256315. . Tribunales Colegiados de Circuito. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 43, Sexta Parte, Pág. 70. ROBO Y ABUSO DE CONFIANZA, DISTINCION ENTRE. Si el inculpado, ocultos entre sus ropas, sustrajo de la institución bancaria donde presta sus servicios como empleado, cheques de la Tesorería, su conducta no constituyó el delito de abuso de confianza, sino el de robo, pues para que se configure aquél es requisito indispensable que el sujeto activo tenga la cosa a su disposición, por haberla recibido en virtud de un acto jurídico directamente encaminado a transmitirle la tenencia del bien, para que lo destine a un objeto determinado y en atención a la confianza especial que deposita el dueño en la persona que recibe la cosa. No basta, pues, que por diversas circunstancias una persona tenga determinados bienes a su alcance para considerar que al disponer de los mismos comete el delito de abuso de confianza. Si fuera éste el criterio del legislador, no habría considerado como robos calificados el del doméstico, el del trabajador en contra de su patrón, el del huésped, el de los obreros, artesanos, etcétera, quienes por sus peculiares circunstancias tienen las cosas ajenas materialmente a su disposición, pero no las han recibido en virtud de un acto jurídico especialmente enderezado a ese fin. TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 90/72. Ricardo Zavaleta Salgado. 31 de julio de 1972. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Manuel Franco. Nota: En el Informe de 1972, la tesis aparece bajo el rubro "ROBO Y ABUSO DE CONFIANZA. DISTINCION ENTRE. SI EL INCULPADO, OCULTOS ENTRE SUS ROPAS, SUSTRAJO DE LA INSTITUCION BANCARIA DONDE PRESTA SUS SERVICIOS COMO EMPLEADO, CHEQUES DE LA TESORERIA, INCURRIO EN EL DELITO DE ROBO Y NO EN EL DE ABUSO DE CONFIANZA.". -1-