Tino me echó de casa porque le rompí una botella

19/3/2016
«Tino me echó de casa porque le rompí una botella»
GIJÓN
«Tino me echó de casa
porque le rompí una
botella»
El alcohol fue, supuestamente, el motivo de la disputa
que acabó con la muerte de la joven de 34 años en un
piso de Roces
Silvia llamó por teléfono a su abuela pidiendo ayuda
horas antes de morir
Vivienda de la calle Carpinteros en la que fue encontrado el cadáver de Silvia
Hernández. / P. CITOULA
OLAYA SUÁREZ GIJÓN
17 marzo 2016
02:45
El alcohol era un motivo recurrente de disputa entre ambos. Y fue también, presumiblemente, lo que motivó la discusión que acabó
con la muerte de la joven de 34 años. Silvia Hernández Álvarez llamó la madrugada del domingo a su abuela por teléfono, llorando y
pidiéndole que la ayudara. «Tino me ha echado de casa porque le rompí una botella, no me deja volver entrar y está muy cabreado»,
le contó desconsolada. Pero consiguió volver a entrar al domicilio, de donde ya no salió con vida.
No era infrecuente que la abuela recibiese esas llamadas de desesperación de su nieta durante la noche. Pensó que era otra vez
más de lo mismo. Le pidió que se fuese a dormir a casa de su madre y luego se cortó la comunicación. No fue hasta horas después
cuando el propio Celestino G. V. -ahora en prisión, acusado de homicidio- llamó a los servicios de emergencia para alertar de que su
compañera sentimental estaba inconsciente.
Cuando los policías llegaron al piso de la calle Carpinteros, en Roces, Celestino, Tino, presentaba síntomas evidentes de padecer
el síndrome de abstinencia alcohólica. Llevaba varias horas sin beber. También hacía varias horas que la joven había sufrido las dos
puñaladas en el costado, tal y como quedó acreditado durante la autopsia que le practicaron los médicos forenses.
El acusado de la muerte de la chica guardó un mutismo absoluto tanto en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía a la que fue
conducido como ante la jueza de Violencia de Género. Sí que a los policías que acudieron en un primer momento a su casa les dio
vagas explicaciones sobre lo ocurrido, como que Silvia había tenido una discusión con otras personas el día anterior o que estaba
enferma y con resaca.
Despedida en Deva
Silvia fue despedida ayer en la mañana en la más estricta intimidad en el cementerio de Deva por sus padres, sus abuelas y el resto
de familiares y amigos, los mismos que durante años intentaron convencerla para que dejase «una relación tóxica de la que no
podía salir». La víctima sufría una incapacidad del 70% debido a una minusvalía psíquica. «Nunca nos fiamos de él, le hacía la vida
imposible», dice su padre, Ignacio Javier Hernández.
La pareja tenía en su haber cinco denuncias por otras tantas agresiones mutuas. Silvia incluso tenía pendiente un juicio el
próximo mes de junio por quebrantar una orden de alejamiento hacia su pareja en julio de 2015. Durante un periodo de más de un
año los dos tuvieron vigentes órdenes de alejamiento del uno hacia el otro. Sin embargo, las incumplían sistemáticamente.
Los primeros problemas de la pareja llegaron poco después de conocerse. En julio de 2013 los dos fueron arrestados por
agredirse. Les impusieron a cada uno una orden de alejamiento con vigencia de dos años. En septiembre de ese mismo año
protagonizaron una nueva trifulca y a ella le prolongaron otros cuatro meses la medida judicial que le impedía acercarse a Tino. El
año 2014 transcurrió con una cierta tranquilidad que no les llevó ni a los juzgados ni a la Policía. Ni su familia sabe a ciencia cierta si
durante ese tiempo estuvieron juntos. «Estaban todo el día con idas y venidas, discutían, dejaban la relación, volvían al poco
tiempo...», dicen.
http://www.elcomercio.es/gijon/201603/17/tino-echo-casa-porque-20160317003754-v.html
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«Tino me echó de casa porque le rompí una botella»
El 10 de julio de 2015, seis después de que para Tino expirase la orden de alejamiento -ella la tuvo vigente hasta noviembre- los
vecinos de la calle Carpinteros llamaron a la Policía para avisar de una fuerte discusión en el piso de Tino.
Cuando los agentes llegaron, la pareja se encontraba en estado de embriaguez y Silvia aseguró que su compañero la había
intentado estrangular. Tenía incluso marcas en el cuello. Sin embargo, ante la jueza de Violencia de Género se desdijo de esa versión
y negó que Tino la hubiese agredido. La causa se archivó por falta de pruebas.
A ella le volvieron a abrir una causa paralela por otro nuevo quebrantamiento de la medida de alejamiento, ya que se encontraba
en la casa de su pareja cuando llegó la Policía. Su entorno lamenta que los Servicios Sociales no hayan intervenido y hayan podido
ayudar a «una mujer que claramente necesitaba una atención especial».
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