LAS CONSTELACIONES Y LAS AVES Un asterismo es una figura geométrica visible que se dibuja en el cielo por el brillo de algunas estrellas que no están ligadas entre sí ni por gravitación ni por gestación común. Los asterismos no tienen valor astrofísico, son objetos celestes subjetivos. Mediante estas figuras crearon las constelaciones las distintas civilizaciones, desde la Mesopotamia a los persas, los incas y los griegos. Algunos asterismos son la Osa Mayor, Casiopea, las Pléyades o la tetera de Sagitario. Se reconocen 88 constelaciones en toda la bóveda celeste. En esta presentación nos vamos a dedicar únicamente a aquellas relacionadas con las aves y a detallar sus aspectos más importantes, así como la mitología y la historia relacionada con su nombre. En el cielo podemos ver estrellas, nebulosas, cúmulos... que pertenecen a una constelación en concreto. De las 88 constelaciones del cielo, las más conocidas son las doce del Zodíaco, que cada una representa a un animal. Además de éstas, Tolomeo reconoció 48 constelaciones compuestas por más de 1.000 estrellas en el siglo II d. C. Mucho más tarde, en el año 1925 del siglo pasado se establecieron internacionalmente las 88 constelaciones que conocemos hoy en día: 48 corresponden a las observaciones de Tolomeo y las restantes a los descubrimientos de la Era Moderna. En cada constelación de esta sección podréis ojear sus características generales, mapas celestes, estrellas principales y objetos interesantes de cielo profundo. En el apartado de "Mitología e historia", se muestran los mitos grecolatinos de las constelaciones más importantes relacionadas con las aves. Mitología e historia Su origen deriva de la constelación de Acuario. Acuario representa a Ganímedes, copero de Zeus, hijo del rey Tros, el que dio nombre a Troya. Se dice que era el joven más bello de los vivientes y que la Aurora, Eos, lo raptó para ser su amante. Zeus, que también le amaba, disfrazado con plumas de águila descendió del Olimpo y regresó con él entre sus brazos donde serviría de copero de los dioses. . Ganímedes sustituyó a Hebe, hija de Zeus y Hera, en la labor de escanciar con una jarra de oro el dulce néctar en la copa del Dios del Rayo. Hera, doblemente ofendida, consiguió irritar a Zeus, quien decidió poner su imagen en las estrellas derramando agua desde su jarra. El águila, de la que tomó las plumas, fue metamorfoseada en la constelación del mismo nombre. Según otra versión Zeus envió un águila para raptar a Ganimedes. En recompensa por el servicio fue convertida en constelación. Mitología e historia La constelación del Cisne debe su nombre a la mitología griega. Como ocurre con otras constelaciones, hay varias leyendas para explicar su nombre. Una de ellas asegura que Zeus se enamoró de la mujer del rey de Esparta. Para poseerla se convirtió en Cisne y la visitó en su noche de bodas. Fruto de este encuentro nacieron Pollux y Castor (las estrellas que se encuentran en las cabezas de los gemelos de la constelación de Géminis). Otra versión habla de Cygnus, el hijo de Poseidón, el rey del mar. Cuando nació tuvo problemas y le abandonaron en una orilla para que muriese. Pero un cisne lo acogió y lo llevó volando al interior, donde terminó siendo rey de Colonae, una ciudad situada al norte de Troya. Cygnus partició en la defensa de Troya frente a los ataques de Aquiles. De hecho, en una de estas luchas, Aquiles terminó con su vida. Poseidón recogió el cuerpo de su hijo y lo convirtió en cisne, reservándole un lugar en el firmamento. A pesar de todas estas historias, los griegos simplemente la llamaron Pájaro. No fue hasta la época de los romanos cuando cambió definitivamente su nombre por Cygnus (Cisne). Y los árabes la conocían como la constelación de la Gallina. Por su forma, a la esta constelación también se la conoce como la Cruz del Norte. ¿Cómo reconocer la constelación del Cisne? Uno de los vértices del triángulo del verano es Deneb, la estrella más brillante de la constelación del Cisne. Pegaso es una preciosa y enorme constelación boreal de más de 900º cuadrados situada entre los paralelos 30º y 10º de latitud norte visible durante más de siete meses en el hemisferio norte desde los meses de Julio hasta Enero; en cambio, en el hemisferio sur culmina a baja altura durante los meses de febrero, marzo y abril. Una de las características más evidentes al observar la constelación es que tiene forma de cuadrilátero, formado curiosamente por cuatro estrellas de la segunda magnitud pero con la particularidad de que la que se halla en el extremo occidental y superior pertenece a la vecina constelación de Andromeda, el resto, lógicamente forma parte de la constelación de Pegaso. La constelación de Pegaso está bastante libre de las nubes y polvo estelares que se proyectan en la Vía Láctea de ahí que podamos observar cúmulos globulares y galaxias con cierta facilidad. Mitología e historia El caballo alado, hijo de Posidón, que surgió del cuerpo de Medusa, junto al guerrero Crisaor, cuando Perseo la decapitó. Posidón le había concebido yaciendo con Medusa en el templo de Atenea, por lo que la diosa castigó a la bella joven transformándola en un monstruo alado con ojos relucientes, dientes afilados, lengua saliente y cabellos de serpientes. Pegaso vivía en el monte Helicón, amado por las Musas para las que había creado la fuente Hipocrene golpeando el suelo con sus cascos. Este mismo proceso lo repitió en diferentes lugares por lo cual se le relaciona con las fuentes y pozos. Mientras tanto, en Corinto, el guerrero Belerofonte se disponía a expiar su fratricida crimen; para ello recurrió al rey Preto de Tirinto, cuya esposa se enamoró de él a primera vista. Al no acceder Belerofonte a sus requerimientos amorosos fue acusado de un intento de violación, por lo que Preto, no queriendo matarle, le envió a su suegro, el rey Yóbates de Licia, con una carta sellada en la que se ordenaba la muerte de su portador. El rey, temiendo la ira de los dioses, encargó a Belerofonte un trabajo peligroso: dar muerte a la Quimera, animal de cabeza de león, cuerpo de cabra, cola de serpiente y aliento de fuego. Antes de acometer tan peligrosa empresa consultó con el adivino Poliido que le aconsejó que capturase y domase al caballo Pegaso. Para ello se dirigió al monte Helicón, pero en el camino se lo encontró bebiendo en el pozo de Pirene de la acrópolis de Corinto y lo capturó con una brida de oro que Atenea le había regalado para la ocasión. Conducido por Belerofonte combatió con la Quimera a la que aseteó con sus flechas y remató introduciendo un trozo de plomo en su boca, que al instante se derritió abrasándole las entrañas. Yóbates, lejos de agradecer el servicio, lo envió a luchar contra los belicosos sólimos y sus aliadas las Amazonas, a los que venció remontándose con Pegaso en el aire lejos del alcance de sus flechas y lanzando grandes piedras sobre sus cabezas, en un remedo de un primer combate aéreo. Seguidamente derrotó a Quimárroo. No siendo suficiente para Yóbates, Belerofonte, desmontó de Pegaso, y suplicando a Posidón que enviase una inundación tras de sus pasos se dirigió al palacio de Yóbates. Mientras las olas avanzaban tras de él inundando la llanura de Janto las mujeres jantias se levantaron las faldas hasta la cintura ofreciéndosele. Belerofonte que era muy pudoroso emprendió la huida y con él el mar se retiró. Este acontecimiento sirvió para probar su honradez frente a la esposa de Preto, quien le pidió perdón y le ofreció a su propia hija como esposa. Su fortuna se truncó cuando, a lomos de Pegaso, quiso remontarse hasta el Olimpo y Zeus lo descabalgó haciendo que un tábano picase la zona sensible bajo la cola del caballo. Pegaso concluyó el vuelo y desde entonces es el encargado de llevar los rayos de Zeus que le colocó en el firmamento. Belerofonte, que por su arrogancia fue castigado, cayó sobre un espino quedando ciego y solitario hasta el fin de sus días. Mitología e historia Representa al dragón Ladón, hijo de Tifón y Equidna; aunque otros lo hacen descender de Ceto y Forcis o incluso hijo patenogenético de la Madre Tierra (Gaia). Hera había recibido de la Madre Tierra, como regalo de bodas, el árbol de las manzanas de oro y lo había plantado en el jardín al cuidado de Atlante. Temiendo Hera que los frutos pudiesen ser robados por las Hespérides mandó a Ladón, con sus cien cabezas, custodiarlo manteniéndose enroscado a su tronco. El undécimo trabajo de Hércules consistió en robar las manzanas de oro. Para conseguirlo engañó a Atlante, proponiéndole matar a Ladón y relevarle en su trabajo de sostener la bóveda celeste a cambio de que él robara los áureos frutos. Hércules cumplió su parte matando a Ladón disparando una flecha por encima de la cerca del jardín y tomando sobre su espalda el orbe celeste. Atlante al verse descargado de su pesado trabajo accedió al robo. Consumado el delito, Hércules con el pretexto de ponerse un almohadón en el cuello, pidió a Atlante que le sostuviera un momento el globo celeste y éste accedió. Entonces Hércules cogió las manzanas de oro y se alejó dejando a Atlante burlado. Enterada Hera del trágico destino de Ladón, colocó su imagen entre las estrellas. Según otros representa un acontecimiento de la guerra de los Titanes contra Zeus durante la cual un dragón atacó a Atenea y ella lo arrojó al cielo quedando arrollado alrededor del polo norte. Fénix es una pequeña constelación del hemisferio sur que esta situada entre las constelaciones de escultor, grulla, tucán, reloj y fornax. Fue introducida por Johhan Bayer a principios del siglo XVII y es de las pocas constelaciones modernas que hacen referencia a un hecho mitológico. Mitología e historia Phoenix o Fénix representa al ave legendaria que vivía en Arabia. Según la tradición, se consumía por acción del fuego cada 500 años, y una nueva y joven surgía de sus cenizas. En la mitología egipcia, el ave fénix representaba el Sol, que muere por la noche y renace por la mañana. La tradición cristiana primitiva adoptaba al ave fénix como símbolo a la vez de la inmortalidad y de la resurrección. Se le ha visto una relación con el pájaro de fuego de la mitología aborigen americana. La constelación de Phoenix o Fénix fue descrita por el astrónomo alemán Johann Bayer en 1603. CONSTELACIÓN DEL PAVO El Pavo Real se asocia al Pavo consagrado a la diosa Hera. Hera desconfiaba de su marido Zeus ( y no sin razón) pidió a Argus Panoptes ( un gigante con cien ojos) que hiciera de detective y espiara a Io ( amante de Zeus transformada en vaca). Como Zeus lo descubriese, mandó matar a Argus y entonces Hera colocó sus ojos en la cola del Pavo Real. Su cercanía al Indio y su proximidad al Polo Sur, son elementos a tener en cuenta en la lectura de este momento del proceso. Corvus, "El Cuervo", es una pequeña aunque destacada constelación fácilmente reconocible por su "forma" trapezoidal irregular, situada entre Virgo e Hydra y que por estas fechas culmina su aparición poco después de la media noche, hora local, alcanzando algo más de 30º de altura sobre el horizonte sur. Mitología e historia La parte mitológica de esta constelación aparece relacionada con la constelación de Hydra . El dios Apolo envió a un cuervo con una Copa (constelaciones vecinas) a buscar agua. El Cuervo se encaprichó con unos higos maduros que encontró y se dispuso a comerselos. Como se retrasó, puso como excusa que una gigantesca y monstruosa serpiente marina le ataco. Apolo castigó al Cuervo a volverse negro y puso todos componentes de este mito en el cielo. Además, el cuervo fue condenado a pasar sed eternamente, por lo que al tener la garganta seca, su graznido suena diferente al de otras aves. Es una constelación cercana al Ave Fénix. Parece como si este animal, estuviera persiguiendo a la Grulla. Es sugestivo, ver el parecido de estos dos animales, con las siluetas formadas por las estrellas que las definen. Fue incorporada a los mapas de estrellas por J. Bayer en 1603. Ya hemos hablado de este gran astrónomo, en la constelación de Apus (El Ave del Paraíso). Desde luego, no podemos ver nada de esta constelación desde España; en cambio, observada desde el hemisferio sur, o sea desde cualquier lugar situado debajo del Ecuador, podemos admirar entre otras la estrella alfa, que significa "La Luminosa", con magnitud 1,8 y situada del Sol a una distancia de 65 años-luz. La constelación de Apus (Ave del Paraiso) está situada a medio camino entre el Polo Sur Celeste y Triangulum Australis. Se trata de una pequeña constelación situada en el área casi vacia que rodea al Polo Sur celeste, en ella podemos encontrar algunos cúmulos globulares, como NGC 6101 e IC 4499. Es una constelación dedicada a la familia de aves de grandes picos que viven en las selvas del Amazonas. Lo más resaltable de la constelación, son las famosas "Pequeñas Nubes de Magallanes". Se debe su nombre a Bayer que la incorporó al cielo en 1603, junto a otras constelaciones que hemos ido citando y que citaremos a continuación. Bayer en 1603, introdujo doce constelaciones, sobre las conocidas en esas fechas y clasificadas en su Uranometría. Estas constelaciones son Pavo, esta de Tucán, Grulla, Fénix, Pez Espada, Pez Volador, Hidra Macho, Mosca, Camaleón, Ave del Paraíso, Triángulo Austral e Indio. El nombre de Tucán, refleja el interés de aquella época por las exóticas noticias que aportaban las exploraciones y las noticias de los conquistadores en aquellas tierras de América. Paloma es una constelación del hemisferio sur situada entre las del Can Mayor, la Liebre, el Pintor y la Popa. Su estrella principal, Alpha Columbae, también conocida como Phakt, tiene una magnitud de 2,7. La constelación contiene además una estrella de magnitud 3,2 (Beta Columbae) y varias de cuarta magnitud. Con un telescopio de 150 mm se distinguen las estrellas más brillantes de un gran cúmulo globular situado al sur de la constelación, a una distancia de la Tierra de 54.000 años luz.