1. a PARTE: INTRODUCCIÓN 1. Derechos de autor: normativa vigente 1.1. Legislación nacional El RD legislativo 1/1996 de 12 de abril aprobó el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, que armonizaba y regularizaba en un texto único diversas disposiciones legales en materia de propiedad intelectual, que paulatinamente fueron reformando la LPI de 22/1987 de 11 de noviembre. La LPI de 1987 derogó la LPI de 10 de enero de 1879, suponiendo una amplia reforma legislativa de la propiedad intelectual, que sometió su contenido moral y patrimonial a diferentes regímenes jurídicos, y que supuso la consagración legislativa de nuestro moderno Derecho de Autor. Posteriormente, la LPI de 1987 fue modificada por la Ley de 7 de julio de 1992, y diversas disposiciones legales que progresivamente incorporaron a nuestro ordenamiento Directivas comunitarias, sobre diversos aspectos del Derecho de Autor. Así, la Ley 16/1993, de 23 de diciembre incorporó la Directiva 91/250/CEE, de 14 de mayo, sobre protección jurídica de programas de ordenador; la Ley 43/1994 de 30 de diciembre adaptó a nuestro ordenamiento la Directiva 92/100/CEE, de 19 de noviembre, sobre derechos de alquiler y préstamo y otros derechos afines a los derechos de autor; la Directiva 93/83/CEE, de 27 de septiembre de 1993, sobre coordinación de determinadas disposiciones relativas a los derechos de autor y derechos afines 15 CRISTINA VICENT LOPEZ a los derechos de autor en el ámbito de la radiodifusión vía satélite y de la distribución por cable, ha sido incorporada al Derecho positivo español por la Ley 28/1995 de 11 de octubre de 1995, y la Ley 27/1995, de 11 de octubre ha incorporado la Directiva 93/98/CEE, de 29 de octubre, relativa a la armonización del plazo de protección del derecho de autor y de determinados derechos afines. El RD legislativo 1/1996 de 12 de abril derogó, la LPI de 1987, la ley de 7 de julio de 1992 y las disposiciones legales de transposición de las Directivas comunitarias, cuya regulación se incorporó al texto de la Ley. La disposición derogatoria única uno del RD de 12 de abril de 1996, derogó también: el RD 1.434/1992, de 27 de noviembre de desarrollo de los artículos 24, 25 y 140 de la Ley 22/ 1987, de 11 de noviembre de Propiedad Intelectual (artículo 9.1, 11, 12, 14, 16, 17, 18, 19 y 37.1, y los capítulos II y III del Título II). De acuerdo con la disposición derogatoria dos del RD 1/1996 quedan vigentes las siguientes disposiciones: Ley 9/1975, de 12 de marzo, del Libro, (en lo no derogado por la Ley 22/1987 de 11 de noviembre y por el RD 875/1986 de 21 de marzo); RD de 3 de septiembre de 1880, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley de 10 de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual (capítulos I, II, III, IV, VII, VIII, IX, X y disposición transitoria del Título I: capítulos I, II y III del Título II); Decreto 3837/1970 de 31 de diciembre, sobre hipoteca mobiliaria de películas cinematográficas; Decreto 2984/1972 de 2 de noviembre, que establece la obligación de consignar en toda clase de libros y folletos el número de ISBN; el RD 2332/1983 de 1 de septiembre, que regula la venta, distribución y exhibición pública de material audiovisual; RD 448/1988 de 22 de abril, que regula la difusión de películas cinematográficas y otras obras audiovisuales recogidas en soporte videográfico; RD 479/1989 de 5 de mayo, que regula la composición y el procedimiento de actuación de la Comisión Arbitral de la Propiedad Intelectual (en lo no modificado por RD 1.248/1995 de 14 de 16 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA julio); RD 484/1990 de 30 de marzo sobre precio de venta al público de libros; RD 1.584/1991 de 18 de octubre, que aprueba el Reglamento del Registro General de la Propiedad Intelectual (en lo que declara vigente el apartado 3 de la disposición transitoria única del RD733/1993 de 14 de mayo); RD 1.434/1992 de 27 de noviembre de desarrollo de los artículos 24, 25 y 140 de la Ley 22/1987, (en lo no modificado por el RD 325/1994 de 25 de febrero y en lo no derogado por el TRLPI); RD 733/1993 de 14 de mayo, que aprueba el Reglamento del Registro General de la Propiedad Intelectual; RD 325/1994 de 25 de febrero, por el que se modifica el artículo 15.2 del RD 1.434/ 1992 de 27 de noviembre; RD 1.694/ 1994 de 22 de julio, de adecuación a la Ley 30/1992 de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común del RD 1.584/1991 de 18 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento del Registro General de la Propiedad Intelectual; RD 1.778/1994 de 5 de agosto, que adecua a la Ley 30/1992 de 26 de noviembre, las normas reguladoras de los procedimientos de otorgamiento, modificación y extinción de las autorizaciones; RD 1.248/1995 de 14 de julio, por el que se modifica parcialmente el RD 479/1989 de 5 de mayo, sobre composición y procedimiento de actuación de la Comisión Arbitral de la Propiedad Intelectual; RD 1.802/1995 de 3 de noviembre, en el que se establece el sistema para la determinación de la remuneración compensatoria por copia privada en las ciudades de Ceuta y Melilla; Orden de 23 de junio de 1966, que establece las normas básicas a las que deben ajustarse los contratos publicitarios en el medio del cine; Orden de 30 de octubre dé 1970, que aprueba el Reglamento del Instituto Bibliográfico Hispánico; Orden de 25 de marzo de 1987 por la que se regula la Agencia Española del ISBN; y la Orden de 3 de abril de 1991 de desarrollo del RD 2332/1983, que regula la venta, distribución y exhibición pública de material audiovisual. Finalmente, la Ley orgánica del Código Penal de 8 de noviembre de 1995, completa el cuadro de la normativa aplica17 CRISTINA VICENT LOPEZ ble al Derecho de Autor, regulando en sus artículos 270 a 272, los delitos relativos a la propiedad intelectual. 1.2. La protección supranacional del Derecho de Autor 1.2.1. Convenios multilaterales El Derecho de Autor no sólo recibe la protección jurídica que ofrecen las diversas leyes nacionales que regulan esta materia, sino que también se han arbitrado instrumentos internacionales para la protección del derecho de autor, y otros derechos afines. Desde el siglo pasado se advirtió la necesidad de garantizar la tutela del Derecho de Autor a través de tratados internacionales por medio de los cuales se ampliase el ámbito de protección más allá de las fronteras nacionales. Así, el 10 de septiembre de 1886 se suscribió el Convenio de Berna, al que en la actualidad se han adherido la mayor parte de los estados de la comunidad internacional (1) y cuya última modificación se realizó en París el 24 de julio de 1971. A fin de alcanzar esa pretendida protección supranacional del Derecho de Autor el texto de la Convención se apoya como uno de sus principios capitales, en la asimilación del autor extranjero al nacional, (artículo 5). El principio asimilacionista ofrece al autor tres planos acumulativos de protección: la dispensada por el Convenio de Berna, la otorgada por su legislación nacional, y la reconocida en las legislaciones nacionales de los restantes estados adheridos a la Convención. (1) Actualmente, prácticamente todos los estados de Europa occidental son parte del Convenio, no obstante, gran parte de estados de Europa del Este, Africa, Extremo-Oriente, América del Sur y China, no lo han ratificado aún, vid. COLOMBET, C: Grands principes du droit d'auteur et des droits voisins dans le monde, París, 1992, p. 141 y ss. 18 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA El principio asimilacionista, o de tratamiento nacional, se reconoce también en la Convención Universal de Ginebra de 6 de septiembre de 1952, sobre los derechos de autor (artículo II.3), revisada posteriormente el 24 de julio de 1971, ratificada dicha revisión por España el 7 de marzo de 1974 y 30 de abril de 1974.(2) Además de estos dos tratados multilaterales para la protección internacional del Derecho de Autor, cabe citar también otros acuerdos en relación a determinados derechos afines a los derechos de autor. Así, la Convención Internacional de Roma de 26 de octubre de 1961, sobre la Protección de los Artistas, Intérpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, ratificado por España el 2 de agosto de 1991, el Convenio de Estocolmo de 14 de julio de 1967, que establece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, y el Convenio de 29 de octubre de 1971 para la protección de los productores de fonogramas contra la reproducción no autorizada de sus fonogramas. En la actualidad la OMPI, organismo internacional que gestiona el Convenio de Berna de 1886 y el Convenio de París de 1883 ha elaborado un proyecto de Tratado de Derecho de Autor (CRNR/DC/94), aprobado por la Conferencia Diplomática el 20 de diciembre de 1996. Todo estado miembro de la OMPI y la (2) El artículo XVII de la Convención Universal de Ginebra de 6 de septiembre de 1952, prevé la posibilidad de una doble adhesión al Convenio de Berna y a la Convención Universal, y un posible conflicto de leyes entre ambas normas, decantándose la referida norma de conflicto por dar prioridad a las disposiciones contenidas en el Convenio de Berna, con ello se garantiza la prevalencia del convenio que mayores garantías ofrece a la protección jurídica del Derecho de Autor. Como acertadamente apunta DESBOIS, H.: Le droit d'auteur en France, París, 1966, p. 892, la Convención de Ginebra fue en cierta medida una reacción internacional al Convenio de Berna, en el sentido de articular un nuevo acuerdo multilateral que sometiese el Derecho de Autor a un nivel de protección inferior al establecido en el Convenio de Berna, a fin de atraer a estados en vías de desarrollo. 19 CRISTINA VICENT LOPEZ Comunidad Europea pueden ratificar el referido Tratado, abierto a la firma hasta el 31 de diciembre de 1997 (artículo 19). De acuerdo con su artículo 20, el Tratado entrará en vigor cuando al menos treinta estados hayan depositado sus instrumentos de ratificación en poder del Director General de la OMPI. Tal y como reconoce la OMPI en su preámbulo, el Tratado parte de la necesidad de nuevas normas internacionales, que ofrezcan solución jurídica a los nuevos problemas que en el ámbito de la protección de los derechos de los autores provoca las actuales tecnologías de la información y comunicación. Problemas ligados a una nueva realidad social, económica y cultural, que no sólo ha planteado la vigencia de los tradicionales instrumentos de protección jurídica, sino que ha suscitado la urgente necesidad de un consenso internacional en torno a la protección del Derecho de Autor, ante la dimensión mundial que han comenzado a alcanzar fenómenos como la piratería comercial o la transmisión en línea de obras no controlada por el autor. Se completa y actualiza, así, la tradicional protección internacional del Derecho de Autor que arrancara con el Convenio de París de 1883. 1.2.2. El Derecho de Autor en la Unión Europea: la armonización comunitaria El artículo 3 a) del Tratado de la Unión proclama el principio de libre circulación de mercancías. El artículo 30 concreta el citado principio al establecer que «quedarán prohibidas entre los Estados miembros las restricciones cuantitativas a la importación, así como todas las medidas de efecto equivalente». La libre circulación de mercancías resulta, de acuerdo con el artículo 7.A del Tratado de la Unión, un presupuesto necesario para la progresiva realización del Mercado Interior, definido en el propio precepto como «un espacio sin fronteras interiores». No obstante el artículo 36 del Tratado de la Unión limita el alcance del artículo 30, al establecer: «Las disposiciones de los 20 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA artículos 30 a 34, ambos inclusives, no serán obstáculos para las prohibiciones o restricciones a la importación, exportación o tránsito justificadas por razones de [...] protección del patrimonio artístico, histórico o arqueológico nacional o protección de la propiedad industrial o comercial. No obstante, tales prohibiciones o restricciones no deberán constituir un medio de discriminación arbitraria ni una restricción encubierta del comercio entre los Estados miembros». El artículo 34 del Tratado de la Unión no se refiere expresamente a la propiedad intelectual, por tanto, rige el principio de libre circulación de las creaciones intelectuales. Sin embargo en la actualidad, la legislación sobre derechqs de autor en cada uno de los estados miembros presenta diferencias normativas en aspectos concretos, ello motiva que los niveles de protección de los derechos de autor varíen ostensiblemente en uno u otro estado de la Unión. El matenimiento de distintos regímenes jurídicos del Derecho de Autor en el marco comunitario, puede provocar desvíos de la industria cultural hacía aquellos estados que mantienen una legislación sobre derechos de autor menos proteccionista, este desvío del tráfico de bienes intelectuales supone un falseamiento de las reglas de la competencia y, por tanto, una distorsión en el correcto funcionamiento del Mercado Interior. Además, la divergente regulación normativa resulta contraria también al artículo 6 del Tratado de la Unión, puesto qué los autores gozarán de una protección de sus derechos distinta dependiendo de su nacionalidad. Por ello, se han dictado ya una serie de Directivas comunitarias que tratan de armonizar el Derecho de Autor en la Unión europea respecto a aspectos puntuales que recibían en los distintos Estados miembros un tratamiento legislativo divergente. Así, la Directiva 91/250/CEE; de 14 de mayo, sobre protección jurídica de programas de ordenador, la Directiva 92/100/CEE, de 19 de noviembre, sobre derechos de alquiler y préstamo y otros derechos afínes a los derechos de autor, la Directiva 93/83/CEE, de 27 de 21 CRISTINA VICENT LOPEZ septiembre de 1993, sobre coordinación de determinadas disposiciones relativas a los derechos de autor y derechos afines a los derechos de autor en el ámbito de la radiodifusión vía satélite y de la distribución por cable, y la Directiva 93/98/CEE, de 29 de octubre, relativa a la armonización del plazo de protección del derecho de autor y de determinados derechos afines. En este contexto de una progresiva convergencia de las legislaciones nacionales hacia la armonización comunitaria del Derecho de Autor, el derecho del autor plástico sobre el original enajenado, comienza a ser objeto de debate en el Parlamento europeo y el Consejo de la Unión, especialmente se ha venido insistiendo en la necesaria armonización del derecho de participación, como exigencia prioritaria en la consolidación del Mercado Interior, y desde la perspectiva de la protección del Derecho de Autor en el seno de la Unión, como un factor determinante para la efectividad del droit de suite a nivel comunitario, forzando su reconocimiento legislativo en todos los Estados miembros. La iniciativa se ha formalizado en la Propuesta de Directiva COM/98/0078, (DOCE, 23 de abril 1998). 2. La obra plástica como objeto del derecho de autor 2.1. Tipos de creación plástica El artículo 10.1 del TR establece que: «son objeto de propiedad intelectual todas las creaciones originales literarias, artísticas o científicas expresadas por cualquier medio o soporte, tangible o intangible, actualmente conocido o que se invente en el futuro, comprendiéndose entre ellas: [...] e) Las esculturas y las obras de pintura, dibujo, grabado, litografía y las historietas gráficas, tebeos o comics, así como sus ensayos o bocetos y las demás obras plásticas, sean o no aplicadas». El artículo 10.1 en su apartado e) no establece una definición legal de lo que debe entenderse por obra plástica, y por tanto por objeto protegido. Incluso la propia denominación legal de 22 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA este tipo de creación varia en el texto de la Ley. Así se las califica Como «obras plásticas» [artículo 10.le)], «obras de arte» [artículo 20.2g)], «obras de artes plásticas» (artículos 24.1 y 56.2), u, «obras de carácter plástico o figurativo» (artículo 32). Esta diversidad terminológica no impide que exista un cierto consenso en cuanto a aquello que constituye el denominador común de cualquier tipo de creación de arte plástico: la expresión de un contenido estético a partir de líneas, formas, volúmenes, o colores (3) que el autor obtiene utilizando de modo directo diversos materiales. (4) No obstante dentro de la definición genérica se incluyen diversos tipos de creación plástica, así, y como prueba de esta heterogénea tipología, puede destacarse que dentro de la enumeración no taxativa establecida en el artículo 10.1e) del TR, se distinguen obras de arte tradicionales, como la pintura, la escultura, o el dibujo y otras formas de expresión artística. Dentro de este segundo grupo, se incluyen creaciones a las que expresamente se refiere el artículo l0.1e) del TR, y otras a las que no alude el citado precepto, en este sentido puede añadirse a la enumeración establecida, sin ánimo de exhaustividad, ilustraciones, escenografías, diseños, tapicería, cerámica, azulejos, porcelana, obras de joyería, bisutería (5), instalaciones, edi(3) Vid. CASAS VALLÉS, R.: «La protección de los artistas plásticos en el Derecho español», en I Congreso Iberoamericano de Propiedad Intelectual (Madrid 28-31 de octubre de 1991). Derechos de autor y derechos conexos en los umbrales del año 2000, Madrid, 1991, p. 260; BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, R.: «Comentario al artículo 10» en Comentarios a la.LPI, Madrid, 1989, p. 228; BERCOVITZ, G.: Obra plástica y derechos patrimoniales de su autor, Madrid, 1997, p. 37. (4) BAYLOS CORROZA, H.: Tratado de Derecho Industrial, propiedad industrial, propiedad intelectual, Derecho de la competencia económica y disciplina de la competencia desleal, Madrid, 1993, p. 549 y AMMENDOLA, M. y UBERTAZZI, L. C.: Il diritto d'autore, Turín, 1993, p. 17. (5) BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, R.: «Comentario al artículo 10», en Comentarios a la LPI, coord. BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, R., p. 228. 23 CRISTINA VICENT LOPEZ ficios y construcciones (6), vitrales, murales, paneles, logotipos, símbolos, o incluso, composiciones florales. (7) Como se ha destacado esta diversa gama de creaciones presenta diferencias importantes, fundamentalmente atendiendo a los distintos intereses que entran en juego, lo que motiva que también sea distinta la normativa aplicable en cada caso (8). De este modo, mientras en las obras de arte tradicional resulta fundamental la autoría y la calidad artística, en otras el objeto artístico asume una función utilitaria (obras de arte aplicado), o constituye además un modelo industrial (diseños), en cuyo caso cabe delimitar el objeto protegido a través de la propiedad intelectual y de la propiedad industrial, o cabe, incluso, que la creación plástica se inserte dentro de una obra de otro tipo, literaria, audiovisual o teatral, (ilustraciones, dibujos animados, decorados). Así, el artículo 24 del TR, que regula el derecho de participación del autor en el precio de reventa de una obra de arte plástico, excluye expresamente dentro del ámbito protegido, las obras de arte aplicado, ya que junto al valor patrimonial de la aportación artística, existe un valor económico ligado a la propia función utilitaria del objeto, normalmente difícilmente desligable del primero. Por tanto en el TR la diversa tipología que se integra dentro del concepto genérico de «obra plástica», da lugar a un tratamiento jurídico diverso y específico. (6) CASAS VALLÉS, R.: «La protección de los artistas plásticos...», op. cit, p. 261. (7) CHAVES, R.: «Planteamiento. Su realidad actual» (Sobre la obra plástica), en I Congreso Iberoamericano de Propiedad Intelectual (Madrid 28-31 de octubre de 1991). Derechos de autor y derechos conexos en los umbrales del año 2000, Madrid, 1991, p. 244 y ss. (8) Para BERCOVITZ, G.: Obra plástica..., op. cit., p. 37 y ss, estas diferencias entre los diversos tipos de creaciones plásticas, deberían plasmarse en la propia normativa jurídica aplicable, fundamentalmente, y como también apunta CASAS VALLÉS, R.: «La protección de los artistas plásticos...», op. cit, p. 262, porque el tratamiento jurídico de las distintas clases de obras plásticas debe centrarse en los distintos intereses concurrentes. 24 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA A pesar de esta diversidad en cuanto a los intereses concurrentes y el régimen jurídico aplicable, los diversos tipos de creación plástica pueden reconducirse a dos categorías fundamentales: obras de arte tradicional, pintura, dibujo o escultura, en las que el objeto artístico se caracteriza por la nota de su unicidad, y otras creaciones, denominadas obras múltiples, obtenidas a partir de técnicas que permiten la reproducción en serie de la creación. En el objeto artístico tradicionalmente se ha distinguido entre el elemento inmaterial o intelectual, denominado corpus mysticum,y el elemento material o físico, corpus mechanicum, o soporte a través del que se exterioriza la creación (9). Cuando el autor pone en circulación una obra múltiple, mantiene el control físico sobre la obra, en la medida que conserva el molde o positivo a partir del cual ha obtenido la litografía, el logotipo..., en este sentido se establece una distinción neta entre la obra y el soporte a través del cual se exterioriza aquella. Sin embargo, en una pintura o una escultura que constituyen un objeto artístico único e irreproducible, el corpus mysticum y el corpus mechanicum resultan inseparables, por lo que cuando el autor procede a su venta, pierde el control, al menos físico o material, de la creación plástica. 2.2. Problemas ligados a su tutela jurídica Partiendo de las consideraciones realizadas, la protección jurídica de la obra múltiple, en tanto creación reproducible en (9) La distinción se establece en un primer momento desde un plano conceptual a partir de las aportaciones de Fichte y Hegel, para éste último de la distinción entre ambos elementos deriva la consecuencia de que la enajenación de uno de ellos no comporta la enajenación del otro, de modo que quien compra un libro no adquiere la facultad de reproducirlo, en este sentido como MARCO MOLINA, J.: «Bases históricas y filosóficas y precedentes legislativos del Derecho de autor», ADC, 1994, p. 156 y ss., apunta la distinción comienza a establecerse desde la filosofía, Hegel y Fichte, fundamentalmente, e incluso, filósofos del derecho, como Ahrens, para posteriormente ser recibida y desarrollado por los juristas alemanes más destacados en materia de Derecho de Autor, especialmente, Gierke y Kohler. 25 CRISTINA VICENT LOPEZ serie, plantea problemas similares a los que suscitan otro tipo de creaciones como la obra literaria o audiovisual: riesgos ligados a las nuevas tecnologías y la piratería. El progresivo avance de la técnica ha perfeccionado nuevos y cada vez más sofisticados sistemas de reproducción y fijación, imprevisibles hace sólo unas décadas, que pueden tener una aplicación importante en el campo de la creatividad plástica, bidimensional, o tridimensional. (10) Sin embargo, en las obras plásticas representadas a través de un objeto artístico único, y por tanto irreproducible en sentido estricto, la protección jurídica de los derechos del autor puede suscitar otro tipo de problemas ligados a su específica naturaleza, especialmente cuando el autor ha perdido el dominio material de la obra, y sobre ella concurren derechos subjetivos diversos: el del autor, con su contenido moral y patrimonial, y el derecho de propiedad del adquirente. La identificación entre la obra y su medio de expresión, provocó la negación al autor plástico de cualquier derecho sobre la obra, una vez ésta había sido transmitida (11). La ausencia de una regulación específica, que tomase en consideración la especificidad de este tipo de creación intelectual, y brindase un tratamiento jurídico adecuado, ha provocado que la tutela jurídica de los derechos de los autores plásticos, quedase en un cierto (10) BEDOYA BALLIVIAN, M.: «La protección de los artistas plásticos en las legislaciones lationoamericanas», e n / Congreso Iberoamericano de Propiedad Intelectual (Madrid 28-31 de octubre de 1991). Derechos de autor y derechos conexos en los umbrales del año 2000, Madrid, 1991, p. 280 y ss., advierte como a pesar de los considerables avances en la protección internacional del Derecho de Autor, el progreso tecnológico ha abierto las puertas a nuevas posibilidades de reproducción que pueden cuestionar los actuales instrumentos de control a las violaciones de los derechos de autor. (11) CASAS VALLÉS, R.: «La protección de los artistas plásticos...», op. cit, p. 262 y ss.; RAMS ALBESA, J.: «Comentario al artículo 56 de la LPI», en Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales, dir. ALBALADEJO, M. y DÍAZ ALABART, S., Madrid, 1994, t.V, v. 4-A, p. 851, n. 9. 26 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA nominalismo cuando el autor enajenaba su obra (12), de modo que los derechos que las legislaciones sobre propiedad intelectual reconocen en favor de todos los autores, carecían de efectividad práctica en relación a los autores plásticos, cuyo derecho de autor se eclipsaba habitualmente frente al omnímodo derecho de propiedad del adquirente (13). Ello, ha provocado la necesidad de una revisión de la protección que las legislaciones nacionales brindan a este tipo de autores (14), lo que evidentemente implica una reflexión acerca del problema ligado a la coexistencia del derecho del autor y el derecho del titular dominical. El tratamiento jurídico de los derechos del autor plástico exige hoy partir de determinadas coordenadas: la constitucionalización de la función social del derecho de propiedad (artículo 33.2 de la CE), la normativización del derecho moral de autor, como derecho inalienable en la LPI 22/1987 de 11 de noviembre de Propiedad Intelectual, y la propia realidad socioeconómica de los últimos años, que manifiesta un creciente interés por parte de los autores de obras plásticas en la defensa de sus derechos de autor, lo que ha motivado la aparición en la escena internacional de entidades de gestión de artistas plásticos y gráficos, cuyo volumen de gestión aumenta progresivamente. Cabe citar especialmente la Bild-Kunst alemana, la S.PA.D.E.M y la A.D.A.G.P. francesas, la HUNGART en Hungría, la UBK en Austria, laVIS-ART en Canadá, la VAGA en los Estados Unidos de América, la DDG BEELDRECHT en los Países Bajos, la DACS en el Reino Unido, la BONUS en Suecia o la VEGAP española constituida por Orden Ministerial de 5 de junio de 1990. (12) RAMS ALBESA, J.: «Comentario al artículo 56», op. cit, p. 855 y ss. (13) CASAS VALLÉS, R.: «La protección de los artistas plásticos...», op. cit, p.263. (14) BEDOYA BALLIVIAN, M.: «La protección de las obras de los artistas plásticos...», op. cit, p. 285, señala la urgencia de una protección efectiva del autor plástico, que implicaría un debate sobre el alcance de las normas y el nivel de protección que las legislaciones nacionales dispensan a este tipo de creadores. 27 CRISTINA VICENT LOPEZ 3. El Derecho de Autor y el Derecho de Propiedad sobre el objeto en que se materializa la obra intelectual: el artículo 3.1 del TR 3.1. Precedentes legislativos El artículo 3 del TR establece: «Los derechos de autor son independientes, compatibles y acumulables con: 1.° La propiedad y otros derechos que tengan por objeto la cosa material a la que está incorporada la creación intelectual». El TR mantiene el tenor literal del artículo 3.1 de la LPI de 1987, que introdujo el precepto, hasta entonces sin precedente en la legislación anterior sobre propiedad intelectual. No obstante, con anterioridad a la LPI de 1987, el Código Civil reconocía implícitamente la distinción entre la propiedad intelectual y la propiedad ordinaria, así el artículo 377 párrafo segundo establece que: «En la pintura, escultura, en los escritos, impresos, grabados y litografías, se considerará accesoria la tabla, el metal, la piedra, el lienzo, el papel o el pergamino». Comienza por tanto a apuntarse la posible coexistencia de dos derechos distintos: el derecho sobre la creación intelectual, y el derecho sobre la tabla, el papel, el lienzo, accesorios respecto a la creación, precisamente en la medida que constituyen su soporte material a través del que la obra consigue exteriorizarse. (15) Sin embargo cabe destacar que la relación propiedad intelectual- propiedad ordinaria en el artículo 377 del CC se realiza en un contexto normativo muy distinto al del artículo 3.1 de la LPI. Tanto en el artículo 428 del CC como en la LPI de 1879, el derecho de propiedad intelectual poseía un contenido básicamente económico, así el artículo 428 del CC establece: «El autor (15) Vid. CHICO ORTIZ, J. M.: «Principios y problemas de la propiedad intelectual», RCDI, num.565, p. 1345 y ss. 28 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA de una obra literaria, científico artística tiene el derecho de explotarla y disponer de ella a su voluntad». Él derecho moral de autor, se reconoce formalmente por primera vez en la Ley 17/1966 de 31 de mayo, sobre propiedad intelectual en las obras cinematográficas, y en la Ley del Libro de 12 de mayo de 1975. Sin embargo, no existe un desarrollo normativo del derecho moral de autor hasta la LPI de 1987 (artículo 14), que supone ya su consagración legislativa en nuestro ordenamiento. A partir de la LPI de 1987 la relación entre el derecho de propiedad ordinaria y el derecho de autor adquiere un nuevo significado, la relación entre ambos derechos subjetivos no puede abordarse ya desde una dimensión exclusivamente patrimonialista, sino atendiendo también al contenido inalienable del derecho de autor. 3.2. Independencia, compatibilidad y acumulabilidad entre ambos derechos El artículo 3.1 del TR declara la independencia, compatibilidad y acumulabilidad entre los derechos de autor y el derecho de propiedad sobre el soporte material. Sin embargo para que se dé la independencia entre ambos derechos debe concurrir un presupuesto: que el autor ejerza su derecho a la explotación económica de la obra. (16) A partir de este momento, en que el autor pone la obra a disposición del público, la independencia entre el derecho del autor y el derecho de los adquirentes de los soportes físicos a través de los que se divulga la obra se manifiesta en él distinto objeto, contenido y titularidad de ambos derechos. En primer lugar, y como ya se ha indicado, el derecho de propiedad ordinaria del adquirente recae exclusivamente sobre el (16) Vid. MATÍAS VALLÉS, M.: «Comentario al artículo 3», en Comentarios a la LPI, coord. BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO, R., Madrid, 1989, p. 53. 29 CRISTINA VICENT LOPEZ objeto físico o soporte, su dominio no se extiende, por tanto, a la obra o elemento inmaterial, que sigue conservando el autor en su ámbito de poder. En segundo lugar, el contenido de ambos derechos es substancialmente diverso, el derecho de autor posee junto al contenido económico, un conjunto de facultades morales, que perfilan un contenido inalienable o personalísimo, y extracomercium. En tercer lugar, la independencia se manifiesta también en su distinta titularidad jurídica: mientras el derecho de propiedad sobre el soporte físico puede recaer en el autor, el derecho de autor, sólo puede tener como titular al autor o a sus defechohabientes. De todo ello deriva que cada uno de estos derechos se halle sometido a un régimen jurídico propio. En el caso, del derecho de propiedad sobre el soporte se aplica la normativa reguladora del derecho de propiedad, artículo 348 y siguientes del CC, artículo 609 del CC sobre transmisión de bienes, y el artículo 33.2 de la CE, que configura el derecho de propiedad como un derecho delimitado por su función social. Respecto al derecho del autor, su normativa reguladora se halla esencialmente en el TRLPI y demás legislación complementaria, referida con anterioridad. La compatibilidad entre ambos derechos establecida en el artículo 3.1 del TR, determina que coexistan dos situaciones de poder: la del propietario del soporte respecto al objeto físico y la del autor respecto a la creación, de modo que si ambos derechos se declaran compatibles, esta compatibilidad impone límites recíprocos en la esfera de poder del adquirente y del autor. El autor debe respetar la relación jurídico-dominical del adquirente sobre el soporte, pero recíprocamente el adquirente debe limitar sus facultades de disfrute y de disposición al objeto físico, respetando el derecho del autor a explotar y disponer de la obra, que se manifiesta en un doble aspecto: positivamente, sólo el autor puede autorizar cómo y cuándo se explotará la obra, se producirá un disfrute público de la misma; y negativamente, el autor puede vetar cualquier explotación ilícita, que no respete el con30 DERECHOS DE AUTOR SOBRE LA OBRA PLASTICA ENAJENADA tenido monopolístico de su derecho de explotación, o sus intereses morales. (17) Sin embargo, cuando ambos derechos concurren sobre un objeto artístico único, en el que el autor con carácter singular e irrepetible ha plasmado su creación intelectual, inseparable de la materia que le ha dado forma, la acumulabilidad que establece el artículo 3.1 del TR entre el derecho del autor y el derecho del adquirente, exige la coordinación de ambos regímenes jurídicos. El propio tratamiento jurídico de la relación entre ambos derechos sobre el ejemplar único de la obra plástica, trasluce una cierta tensión que, en ocasiones, suscita la dialéctica entre dos intereses contrapuestos: el del autor, en prolongar la continuidad de su derecho de autor, a pesar de haber perdido el control material de la obra, y el del propietario en eludir excesivas inmisiones en su esfera de poder. La búsqueda de un punto de equilibrio supone tomar en consideración ciertos argumentos de política legislativa que plantean hasta qué punto la protección del derecho del autor sobre la obra vendida, no puede constituir un revulsivo para la inversión en esta clase de bienes culturales, y a largo plazo desincentivar el desarrollo del mercado artístico. (18) Cuestiones en que, sin duda, se incidirá a lo largo de este estudio que aborda la relación entre el derecho de propiedad del adquirente y el derecho del autor de obras plasmadas en un objeto artístico único, a fin de delimitar el contenido y alcance del derecho del autor plástico cuando ha enajenado la obra, ha salido de su control material, pero sigue teniendo sobre ella un cier(17) Vid. LÓPEZ BELTRÁN DE HEREDIA, C: «La propiedad intelectual», en Derechos reales y Derecho inmobiliario registral, coord. A. M. López y V L. Montes, Valencia, 1994, p. 325 y ss; MATÍAS VALLES, M.: «Comentario al artículo 3», ult. cit. (18) Vid. DE CASTRO Y BRAVO, E: Temas de Derecho Civil, Madrid, 1972, p. 23, n. 2; PÉREZ DE CASTRO, N.: «El derecho de propiedad sobre la obra de arte y el derecho de autor al respeto de la obra», AC, v.I, 1987, marginal 60, p. 231. 31 CRISTINA VICENT LOPEZ to señorío eminente, no absorbido en la transmisión jurídicodominical de la obra. (19) Por último, partiendo del doble contenido del derecho de autor: moral y patrimonial, el enfoque de la relación entre el derecho correspondiente al autor plástico y el derecho de propiedad se ha realizado distinguiendo esta doble faceta del derecho de autor. Distinción inicial que, cabe señalar, no ha respondido sino a una cierta necesidad metodológica en la investigación, dada la íntima conexión entre el contenido moral y patrimonial del derecho de autor. (19) Vid. PEÑA BERNALDO DE QUIRÓS, M.: «Comentarios a los artículos 428 y 429 del Código Civil», en Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales, Madrid, 1985, p. 719. 32