mas siempre observamos que el Capitán ANTONIO RICAURTE se distinguía por sus ideas exaltadas y romanescas. Empapado en la historia de las antiguas Repúblicas, quería que todos fuésemos griegos o romanos. Según él, no se podía ser verdadero republicano sin acciones heroicas, sin sacrificios extraordinarios o preternaturales. Todos debíamos ser víctimas inmoladas en el altar de la patria al ídolo de la Libertad. Estas eran sus ideas favoritas y sus conversaciones frecuentes, animadas siempre por una expresión de entusiasmo, con que pretendía estimular á sus compañeros de armas al sacrificio. Por estos antecedentes creemos que el incendio del parque de San Mateo fue una acción de heroísmo premeditado por el Capitán RICAURTE, para inmortalizar su nombre. La posteridad honrará justamente su conducta." 5