iv Resumen Se analizó la actividad eléctrica cerebral de adultos mayores de 60 años. Se comparó con la actividad eléctrica de adultos jóvenes, mediante la prueba t de Student. El registro se realizó durante 5 condiciones, control inicial ojos cerrados, control inicial ojos abiertos, tarea de atención discriminativa, control final ojos abiertos y control final ojos cerrados. Se elaboraron mapas topográficos de las comparaciones. Además, se aplicaron dos pruebas neuropsicológicas: Neuropsi Atención y Memoria y el Test de clasificación de tarjetas Wisconsin. Al comparar las bandas alfa y beta del grupo experimental contra el grupo control, se encontraron diferencias en todas las manipulaciones. El grupo experimental tuvo una menor amplitud de alfa y una mayor amplitud de beta, respecto a los jóvenes. La mayor amplitud en la banda beta, indica un buen estado cognitivo de los sujetos mayores. En los ancianos, las bandas delta y theta muestran una mayor amplitud durante los controles con ojos abiertos y durante la tarea de atención discriminativa, respecto a los jóvenes. Se encontró que la reactividad del ritmo alfa se manifestó menos en las áreas temporales, en los ancianos. Tanto la menor amplitud de la banda alfa como la disminución de la reactividad, se consideran cambios normales en ancianos. Las áreas donde se localizaron el mayor número de cambios electrofisiológicos en los ancianos –temporales y frontales- se relaciona con las áreas cerebrales donde el envejecimiento ejerce sus mayores cambios. v En cuanto al Neuropsi, todos los participantes se ubicaron en el rango de normales o normales superiores. Sólo se encontraron diferencias entre las puntuaciones cuantitativas del Neuropsi y el Test de clasificación de tarjetas Wisconsin. Se encontró una relación negativa entre la edad y los puntajes crudos de Neuropsi. Mientras que, en el Test Wisconsin, se encontró una relación positiva entre el número de errores perseverativos y la edad. Estas diferencias se consideran normales en adultos mayores. La evaluación de los adultos mayores, debe incluir estudios multidisciplinarios, para lograr un acuerdo sobre lo que es normal en la vejez y lo que no lo es.