UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL Instituto Superior de Música INVESTIGACIÓN MUSICOLÓGICA II MÚSICA Y ETNICIDAD: EL CHAMAMÉ EN LA CIUDAD DE CORRIENTES Profesor: Pablo Fessel Alumna: Andrea Fusco 2001 1 Introducción El chamamé es un objeto de estudio que ha sido abordado en reiteradas ocasiones como punto central de investigaciones1. Los objetivos y enfoques han sido diversos, entre ellos encontramos: la recopilación de textos; el estudio del significado de la palabra "chamamé"; la búsqueda de sus orígenes; los aspectos relacionado con su danza. Como conclusión del estudio realizado acerca del estado del conocimiento, observamos que las investigaciones precedentes no abordaron el fenómeno en la actualidad en la ciudad de Corrientes, esta carencia ha dado lugar al objetivo de la presente investigación. El ámbito en el que se difunde el género es muy extenso, ya que no solo circula en la ciudad capital, del mismo modo lo hace en el interior de la Provincia y en las provincias aledañas, con particularidades diversas según las características de la sociedad. Debido a la amplitud del campo de estudio, el mismo se ha delimitado a la situación del chamamé actual, circunscripto a la ciudad de Corrientes, con sus diversos ámbitos de circulación del género. Se han analizado diferentes estratos socioculturales de la población correntina urbana contemporánea. Además se seleccionaron compositores e intérpretes representativos de cada tipo de chamamé estudiado, a fin de poner en relación los constructos de representatividad de las diferentes clases de chamamé. Estudios previos realizados Mediante la lectura de las investigaciones previas realizadas acerca del género musical chamamé, hemos observado los aspectos profundizados del objeto de estudio hasta el momento, los principales se detallan a continuación: 1) Discusión acerca del significado de la palabra chamamé: no existe consenso alrededor de esta cuestión; tengamos presente que el guaraní es un dialecto en el que abundan los vocablos aglutinantes, frases sincopadas y/o apocopadas dificultando el acuerdo en esta controversia. 2) La problemática del origen del género: algunos sostienen que el chamamé fue el nombre que surgió con el fin de diferenciar la música de la región litoraleña de la polca paraguaya. Julián Zini y Pocho Roch afirman que los orígenes del género se remontan a los tiempos de las misiones jesuíticas: según esta postura los bajos característicos del chamamé derivarían de los bajos continuos en estilo barroco que se ejecutaban en las Reducciones. Esta posición no tendría rigor científico, TOMADA DE LOS PELOS? carente de pruebas que respalden las interpretaciones realizadas del movimiento musical dentro de las misiones jesuíticas. 3) Las temáticas referidas en los textos de las canciones. Frecuentan temáticas relacionadas con la realidad cotidiana: la autoridad; lo político; los oficios de los pobres; la conscripción; los personajes de la mitología local; el patriotismo; temas 1 Citas bibliográficas: 1, 3, 6, 7, 10, 14 y 18. 2 como el amor; la mujer (la guaina, en guaraní); la madre; la amistad; son abordados con perfiles propios. El escritor Gómez Lestani establece relaciones entre las letras de las canciones y las ideas de la época en que fueron gestadas (entre los año 1940 y 1960), éstas reflejan la realidad del hombre de pueblo, transmitiendo emociones profundas y cotidianas2. 4) Aspectos relacionados con la danza: interpretaciones y significados de las diversas maneras de bailar el chamamé, sus antecedentes y predecesores. 5) La estrecha relación del género con la religión: se ejecuta el chamamé como cántico de alabanza y agradecimiento de los promeseros (por favores recibidos); principalmente ofrecidos a la Virgen de Itatí, Virgen de la Merced y Santa Ana. Objetivo Como objetivo de esta investigación nos hemos propuesto caracterizar el fenómeno del chamamé3 en relación con el concepto de etnicidad. Entendiendo etnicidad, desde una perspectiva cognitivista, como una consciencia de identificación y pertenencia grupal por atributos del orden sociocultural. Marco teórico El chamamé actual es un género folklórico heterogéneo, con características diversas y diferentes niveles de innovación, que representa étnicamente a distintos grupos socioculturales. La etnicidad es un elemento importante de articulación social, articulación que resulta más crítica cuanto más estratificada y compleja sea la sociedad. A efectos de entender el fenómeno, recurrimos a los conceptos de etnicidad y representación social según los define José Martí y Pérez en su artículo “Música y etnicidad”. El concepto de etnicidad es entendido, según la perspectiva cognitivista planteada en el trabajo de José Martí y Pérez; como un constructo ideológico que funciona a efectos de la representación de un grupo. Se define la etnicidad como la conciencia de la identidad grupal, una conciencia de pertenecer a un grupo humano determinado y diferenciarse socialmente de otros grupos. Cada grupo posee una serie de atributos, principalmente de orden sociocultural, compartidos y aceptados por los integrantes del mismo; este sentimiento de pertenencia da lugar a que se pueda identificar socialmente a las personas como parte de una etnia. Según Martí y Pérez la etnicidad es un proceso dinámico que se da en un momento determinado y que surge de la oposición de diferentes grupos equiparables, acentuándose las diferencias; constituye un marco de referencia e identificación de la persona. Por otra parte la etnicidad es un elemento de articulación social, ya que cohesiona al grupo generando lazos de solidaridad, dado que el sujeto comparte con el grupo códigos, intereses, valores culturales. (Como podemos observar el concepto de etnicidad alude a un componente de subjetividad del individuo: la identificación con el grupo así como el reconocimiento de la citada pertenencia, por parte de personas externas al grupo). Las producciones culturales de estas personas que se identifican entre sí, constituyen importantes formas simbólicas que objetivan las relaciones entre individuo 2 Gómez Lestani (1991) Análisis de textos, en relación a las ideas de la época (´40 - ´60).Chaco. Subsecretaría de Cultura de la Provincia del Chaco. 3 Chamamé, género folklórico musical de difusión nacional, característico de la Provincia de Corrientes y alrededores. 3 y grupo; así, la música representa al espíritu de un grupo y lo identifica. A efectos de asumir una función etnicitaria no es necesario que la música esté compuesta en el seno del grupo, lo primordial es que los integrantes del mismo se sientan representados por ella; la música se convierte así en un valioso recurso expresivo de la necesidad de la diferenciación grupal, en palabras de Martí y Pérez “...el gran poder de la música reside precisamente en que refuerza el sentimiento de colectividad con relación a aquello que denota”.4 Una música puede devenir significativa étnicamente por su proceso de gestación o también por el contexto en el que se sitúa. El concepto de representación social, al que hicimos mención anteriormente, funciona como un sistema de interpretación de la realidad, en la medida en que tales representaciones forman organizaciones significantes. Por otra parte el concepto de función identificatoria, “permite definir la identidad y salvaguardar la especificidad de los grupos”5. Podemos sostener que el género chamamé, en la ciudad de Corrientes, asume dicha función identificatoria en la sociedad. Otra distinción con la que operamos6, hace referencia a la música. La música puede ser considerada de tres modos: étnica, de valor etnicitario y neutra. Las músicas étnicas7 son aquellas que tienen como elemento constitutivo primordial el valor de etnicidad, de “naturalidad”; en el género folklórico del chamamé, llamamos música étnica a las producciones más tradicionalistas, pensadas como modelo del género, como algo ahistórico, con características musicales tomadas como referencia. Podemos pensar que no toda música es étnica, pero sí toda música puede ser portadora de valor etnicitario, puede expresar valor étnico aunque su uso trascienda a los grupos que representa, para ello sólo es necesario que un grupo se sienta identificado con la música en un momento determinado. En el caso particular del chamamé, incluimos en esta categoría las producciones en las cuales los compositores han ido innovando el género partiendo del modelo tradicional étnico. Estas renovaciones pueden tener diversos orígenes según la historia personal de cada músico, citamos algunos ejemplos: la formación académica (instrumental, compositiva, tecnológica), la experimentación con otros géneros o estilos musicales (como el jazz, blues, rock, de concierto), la búsqueda de ruptura de los cánones tradicionales, entre otros. Las músicas neutras, son ajenas a la representación social, aunque en un momento dado, de manera coyuntural y por circunstancias especiales pueden ser tratadas etnicitariamente. En este trabajo reciben dicho nombre las producciones proyectadas y/o fusionadas con otros géneros, de tal forma que en ellas parecen desdibujarse, las características constitutivas del modelo folklórico tradicional. En algunas situaciones, sin embargo, representan etnicitariamente a un sector de la sociedad, especialmente cuando los integrantes de un grupo desean diferenciarse de otro (por ejemplo: ante un contingente de santiagueños que tocan, cantan y bailan chacareras). Dado que pone en juego el estudio de personas ajenas a la sociedad correntina actual, hemos dejado de lado el fenómeno de la pertenencia enmarcada en el concepto de etnicidad simbólica, tomado de Herbert Gans8. La etnicidad simbólica caracteriza aquella situación de conciencia de pertenencia a una etnia enfatizada voluntariamente, 4 Josep Martí y Pérez: “Música y etnicidad: una introducción a la problemática”. Tomado de Jean Claude Abric, en “Les représentations sociales”. 6 Martí y Pérez, op. cit. 7 “Étnica” como derivado directo de “etnia”. 8 En Marí y Pérez, op cit. 5 4 correspondiendo a un sentimiento de orden más intencional que concreto; el individuo trata de conservar el sentimiento de pertenencia, pero no participa plenamente de las actividades del grupo (por ejemplo: hijos de correntinos emigrados y asimilados a la nueva cultura, que periódicamente escuchan música litoraleña; en esta audición se añora la identidad étnica de sus padres, a pesar de que ya no comparten los códigos y las vivencias de la etnia de sus progenitores). En la actualidad el género posee características heterogéneas. Por una parte existen producciones musicales que conservan el modelo tradicional: esto es claramente observable en las conformaciones instrumentales, los arreglos ejecutados, los textos utilizados. En segundo lugar encontramos creaciones en las cuales los compositores introducen en sus obras diversos cambios, resultado de distintas necesidades compositivas y/o expresivas, relacionadas con formaciones y experiencias musicales diferentes, pero conservando los aspectos constitutivos de la música chamamecera. En tercer término contamos con obras de fusión o proyección del género: en ellas las características del chamamé son trabajadas como un pintoresquismo9, que se elabora junto a elementos de otros géneros como pueden ser el rock, la batucada. Creemos que estas diferencias son perceptibles, tanto para los compositores, conscientes de las características del chamamé que desean componer; para los grupos de músicos que seleccionan el repertorio a ejecutar (cuando no son ellos mismos los que escriben la música); así como para el público que se siente identificado y representado con algunos de estos tipos de chamamé según sus características socio - culturales (códigos, gustos, intereses). Hipótesis Sostenemos que es factible establecer relaciones entre los constructos de representatividad de estos tipos de chamamé, con grupos socioculturales diferenciados, del siguiente modo: 1) El chamamé “maceta” (un término émico), más tradicionalista, posee principalmente las siguientes características: - tiempos lentos (que permiten bailarlo de manera “elegante”). - textos cercanos a la realidad campestre: el patrón, la Virgen, la “guaina”, el “caú 10”, la conscripción (cuando significaba para el hombre de campo el primer viaje a la capital), el rojo o el celeste (emblemas de los dos partidos políticos en puja: los autonomistas y los liberales). - conformación instrumental: guitarra y acordeón. Este tipo de chamamé identifica a la gente de estratos sociales más bajos: hombres con un sentimiento de arraigo a su tierra (la misma que perteneció a sus ancestros), a sus costumbres, a sus creencias; en muchos casos hablantes bilingües guaraní - castellano y en gran medida, en situación de exclusión de la sociedad globalizada de fin de siglo. 9 Pintoresquismo: Incorporación de ritmos, giros melódicos o características propias de un género o estilo, utilizados como un color musical, a fin de recrear un ambiente o traer a la memoria del oyente algo en particular; no existe voluntad de respetar y/o conservar las características del estilo. 10 Significa borracho en guaraní. 5 2) El chamamé estilizado, musicalmente más elaborado, está compuesto por músicos con necesidades más subjetivas de expresión: algunos de formación musical académica (que utilizan su instrumento de manera virtuosa, o realizando arreglos para otros grupos de orgánico no tradicionales); otros compositores que están en contacto con diferentes estilos de músicas (como el jazz, el blues, el tango, e introducen sonoridades o giros propios de estos géneros musicales); ciertos autores con intenciones de renovar el género. Estos cambios son apreciados y valorados por otro sector sociocultural que se siente identificado con producciones musicales de estas características. Este estrato social es identificado por las siguientes particularidades: a) tiene una mayor apertura hacia otras culturas; b) cuenta con integrantes instruidos, muchos de ellos profesionales; c) posee otra inserción económica dentro de la comunidad. 3) El chamamé de proyección, es generalmente compuesto por los grupos de jóvenes músicos que buscan atraer al público adolescente. Este oyente tiene algunas características peculiares, como las siguientes: a) es oyente de música moderna, extranjera; b) participa activamente en las comparsas, durante la época de carnaval; c) tiene preferencia por instrumentos eléctricos: guitarra, bajo eléctrico, batería, saxofón. Los compositores del tipo de música citada en los ítems anteriores (1 y 2), no consideran chamamé a estas producciones; basan su opinión en el hecho de que los elementos constitutivos del chamamé en la proyección y/o fusión, son llevados al límite, perdiéndose así la esencia del género y su sabor telúrico. Las renovaciones llevadas a cabo en estas producciones se desarrollan, principalmente, en los siguientes aspectos: a) variación o elaboración de las instrumentaciones y los textos; b) cambio de la velocidad temporal (generalmente aceleración); c) mezcla con ritmos provenientes de otros estilos musicales. Este tipo de obras se ponen de moda en un momento determinado adquiriendo valor etnicitario para una franja social delimitada: jóvenes que se sienten identificados con esta estética, precisamente porque comparten códigos e intereses (evidenciados en los textos, las instrumentaciones) con los compañeros de grupo y tal vez con los mismos intérpretes. Metodología y enfoque La investigación está basada en la interpretación de tres aspectos acerca del fenómeno del chamamé: 1) El análisis de la música, de los textos, de las conformaciones instrumentales, registrado de diversas maneras. 2) La opinión de los compositores, a través de entrevistas semiestructuradas y publicaciones periodísticas. 3) El análisis in situ de la recepción, mediante la concurrencia a los ámbitos habituales de difusión: festivales, conciertos, peñas folklóricas. Ya que resulta imposible abarcar a todos los compositores de la historia musical correntina, se ha centrado el estudio a algunos creadores representativos de cada tipo de chamamé, a continuación se detallan sus nombres: - Chamamé tradicional: Isaco Abitbol y Cuarteto Santa Ana 6 - Mario del Tránsito Cocomarola. Mario Millán Medina. - Chamamé estilizado: Ernesto Romero Maciel. Pocho Roch. Los de Imaguaré - Chamamé de proyección: Los Alonsitos. Amboé. La investigación fue desarrollada en la ciudad de Corrientes, entre los años 1999 y 2001. Asistimos a diferentes espectáculos musicales: conciertos en el Teatro Vera, Salas de Conciertos, Peñas Folklóricas, analizamos emisiones de programas televisivos o radiofónicos, libros y publicaciones, ediciones musicales. Consideraciones Más allá de las discusiones acerca del origen del género, el chamamé lleva recorrido un largo camino dentro de la historia de la música correntina. La vida es dinámica y el arte se ha ido transformando según las necesidades de sus compositores e intérpretes. Así también el público se sintió identificado etnicitariamente con estilos de músicas acordes a sus experiencias de vida y sus intereses. Podemos pensar que si la vida del hombre cambió en las últimas décadas, el arte y el chamamé también sufrieron transformaciones, ya que la producción artística refleja la realidad de vida del creador. Pondremos aquí en relación los pensamientos de los compositores, análisis de sus obras y su actividad musical actual (recitales, conciertos y presentaciones públicas) y un relevamiento de las opiniones de los oyentes de la música chamamecera de diversas edades y diferentes estratos socioculturales. El chamamé tradicional está fundamentado por los compositores que marcaron el rumbo del género, sus características nos reflejan la realidad que se vivían en aquel entonces. Podemos describir las características del chamamé tradicional: - es de transmisión oral (ejecutado por músicos intuitivos); - sus tiempos son lentos, permitiendo que el mismo se dance de manera elegante; - la conformación instrumental básica es: guitarra, acordeón y voz; se puede escuchar claramente el movimiento de los bajos ejecutando tres negras sobre las notas del acorde; - los textos están inspirados en la realidad campestre, que era su vida cotidiana, con temáticas como el patrón, el amor, el color del poncho (que implica su adhesión política), la conscripción, su fe, entre otras. Hoy, algunas de estas realidades cotidianas ya no existen o han cambiado sustancialmente, como por ejemplo la desaparición del servicio militar obligatorio (la conscripción), por ello podemos conjeturar que la vida musical de hace 50 años atrás era diferente a la actual, con grupos etnicitarios diferentes a los del presente. Según palabras de algunos descendientes de músicos de la época (entre las décadas ´40 y ´60) sus padres y conocidos fueron innovadores, porque incorporaron pequeños detalles en algunas obras. Indudablemente cada músico debía marcar su estilo, y así lo hicieron importantes creadores del género como Emilio Chamorro, Tránsito 7 Cocomarola, Ernesto Montiel y otros que llevaron adelante la tarea de difundir la música correntina en otras provincias, actuando fuera de Corrientes en escenarios para emigrados correntinos, e incluso en el Teatro Colón. Es difícil determinar que innovaciones implican una articulación importante en el género. Algunos compositores realizaron pequeñas renovaciones en el chamamé de su tiempo, pero, si observamos sus producciones en una perspectiva de análisis más amplia, de mayor duración temporal, podemos ver que esas renovaciones no significaron cambios sustanciales en el género. Iniciado ya el S XXI, conviven en una misma ciudad chamamé de todos los tiempos, con características diversas; siguen circulando las producciones de Emilio Chamorro o Tránsito Cocomarola junto a las canciones creadas recientemente por jóvenes músicos. Los oyentes citadinos, personas de diferentes generaciones, distinta formación y diversas experiencias de vida, no reconocen a todos los intérpretes del género de la misma manera; por distintas razones el público se siente identificado con algunos de los estilos chamameceros, prefiriéndolo ante los demás estilos, conformando así una etnia de características identificables. Analizaremos estos estilos, compositores que pueden encontrarse en esas etnias o portar valor etnicitario para el público. ¿En qué momento las innovaciones realizadas por un compositor implican una articulación dentro de la historia del género? Cada uno de los autores fue introduciendo pequeños aportes que significaban colocar su sello personal en el estilo del género; pero, ¿cuándo un chamamé deja de ser tradicional? A fin de determinar si la música es étnica o portadora de valor etnicitario atendemos a tres aspectos importantes: uno es la intención que tuvo el compositor en su momento, cuestión que podemos verificar en entrevistas, escritos y comentarios. Otro aspecto de fundamental importancia es la recepción del público; el oyente de "hoy", de la ciudad de Corrientes, se siente identificado con un estilo de chamamé por determinadas cuestiones. Analizamos además, algunas producciones realizadas por los músicos, grabadas y/o escritas, a fin de determinar cuáles fueron las innovaciones incorporadas al género. Existes grupos de chamamé que se autoproclaman tradicionalistas como fue el Cuarteto Santa Ana, fundado por Isaco Abitbol y Ernesto Montiel o Los Hermanos Barrios. Expresando de manera manifiesta que es necesario conservar las raíces del chamamé y regresar al origen para transmitirlo a las generaciones posteriores. En otros casos, los compositores intentaron deliberadamente renovar el chamamé desde diferentes perspectivas, fruto de necesidades expresivas personales relacionadas con las realidades vividas, tal es el caso de Edgar Romero Maciel, que estudió piano en un Conservatorio y se propuso introducir en la estructura tradicional del género el virtuosismo pianístico11, inspirándose en los conciertos para piano e incluso en trascendentales pianistas, como Franz Liszt. Romero Maciel tomó modelos de la música clásica y los trasladó a la música litoraleña, así sus obras integrales denotan influencias de las formas clásicas, así como también de las construcciones formales derivadas de arias da capo o formas sonatas de primer movimiento. Creemos que algunas de estas renovaciones del género fueron realizadas de manera intuitiva, particularmente en los casos de elaboración armónica; se ha observado 11 Ver anexo análisis de obras, “Rapsodia correntina”, pp 4. 8 que en numerosas ocasiones, los autores buscan sonoridades seleccionando aquellas que les parecen interesantes, sin importar el nombre ni la función dentro del entorno tonal. Cabe aclarar que muchos compositores chamameceros nunca estudiaron música, desconociendo la teoría musical, los fundamentos armónicos básicos, inclusive como escribir sus creaciones.12 Hace nueve meses la Universidad Nacional del Nordeste decidió entregar a Edgar Romero Maciel y Pocho Roch el Doctorado Honoris Causa por su aporte a la cultura correntina; a causa de ello la Secretaría de Extensión Universitaria elaboró un proyecto de un Concierto Homenaje a cada uno de los músicos, mediante una puesta en escena conjunta de los talleres que se desarrollan en la Institución. El primer homenajeado fue Romero Maciel. Como profesora del taller instrumental, propuse realizar una de las obras integrales del compositor, la obra elegida fue la Rapsodia Verde, inspirada en los paisajes de Provincia. El autor me proporcionó la partitura que consistía en un bosquejo de la obra, conteniendo la melodía principal y los tonos para su acompañamiento, posteriormente instrumenté la obra según su estilo y los instrumentos que yo disponía: acordeón, guitarra, instrumentos de cuerda frotada, flautas, clarinetes, saxos y un trombón. Cuando le llevé la instrumentación para que el maestro me brinde su opinión, él me dio su aprobación. La instrumentación realizada fue de su agrado, quedando gratamente sorprendido de como sonaban las armonías en instrumentos clásicos, de manera diferente de lo que él hasta entonces había hecho con teclados, guitarra y acordeón. Romero Maciel aprobó la inclusión en su obra de instrumentos que no pertenecen la conformación tradicional del Chamamé, teniendo presente que la instrumentación conservó en todo momento el estilo compositivo del autor. En el homenaje realizado a Pocho Roch, éste no accedió al uso de instrumentos que no pertenezcan a la conformación tradicional del chamamé: guitarra, acordeón, permitiendo sólo la incorporación de piano, violín o flauta. Pocho Roch (músico intuitivo, con más de 40 años de vigencia), se considera renovador del estilo en cuanto a la incorporación de sonoridades armónicas diferentes a las tradicionales, acogidas de sus experiencias junto al jazz en sus años de adolescencia13. Por otro lado, Roch es conservador en cuanto a los instrumentos que pueden usarse a la hora de ejecutar el chamamé, en este punto observamos una gran contradicción ya que por una parte no permite la incorporación de instrumentos que no sean los tradicionales (la guitarra y el acordeón, puede aceptar el violín o la flauta), pero por otro lado, admite el uso de teclados que "imitan" el sonido producido por los instrumentos orquestales que usaban los jesuitas en sus reducciones. La calidad de los sonidos seleccionados de los teclados, a nuestro criterio, estarían muy lejos de reproducir la sonoridad proveniente por las cuerdas frotadas reales, el compositor selecciona sonoridades de órganos electrónicos de la primera generación, tal vez los de mejor calidad de la década del ´60 y ´70, pero no hoy, teniendo presente la amplia variedad de sintetizadores que reproducen de manera más fidedigna el sonido de un violín, por ejemplo. Al respecto el poeta González Vedoya, que ha trabajado en variadas 12 Se ha observado, cierta resistencia hacia las personas que leen y escriben música, particularmente entre los músicos tradicionales o de proyección, analfabetos musicales. Existe un antiguo prejuicio, entre los músicos intuitivos que creen que el aprender el lenguaje musical limita la expresión musical y que el músico que proviene de escuela nunca logra ejecutar el folklore con el sabor telúrico propio de la música regional. Hemos observados que los chamameceros que han iniciado estudios musicales, fruto de una necesidad personal, han ampliado sus conocimientos y con ellos su horizonte musical; estos aspectos se reflejan directamente en sus producciones musicales. 13 Ver anexo análisis de obras: “Palabras a Itatí”, pp 6. 9 ocasiones con el compositor opinó:..."Pocho que era un innovador, rechazado por todos los ortodoxos, hoy se convirtió en un clásico tradicionalista y conservador"14. Hemos observado que Pocho Roch, así como otros compositores, quisieron innovar al género, buscaron diferenciarse de los otros creadores mediante un sello personal y que el público los identifique por esa sonoridad particular. Una vez incorporada esa renovación del género, se han mantenido de manera conservadora en esa misma línea. Las obras recientes no poseen diferencias sustanciales con aquellas que fueron éxito hace veinte años atrás. Las obras consagradas, como "De allá ité" siguen vigentes y probablemente tengan más éxito que sus últimas producciones, porque el público las conoce y valora. Pocho Roch sigue instrumentando sus canciones de manera similar que hace 25 años atrás, ignorando conscientemente los avances tecnológicos y las mejoras de las sonoridades más reales logradas hoy en día. Una de las características propias de la música popular sería la creación grupal, por ello llama la atención la creación personal de obras. Cada autor compone según sus necesidades e intereses musicales y los demás integrantes del grupo respetan, ejecutando la creación del compañero. Esta es la realidad del grupo Imaguaré, donde cada músico es compositor, crea sus obras individualmente para luego presentarlas a los demás músicos, que ejecutan respetando las intenciones del autor. Esta realidad musical de Imaguaré exige mucha tolerancia y respeto entre los integrantes que, por otra parte tienen edades y formaciones diferentes. El grupo ha conquistado a oyentes de distintas generaciones y gustos, algunos se sienten identificados con Imaguaré por unos aspectos, mientras que otros oyentes se interesan por otros elementos, a modo de ejemplo: los de mayor edad, se sienten atraídos por los textos, en cambio los más jóvenes aprecian la elaboración melódico / armónica lograda en algunas producciones. Esta dinámica de trabajo de Imaguaré les permite adaptarse y cautivar a público de diferentes características socioculturales. El conjunto Imaguaré posee una conformación heterogénea. Por una parte, Julio Cáceres, uno de los fundadores del grupo (músico intuitivo), se autodefine tradicionalista, compone conservando su estilo de producción desde hace más de dos décadas. Otros integrantes más jóvenes, como Fabio Acevedo, tienen otras necesidades a la hora de formarse musicalmente y de componer. Acevedo actualmente estudia música sistemáticamente, conociendo características de diversos estilos musicales, del repertorio universal, culto, tradicional, coral, orquestal; además se encuentra ejecutando obras de Bach, Beethoven, Piazzolla, como guitarrista solista y en conformaciones de cámara. Las creaciones de Acevedo incorporan elaboraciones tales como: uso de técnicas compositivas imitativas, giros melódicos propios de otras músicas, utilización de acordes disminuidos, con novena y otras sonoridades atípicas para el género. Si analizamos las producciones musicales de los comienzos del grupo Imaguaré (1980), los integrantes eran: Julio Cáceres (que continúa), Joaquín Sheridan (fallecido), Ricardo Gómez, Pocholo Airé. Observamos que en aquel tiempo Los de Imaguaré tenían un estilo tradicional, ejecutando obras de Ernesto Montiel e Isaco Abitbol o composiciones propias que conservaban las características del chamamé tradicional15. Podemos conjeturar que, con el paso del tiempo y por distintas razones, algunos integrantes del conjunto fueron sustituidos y con los nuevos intérpretes incorporaron diversas necesidades expresivo - musicales, expandiendo el estilo del grupo; no cambiaron la manera de componer tradicional, sino que incorporaron las nuevas 14 15 Ver anexo entrevistas, Cacho González Vedoya, pp 8 Ver anexo análisis de obras y grabaciones de 1980 "Chamamesero", pp 4, 5, 6. 10 propuestas de los músicos acogidos, acrecentando la oferta musical ofrecida al oyente y permitiendo que público de diferentes generaciones y/o estratos socioculturales puedan sentirse identificados con su música. En sus inicios, Los de Imaguaré estuvieron ligados al padre Julián Zini (sacerdote y arzobispo de la diócesis de Goya, en el interior de la Provincia), escritor de letras de numerosos chamamé, e incontables poemas que se recitaban al inicio o en el interludio del chamamé o directamente todo el chamamé era un recitado, acompañado instrumentalmente. Este estilo de recitar poemas, de alguna manera, identificaba al grupo y posteriormente fue imitado por otros conjuntos chamameceros. Cada año existen canciones, estilos y grupos que "se ponen de moda" dentro del repertorio que se escucha en los medios masivos de comunicación, como radio, televisión. Estas canciones poseen un período de auge dentro de la vida social y con el tiempo (a veces unos meses, otras un par de años) caen en el olvido ante el surgimiento o imposición a través de los medios de comunicación de nuevas canciones. Hace dos años surgió con las características descriptas anteriormente el grupo Amboé, de la ciudad de Goya (Provincia de Corrientes) con el tema "Sobredosis de chamamé", la conformación instrumental del conjunto estaba muy distante de ser la típica conformación chamamecera, ya que incluía: batería, saxo tenor, bajo y guitarra eléctrica; los tiempos de sus chamamé eran rápidos y los adolescentes lo bailaban como si fuese una marcha. Las características propias del chamamé estaban presentes a manera de pintoresquismos; los oyentes de 30 años en adelante opinaban: ..."eso no es chamamé,....de folklore, eso no tiene nada"..., pero los adolescentes se sentían identificados con este chamamé, porque contenía elementos cercanos a sus vivencias, y sonoridades estridentes, similares a los que están acostumbrados a oír cotidianamente. (Lamentablemente Amboé no accedió a realizar una entrevista). Si bien el grupo no pertenece a la ciudad de Corrientes, y su música no fue gestada dentro de la comunidad correntina, puede estar presente como una música neutra para la audiencia local y de manera eventual convertirse en una canción en la que un grupo sociocultural determinado de la comunidad se sienta identificado. Los Alonsitos, iniciaron su vida grupal hace 16 años, tienen hoy entre 26 y 28 años; todos eran alumnos de Raúl Alonso, importante acordeonista de la zona. Originalmente el grupo estuvo conformado por dos guitarras y dos acordeones (uno de tres hileras y otro a piano), en sus primeros años siguieron el estilo tradicional de su maestro, se presentaban vestidos de gaucho y cantaban la vida del hombre de campo; así recorrieron los escenarios de toda la región, inclusive actuando en diferentes oportunidades en Cosquín y otros festivales importantes. En los últimos años, han cambiado totalmente el perfil musical del conjunto, fruto tal vez de los intereses diferentes de la adolescencia y juventud. De manera paralela al trabajo de Amboé, Alonsitos tuvo gran éxito entre los adolescentes con la producción titulada "Un chamamé y un carnaval", en ella incorporaba ritmos de batucada al chamamé, reflejando una realidad de aquel momento en la ciudad: se volvían a organizar los desfiles de carnaval, con un movimiento económico - social muy importante, estimulado por el gobierno provincial.16 16 Recordemos que los desfiles de carnaval eran muy importantes para la vida social correntina de los años setenta; en los mismos participaban personas de todas las clases socioculturales. 11 El chamamé de proyección no es considerado folklore por el público de mayor edad, algunas opiniones de los oyentes dicen: ..."porque eso no tiene que ver con nuestras raíces... no es folklore...no respeta la tradición"....17. A los efectos de nuestra investigación este tipo de chamamé constituyen músicas neutras que de manera coyuntural y transitoria pueden tornarse estandarte de grupos sociales. Un caso claro es el citado de los Alonsitos, que hace unos años atrás "Un chamaé y un carnaval" fue la canción que identificaba a una comparsa, la misma bailaban la canción durante el desfile de carnaval y lo ejecutaba la "escuela de samba"18, además se bailaba en los lugares para adolescentes, como "boliches" o "pubs". Los Alonsitos interpretan además obras de compositores tradicionalistas de autores como Mario Millán Medina o Tránsito Cocomarola, adaptándolas a la sonoridad característica del grupo. A nuestro criterio, en estos casos la canción, a raíz de la manera de interpretarla y la sonoridad lograda deja de ser étnica para pasar a ser neutra (A modo de ejemplo: "Puente Pexoa", de Cocomarola, en la interpretación de Alonsitos desdibuja las características propias del rasguido doble asemejándose a una canción melódica latina)19 En el mes de octubre de este año 2001 se realizaron las elecciones para gobernador, el "Frente de todos" (alianza conformada por varios partidos), utilizó como principal canción para la campaña política la canción "Sobredosis de chamamé" cantada por Amboé, pero adaptando el texto a la circunstancia, de esta forma, el chamamé, de manera transitoria y coyuntural, se convirtió en un estandarte para la identificación partidaria de un sector de la sociedad. Los textos decían así: Texto original: Tomate una dosis de chamamé, una sobredosis de chamamé, dale que Corrientes tiene payé20 vení a divertirte con Amboé. Texto adaptado: Votale, votale, votale ya al frente de todos que va a ganar lista 140 es la mejor, Ricardo Colombi gobernador En ambos casos citados ("Un chamamé y un carnaval", y "Sobredosis de chamamé") de manera transitoria fueron portadoras de valor etnicitario para los integrantes de la comparsa Ará Berá, en un caso o a los afiliados a un partido polìtico, en el otro; permitiéndoles a los componentes de esa etnia sociocultural sentirse identificados como agrupación y además poder diferenciarse de otros grupos comparseros o políticos rivales. 17 Citas extraídas del anexo entrevistas. Recordemos que el carnaval que se realiza en toda la Provincia de Corrientes, tiene características similares al carnaval carioca, de Brasil. 19 Ver anexo análisis de obras, pp 9. 18 20 Palabra guaraní que significa hechizo. Dice el dicho popular que toda persona que visita Corrientes, regresa, porque Corrientes tiene payé. 12 Grupos como Amboé y Alonsitos han creado sus obras dirigidas a un público particular (adolescentes, jóvenes y/o comparseros); siendo conscientes de la corta vida que iban a tener, ya que una canción que se pone de moda, está condenada al olvido en poco tiempo, porque satura al oyente debido a la frecuencia de su presencia en todos los medios de circulación masiva. El hecho de que circunstancialmente y de manera coyuntural una de estas canciones haya sido usada para un jingle de campaña política confirma que fue una moda aceptada, buscando la restauración al presente de un éxito del pasado, con su ritmo y melodía pegadiza. Los músicos de mayor edad, trayectoria y /o conocimiento musical desconocen este tipo de producciones como pertenecientes al folklore, se sienten agredidos por elementos ajenos al género del chamamé, como pueden ser los instrumentos (saxos, baterías, guitarras y bajos eléctricos), los ritmos y las velocidades logradas, así como también el carácter buscado y el mensaje transmitido en los textos. De las presentaciones públicas y los oyentes El oyente no siente como propio todo las canciones que escucha, se siente identificado con algún estilo en particular por diversas razones, en ocasiones de manera consciente y en otras no, resulta factible de observar estas característica en las presentaciones públicas. Los chamamé tradicionales tienen su ámbito de circulación principal en las pistas de baile chamameceras, que no se encuentran en el microcentro de la ciudad y que muchas veces comparten el espacio con los grupos de cumbia. Observamos, que durante el Festival Nacional del Chamamé que se realiza en el Anfiteatro Tránsito Cocomarola, se organizaba, en las afueras de anfiteatro, una pista de tierra donde la gente iba a bailar chamamé, este aspecto nos llamó la atención, ya que el lugar no estaba publicitado y la gente que asistía allí era muy humilde; durante el tiempo que presenciamos el espectáculo se ejecutó solamente chamamé maceta. Existen programas televisivos, que se emiten por canales de aire, que difunden música regional (hay, con similares características, algunos programas de cumbias emitidos generalmente los sábados a la siesta). Creemos que estos programas están dirigidos a un sector sociocultural bajo, basándonos en las características de los auspicios publicitarios, la manera de hablar y expresarse de los conductores, los premios que se sortean y los llamados que reciben de los televidentes. Observamos que en estos espacios se presentan principalmente grupos que ejecutan chamamé tradicional, aunque en ocasiones tienen guitarras eléctricas o bajos, las canciones conservan las características propias del género. Los oyentes del chamamé tradicional, han manifestado cierto rechazo a las producciones de mayor elaboración, porque se alejan de su posibilidad de aprehensión del fenómeno, confundiéndolos y produciendo rechazo. Por otra parte el grupo etnicitario que se identifica con el chamamé maceta, disfruta de la simpleza del género, de esa sonoridad característica que lo identifica y ..."lo invita a uno a bailar"... Gran parte de los autores del chamamé como música étnica, pertenecen a la época de gestación y difusión del género, en los primeros años han realizado una gran tarea dando a conocer el chamamé a todo el pueblo argentino, actuando en diversos puntos de la provincia y del país. Buscando que el público identifique al género chamamé con el pueblo correntino. 13 Entre los compositores de la época dejaron sentadas las bases para el crecimiento del chamamé. El pueblo reconoce e identifica chamameceros tradicionales, a modo de ejemplo: el día de la muerte de Tránsito Cocomarola (19 de septiembre) se institucionalizó "El día del chamamé" y el anfiteatro más importante de la ciudad lleva su nombre. Los grupos que siguen vigentes ejecutando chamamé como música étnica, son aquellos grupos conservadores que siguen con su línea iniciada años atrás, tal es el caso de los Hermanos Barrios; o grupos nuevos que interpretan canciones de compositores que son de su preferencia, conservando las características interpretativas de sus autores. Estos grupos existen con inserción en ámbitos particulares de circulación del género, trabajan en parrillas - restaurantes, haciendo música en vivo, ocasionalmente se presentan en programas televisivos anteriormente mencionados o en bailes chamameceros. Los chamamé estilizados poseen otro ámbito de circulación, si bien comparten espacios radiales, televisivos y en festivales con otros conjuntos; además, realizan conciertos en diversos lugares no característicos para el chamamé, como el Teatro Vera, El Casino, Salas de Conciertos, eventos organizados por Instituciones, entre otros. Creemos que los intérpretes de chamamé estilizados tienen gran apertura en cuanto a que realizan presentaciones en todos los lugares donde exista la posibilidad de ser contratados.21 En este aspecto, algunos músicos han manifestado que, dentro de su estilo y repertorio, no tienen inconvenientes en adaptarse a las preferencias de la empresa o persona con la cual realicen el acuerdo. El público seguidor de este tipo de chamamé posee otras características respecto al grupo anterior: aprecia la poesía refinada de los textos, la elaboración melódico armónica de la canción o el trabajo elaborado de un instrumento. Dentro de este grupo de oyentes encontramos gente instruida, con inserción económica estable dentro de la comunidad. Lo comprobamos en diferentes ocasiones: Conciertos en lugares no habituales para el género, como es el Teatro, diversas Salas de Conciertos o el ámbito universitario. Podemos establecer algunas relaciones entre los espectáculos de chamamé estilizado respecto de las presentaciones del género tradicional: la gente asiste para escuchar, no para bailar; el público participa pasivamente del espectáculo, como oyente, recompensando al intérprete con sus aplausos; durante la ejecución musical el público está atento a la interpretación, haciendo silencio, la música está en un plano primordial. Las músicas neutras, recordemos, pueden tener diversos ámbitos de circulación, ya que de manera temporal se transforman en portadoras de valor etnicitario para un grupo sociocultural determinado. En los casos presentados anteriormente, las canciones circularon en los medios de comunicación (radio y televisión), lugares bailables y fiestas. Cuando, momentáneamente, dejaron de ser músicas neutras para tener un valor para un grupo de gente las canciones circularon además en afiches y en vehículos que deambulaban por la ciudad (en el ejemplo de identificación partidaria) y en los desfiles de carnaval (en el otro caso). El público en general no se plantea la problemática de cuales son las causas por las cuales prefiere un grupo chamamecero respecto de otro, observamos que no hay una elección premeditada de identificación de un tipo de chamamé. Los oyentes se sienten 21 ..."Incluso tocamos en un velorio", comentaba Julio Cáceres de Imaguaré,..."porque ese era el deseo del difunto". Citado en el anexo entrevistas: Julio Cáceres. 14 atraídos por la sonoridad del grupo, las letras, los instrumentos o elementos de la música / interpretación / expresión que son incapaces de definir. Este aspecto fue observado al hacer la encuesta, gran parte de los oyentes no podían definir la causa de su preferencia de un grupo musical22 De las temáticas abordadas en las canciones Las letras de los chamamé tradicionales reflejan la vida del hombre de campo, sus actividades laborales, su preferencia política, la autoridad, el amor hacia la madre, hacia su mujer, su fe. Algunas de estas temáticas se han conservado a través de los años, de las elaboraciones y cambios propuestos, por ejemplo el amor, la nostalgia por el pueblo de su infancia. El chamamé es una manera de expresar del pueblo, del hombre sencillo que quiere transmitir sus sentimientos, y en muchas ocasiones no sabe qué decir y cómo hacerlo, por ello canta, baila y zapatea. La temática del amor es central, entre los textos del género, ..."Se usa la letra del chamamé para decir el amor, reprochar el olvido, solicitar perdón. Pero por sobre todas las cosas es palabra dulce que se baila, abrazado, luego de la mirada, de la búsqueda entre el gentío, del convite cabeceado y aceptado, del haberse preguntado los nombres y las circunstancias cuando ya se había instalado el misterio en la piel y en los ojos"...23 Entre las canciones analizadas que abordan el amor en sus textos encontramos a "Amor juraste" de Isaco Abitbol, interpretado de manera tradicional. "Dejáte querer", "el amor se va", "Puente Pexoa", interpretados por Los Alonsitos y "Río rebelde" de Amboé, en algunas ocasiones el amor es presente, en otras un recuerdo del pasado, pero sigue presente en la vida del hombre. El cantante de los Alonsitos comentaba, haciendo referencia a este aspecto, que los grandes compositores tradicionalistas le cantaban en sus canciones, "al amor de su vida" , en cambio Alonsitos pretendía cantarle a los jóvenes de sus amores de adolescentes, por ello la profundidad del mensaje era diferente. Creemos que la temática del amor fue y continúa siendo central entre los textos de las canciones, porque es inherente al ser humano. La nostalgia es una temática abordada con frecuencia, un recuerdo por el pasado que se presenta en la memoria del cantor rescatando los buenos momentos de la vida. Algunos ejemplos de esta temática podemos observar en "A mi querida Santa Ana", interpretado por el cuarteto Santa Ana, "Paraje palmitas" y "Tiempo dorado" de Edgar Romero Maciel.24 Dice Gómez Lestani..." La evocación, el recuerdo, la añoranza tienen con reiteración referencias vivenciales, no intelectuales. Los autores apelan a recuerdos visuales, casi siempre imágenes no paisajísticas sino intimistas. Evocan el paisaje que no cabe en una postal, sino el que pertenece al momento que acompaño un pensamiento, un dolor, una alegría, un recuerdo"... 25 La autoridad y el comisario, como representante de dicha autoridad en el pueblo, es un tema relevante entre los textos los chamamé más antiguos. 22 Ver encuestas. Gómez Lestani, op cit, pp 47. 24 Ver anexo análisis de obras. 25 Gómez Lestani, op cit., pp:65 - 66. 23 15 Gómez Lestani hace referencias puntuales a la autoridad como temática y a Millán Medina como compositor, de la siguiente forma: ..."Dentro del chamamé la autoridad está condicionada al hecho político. Expresaría el período preinstitucional de la autoridad. La autoridad ejercida con la arbitrariedad propia del alineamiento político. No por casualidad este tema es frecuente en los chamamé escritos en la década del '40. Creo ver en esta presencia reiterada la necesidad subyacente de autoridad. Es la misma década en que Corrientes abandona realidades que la perfilan a una organización feudal de algunos bolsones, para participar plenamente de la organización político institucional del resto del país... ....Que se haya ocupado con tanta insistencia el tema de la autoridad, en broma o en serio, con metáforas o directamente, con omisiones deliberadas como los silencios, nos está señalando que en ese momento existía una necesidad profunda e insatisfecha de lograr un orden distinto, otra forma de encuadre de las relaciones sociales... ....Mario Millán Medina, recurre con frecuencia a la exageración y hasta la mofa pero la descripción es vívida, rica. Usa un lenguaje que es más torpe que el habitual. Por todo esto ha sido muy criticado y hay quienes desvalorizan su aporte por este motivo... ha frecuentado el tema de la autoridad con especial dedicación"...26 En las producciones musicales recientes no encontramos un respeto hacia la Institución de la autoridad y el comisario, creemos que esto se debe a que la realizadad, particularmente en la ciudad, ha cambiado. Los Alonsitos interpretan "La guardia de seguridad" de Mario Millán Medina, renovando la sonoridad del chamamé original. Resulta interesante observar la manera de hablar cotidiana del hombre de campo que se refleja en algunos textos como en "Mi ponchillo colorado"27. En este chamamé también se hace referencia a los dos frente políticos antiguos en la región: el celeste y el rojo, los liberales y los autonomistas, vigentes hasta el día de hoy. También existen varios chamamé que narran leyendas de animales, tal es el caso de "La calandria" de Isaco Abitbol o "El carau". La conscripción, en los chamamé tradicionales era una temática encontrada, porque significaba el primer viaje que el hombre de campo realizaba a la ciudad, alejándose de la familia y los afectos, implicaba además la posibilidad de descubrir el amor, los bailes, la vida de la ciudad. Hoy esa realidad ya no existe, por ello no se encuentra presente en los textos La fe religiosa es una temática importante dentro de la vida del correntino, el hombre es creyente, promesero eternamente agradecido por los favores recibidos. Hemos observado que Pocho Roch en particular hace referencia a Dios y a la Virgen de frecuentemente en su hablar coloquial, asegurando que su inspiración musical es obra divina. De los instrumentos El chamamé desde sus orígenes estuvo ejecutado por guitarra y acordeón. Con el tiempo, compositores realizaron diferentes propuestas de elaboración del género. Hemos observado que tanto la guitarra como el acordeón se han conservado como protagonista del género en todos los estilos chamameceros. Algunos grupos han 26 Gómez Lestani ( )Análisis de textos, en relación a las ideas de la época ('40 - '60). Dirección de documentación e información, Subsecretaría de Cultura, Pcia del Chaco. Chaco, pp: 17-18-19. 27 Ver anexo análisis de obras. 16 incorporado instrumentos, como es el caso de Amboé, de Alonsitos, de Romero Maciel y otros, pero ninguno ha desplazado los roles protagónicos que desempeñan dentro del chamamé la guitarra y el acordeón. Grado de comprobación de la hipótesis La hipótesis fue comprobada, estableciéndose relaciones entre los constructos de representatividad de los diversos estilos de chamamé con grupos socioculturales diferenciados de la ciudad de Corrientes. Dentro del género se encontraron producciones que pueden ser consideradas como músicas étnicas, portadoras de valor etnicitario o neutras, (que de manera coyuntural pueden representar socialmente a un grupo). Diferentes grupos socioculturales de la ciudad, se sienten representados musicalmente por algunos de esos tipos de chamamé. Los integrantes de los grupos socioculturales se sienten identificados entre sí, por la similitud de intereses y preferencias, siendo capaces de diferenciarse de los otros grupos sociales. Observamos que los compositores son conscientes de qué estilo de chamamé crean y que oyente se siente identificado con sus obras. Los oyentes, en general no se plantean las cuestiones por las cuales prefieren un tipo de chamamé en vez de otro, pero se sienten atraídos o rechazados por elementos musicales de las obras que no alcanzan a definir. De manera coyuntural y por circunstancias específicas, miembros de diferentes estratos socioculturales se sintieron integrados e identificados por músicas neutras que adquirieron valor etnicitario temporal. Como hemos observado finalizado el tiempo de transición, la producción quedó en el olvido, volviendo a ser una música neutra. 17 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 1- A. A. V. V. (1992) Música y Letra: Autores y compositores chamameceros. SADAIC. Año: V. Nº11. 2- Abric, J. C. “Les représentations sociales: aspects théoriques”, en ... 3- Cerrutti, R. (1965) El chamamé, danza del folklore guaranítico argentino. Resistencia. Ed. Norte Argentino. 4- Clifford, J. (1988) “Sobre la autoridad etnográfica”, en El surgimiento de la antropología posmoderna.. Compilado por Reynoso Carlos. Bs. As. Ed Gedisa. 5- Corrado, O. (1999) “Estrategias de descentramiento: La música de Liliana Herrero” en Música popular en América Latina. Actas del II Congreso Latinoamericano de la IASPM. 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