Avances y Rezagos en Transparencia México i Jacobo Pastor García Villarreal jacobo2030@yahoo.com.mx Sinopsis Desde el 2002 México viene entrando en un sano proceso hacia la transparencia en la administración pública. A nivel federal ya se cuenta con una ley en la materia y en 14 Entidades Federativas también se han aprobado leyes locales. Aunque son claros los avances, persisten también algunos rezagos que deberán de superarse para liberar el potencial de la transparencia y el acceso a la información en contra de la corrupción, problema añejo en las burocracias gubernamentales de un sin fin de países. Este artículo hace una evaluación de los avances y rezagos que México ha experimentado en materia de transparencia, esto a la luz de la discusión en la opinión pública y de las conclusiones alcanzadas en la Semana Nacional de Transparencia. Del 14 al 17 de junio pasado se llevó a cabo en México la Semana Nacional de Transparencia, evento organizado por el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), que es el organismo encargado de vigilar el cumplimiento de la Administración Pública Federal (APF) con la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (LFT). En el evento se discutieron los avances y rezagos que México tiene en materia de transparencia. Como antecedente, la LFT apareció en el Diario Oficial de la Federación el 11 de junio del 2002 y entró en plena vigencia el 12 de junio del 2003, fecha en la que todas las dependencias del Ejecutivo Federal debieron tener en internet información básica sobre sus estructuras, actividades y presupuestos, además de haber habilitado un sistema interno para la atención de solicitudes ciudadanas de información. Sin duda, la LFT es un avance sustancial en el combate a la corrupción y el fortalecimiento de la democracia. Los funcionarios públicos federales ahora deben rendir cuentas e informar al ciudadano, entre otras cosas, sobre el cumplimiento de sus metas, los presupuestos que manejan y sus percepciones. De acuerdo al informe de labores del IFAI, del 12 de junio de 2003 al 15 de mayo de 2004, la APF recibió 36,803 solicitudes de información, de las cuales se contestaron 87%. Hay que recordar que la LFT da al ciudadano el derecho de inconformarse ante el IFAI cuando su solicitud de información es rechazada en alguna dependencia. El ciudadano puede, incluso, recurrir al poder judicial si el IFAI confirma una negativa de acceso a la información. Resulta de lo más destacable que sólo 3 de cada 100 solicitudes se fueron a recursos de revisión. Aquí también cabe mencionar que la LFT establece casos excepcionales en los que la información es clasificada como reservada o confidencial, por ejemplo, aquella que pone en riesgo la seguridad nacional y la estabilidad financiera de la nación (Arts. 13 y 14 de la LFT). En el evento se destacó que México se ha colocado en la vanguardia del acceso a la información en Latinoamérica, de hecho, Ecuador acaba de elaborar su propia ley de transparencia y tomó como base la ley mexicana. Sin embargo, se habló también de algunos rezagos que a continuación enlistaré. Revista Probidad Nº 27 - Agosto 2004 1 A)Transparencia en los Gobiernos Locales: Actualmente 14 Entidades Federativas cuentan ya con leyes estatales de transparencia: Aguascalientes, Coahuila, Colima, Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas. De ellos, ocho ya tienen instalado un órgano autónomo que vigila el cumplimiento de sus respectivas leyes, que son Colima, Distrito Federal, Durango, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Querétaro y Sinaloa. Aquí la pregunta es, ¿y los otros Gobiernos Estatales? Todavía 18 (México tiene 32 Entidades Federativas) no tienen una ley que reconozca el derecho de la ciudadanía al acceso a la información y en algunos sus leyes son claramente insuficientes, inoperativas y no ayudan mucho a la causa de la transparencia, en esta situación destacan Jalisco y el Distrito Federal. La transparencia puede tener un efecto cualitativo muy importante en la gobernabilidad y la competitividad del país, pero para lograrlo es necesario que alcance a los niveles locales de gobierno. Por ello, es absolutamente indispensable que los Estados y municipios institucionalicen la transparencia con leyes y la hagan operativa con procedimientos y organismos que faciliten el cumplimiento, simplemente no hay pretexto y quienes no lo han hecho ha sido por carecer de la voluntad política. B) Reformas al IFAI: Aunque ha cumplido satisfactoriamente con su labor de vigilar la aplicación de la LFT, son necesarias algunas reformas para fortalecer al IFAI. La cabeza del IFAI es su Consejo General, integrado por 5 miembros que son propuestos por el Ejecutivo Federal y ratificados por el Senado de la República. Ya hay en el Congreso algunas iniciativas que estipulan que los comisionados sean propuestos y designados por el legislativo, de modo que se anule el vínculo entre el IFAI y el Ejecutivo y se fortalezca su independencia. El Consejo General conforma el pleno del instituto y sesiona periódicamente para resolver los recursos de revisión presentados por ciudadanos a los que se les ha negado en primera instancia el acceso a la información. Sin embargo, estas sesiones no son públicas. Con la excepción de aquellas reuniones en las que se maneje información confidencial o reservada, según la definición de la LFT, las sesiones del pleno deben abrirse al escrutinio público para que el IFAI predique con el ejemplo. Además, para fortalecer la independencia del IFAI se deben llevar a cabo reformas para dotarlo de autonomía constitucional (al estilo del Instituto Federal Electoral) y capacidad para sancionar los incumplimientos en materia de transparencia. C) Ampliar el alcance de la LFT a otras Entidades de Interés Público: Aquí estamos hablando básicamente de los partidos políticos, pero también podríamos mencionar a las Asociaciones Políticas Nacionales, Sindicatos y todo tipo de organismos que reciben recursos públicos. Aquí el principio es muy sencillo: quien recibe dinero público tiene la obligación de informar qué hace con esos recursos. Revista Probidad Nº 27 - Agosto 2004 2 El caso de los partidos políticos es quizás el más grave. Reciben cantidades enormes de recursos públicos y no tienen la obligación formal de informar a dónde va a parar ese dinero. Esta laguna ha facilitado el abuso en casos como el del Partido de la Sociedad Nacionalista, que afortunadamente perdió el registro en las elecciones de 2003, pero cuyos líderes crearon empresas propias para “reciclar” el presupuesto del partido y autocontratarse. Actualmente, el exdiputado y líder de ese partido, Gustavo Riojas Santana, está prófugo de la justicia. La LFT también establece una excepción para órganos constitucionales autónomos y los poderes judicial y legislativo al facultarlos para emitir sus propios reglamentos y procedimientos que faciliten el acceso a la información, es decir, no están sujetos a las disposiciones de transparencia que la misma ley fija para las dependencias del Ejecutivo Federal. El caso aquí también amerita urgencia. Las bancadas legislativas, por ejemplo, reciben recursos exorbitantes y no tienen obligación de informar e, incluso, en muchos casos sus gastos no están normados y son absolutamente discrecionales, lo que abre una puerta enorme para la corrupción y el mal uso de los recursos. D) Socializar el Derecho de Acceso a la Información: De las 36,803 solicitudes de información presentadas en el primer año de vigencia plena de la LFT, el 29.6% fueron de académicos y el 22.3% de empresarios. Por socializar el derecho de acceso a la información se quiere decir que se debe diversificar el público que hace uso de este derecho. Esto no es fácil ya que durante años las administraciones públicas nos han acostumbrado a la opacidad y la cerrazón, por ello es necesario dar a conocer al ciudadano que tiene ese derecho y cómo puede ejercerlo. Esto también se puede lograr detonando lo que yo llamo “infraestructura ciudadana”, es decir, facilitando la creación de organizaciones civiles con el objetivo específico de vigilar el quehacer gubernamental (no hay mejor vacuna contra la corrupción que la acción decidida de la ciudadanía). La participación ciudadana es particularmente importante en los ámbitos locales, donde los contralores suelen estar al servicio de quien deben de controlar, volviéndose figuras meramente decorativas. El 51.1% de las solicitudes totales fueron presentadas en el Distrito Federal. Esto también es comprensible dado que los capitalinos en promedio están mejor informados políticamente y la información está centralizada en la capital. Pero, de nuevo, es necesario diversificar los usuarios del derecho a la información. Por último, ¿qué hacer con esa información? Además de servir para que el ciudadano ejerza una función de contraloría social, se puede utilizar para detectar problemáticas, generar debates basados en información objetiva y arribar a soluciones. El acceso a la información puede convertirse en una herramienta para salir de politiquerías (salir de Babel como han propuesto varios intelectuales) y subirle el nivel al debate nacional. En conclusión, a un año de la plena entrada en vigor de la LFT en México, sin duda los avances son muy significativos. La transparencia está sentando sus raíces como una poderosa arma en contra de la corrupción y el abuso de poder. Sin embargo, no podemos estar satisfechos, es necesario ampliar el alcance del derecho a la información pública a los niveles locales de gobierno y a todas las entidades que reciban recursos públicos, o sea, dinero de usted lector y de todos los ciudadanos. Asimismo, se deben fortalecer las Revista Probidad Nº 27 - Agosto 2004 3 garantías de acceso a la información, el IFAI, y trabajar porque el ciudadano conozca su derecho, lo ejerza y comprenda su importancia. Revista Probidad Nº 27 - Agosto 2004 4 i Jacobo García comen z a r á en septiemb re un progra ma de posgra do en la Escuela Kennedy de Gobierno de la Universida d de Harvard. Hasta julio del 2004 se dese m p e ñ ó como Asesor del C. Secretario de la Función Pública y Catedrá tico en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciuda d de México. Ha labora do también en la Secretaría de Economía y como Catedrático en la Universidad Autóno m a del Estado de Hidalgo. Ha participa do en proyecto s de investigación econó mica en el Pacífico Asiático y Sudamé rica y en cursos de diversa s instituciones como el Instituto del Banco Mundial, El Colegio de México y Saint Mary’s University of Minnesota. Es Licenciado en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey, y Maestro en Administración Pública por Carnegie Mellon University, H. John Heinz III School of Public Policy and Manageme nt.