“Estar solo es sano. Sentirse solo es una sensación de exclusión”

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POSDATA
CHRISTIAN UGARTE
Ricardo Fuerman
Experto en Ciencias Humanas.
Tengo 60 años. Estudié
en la Gran Unidad Escolar
Alfonso Ugarte y soy
hincha de la ‘U’. Mi abuelo
estuvo a cargo de la página
católica de El Comercio
durante muchos años.
Tengo un posgrado en
Ciencias Humanas en
la Universiad Nacional
Autónoma de México.
He vivido en Colombia y
ahí trabajé en el ámbito
corporativo. Este 12 de
julio daré una conferencia
sobre la soledad en el hotel
Pardo y al día siguiente dos
talleres sobre el tema en
la Casa de la Moneda (Av.
Arequipa 4545). Para mayor
información pueden buscar
en Internet Swami Alondra
Producciones. ¿Mi mayor
virtud? Soy muy confiado.
¿Mi peor defecto? A veces
me trago mi dolor, mi
fastidio y prefiero resolver
eso con Dios.
“Estar solo es sano.
Sentirse solo es una
sensación de exclusión”
sentirse solo...
JUAN AURELIO ARÉVALO
Luego de residir muchos años en
Colombia, Ricardo Fuerman regresa para presentar un estudio
sobre la soledad y cómo superarla. Según sus hallazgos, en el Perú, 6 de cada 10 personas sufren
depresión crónica y la mayoría dice sentirse sola.
F
LUNES 8 DE JULIO DEL 2013
uerman ha cumplido 33
años como profesional.
“Mi propuesta es generar
esperanza a través de mi
trabajo”, señala.
— ¿Por qué estudia la soledad?
Nosotros hemos sido educados para
producir, pero no para vivir. Tarde o
temprano nos encontramos con una
frustración, un fracaso, algo inesperado y esa circunstancia hace que
nos fragmentemos. Si te preguntan
¿cómo estás?, sientes que debes responder: “bien”. Si respondes “mal”,
se apartan de ti, te aíslan...
— Lo he escuchado hacer una diferencia importante entre estar solo y
Estar solo es una opción deseable,
sana. Yo elijo estar solo, es una decisión. Lo sano es establecer un equilibrio entre estar solo y acompañado porque los demás nos ayudan
a realizarnos. Pero sentirse solo es
una sensación de exclusión, de impotencia donde uno no logra entender qué está pasando y cómo hacer
frente a eso. Aparece el miedo a lo
desconocido, a la incertidumbre,
al dolor. Y curiosamente el ser humano se defiende con antivalores.
Reaccionamos con apego, posesividad, vehemencia, obsesión, ansiedad. Incluso, en su diálogo interno
recuerda palabras de desprecio y esa
negatividad la repite una y otra vez.
— ¿Cómo sale uno de ese ciclo?
Tienes que desarrollar un plan de
vida: qué es lo que quieres y lo que
no quieres. Tienes que conectarte
con tus sueños, que son tu guía. El
núcleo de sentirte solo es no saber
lo que quieres. Pierde el sentido de
la vida y cuando eso pasa, entra a un
estado de tristeza muy profundo.
Necesitamos conciliarnos con no-
“
Lo sano es establecer un
equilibrio entre estar solo
y acompañado. Los demás
nos ayudan a realizarnos”.
“
Las redes sociales nos
informan, pero no nos
forman. La conexión a
través del chat es hipócrita.
Todos están enmascarados
y proyectando lo que
quieren ser. Eso refleja el
gran vacío que tenemos”.
sotros mismos y desarrollar dos factores básicos: respeto y dignidad. El
segundo punto es el desarrollo de
la toma de decisiones y el tercero es
madurar esa soledad: autoestima.
— Tiene cifras sobre la soledad...
El Perú tiene 87% de desconfianza,
Chile está en 83% creo, Colombia
está entre los más bajos, a pesar de
la violencia. La diferencia es cómo
se relacionan con la vida. Yo me doy
cuenta de que aquí el método de vida de la gente está basado en el sufrimiento, la queja, en el permanente
reclamo para que los demás hagan
lo que cada uno tiene que hacer.
— ¿La soledad y la confianza varían
según el contexto cultural?
No. Es un acto de voluntad. Cuando
usted quiere hacer las cosas, decide hacerlas. Si no lo hace es porque
tiene una vanidad muy grande o un
sentimiento de inferioridad.
— Pero me acaba de decir que Colombia es diferente...
Es la actitud. Ellos tienen una relación con la vida. No con el país o con
el gobierno. Donde ellos son dichosos, disfrutan de sus vidas, tienen
mucha esperanza.
— ¿Y nosotros ?
Necesitamos entrar a reflexionar, a
guiarnos por el respeto y la dignidad. Hay sectores importantes que
se relacionan a través del desprecio.
Escuchamos decir: “lo que usted está diciendo no sirve”. O entramos
al chantaje emocional: “lo que está
sucediendo es por culpa de...”. ¿Cómo conseguir resultados positivos
cuando el método es negativo. Vivimos en un estado de manipulación.
— ¿Las redes sociales cómo influyen en la soledad?
Las redes sociales nos informan, pero no nos forman. La conexión a través del chat es hipócrita. Todos están
enmascarados y proyectando lo que
quieren ser. Es el mundo de Disney,
donde las personas fingen. Y ojo con
esto: es una desesperación. Uno se
desespera por saber si le escribieron
o no. Eso refleja el gran vacío que
hay dentro de uno.
— ¿Ud. cree que la gente está tan conectada porque se siente sola?
Correcto, necesitamos compañía.
—Y en las redes uno puede ser anónimo, es decir, más solitario aún...
Mire el círculo vicioso que se genera.
Lo peor es que queremos proyectar algo que no somos. Las consecuencias de esto son la pérdida de
valores. Los valores son siete: amor,
verdad, libertad, justicia, fe, paz,
fraternidad. Pero trabajamos con
antivalores: ¿Qué es lo opuesto al
amor? El odio. ¿A la libertad? La esclavitud: la adicción a las redes.
— ¿Cuánta gente va a sus talleres?
Recibo unos 30 o 50, no más.
— ¿Y es tan fácil cambiar a la gente?
Yo estoy muy satisfecho, pero sé que
4 horas es muy poco para un cambio
importante. Por supuesto hay personas que necesitan apoyo de terapia
cuando el asunto es más serio.
— Yo sentiría frustración si pensara que puedo cambiar a todas esas
personas.
Cuando siembras, las posibilidades del éxito son todas y del fracaso
son todas. Pero hay que sembrar. No
quiero quedarme con las ganas de
haber querido servir y no lo hice.
MARCO AURELIO
DENEGRI
DANZA
LASCIVA
“El ‘Bolero’ es una representación tonal
exactísima del coito.”
L
eo lo siguiente en la página 265
del libro recién publicado de temas neuropsicológicos, escrito
por el doctor Artidoro Cáceres
Velásquez y cuyas 500 páginas,
lejos de desanimar por la aparente demasía, son más bien, por el interés que encierran, incentivadoras de la lectura:
“El 1 de setiembre de 1997 se publica en el
British Psychiatric Bulletin un estudio patográfico por la doctora Eva Cybulska. Según
ella, el ‘Bolero’ de Ravel es una demostración
semiológica, iterativa, obsesiva, creciente,
progresiva y fatal, de la enfermedad de
Alzheimer.”
Cuando leí esto se me desigualó el
humor, porque siendo, como es, una declaración de ignorancia, es también una
insolencia y una prueba más de la irrefrenable tendencia que tienen algunos investigadores de patologizar todo.
En mi libro sobre la mujer dediqué un
capítulo al “Bolero” de Ravel y comienzo
citando lo que decía el propio Ravel. Decía que el “Bolero” era “una danza lasciva”
(une danse lascive).
El erudito Duncan MacDougald, que
como musicólogo tiene mil veces más
autoridad y competencia que la señora
Cybulska, ha manifestado que el “Bolero”
es una representación tonal exactísima del
coito. Y dígase otro tanto de la famosa galopa de Félix Pérez Cardozo, “Pájaro Campana”, recreación arpística del trámite copulatorio, con progresión exacerbante hacia
el clímax y la consecución de éste.
Paul Broca y Linda Lovelace
En la modernísima Enciclopedia Universal
Salvat, compuesta de 33 tomos, no figura el
notable científico francés Paul Broca, creador de la Neuropsicología, pero sí figura
Linda Lovelace, actriz norteamericana de
la pornografía fílmica que se hizo famosa
en la década de 1970 por haber protagonizado la película “Garganta Profunda”.
Aquí estamos ante una omisión notoria
y una inclusión llamativa, ambas constituyentes de lo que es sólito en nuestro tiempo: la inversión de los valores o el mundo al
revés. Con ser, como es, maldito el hecho,
lamentarlo sería inútil, porque el ser humano, desde tiempo inmemorial, se dedica
con asiduidad digna de mejor causa a ignorar todo lo importante.
Propuesta extremista
Como desde hace ya un buen tiempo todo es
entre nosotros tema: el tema del indulto, el
tema de la reelección y otros mil temas, propongo, para variar, que ya no se diga tema
sino extremo, habida cuenta de que la séptima acepción de extremo es asunto o materia, cuestión o tema. La Academia dice en
su Diccionario que entrevistar es “mantener
una conversación con una o varias personas
acerca de ciertos extremos”.