Cómo cocinar con vino El vino no es solo para beberlo, también se puede emplear para cocinar ricos platos y lograr el maridaje perfecto entre lo que comemos y bebemos, es una de las ventajas que nos ofrece esta bebida tan reconocida por sus virtudes. El vino añade carácter a un plato, profundidad de sabor y riqueza de aromas, pero así como mejora la calidad de un plato puede arruinarlo, si es que no se emplea adecuadamente, para evitarlo hay que saber cómo cocinar con vino. ¿Qué tipo de vino se emplea para cocinar? Por lo general, los mejores vinos para usar en la cocina son los vinos secos de mesa, ya sea blanco o tinto, dependiendo del plato. La regla general que se ha empleado durante años es que los vinos blancos son para carnes blancas y los vinos tintos para carnes rojas, pero no hay que seguirlas a raja tabla, uno puede volverse creativo a la hora de cocinar. Incluso se pueden utilizar vinos fortificados como los puertos y el Jerez. En cuanto a calidad y costo, el vino que se va a emplear para cocinar no tiene que ser de una excelente cosecha, pero tampoco uno de mala calidad, un vino medio funcionará a la perfección. Si un día no terminas una botella de vino y queda ahí media olvidada un par de días, una 1/2 Cómo cocinar con vino excelente idea es emplearlo para cocinar. Y para preservar su calidad y ampliar su vida útil lo mejor es colocarlo en un recipiente pequeño, bien cerrado y guardarlo en el refrigerador, donde puede durar hasta una semana. ¿Cuánto se debe añadir y cuándo? Añadir el vino moderadamente, y sustituyendo con él parte del contenido total de líquido de la receta, no como algo extra. Se puede colocar al principio para reducirlo, o antes de terminar la cocción para evitar que se evapore demasiado, colocarlo 10 minutos antes de terminar la cocción a fuego lento permitirá que el vino se reduzca alrededor de tres cuartas partes. Consejos para los diferentes platos: El vino funciona mejor cuando se puede utilizar para agregar un sabor sutil pero claro a un plato, así que si el plato es muy complejo se puede perder en la mezcla o perjudicar a resto de los sabores. Emplearlo para maridar permitirá que el vino se combine con el resto de los sabores y que no los tape. Cuando no podemos cocinar a fuego lento lo mejor es colocar el vino al final de la cocción para que su sabor perdure y no se pierda en el hervor. Para los platos con leche o los huevos, añadir el vino al principio, teniendo el plato fuera del fuego. Estos platos o bien se deben servir inmediatamente o se deben mantener calientes hasta el momento de servir. Fuente: elgrancatador.com 2/2