Título: Dispositivo normalizador del tono muscular para la PCI Tutor: José Manuel Cruz Ortiz Autora: Sara María Otero Gijón Este proyecto se inicia por la preocupación relativa a las discapacidades físicas y mentales que afectan a un importante porcentaje de la población actualmente. El más relevante de estos desórdenes es la parálisis cerebral, que produce un retraso en el desarrollo motor y cerebral desde la infancia hasta la madurez. Algunos de los síntomas son tono muscular anormal, falta de equilibrio y posturas incorrectas que pueden producir deformaciones en muchos miembros del cuerpo si no tienen el tratamiento adecuado a tiempo. Se han realizado muchos estudios que intentan explicar las diferentes etapas del desarrollo físico del niño, pero el único que también describe el desarrollo cognitivo es el perfil del desarrollo neurológico por Glenn Doman, que es un doctor americano especializado en daños cerebrales de la infancia. Él sostiene que el niño puede recuperar algunas funciones siguiendo los patrones básicos de movimiento, como arrastrarse, gatear y voltearse. Por lo tanto, la propuesta estará enfocada hacia los dos años porque es la edad en la cual el niño con retraso motor empieza a controlar su equilibrio y es el momento ideal para ser introducido y entrenado en los patrones básicos de movimiento. Hay algunas terapias que ofrecen beneficios para la recuperación, como la estimulación sensorial o la mecanoterapia, las cuales disponen de dispositivos para activar diferentes funciones, pero no cubren el tratamiento físico y cognitivo a la vez. Esta propuesta consiste en combinar ambos tratamientos en un único dispositivo que puede cambiar su forma para permitir distintas posibilidades de uso. Ha sido demostrado que el masaje producido mediante vibraciones tiene efectos beneficiosos en el tono muscular si tienen una frecuencia entre 10 y 80 Hz, así que la estructura del dispositivo estará unida a un asiento que almacenará este circuito. Por otro lado, la estructura debe tener cierta inestabilidad para que el niño pueda trabajar el equilibrio mientras se balancea sobre la estructura o el asiento. También llevará ruedas que se pueden acoplar a la base para que el niño pueda desplazarse con menor esfuerzo mientras practica los patrones básicos de movimiento de gateo, arrastre y volteo. El asiento se realizará en poliuretano y se revestirán con poliéster las zonas que van a estar en contacto con el niño. Se añadirá un soporte pélvico para evitar malas posturas y un soporte en los laterales para asegurar el control de cabeza y cuello. La estructura estará compuesta por varios tubos cilíndricos de espesor mínimo que tendrán uniones flexibles para poder modificar su orientación. Estos se harán en aluminio recubierto de espuma de poliuretano para favorecer el confort del niño. Se pretende introducir este dispositivo en centros de rehabilitación y su uso estaría supervisado por médicos rehabilitadores y fisioterapeutas, pero con la intención de que el niño sea capaz de utilizarlo de forma independiente para fomentar su autonomía.