Presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de

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3) ARTÍCULOS DE OPINIÓN:
Valentí Pich
Presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España
BREVES REFERENCIAS SOBRE LAS FUNDACIONES
Las fundaciones se han convertido en una materia de máximo interés y permanente
actualidad. Prueba de ello es su creciente presencia en los medios de comunicación.
Además entre las diversas actividades de los Colegios de Economistas, informes,
formación, noticias...se observan frecuentes referencias a las fundaciones.
En septiembre de 2009, ECIF-CGCEE presentó ante los medios los resultados de una
encuesta donde, entre otras preguntas, se les preguntó a los economistas si las
fundaciones deberían dotar de mayor transparencia su información financiera. Ya en
2008, casi la totalidad de los encuestados (93%) respondió afirmativamente, mientras
que en 2009, este porcentaje disminuyó al 75%. Tres cuartas partes seguía en 2009
manifestando su interés en esa mayor transparencia.
A continuación señalamos unas breves pinceladas sobre las fundaciones a partir de un
estudio del ECIF-CGCEE, sobre el que se informó en la reunión de su Consejo
Consultivo de 27 de octubre de 2010, que será presentado públicamente próximamente
con todo detalle, y del que se comentarán unas conclusiones y propuestas de actuación,
en su presentación.
Según establece el artículo 2, de la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones,
son organizaciones constituidas sin ánimo de lucro que, por voluntad de sus creadores,
tienen afectado de modo duradero su patrimonio a la realización de fines de interés
general. Las fundaciones se rigen por la voluntad del fundador, por sus Estatutos y, en
todo caso, por la Ley. Recordamos que el derecho de fundación está reconocido en el
artículo 34 de la Constitución Española.
Las fundaciones se rigen a nivel estatal por la Ley 50/2002, si bien determinadas
Comunidades Autónomas tienen su propia Ley, como Andalucía, Aragón, Asturias,
Canarias, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Islas Baleares, La Rioja, Madrid, Navarra,
País Vasco y la Comunidad Valenciana.
Las fundaciones, según indica el artículo 3 de dicha Ley, deberán perseguir fines de
interés general, como pueden ser, entre otros, la defensa de los derechos humanos, de
las víctimas del terrorismo y actos violentos, asistencia social e inclusión social, cívicos,
educativos, culturales, científicos, deportivos, sanitarios, laborales, de fortalecimiento
institucional, de cooperación para el desarrollo, de promoción del voluntariado, de
promoción de la acción social, de defensa del medio ambiente, y de fomento de la
economía social, de promoción y atención a las personas en riesgo de exclusión por
razones físicas, sociales o culturales, de promoción de los valores constitucionales y
defensa de los principios democráticos, de fomento de la tolerancia, de desarrollo de la
sociedad de la información, o de investigación científica y desarrollo tecnológico.
Hasta el año 2008 se ha producido un importante aumento tanto de volumen como de
variedad o pluralidad de fundaciones constituidas en España, pero la situación de crisis
sobrevenida a partir de mediados de ese año, parece haber frenado dicho auge.
Según un estudio europeo, los fondos fundacionales han disminuido un 20 %. El ritmo
de creación de fundaciones en España se ha desacelerado. Las previsiones indican una
disminución entre el 5% y el 10 % de la cifra de nuevas entidades.
España, con un número de Fundaciones estimado según el Instituto de Análisis
Estratégico de Fundaciones, INAEF (promovido por la Asociación Española de
Fundaciones) de más de 12.000 fundaciones, es el segundo estado europeo con mayor
número de fundaciones, sólo superado por Alemania, que aportan según estimaciones
consultadas, alrededor de 8.000 millones de euros a la sociedad.
Según el estudio de la “Fundación de Cajas de Ahorro, FUNCAS”, en su revista
“Perspectivas de Informe Financiero”, número 91 (noviembre 2007), existen en España
cerca de 2.500 fundaciones activas que ofrecen bienes y servicios (en su mayor parte)
no destinados a la venta y sustitutivos de la producción en el sector público, que
emplean casi a 86.000 trabajadores asalariados y reciben el apoyo de 45.000
voluntarios.
En términos de macromagnitudes, según el anterior estudio, el sector fundacional
representa medio punto porcentual del empleo agregado y un cuarto de punto del PIB
español.
El Art. 25 de la Ley 50/2002, determina las obligaciones contables, de auditoría y plan
de actuación de las fundaciones de ámbito estatal, sin perjuicio de las particularidades a
nivel autonómico, establecidas en distintas leyes autonómicas de fundaciones, dado que
la base de las fundaciones es de carácter civil y no mercantil.
Por el momento no se ha realizado la adaptación sectorial del Plan Contable de
entidades no lucrativas al nuevo Plan General Contable. Las Fundaciones, no están
obligadas a inscribir sus cuentas en el Registro Mercantil y tampoco están sujetas en
general a auditoría. No obstante, debe tenerse en cuenta que la mayor parte de las
subvenciones que reciben las fundaciones deben ser objeto de verificación de su
aplicación por parte de un auditor.
Finalmente en cuanto al tratamiento fiscal de las fundaciones, comentar que las
mismas, tienen un tratamiento fiscal especial en caso de que se acojan al régimen
establecido en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de Régimen Fiscal de las Entidades
sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo, en los Impuestos de
Sociedades, estando exentas asimismo en el Impuesto de Bienes Inmuebles, Impuesto
sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y el Impuesto
sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. No obstante, no
tienen per se un tratamiento especial en el Impuesto sobre el Valor Añadido (a
excepción de determinadas operaciones exentas).
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