Profesorado Economía: Práctica II Tema eje de análisis: Acerca de la enseñanza como cuestión central de la práctica docente Dice Daniel Feldman en el prólogo de Enseñanza y escuela. Cuestiones de educación. 2010. Didáctica y currículum como discursos de la escolarización. “Hace algunos años propuse que las tareas de la didáctica habían experimentado un cambio y que la tradicional pregunta acerca de cómo enseñar mejor debería ser reemplazada por ¿cómo ayudar a que otros, muchos, enseñen? La necesidad de este cambio se justificaba por el modo en que la enseñanza se produce hoy en día, en grandes sistemas, y podía interpretarse en el marco del proceso histórico de la escolarización y, por consiguiente, de las relaciones entre enseñanza, didáctica y escuela. La escolarización, emergente de un largo proceso histórico, constituye hoy la forma dominante de la transmisión educativa y cultural. Pese a los vertiginosos saltos en los soportes de almacenamiento, organización y comunicación del conocimiento, continúa su expansión y coloniza sectores que por algún tiempo mantuvieron rasgos diferenciados como tipos formativos. Ámbitos de formación de capacidades para el trabajo reemplazaron sus formas más artesanales y situacionales por actividades cada vez más curricularizadas y escolarizadas. Lo mismo sucede con los procesos de especialización profesional progresivamente ligados a los estudios de posgrado. La educación para el ocio y el tiempo libre, la transmisión cultural, la formación para el desarrollo personal, la gestación, etc., acompañan ese proceso que, por supuesto, incluye la tendencia universal a prolongar la escolaridad. Incluso las nuevas formas de circulación de conocimiento mediante la web han contribuido, de manera simultánea, tanto al desarrollo de las redes libremente asociadas de conocedores y transmisores, como a la expansión Prof. Esp. Liliana M. Areco 1 Profesorado Economía: Práctica II de formas educativas escolarizadas bajo las distintas formas de educación a distancia[1] (…) Tal como la conocemos hoy, la enseñanza siempre se produce en sistemas organizacionales complejos. Su escala produce una realidad que no se subsume a la sumatoria de interacciones “cara a cara”. El marco en el cual la didáctica funciona ya no es el del artesano individual, sino el de una gran organización. Por fuerza de su misión, la escuela estandarizó procesos, incluyendo la enseñanza, y normalizó sus productos. Procuró de esta manera responder tanto a problemas de escala como a los propósitos de integración en un espacio político común y en un mercado unificado que le habían dado origen. Por esa razón el desarrollo de la didáctica debe entenderse en el marco de una tensión para nada resuelta entre dos polos: enseñanza interactiva y producción a gran escala de aprendizajes mediante sistemas de enseñanza.” En otro texto, “Aportes para el desarrollo curricular” Feldman profundiza estas afirmaciones: “La enseñanza no se trata, solamente de enseñar a un grupo de personas, sino de enseñar en grandes organizaciones a una enorme cantidad de personas. Las preocupaciones en las cuales la Didáctica funciona son las de un profesional que trabaja en una gran organización sujeto a restricciones que incluyen las condiciones de trabajo, el programa, el acuerdo con otros profesores, el marco de convivencia que se acepte o cualquier tipo de condicionante que enmarque la tarea de enseñanza. Desde ya, se puede adelantar que uno de los problemas críticos de la reflexión didáctica en el último tiempo es que, en gran medida, sigue pensando la situación de enseñanza en términos de un grupo libre de estudiantes con un profesor libre de restricciones que eligen compartir un tiempo común de trabajo. Esta manera de Prof. Esp. Liliana M. Areco 2 Profesorado Economía: Práctica II enfocar las cuestiones no se corresponde con el modo en el que se enseña en la actualidad. Es posible sugerir que puede haber una tensión entre un modelo de enseñanza basado en ideales pedagógicos trascendentes y las restricciones de la propia situación en la cual se quiere hacer funcionar ese modelo. Esta tensión es prácticamente inevitable y seguramente, se expresará en la actividad cotidiana que tenga cada profesor” Dice Flavia Terigi, en “La enseñanza como problema en la formación en el ejercicio profesional”: “(…) la formación para la enseñanza no se produce sólo antes, o al principio, o frente a un cambio curricular, o cuando el Estado se propone corregir prácticas “erróneas” u “obsoletas” y reconvertir a los docentes según las “nuevas propuestas educativas”. El aporte de este artículo busca introducir la enseñanza como problema de la formación en el ejercicio profesional, pero inmediatamente se obliga a recordar que la enseñanza es asunto de toda formación docente. A partir de la definición institucional de la enseñanza, Feldman sostiene que hay dos modos básicos de enfocar el problema de la enseñanza: como proceso interactivo, cara a cara, y como sistema institucional. Enfocada la enseñanza como proceso interactivo, la pregunta a la que debe responder la didáctica es conocida: ¿cómo enseñar? Enfocada la enseñanza como función institucional, la pregunta didáctica cambia radicalmente: ya no es cómo enseñar, sino cómo ayudar a que muchos otros enseñen en grandes redes institucionales (Feldman, 2002) La distinción entre las preguntas importa, pues el desconocimiento de la dimensión institucional de la enseñanza está en la base de la enorme distancia entre los desarrollos didácticos con los que contamos y las situaciones en las que se requiere que funcionen, distancia que suele producir malestar en los docentes o que los pone en posición de denuncia frente a la (impertinencia) de la capacitación. Prof. Esp. Liliana M. Areco 3 Profesorado Economía: Práctica II La literatura insiste en que la docencia es una profesión de características singulares. Entre ellas, nos interesa señalar que esta profesión hace de los saberes y de la transmisión cultural su sentido sustantivo. En la docencia en general, se transmite un saber que no se produce, al tiempo que, para poder llevar a buen término esa transmisión, se produce un saber específico: el saber sobre la transmisión. Como hemos señalado en otras oportunidades, ese saber no suele ser reconocido como tal (Terigi, 2007)” Gabriela Diker, en su texto “Y el debate continúa. ¿Por qué hablar de transmisión?” propone distinguir entre transmisión, educación y enseñanza, en el marco de una compilación de textos que tratan de la transmisión en las sociedades, las instituciones y los sujetos (Frigerio y Diker, 2004) Sostiene allí que, a diferencia de la educación como habitualmente la pensamos, la transmisión ofrece una herencia a la vez que invita a transformarla, que carece de una direccionalidad fija y no hace de los contenidos una cuestión relevante, así como tampoco se sujeta a reglas específicas. Todo ello marcaría una distancia entre la transmisión y la educación, escolarización y enseñanza modernas; no obstante, Diker sugiere que, en ocasiones, la enseñanza involucra y desata la transmisión cuando se dan ciertas condiciones: cuando la autoridad docente ofrece posibilidades de reinvención, cuando lo que se transmite es una relación con el conocimiento y no tanto un conocimiento objetivado, cuando el propio saber acerca del acto de enseñar se refunda. Y concluye diciendo: “Pensar la enseñanza como acto de transmisión, como un acto que, a través del pasaje de un conocimiento, ofrezca un soporte (una filiación, una inscripción, decíamos) desde el cual la diferencia pueda ser pronunciada, exige quizás despedagogizarla, despojarla de esa normatividad que obtura el reconocimiento de todo aquello que escapa a las categorías escolares. Al mismo tiempo, pensar la enseñanza escolar como política de transmisión nos pone por Prof. Esp. Liliana M. Areco 4 Profesorado Economía: Práctica II delante el desafío de imaginar una escuela que no se mueva en el dilema clásico inclusión-exclusión, sino, antes bien, en el horizonte de la filiación” En un trabajo anterior: “Una autoridad igualitaria en educación” (Greco, 2012) decía: “La organización se vuelve así, trama, objeto y condición de construcción de autoridad. Es posible “verla” cuando se analizan situaciones específicas, se imaginan posibles soluciones o vías intervención, se escriben varias historias a partir de un hecho o una pregunta. Aparece entonces, una autoridad compartida, delegada, diversificada y apoyada en componentes que son parte de la organización. (…) La autorización supone un desplazamiento no lineal de la autoridad, una llegada a un nuevo lugar donde alguien se autoriza a sí mismo, en el sentido de asumir una palabra y pensamiento propios. Toda autorización necesita inscribirse en una relación con otro que sostiene, habilita, piensa con y genera las condiciones del despliegue igualitario. Es ante todo un proceso subjetivo, que acontece en la interioridad-exterioridad del sujeto, es decir, en sí mismo pero en relación con otros” Dice Gabriel D’Iorio, en “En formación, o la reinvención de la responsabilidad pedagógica” “(…) pensar la formación de los docentes es pensar la escuela en su complejidad empírica y, también, trascendental; esto es, como condición de posibilidad de la formación misma. Porque sin un pensamiento de la escuela, la formación pierde su densidad histórico-política, su soporte material y simbólico. (…) La escuela es singular ante todo porque inviste, y se inviste como un tipo de deseo que ninguna otra institución reconoce con tanta fuerza y claridad como ella: el deseo de lo común entendido como deseo de vivir en nación. Desde luego, al Prof. Esp. Liliana M. Areco 5 Profesorado Economía: Práctica II afirmar este deseo de vivir en nación, no estamos negando que la escuela esté atravesada por otros deseos, o que otras instituciones no reconozcan en su raíz la preocupación por la nación. Afirmamos por el contrario, que la escuela es el lugar en el cual ese deseo se inviste más claramente como expresión de una voluntad general y no tan sólo de un grupo o de una clase social. (…) ¿Cómo enseñar lo común en y desde la escuela? Pero también ¿cómo hacerlo fuera de ella, en instancias de formación docente?” Consigna de trabajo 1. Responder el cuestionamiento de Daniel Feldman: ¿Cómo ayudar a que otros, muchos, enseñen? 2. Justificar la afirmación de Flavia Terigi acerca del problema de la enseña en la formación del ejercicio profesional. 3. Gabriela Diker, en su texto “Y el debate continúa. ¿Por qué hablar de transmisión?” propone distinguir entre transmisión, educación y enseñanza, en el marco de una compilación de textos que tratan de la transmisión en las sociedades, las instituciones y los sujetos (Frigerio y Diker, 2004) Prof. Esp. Liliana M. Areco 6