VIGÉSIMO SÉPTIMO DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO C MONICIONES INTRODUCCIÓN Monición Nuestra oración es habitualmente interesada. Pensamos más en pedir que en adorar. En este domingo la liturgia nos habla de la fe que todo lo puede y que nada espera a cambio. Algunos cristianos se desaniman cuando sus peticiones no son contestadas por Dios. La Palabra Sagrada nos enseña hoy que la fe es un don gratuito de Dios. Solo necesitamos ser fieles y se nos dará lo que pedimos, si nos conviene. Celebremos con alegría esta Eucaristía. PRIMERA LECTURA: Profeta Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4 Monición Nos encontramos entre el año 605 y el año 597 antes de Cristo. La opresión política parecía que no tenía solución. El profeta Habacuc dirige una queja a Dios por las injusticias que sufre el Pueblo. Yahvé responde a la queja. Él salvara a su pueblo pero mientras tanto necesitan ser fieles a su Dios. Escuchemos. SALMO RESPONSORIAL (Sal 94): Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: No endurezcáis vuestro corazón. SECUNDA LECTURA: Segunda carta de san Pablo a Timoteo 1. 6-8. 13-14 Monición Hoy los consejos de Pablo a su discípulo Timoteo se dirigen también a nosotros. Nosotros hemos recibido los dones del Espíritu Santo para el bien de la comunidad. Con nuestra vida y palabras debemos luchar por la “pureza de la fe”. Escuchemos TERCERA LECTURA: Santo Evangelio según san Lucas 17, 5-10 Monición La fe es un don completamente gratuito. Por eso hay que pedirla, como los apóstoles y actuar conforme a esa fe o sea confiar que Dios es bueno y generoso con todos. ANTES DEL EVANGELIO: Aleluya, aleluya La palabra del Señor permanece para siempre; y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos. Aleluya. ORACIÓN UNIVERSAL: Monitor Por nuestro Santo Padre el Papa, los Obispos, Sacerdotes y Diáconos, para que prediquen la fe en todas partes del mundo, roguemos al Señor. Por los que dirigen las naciones, para que sean fieles a las promesas hechas a sus respectivos pueblos, roguemos al Señor. Por los pobres y ancianos, enfermos y perseguidos, para que se mantengan firmes en su fe a pesar de las dificultades, roguemos al Señor. Por nuestros jóvenes, para que no tengan miedo antes bien vivan su fe con la fuerza y energía de su juventud, roguemos al Señor. Por nosotros mismos, los aquí presentes, para que no perdamos la fe en momentos difíciles y siempre seamos fieles al Señor, roguemos al Señor.