Una aproximación a los determinantes del capital social individual

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Hacienda Pública Española / Review of Public Economics, 210-(3/2014): 33-55
© 2014, Instituto de Estudios Fiscales
DOI: 10.7866/HPE-RPE.14.3.2
Una aproximación a los determinantes del Capital Social
individual en España
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn*
Universidad de Zaragoza
Received: Noviembre, 2013
Accepted: Julio, 2014
Resumen
En este trabajo se realiza un análisis de los determinantes del capital social individual medido en forma
de participación en asociaciones y en diversas formas de acción colectiva. la Encuesta de Calidad de
Vida en el trabajo disponía de una información, que permitía evaluar en qué medida determinadas variables sociales, demográficas y económicas influyen en los individuos en crear tipos de capital social,
en su propensión a asociarse o en realizar determinadas acciones colectivas. los resultados muestran
la importancia de las clases medias, individuos con estabilidad en el empleo, ingresos familiares aceptables, buenas ocupaciones y buena formación e interesados en los asuntos públicos para la creación
de Cs.
Palabras clave: economía pública, asociaciones, acción colectiva, clases sociales, Capital social.
Clasificación JEL: I3, b5, H8, O4.
1. Introducción
los análisis sobre los factores del crecimiento económico han llevado a considerar que
determinados hechos sociales, como el asociacionismo, la existencia de normas compartidas
y reglas formales e informales o la generación de confianza en la sociedad, pueden favorecer el crecimiento y el desarrollo económicos. Estas actuaciones individuales o sociales se
unen a la contribución que desempeñan el capital humano, el capital físico y tecnológico y
el papel de las instituciones. Esos factores, que durante mucho tiempo se han ignorado por
la corriente principal de la economía, han sido recogidos en el concepto de Capital social
(Cs).
El Cs deriva de una realidad social compleja caracterizada por sociedades interclasistas
en las que los ciudadanos y grupos mantienen unas relaciones y unos vínculos muy diversos.
*
Economía Aplicada. Universidad de Zaragoza.
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JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
sus interrelaciones se mueven entre la cooperación y el conflicto y, entre ambos extremos,
aparecen más o menos utilidades, tanto individuales como colectivas. Así por ejemplo, una
sociedad en la que exista un elevado tejido asociativo o/y gran confianza de los ciudadanos
en sus instituciones, posiblemente facilita el ejercicio de la democracia, la asignación de los
recursos y el desarrollo y ejecución de las políticas públicas. lo contrario sucedería en aquella situación en que la desconfianza y la fractura social producen conflictos.
la literatura sobre el Cs ha tomado la confianza de la ciudadanía en las instituciones, en
los partidos, en la propia sociedad, en la participación en asociaciones, como variables para
medir el Cs. En el ámbito internacional, encontramos abundantes referencias usando fuentes y modelos parecidos, Glaeser et al. (2002), sarracino (2010), sabatini (2009), Putnam
(1993, 1995, 2001), la Porta et al. (1997).
En el caso español, no existen muchas referencias desde la economía al estudio del Cs.
señalamos a Pérez et al. (2005) y Pérez et al. (2008) como un intento de medir de forma indirecta el Cs a partir de la confianza que se genera en la sociedad, cuando determinadas variables macroeconómicas alcanzan resultados positivos. Por su parte, Portela y neira (2002)
y neira et al. (2008) han utilizado encuestas internacionales para reunir determinantes que
influyen en una medida del Cs caracterizada genéricamente como la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en las personas, que repercuten en las relaciones sociales y en el
crecimiento económico.
En este trabajo vamos a analizar qué elementos inducen a los individuos a ser generadores de unos determinados comportamientos que, a su vez, producen unas formas concretas
de Cs; qué individuos tienen más propensión a asociarse, qué características económicas,
culturales, sociales, por ejemplo, poseen. Es decir, realizamos una aproximación empírica al
estudio de los determinantes del Cs individual en España, medido de dos formas, el asociacionismo y el activismo, a partir de una base informativa de 12040 individuos, de la Encuesta de Calidad de Vida en el trabajo, años 2003 y 2004 1. no analizamos qué ventajas individuales o sociales consiguen los individuos de la participación asociativa, por ejemplo, sino
que tratamos de ver algunas características personales, económicas, o sociales de los individuos que constituyen medidas del Cs.
la oportunidad de disponer de información respecto a dos de las medidas del Cs, como
son el grado de asociacionismo y el desarrollo de determinadas acciones colectivas, relacionadas con la “voz” de Hirschman (1970), nos permite realizar un trabajo novedoso desde la
visión de la corriente principal de la economía, para el caso español, como primera contribución de esta investigación. Además, este análisis posee un nivel de concreción sobre la delimitación y medida de las diversas variables, dependientes e independientes, que creemos que
no se da en la literatura económica española citada y se suma a investigaciones de otras ramas
de las ciencias sociales en nuestro país (Montero et al., 2006) y de la literatura internacional.
Una segunda contribución sobre este tema deriva del mayor número de variables explicativas que podemos incorporar de esa encuesta para la generación de Cs individual, en re-
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lación a trabajos citados. En este sentido, reunimos un amplio rango de características socioeconómicas de los individuos.
El trabajo se desarrollará como sigue. Una vez señalados en esta introducción el estado
de la cuestión, los objetivos y las aportaciones de este estudio, nos planteamos, en un segundo apartado, una breve reflexión del capital social desde una perspectiva económica que nos
permitirá justificar la metodología empleada posteriormente.
En tercer lugar, se plantean las cuestiones metodológicas y se describen y fundamentan
las variables dependientes e independientes elegidas. Respecto a las primeras, seleccionamos
dos formas de Cs, (Rupasingha et al., 2006; Hall, 1999). En cuanto a las independientes, exponemos en tres bloques las características personales o demográficas, las sociales y las económicas, que dibujan el perfil de los individuos generadores de Cs. En la cuarta sección, se
exponen y se analizan los resultados de nuestro trabajo. terminamos en la quinta sección con
un resumen y unas propuestas para la política, se señalan unas limitaciones de este trabajo y
se apuntan algunas extensiones del mismo.
2. Sobre los fundamentos económicos del CS
Al concepto y dimensiones del Cs los economistas se han incorporado más tarde que los
sociólogos y los politólogos. la propia dificultad de definir y delimitar qué es el Cs, se suma
a la confusión que se genera, pues en muchas ocasiones, los resultados del Cs, y no los supuestos factores que lo producen, se definen como Cs, lo que origina un problema de causalidad (Firdmuc et al., 2008).
sin unos factores claros que lo producen y con unos resultados, a veces, también imprecisos, la aproximación de la economía como una ciencia de la elección, entre recursos escasos y necesidades ilimitadas, resulta complicada y no es extraño, por tanto, el retraso en las
investigaciones sobre esta materia desde esta disciplina 2. Encontramos desde la economía,
incluso, detractores de las teorías del Cs tan reconocidos como Arrow (2000) o solow
(2000). básicamente, estos autores mantienen que el Cs no es un activo que se extiende en
el tiempo, que exige un sacrificio para su generación y que no se genera un stock medible y
evaluable.
Por otra parte, la propia esencia del Cs, si nos atenemos a alguna de las definiciones, resulta algo etérea 3 y no reside en el propio individuo (o no totalmente), elemento este, el individualismo, que la corriente principal de la economía considera como uno de los fundamentos de su metodología.
las diversas aproximaciones al Cs desde las distintas disciplinas y la variedad, y a veces
imprecisión, de consecuencias o resultados del Cs, puede ayudar, por tanto, a entender que
la definición del Cs no es una tarea fácil (Durlauf, 2002; sabatini, 2009). Actualmente, y aún
a pesar del amplio número de trabajos de los últimos tiempos sobre este tema, se toman to-
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davía una serie de autores como referencias básicas del Cs como son bourdieu, Coleman y
Putnam.
Para bourdieu (1986), el Cs es la agregación de los recursos actuales o potenciales que
derivan de la posesión de una red duradera de relaciones más o menos institucionalizadas de
mutuo conocimiento que provee a cada uno de sus miembros de un apoyo del conjunto de la
red. Esto supone tres cosas: la existencia de una red de individuos, la participación en esa
red y la consideración del Cs como bien público.
Por su parte, Coleman (1988, 1990) describe el Cs como el recurso de los individuos
que emerge de las relaciones o lazos sociales.
Para Putnam el Cs está formado por aquellos elementos de la vida social (redes, normas
y confianza entre las personas) que permite a los agentes actuar conjuntamente para alcanzar objetivos compartidos. Estos elementos pueden darse de diversas formas, de manera que
aparece el bonding capital, redes relativamente más cerradas (familiares o etnias), que pueden terminar en perjuicios para los agentes externos a la red y en un beneficio muy claro para
sus miembros. O también puede tratarse de redes más abiertas, el bridging capital, relaciones entre amigos, asociados afines o colegas. Estas redes o grupos pueden clasificarse, a su
vez, entre aquellos en que sus miembros tienen un interés material muy definido que les lleva
a dedicar un esfuerzo más o menos calculado en función del beneficio a recibir, y otros grupos en el que el bien colectivo está más claramente asumido por sus miembros y no se busca
tanto el beneficio individual. se trata de los grupos olsonianos (Olson, 1965) o putnamianos
respectivamente, sarracino (2010) y Knack (2002). Para los primeros, las redes o asociaciones protegen especialmente a sus miembros. Actúan, en mayor o menor grado, como lobbies, con un elemento fundamental de incentivo individual como razón para pertenecer al
grupo, a la espera de resultados concretos derivados de la acción colectiva. sin embargo, en
los grupos putnamianos se es miembro con el mero objetivo de participar, aunque lógicamente deriven utilidades individuales.
Desde la corriente principal de la economía, encontramos definiciones que enfatizan en
el papel que desarrolla la confianza en la colectividad o en instituciones de una sociedad,
parlamento, partidos, jueces, participación electoral..., como un tipo de Cs que permite reducir los costes de transacción y mejora el funcionamiento de un sistema democrático. se
trata de una forma de Cs en el que las relaciones se sustituyen por una red invisible y tenue
de confianza entre el conjunto de miembros de una sociedad, sarracino (2010). la aportación de Coase (1937) y las teorías de los costes de transacción, aunque referidas inicialmente a la empresa, sería aplicable a los efectos o resultados que produce el Cs: reducir los costes de transacción. El papel que north (1984) asignaba a la ideología, como economizadora
de recursos en la toma decisiones individuales y colectivas, es también perfectamente asimilable a alguna de las caracterizaciones del Cs. la ideología en north unía a la gente en torno
a unas ideas, lo que les permite orientar sus decisiones sin necesidad de tener que hacer cálculos ante cada una de las actuaciones de los gestores públicos. El mismo north (1990) señalaba el papel de las instituciones informales en la explicación del grado desarrollo de los
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países, uno de los resultados que se espera del Cs, particularmente en los países menos desarrollados. Por su parte, stiglitz (2000) considera el Cs como un medio para afrontar el azar
moral en las controversias sociales, en las que la confianza y la reciprocidad suavizan los
conflictos.
Con la referencia a estos autores, se puede observar que los recursos dedicados a crear
Cs tienen un interés para los individuos y también para la colectividad, es decir, una dimensión micro y otra macroeconómica. sin embargo, el objeto de esta investigación, como ya se
ha dicho, no es reflejar tales resultados sino investigar sobre los factores que influyen en la
creación del Cs individual. se partiría de los supuestos del análisis económico más ortodoxo que establece que los individuos invierten recursos escasos con la esperanza de obtener
las mayores utilidades. no se investiga acerca de qué tipo de beneficios, ni sobre quienes recaen, si sobre los propios individuos o sobre la colectividad.
3. Marco teórico
3.1. Modelo teórico
De entre las diversas formas de delimitar, definir y medir el Cs vamos a elegir dos relacionadas con la participación de los ciudadanos en asociaciones o en determinadas acciones colectivas. Verba et al. (1995) señalan que los individuos no participan porque no quieren, porque no saben o porque nadie les ha invitado. Constituye una perspectiva que ve a
los individuos en una estructura social determinada en la que no se dan unos intereses concretos y no existe un factor motivador de carácter económico de la participación. Esta perspectiva es difícilmente asumible desde nuestra perspectiva del Cs como un concepto económico.
la utilización de una metodología maximizadora para analizar los determinantes del Cs
resulta problemática y no está exenta de problemas conceptuales a los que hemos hecho referencia, pero es lo que distingue a la economía de otras ciencias sociales, lo que nos diferencia de Morales et al. (2006). Creemos, además, que resulta bastante útil para predecir la
creación de Cs por los individuos.
Glaeser et al. (2002) adaptan el esquema del análisis del capital humano que determina
la disposición de los individuos a crear un determinado nivel de Cs. Pérez et al. (2005) aplican una metodología parecida asimilando Cs a capital físico.
En nuestro caso, dado que nuestra medida de Cs se relaciona con la participación en
asociaciones y la realización de acciones colectivas, pensamos que el trabajo de Glaeser, que
parte de un modelo maximizador de los beneficios y los costes de la participación, se acerca bastante a algunas de las explicaciones que condicionan el asociacionismo y la acción colectiva. En este modelo, la disponibilidad de tiempo es importante pero además se dan una
serie de circunstancias personales, económicas y sociales que se van a traducir en unos de-
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terminados beneficios y costes de la participación, de la creación de Cs en definitiva. En
nuestra opinión, no obstante, no es sólo una cuestión de disponibilidad de tiempo ni de beneficios o costes tangibles. Creemos que existen, también, otros factores que influyen en la
generación de Cs, asociados a la idea del Altruismo.
la aproximación al Cs individual sigue un modelo estándar de inversión en capital humano o capital físico. El Cs individual se representa con S. El Cs individual agregado se representa como una variable stock S*. El individuo recibe unos flujos de utilidades representados por SR(S*), donde R(S*) es una función diferenciable por la característica del capital
social per cápita. El flujo de utilidades sR(S*) contempla tanto compensaciones pecuniarias
como no pecuniarias. Entre estas últimas, se consideran los buenos empleos, las relaciones
sociales, la salud o incluso la felicidad. Podemos incluir en estas utilidades no pecuniarias,
la disposición altruista o participativa del individuo.
la restricción presupuestaria la expresamos como St+1 = øSt + It. El nivel de inversión It
tiene un coste de tiempo C(It). Además, el coste de oportunidad del tiempo lo medimos como
el salario w, equivalente al valor del ocio. El horizonte temporal de los individuos lo reflejamos con T y le imputamos un factor de descuento b. Asumimos que el abandono de una comunidad produce una depreciación del Cs, representado por ø. se supone que el Cs tiene un
elevado componente específico para la comunidad y para el propio sujeto. Finalmente, en nuestra opinión la opción de participar tiene un componente de Altruismo que lo consideramos exógeno, A. Existen determinados sentimientos que generan individuos altruistas que responden
con actitudes distintas a las del individuo racional y egoísta de la corriente neoclásica (bowles
y Gintis , 2002). Aunque hay algunas tendencias a situar el altruismo en el ámbito del comportamiento individual, egoísta pero cooperativo, hay otras que resaltan los aspectos colectivos y
socializantes en la generación de actitudes altruistas y no sólo pensando en la reciprocidad,
Paolilli (2009). Por su parte, Fidrmuc y Gerxhani, (2008) hablan de la Philantropic generosity.
Dada nuestra dificultad de delimitar la acción altruista pura, exenta de intereses individuales,
la podríamos incluir como compensación no pecuniaria. En ambos casos, como factor exógeno o como compensación extrapecuniaria (en forma de felicidad, realización personal o contribución a la mejora de la sociedad, por ejemplo), la condición de primer orden sería la misma.
De acuerdo con estas consideraciones, el modelo se puede representar
T
max ∑ β t St R(St* ) − wC(I t ) + A
t =1
s.t . St +1 = φSt + I t , ∀t
(1)
la condición de primer orden nos ofrece unos primeros resultados del Cs individual:
wCt' ( I t ) =
1− (βφ)T −t +1
R(S * )
1− βφ
(2)
la inversión en Cs, 1) se incrementa con el factor de descuento b, 2) disminuye con la
movilidad ø, 3) disminuye con el coste de oportunidad del tiempo, w, 4) se incrementa con
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los retornos pecuniarios y no pecuniarios SR(S*), 5) se incrementa en las comunidades con
más stock de Cs S*, y 6) se incrementa con la edad, t.
3.2. Análisis empírico. La medida del CS
En la literatura, los condicionantes informativos para el análisis empírico obligan a recurrir a proxies muy distintas para medir el Cs que, en un grado u otro, recogen aspectos definitorios del Cs. Entre los elementos que producen Cs, señalamos la confianza entre personas; la existencia de determinados valores sociales que promueven el altruismo y la
tolerancia, el comportamiento cooperativo y la reciprocidad; la participación cívica, las relaciones sociales y la participación asociativa, que facilitan la acción colectiva, entre otros,
Firdmuc y Gërxhani (2008: 268-269), Guiso et al. (2004), Rupasingha et al. (2006).
De entre las proxies o medidas del Cs encontramos cosas tan dispares como, por ejemplo, la donación de órganos y sangre, Guiso et al. (2004); la densidad de organizaciones cívicas, religiosas o deportivas, Rupasingha et al. (2006); la iniciativa empresarial, sabatini
(2009); la importancia del crédito bancario en relación al PIb como indicador de confianza,
Pérez García et al. (2008); las declaraciones de confianza en la gente y en las instituciones,
variable incorporada en la World Values survey (WVs) Portela y neira (2002); la pertenencia a asociaciones, Putnam (2001 y 1993) y la participación electoral, sabatini, (2009), entre
otras.
nosotros hemos planteado dos formas de medir el Cs asociadas a la acción colectiva en
general. En primer lugar, seguiremos el modelo de aproximación a la definición y medida
del Cs de Putnam, en cuanto al grado y clase de asociacionismo. nos parece una medida más
objetiva que la valoración subjetiva del grado de confianza de la ciudadanía en la sociedad,
los amigos o las instituciones o las diversas proxies mencionadas.
En segundo lugar, pensamos que determinadas acciones colectivas, como las manifestaciones de protesta o reivindicativas, representan la “voz” hirschmaniana (Hirschman, 1970).
significa una actitud más cerca de la lealtad institucional y social que la “salida”, o sea la
no-manifestación. De ahí, que hemos incorporado una segunda forma de medir el Cs, denominada Activismo.
las aproximaciones a la medida del Cs que utilizamos constituyen dos formas distintas
de Cs, que el análisis estadístico según el test de Cronbach nos ha diferenciado, en contra de
nuestras hipótesis iniciales basadas en una correlación positiva. En consecuencia, no se
puede proceder a extraer un factor de las dos que lo aproxime a una única medida del Cs.
De las dos formas de Cs que estudiamos, la participación en asociaciones trata de un
tipo de Cs recogido en la literatura, entendido como bridging capital. se trata de relaciones
que tienden puentes entre los participantes asociados y no de relaciones más cerradas, próximas a un esquema olsoniano de individuos, altamente calculadores. la frase “no es lo que
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JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
sabes o conoces sino a quién conoces” (narayan, 1999), resumiría la medida del Cs y su posible objetivo. no obstante, en el ámbito institucional, muchos países y organizaciones operan con leyes anti-nepotismo en reconocimiento explícito de que los contactos personales
pueden utilizarse para discriminar injustamente, distorsionar ciertas situaciones e incurrir en
corrupción. Es decir, en la literatura también se reconoce que el asociacionismo y/o las redes
no están exentos de dudas acerca de su función positiva como Cs.
la segunda forma de Cs apunta a ciertos aspectos de otras de las referencias mencionadas para definir el capital social. nos referimos a las normas sociales, la confianza en las instituciones y en la sociedad en general, la existencia de valores sociales compartidos que facilita el entendimiento y reduce las diferencias y el conflicto. El grado de compromiso social,
por ejemplo cuando alguien se moviliza por una causa que se considera justa, es una forma
de medir el Cs que se identifica con el altruismo aunque el individuo también pueda perseguir, en parte, sus propios intereses. Representan cuestiones que nos remiten a ciertos aspectos de la acción colectiva. En nuestro caso, este compromiso social adopta la forma de acciones reivindicativas o de protesta social como pueden ser huelgas, manifestaciones o
quejas en general. En Rupasingha et al. (2006) y Hall (1999) encontramos referentes que soportan nuestra elección.
Constituyen unas formas de acción colectiva que denominamos activismo, que no resultan incompatibles con otras acciones colectivas como las que se derivan de la acción política institucional e incluso poseen un mayor componente de compromiso social que responde
a la idea de voz (voice) hirschmaniana. Podemos, también, encontrar que, alternativamente,
se trata de una superación y rechazo de la participación institucional y representa una especie de salida hirschmaniana extrema. En el primer caso hablamos de Cs mientras que en el
segundo no constituye Cs y lo rechazamos. El Activismo en nuestro caso no se refiere a la
movilización de los participantes que son miembros de las asociaciones, como analizan Anduiza et al. (2006). los activistas en este trabajo se recogen del total de la muestra, no pertenecen estrictamente al grupo de personas asociadas.
Disponemos pues de dos medidas o formas de Cs, la pertenencia a asociaciones putnamianas y el activismo.
Respecto a las asociaciones, la información disponible pregunta acerca de si se pertenece a alguna asociación y se presenta una relación de tipos de asociaciones. En cuanto al activismo, se le pregunta si ha realizado o podría realizar alguna acción colectiva de entre un
conjunto de posibles acciones.
Pensamos, a diferencia de otros trabajos sobre el tema, que esta aproximación al Cs
tiene más valor que el que se desprende de la mera pregunta de: ¿Cree Vd. que se puede confiar en la gente?, como un indicador de confianza social.
no obstante se trataría de una interpretación subjetiva, puesto que si la respuesta es negativa, ¿nos convierte en más individualistas y centrados en lo nuestro o nos vuelve más
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Una aproximación a los determinantes del Capital social individual en España
comprometidos con la sociedad? la literatura, que sostiene como indicador de confianza social el que se puede confiar en la gente, parte de que el compromiso social se produce porque hay confianza en las instituciones más o menos formales.
Estas dos formas de Cs reúnen alguno de los elementos definitorios del Cs como es el de
que generan algún tipo de bien público o/y externalidades positivas en la lógica de los actores,
es decir, que todo el beneficio de la participación o de la acción colectiva no recae en el individuo actuante, y de que estas actuaciones contribuyen al desarrollo económico y social.
Asociacionismo
la primera aproximación al Cs la realizamos desde la perspectiva del asociacionismo.
la encuesta que manejamos presenta un desglose de hasta 8 tipos de asociaciones 4.
Datos generales sobre la participación asociativa:
Tabla 1
TABLA DE FRECUENCIAS DE PERTENENCIA A ASOCIACIONES
no pertenece
Pertenece a al menos una
total
sistema
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
8.113,00
3.748,00
11.861,00
179
12.040,00
67,38
31,13
98,51
1,49
100
68,4
31,6
100
68,4
100
El activismo como CS
El activismo se refiere a algunas de las diferentes formas de acción política y ciudadana que lleva a cabo la ciudadanía, y se concreta en la siguiente pregunta:
¿Ha hecho Vd. alguna de estas cosas, podría hacerlas en un futuro o nunca las haría
bajo ninguna circunstancia?
Tabla 2
FORMAS DE ACCIÓN COLECTIVA. PORCENTAJES
a) Firmar una
petición %
la ha hecho
Podría hacerla
nunca la haría
30,53
32,05
22,77
b) Secundar
boicots %
4,25
19,83
58,38
c) Participar en d) Participar e) Ocupar edificios
manifestac. % en huelgas %
o fábricas %
30,59
31,35
25,85
25,16
31,96
29,64
1,41
11,52
70,8
seleccionando las variables a), c) y d) obtenemos un factor que denominamos Activismo 5 con un Alfa de Cronbach = 0,81.
42
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
Tabla 3
FACTOR ACTIVISMO
Varianza total explicada
Sumas de las saturaciones al cuadrado
de la extracción
Autovalores iniciales
Componente
1
2
3
Total
% de la
varianza
2,194
0,552
0,254
73,122
18,402
8,476
% acumulado
Total
% de la
varianza
% acumulado
2,194
73,122
73,122
73,122
91,524
100
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
Matriz de componentes (a)
Componente 1
Participar en manifestaciones
Participar en huelgas
Firmar peticiones
0,902
0,882
0,776
Método de extracción: Análisis de componentes principales.
(a) 1 componentes extraídos.
3.3. Factores determinantes del CS
Como se ha expuesto, Glaeser et al. (2002) analizan la formación de capital social usando un modelo de decisiones óptimas de inversión del individuo, en parte adaptando el modelo de becker de asignación del tiempo. nuestro análisis partirá del modelo de Glaeser, ampliado e incorporando, además, un vector de variables no sujetas a un esquema estricto de
maximización u optimización de recursos como pueden ser el sexo, la clase social a la que
subjetivamente pertenece, la movilidad social y geográfica, el tamaño de la empresa y el hábitat del individuo (tamaño de la población).
En el análisis, se expondrán las características que se observan entre las personas que
participan en alguna asociación y las que no participan en ninguna desde el punto de vista
demográfico, social y económico mediante un análisis estadístico de carácter descriptivo,
con frecuencias y tablas de contingencia. En las dos formas de medir el Cs, utilizaremos las
mismas variables explicativas.
Variables independientes 6:
Hemos agrupado las variables independientes en tres bloques: demográficas, sociales y
económicas. El conjunto de variables elegidas responde a la literatura manejada y a la disponibilidad de información de la encuesta. Únicamente en tres de las variables, la Clase social subjetiva, el Interés por la política y la Movilidad geográfica, la literatura presenta
menos casos o variables parecidas.
tipo de familia
Putnam, 1993; 1995; Fidrmuc,
et al., 2008; Glaeser et al., 2002.
Easterlin, 1974
Edad
lugar de nacimiento
respecto al padre
Interés por la política
Clase social subjetiva
Guiso et al. 2004; Glaeser et al.,
2000; Putnam, 1995; Keith y
McWilliams (1999)
Easterlin, 1974; Hall, 1999;
svendsen y svendsen, 2004.
sabatini, 2009
OECD, 2001a; Guiso et al., 2004,
Hall, 1999; sabatini, 2009;
Putnam, 1993
Glaeser et al, 2002.
tiempo al trabajo
Sociales
Rupasingha et al. 2006; Glaeser
et al, 2002.
Hábitat
Estado civil
Rupasingha et al. 2006; Putnam,
1995; Alesina y la Ferrara, 2000;
sexo
Literatura
Rupasingha et al., 2006; Putnam,
1995; Alesina y la Ferrara, 2000;
Demográficas
Variables
independientes
Parejas con hijos
Masculina
Resultados de la muestra:
Frecuencias 7
baja en todas edades
El mismo, en 75% de los casos. Cierta movilidad geográfica
las migraciones reducen el Cs.
Guiso dice que no tienen
influencia. Keith y McWilliams
(1999) encuentran una relación
positiva.
Más elevado
bajo
Clases medias y acomodadas
Mediana edad
Asignación tiempo
Más urbana
Asignación tiempo
Más elevada
Resultados estadísticos
(Tablas de contingencia x2):
Forma de influencia 8
Mayor interés por la política.
El activismo y el asociacionismo
Clase media 2/3 y baja
es un asunto de clases medias.
Mas Cs entre los mayores.
Paradoja de Easterlin
Grandes áreas reducen las poMas de 50000h.
sibilidades del civic engagement
la distancia reduce el tiempo
Menos de 30’
para el Cs.
Indeterminado: la mujer
incorporada al trabajo reduce su
tiempo, por tanto reduce el Cs
pero las socializa más y por
tanto incrementa el Cs.
la ruptura de la familia tradicional reduce el Cs. los hijos
inducen al asociacionismo.
Hipótesis
Tabla 4
RESUMEN DE LA PARTICIPACIÓN ASOCIATIVA
Una aproximación a los determinantes del Capital social individual en España
43
Easterlin,1974; Alesina y
la Ferrara, 2000; Guiso et al.,
2004;
Rupasingha et al. 2006;
Glaeser et al,, 2002.
Glaeser et al., 2002
Rupasingha et al. 2006;
Glaeser et al., 2002.
Asimilamos hipótesis de: Alesina
y la Ferrara, 2000; Rupasingha
et al., 20060; sabatini, 2009.
Guiso et al., 2004; OECD, 2001b;
Helliwell y Putnam, 1999; Huang
et al. 2009; Gotees y Hu 1996;
schuller, 2000; Denny, 2003.
Ingresos familiares
Ocupación
Horas de trabajo
lugar de trabajo
tipo de contrato
Educación
Estable
Pequeña empresa
Más horas
Media/baja
Medios
bajos ingresos
Resultados de la muestra:
Frecuencias 7
Relación positiva entre Cs y CH secundarios
Hay empleos que socializan
mucho y por tanto favorecen
el Cs
A más horas, menos tiempo
para el Cs
la socialización influye
positivamente en el Cs. En
las grandes posiblemente hay
más oportunidades.
los malos empleos obligan a
trabajar mucho y no dejan tiempo
para el asociacionismo. la precariedad es una barrera para la integración social, no es un estímulo
para luchar por ella como diría
Marx,
El Cs es cosa de pobres, Guiso.
Alesina y la Ferrara, 2000.
Hipótesis
Ingresos individuales
Literatura
los bajos ingresos obligan a
trabajar mucho y no dejan
tiempo para el asociacionismo.
shideler y Kraybill, 2009,
sostienen lo contrario.
Económicas
Variables
independientes
Tabla 4 (Continuación)
RESUMEN DE LA PARTICIPACIÓN ASOCIATIVA
Más elevados
Más estable
Algo más grandes
Menos horas
Más elevadas
Más elevado
Más elevado
Resultados estadísticos
(Tablas de contingencia x2):
Forma de influencia 8
44
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
Una aproximación a los determinantes del Capital social individual en España
45
1. Demográficas: Edad, la literatura señala que participan más las personas de mediana
edad. se suele producir una participación en forma de U invertida (Putnam, 1993;
1995; Fidrmuc, et al., 2008; Glaeser et al., 2002. Easterlin, 1974). Morales et al.
(2006) señalan que los individuos de mediana edad suelen tener mayores responsabilidades familiares y sociales lo que les induce a participar más. Sexo, en general el género muestra diferencias en la participación a favor del sexo masculino, lo cual, entre
otras razones, puede deberse a cuestiones relacionadas con la asignación del tiempo
y las tareas de tipo familiar y doméstico que asumen más frecuentemente las mujeres. De hecho, en actividades ciudadanas que no requieren tiempo como en las elecciones generales las mujer participa más, (Rupasingha et al., 2006; Putnam, 1995;
Alesina y la Ferrara, 2000) Últimamente también se observa que la posibilidad de
que la mujer pueda hacer más relaciones sociales les abre y permite una mayor oportunidad de participación en organizaciones (Kaasa & Parts, 2007). El hábitat nos remite al tamaño del lugar de residencia. Una ciudad pequeña puede facilitar los contactos y las relaciones asociativas de dos maneras, reduce el tiempo de ir al trabajo y
a reuniones y la proximidad permite unas relaciones menos impersonales de las que
se puede extraer utilidad (Rupasingha et al., 2006; Glaeser et al., 2002). Morales et
al. (2006) encuentran que en ciudades grandes la participación es menor. El tipo de
familia tiene unos efectos indeterminados aunque la figura de divorciados y separados se correlaciona negativamente con la participación asociativa (Rupasingha et al.
2006; Putnam, 1995; Alesina y la Ferrara, 2000). Por su parte, Morales et al. (2006)
encuentran que la convivencia en pareja genera mayor grado de integración social y,
en consecuencia, más participación asociativa. la distancia al centro de trabajo también aparece como un elemento condicionador de las actividades sociales y participativas (Glaeser et al., 2002).
2. sociales: la clase social subjetiva. En una primera aproximación se diría que el Cs,
en sus diversas formas, es un asunto de los desposeídos. la literatura parece señalar
que la participación política, en sus diversas formas, se produce más en clases no tan
bajas (Easterlin, 1974; Hall, 1999; svendsen y svendsen, 2004; sabatini, 2009). Disponemos de una pregunta que mide la clase social a la que pertenece según la opinión
del entrevistado. El interés por la política constituye otra variable que consideramos
relevante. Encontramos referencias que nos indican que este interés se plasma en la
participación asociativa y en el activismo. Representa una variable relacionada con
los sentimientos sociales, políticos o culturales difícil de cuantificar en un cálculo
económico maximizador. Anduiza et al. (2006) señalan que las motivaciones cívicas,
sociales e ideológicas, constituyen incentivos importantes para la participación y la
acción colectiva. El interés por la política supone un estímulo importante para esas
actitudes participativas.
En cuanto a la movilidad geográfica nos fijamos en si el sujeto nació en un lugar distinto del que vive en la actualidad (Guiso et al., 2004; Glaeser et al., 2000; Putnam,
1995). Keith y McWilliams (1999) confirman que la migración aumenta las ganancias que obtiene el emigrante medio a lo largo de su vida. la migración suele carac-
46
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
terizarse por la autoselección: a igualdad de cualificaciones, las personas que deciden
emigrar posiblemente tengan una motivación mayor para conseguir una mejora económica personal y decidan sacrificar consumo presente por rentas futuras. En el terreno social y comunitario pensamos que ocurre algo parecido a lo que ocurre en el
aspecto económico de la emigración y por eso hemos incorporado esta variable. Por
otra parte, Guiso et al. (2004) no encuentran diferencias entre movers (personas que
se han trasladado de lugar de residencia) y los non movers y entonces recurren a que
en el Cs de los individuos influyen factores hereditarios. Rupasingha et al. (2006) relacionaría su community attachment con la movilidad geográfica.
3. Económicas: Ingresos individuales y familiares. Easterlin (1974); Alesina y la Ferrara (2000); Guiso et al. (2004), señalarían que los bajos ingresos empujan a trabajar
más y a disponer de menos tiempo para actividades asociativas. Por contra, svendsen
y svendsen (2004), señalan que los bajos ingresos empujarían a incrementar el activismo social y político. sin embargo, shideler y Kraybill, (2009) encuentran lo contrario, de manera que se llega a plantear si el asociacionismo es un asunto de las clases acomodadas. Por su parte, seymur (1992) señala al desarrollo económico, la
industrialización y la urbanización como factores relacionados o impulsores de la democracia y de la participación. En cuanto a la ocupación y los factores relacionados
con el Capital Humano, la sociabilidad, el trabajo en equipo, el liderazgo, se observa
mayoritariamente una relación positiva con la participación cívica, OCDE (2001-a y
2001-b), Rupasingha et al. (2006), Glaeser et al. (2002.), Denny (2003), Helliwell y
Putnam (1999). Como señalan Anduiza et al. (2006), ciertas “habilidades cognitivas
(leer, escribir, organizar, comunicar,..) son herramientas útiles que permiten afrontar
con más facilidad los costes de la participación”. Por su parte, Guiso et al. (2004) señalan que el efecto del Cs es más pronunciado entre la gente menos formada porque
las dificultades de moverse en la sociedad organizada con contratos, le hace recurrir
a confiar más en las relaciones y en la buena fe. también señalan que países que tienen un Cs débil deberían tener un sistema legal más activo enforcement. En cuanto a
las horas de trabajo y el tipo de contrato, parece que es aplicable el modelo de la maximización del tiempo: si se tiene seguridad en el trabajo y se trabaja menos horas, en
general se participará más (OCDE, 2001-a y Glaeser et al., 2002). Respecto al tamaño de la empresa, es posible que permita una mayor socialización, es decir, cuanto
mayor es el grupo mayores son las posibilidades de obtener utilidades de las relaciones sociales, Rupasingha et al. (2006); Glaeser et al. (2002), Huang et al. (2009);
Goetz et al. (1996). En general, Anduiza et al. (2006) encuentran que a mayores recursos cognitivos, económicos o de tiempo, más posibilidades existen de compensar
los costes de la implicación activista o participativa.
4. En cuanto a factores mencionados por la literatura que nosotros no incorporamos, se
encuentran las divisiones étnicas por que aquí en España no es relevante; la vivienda
en propiedad, porque es bastante frecuente; la desigualdad en los ingresos, que la sustituimos con los ingresos totales familiares e individuales, por no tener posibilidades
de medirla a partir de nuestra información; la sociabilidad que generan algunas acti-
47
Una aproximación a los determinantes del Capital social individual en España
vidades profesionales, por no disponer de datos asimilables y la iniciativa empresarial, por la misma razón.
4. Resultados
Tabla 5
LOgIT: VARIABLE DEPENDIENTE: ASOCIACIONISMO
REgRESIÓN: VARIABLE DEPENDIENTE: FACTOR ACTIVISMO
Variable
-------------+---------------------------------------sexo
tipo de familia
Estado civil
Hábitat
tiempo al trabajo
Edad estratos
Clase social
Interés por política
Movilidad geográfica
Ingresos individuales
Ingresos familiares
Ocupación
Horas de trabajo
tamaño empresa
tipo de contrato
nivel de estudios
Constante
-------------+---------------------------------------statistics
n
ll
chi2
r2
r2_p
Logit pertenece/
No pertenece
Regresión
Activismo
–0,0642
–0,03602
–0,04493
0.03858***
–0.11186***
0.03698***
0.10384***
–0.24261***
0,03545
0.04785***
0.01604**
–0.15214***
–0.13108***
0.18199***
–0.09660***
0.00405**
–0,10951
–0,01209
–0,00693
–0,00927
0.00806***
–0.02288***
0.00779***
0.01976***
–0.05126***
0,00727
0.01019***
0.00333**
–0.03300***
–0.02654***
0.03844***
–0.01935***
0.00086**
0.47439***
12040
–7075,40889
781,99552
0,06459
0,05237
12040
–7411,52928
0.0646
0.0633
Hemos efectuado dos regresiones con el programa stata. la primera es un logit en la
que la variable dependiente es la pertenencia o no a asociaciones. la segunda es una regresión lineal en la que la variable dependiente es un factor, extraído mediante componentes principales, de tres de las cinco medidas de acción colectiva que se recogen en la
encuesta.
Asociacionismo. De acuerdo a los resultados de la tabla 5 entre las variables más relevantes que explican la probabilidad de pertenecer a asociaciones encontramos: personas muy
interesadas en política, que tienen estudios elevados, personas de más edad, que trabajan en
48
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
empresas medianas y grandes, tienen buenas ocupaciones, tienen ingresos familiares elevados y no pertenecen a las clases sociales más bajas, que trabajan no demasiadas horas y no
viven lejos del centro de trabajo. Desincentiva pertenecer a asociaciones el tener un contrato laboral precario, el trabajar muchas horas y tener lejos el centro de trabajo.
Como variables que no influyen en la decisión de participar en asociaciones tenemos el
tipo de familia que tiene el individuo, la movilidad geográfica (si nació o no en el mismo
lugar que el padre), el sexo, el estado civil y el tipo de familia.
Activismo. las variables que influyen positivamente en el activismo son las mismas
aunque los coeficientes son distintos y mantienen el mismo signo.
4.1. Discusión de los resultados
las dos medidas del Cs presentan bastante similitud en sus determinantes aunque respondan a actitudes sociales distintas como puede ser la de asociarse y la de realizar acciones
colectivas de reafirmación, de protesta o del tipo que sea. En ambos casos, la preocupación
por la “cosa pública”, por la polis, concretada genéricamente en el interés por la política refleja una característica esencial del Cs. significa una quiebra, en parte, de alguno de los fundamentos del análisis económico, cuál es el del individualismo y la inmaterialidad y apropiabilidad del supuesto bien que el sujeto obtiene por participar, por expresarse (la “voice”
hirschmaniana). nuestra visión del asociacionismo putnamiano no considera que el individuo asociado realiza un cálculo preciso e inmediato acerca de los beneficios y los costes en
los que incurre. Por supuesto que obtendrá beneficios de la participación y del tiempo y recursos dedicados a asociarse o a la acción colectiva, pero, reiteramos, no lo pensamos como
un calculador olsoniano. En este sentido, el Cs reúne una de sus características esenciales
cual es su carácter de bien público. Es decir, el que participa en asociaciones o realiza alguna acción colectiva del tipo de las señaladas persigue alguna clase de beneficios pero no espera apropiárselos en su totalidad.
también tiene una importancia significativa en ambos casos, el que el lugar de trabajo
es una empresa mediana/grande, lo que sugiere la labor de socialización que se deriva de las
agrupaciones grandes de individuos. la acción colectiva y ciudadana parece más fácil de alcanzarse cuando hay una masa crítica de individuos.
En cuanto a las variables que influyen en el asociacionismo, podríamos decir que el modelo de Glaeser, derivado del modelo del Capital Humano, se cumple esencialmente en nuestro estudio. Así, disponer de recursos cognitivos o económicos, facilita la particapción. Por
su parte, vivir lejos del centro de trabajo y tener una jornada larga, reduce el tiempo para dedicarse a otras actividades. no responde a este esquema el hecho de vivir en localidades no
excesivamente grandes, donde las distancias son más cortas y por tanto el tiempo de transporte se reduce. Es lógico con este planteamiento, el que aunque las ocupaciones más elevadas tienen un coste de oportunidad del tiempo más alto, por cultura, sentimiento cívico o
Una aproximación a los determinantes del Capital social individual en España
49
quizá también por un interés o preocupación por lo público, estas personas también muestran elevados niveles de Cs.
El que participaran más los varones que las mujeres también se podría explicar desde esa
perspectiva: la mujer dedicaría más tiempo de “ocio” a las tareas domesticas y menos al asociativo o a la acción colectiva. la literatura también señalaba que el tipo de familia o el estado civil influían en la participación. no ocurre así en ninguno de estos tres supuestos,
según nuestros datos.
la variable edad en nuestro análisis si que responde a la literatura. si además de la regresión, observáramos los residuos tipificados de las tablas de contingencia, se vería la
forma de U invertida. Es decir, la participación asociativa es asunto de personas de cierta
edad sin llegar a ser viejos. Respecto a la clase social, se debe aclarar que en este tipo de encuestas de carácter opinático, una mayoría de la gente se declara de clase media. En nuestros resultados las clases medias más acomodadas, sin llegar a las más ricas, presentan una
probabilidad mayor de participar en asociaciones y en determinadas acciones colectivas.
Finalmente, respecto a los ingresos hay que señalar que los ingresos, familiares o individuales, resultan determinantes para inducir al individuo a asociarse. El asociacionismo, no es,
en contra de lo que establecerían algunas teorías un asunto de los “desposeídos”, del que obtendrían utilidades y beneficios que mejoran su estatus y les saca de la “pobreza”. las compensaciones pecuniarias y extrapecuniarias son importantes a la hora de generar Cs individual,
como nos señalaba el modelo teórico y corroboran nuestros datos. Pero quienes más las aprovechan, mediante el Cs individual que generan, son las personas de familias acomodadas, no
las de las personas con menos recursos. En resumen, el Cs requiere recursos de diversos tipos.
Una vez analizados los determinantes del Cs individual podemos plantearnos analizar
algunas políticas relacionadas con este tema. Así, los programas del banco Mundial y de la
OCDE para generar Cs, como medio de superar carencias de otros capitales en los países en
vías de desarrollo, para salir de la pobreza, diríamos que, a tenor de la reflexión anterior, no
parecerían ser muy apropiados. Es decir, parecería más efectivo mejorar las condiciones materiales de esas personas para que se genere el Cs que, posteriormente, aumentaría los rendimientos del capital físico y del capital humano existentes.
En países desarrollados, como el nuestro, las fronteras de los grupos son muy permeables y difusas y las relaciones sociales reflejan muchos puntos de conexión y mezcla. nuestros resultados señalarían que esas formas de Cs realizan una función de socialización, de
vertebración y articulación de relaciones entre individuos de ideología y clase social, si se
nos permite la expresión, relativamente diversa. En resumen, podría decirse que el asociacionismo es un asunto de clases acomodadas y relativamente formadas y que tienen empleos y ocupaciones estables y relativamente buenas, que facilita la vertebración y cohesión social. En consecuencia, se podría reflexionar sobre los efectos que se pueden derivar de un
proceso como el actual de desclasamiento y depauperación, como el que se observa en estos
años de gran contracción económica desde 2008 en nuestro país.
50
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
5. Resumen, propuestas para la política, limitaciones y extensiones
En este trabajo se han analizado los determinantes del Cs individual en España medido
de dos formas. De las dos, la primera, el asociacionismo tiene fundamentos directos en la literatura. De la segunda, derivamos una medida a partir de determinados trabajos que tienen
en cuenta las dimensiones de la acción colectiva. las variables independientes responden
mayoritariamente a la literatura, aunque, hay algunas nuevas. Hemos dispuesto de una base
informativa amplia y la posibilidad de objetivar, en parte, nuestro análisis. En consecuencia,
creemos que este trabajo constituye una aportación novedosa al análisis del Cs en España
desde una perspectiva económica.
los resultados muestran un perfil del asociacionismo que retrata personas de clase
media, acomodada, y relativamente formada; interesada en lo público, lo cual refleja un cierto apego y confianza en el sistema social y político que le hace participar y, también, manifestar su desagrado ante determinados hechos o situaciones, en determinados momentos. En
nuestra opinión, esta circunstancia podría señalar una cierta conformidad y aceptación de las
bondades de nuestros sistemas político, económico y social. Desde este punto de vista, son
importantes las políticas que acercan ciudadanos a gestores, en una interrelación mutua. En
este sentido, las políticas que cohesionan la sociedad contribuyen a crear sentimientos de
pertenencia a la comunidad que se expresarán en la acción política y, también, en la esfera
individual y grupal en forma de asociacionismo. Por el contrario, las políticas de des-cohesión social, de fragmentación y exclusión, no favorecerán el asociacionismo y, por tanto, la
sociedad se verá privada de este retorno social. En definitiva, las políticas públicas de cohesión social son muy importantes, no solo desde el punto de vista de la equidad, sino desde la
eficiencia, entendiendo ese retorno asociativo como un activo social inmaterial, con repercusiones en el funcionamiento del sistema económico.
Por otro lado, lo que hemos observado es que para participar se necesitan recursos. Por
estas razones, las políticas de redistribución de la renta pueden generar sociedades más inclusivas y participativas y otorgan posibilidades a quienes tienen menos recursos. las políticas públicas a nivel micro que fomentan el Cs, por ejemplo el asociacionismo, no son fáciles de instrumentar. En cualquier caso, pensamos que, deben tener un carácter estructural
y duradero, que produzcan confianza, de manera que los individuos “internalicen” las actitudes participativas y colaboradoras.
Dados los problemas de causalidad de nuestro análisis, seguramente sería necesario disponer de información que permitiera realizar análisis longitudinales para observar la influencia de las variables seleccionadas en la generación de Cs. Este problema constituye una limitación y, a la vez, la extensión necesaria en nuestro análisis. Hubiera sido muy interesante
observar estas variables a lo largo de este periodo de crisis económica desde 2008, con el fenómeno de desempleo y desclasamiento, que se ha producido en nuestro país en estos años
y compararlo con periodos anteriores.
1
1
1
1
1
1
0
1
1
12040
Hábitat (tamaño de la localidad) 12040
11976
12040
11676
11769
11946
8996
7160
11876
11973
11053
9112
11854
Estado civil
tiempo al trabajo
Edad por estratos
Clase social subjetiva
Interés por la política
¿nació en la misma ciudad
que el padre?
Ingresos individuales
Ingresos familiares
Ocupación
Horas de trabajo
tamaño de la empresa
tipo de contrato
nivel de estudios
1
1
1
1
1
1
11656
tipo de familia
0
Mínimo
12040
N
11
3
5
3
5
13
13
1
3
8
10
4
9
5
3
1
Máximo
5,4
2,2284
3,0352
1,4723
3,7055
4,8885
6,6001
0,22
1,2195
4,1944
5,6381
3,1484
4,7674
1,8136
1,8393
0,3742
Media
2,206
0,61978
0,88629
0,76363
1,13611
1,68382
2,19576
0,416
0,48955
1,87423
1,21208
0,9543
2,24537
0,76186
0,56859
0,48393
Desv. típ.
Hasta 270 €mes (1), Más de 4.505 €mes (13)
Hasta 270 €mes (1), Más de 4.505 €mes (13)
Directivos (1)técnicos uni. y profesionales (2), técnicos y admvos.(3),traba. cualificados y especialistas(4) Personal no cualificado (5)
Menos de 20 horas semana (1), Mas de 55 (5)
Pequeña empresa / autónomo (1), Grande (3)
Funcionario (1), Asalariado fijo (2),
trabajo atípico (3)
Analfabeto (1), Universitario tercer ciclo (11)
si (0), no (1)
Varón (0), Mujer (1)
Parejas o solas sin hijos (1), Parejas con hijos(2),
Monoparentales con hijos (3)
soltero/a (1), casado/a (2), separado/a (3),
divorciado/a (4), viudo/a (5)
<2000 h. (1)2001-5000 (2), 5001-10000 (3)
10001-50000 (4) 50001-100000 (5) 100001-250000
(6) 250001-500000 (7) 500001-1000000 (8)
>1000000 (9)
Menos de 30' (1), De 30’ - 60' (2), Mas de 60' (3)
Menor de 24 (1), De 55 - 65 (8)
Muy baja (1), Muy alta (10)
Muy alto (1), Muy bajo(4)
Tabla A.1
ESTADíSTICOS DESCRIPTIVOS. VARIABLES DEPENDIENTES
sexo
Variables
Anexo 1
Una aproximación a los determinantes del Capital social individual en España
51
52
JOsé MAnUEl lAsIERRA EstEbAn
Notas
1.
la Encuesta de Calidad de Vida en el trabajo se interrumpió en 2005 y continuó desde 2006 hasta 2010 con
un contenido distinto al de años anteriores, de modo que los datos que manejamos en este trabajo no han tenido continuidad en las oleadas posteriores a 2004.
2.
En la actualidad, no obstante, es un tema que genera ya un elevado interés entre los economistas. Rupasingha
et al. (2006) contabilizaban, entonces, más de 1.000 citas en los últimos 15 años en el Econlit.
3.
“El Cs no es fácil de observar ni medir”, decían Ostrom y Ahn (2003: 158).
4.
no incluimos la afiliación sindical en este trabajo porque puede considerarse un agente olsoniano: un grupo
de presión. los análisis previos, además, muestran unos niveles de correlación muy inferiores a los que aparecen entre los otros tipos de asociaciones. no obstante, en lasierra (2010) ya señalamos que la afiliación sindical en España era notablemente ideológica, lo que cuestiona la visión corporativa y olsoniana del sindicalismo en nuestro país.
5.
Hemos realizado el análisis factorial mediante el sistema de extracción de factores mediante Análisis de Componentes Principales. Método de rotación: normalización Oblimin con Kaiser. El índice de medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin presenta un valor de 0,75 y el test de esfericidad de bartlett presenta,
también, valores significativos.
6.
tabla de frecuencias: Anexo I.
7.
Resultados de las frecuencias. la columna indica la frecuencia que prevalece.
8.
Análisis mediante tablas de contingencia. los comentarios recogen la influencia de los residuos tipificados
(jmlasie@unizar.es). Avanzan los resultados del logit y la regresión lineal de la investigación.
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Summary
In this work, we analyze the determinants of individual social Capital, as measured by participation in
associations and in various forms of collective action. the survey of Quality of life at Work provides
information that allows us to evaluate the degree to which certain social, demographic, and economic
variables influence individuals in creating types of social capital, that is, in their propensity to join associations and to undertake certain collective actions. the results show the importance of the middle
class, i.e. individuals with job stability, acceptable family income, good occupations, and good levels
of training, whose interest in public affairs is conducive to the creation of social Capital.
Keywords: Public Economics, associations, collective action, social classes, social Capital.
JEL Classification: I3, b5, H8, O4.
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